Como día el Escriba: en política, la vida es binaria.
Al menos, en una de sus dimensiones. En una de las más estructurales: la formación de identidades políticas.
Ernesto Laclau ha escrito mucho sobre este tema (de hecho, más sobre este tema que sobre populismo.) El núcleo de la tesis es que identidades política tienden al binarismo. O, mejor dicho, que las identidades políticas forman siempre sistema, y que, por lo tanto, tienden a organizarse binariamente.
Esta tesis surge de una relectura y aplicación al campo político de los supuestos de la semiología estructuralista de Ferdinand De Saussure (tambień conocido como el teórico que logró ser uno de los más influyentes del siglo XX sin haber, de hecho, haber escrito su principal libro, el Curso de Linguística General. Este lo publicaron sus alumnos con notas de sus clases. Grosso.)
De Saussure rompe con la teoría clásica de la referencia lingüística al plantear en el Curso que los signos lingüísticos no tienen referencia externa al sistema de la propia lengua. Es decir, para Saussure, lo que una palabra significa (o refiere) no viene dado por una relación con un mundo externo, sino con relaciones internas de diferencia con los otros signos de la lengua. Una palabra «es» algo porque «no es» su vecina. Por ejemplo, la palabra «fish» en inglés es «más grande» (tiene mayor valor lingüístico) que la castellana «pez», porque ésta está limitada por otra palabra, que es «pescado.» O sea, para De Saussure al interior de un sistema, los signos se definen por diferencia («a» es «a» porque no es «b.»)
Continuadores de De Saussure, sobre todo Levi Strauss, desarrollarían el corolario lógico de lo anterior: si al interior de un sistema los signos se definen por oposición y diferencia entre sí, entonces los sistemas, aún los complejos, tenderán a organizarse binariamente, ya que la oposición binaria es la más simple y poderosa de las diferencias. (Tal es el análisis que hace Levi Strauss del tabú del incesto, estructura cultural básica que puede reducirse a «esta mujer-este hombre está prohibido/esta mujer-este hombre está permitido.»)
Para Laclau (y para la corriente francesa sesentista de análisis ideológico) esta misma lógica de oposición y diferencia opera en el nivel del campo político. Un campo político tiende»formar estructura», o sea, a dividirse en dos identidades que no sólo están enfrentadas, sino que se definen a sí mismas por ese enfrentamiento. (Por eso, los politólogos, aún los que nunca leyeron a De Saussure, tienden a asumir que los sistemas políticos tienden a poder explicarse según un clivaje principal, que es binario.)
Obviamente, esto no significa que todos los sistemas políticos sean bipartidistas, o que no puedan existir sistemas dominados por tres o más partidos (aunque sí sea cierto que los sistemas multipartidistas sean más fáciles de constituir en países que tienen muchos incentivos institucionales a tal fin, como los sistemas parlamentarios.) Aquí se habla de una cuestión más cultural, diríamos, que estrictamente partidaria. Estamos hablando de una dinámica que tironea, por así decirlo, las identidades políticas múltiples y las intenta subsumir en una lógica de tipo binaria de simple y rápida comprensión: liberales/conservadores, izquierdas/derechas, monárquicos/republicanos, o peronistas/antiperonistas.
Según lo veo, entonces, un político puede hacer dos cosas: intentar construir con el binarismo apostando a la dicotomización binaria) o contra el binarismo (apostando a instalar, por ejemplo, una tercera fuerza o a ganar en una dispersión generalizada.)
Creo que en el caso de nuestro país, vivimos en este momento (tal vez desde 1983) una dinámica binarista extremadamente fuerte, que dificulta, y mucho, el sostenimiento de identidades «centristas.» Hoy por hoy, el clivaje binario principal de nuestro sistema político es kirchnerismo/antikirchnerismo, nos guste o no nos guste. (En mi opinión, no es el clivaje ideal, ni mucho menos.)
Esto implica que toda figura política está prácticamente forzada a ubicarse en uno de los dos lados Por una serie de factores (entre ellos, la debilidad de las estructuras partidarias, la centralidad absoluta de los medios de comunicación masivos como casi único escenario de construcción de liderazgos políticos, sobre todo para los políticos que no gobiernan, y también la acción del propio gobierno que juzga que gana con esta dicotomización permanente) hace que sea muy difícil para cualquier partido construir una identidad potente sin definirse por un lado del clivaje kirchnerismo/antikirchnerismo.
Obviamente, el problema es que este estado de cosas dificulta mucho el mantenimiento de posiciones que se piensan a sí mismas como centristas, mediadoras, o superadoras de los dos términos en disputa.
Por un lado, las características sumamente diversas de la propia oposición hacen que el antikirchnerismo sea casi la única identidad en común; por lo tanto, es natural que esta identidad sea reforzada de manera férrea. La oposición binaria es, casi, el único elemento de autodefinición identitaria de la oposición.
Por el otro, Para un político que no forme parte del gobierno (e inclusive para más de un par que forman parte o lo han hecho recientemente), casi no hay incentivos para no hacer una oposición enconada y a rajatabla. Que Cobos, Elisa Carrió y Pino Solanas hayan seguido en los últimos tiempos trayectorias tan similares habla menos de sus preferencias personales que de las fuerzas profundas que tironean y conforman las identidades políticas. Ocupar un lugar central en el campo antikirchnerista es una posición tentadora, en términos electorales y políticos, y existen muchos incentivos para intentar copar esta posición.
Un colega, simpatizante sabbatellista, me decía hace poco «Sabbatella tiene un problema. Yo prengo la radio a la mañana y, sobre cualquier tema, si quieren oir la postura del gobierno llaman a un ministro; si quieren oir lo que dice la oposición llaman a Carrió, Solanas, Morales o Sanz. Llaman a un kirchnerista claro o a un claro antikirchnerista, no a alguien que tiene una posición más compleja.» Similar dificultad tiene el GEN de Margarita Stolbizer, y la parte de la centroizquierda que reivindica una posición más compleja, o prescindente, en relación a este clivaje.
¿Mide este estado de cosas, o no mide? Probablemente no, en tanto la centralidad del esquema de análisis «si no estás conmigo estás contra mí» obtura la posibilidad de avanzar hacia la constitución de clivajes menos coyunturales. Sin embargo, en un punto, esto es la política y la política tiene reglas que no dependen de la voluntad del político, y mucho menos, del analista.
Propongo una (¿hipó?)tesis ad hoc: para que sea posible la aparición de una tercera fuerza contra el binarismo, tiene que existir, primero, el binarismo consolidado en un bipartidismo fuerte. El multipartidismo tiene un techo para que aparezcan fuerzas nuevas y se consoliden.
Que es un poco lo que pasa con este muchacho, Clegg, que apareció como tercera fuerza en Gran Bretaña y con serias posibilidades de romper el histórico bipartidismo del sistema británico.
http://www.timesonline.co.uk/tol/news/politics/article7105705.ece
Bueno, es interesante como, en el caso inglés, la aparición en el siglo XIX de un tercer partido en realidad conformó un nuevo bipartidismo.
O sea, de la división tory-whig se pasó al sistema tory-laborismo. Hay que ver qué pasa ahora con los liberales.
Completamente de acuerdo en lo descriptivo MEC, la situación actual la veo tal como la planteás. No estoy tan seguro en cuanto a tu valoración, decís que no es el clivaje ideal, que probablemente no mide, etc.
Este estado de cosas quedó definido luego de la 125, aunque se prefigurara un año antes, más o menos. A partir de allí, en menos de dos años de los siete que lleva gobernando el kirchnerismo, se produjeron tres de las medidas más importantes a nivel estructural: estatización de las AFJP, asignación universal y ley de medios. En los cinco años anteriores diría que también fueron tres las medidas fundamentales: polítca de DDHH, cambio de la corte suprema y jubilicación para todos. Es decir, la densidad de políticas fundamentales en relación al tiempo, aumentó mucho desde la polarización. También se perdieron votos, es cierto. Pero para mi la razón principal es que hubo que dar batallas contra enemigos más fuertes, eso naturalmente, produce más bajas. La dificultad de encontrar una posición fuera del clivaje, para mi tiene que ver precisamente con que el clivaje es muy real, son muchas las cosas en las que las diferencias son reales, importantes, no ficticias, y a mi criterio lo ficticio es querer encontrar «terceras posiciones» en una situación como esta, diferenciándose en matices que obviamente tienen su importancia, pero que no hacen al nudo central de los temas en discusión. Por eso comparto plenamente tu descripción, pero la valoro positivamente.
La posibilidad de perder en el 2011, cosa que no es para nada obvia, es parte de los riesgos que se corren al enfrentar problemas reales, no es para mi, en este caso, producto de encarar mal las cosas.
Entonces si el peronismo de derecha o disidente ganra las elecciones , cobraria impulso la parte mas izquierdas del radicalismo como oposicion?
Muy probablemente. Esto lo describe muy bien Pierre Ostiguy, que habla de un «ṕendulo»: cuando el gobierno está más a la derecha, la posición se estructura más hacia la izquierda, y viceversa.
Me gusto mucho el articulo. Creo que uno de los puntapié para una alternativa al bipartidismo es que desde la izquierda,la centroizquierda como también por parte de la derecha deberían hacer publico cuales son sus modelos económicos alternativos y que políticas e intereses se afectarían para llevarlo a cabo. Desde la derecha no lo van a decir, ya lo sabemos. Desde mas a la izquierda me parece que la falta de alternativa económica (política, no demagogia moralista)en el momento historico actual los puede dejar mucho mas en offside que ahora mas alla de si hay mas K ó no despues de 2011. Por otro lado, cuando hoy 2010 se habla de alternativa al bipartidismo desde el centroizquierda, la alternativa es muy de slogan: «progresismo», «progresista», etc, no se le ofrecen opciones al bolsillo de la gente. Parecido pero diferente es lo que ocurre en las elecciones a gobernador en las provincias que pueden ser caldo de cultivo para experiencias nuevas, que durante las campañas no mencionan que tipo de modelo economico van a utilizar una vez elegidos. Saludos
Los estructuralistas son un lindo punto de partida pero hay algo después, eso es lo que los hace más interesantes aún: el quiebre en la forma de pensar la realidad y los desafíos a los que nos enfrenta.
Puede que las identidades políticas tiendan al binarismo (aclaro que el término identidad lo tomo a la ligera porque eso daría para otro flor de post) pero me parece que por ahí podríamos invertir la lógica y pensar que abrevan del binarismo.
Pensar la política a través de los hechos de poder en los ejes fundamentales de lo transhistórico, la división y el conflicto, mide. Y si ese pensar se transforma en hacer, también mide. Digo, pensarlo como condición necesaria (?) del surgimiento de un centro o similar. Quizás es lo que necesita el acontecimiento para hacer un hueco en la situación.
Saludos
PS: MEC sepa que la variable «charlar con Ud» fue una de las definitivas para que yo viajase al encuentro de parque patricios pero no la encontré
Qué pena. Me resultó imposible viajar, pero espero estar para los próximos encuentros.
Sin duda el clivaje político actual es el de kirchnerismo-antikircherismo. Pero, como señala Sergio, no estoy seguro de que eso sea en si una mala cosa, teniendo en cuenta las iniciativas políticas que el gobierno logró llevar adelante desde el aumento de la polarización y que, más allá de intenciones coyunturales, perdurarán en el tiempo.
En lo absoluto preferiría que la polarización se realizara por proyecto (pro AFJP vs anti AFJP, pro despenalización del aborto vs anti despenalización, pro ingreso universal vs anti ingreso…etc) y no que estos se votaran por polos, pero insisto el sistema actual no parece funcionar tan mal si lo medimos por las iniciativas llevadas adelante, algunas incluso con apoyo de otras fuerzas como en el caso de la ley de medios.
Lo extraño es lo que menciona el post, que una de las componentes del binomio, el antikirchnerismo, solo tiene como coincidencia política esa oposición. Lo que transforma al kirchnerismo no solo en el polo que gobierna sino también en la plasticola de la oposición.
Yo no creo que hoy en dia el clivaje mas importante sea kirchnerismo/antikirchnerismo. Desde ya que ese clivaje es logico que exista, porque siempre en una democracia presidencialista, el que gobierna es un partido, y todo el resto, es oposicion. Otra no queda. Podran tener coincidencias particulares en algunos proyectos, especialmente en lo que respecta a debilitar al ejecutivo. Pero ahi se acaba el asunto.
Pero mal que le pase a los kirchneristas, no es lo mismo Solanas que Macri, ni es lo mismo Stolbizer que Cobos.
Es mas, yo diria que esto es uno de los momentos historicos en donde mas atomizacion politica hay en la Argentina. Y esto ve claramente en la estructura partidaria argentina, sumamente caotica, donde ya no existe mas esa competencia PJ/UCR. Tenemos mas partidos politicos de peso y a su vez, mas volatiles. Hoy en dia tenemos el oficialismo, oposicion por derecha (Macri, De Narvaez, etc), oposicion por centro (Binner, UCR) y oposicion por izquierda (Solanas, Donda, Lozano). Donde esta ese binarismo?
Yo no creo que las diferencias entre Macri y Solanas, sean menores, para nada.
Nadie dice que sea lo mismo Macri que Sabbatella, ni muchísimo menos. Vaya manera de leer el post en una clave menor.
Y atomización no es contararia a dicotomización, justamente, eh ah{ía la cuestión.
Genial lo de María.
Bobbio, Pasquino, Schmitt… Son nombres que se me vienen a la cabeza con hipótesis en el sentido descipto por María. También me viene a la cabeza la lógica de acción proselitista de situarse lo más cerca posible del centro para ganar el voto de todo lo que está del otro lado del opositor. Si mal no recuerdo existen problemas generados por la polarización extrema de ideas sin canales fuertes intermedios (atomización partidaria, que siempre incorpora un partido de centro) que hast a podría derivar en un golpe de Estado.
Ahora bien, en nuestro país qué pasa con los Sabattela, los Pino, los Alberto Fernández. Economistas como Bein. ¿Son antikirchneristas o kirchneristas? Es más complejo como bien dice María.
Me gustaría diferenciar la lógica binaria de posicionamientos respecto de una persona y sí pensar en posicionamiento respecto de ideas.
¿Por qué no pensar en dos cuadros binarios superpuestos? O sea, en cuadrantes. Una cruz (-+-)conformada por el izquierda/ derecha en un eje; y el peronismo / antiperonismo en otro. Kirchner sería no tan peroniosta ni tampoco de extrema izquierda; Carrió entra en el antip. de centro izq. (ponele, es discutible podría ser extremo derecha por momentos pero es otro tema), Sabattela en el peronismo de izquierda (más a la izquierda que el propio K y quizá menos peronista que éste), Pino todavía más a la izquierda que Sabattela, y por ejemplo Cobos vaya uno a saber (supongo no tan antiperonista y de centro izquierda).
Por qué quiero plantear esta otra lógica. Porque en el largo plazo (o corto, quién sabe) los Kirchner ya no van a estar. Y lo que importa son siempre las ideas. Me gusta pensar que uno discute ideas y no personas. Por ej. (controversial, lo sé): si con el fondo de desendeudamiento alguien se va a llevar un diego o un retorno, no es lo que interesa discutir principalmente, sino que lo que sí interesa es cuál es el beneficio para la sociedad que con ese mecanismo se siga incentivando la demanda y que más personas puedan comprar más cosas o si existe algún perjuicio (inflación, etc.).
Digo, probablemente sin ser claro y a los apurones (porque quiero terminar la semana), me gustaría encontrar teoría para discutir ideas. Y en todo caso las ideas de las personas en tanto su ubicación respecto de marcos ideológicos. No respecto de su afinidad o no a otras personas.
Pero sin dudas, en la Argentina lo político se define respecto de la agrupación de intereses en torno a un enemigo común. Y no en torno a las ideas. Es convencional: mientras definamos así lo político eso seguirá siendo lo político. La agrupación de personas contra otra/s persona/s. Cuando podamos plantarnos respecto de ideas (y no tanto de pujas de poder personalizadas) empezaremos a construir socialmente otra política.
Pd: que fenómeno el Escriba!
MEC
¿Y si Denis Merklen y Robert Castel tienen razón, en “Quartiers populaires, quartiers politiques”?
Con un clibaje que tiene de un lado a las « nouvelles classes moyennes », defensoras del Satus Quo, con un concepto de la Ciudadanía Clásico del siglo XVII y XIX.
Frente a la « politicité des classes populaires », los supernumerarios y desafiliados de Castel, que buscan alternativas de organización y articulación ciudadana; para reintegrarse al mercado de trabajo y consumo.
Un abrazo
Querido Manolo: creo que hay que diferencias clivajes sociológicos de políticos. O sea, ese clivaje que mencionás creo que, ni aquí ni en Francia, está claramanente expresados en términos políticos, es decir, no hay una fuerza política que lo represente claramente. Fijate las dificultades que aquí tienen tanto los movimientos piqueteros como la CGT para expresar la representación política de los desafiliados sociales.
Leí un post tuyo excelente sobre este tema, exhortando a los gremios de la CGT a ampliar sus criterios de representación; por eso mismo me he peleado desde hace tiempo con varios peronistas ortodoxos. Creo que por ahí pasa el desafío a futuro.
Bien Manolo! La alianza devolvio con creces la inversion!
MEC, yo creo que antitesis K anti K es resultante de que claramente los K estan moviendo mucho el tablero y con mucho dominio de la accion politica. Entonces es natural que el primer diferenciador sea sintetizable en «te gusta en gral K o no te gusta?», mas alla de todos los detalles que se pierden en una generalizacion asi.
Pero asi como en el mundo anti-K hay muchos y que van a pelear su porcion de liderazgo interno, sin tener que dejar de ser anti-K. Creo que los Sabatella van a lograr pelear su porcion de liderazgo interno en el campo K, aun en competencia con los Kirchner (dejame separar los Kirchner persona del lado K de la antinomia). Porque los Kirchner no son la referencia unica de las personas que elijen K en la pregunta inicial K antiK. Probablemente sean la mas elegida, aun, pero puedo imaginar personas que siendo profundamente K (anti anti-K) elijan a Sabatella. Asi como habra anti-K que elijan a Pino y otros a De Narvaez.
Esa pelea es posible. Sin inventar una tercera posicion a la antinomia basica, pelear el espacio con uno de los fundadores de una de ellaPr
Más que las medidas en sí, lo novedoso de este gobierno es que para concretarlas afectò intereses que estaban acostumbrados a negociar, pactar, presionar y obtener resultados exitosos con esos procedimientos.
Para politicas redistributivas de efectos universales como la jubilaciòn extendida, la asignaciòn universal por hijo, la estatizaciòn del sistema previsional y la televisaciòn del futbol, una corte independiente, derogaciòn de las leyes de amnistìa y reapertura efectiva de los juicios, hay que afectar sectores que pudieron condicionar al gobierno de Alfonsin y a la Alianza sin perder sus privilegios y manejar directamente la gestiòn polìtica con el menemismo.
El resultado de la actual gestiòn no puede ser otro que una confrontaciòn muy aguda, que va màs allá del estilo Kirchner, aunque esos modos le den un sello muy singular. Pero no serìa diferente si la gestiòn la condujera la hermana Pelloni.
Es más. Probablemente ese estilo sea màs funcional a la oposiciòn que aquel que podrìa lucir un político màs templado. Porque le permite acentuar el tema de las formas al que los sectores medios son bastante sensibles, al punto tal de poder olvidarse que es lo que se està debatiendo debajo de lo que aparentemente se discute.
La polarizaciòn es en ese plano una consecuencia natural de las polìticas con las que se gobierna y no se advierte de aquì a las elecciones del 2011 alguna variable que modifique esa tendencia
Pero lo mas extraño de esto es que tal vez las derechas y las izquierdas adentro de cada partido no sean muy faciles de definir de una manera muy categorica. Mas bien lo que hay son grupos que se chupan el dedo , lo ponen al viento y ven para que lado les conviene salir. Cosa que no sabemos muy bien si esta del todo mal.
POnele que haya un binarismo, pero si tanto los partidos como las personas pueden girar a travez de el, se vuelve un poco difuso. Y confuso , ademas, porque no es lo mismo un radical tratando de lograr justicia social, que un peronista tratando de lograr lo mismo.
y tampoco estamos muy seguros de que las «ideas» sean el eje de la cuestion. Las personalidades influyen, los tonos de un gobierno tambien. Las ideas juegan en un plano intelectual pero las gentes elegimos por identificacion y por ser seducidos o contenidos.
Nosotros no somos peronistas precisamente por las ideas, este gobierno puede tomar medidas economicas heterodoxas, puede hacer un puzzle entre apertura de mercado y un fuerte control del estado, puede estar un poquito mas a la derecha o un poquito mas a la izquierda en cada tema. Lo que hace que semaos peronistas es una cuestion de identificacion y si somos K es porque medianamente conforman los animos del peronista historico. LO que les faltaria seria conformar los animos del peronismo de esta epoca. :)
La ubicacion binaria tiene tambien que ver con el mecanismo de defensa psicologico contra la neurosis que los psicologos llaman»division»y que consideran el mas primitivo en la evolucion de la mente,a partir de la oposicion del pecho gratificante frente al mundo amenazante.Este mecanismo se aplica luego a tods los enfoques explicativos del sujeto,incluso en los cientificos.Tomemos conciencia de ello,pero creo que en politica conviene superarlo,como tambien al personalismo,atribuido al predominio de la imagen del lider elegido sobre sus ideas y propuestas.
Me gustria,si no llego muy tarde,que MEC u otro explicara la diferencia entre dicotomizacion y atomizacion,porque si bien se da un significado de por si diverso,el problema qie oservo en nuestra sociedad es mas bien la atomizacion o por lo menos fragmentacio,social y por consecuencia politica de fondo.
La esperable tercera posicion en nuestros tiempos es muy dificil de asumir visto el poder que tienen el oficialismo y la oposicion cerrada(economico,mediatico.etc.)Y jugar dentro de las dos fuerzas mas poderosas es notablemente esforzado.Ademas vivimos en la»era de la confusion»donde se dan las mezclas ideologicas,los engaños y autoengaños que nos enredan.
«Although its actions may seem like ‘centrism’ to some, the Obama-Pelosi-Reid system is clearly a secular-socialist machine. And Obama is the most radical president in American history» (Newt Gingrich en el Washington post de ayer, cómo me divertí estos días con esta gente, por favor).
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2010/04/22/AR2010042204207.html
¿Binarios nosotros? Nah. Si somos macanudos. Vamos bastante bien en Sudamérica, porque por lo menos extrañamente sabemos, por una de las pocas veces en la vida, para dónde soplan los vientos del mundo en cuanto al posicionamiento y rol del Estado que se debe tener en la coyuntura actual -bastante, al menos, si sigue algún tipo de coalición vinculada a algunas de las políticas centrales planteadas por el oficialismo-.
Un abrazo
PD: Ah, escuchá a Carrió de todo el año pasado hasta el 3 de diciembre «– «Machine»: Rejecting the will of the American people expressed through town hall meetings, tea parties, polls and elections by ramming through an unpopular 2,600-page health-care bill. The moment of real clarity came after Republican Scott Brown’s victory in the Massachusetts special Senate election, when by every traditional American measure the Democrats should have stepped back and said to voters, «I hear you.» Instead, their actions said: «Your voice and vote do not matter.»
Si. Un análisis claro y correcto, dentro del sistema binario (¿o les gusta más “dualista”?) de entendimiento. Es decir: un análisis dentro de la lengua (De Saussure).
Pero la innegable virtud que esta cognición ofrece al momento de identificar a las partes involucradas en la dinámica (ser K / no ser K) no se muestra igualmente útil al momento de pensar el cambio (centro). Porque el cambio está en el lenguaje, que trasciende a la lengua y -a una con ello- al entendimiento binario.
El lenguaje tiene silencio. La lengua no.
Así, según yo lo pienso, el cambio va creciendo en el centro por acción del mismo movimiento que distancia cada vez más violentamente a las partes, definidas ineludiblemente por oposición. O, por decirlo así: El cambio necesita y genera un distanciamiento cada vez más violento de las partes, puesto que es la única forma que tiene de generar nuevo espacio.
El cambio, experimentado desde las partes, siempre es violento.
Por esto, yo diría que la fuerte oposición entre “ser K” y “no ser K” se mueve en favor de un cambio. Aún más: es el cambio mismo.
Saludos.
Iván: y, el cambio, gran problema del estructuralismo.
No acuerdo con Ivan, che.
Es cierto que desde la lógica estructuralista lo que sucede con sistemas complejos es que tienden a simplificarse en oposiciones binarias (es decir, si tengo cuatro oposiciónes lo puedo simplificar en 2, es «divisible»).
Y uno, desde esa simplificación, a la hora de ver el cambio, tiende a asimilar significante/significado con instituido/instituyente y que el cambio consiste en «resignificar». El cambio parecería tener que ver con «el referente» del lenguaje (que sin embargo, paradójicamente no existe). Reificar un significante es naturalizar su significado y hacer creer que es transparente. Esa es una tarea profundamente política.
Esto implica que algo cambió cuando ya no se discute su significado, cuando es natural y transparente que así sea (cuando llega a un momento de universalidad).
En la medida en que determinadas políticas sean propiedad de los K y definan la posición de la o-posición, el cambio no es tal.
La política requiere de conflicto en tanto promueve el cambio, pero también de orden para estabilizarlo. Esa es la oposición binaria que define la política. El punto es saber en que momento estamos.
Mec, asi al voleo y sin haberlo pensado demasiado me pregunto, ¿no hay muchas fuerzas cuyo éxito posterior de basó en eludir las dicotomías de corto plazo? Pienso en el PT, donde claramente desde su fundación en 1979 es un «tercero» entre el gobierno y las elites autoriarias, y la entente MDB-PMDB que articulaba la política brasilera. Si bien al principio participa del MDB en la transicion, claramente se diferencia en los 80 (y asi le iba me dirás). Solo emergió cuando la dicotomía paso a ser neoliberlaes vs otra cosa. Lo mismo con el FA uruguayo, que no participa de los pactors de trnaiscion del centro naval etc. No niego el caracter binario de la politica que marca tu post, solo me pregunto si construcciones políticas de largo plazo no tienen muchas veces que «hibernar» hasta que aparezca dicotomía en que van a apuntalar decisivamente. En el medio, construccion terriotrial salir de las (o ir a las) fabricas, municipios, etc todo lo que hizo el PT hasta mediados/fines de los 90. Quizás es lo que tiene que hacer Sabatella, ahora, es juntar territorio, construir–ojo no hablo de constituyentes sociales tortuga sino de gobernar localmente e incidir en la politica real como se pueda– y esperar hasta que aparezca otra fractura y alli, justamente porque a) no se quemó en esta b) sembró recursos y territorio, puede salir a jugar mas fuerte. Me podés decir: Ni Brasil ni Urguay tienen una dicotomía histórica anterior de la magnitud peronismo-antiperonismo que siempre termina englobando y fagocitando las otras, de acuerdo. Pero no todo lo que fue va a ser siempre, y de hecho kirchnerismo-antikirchnerimo es algo distinto a eso, «wishfull thinking» le dicen los gringos? abrazos,
¿clivaje?
La lógica de la política es necesariamente binaria porque es una lógica de la opción material. El posibilismo ineluctable diferencia a la política de la filosofía o la ideología, del hecho intelectual. En política como en la guerra todo se reduce a la opción binaria porque se trata de resolver relaciones de fuerza, relaciones de poder en pugna que tienden a agregarse en forma directamente proporcional a su aglutinamiento y no a su atomización, que harán que tiendan a resolverse en una opción binaria. La opción es por naturaleza “sucia” ya que las purezas se pierden en ese complejo proceso de síntesis de las posibilidades diversas que lleva a la binarización final. La binarización de la opción es un dato de la realidad material, y no del lenguaje.
La lectura que rescataría de Laclau es que en términos del contexto latinoamericano atravesado por formas corporativas de acción social, el populismo le otorga una base de sustentación real de poder al progresismo; hace posible lo imposible pagando obviamente el costo de su heterodoxia y su impureza. No es que Laclau nos diga que puede existir “un populismo progresista” sino que a través del populismo es posible darle sostén material real a algún contenido progresista de las políticas. Desde el campo del progresismo liberal, identificado como más puramente político, el fantasma de la atomización esterilizante parece ser casi una condena irreversible, porque se basan en la búsqueda de pureza ético-ideológica, y en política lo puro es enemigo de lo posible. La experiencia, aquí en Argentina, le llama simplemente “gobernabilidad” y muchos se olvidan que no por trillado es una categoría esencial en cualquier análisis.
«Para un político que no forme parte del gobierno (e inclusive para más de un par que forman parte o lo han hecho recientemente), casi no hay incentivos para no hacer una oposición enconada y a rajatabla»
Pero eso tiene que ver con la falta de «binariedad», me parece. Si hubiera bipartidismo, el opositor díria «la siguiente gano yo, no quiero heredar un lío, así que voy a hacer oposición pero ayudando a que las cosas queden medio ordenadas».
En cambio, hay una combinación fulera; un fuerte enfrentamiento entre K/antiK Y multipartidismo. No hay espacio para el consenso ni para la oposición «madura».
Maria, me parece que la situacion argentina no tiene puntos de comparacion con lo de Clegg en Inglaterra, o el cambio de Tory/Whig a Tory/Laborismo. El laborismo era evidentemente mucho mas ‘clase obrera’ en sus raices y preocupaciones, y le saco el voto de izquierda a los Whigs. Lo de Clegg es una variante de eso, New Labour ha dejado de ser percibido como ‘progresista’ (para usar un termino argentino) y ese voto se muda a Clegg, al menos en intencion. Habra que ver que pasa.
Para mi en Argentina el voto no esta tan asociado a ideologia o intereses sino a sentimiento, emocion, verso, o como se describa eso en tu lenguaje mucho mas erudito de la ciencia politica. No creo que nadie tradicionalmente peronista en Argentina haya dejado de votar al PJ a pesar de Menem.
Responder al segundo párrafo de ALAMBRE.-
El voto en nuestro país estuvo ligado siempre, como dice mi destinatario en forma PEYORATIVA,y con alto contenido de soberbia «al sentimiento, emoción o verso». Lo que quiero transmitirle a ALAMBRE DE PUA, es que el hombre desde sus origenes, el móvil de su actuar estuvo impelido «a las tres IN» INSTINTO, INTUCIÓN E INTELECTO.
Generalmente el humilde, el trabajador el desposeído tiene tremendamente desarrollado LA INTUICION que nace desde lo más profundo de su ser, y muchas veces demostró a lo largo de la historia este olfato de la intuición y que muy pocas veces se dejó engañar; ejemplo: Irigoyen, Perón, Alfonsín, Kirchner y algunos otros fueron sus elegidos
En cambio la seudoclase media, votó a la Alianza, estuvo de acuerdo con Menem, De Narvaez-no terminó el secundario-Macri y se agregan a la grilla los actuales candidatos: Cobos, Reuteman, Sanz, Ricardo Alfonsín, Lilita, etc.
TODOS ESTOS SON FRUTOS DE LA UTILIZACIÓN DEL «i n t e l e c t o» Los «mediopelos» que se caracterizan como decía Esteban Echeverría » por ser egoístas y semieducados» común denominador de los liberales, disfrazan su pigmeísmo mental con alardes de ser cultos y muy distintos «al negro de mierda». En el fondo tienen como modelo a la clase pudiente, y lo peor que le puede pasar es que aparezcan estos negros Kirchneristas ocupando un rango social superior al que los distintos gobiernos liberales le tienen asignado. «A los de arriba le lamen… y al de abajo lo repugnantean».
¿Cuántos desastres se han cometido en la historia de la humanidad bajo la manta protecto del pensamiento fruto del mecanismo racional del INTELECTO ? Guerras y otras calamidades tienen el sello indeleble. ¿Uds. habrán observado cuando están en presencia de un rubiecito de ojos celestes, no les digo nada si aparecen hablando en inglés,como les cabe el verso, la estafa, el negociado, en cambio cuando aparece un negro panzón, feo, etc. no lo toleran un segundo?
Como colofón termino diciéndole a ALAMBRE que la intuición del pobre tiene mucho más sustento que el seudo intelectual pedante.
Saludos
Gusano, me parece que entendiste todo mal. Lo del color es un disparate, la gente se mata en Punta o en el campo o los countries tratando que se le oscurezca la piel. Y ser rubio no puede ser tan malo como decis, acordate los esfuerzos que hacia Evita por parecerlo.
Me parece bien el rescate teorico de la antropologia hacia la Cs. Politica. Pero en este caso, me siento màs cecano a Sartori que a Duverger. Hay que sacarse las aqnteojeras binareas. Las herramientas para el analisis de la politica deben llevarnos a comprender (y si se puede a predecir) fenomenos; no ha debatirlos dentro de nuestro ombligo.
Digamos; lo que genera la polarización dentro de una dimensión politica (que no esta determinada por un clivaje historico a lo Rokhan) es su mecanica electoral; no el analisis lingûistico. A su vez la prevalencia de dicha mecanica es la que determina que surgen nuevas dimensiones de competencia o se prioricen en las preferencias del electorado (para decirlo economicamente)otras.
Paradojicamente las identidades politicas y los incentivos institucionales intentan traccionar y dirimir esta competencia dentro de la arena politica; siendo su resultado, por la propia naturaleza de la sintesis, suboptimo; retrotayendo a los polos hacia una posición màs moderada.
Resumiendo; Sabatella tiene un problema HOY que es una inversión mañana (no puedo parar con el rational)… Porque, a mi pensar Maria, la competencia K-AntiK esta conformado en una identidad historica centrada (perdon Laclau)en un eje Parainstitucional – Institucional( en mención positiva Gestión Vs. Consenso; en mención negativa: Corrupción Vs. Autismo); que tiene (a mi parecer) poco futuro en la prioridad electoral por la propa articulación de la oposición en este eje que determina (¿determino?) pocos incentivos para que el electorado lo mantenga en la prioridad de su agenda electoral.
La pregunta es; si se agota esta agenda; ¿Que viene? Y en esto; me parece esta la inversión de Sabatella
Saludos.
No se, me parece