Una mañana en Parque Lezama

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A Mariano Fraschini y Nicolás Tereschuk les parece que

Valen la pena algunos datos y reflexiones sobre el #11A

  • De manera similar al año 2009, el kirchnerismo obtuvo  magros guarismos de las elecciones parlamentarias y se convirtió paradójicamente en la primera minoría a nivel nacional. Al igual que hace cuatro años perdió en los grandes distritos y ganó en varias provincias más chicas.
  • Se trató de una elección de medio término, que en un régimen presidencialista no pone en discusión la titularidad del Poder Ejecutivo, pero sí se convierte en una instancia de evaluación y sanción a las políticas implementadas por la cabeza del gobierno.  Una lectura veloz de la contienda de ayer muestra que los oficialismos gobernantes en cada provincia no gozaron del mismo apoyo popular que en 2011, aún los opositores.
  • En la provincia de Buenos Aires, Massa superó al candidato oficialista en más de 5 puntos porcentuales, un porcentaje que preveían las encuestas, pero con el correr de la campaña se preveía menor. La victoria del candidato opositor en distritos que venían votando al kirchnerismo, junto a diferencias menores en secciones en donde el oficialismo siempre mostró mayor contundencia, explican gran parte del resultado.
  • En la Ciudad de Buenos Aires, el macrismo revalidó credenciales con un porcentaje similares al de hace cuatro años (31%) mostrando que cuando se trata de elecciones legislativa y sin la presencia de su principal líder, el piso resulta bajo. Tiene a su favor que el color amarillo continúa siendo hegemónico en el distrito, y en contra que es escaso lo que pudo construir nacionalmente en estos 10 años de existencia.
  • En Córdoba, la victoria de De la Sota se le parece (y mucho) a la del PRO. El candidato de De la Sota arañó el 30% en un distrito donde imperó la fragmentación política. Los radicales quedaron segundos y el PRO entró tercero, con el FPV poco más de un punto por debajo. Con estos guarismos, no hay mucho para festejar para el cordobecismo político, aunque es un aliado que Massa podrá tentar a futuro.
  • En Santa Fe, Binner fue el oficialista más holgado en el triunfo. El PRO retrocedió comparado con la última elección provincial y el FPV se mantuvo. El socialismo volvió a marcar diferencias frente a un peronismo que no da señales de recomposición aún con el cambio de candidato. De cara al 2015, Binner queda muy bien parado convirtiéndose en uno de los grandes ganadores de ayer.
  • El Frente para la Victoria, junto a sus aliados ganaron en Chaco, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, Misiones, Río Negro, Salta, San Juan (si no se suman los lemas de Compromiso Federal) Santiago del Estero, Tucumán y Tierra del Fuego. La oposición lo hizo en Catamarca, Chubut, Corrientes, La Rioja, Mendoza, San Luis y Santa Cruz. Algunos de estos distritos, por tratarse de diferencias menores al 1% pueden ser recuperadas por el FPV de cara a octubre.
  •  Se sabe que con este resultado malo para el oficialismo, por esas cosas de los sistemas electorales, que traducen votos en bancas, no habría un gran vuelco en la integración del Congreso. ¿D’Hont es kirchnerista?

  •  El avance opositor en las provincias gobernadas por el FPV y aliados es un llamado de atención para el Gobierno. ¿En las legislativas te votan en contra para que te vayas o para que te pongas las pilas? Hasta el 2009 siempre se creyó lo primero, luego vimos que puede ser todo aún más complicado y vertiginoso y que puede ser de otra forma.
  •  Cuando el resultado es tan contundente, no caben las explicaciones del tipo “tal intendente jugó mal” o «tal gobernador no-se-qué». Así como en 2009 había un problema económico-social que explicó el resultado más que la cuestión de «los traidores», lo mismo ocurre en esta ocasión. Ocurre que la situación económica no es tan mala como la de 2009. Entonces ¿qué tiene que modificar el oficialismo? Las respuetas pueden ser múltiples y requieren de toda la creatividad de un gobierno que en 2010 y 2011 no sólo se dedicó a «crecimiento y consumo». Tambíen tomó medidas «no económicas» y tuvo acciones «más que económicas» ¿o no?

  •  La variable regional empieza a verse. El chavismo estuvo a punto de no retener el gobierno en Venezuela, en Brasil hay un cimbronazo político fuerte. Estados Unidos está a punto de cambiar de política económica y eso impacta a su vez en todas las economías emergentes. La región sin Hugo Chávez ni Néstor Kirchner y sin Lula jugando en primera división no es la misma que fue. No es sólo precio de commodities esto, va más allá.
  • ¿Cuánto de conflicto acepta la sociedad o cuánto aceptan las «mayorías electorales», digamos? ¿Qué tipo de conflicto acepta y cuál no?
  •  ¿La sociedad acepta todo menos salir en los diarios? «Sacame de los diarios. No quiero salir en los diarios. No quiero que me roben. No quiero que me cobren impuestos a mí. No creo que me impidan comprar algo importaodo a mí. No quiero que me impidan comprar dólares a mí. Hagan las mierdas que quieran ustedes ‘los poderosos’, no me jodan a mí con mis cosas. A mí no me saques para darle al que está más abajo que yo en la escala social (puede estar hablando un tipo que no terminó el secundario)»
  • El gobierno «en las malas» se ha fortalecido. Pero para hacerlo debería estar tan tranquilo como Néstor Kirchner una mañana en Parque Lezama. Lo que no es nada fácil. «Los otros» ahora deben lidiar con el «éxito». Que tampoco es fácil, claro.

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