¿Qué influencia tiene la historia en la política presente? Creo que mucha. A través de lo que pensamos de ella nos constituimos como sociedad. Nuestro pensamiento está enmarcado en paradigmas históricos diferentes, según nuestra elección, y eso influye claramente en nuestras decisiones políticas del presente. Se puede argumentar que todo lo que reconstruimos está viciado de parcialidad y mezclado con puentes artificiales que usamos para darle unidad y armonía a una realidad que no la tiene. Pero si bien hay algo de cierto en eso, así es como nos pensamos a nosotros mismos. Cuando contamos nuestras vidas, marcamos en unos cuantos trazos las cosas que nos parecieron más importantes y que forman parte de nuestro relato existencial. Unimos en un pequeño cuentito; matrimonios, trabajo, hijos, salud, militancia, amigos, expectativas. Es posible que una buena parte de esta reconstrucción sea artificial, omita detalles importantes, fusione cosas que en la práctica ocurrieron separadas. Pero, ¿de qué otra manera podríamos pensarnos como seres sociales? Si ahora mismo cada uno de ustedes decide contarse su vida, lo hará en términos parecidos. Existimos en medio de historias, grandes o pequeñas.
Cada uno de los distintos espacios políticos que ocuparon los primeros planos de la escena nacional, tiene uno o dos paradigmas centrales en los que basa sus discursos y su acción. Recorrer la historia de ellos, ayudará para comprender muchos de los argumentos que usamos para atacar o defender posiciones políticas de la actualidad.
Sería posible remontarse a unitarios y federales, ya que algunas de las contradicciones actuales pueden tener raices allí, sin embargo cuanto más lejos nos vamos, el hilo para unir el pasado con el presente se hace más delgado y artificial. Por eso elegí comenzar con Argentina ya integrada como nación, a partir del roquismo. Este post es el primero de una trilogía que se completará con los paradigmas principales usados por radicales y peronistas.
(I) ORDEN. ¿Y EL PROGRESO?
La figura del militar Julio Argentino Roca comienza a crecer en la disputa que lo enfrenta al entonces Ministro de Guerra y Marina, Adolfo Alsina. En la lucha contra los indios para despojarlos de sus tierras, Alsina proponía cavar zanjas como medio de protección para evitar los malones. Estas zanjas irían penetrando progresivamente en territorio indígena, cavándolas cada vez más allá. De esta forma el espacio ganado para la «civilización» sería cada vez mayor. La propuesta de Roca, en cambio, era atacarlos con el ejército, barriendo el territorio a modo de rodillo. Felix Luna, en su libro Soy Roca, sugiere que esto se le ocurrió al militar mientras veía como amasaba pastas una cocinera .
Alsina muere en 1877 y Roca, nuevo Ministro, realiza su plan en la conocida conquista del desierto. Su éxito en el genocidio determina su primera presidencia en 1880 y luego se convertirá en la principal referencia política nacional por un cuarto de siglo. Esta idea un tanto violenta de lo que significaba civilizar, estaba enmarcada en el lema Orden y Progreso, que por la época era compartido en distintas latitudes. En 1889 se crea la bandera de Brasil, que aún lleva esa consigna. Porfirio Diaz fue el hombre fuerte de Mexico entre los años 1876 y 1910, sus dos lemas principales eran: «orden y progreso» y «nada de política, mucho de administración». ¿Cómo? ¿Pero ese no es el lema de la nueva política del siglo XXI? Parece que Porfirio ya usaba la antipolítica hace 130 añitos.
Roca que también hablaba de «paz y administración», puso orden, sin duda, y Argentina empezó a construir un proyecto como nación. Pero repartió las tierras arrancadas a los indios, en pocas manos, conformando una riquísima clase agroexportadora que fue la verdadera dueña del granero del mundo. El progreso, que es un concepto de largo plazo, se dificultó enormemente por este motivo. Cuando nos comparan con Canada o Australia y se preguntan por qué no seguimos una evolución similar a la de ellos durante el siglo XX, la respuesta tiene mucho que ver con este modo de repartición de la tierra.
¿Quién fue el continuador del lema roquista? El partido militar, sin duda. El primer golpe, en 1930, reimplantó rapidamente el fraude instalado en Argentina hasta la ley Saenz Peña. Un orden para pocos en donde el pueblo estuviera excluido. Luego, cada golpe militar, fue con la excusa de poner orden y rechazando la «corrupción de los políticos». El progreso, fallido segundo término del paradigma, continuó sin poder concretarse del todo, gracias a los gobiernos militares que estuvieron siempre aliados a la Sociedad Rural, luchando por continuar el proyecto de granero del mundo y en contra de las perspectivas industrializadoras, lo que evidentemente retrasó nuestro desarrollo. El partido militar comienza su definitivo declive en 1983, para desaparecer como actor importante durante la presidencia de Menem. ¿Las ideas Roquistas han quedado definitivamente en la historia? No creo, el surgimiento de un partido de centro derecha, relativamente fuerte como el PRO, coincide significativamente con el fin del partido militar. Sus ideas concentradas en el tema seguridad (orden) y sus lemas tan parecidos al de Porfirio Diaz, «nada de política, mucho de administración», lo convierten en heredero de ese paradigma. Casualmente hace pocos meses, Macri hizo un panegírico de Roca frente a los alumnos de un colegio secundario. Para completar el cuadro, sin duda algunos de los agropolíticos actuales se unirán allí, prolongando la continuidad de conceptos que tienen casi un siglo y medio de existencia.
Interesante proyecto Sergio,lo leeré con mucho gusto.Ud. es de los que lee,piensa y escribe y esto vale mucho en medio de la desiformación imperante.
Se puede discrepar,nadie tiene la verdad absoluta.No soy demagogo,pero me agrada las personas que tratan de interpretar la historia sin ‘la hojasca de la ideologia del sistema» (Engels)y me gusta destacarlo porque pienso que es un estímulo para que sigan adelante.
Conoce Ud. el libro:Civilización y Barbarie de Maristella Svampa? Se ha publicado hace poco y está en su misma onda de investigación.
Saludos en azul y blanco!
Perdón,cometí un error de tipeo.El libro de Maristella Svampa de llama Civilización ó Barbarie,cambiar mi errónea»y» por la ó.
En otro orden de cosas,le recomiendo seguir las elecciones de Río de Janeiro.Mi respetado Fernando Gabeira,a mi juicio uno de los intelectuales y políticos más brillantes,fundador del Partido Verde del Brasil y autor de varios libros,ha pasado a la segunda vuelta.Me alegré muchísimo por la noticia.
Abrazos.
Ya que somos nuestro relato de la historia, sería bueno que Maugicio tomara en cuenta la influencia que deben haber tenido las historias que contó su papá Franco a Clarín, que el abuelo le ponía el traje fascista todos los sábados.
http://www.clarin.com/suplementos/economico/1998/11/22/o-00401e.htm
Espero la próxima Sergio. Esta es muy buena.
Yo te hago la pregunta al revés: para qué sirve leer la historia con los anteojos de la política o la situación actual? Criticar a Roca por el modelo agro-exportador y la forma de tenencia de la tierra en el siglo XIX es reprocharle que no sabía lo que iba a pasar. Los países raramente inventan sistemas políticos, en general adaptan lo que ven alrededor. En el momento de Roca (que no iba a leer a Marx y aplicarlo), el mejor ejemplo de desarrollo era Inglaterra. La experiencia industrial de Inglaterra era irrepetible en Argentina, por falta de carbón y hierro en las zonas pobladas. En cuanto a la tenencia de la tierra, no hubo ni hay país en el mundo con tenencia de la tierra más concentrada que Inglaterra, donde existe el mayorazgo y la propiedad es indivisa.
Eso no tuvo ningún efecto sobre su industrialización. Suponiendo que a Roca le hubiera preocupado la industrialización argentina, y no había motivo para que lo hiciera, no tenía ninguna evidencia que el sistema que creaba podía tener implicaciones en ese sentido. Si las tuvo. Los barones del café de San Pablo eran la clásica elite terrateniente sudamericana. San Pablo hoy es uno de los focos industriales del mundo.
A la gente hay que juzgarla por lo que logra en su momento. Perón trató de industrializar a la Argentina, y eso fue una buena medida. Lo hizo mal, ciertamente mucho peor que Roca cuando creó el modelo agro-exportador, al poner el enfasis en la industria liviana en vez de crear la base de industria pesada (el rol de los ferrocarriles en el modelo de Roca para llegar al Puerto). Eso no le quita mérito.
Roca creó un país que era, se creía, y era visto en el mundo, como un éxito. No ha habido otra etapa de la historia argentina en que ese hecho, y esa unanimidad de opinión, se repitiera.
Lo mismo en cuanto a la conquista del desierto y la expulsión/exterminio de los indios. En qué pais colonial/de inmigracion con poblacion aborigen no pasó eso en la época? Era lo que se hacía. Por supuesto que visto ahora es una barbaridad, de la misma forma que cuando Platón habla del amor se refiere explícitamente a hombres adultos acostandose con chicos de once o doce años. No tenían la noción de pedofilia. Eso no invalida la contribución de Platon a la filosofía.
Roca tenía otro objetivo además, que era la ocupación territorial de lo que él creía que era la Argentina.
Demás esta decir que la campaña del desierto solo se pudo hacer ahí, con los chilenos ocupados en la Guerra del pacífico. Y que después habría sido inviable.
Examinando sus pergaminos, sus derechos a la «Patagonia oriental»no eran tan malos.
Sin duda los límites actuales de la Argentina fueron moldeados por Roca.
Efraín: Gracias por los datos. No leí el libro pero había visto comentarios en algún suplemento literario. Entiendo que parte de unitarios y federales, lo cual, como lo digo en el post, me parece también aplicable a corrientes que persisten hasta hoy. En realidad todo esto para mi son perspectivas que ayudan a comprender algunas cosas, no verdades que puedan ser probadas, naturalmente. Eso es justamente lo que me parece más interesante. Saludos.
Eva: Gracias. Interesante el aporte de tu anécdota, no lo conocía.
elfurcio: Leer la historia y pensarla sirve para entender mejor las cosas. No estoy juzgando desde la mirada actual, respondo punto por punto.
La comparación que hacés con Inglaterra es el ejemplo de por qué no es bueno tratar de imitar a otros paises sin tener en cuenta si las situaciones son parecidas o no. Inglaterra había hecho la revolución industrial un siglo antes de Roca, suponer que se puede hacer lo mismo que allí, es un evidente error.
En segundo lugar yo no le adjudico todos los males a Roca, repartir las tierras de ese modo convirtió a nuestra clase agropecuaria en mucho menos emprendedora que la de otros paises con una repartición más fragmentada, pero si el partido militar no hubiera continuado esas políticas en su alianza con la SRA y en contra del camino industrializador de Perón, por ejemplo, las cosas hubieran cambiado de rumbo. En el post señalo la línea de continuidad.
La imagen de éxito que pueda tener un país, no me parece tan decisiva. Es un dato nada más, hay que tomar otros. Argentina tenía una gran fachada, que era Buenos Aires, estaba muy lejos de ser un país equilibrado. El desequilibrio era tanto geográfico como social.
Finalmente, en cuanto a la conquista del desierto, la disputa que menciono respecto de Alsina la señalo para mostrar diferencias con el pensamiento DE AQUELLA ÉPOCA. No lo juzgo desde hoy, comparada con la idea de las zanjas, su proyecto «rodillo», era bestial, aún visto desde aquella época. ¿Eso ayudó a poner orden más rápido y ser un éxito como país? Bueno, con ese criterio se puede terminar con la pobreza matando a todos los pobres. Esa contradicción de los métodos del orden es casi lo principal que me propongo señalar. Actuando con brutalidad se puede presentar una imagen atractiva rápidamente, pero aunque fuera un éxito es absolutamente inhumano y como si eso no fuera suficiente, a la larga suele tener serias consecuencias.
Raul: Vale lo mismo de mi último comentario. Si una matanza se justifica por sus logros, entonces la solución para nuestro planeta es eliminar 2 o 3 mil millones de personas.
Nunca dije que Roca intentó copiar la revolución industrial inglesa, te dí las razones por las que NO intentó hacerlo, con mucho sentido. Está implícito en tu texto que el modelo agro-exportador cerró la entrada a la industria. Industrializar en serio a la Argentina en su epoca era tan factible como ahora, compitiendo con China o Brasil, equivalentes modernos de Inglaterra entonces. Perón aprovechó el momento en que la sustitución de importaciones era inevitable.
Ver la conquista del desierto como ‘genocidio’ no se le hubiera ocurrido a muchos antes de 1945.
elfurcio: No, ya se que no dijiste que intentó copiar la revolución industrial, cuando hablé de copiar, me referí a esta frase tuya «Los países raramente inventan sistemas políticos, en general adaptan lo que ven alrededor. En el momento de Roca (que no iba a leer a Marx y aplicarlo), el mejor ejemplo de desarrollo era Inglaterra.» y a que comparaste la tenencia de tierra concentrada en Inglaterra que Roca repitió aquí. Lo que dice mi texto es que el modelo agro-exportador y en particular en el modo de los latifundios que favorecen la concentración de poder y con esto la posibilidad de hacer lobby a favor de sus intereses, dificultó la industrialización, aclaro luego en mi comentario que está claro que no le cerró la puerta para siempre. No fue Roca el único culpable, señalo una continuidad durante los gobiernos militares.
La palabra genocidio la uso yo, porque hoy no puedo llamarle de otro modo, sin embargo no me hacés ninguna referencia a lo que te digo de esa época, también había distintos modos de encarar las cosas, ¿cuál te gusta, el de Alsina o el de Roca?
Hay que tirar abajo el monumento a Roca. Tenerlo ahí es una infamia, Alberdi y no Roca debería estar ahí. Es como si los gallegos tuvieran todavía monumentos a Franco. Abajo Roca y abajo la «conquista del desierto» (sic) que figura en los billetes.
Mi mayor información sobre el tema viene de la fuente que citás, Félix Luna, a quien voy a citar de memoria, y por ahí me equivoco. Por lo que recuerdo, no veo ninguna diferencia de resultado entre la técnica de la zanja o la del rodillo. La imagen del rodillo se refería a crear una línea móvil de tropa avanzando que empujara a los indios hacia la Patagonia, y mantenerlos allí con guarniciones de este lado del Río Negro. Que los mataban en batalla o si los agarraban, seguro, pero en cuanto a genocidio, no es tan fácil capturar a nómades a caballo a no ser que te esperen para dar batalla. El método no iba a ser distinto en el caso de la zanja, ya que había que sacar a los indios de la zona entre la zanja vieja y la nueva. No me imagino que los soldados de Alsina pensaban decirle a los indios: ‘Por aquí, señores, y que ricos que son sus chicos’ cuando tuvieran que forzarlos a dejar la zona e a irse al sur de la zanja nueva.
En ambos casos se basaban en la idea de la ‘frontera’, mover al indio a territorio no querido por el gobierno. A la larga, la frontera siempre resultó en la desaparición del indio, caso del Far West americano. No puedo darte su nombre, pero hace mucho escuché por radio a un historiador español hablando sobre el tema. Según él, las poblaciones indígenas americanas que sobrevivieron fueron las establecidas, asentadas y con agricultura, porque esas fueron subyugadas y usadas como mano de obra esclava. Los nómades desaparecieron, porque o les corrían la frontera hasta que no tenían adonde ir o los empujaban a territorio tan duro o distinto al que conocían que se morían. Por eso es que la zanja no me parece un método mas dulce que el rodillo. Estoy seguro que Alsina no pensaba crear parques nacionales para que los indios vivieran en paz allí.
Traje a colación la industrialización inglesa, en el país donde la tenencia de la tierra estuvo y sigue más concentrada que ningún otro, en el contexto de que si la Argentina no se industrializó durante la época oligárquica fué porque, hasta 1930, era mejor negocio criar vacas que abrir fábricas. De 1930 a 1940 sí hubo una intención de mantener importaciones inglesas a cambio de exportaciones agrarias, pero antes de la crisis no hubo necesidad de hacer arreglos. Las vacas eran mucho mejor negocio. En Inglaterra las minas de carbón y la inversion en industria eran tan buen o mejor negocio para los terratenientes que sus tierras.
Julián: Los monumentos a Franco (y al fascismo en general) comenzaron a desmontarse recién hace unos pocos meses en España. Pero el cerdo sigue reposando en paz en el Valle de los Caídos!
Sí Eduardo, y acuérdese del municipio gallego (de Galicia) en donde figura su placa y se armó un escandalo porque no la quisieron sacar (Febrero de este año). Pero ya casi nadie se anima a reivindicarlo, es pasado, pero acá a Roca y sus atalivadas se los sigue adorando
Furcio: Disculpá la demora en aparecer tu comentario, creo que es porque al poner Furcio, te tomó como un comentarista nuevo (los nuevos tienen que ser autorizados)y recién hace un ratito me di cuenta que estaba el comentario para autorizar.
Te cito Soy Roca, en la novela habla Roca en primera persona(habla de lo que piensa Alsina en el tema de los indios): «Lamentablemente, Alsina llegó a conclusiones equivocadas. Apostaba a una estrategia defensiva. Creía que mejorando los fortines, acortando sus líneas, uniéndolos con el telégrafo, se establecería una frontera invulnerable a la que finalmente los salvajes respetarían. Tal concepción, mezquina y sin futuro, culminó con ese disparate que fue la zanja.»
En esta concepción está claro que hay un respeto implícito a los indios, no se pretende sin más exterminarlos, es más, se pretende dejarles tierras y ver el momento de correr esas fronteras, entodo caso se discute cuanto dejarles y de cuanto apropiarse.
Ahora Roca y su plan: «Yo estaba seguro de que tenía razón, y por consiguiente elaboraba sin cesar el plan que haría efectiva mi concepción sobre el tema. y puedo contarle el momento justo en que la idea general se plantó con toda claridad en mi imaginación. Fue una noche en el «Hotel de France», el mejor de Río IV en el invierno de 1873. Estábamos comiendo con unos amigos y se me ocurrió entrar a la cocina para dar una indicación.( ….)una señora muy gorda estaba amasando una superficie de pasta para sacar de allí los tagliarini que en esos años empezaba a adoptar el gusto argentino. Ver eso y deliniarse en mi fantasía la futura estrategia del desierto, fue todo uno. Así tenía que ser: un rodillo que pasara implacablemente por la superficie a conquistar; un palo de amasar que se extendiera desde Los Andes al Atlántico (…)pero cuando en el calor de la discusión le expuse a Alsina mi teoría del rodillo, el hombre echó atrás su cabeza leonina y largó una gran carcajada».
Para mi es evidente que Felix Luna, quién no habla mal de Roca en el libro en general, lo presenta diferente a Alsina en su consideración hacia la vida humana. Es evidente que más allá de la ética que imperara en la época, no se puede pensar que todos eran iguales. La visión de Roca era que los indios eran casi como animales, un estorbo al que había que limpiar, respecto de ellos no pensaba en negociaciones ni límites ni nada, que no fuera exterminarlos. No todos pensaban así.
Yo creo que eso fue la conquista (cruenta) de una nación extranjera. Como se hizo en Siberia, en USA, y en otros lugares en la misma época.
No fuimos (ni mucho menos) los primeros, y si no lo hacíamos nosotros lo hacá otro.
es un especie de pecado original de la organización nacional. Pero me parece un poco hipócrita culpar al autor mientras mantenemos los frutos de la conquista.
Mariano T, un desierto no se conquista, se ocupa.
¿Lo hacían otros? Vea querido, lo hicimos con esos otros justamente. Los hermanos chilenos participaron tana ctivamente como nosotros de la matanza. Que concepción política digna de un demócrata la suya campirano
No sea anacrónico Julian, no meta la democracia en esto.
Póngase en esa época, fijese en que andaban las potencias europeas, averigüe cuantos territorios en el mundo permanecieron en manos de tribus nómades hostiles, y después me cuenta.
Y no se olvide que cuando sale unos km de Buenos Aires (que viene de un despojo similar 300 años antes)empieza a transitar el territorio despojado.
Mirá Marian T, si hablás con tanta ligereza de un acto aberrante es porque en alguna venita campirana te pega así que meter a la democracia está más que bien. Pero ni sé para que hablo con vos, es obvio que de liberal tenés sólo el nombre, en la praxis ya demostraste ser sólo un garca más
Sos incapaz de debatir un tema sin personalizar?
Si yo dijera que al leerte sale en claro que sos un nabo estaría contribuyendo a clarificar algo?
Mariano T.: Creo que aún poniéndonos en época es perfectamente posible criticar lo de Roca. En los comentarios a Furcio señalo que había otras formas de pensar en aquel tiempo, no es solo algo del presente. No pienso que sin Roca el territorio hoy pertenecería a los indios, en ese sentido no puede ser considerado único responsable del despojo, pero entonces tampoco le debemos a él nuestro país. Si hubieran triunfado las ideas de Alsina, la evolución hubiera sido distinta, quizás más lenta y más humana, en vez de rápida y extremadamente violenta. Rápido no siempre quiere decir mejor.
Criticar por supuesto. Me gustaría leer las críticas de la época. Tengo entendido que hubo críticas a la manera de repartir las tierras, y tal como hubo muchas críticas en su momento hacia el exterminio de loa caudillos federales 10 años antes, no hubo muchas críticas a la manera de resolver el «tema indio». El positivismo le daba valor cero al salvaje, era un ser humano en la medida en que se «civilizaba».
Y el tema geopolítico es también a considerar. En 20 años se acabaron las tierras»vacías» del planeta. El colonialismo llegó a ocupar China como si fuera un pueblo no civilizado, una vez que las posibilidades de colonialismo sobre «espacios vacíos» se agotó. resulta curioso leer las quejas de los alemanes que habían llegado tarde al reparto, o de Mussolini que todavía pedía en la década del 20 las colonias a las que Italia «tenía derecho».
Hay que buscar en la frase de Darwin («tierra maldita y esteril» o algo así) la razón por la cual la Patagonia no era inglesa o francesa en 1880.
Y era fácil advertir que esos territorios no podrían haber llegado nunca a estar en manos de nómadas en 1900 por ejemplo. O Argentina, O Chile o cualquier otro se iba a hacer cargo.
Roca tenía que actuar como un rayo para robarnos loas tierras a los chilenos. Dos años más tarde habría sido tarde. Y si se hacían los valientes, ni siquiera habrían conservado el límite natural entre los dos países que es el río Colorado.
O el río Bío-Bío. Pero es cierto que la situación estratégica era apremiante para ambas oligarquías expansionistas.
Lo que parece un poco confuso es postular una salida pacífica al conflicto civilizatorio. El liderazgo unificado de Calfucurá ya había derrotado a Mitre e impuesto un tributo anual y prosperaba con el robo de ganado hasta el punto de abandonar la antigua agricultura seminómade. En fin, desde los galos y los mongoles que no se registra un caso de convivencia pacífica entre ciudades y nómades.
Hace más de veinte años, cuando yo todavía participaba de la tesis del genocidio, me rebatió el hijo de un conocido intelectual lacaniano, reivindicando la dignidad de sus ancestros ranqueles, derrotados en una guerra formal. Otra cosa es la falta de políticas integradoras actuales.
Otro punto discutible es el del reparto de tierras restringido. El reparto incluyó a todos los soldados, pero en condiciones impracticables, lo que favoreció su posterior concentración «en el mercado» (de lo que se encargó el hermano Ataliva). Sin la constante demanda del mercado europeo el «progreso» de la era post-roquista no habría sido tan fulgurante. El sistema de la estancia polifuncional con contratos de arrendamiento cortos funcionó como una aspiradora de la inmigración masiva (incluso «golondrina») y una expansión productiva a tasas «superchinas».
El modelo del pequeño propietario «farmer» de la Confederación urquicista («la Pampa gringa») hubiera significado la formación de un mercado interior para la radicación industrial y un desarrollo más progresista a la larga. Pero mucho más lento y contradictorio con el principio capitalista de maximización de la ganancia que, ante la demanda y precios crecientes, cumplía la estancia concentrada.
El súbito éxito del modelo puede resultarnos desagradable por sus consecuencias a largo plazo, pero no veo cómo puede postularse una alternativa, como no sea ucrónicamente.
Pero la idea de la continuidad de los paradigmas es interesante y el esfuerzo, meritorio. Adelante.