Estructura productiva: la industria en el PBI

La estructura productiva de la Argentina todavía tiene una deuda pendiente con los cambios de fondo.

  • Hasta 2009 las proporciones de los sectores productores de bienes, siguieron al PBI. Estos sectores mejoraron su valor absoluto en sintonía con el aumento del PBI total. Pero luego de 2009, los servicios y el comercio mejoraron su performance relativa, ampliándose la brecha entre los sectores productivos y el PBI total.
  • En ese sentido, la industria manufacturera creció entre 1993 y 2011 a una tasa de crecimiento anual acumulada de 3,11% mientras que el PBI lo hizo al 3,75%. En el recorte 2003 – 2011, la industria manufacturera creció a una tasa anual acumulada de 7,52% y el PBI a 7,58%, siempre en términos reales. Como puede verse son tasas similares que no modifican la participación de una en la otra.
  • El desguace del tejido productivo durante los 90s dañó la proporción industrial, siendo la crisis de 2001 su peor momento. Desde entonces el estado logró mejorar esa proporción pero sin llegar todavía a los niveles previos a la convertibilidad; el proceso de sustitución de importaciones suspendido en 1976, en el contexto de un nuevo y violento disciplinamiento social (en contra del trabajo), y profundizado en los 90s causó una pérdida de tejido productivo y densidad industrial que lleva mucho tiempo recuperar. Tiempo y esfuerzos, dado que por cada punto que se mejora alguna proporción hay otra que lo pierde, y detrás de eso los grandes actores que no logran ese «puntito» extra, juegan fuertemente en contra de cualquier esfuerzo del Estado por mejorar la proporción industrial y generar más y mejor trabajo.
  • Los establecimientos industriales (que registran empleo) crecieron entre 1996 y 2011 un 17,6%, los comercios un 72,9% y las empresas de servicios un 58,3% en ese período. La inversión industrial es claramente más costosa y conlleva más riesgos. Por eso se requiere del Estado para asumir parte de los costos y riesgos de esa inversión, apoyándose sobre la recaudación que se obtiene sobre sectores más dinámicos, por un lado, y consolidando una real industrialización por sustitución de importaciones, que en el contexto actual sólo es posible de manera compulsiva para no afectar aún más variables de la economía.
  • El BCRA informa que la proporción de financiamiento a la industria manufacturera, sobre el total de préstamos, era de casi 30% en 1990, del 20% en 1997, 8% en 2003, 16% en 2008 y 17% en 2011 (alimentos e industria química entre los que mayor proporción se financiaron). Claramente, un camino que acompañó la performance industrial y que cabe seguir profundizando. Por eso haber modificado la Carta Orgánica del BCRA abre una oportunidad sin igual para presionar a los bancos de manera tal que otorguen más créditos a la producción.
  • En el primer trimestre de 1996 había más de 17 empleados registrados por empresa industrial, en el pico de empleados industriales de los 90s: el segundo trimestre de 1998, se contaban casi 19 empleados por industria. En el pico de empleados industriales de la etapa actual (cuarto trimestre de 2011, que además es el último dato disponible), existen alrededor de 21 empleados por industria. Dato que habla de la ampliación de las empresas existentes antes que de la proliferación de nuevas empresas. Actualmente, por otro lado, el comercio tiene casi 7 empleados registrados por comercio y los servicios poco más de 10 empleos por empresa del sector. Ambos muy lejos de los 21 empleos industriales.
A modo de conclusión, se puede decir que este diagnóstico no afecta el buen criterio de las medidas del gobierno, por el contrario, genera una base más fuerte para avanzar sin miramientos en una estructura productiva que incorpore mayor volumen de producción industrial. El tipo de cambio competitivo dinamizó el tejido productivo desde 2002, pero no modificó la estructura económica. Por eso aumentar el control sobre el comercio exterior y sobre el comportamiento empresario (fundamentalmente inversión) es una buena estrategia, heterodoxa, que como toda política sólo se confirma con la practica.
Y, en este sentido, favorecer el mercado interno es estrictamente eso: voluntad de control para consolidar un modelo de país. Por eso administrar el comercio exterior, y controlar el tipo de cambio son pilares fundamentales para avanzar hacia una modificación real de la estructura productiva argentina. Aunque de ninguna manera se puede pensar que eso sólo alcanzará. La inversión industrial debe ser consolidada desde el Estado, favoreciendo la creación de nuevas empresas, y la ampliación de las existentes. Ese es el desafío de esta inédita época, construir un sistema financiero orientado al desarrollo y no a la usura, para alcanzar la apuesta por la profundización de una estructura productiva sustentable en tiempos de crisis externa y menor crecimiento interno.
El resto de los gráficos se pueden ver acá.

Acerca de hache

hache: politólogo, maestría en sociología económica y otras yerbas. River. Línea de 4 en el fondo y Estado interventor desarrollista. Blog: Hache http://yaesta.blogspot.com/ @hernanpablo

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16 comentarios en «Estructura productiva: la industria en el PBI»

  1. El camino de la ISI compulsiva, a la fuerza y en poco tiempo, lleva irremediablemente a aumento de costos internos. No solo los consumidores se pueden ver afectados. Eso a su vez mina los esfuerzos de los industriales que exportaban. Aún cuando la suma algebraica de esos efectos sea mayor que cero(no lo se), quedamos con una estructura industrial más cara y menos competitiva.

  2. El modelo industrial actual (julio 2012) del gobierno es contradictorio. Por un lado desde lo discursivo dice favorecer la industria, pero en la practica, en los ultimos tiempos, la cosa esta mas jodida. Tipo de cambio desfazado, el control de importaciones llego hasta el punto de que afecta la propia produccion industrial (incluso en empresas que supuestamente se deberian beneficar con la ISI como el caso de las ensabladoras de Tierra del Fuego), ya sea sea por aumento de costos o simplemente, por la imposibilidad de conseguir determinadas piezas.
    No por nada, la industria es el sector economico que actualmente esta sufriendo la peor caida.

  3. Claro que la creación de crédito o bien es productiva o bien no lo es.
    Cuando no fue productiva … habrá inflación.

    Al freir de los huevos lo vereis.

  4. Mariano T y Eduardo, las medidas más recientes no apuntan a modificar la estructura productiva, más bien el objetivo está puesto en no afectar el poder adquisitivo de los trabajadores y, en general, sobre no perjudicar el nivel de empleo. Cosas que siempre pasan en los años de crisis. En este contexto, profundizar es difícil, hay que admitirlo, lo importante es manternos en una meseta hasta que aclare un poco el panorama, ¿no? De momento cabe apuntar a evitar una tendencia hacia la reprimarización con inflación, que podría ocurrir si se devalúa, y mantener la fortaleza del mercado interno en función del poder adquisitivo de la masa salarial.
    En las variaciones anuales los sectores más afectados son el automotriz (que estaba en la estratósfera) y el metalmecánico. El resto está cerca del equilibrio, salvo alimentos y minerales (que aumentaron un poquito). Respecto del mes anterior, repunta un poco la automotriz, los textiles y los minerales; mientras que bajan el tabaco los químicos y la metalmecánica. No veo una caída fuerte, lo que está claro es que no se crece como en años anteriores. El mundo no siempre es ideal.
    Pienso que la Argentina no está acostumbrada a atravesar crisis con perdidas parejas tanto para el capital como para el trabajo, ni mucho menos con perdidas mayores para el capital. Éste último es el desafío al que se apunta actualmente: a que la crisis no la paguen los trabajadores.
    Mi post es más estructural, un diagnóstico crítico pero más de fondo, sobre la coyuntura pienso lo que comento aquí.

    1. El nivel de la cyber-militancia es cada vez más bajo.
      La estructura productiva retrógrada, muy lejos de modificarse, en los últimos años fue acentuando los rasgos preocupantes.
      La redicion del mito de «Tierra del Fuego» como polo productivo es categórico en ese sentido.

      Como sea, el déficit energético y de infraestrutuca afrontará la economía en los proximos años cerrará culaquier debate y no arrastrara a la crisis terminal.

      1. Hace poco encontré una revista vieja ‘TXT’. Se cumplía un año del gobierno de NK. Carrió (a la que todavía se respetaba algo en los ámbitos progre) decía que 2004 iba a ser el año de la crisis energética terminal.
        Estos pálidos émulos de la Carrió podrían reparar en un pequeño detalle: las crisis más trágicas lo son por estrangulamientos financieros como el nuestro de 2001 y lo de Europa desde 2008 al presente (éste con final abierto).
        Y si ni siquiera esas crisis son ‘terminales’, mucho menos lo son las que ocurran por algún cuello de botella ‘energético y de infraestructura’, que en el peor caso harán disminuir el crecimiento.
        Lo que pasa es que tienen unas ganas locas y perversas de que todo se vaya al demonio. El país no les va a dar el gusto.

  5. Es justamente uno de los grandes desafíos del gobierno lo que plantea el post: romper con el modelo heredado de la dictadura y profundizado en los noventa.

    Yo creo que si impulsamos subir las retenciones a las rentas mineras (pero no un par de puntos porcentuales, estoy hablando de pisos del 20 por ciento), exploramos la plataforma marítima en busca de petróleo, hay dinero suficiente para impulsar este tipo de industrias sólo desde la banca nacional, sin depender de cuanto pijotean los bancos privados o del tiempo o trabas que impongan a futuros créditos.

    Pero si seguimos con De vido como ministro planificador, estamos al horno muchachos, con semejante cachibache no se puede plantear la industrialización de un país. No digo que es una cuestión de nombres tampoco, pero si desde el vamos arrancamos así…

  6. Comparar 1976 con 2011 es un poco complicado. Cómo se ha mantenido el peso relativo de la industria manufacturera en otros países? Me extrañaría que no hubiera un incremento de los servicios, y esto puede ser una tendencia normal a medida que la economía se hace más sofisticada. Tomemos por ejemplo los servicios empresariales, como servicios informáticos, ingeniería, publicidad, recursos humanos, etc. etc, que pueden aumentar la productividad de toda la sociedad, incluyendo la industria manufacturera… Como esta última fue perversamente afectada por la dictadura y la convertibilidad, me parece bien medir su recuperación como un parámetro importante para juzgar las políticas actuales, pero quedarse ahí puede significar que imaginamos el futuro con los paradigmas del pasado…

    1. La discusión sobre los paradigmas es central, porque el apoyo a la presidenta no significa un cambio de paradigma en sí mismo, pero aceptar que existe un Estado distinto (gracias a este gobierno, claro), y que funciona para beneficio de todos (o para porciones de la sociedad mayores que el Estado de los 90s)se acerca a lo que puede ser un paradigma incipiente en la Argentina.
      El problema es que la difusión cultural de estas cuestiones lleva tiempo (mientras tanto una parte de la población seguirá saliendo a la calle para quejarse al mismo tiempo en contra de la inflación, de la política cambiaria y de los impuestos al campo, un sinsentido).

  7. El post es interesante y apesar que hay medidas y digamos ambiente favorables más allá de estos créditos, sin duda se me presentan más interrogantes sobre todo en otros aspectos y para no repetir errores que se han cometido bastante tiempo atrás.

    Uno de ellos es si realmente existe un empresariado local con vocación para el desarrollo y que a la vez esté articulado con el estado en un proyecto a mediano y largo plazo

    Un segundo punto sería la forma de inserción de las empresas extranjeras y su relación con las nacionales, aplicar un tipo de proteccionismo que no termine protegiendo a quien no lo necesite y que favorezca a las industrias nacionales aunque compartan mercado con las extranjeras. Este punto, en cierta forma, es una consecuencia de las políticas de estado más lo del párrafo de arriba

    Otro punto se relaciona con la importación y fabricación de bienes de capital. En este sentido las líneas de crédito son importantes pero deben mantenerse y no reducirse a una coyuntura como la actual. Además habría que ver su integración con lo nacional para lograr el desarrollo tecnológico

    El esquema actual para conseguir divisas, si bien tiene sus ventajas, la pregunta es hasta donde alcanza para sostener este proceso sustitutivo y si en algún momento no habría que complementarlo con otro para evitar un parate como el actual

    La nacionalización de YPF, no sólo por el aprovisionamiento si no también por el desarrollo de proveedores locales acá la duda son los tiempos

    Y por último la fabricación de bienes durables, que los mismos no sean “rezagos”, ya que el aumento de su producción no necesariamente trae desarrollo. En ese aspecto creo que habría que superar dicho estado.

    Por último y al margen del tema del posteo, si bien el proceso sustitutivo fue cortado en el ’76, tengo mis dudas que haya sido por lo menos hasta ahí, el correcto.

    Saludos

  8. Yo no siento que haya un plan para cuidar el empleo, o que eso sea la prioridad. A lo sumo ven si pueden hacer algo para que la empresa reabra o reincorporé a los desocupados, pero después de haberse mandado el moco.

    No estamos en el 2001, pero la situación se parece al 99.
    En ese año, Brasil devaluó, y nos cagó terriblemente a nosotros que seguíamos con la convertibilidad.
    Muchas fábricas cerraron por el tipo de cambio sobrevaluado que les impedía exportar, y muchas se mudaron a Brasil, permanentemente.

    Hoy en día, los únicos que pueden exportar cómodos son los exportadores de soja. Las economías regionales, la industria exportadora, los frigoríficos y la construcción están bastante jodidos. Y no es sólo por el exterior, los frigoríficos vienes cerrando hace años por la política de Moreno, no devaluar en una decisión del gobierno, los demás países de la región lo han hecho, la prohibición de comprar dólares que fue lo que frenó la construcción (por lo menos la venta de inmuebles usados) también fue una política del gobierno.
    Nadie quiere que a cambio de su casa le den pesos que pierden el 10% de su valor por año en un plazo fijo, a lo sumo, si piensa mudarse, alquila y pone también su vieja casa en alquiler.

    Las prioridades del gobierno son juntar la cantidad de dólares necesaria para pagar los bonos y para importar el petróleo y el gas que necesitamos porque perdimos el autoabastecimiento durante el kirchnerismo, y que la inflación no se les escape, que no se espiralice.

    Yo trabajo en el sector turístico (soy afiliado al gremio de Barrionuevo) y el atraso cambiario también nos está empezando a perjudicar a nosotros, no tanto como a otros sectores pero se nota.

    Es por esto que la política económica desde el 2007 (o desde que Lavagna y Prat Gay dejaron economía y el central) ha sido mala, no se puede seguir eternamente con inflación del 25% y devaluación del 10%. Eventualmente eso te genera un atraso cambiario, con la desventaja de que ahí devaluar es un riesgo, porque puede saltar la inflación a mucho más del 25%.
    Nuestros vecinos con una inflación normal pudieron devaluar sin mayor riesgo.

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