Contra la administración de las cosas

Friederich Engels

Evidentemente reconstruir el Estado es mucho, pero mucho, más difícil que destruirlo. Como vemos, el Estado no se reconstruye en el vacío sino entre, y a veces contra, otros actores. El fracaso de la introducción de la suba de las retenciones por medio de una resolución ministerial es una muestra de que la reconstitución del Estado no surge de la eficiente administración de las cosas sino que requiere del gobierno de los hombres.

Todavía hoy, la discusión sobre el monto de los derechos de exportación de la soja gira en torno a cuestiones supuestamente técnicas como los parámetros de su movilidad, la segmentación de acuerdo a la superficie de la unidad productiva, y otros parámetros que aparentemente permitirían dotar de justicia al aumento indiscriminado originariamente dispuesto por el gobierno. De ahí deriva el ya infinito debate sobre quienes encarnan la simpática categoría de «pequeños productores», que vendría a ser la beneficiada por los retoques a la resolución de marzo.

La proliferación del cálculo como eje central del conflicto y de su eventual solución indica que la administración de las cosas no sólo provocó todo este asunto sino que sigue siendo el enfoque con que se está intentando resolverlo. Pero este no es un debate sobre la rentabilidad del agro fundado en datos duros. Esta ni siquiera es una discusión sobre la redistribución del ingreso, para la cuál el fortalecimiento del Estado a través de la suba de las retenciones es una condición necesaria pero no suficiente. Este es un conflicto por cuáles van a ser los límites de la capacidad estatal para intervenir en el mercado. Y para eso no hace falta andar haciendo tantas cuentas.

¿Acaso se discutió tanto de números para sacar las leyes de emergencia económica que desguazaron al Estado? ¿Acaso se hicieron tantas cuentas para recortar el 13%? Incluso si tomamos en cuenta la suposición extrema e inverosímil de que esta medida, a la vez que ayuda a fortalecer al Estado, podría destruir a un conjunto de «pequeños productores», ¿se hizo tanta historia para determinar la apertura a las importaciones que destruyeron toda una capa de la industria local? La respuesta es no. Y es no porque el ajuste estructural y la reforma del Estado se hizo con política. Se hizo con la pedagogía Neustandtiana, se hizo arreglando con los sindicatos, se hizo negociando con las provincias, rosqueando con los empresarios.

Hizo falta mucha política para destruir el Estado. Hace falta mucha política para reconstruirlo. La pax kirchnerista se terminó el mismo día que para consolidar el proyecto político, para estabilizar el modelo de acumulación económica, en fin, para cristinizar el escenario, hizo falta ir más allá. Pero cuando esto ocurrió, cuando se hizo evidente que para conservar lo realizado hasta ahora había que bajar de nuevo a la cancha, donde además hay jugadores que salieron de las «inferiores» de este modelo, ya era tarde para preparar el terreno.

La situación no es para desesperarse. Todavía queda mucho margen para jugar. Pero tiene que volver la política. Hay que dejar de pegar-y-negociar para empezar a gobernar. Porque hace falta mucha pila: lo que sigue es mucho más complicado que el agro. Algunos ejemplos:

– Retenciones a la minería: la Ley de Inversiones Mineras garantiza a las empresas estabilidad fiscal por 30 (treinta) años.

Juicios en el CIADI: hay pendientes por US$ 9.000.000.000. A eso hay que sumar otros juicios por más de US$ 2.500 en la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional y los eventuales nuevos juicios que surjan de un avance contra, por ejemplo, la minería.

– Reacomodamiento de las tarifas de servicios domiciliarios: el gas tiene que dejar de salir más barato en Coronel Díaz y Santa Fe que en Villa Carlos Gardel. Pero para eso hay que tocar a los mismos que bancaron al «campo» con sus cacerolas.

– Energía: las alzas mundiales en el precio del combustible van a terminar complicando el esquema de subsidios que beneficia sustancialmente a los sectores que se enojaron por la «soberbia de Kristina».

Esos son sólo algunos de los problemas a los que se enfrenta la reconstitución del
Estado realmente existente. El problema tan mentado de la redistribución del ingreso, que es mucho más complejo que la mera distribución funcional entre salario y ganancia, no existe en el vacío sino que está inserto en éstas y muchas otras cuestiones.

Entonces, para salir del purgatorio necesitamos mucha, pero mucha más política. Independientemente de cómo salga este partido, hay que ir preparando la cancha para los próximos. Las articulaciones políticas no son de piedra. No digo que el gobierno pueda hacer en modo que lo aplaudan en los Palermos. Pero sí puede lograr que los sectores populares, en nombre de los cuales se fundamentan medidas como el aumento de las retenciones a la exportación de soja, aumenten su identificación política con la reconstrucción del Estado. Para eso hay que subvertir la previsión engelsiana. No se puede administrar las cosas sin gobernar a los hombres.

33 comentarios en «Contra la administración de las cosas»

  1. Las tareas que define Alejandro son las pertinentes, qué duda cabe. Pero todo indica que el gobierno está mirando otro canal, no sólo porque está dedicado a la administración de las cosas, sino porque no se emplea a fondo (no emplea a fondo sus recursos burocráticos) ni siquiera en dicha administración y porque además tiene multiempleados a los pocos hombres del círculo de confianza en la administración de lo que los brasileños llaman la «caixa uno» y la «caixa dos». Aquellas tareas son para una izquierda democrática que el gobierno está optando por no ser, mientras pavimenta el camino para ser superado por derecha, mediante una nueva mutación schiaretto-busti-reutemann-macrista que puede ser más vertiginosa de lo que nadie estaba en condiciones de sospechar en los lejanos días de marzo, en que la FAA bloqueaba los puertos de las exportadoras transnacionales y no las rutas nacionales…

  2. Excelente. En efecto, el recurso «técnico» a los números «objetivos» no es más que un modo de neutralizar el carácter estrictamente político de la discusión sobre la relación entre Estado y mercado en Argentina. Otro recurso despolitizante es el palermitano de descubrir treinta años tarde la palabrita «iliberal». Es la política, est…!

  3. Evidente:Falta muñeca en el nuevo Ekipo, que es el mismo con algunos de las inferiores . pero en el segundo tiempo, vamos 1 a 1 y no basta con manejo de pelota: hace falta una estrategia global. Y el gobierno K2 lo que hace es aguantar el empate como única estrategia: no está en su proyecto. El modelo se agota en la caja1 bien guardada y la caja2 para repartir y hacer lo que Alejandro denomina Política , apenas el arte de mantenerse a flote.
    El propio Alejandro no tiene claro cual es el proyecto de país que necesitamos y podemos construir comenzando ya: Cuando imagina como tarea pendiente Nº3 que paguen más caro el gas en Palermochico(porque no decir AltaCórdoba o BarrioMartin, para federalizar un poco la medida?), Al denuncia sin querer la importancia de la implementación «técnica» correcta de una medida «popular», para que no provoque efectos politicamente negativos, o sea resistencia, digamos, de las señoras caceroleras. Me detengo en este ejemplo no porque sea importante en su magnitud económica sino porque muestra como se puede gobernar a las personas administrando bien las cosas. Desde ya sería arbitrario e injusto hacer tabla rasa con todos los habitantes de Palermo, extenso territorio donde todavía viven y trabajan muchos pobres y medianos artesanos, jubilados, bolicheros y desocupados. El Ekipo K lo haría asi: Impuesto al consumo excesivo de gas, de Av Córdoba al Norte, 100%. Vos crees que irían a salir las cacerolas solamente? «los egoístas se oponen, insolidarios con VillaGardel, sería la respuesta política de K, y Devido apurando: con ellos o con nosotros, los pizzeros cortando AvSantaFe con sus moto-delivery, etc. Y al final resulta que VillaGardel usa gas en garrafa, carajo. Porque no empezamos por ahí, poniendo caños, controlando el negocio del envasado, Y ahí si, fianciando la red con un aumento tarifario progresivoo? Es una cuestión técnico-política: incompetencia técnica+torpeza y soberbia políticas: un coctel explosivo. Para hacerla corta, te pido Alejandro que te explayes un poco más sobre las tareas pendientes a nivel realmente estrategico: la politica de inversiones y el endeudamiento, que hacer con las empresas privatizadas, quien debe orientar las inversiones , como reconstruir una red de tranporte y energía vinculada al desarrollo interno, que pasa con el mar argentino, como sigue el mercosur ampliado, quien controla nuestro comercio externo (Junta nacional de Granos? me suena). Bueno, vos sabés de que hablo. Gracias.
    JuanCarlos.

  4. Juan Carlos muy claro lo tuyo, el gobierno debería utilizar bisturí pero esta cortando con cincel y martillo. Es solo eso, sintonía fina lo que pedimos y menos hipocrecía.
    Saludos.

  5. De acuerdo con Francisco, y claro más discución política constructiva que no es la que impera. Creo que la disquisiciones filosófico políticas tienen que estar resueltas en el interior de la línea política con anterioridad a la acción concreta de gobernar. La urgencia política hoy es otra y es que si fracasa la economía de la producción y luego exportación poco importará el debate posterior de ideas. La actualidad económica indica que no hay clientes serios para las exportaciones nacionales que soporten la inestabilidad de las entregas. Hay negocios que ya no se van a concretar y los compradores viran hacia mercados más confiables y no regresan salvo tentados por futuras bajas de precios que repercuten en el ingreso de divisas. Una cosa es la crisis dirigencial que el país padece desde décadas atrás y otra cosa es estar en manos de improvisados, es como navegar un gran buque sin zonar solamente se podía hacer con capitanes experimentados.

  6. Me olvidaba. Pido un dato «técnico» que los medios no publican, para evaluar cuanto vale en efectivo para el gobierno este bolonqui político que se desató con las mal llamadas retenciones, que «tecnicamente»hablando son Derechos de Exportación. En la práctica, estos DE se cobran sobre factura al exportador a valor de embarque, y éste previamente «retiene» al productor ese impuesto en el acto de comprarle, al precio del día, porque además no se puede calcular a futuro, y porque el productor chico, el gorila egoísta de MáximoPaz o Gualeguaychú, necesita la guita YA, y porque el ensilado plástico tiene pérdida y plazo corto, etc.
    Si se agrega que la retención móvil se anuncia cuando ya está todo sembrado y el peq

  7. Buenísimo. No caben dudas de que éste es un problema sobre el intervencionismo o no del Estado en la economía, y por eso ahora ya no se puede volver para atrás.

  8. Sigo,metí un dedo fuera de tiempo, y de eso se trata.
    Si la retención se anuncia 3 meses antes de la siembra, es válido el argumento»queremos cambiar el modelo sojero, sembrar trigo, abaratar el pan, que se siembre tomate,etc». Pueden ser sólo pretextos, pero el impuesto queda «políticamente»justificado,el discurso es o parece ser coherente con la acción.
    Pero hacerlo,DESPUES DE LA SIEMBRA, o es infinita torpeza o es provocación deliberada, en cuyo caso estamos en sintonía con Devido:crear o corporizar un enemigo para unir a la propia tropa y aliados vacilantes, no ya por el amor sino por el espanto.
    Queda por chequear la chequera, o sea: Una medida recaudatoria, politicamente inoportuna y tecnicamente desprolija se puede justificar desde una táctica financiera de corto plazo, para aprovechar un pico que tal vez no se repita.
    En ese caso, cuanto vale este bolonqui político(con perjuicios también económicos, desde ya)en divisas contantes y sonantes para el Gobierno Nacional?,
    ¿Cual es en síntesis, el plus de recaudación esperada con la movilidad de los DE de soja y girasol, de aquí hasta fin de año ?.
    A grosso modo, nomás, y no atropellen para contestar.
    gracias, salud y prana.
    JuanCarlos

  9. Me estoy convenciendo de que el bolonqui campo vs. gobierno (para usar un maniqueísmo en boga), obedece a la falta de cálculo y no a su exceso. Entendemos por cálculo la relación ordenada de la información , no sólo la cuantificable , también la objetivable y aquella meramente subjetiva, ideologizada, mentirosa o como querais. Se calcula cuanto pierde en poder de negociación (no medible con el negociometro)un gobierno que quiere arreglar con el Club de París comprandole un trenbala a Francia (París está en Francia, claro, eso está calculado), mientras en el Banlieue de Baires, los usuarios queman los trenes-tortuga. Esto se puede cuantificar(digo el poder de negociación), COMPARANDO la tasa que pagaremos por financiar el bendito juguete: 10%(DIEZ POR CIENTO ANUAL), con la tasa que veníamos pagando( o debiendo pagar) por la deuda consolidada en default con ese mismo club de amigos.(¿llega al 7%?)
    Pero volviendo al campo verde de soja; Tomás dice algo grave pero breve(2 veces grave pues): » No se puede volver atrás, es una cuestión de principios: intervención o liberalismo». Esta antinomia ya no está en discusión ni aquí ni en China, ni en USA, lo que se debe ver es como y para que interviene el Estado, a quien estimula, a quien controla, a quien beneficia, y no se puede ver esto enfocando un medida aislada , sino toda la política, en su conjunto conceptual, en su eficacia global, en la interrelación de sus efectos sobre los distintos segmentos ,clases sociales o sectores productivos.
    Ignorar este encadenamiento, no saber hacer este cálculo previo, es gobernar sin plan, a como venga la tormenta.
    Y este improvisar sin plan de vuelo es lo que genera
    enfrentamientos inútiles, demarca erróneamente, a partir de coyunturas, las contradicciones sociales y económicas principales, que son de largos plazos, pero no inmutables.
    El artepolítica puede reeplazar al plan racional, mediando un piloto de tormentas. Pero acá no aparecen pilotos de alta mar, sólo prácticos de cabotaje. Con todo respeto.

  10. Hablan como si el gobierno se hubiera metido con las retenciones y el campo hubiera saltado como loco.

    Desde Duhalde-RemesLenicov-Lavagna el campo cedía por retenciones un quinto de su cosecha. Cristina (creo que con felisa) lo subió a un 27%, y como siempre, el campo lloró, pero aún así Cristina ganó las elecciones con el apoyo del campo en el 2007.

    Desde que ganó las elecciones, Cristina volvió a subir las retenciones dos veces más. Primero, creo que al 37%. El campo, como siempre lloró, pero lo asimilaron bastante bien. Expoagro este año fue un recontra éxito, Grobocopatel se hizo famoso.

    Recién con el aumento al 44% de Lousteau (o Kirchner, quien sabe) el campo se puso Loco. Fue la gota que rebalso el vaso. Se fueron al carajo.

    No creo que para reconstruir el estado sea necesario expropiar el 44% de la producción de un sector. Además, no se trate de el Cobre como en Chile o el petroleo como en Venezuela. Se trata de cientos de miles de productores. La soja no es un mineral (tampoco un yuyo)

  11. Los que admiten que el aumento al 44% dispuesto por el gobierno estuvo mal, pero que no se puede retroceder porque es un «signo de debilidad» me parecen unos pelotudos.

    Cuando uno comete un error se lo corrige, no se pisa el acelerador y se sigue en la misma dirección.

    Además, la medida fue como esos programas que son publicados prematuramente, llenos de bugs. Estaba tan mal hecha, tenía tantas cosas para corregir, que me pregunto quien carajo la ideó.

  12. Juan Carlos. (Te había respondido y buscando una cosa se me borró lo que puse)

    Es obvio que hay que cuando uno habla de intervencionismo no puede dar una discusión acabada en una sola medida, sobre todo como las retenciones. Pero tampoco se puede, en cada comentario, hacer un análisis total: estoy de acuerdo, hay que analizar a quién se beneficia, qué tipo de intervención, etc. Pero tampoco se puede volver al modelo de la planificación absoluta, porque hay que tener en cuenta que las relaciones de fuerza cambian en el momento de «implantación» (bastante discutible el término) de la política pública (digo, los movimientos sociales no tenían el peso que tienen hoy, antes de las retenciones). Me parece que se puede buscar un punto intermedio -aunque De Vido me diga tibio- entre la planificación a priori y «gobernar a como venga la tormenta». La tormenta viene, porque una política pública genera ganadores y perdedores: podemos planificar algunas -pocas- cosas respecto a una tormenta, pero la clave me sigue pareciendo saber pilotear.

    Y en China sí se sigue discutiendo en términos Estado-mercado, estuve buscando un post que subió alguien sobre un ministro chino que dijo que seguimos sobreestimando al mercado, pero no lo encontré (y ahí se me borró mi primera contestación)

    Saludos.

  13. Me parece que el 44% sobre la soja además de ser una medida recaudatoria, de desacople de precios bla bla, fundamentalmente sirve para que la gente del campo no se dedique solamente a la soja y produsca otras cosas, llamese vacas, maiz, bla, bla, bla, etc. Entonces el gobierno no se fue al «carajo» como nos quieren hacer creer algunos, ya que sabemos que las retenciones no son el 44% sobre todas las cosas que produsca el campo. Volver atras con la medida significaría dar vía libre al aumento de producción de soja con las consecuencia que esto produciría, que ya todos sabemos y discutimos, pero parece que son temas que hay que recordarlos continuamente porque una y otra vez se parte en la discucion desde el principio, no hay que correjirlas hay que subirlas al 100% y que el campo diversifique su producción

  14. Perdon por mi digresión en el comentario… estoy de acuerdo falta mas politíca o es muy posible que haya algo del conflicto que no se nos escape saludos

  15. Coincido con que hace falta mucha polìtica, pero convengamos que un estado no se puede reconstruir entre dos o tres, hacen falta muchas personas que compartan el proyecto pero que ademàs puedan aportar ideas, despuès de cinco años este gobierno tiene una enorme falencia al respecto, en la actualidad està paralizado, ha retrocedido en temas como salud y existen reparticiones que ni siquiera ejecutan el presupuesto que tienen asignado (secretaria de medioambiente por ej.).
    Se insiste con medidas burdas y a las complicaciones que Ud. menciona le agregaria que en los pròximos dos años vencen
    25.000 millones de u$s de deuda (capital+intereses) que hay que pagar y/o refinanciar, creo que existen motivos de sobra para tratar de solucionar este conflicto , habrà voluntad?

  16. Definitivamente estás en lo cierto, Ale. El tema -como bien señalan algunos comentaristas- es que el Gobierno parece más abocado a ganarles la pulseada a los ruralistas (a los que identifica sin más con la ‘oposición’) que en estas cuestiones. Y si no pensemos en todas las energías que se están perdiendo (me pregunto cuanto capital político se está poniendo en juego en esta disputa con ‘el campo’, estimo que una cuota muy alta) en con este conflicto y que deberían estar puestan con todo ahínco en por de mejorar la distribución del ingreso.

  17. Matias: si queres desojizar anuncia la suba de retenciones ahora para las próximas campañas, entonces los chacareros saben a que atenerse. No podés desojizar campos que ya tenían soja.
    Por otro lado deberías incentivar de algún modo la producción de otros rubros, cosa que no sucede en la actualidad.

  18. Me pregunto, alguién se dió cuenta que el país está sin combustible, en Cuyo hay más camiones parados por falta de gasoil que por el paro. Ni hablemos de los cortes de energía a las fábricas. La soja está subiendo en Chicago y nosotros sin exportarla….. como alguién dice el presi se parece a esos púgiles que hacen guantes contra una sombra creyendose que el mundo está contra ellos y que son el último heroe que queda.

  19. Alejandro, lo felicito por aportar un poco de luz con temas tan complicados. La ley de inversiones mineras, dentro de poco, va a convertirse en una verguenza nacional. Ni hablar de las exhorbitantes regalías, ni hablar del empobrecimiento de los pueblos en donde están los yacimientos. Ningun «derrame» se hace visible. Santa María de Catamarca, es uno de ellos, está pegado al yacimiento de Mina La Alumbrera, sus hospitales y escuelas se caen a pedazos. Además, sufre cortes de luz y de agua por más de 16 horas, sus caminos están rotos y algunos hablan de procesos de contaminación antes inexistentes. Una porquería. Parece que el único que le hizo pagar algo de peaje a la minera fue Alperovich- a raíz de un problema de contaminación- pero, dicen por allí, que de paso cañazo, aprovechó para venderles muchas camionetas de un familiar suyo.

  20. Escriba, no hay una oposición entre «política» y «cálculos»: una política eficaz se funda en buenos cálculos (hasta Sun Tzu decía que la base de una buena estrategia era el cálculo) porque necesito saber a quien ayudará o perjudicará mi medida. Y un buen cálculo permite construir una buena política (la buena administración, la resolución de los problemas, también rinde frutos políticos). La política como lucha de principios absolutos, libre mercado contra intervencionismo, se hace visible para el público como una discusión sobre medidas concretas, reales: impuestos de X%, subsidios, gasto en tal cosa, etc. Es entonces que el «cálculo técnico» sirve a la política: una medida bien pensada no cierra sólo en los números, también cierra políticamente, restando adversarios y sumando aliados. Casí te diría que en el conflicto con el campo el gobierno terminó en una pelea sobre la redistribución del ingreso en las peores condiciones posibles, justamente porque no pensó la medida como una redistribución del ingreso, sino como una simple mejora en la recaudación.

  21. Puri, ¿nos contarías un poquito mejor lo de la caixa uno y dos?
    Juancarlos, yo no niego la necesidad del cálculo (que está brillantemente descripta por foucault en la primera clase de los cursos sobre biopolítica), lo que digo es que en este momento la solución no pasa por ahi. Puede que la causa si, pero la solución no.
    Camargen, estoy con usted.
    Porkoroso, esa ley primero hay que derogarla. Y después mandar a los que la votaron a que se tomen el agua con cianuro.
    Charrúa, no hagmos al Escriba responsable de esto. Lo que yo digo no es que el cálculo no sirva sino que no sirve para salir de este embrollo. Ahi tenemos el anuncio de recién… Vamos a ver si tenía razón o no…

  22. Cuento lo de la «caixa uno y dos», pero sin ánimo de que se desvíe la discusión de los interesantes carriles por los que viene discurriendo hasta este comentario/respuesta. Se trata sencillamente de la doble contabilidad que llevan los partidos políticos en Brasil: caixa uno es el financiamiento legal y caixa dos es el financiamiento por izquierda, aquel que le costó al PT la eyección de ese grande que es Zé Dirceu y una crisis en el primer mandato muy brava. Lo traía a colación porque creo que uno de los aspectos que minan la acción de nuestro gobierno actual es la cantidad de tiempo y recursos humanos dedicados (en áreas sensibles de la gestión de la política económica, como la de Infraestructura y Planificación) a engrosar su caixa dos. Y no estoy ensayando el argumento tilingo de la corrupción, sino sugiriendo que mejor sería tematizar el problema del financiamiento político (que es lo que sanamente terminó pasando en Brasil), en lugar de dar por sentado que no hay otra que afanar para mantenerse política y electoralmente competitivo.

  23. Pingback: No me digan
  24. Coincido con la crítica al ‘cálculo’. El otro día charlábamos de eso con un amigo (de cómo se hace para establecer un ‘corte’ en la cantidad de toneladas producidas para considerar el tema de los subsidios. Cualquier determinación que se termine tomando para este tema de los reintegros es, en última insatancia, política e ideología strictu sensu. Ah, por cierto, muy esclarecedor el ultimo comment de Puri, no?

  25. El estado no es solo el PE, el legislativo es clave en materia impositiva. Si esta medida se hubiese tomado por el camino que corresponde, en vez de apelar a la Emergencia Económica, habría habido más debate, más consenso, y menos resistencia(o más resignación)

  26. Mariano, por supuesto. Creo que si esto hubiera salido por el Congreso la historia hubiera sido distinta. Igualmente estarían diciendo que es la escribanía del Ejecutivo, etc….

  27. Hola , alejandro y compañía!
    Al cumplirse un año del conflicto ¿campo-ciudad ? o unitarios y federales?, invito a los participantes de este histórico debate a revisarlo con algunos resultados a la vista.
    Pregunto ahora:
    Se trató con la 125 de:
    ¿ detener la sojización en pro de la biodiversidad perdida?
    ¿ crear un polo opositor capaz de galvanizar a la tropa K?
    ¿ manotear algo de la última burbuja especultiva pre crack?
    ¿ redistribuir los ingresos producidos por nuestras
    exportaciones «agrícolas»?
    ¿dejarnos sacar toooodo lo producido por minería y petróleo, mientras castigamos a la oligarquía chacarera?

    Hace un año no podíamos ver claro cual era el Plan de Vuelo del gobierno nacional. Ahora sabemos el porqué;
    LOS PINGÜINOS NO VUELAN

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