Recalde: «Me esforcé en mantener unidos al Gobierno y la CGT»

Dolorido, el diputado nacional ratificó que dejó de ser asesor de la central, luego del cruce que mantuvo con Moyano
El diputado nacional Héctor Recalde se mostró hoy dolorido por la polémica originada con el
titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, tras el cruce que mantuvieron ambos durante una reunión en el Congreso, y destacó que hizo «todo el esfuerzo para mantener la alianza entre el Gobierno» y la central obrera.
Recalde ratificó además que dejó de ser el asesor de la CGT que encabeza Moyano tras el cruce que mantuvo con el líder camionero en el debate del proyecto de ART.
«Que no conteste no quiere decir que no sienta dolor», dijo el diputado nacional por el Frente para la Victoria en declaraciones a radio Vorterix.
El abogado laboralista sostuvo que hizo «todos los esfuerzos para mantener la alianza estratégica entre el Gobierno y la central obrera, que duró hasta hace un año atrás».
«Es lamentable porque para el país, para el pueblo, para los trabajadores, fue muy importante la estratégica» alianza «entre el Ejecutivo y Moyano», remarcó.
Asimismo, Recalde admitió que los dichos del camionero, quien lo trató de «servil al poder», lo afectaron.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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17 comentarios en «Recalde: «Me esforcé en mantener unidos al Gobierno y la CGT»»

      1. Complicado hacerlo cortito. Básicamente, porque impide al trabajador reclamar tanto en el ámbito administrativo como en el judicial. Eso por un lado. Y por el otro, lleva la tramitación judicial al fuero civil, que no se conduce con los preceptos protectorios a favor del obrero que sí son regla en el fuero laboral. Hay que retirar ese proyecto ya mismo y aprobar el de Recalde.

      2. Pablo: Hasta donde logré averiguar la via judicial nunca puede quedar cerrada, porque sería inconstitucional. Capaz que te la complica tanto que capaz que queda como una virtualidad, no sé. Y lo del fuero civil no tengo ni idea cuál es la diferencia.

        Ahora, si es tan malo ¿Tenés idea porqué impulsan ése y no el de Recalde? Porque no es Mugricio quien lo manda, eh?

        Algo no me cierra.

      3. «Ahora, si es tan malo ¿Tenés idea porqué impulsan ése y no el de Recalde? Porque no es Mugricio quien lo manda, eh?»

        No podemos argumentar así, Eduardo. Lo que estás diciendo es que el proyecto es bueno PORQUE lo envió el gobierno. Estamos mal, amigo, si esto es lo que consideramos estar apoyando este proceso histórico. Aunque te parezca increíble, hay cosas que no se hacen bien (y esta no es la única).

        El proyecto, como dice Pablo, es una garcha. No hay una sola agrupación de abogados laboralistas (y de los «nuestros») que no esté puteando a cinco vientos y con razón.

      4. Ale: Hay cosas que para los bogas puede resultar clarísimas y no tanto para los legos. Dado que mis conocimientos en la materia se aproximan a cero, no me queda otra que basarme en la confianza o desconfianza que tenga sobre sus impulsores ¿OK?

        Por lo tanto, y dado que confío más en Gandhi que en Hitler, es razonable la pregunta que estoy haciendo. ¿Cuál sería la razón por la que una presidenta Peronista impulsara una ley en contra de los trabajadores? Me parece hasta casi elemental la pregunta ¿Tenés respuesta?

      5. Eduardo; te recomiendo el link que dejó Sting. Es muy bueno.

        Respecto de tu pregunta, la respuesta es no, no tengo respuesta. Pero creo que es un problema de la pregunta: desconozco las intenciones del gobierno del mismo modo que desconozco las intenciones de las personas en general. No sé por qué la gente hace lo que hace; sólo sé lo que hace (y vos también).

        Puedo hipotetizar: alianzas coyunturales con determinados sectores a cambio de algo que desconozco, evaluaciones que empujan a pensar que es necesario hacer esto en función de mantener algún equilibrio que tampoco conozco… como verás: nada. En la nota de Sting se dice algo que ya escuché en una charla con un compañero de la Asociación de Abogados Laboralistas: todo el proceso de preparación del proyecto terminó siendo extremadamente secreto y sin participación de los actores directamente perjudicados (los laburantes). Había (las había, te lo aseguro) muchas expectativas de que se empezara a desarmar el entramado de una legislación espantosa, como lo es la LRT. Y fue todo para atrás, sin una sola explicación.

        El punto es que la Ley es mala. Muy mala. No me importa practicar el tremendismo; no creo que sea una muestra de un retroceso inexorable, como ya escuché decir a varios. Tampoco es la primera vez que el gobierno hace algo contradictorio.

        Probablemente el problema sea precisamente que no entendemos un carajo cuando pasan estas cosas. No es grave: hay un proyecto político, hay una conducción que deide. Creo, no obstante, que experiencias como la Ley de Medios o las leyes en materia de género deberían replicarse. Este secretismo hace que, cuando lo que surge de él es algo como este engendro, uno se quede con el culo para arriba y cara de boludo sin tener nada para decir.

        Porque no hay nada para decir (de mi parte, al menos), más que «qué Ley de mierda está impulsando mi partido». Y me da bronca.

      6. Gracias Ale. Sí, leí buena parte del análisis que linkeó sting.

        De cualquier modo, y ya en el plano especulativo, se me ocurre que podría darse algo así como lo que pasó con el veto al 82% móvil: Sí, es fantástico, pero no nos da el cuero para bancarlo sin destrozar el sistema previsonal. Tal vez el proyecto de Recalde, en épocas de vacas gordas, sería el ideal. Hay que ver si estamos en épocas de vacas gordas. Todo parece indicar que no.

        No sé, es una especulación.

      7. Ni para los empresarios es bueno: camina a la amplificación de la judicialización actual, que ya de por si es mucha, por inconstitucionalidades que acarrea también la nueva ley.

  1. Lo banco a Recalde, pese a que me hubiera gustado que sea mucho más enérgico en la crítica al proyecto del Ley del gobierno, y no solamente votar su proyecto propio en silencio. El proyecto que se está por aprobar es totalmente indigno y contrario a los intereses de los trabajadores. Yo siempre banqué al gobierno pero este proyecto es indefendible. Me da una sensación de derrota y desilución ver que lo proponé el propio gobierno y que nadie se anima a criticarlo.
    Por otro lado, después de la absurda pelea con Moyano es lógico que ahora se refugie en Clarín para criticar al gobierno, porque lo que le molestaba de Clarín era tenerlo en contra, no que sea un monopolio etc. De la misma forma que el gobierno recién se peleó con Clarin cuando éste se le puso en contra. Asi como Moyano es ahora aliado de muchos impresentables como el Momo, el gobierno si le conviene se junta con el que sea, como por ejemplo, la mayoría del sindicalismo que se quedó con el gobierno son los gordos menemistas de antes. Lo importante es mantener un rumbo. Eso es lo que parece que se está perdiendo

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