Más que interesante está el momento político en EEUU actualmente, y el mismo ofrece interesantes puntas para reflexionar sobre las encrucijadas, las agendas y los límites de la izquierda democrática global. (Si, hay aquí una petición de principio: suponer que Obama, y el Partido Demócrata, son la expresión de la izquierda democrática en EEUU o, al menos, la centroizquierda realmente existente.)
Como es sabido, en 2008 no sólo ganó Obama con una muy importante ventaja electoral (al menos para los estándares norteamericanos), sino que los demócratas volvieron a tener luego de varios años mayoría en la Cámara de Representantes (diputados) y en el Senado. Además, la elección de Obama fue excepcional por la amplia movilización que hizo posible su victoria, incluyendo una gran cantidad de jóvenes que votaban por primera vez, la amplia preferencia de las minorías étnicas, y un uso muy bueno de las tecnologías de Internet.
Esta abundancia capital político (dominio de ambas cámaras, excelentes números de imagen positiva, apoyo de jóvenes, minorías y amplios sectores de la población, buena voluntad o al menos no rechazo de las elites y la opinión pública de otros países), sumada a la existencia de una crisis económica que sacudió las que hasta entonces indudables verdades de la ideología neoliberal-conservadora (si tal oximoron existe), hacía suponer que la presidencia de Obama sería una presidencia transformadora. Sus seguidos soñaban con un nuevo FDR, o, al menos, un nuevo JFK.
Y sin embargo … algo gracioso sucedió en el camino hacia el bronce de la historia. Hasta ahora bien poco ha podido transformar Obama.
El mayor quiebre se dio en Irak, en donde Obama decidió comenzar a retirar a las fuerzas terrestres. Sin embargo, en Afganistán el nuevo gobierno decidió continuar con la guerra e inclusive aumentar los efectivos comprometidos.
En el tema de derechos humanos, el nuevo gobierno, si bien repudió los aspectos más salientes de la doctrina Bush, decidió no llevar adelante investigaciones sobre violaciones a los derechos humanos en el gobierno anterior, y no cerró Guantánamo.
En la política económica, varios economistas, entre ellos Paul Krugman, le achacan haber sido demasiado perdonavidas para con los bancos que causaron la crisis financiera, y relativamente poco ambicioso en las políticas de rescate.
La principal iniciativa legislativa del nuevo gobierno, una ley de reforma del sistema de salud (EEUU no tiene salud pública salvo una especie de PAMI para los mayores de 65, el país gasta más en salud como porcentaje del PBI que cualquier otro país industrializado y tiene peores indicadores básicos, existen 47 millones de personas sin ninguna cobertura y una de las principales causas de bancarrota económica de las familias son los costos exorbitantes de cualquier enfermedad, por dar algunos datos) se dilató en el Congreso luego de casi un año de discusión (fue aprobada en diputados y senadores, pero no el mismo proyecto, así que ahora debería volver a ser ratificada.)
En el camino, los senadores removieron la cláusula que creaba un sistema público de salud, diluyeron varios de los elementos más progresivos del proyecto, y agregaron una enmienda que restringe severamente el acceso al aborto legal para las mujeres.
Esta, y otras cuestiones, vienen causando una erosión en las encuestas de imagen del nuevo presidente. Los principales diarios pasaron de una casi adoración a hacer notas como ésta, en donde el Washington Post dice que Obama es visto como «fuera de contacto» con «la gente real» y «elitista.» Y, por si esto fuera poco, en una elección especial que se realizó en Massachussetts, el partido republicano ganó a los demócratas la banca que había sido de Ted Kennedy por 40 años, un resultado considerado imposible apenas hace unos meses. Con la pérdida de la banca, los demócratas pierden la posibilidad de «romper el filibuster» (una táctica dilatoria con la cual los republicanos se aseguran que, de hecho, cualquier ley deba salir con mayoría especial de 60 votos sobre 100, no 51), quedando entonces con un bloqueo severo de sus posibilidades legislativas.
El blog Dailykos, uno de los que primero militó por una victoria de Obama, sacó hace poco este post en donde decía que Obama podía ser el nuevo Jimmy Carter: es decir, un presidente demócrata que, ganando por amplias mayorías, es visto como un fracaso y termina abriendo la puerta para una nueva levantada de la derecha. Algo similar viene diciendo Krugman.
Lo que me interesa destacar es que en todo momento Obama ha optado por una estrategia consensualista. Una y otra vez, su base (o sea, el ala más progresista y liberal del partido demócrata, más organizaciones como los sindicatos) ha insistido en llevar adelante una estrategia más confrontativa en la opinión pública y el Congreso, pero Obama, hasta ahora, se ha rehusado. Para dar un ejemplo, en vista de la casi total debacle de su principal proyecto legislativo, la reforma del sistema de salud, la respuesta de Obama ha sido llamar a una conferencia pública bipartidaria en donde invitó a los legisladores demócratas y republicanos a discutir los planes de reforma y llegar a una solución compartida. (Tan habermasiana la idea que da un poco de calambre.)
Por supuesto, existen buenos argumentos en contra de una estrategia más confrontativa. Entre otros, que una política consensuada gana más legitimidad, que la confrontación agrega dosis de imprevisibilidad a la dinámica política, y que las sociedades de hoy carecen de movimientos sociales organizados a los cuales recurrir como base de apoyo.
Sin embargo, una estrategia consensualista también tiene sus riesgos: sobre todo, este: si el adversario no está dispuesto a consensuar, lo único que tiene que hacer para ganar es retacear el consenso. (Hegel puro, como siempre.)
El proyecto de reforma de salud fue aprobado en diputados y senadores con votos demócratas, sin un solo voto republicano. No sólo eso, sino que los republicanos han hecho de la oposición a esta ley su principal agenda de campaña. De hecho, el bloque republicano ya avisó que la única manera de que ellos cooperen en este foro sería que los demócratas retiraran los proyectos ya aprobados, empezaran de cero y, en breve síntesis, mataran la idea de la reforma. Así, toda la iniciativa y la capacidad de «tener la última palabra» es, en realidad, de los republicanos.
La pregunta más general sería entonces: rechazada la estrategia confrontativa, ¿bajo qué condiciones y en qué circunstancias es una estrategia consensualista efectiva para cambiar las relaciones de fuerza asimétricas existentes en una comunidad política dada? Que es, supongo yo, lo que una izquierda democrática intenta hacer en todo momento.
El sistema politico en EEUU es consensualista por una cuestion de organizacion cosntitucional de los poderes. El poder real lo tienen los estados (provincias), a traves de sus legisladores. Toda ley necesita de los 60 votos del Senado, para romper el filibuster, ergo, el consenso se debe dar aun dentro de esos 60 votos que representan una infinidad de intereses provinciales diversos. Los democratas llamados «blue dogs», son mas conservadores que los estados de las costas. De hecho, solo los unen ideologicamente dos o tres temas, como es oposicion al aborto y derechos de la mujer, libertad de prensa e informacion, uso de stem cells en investigacion, y una instancia mas favorable hacia la inmigracion, entre pocas otras que me olvido. A diferencia de nuestro pais, en EEUU no hay «lista sabana» y los legisladores estan bajo una presion constante por parte de sus electores de seccion. La ley de salud es un claro ejemplo de como funciona el sistema. El electorado democrata del centro y sur apoyan la ley de nuevo sistema de salud, pero sin intervencion estatal, como si lo quieren los electores de los estados de las costas. Obama, como cualquier presidente de EEUU, debe, si o si, negociar y consensuar, no le queda otra salida si quiere esta ley o cualquier otra. Simplemente, no tiene los votos. Violentar el sistema de division de poderes, como lo hizo Bush, el gran maestro del ninguneo de la oposicion, trae consecuencias como la paliza que le pego Obama a McCain. Si lo que se pretende es justificar la actitud no negociadora de los Kirchner como hoja de ruta de gobierno, Bush es el ejemplo de como son los resultados.
Por otra parte, la perdida de popularidad de Obama en el primer año es tipica de todo presidente en epoca de recesion (como Reagan, como Carter). De hecho, segun todas las encuestas, sigue siendo, por lejos, el politico mas popular de EEUU.
Homero: no estaba pensando en imitar a Bush, sino a FDR. Es decir, más movilización en la base, más discurso confrontativo, y una política más antielite (financiera y bancaria en este caso.)
Por otra parte, puede ser que la paliza que le dio Obama a McCain fue dolorosa, no cabe duda. Pero la que le van a dar a los demócratas en 2010 lo va a ser, y más. (Lo que le pasó a Carter.) Esta, creo, es la disyuntiva, y es muy real.
Maria: Obama no puede hacer lo que FDR porque la situacion y la sociedad no son las mismas. Ni hablar del flujo de informacion sobre la actividad politica. Lo que creo es que Obama quiere ir pulseando con esos intereses elitistas hasta quebrarlos, o por lo menos, enderezarlos, que es lo que quizas hoy la sociedad norteamericana tolere. Si los democratas van a perder legisladores en las proximas elecciones, sin dudas, pero va a depender del indice de desocupacion, hoy por hoy el unico tema que parece ser de trascendencia para el electorado. Lo de Massachussetts, un estado mayoritariamente democratico y progresista, con sistema de salud publico, fue un mensaje de su propio electorado para que ajuste su accion para el lado del empleo. saludos
¿Y cómo va a bajar el índice de desocupación sin políticas públicas más activas y mayor gasto público, el cual no va a poder sacar del Senado?
La confianza en que al final todo va a salir bien porque todo lo real es racional es el rasgo más peligroso de la izquierda global actual.
El indice de desocupacion empezo a bajar gracias a las politicas publicas de Obama. Ahora pretende implementar politicas publicas dirigidas a la pequeña empresa, a obreros y empleados. Medidas que despectivamente se llamarian «clasemedieras». Como hizo Clinton, debera probar su muñeca politica para conseguir que un congreso sin mayoria absoluta le siga aprobando estas medidas pregresistas.
¿Cuándo empezó a bajar el índice de desocupación? O hablás de las planillas de «jobs saved» en distritos no existentes, más truchas que el indec…
Desde mi humildísimo punto de vista, creo que ese tipo de estrategias pueden servir para Suecia, Noruega, o también Estados Unidos. Ya están bien (al menos la mayoría de la gente) y pueden perder el tiempo con ponerse de acuerdo. Y digo que sí le sirve a Estados Unidos, porque en un tiempito la crisis se termina. Las aguas se aquietan y todo vuelve a la normalidad. Y Obama se irá, o será reelecto, pero todo seguirá igual. Ellos seguirán dominando el mundo con sus ejércitos y sus multinacionales, y mientras eso se mantenga no tendrán que preocuparse.
Acá no sirve. Porque acá la derecha no consensuó cuando vendió el país. Y tampoco lo va a hacer cuando, dentro de dos años, tiren el castillito de cartas que se estuvo armando durante ocho.
Obama, hoy, representa la izquierda en Estados Unidos. Más a la izquierda que Obama no se puede ir. Quizás Michael Moore, pero no mucho más. Y con esa izquierda que pone bases en Colombia y que tira misiles en Afghanistán, y con una derecha que es parecida pero con unas bombas más, se pueden dar el lujo de jugar al jueguito del consenso.
Saludos.
tano: si se piensa, como vos, que no se necesita consenso porque de los otros tres lados de la mesa hay solo traidores y vendepatrias, para que perder el tiempo tratando el tema «Consenso»?
Otra cosa: la mayor parte del electorado de EEUU se declara «independiente», un 30 y pico por ciento, seguido de democratas y, mas abajo, republicanos. Ese electorado de independientes define todas las elecciones. Y a la izquierda de Obama, que viene a ser «centroizquierda» para los estandares politicos de EEUU, hay izquierda desde moderada, hasta la mas liberal y progresista(date una vuelta por la que es quizas la mejor revista politica del mundo, http://www.thenation.com). De hecho, hay un PC norteamericano, con hoz y martillo. Saludos
Puede ser. Desafortunadamente no conozco tanto al gran país del norte.
El tano,
Ampliando lo que te dijo Homero te respondo con una pequeña cita a un gran historiador americano llamado Howard Zinn quien acaba de fallecer. La cita la saqué de la revista The Nation que Homero recomendó y que yo no conocía. Zinn es una de las personas que me transformó de hiper conservador y reaccionario en alguien un poquito más agradable:
«Me alisté en la Fuerza Aerea. Fui voluntario. Fui un entusiasta bombardero. Para mi era muy simple: era una guerra contra el facismo. Ellos eran los chicos malos; nosotros eramos los chicos buenos. Una vez que tomaste esa decisión, no tienes que pensar nunca mas si estás en el ejercito. Desde ese momento, todo vale. Desde ese momento, eres capaz de cualquier cosa, aún una atrocidad. Porque tomaste una decisión largo tiempo atras de que estás del lado correcto. No te cuestionas, cuestionas, cuestionas. No eres Yossarian, que se cuestiona»
De paso, Yossarian es una referencia a Joseph Heller, otro autor que me voló la cabeza.
http://www.thenation.com/doc/20100222/zinn_interview
Está bien, hay zurdos en EEUU. Pero les falta lo mejor, peronistas.
Homero: repito, no estoy pensando en salir a romper todo, sino en una cosa más tipo FDR,. O en hacer como dice The Nation: obligar a los republicanos a hacer filibuster, en vivo y en directo, por televisión.
Porque fijate: el movimiento «populista» existoso hoy en Estados Unidos son los teabaggers, que son la ultraderecha de la derecha. Y le está ganando terreno a los demócratas, por más que Obama sea personalmente popular.
Mi moraleja, en síntesis: si la izquierda no hace un poco de populismo (en el sentido de organización movimientista más política antielite) le deja el camino despejado para un populismo de derecha. Ver Italia, con Berlusconi, EEUU, Polonia, etc.
Maria: no quiero copar los comments, pero una cosa mas: los democratas estan ya pintando a los republicanos como obstruccionistas, lo cual es una maniobra politica licita, no les queda otra. Obama se hizo invitar a una reunion de preguntas y repsuestas con los republicanos, la cual fue televisada, y les pinto la cara. Dos points para Obama. Pero Obama no gano solo con los votos de la izquierda progresista, la gran masa vino de laburantes independientes de los nucleos urbanos, que quieren trabajo, mandar los pibes a la universidad y tener su jubilacion. Esta masa no es un movimiento politico militante, ni lo sera, pero demanda que Obama cumpla sus promesas sin patear el tablero. Si no se siente satisfecha, elegiran a otro. Esa es la realidad politica, «cambio en el que se pueda creer», que era la frase de Obama. Lo demas, es irrealizable y utopico, nos guste o no.
Finalmente, el movimiento populista teabagger es de derecha pero tambien hay libertarios y anarquistas desencantados. Es, junto con Sarah Palin de candidata, quizas lo mejor que le vaya a pasar a Obama, ya que el electorado precisamente no quiere ese juego politico de «rompan todo» y van a votar la opcion mas racional, es decir Obama. El movimientismo al que haces mencion no existe y no creo que tenga pies y alas en los EEUU.
Considero que el margen de acción que tiene cualquier presidente de los EEUU es muy limitado, más aún si con las políticas se afectan intereses de sectores significativos. Bush fue un presidente mas decisionista y menos consensual que Obama, pero no casualmente sus políticas tendieron a converger con los intereses de los complejos industriales armamentísticos, farmáceuticos y otros tantos. No se me ocurre de que otra manera Obama podría plantear modificaciones sustanciales o significativas que produzcan quiebres y sean viables. Por ahí sería interesante ver como reaccionaría el sistema en general si Obama tuviera, (aunque mas no sea discursivamente) posiciones un poco mas radicales, pero no creo que esta posibilidad este en el ADN de Obama. SOlo el agravamiento de la crisis puede hacer que aumente la capacidad de acción e intervención de Obama(en cuanto a práctica política y en cuanto a elaboración discursiva). Con respecto a lo del consenso y la izquierda democrática, soy crítico con respecto a esas posiciones y asociaciones entre los términos. Me parece que las modificaciones no surgen de procesos consensuales, al menos no en los términos a los que habitualmente se alude. En general lo que se necesita es un nivel de aceptación(eso también puede ser llamado consenso, aunque particularmente no coincido con esa definición)importante y una construcción política que se sustente en altos niveles de apoyo y estos se expresen en los sistemas de toma de decisiones, ya influyendo y haciendo actuar a los mismos, dentro de los mecanismos establecidos o modificandolos. En EEUU la capacidad de influir o ejercer el poder dentro de esos sistemas de tomas de decisiones con grado importante de autonomía es baja según mi visión.
Leandro: cuales serian los paises que alcanzaron pleno desarrollo, salud y empleo donde no se utilizo la alternancia democratica y un minimo consenso social para llevar adelante politicas publicas?
Homero: Que consideras vos por «mínimo consenso social»?.
La historia de EEUU muestra distintas situaciones en las cuales la resolución de las mismas se dio de maneras que podríamos definir como » no consensuales». Más allá de la extrapolación histórica, el Primer ejemplo podría ser la guerra civil de EEUU que dio lugar e influyó sobremanera en el posterior proceso exitoso de la nación. POsteriormente, las políticas de FDR también puede ser un ejemplo en ese sentido. En cuanto a la alternacia democrática, en ningún momento revindique los procesos autoritarios, o sin elecciones libres como positivos, solo que creo que la noción de conflicto es parte del proceso democrático. Entonces, y dentro de este planteo, me parece que el consenso no es una entelequia o un concepto abstracto al que hay que rendirle pleitesía, sino que forma parte de un umbral de legitimación necesario para llevar adelante políticas que produzcan cambios y que es variable según cada país y cada momento histórico. Por eso es que soy muy crítico de la utilización de los supuestos consensos sociales, y me gusta, en sistemas democráticos hablar de construir mayorías que respalden procesos que produzcan cambios.
Leandro: dejando de lado el elemento no consensual de las guerras (a menos que se plantee aqui como estrategia de cambio social), politicas socialmente exitosas como las de FDR no surgieron de la identificacion de ‘enemigos» sino las necesidades sociales del momento: recesion, pobreza y desempleo. De todos modos, como mecnione antes, el momento historico fue especial e irrepetible. Vengamos mas aca en la historia politicamente norteamericana. Bush establecio las hipotesis de conflicto (guerra preventiva, reduccion de derechos civiles, involucramiento de la religion dentro del estado), busco la mayoria del 50% mas uno, la logro y los resultados son estos que vemos hoy. Antes, Clinton maniobro politicamente para producir leyes que producirian cambios pequeños y progresivos, con ambas camaras en minoria, la corte suprema mas que conservadora, y EEUU logro indices socio-economicos que hoy se añoran.
El consenso de la mayoría se logra ganando las elecciones. Cuando se pierden elecciones, se es minoría, y hay que construir una nueva mayoría, aunque sea efímera y para ese tema, para poder gobernar. Es la lògica del sistema democrático.
Evo Morales ahora no tiene que consensuar con nadie. Su 65% es un consenso en si mismo.
Y la necesidad populista del enemigo para alienar el debate la manejó muy bien Bush, un gran populista. El enemigo eran los terroristas, y los que en casa eran demasiado blandos como para defender al país.
Coincido en que lo central o esencial es la búsqueda de producir políticas que hagan frente a «las necesidades sociales», ahora particularmente no creo que eso sea viable sin la identifiación de los sectores a los cuales la realización de esas políticas puede perjudicar de una u otra forma,( o tb puede que no los perjudique directamente, pero sin embargo esos sectores lo perciben de esa manera). Creo que eso es inevitable, hay una frase muy famosa de la polítca argentina de hace unos cuantos años que viene al caso, «para hacer una tortilla hay que romper huevos». Siempre se tocan intereses cuando se buscan producir cambios. La discusión sería sobre el límite o grado adecuado y también sobre la eficacia. Si yo salgo a gritar como un loco «sos mi enemigo, sos un oligarca, o lo que fuera», eso no me va a garantizar que yo pueda aplicar una política exitosa o mejor dicho no va a asegurar que yo este incidiendo positivamente sobre la cuestión. Sin embargo, más allá de las estrategias, según mi visión es necesario afectar intereses, no existe la solución neutra, la política que tranforma y no afecta a nadie. El tema es , y creo que el eje del artículo de María apunta a eso, de que manera enfocar este límite, esta cuestión sin generar quiebres antisistema que producen vueltas atrás pero tampoco quedandose en situaciones de parálisis que terminan generando, a futuro, respuestas desde otro signo político. Lo que vos mencionas de Bush me parece atinado, pero solo que los ejes centrales de su presidencia no buscaron producir modificaciones tendientes a(en los términos que estabámos hablando) atender necesidades sociales, sino a aprovechar coyunturas y usufructuar un discurso que aprovecho un momento y genero grados de adhesión importante. Tampoco creo que es positivo buscar avanzar a cualquier precio, y eso en EEUU se ve claramente, si los números en el congreso no le dan, inevitablemente deberá buscar acuerdos o formas de procesar los cambios que busca y tratar de concretarlos dentro de la estructura sistémica. Pero creo, y aquí esta la cuestión, que las formas y modos de intervenir en la realidad pueden generar procesos que tengan mayor capacidad de ampliar los límites del sistema y generar beneficios en toda la sociedad. Aunque, en el caso de la democracia estadounidense esos límites son cada vez mas rígidos. Y creo que, tal vez la centralidad de otro tipo de factores pesen mas a la hora de analizar las experiencias de los últimos presidentes estadounidenses. Daría para un debate mas largo, pero hay bastantes argumentos para mencionar acerca de los distintos momentos políticos a los que abordaron Bush y Clinton, más allá de los aciertos y errores de cada uno. En esa línea es que considero que Obama tenía un margen inicial de acción más amplio, o por lo menos esa era la imagen que nos llegaba, y el mismo pareciera que tiende a perderse en medio de este entramado de límites y falta de decisión.
Mariano, coincido con vos, aunque en ese sentido y teniendo en cuenta las formas de las sociedades actuales y dejando de lado los modelos de fondo a los que cada uno apunta(Bush y Obama) , no le falta a Obama una dosis de «populismo»? No es ese nervio afectivo que genera lazos y que como dice Laclau tiene una relación central con la política como tal, central en la posibilidad de producir modificaciones?
Creo que donde dice «el país gasta más en salud como porcentaje del PBI que cualquier otro país…» debería decir el que menos.
Este post me hace pensar que Obama tiene mas poder real del que yo creía (con el apoyo de la juventud, minorias etnicas y todo…)
B-D: ojo, no digo gasto público, sino gasto en salud total como porcentaje del PBI. Y en ese caso, EEUU sí es el país en donde el gasto en salud es mayor en porcentaje del PBI, según la OMS. http://www.who.int/whosis/whostat/EN_WHS09_Table7.pdf
aahhhhhhhh…. gracias por la aclaración!
Obama no es un che guevara negro. Si así lo fuera. no habría ganado ni siquiera las primarias.
Tratar de consensuar cuando no tenés la mayoría parece ser el único recurso realista.
Por último no creo que en un país como USA se genere empleo gastando más. la posibilidad de gastar m´ñas esta muy acotada por la elección que hizo el año pasado de gastar billones en ayudar a los bancos y empresas que se caían, ojalá les salga bien, porque quedaron endeudados por décadas.
En EUA el consenso es necesario, sobre todo, porque los presidentes no tienen excéntricas herramientas del estilo de los DNU vernáculos. Hasta la implementación del New Deal de FDR tenía su base en leyes del Congreso. Y cuando en algún caso se pretendió acudir a esta clase de atajos, la Corte los declaró inconstitucional -por ej. con Truman y su pretensión de expropiar toda la industria del acero mediante una executive order-.
Si no tiene los números en el Congreso, se negocia. Y si esto es así en un país presidencialista a ultranza, que más queda en sistemas parlamentarios.
B-K: es el que más, no el que menos. Mirá la tablita acá:
http://en.wikipedia.org/wiki/Health_care_in_the_United_States
María: Charles Blow, un excelente columnista del NYTimes piensa que el problema de Obama no fue el consensualismo sino una falta de pasión, energía y elocuencia para comunicar sus puntos de vista. No se hizo escuchar; no llegó a las bases ni a la opinión pública. Blow dice que durante este primer año pareció como si O. se hubiera tomado un «Ambien» (nosotros diríamos: un Lexo, o un Aplax). Lo que le sobra a Fox News y al «tea party» le faltó a Obama.
En las últimas semanas, sin embargo, empieza a ver señales de cambio de estilo: el modo en que retó a la Corte Suprema durante el discurso del State of the Union, y sus últimas apariciones públicas en general. La biografía de Obama nos muestra un tipo muy reflexivo y que siempre aprende de sus experiencias (algo que pocos políticos hacen), y yo creo que no va a repetir los errores de 2009.
En resumen, apuesto, como dice Blow, a que «The bipartisan ship has sailed» y que en 2010 veremos un Obama distinto.
Saludos,
Gustavo (Oblogo)
Gustavo, ojalá.
Concuerdo con lo que decís sobre la poca eficacia del consenso. En el caso de la reforma de salud está bastante claro porque la limaron tanto para conseguir acuerdos que ya no entusiasma a los demócratas por su conservadurismo ni a los conservadores porque directamente no la quisieron nunca. El punto es ceder tanto que termina gobernando con la agenda que le imponen los republicanos. La verdad que en este tiempo no se avanzó gran cosa en EE.UU.
Muy buen artículo María Esperanza y excelente los comentarios.
Me parece que sería más que interesante un futuro artículo sobre los límites de la democracia.
Es decir, yo creo firmemente que a este país le va a empezar a ir bien recién cuando alcancemos consensos mínimos y avancemos en ese sentido. Pero como muy bien explica Homero, el país que quiero se parece mucho a EEUU. El problema es que allí Obama fue elegido, entre otras cosas, para reformar el sistema de salud. Pero su poder de maniobra esta muy limitado justamente por una estructura que hace primar la estabilidad frente al cambio.
Obama llegó al gobierno con un amplio respaldo y mayorías abrumadoras en ambas cámaras del Congreso pero por los típicos egoismos de algunos personajes de su partido y una fuerte reacción repúblicana a un año de gobierno no pudo cumplir uno solo de sus objetivos. Peor, en el caso Citizen United, la mayoría conservadora de la Corte le acaba de marcar la cancha mal.
Por eso entiendo el punto de María Esperanza. Jugar a lo FDR es jugar al «que se doble pero no se rompa» (juego diferente al del idiota de Pichetto). Ejemplo de ello es la Judiciary Reorganization de 1937: adelantandose a Menem en 50 años, Rooselvet comenzó a agitar para ampliar la cantidad de jueces con el objeto de romper la mayoría conservadora. La Corte echó pies en polvorosa y un Juez comenzó a votar «pro gobierno», evitando así su dilución.
Ese tipo de maniobras es las que tan bien le salieron a Néstor en su primer mandato y tan mal a Cristina en su segundo.
El punto es que en Democracia tenes a veces que romper el consenso y jugar a los límites. De otra forma es imposible, de vez en cuando, realizar las reformas tan necesarias para que el sistema sobreviva.
¿Cuál es el limite? Esa respuesta la tiene que comenzar a esbozar una persona que, como vos María Esperanza, tenga un poco más de formación que yo en el tema.
El último Demócrata que confronto, tanto hacia fuera, como hacia adentro fue LBJ; con su Gran Sociedad.
Sabía que con esas medidas se perdía el Sur, allanando el camino a la Estrategia Meridional de Nixon, y el potencial crecimiento de los Reagan y los Bush.
Ahora bien, el problema de Obama no es el Plan de Salud; sino la quiebra de las unidades subnacionales, Estados como California, o ciudades como Camden NJ.
Esta haciendo equilibrio entre los aparatos municipales, como la Chicago Machine; que fue quien lo “creo” e impulso; y la superestructura Demócrata que apoyo a LOS Clinton.
¿Los Boss de Massachusetts votaron con los pies? , o sea, no movilizaron los aparatos; para castigar a la Cúpula.
Porque los “piqueteros” del Tea Party tienen un enfoque populista a la americana, Main Street vs. Wall Street y Washington.
Como bien señala Homero, el sistema electoral hace dependientes a los legisladores del humor local, y su capacidad para lograr Pork Barrel; y los Republicanos por más que hagan seguidísimo a la Fox, corren tanto riesgo como los Demócratas que las cosas le salgan mal.
MEC, no puede ser que la «postura consensualista» sea una estrategia? Mostrar como los republicanos no estan dispuestos a negociar, ni siquiera estan dispuestos a ir a las reuniones? Vi por la tele a Obama en el retiro (sic) de representantes democratas y los hizo papilla, todo charlando, claro. Obama es un politico de Chicago, cuando tuvo que ser poco consensualista lo fue…yo le doy un poco mas de changui.
Clinton perdio con el plan de salud, perdio en el 94, y despues tan mal no le fue…
Estudiante: puede ser, ojalá sea así. Greg Sargent tiene esa postura. Yo creo que para decir que son obstruccionistas ya hay pruebas de sobra.
Y a Clinton le fue bien, sí, al precio de no pasar ninguna política realmente progresista durante su mandato, aunque fuera, por supuesto, mucho mejor que Bush.
Leí a alguien (quizá Krugman) que decía que los demócratas no habían podido pasar ninguna legislación importante progresista desde hace cuarenta años, con LBJ.
Maria: durante su presidencia, Clinton bajo los niveles de pobreza, sobre todo infantil, a su minimo historico. La tasa de desempleo al final de su segundo mandato fue del 4.1%, dejando superavit fiscal que Bush se patino en dos años. Entre otras leyes, logro que aprobaran la prohibicion de portar armas de asalto, el incremento del presupuesto para educacion y duplico en 7 años el presupuesto para ciencia y tecnologia. Los resultados de esto ultimo los vemos aqui, utilizando las herramientas de Internet que se crearon en esos años. Con pequeños movimientos, sin «epica» populista, sin movimientismo heroico, Clinton logro resultados que, creo, cualquier politico que se llame a si mismo progresista querria para su pueblo. Y todo esto, desactivando el discurso ultraconservador con una estrategia que Clinton alguna vez llamo «death by thousand of small papercuts».
Volviendo al que creo es el tema central del post, sobre confrontar o consensuar, algunas respuestas pueden surgir de la entrevista a Guillermo O’Donnell, en suplementos Enfoques del 31/12/2010:
Pregunta: Ante un politólogo, tengo que empezar por el tema que domina la agenda política, que es el conflicto entre el oficialismo y Martín Redrado, que parece simbolizar mucho más que un simple problema entre un gobierno y un presidente del Banco Central.
Respuesta:-«No soy un especialista, pero me han convencido mis amigos economistas de que es importante que todo Banco Central coordine con la política económica del Poder Ejecutivo y del Congreso. En ese sentido, la autonomía absoluta no existe, y si existe, no es conveniente. Se trata de instancias de coordinación que los gobiernos que funcionan bien logran cumplir. Pero hay otro problema que me preocupa más: este episodio y los colaterales han aumentado enormemente este clima de insultos que vivimos. En la Argentina debemos pedir un armisticio general para limpiar un poco la escena política de estos exabruptos y denuestos. En su momento se habló del Congreso como una «máquina de impedir». Si esto se dijera en serio, se estaría diciendo que el Congreso es una entidad negativa a la cual hay que soslayar o someter. Dicho desde el otro gran poder del Estado, que es el Ejecutivo. Y recientemente el ex presidente Kirchner y el jefe de Gabinete empezaron a hablar del «partido judicial». Estos ya no son insultos personales sino agravios institucionales. Deseo que no lo digan en serio porque, si no, estarían diciendo que el Poder Judicial, como institución, está desviándose de su obligación de emitir fallos ecuánimes e imparciales. Deseo que no sea cierto o que sea una apreciación liviana, aunque que hagan estas afirmaciones livianas personas que están en la cúspide del Poder Ejecutivo es de una gravedad insólita. Porque aumenta la carga agresiva y degradante de otras instituciones. Y esto orilla una crisis institucional. Tenemos que hacer una campaña pidiendo: «Basta, por favor, tengamos relaciones medianamente civilizadas».
Pregunta: -¿A qué lo atribuye usted?
Respuesta: -La Argentina es un caso clavado de lo que he llamado democracia delegativa. Con esto quiero decir que los presidentes, elegidos en comicios razonablemente limpios y competitivos, sienten que tienen el derecho y la obligación de decir, como a ellos les parece, sin interferencias, sin trabas, lo que les parece mejor para el país. Cuando se encuentran obstáculos, como sucedió a partir de las elecciones de junio pasado o de algunos fallos judiciales, esta concepción se expresa al límite: está diciendo que no reconoce limitaciones institucionales, que lo único que sirve para el bien del país es el Poder Ejecutivo. No el Congreso, «la máquina de impedir», ni el Poder Judicial. Además, la dominación de los organismos de control, de las fiscalías, ha sido casi completa. Es una manera de concebir el poder de origen democrático que se niega a cumplir las reglas de juego de un orden constitucional.»-
Se que éste no es un autor actualmente apreciado en AP, pero también me parece que el gobierno no sólo no está dispuesto a consensuar, sino que también, como ya pasó, nadie le va a creer, además de que no goza en la sociedad de mucha credibilidad.-
Saludos.-
Daio, que queres decir? que suma tu cita al reportaje a O’Donnell. Le vas a recomendar a Obama que tenga «relaciones civilizadas» con los republicanos?
Mas alla del respeto que me merece o donnell, » En la Argentina debemos pedir un armisticio general para limpiar un poco la escena política de estos exabruptos y denuestos.» es una pelotudez, porque a) nadie esta en guerra y b) es un lugar comun.
Homero, es verdad que con Clinton mejoraron los indices de pobreza, desempleo y delito (y por eso lo puse como ejemplo de presidente que emoezo «contra as cuerdas» y siguio muy bien. Es una pena que no haya podido hacer con el tema de salud, que siguio siendo un desastre.
Estudiante: por supuesto que Obama va a tener relaciones civilizadas con los republicanos. Que queres que haga? que los denuncie por golpistas y destituyentes? Que convoque a una movilizacion popular a la Casa Blanca en contra del complejo militar-industrial? Obama no tiene los votos, como le paso antes Clinton, para imponer su agenda 100%, asi que tendra que usar los metodos con el que cuenta todo gobernante para maniobrar dentro del sistema politico-institucional norteamericano: danza kabuki y bastante jiu-jitzu.
Estudiante
el comentario de O’Donnell me pareció también de una pobreza sorprendente viniendo de quien viene y no de Mirtha Legrand.
El vapor tóxico que define como causa de todos nuestros males a la terrible crispación política parece ser muy poderoso…
Me parece que el límite tiene que ver con las fuerzas políticas no institucionalizadas. Lo que le da la ultima palabra a los republicanos es el hecho que no toda la ciudadanía está convencida y los lobbies son muy fuertes.
En la medida en que hay margen para mantener el status quo, es muy difícil alinear a todas las fuerzas. Una vez que hay una decisión tomada o que existe hegemonía discursiva en torno a un tema el consensualismo es posible.
En definitiva, para consensuar políticamente hay que haber ganado la batalla discursiva y haberse apoderado del sentido común.
Que no se asuste tanto la centro izquierda en Estados Unidos. Podría ser todavía peor, como en España, donde justamente el socialismo es quien lleva la jubilación de los 65 a los 67 años.
De todas formas, por lo poco que llevo leído sobre lo que está pasando en EEUU, tengo la impresión de que el problema está más en el propio partido demócrata que en Obama. Las grandes corporaciones médicas tienen extendidos sus tentáculos tanto dentro del partido Republicano como en el Demócrata. De esa forma son los otros quienes terminan definiendo las estrategias…
En la edición de enero de le monde diplomatique, hay un par de notas al respecto de Obama.
La primera sostiene, principalmente, que las ilusiones generadas por la elección de este intelectual negro (algo imposible de imaginar sin Bush mediante, seguramente) escapan por mucho un límite, propio ya de la historia: No puede haber un poder personal capaz de transformar radicalmente estructuras sociales anquilosadas mediante largos y profundos procesos históricos.
La incapacidad de Obama de hacer algo realmente significativo en algún aspecto, parece mostrar entonces que la durisima crisis norteamericana no ha llegado al punto de poner en duda las bases fundamentales sobre las que se erige el imperio (y su decadencia). Quizás Obama haya llegado «demasiado pronto». Antes de tiempo.
Sobre el apoyo popular, la nota del diplo marca que este ha mermado bastante. Si bien el apoyo de las minorías se mantiene, el espíritu de éstas ha pasado de la algarábica ilusión a la prudente paciencia. En cambio, entre las poblaciones blancas (que sorpresivamente dieron un apoyo mayor del esperado en las elecciones), crece la desconfiaza a Obama por estar muy alejado del «norteamericano medio» y el «espíritu de vida norteamericano» (que es más o menos lo mismo, y no significa mucho más que consumo neoliberal), ya no por pertenecer a una minoría racial sino por pertenecer a una elite intelectual. También están ganando terreno las teorías conspiranóicas, fuertemente alentadas desde los medios republicanos, de que Obama es poco menos que un comunista (como lo son tantos intelectuales norteamericanos, por cierto) infiltrado.
Salvando las distancias, no es tan difícil establecer paralelos entre lo que pasa en Argentina y en EEUU, con respecto al comportamiento masivo. Lo cual no debería llamar la atención, si pensamos que en casi todos los países subdesarrollados de occidente (y en buena parte de los desarrollados) existieron, sobretodo desde la caída del muro, y siguen existiendo mansas planificaciones de subyugar la cultura autóctona a la imperial.
Uniendo ambas perpectivas, la imposibilidad de una persona en una sociedad dada de producir cambios por sí misma y las tendencias neoliberales fuertemente arraigadas en la cultura y el pensamiento del «hombre promedio», reluce de manera clara el hecho de que sólo los grandes impactos materiales y objetivos de la economía real son capaces de producir sismos en lo político-social:
La crísis económica en EEUU desembocó en el ascenso meteórico de Obama.
La crísis económica en Argentina desembocó en la rebelión de 2001.
La política inscripta en democrática representativa no puede torcer por sí misma nada. O, visto del otro lado, si puede torcer algo es porque había condiciones para que se tuerza.
El consenso tendrá sentido si las fuerzas conservadoras se ven irremediablemente obligadas a consensuar.
La pregunta entonces debería ser sí hay condiciones o no, y como influir en el surgimiento de éstas.
La verdad no me parece que la sociedad norteamericana sea el ejemplo a seguir en cuestiones de consenso. La cantidad de asesinatos políticos que acumula en su historia es apabullante. Me parece que la sociedad humana no ha encontrado todavía la manera de conciliar los intereses sectoriales con las necesidades comunes y ese quizá debería ser el paso más importante que la humanidad se debe: un consenso mundial. ¿Hasta dónde la sociedad del bienestar? ¿Hasta qué punto seguir tirando manteca al techo y desperdiciando graciosamente lo que tenemos? Si los poderosos no resuelven esto, tarde o temprano los consensos no van a tener ninguna efectividad y el planeta todo, en este siglo, no en un futuro lejano, va a sufrir, y nosotros con él. La ecología no parece la respuesta apropiada. Nás bien la represión de ciertos lujos que ya no se pueden tolerar. Es más fácil, creo, impedir que ciertos productos se fabriquen o se comercialicen que intentar evitar una guerra una vez que esta comenzó. Es hora de quebrar el paradigma del bienestar infinito. Los poderosos pretenden mantener a raya a los ciudadanos de sus países eliminando la posibilidad de la concreción del deseo en los demás países, a través de la guerra, el hambre, etc, pero esto ya no es posible, dado que el planeta como organismo vivo se está resintiendo. El sindicalismo del futuro debería ser un sindicalismo que proteja los intereses del ciudadano planetario. Hacen falta partidos planetarios. Es la hora de la aldea global y de la democracia global. Cómo vamos a llegar a semejante consenso no lo sé. Tal vez deba sobrevenir un nuevo cataclismo social para que las cosas se ordenen. La primera medida para calmar el dominó del deseo globalizado que el capitalismo de mercado propicia ad infinitum sería la prohibición global del sistema de publicidad tal cual lo conocemos: si todos queremos todo y no tenemos los recursos para obtenerlo, pero aquellos que lo tienen nos enrrostran todo el tiempo lo que hay que tener, nuestro deseo se activa y se aglomera con el deseo de los demás. La acumulación del deseo determina la necesidad de la guerra y el hambre para palear el deseo de los indeseables. El planeta no soporta más semejante sistema de consenso por la fuerza.
Yev: En el mismo sentido que lo planteás, lo hizo Lawrence Lessig en The Nation en un artículo titulado «How to Get Our Democracy Back», y cuya bajada es «If You Want Change, You Have to Change Congress». Se apiolaron que el congreso que tienen no es otra cosa que un conjunto de lobbystas encargados de recaudar. Como nuestro nuevo congreso.
De lectura recomendada, a mi entender.
http://www.thenation.com/doc/20100222/lessig
No sé si ésto ya se ha dicho en la discusión, pero no cuesta mucho imaginar que lo que triunfa siempre en USA no son los demócratas ni los republicanos, sino el stau-quo de sus mandantes, del verdadero poder en las sombras, que es el CFR.
Bajo esa sigla (Council on Foreign Relations) se agrupa el poder real, el poder fáctico. El complejo militar industrial, los grandes laboratorios, el de las aseguradoras médicas, el petroleo, el poder financiero, los mainstream media, todo. Todo está ahí. Y mediante «el diálogo y el consenso» logran precisamente su objetivo: el statu-quo. Que nada cambie, porque si algo cambia, ellos pierden. Son los que están en la cúspide de la cadena trófica. Y van a hacer lo que sea por mantenerlo.
(1) http://en.wikipedia.org/wiki/Council_on_Foreign_Relations
María, ¿no es más sencilla la explicación de que Obama hizo suyos los planes de ajuste del establishment, el salvataje financiero, la política exterior imperial y que eso le granjeó el repudio de la mayoría de la población que está sufriendo la crisis social más grande de la historia?
Espero que no les pase con Obama lo que a Chacho con De la Rúa cuando la autocrítica del Chacho fue «confundí a un conservador con un progresista», creo que estas fueron sus palabras, sin ponerse colorado.
No se puede convencer a la gente que se suicide para que el sistema viva por más palabras progresistas que se usen. Lo que se trata ahora es sacrificar al sistema, reemplazarlo por otro, para que la gente viva. Los grandes líderes hacen esto último no lo primero recubierto con fraseología progre. Por eso pagan los costos que hay que pagar aguantando el odio acérrimo y complots de la oligarquía, y el pueblo los votó varias veces por varios años (FDR, no desperdició todo su capital político en unos meses), si no los matan (Lincloln, JFK).
No me lo imagino a FDR escuchando con una oreja a Larry S. y con la otra a Geithner, o poniendo a gente como Orzag a cargo de los presupuestos, o designando comités de expertos para congelar y reducir presupuestos, o concurriendo a cumbres financieras en Londres (en 1933 FDR mandó una carta a la cumbre en GB diciendo algo así como a él le importan más los problemas de los ciudadanos de USA que las paridades entre el U$S, el franco y la libra). La verdad que FDR era todo lo contrario de esto.
Esto es como en Shakespeare, no se puede simular ser cuando uno eligió no ser, por más empeño progresista que pongas. Hay que elegir y bancarse lo que venga, sino no das con la estatura de lider, la darás con la de personaje de opinión pública.
La cuestión es que confrontar o consensuar en algún momento pasan a ser acciones concretas. Y ahí se complica la cosa. Los hábitos crecientemente absurdos del Senado hacen muy difícil confrontar eficazmente: no sólo luchas contra una oposición obstruccionista, no sólo luchas contra miembros de tu propio partido timidos y muy posiblemente corruptos, luchas contra el interés de todos los senadores de mantener ese mismo sistema de votación funcionando dado que maximiza el poder de chantaje de cada uno de ellos.
¿Era posible generar más presión pública sobre el Senado? Si, pero no hay mucha razón para creer que funcionara, porque la presión que verdaderamente importa es la amenaza de que pierdan el puesto y diversos factores hacen muy dificil llevarlo a la práctica. ¿Que presión se le puede hacer a la basura de Lieberman, por ejemplo?
Para Bush fue posible llevar a cabo exitosamente una estrategia muy confrontativa por tres razones: la bancada del GOP es MUCHO más disciplinada, las iniciativas de Bush o no dependían del Congreso (como las guerras) o eran recortes de impuestos y la popularidad inusitada post 11/S.
Consensuar es igualmente dificil: no hay ningún interés en la oposición en llegar a un acuerdo de ningún tipo, punto. La idea es obstruir todo y no importa el contenido de las propuestas. Es una estrategia bastante buena, porque los ciudadanos tienden a culpar más al Ejecutivo por lo que anda mal que al Congreso.
En última instancia confrontar/consensuar son complementarios, no opuestos. En una negociación (que eso es cualquier proceso legislativo) se confronta y se consensúa durante todo el proceso.
Si Obama cometió un error (y cometió varios) fue negociar mal. Las propuestas iniciales fueron invariablemente demasiado tímidas, lo que hizo que la inevitable devaluación durante la negociación las debilitara tanto que su utilidad resultara cuestionable. El paquete de estimulo es un ejemplo perfecto. ¿Fué útil? Si, pero no lo suficiente y ya no se puede aprobar otro.
Y permitió una y otra vez, que lo chantajearan sin tomar nunca represalias (que Lieberman todavía presida un comité es un escándalo) con el resultado de que esa actividad se ha convertido casi en un deporte en el Senado.
Honestamente, la veo difícil para Obama. No me sorprendería nada un triunfo de Palin en el 2012.
Es cierto que Clinton «triunfó» después de un inicio difícil, pero fue al costo de no aprobar nada demasiado importante y eran otros tiempos económicos, además. Con un desempleo probable del 9 o 10% en el 2012, me parece que la tiene muy complicada.
María, tu artículo canta truco abriendo una discusión, en la que nos podríamos quedar 6 meses revoleando calzones. Voy con lo mío: mirando a Obama en su encrucijada no puedo sustraerme (es infantil en política) de analizar sus escenarios desde la perspectiva del sujeto. (Tara de mi parte: mea culpa). Primer afroamericano en llegar a la Casa Blanca, no deja claro un perfil de conciencia del clase o racial, como referente de la minoría étnica que representa. En “El libro de la Selva” (de la siempre ideológica meca del arte chatarra) la peli prefe de mi nena, hay un personaje: el rey de los monos que es un mono loco que quiere robar el fuego para poseer el secreto de los hombres, y ser como ellos. El mono de Disney canta jazz. Con voz que imita la ronquera de Satchmo se presenta al mundo repitiendo: “yo quiero ser como tu”: metáfora siniestra. Vecino de un barrio de negros ilustres, profesionales recibidos en prestigiosas universidades, la llegada de Obama a la Casa Blanca: ¿Marca la aceptación por parte del poder de esa minoría étnica, o el milagro americano de un hombre negro que consigue la hazaña de “ser como tu”? No veo aceptación sino supresión de la diferencia. Ergo: estoy en la encrucijada como protagonista de grandes transformaciones; el modelo de rentabilidad financiera: en proceso de implosión; sectores de la sociedad reclaman cambios y tengo el timón en la mano pero me asalta el dilema, de que yo no sé quien soy. Revisando las encrucijadas argentinas en que la izquierda consensuó (y no confrontó) licuando capacidad de transformación, deberíamos remontarnos a la ley de vientres. Los jóvenes del “mayo argentino”, imitaban ideas de París. La revolución francesa traía un concepto de hombre incompatible con el esclavismo pero abolir la esclavitud era complicado. Por no confrontar con nuestra aristocracia ellos optaron por el consenso: la ley de vientres. Su temerosidad no puede escindirse de una crisis de subjetividad: su propia pertenencia a las clases sociales usufructuarias de la esclavitud, en contradicción con las bases ideológicas pretendidas por su acción política. A partir de allí, la izquierda se perdería en sus encrucijadas. Alfonsín en el 83 (petición de principio indigesta como la tuya con Obama) Chacho Álvarez en el 99. Las oportunidades perdidas responden a contradicciones identitarias. Bolivia no evidencia tal crisis de identidad en la subjetividad del poder político emergente y Venezuela tampoco: por eso hay transformación. En paralelo a las oportunidades perdidas, tuvimos al peronismo con su maravilloso aglutinamiento de la clase trabajadora a partir de un sentimiento de conciencia de clase. Pero el peronismo no redondeó esas transformaciones sociales por que no se basa en un pensamiento de izquierda. Perón no creía en la lucha de clases sino en un pacto de clases. La alianza entre sindicatos y empresarios para plasmar un modelo de productividad industrial. Keynesiano. Mil veces mejor que “el granero del mundo” o que el posterior modelo de rentabilidad financiera pero desprovisto del concepto de lucha de clases. La renuncia de la lucha de clases, llevaría a Perón a las Cañoneras. Varada en ese atolladero quedó la izquierda argentina durante los últimos 50 años. Cuando los Kirchner llegan a su encrucijada, buscan el consenso: son peronistas y creen en un pacto de clases. Pero nuestra aristocracia escupe sobre ese pacto ahora igual que antes y los Kirchner entienden que de su atolladero (igual que del de Obama) sólo se sale por izquierda, plasmando transformaciones que antes de la 125 no aparecían en su ideario. Aquí es donde abandono todo análisis desde la perspectiva del sujeto. Si ellos plasman transformaciones sociales de nuestro ideario de izquierda, su subjetividad es anecdótica: debemos apoyarlos. Coincido con vos en las ventajas de la confrontación. Pero para salvar nuestra crisis de subjetividad debemos desprendernos de la mirada eurocéntrica de nuestros autores predilectos. “Populismo” es categoría de su idea prolijita de mundo, absurda en nuestra condición latinoamericana. Debemos plantarnos diciendo: este sudaca es un negro que no quiere ser como tu. Sin importarnos 5 pepinos, calificar en la categoría boluda, de lo que ellos llaman populismo.
no está mal
sin embargo,»yo no soy como tú», no nos dice quiénes somos, claro…
Es cierto Manu. No resuelve quienes somos. Aunque saber quienes no queremos ser ya es algo.
No soy un politólogo y, para peor, mi opinión no es imparcial. Vivo hace 20 años en USA y milito en el Partido Demócrata. Lo sigo a Obama desde hace 5 años (desde su discurso en la convención demócrata presentando a John Kerry y trabajé en su campaña presidencial (nada heroico: ensobrando brochures, tocando timbres y haciendo llamadas telefónicas). Como Paul Krugman dice, vimos en Obama lo que quisimos ver y Obama es más conservador de lo que nos gustaría. Pero también es un tipo muy inteligente y muy ambicioso. Está cometiendo errores y lo sabe pero siempre aprendió de ellos y nunca en su vida los repitió. Si ustedes quieren, su primer año fue bastante desastroso pero estoy seguro que sabrá sacarle el jugo a sus metidas de pata. El 25 de febrero ha citado a una especie de asamblea parlamentaria informal en Blair House (edificio ejecutivo frente a la Casa Blanca) para que los congresistas republicanos lleven sus proyectos de Seguro de Salud, ya que no les gustan los de los demócratas. Obama presidirá y -esto es lo importante- la reunión se televisará a todo el país. No se oculta que lo que se propone el Presidente es mostrarle al país que los republicanos no tienen ningún proyecto y que sólo buscan obstruir.
Obama sabe que si no baja el desempleo y saca las tropas de Irak sus posibilidades en 2012 son nulas. Y él ya dijo que NO será el segundo Jimmy Carter. Y eso sí se lo creo.
asique segun el autor, el partido democrata es «algo asi como la izquierda democratica en eeuu».
jaja.
no, no acepto esa premisa, es ridiculo partir de eso, reformula y volve con otro cuento.
Lo aceptes o no lo aceptes, es lo que hay. A la izquierda de gente como Barbara Boxer o Barney Frank o Russ Feingold está, como diría el doctor Kirchner, la pared.
aunque es superficial,no esta demas lo que voy a agregar a lo tan sabiamente comentado,Si se reconoce que detras de los gobiernos existe un poder economico oculto pero determinante,y en un mundo de imagenes,el triunfo de Obama es la imposicion de una fugura etnica e intelectual a la opinion publica de EEUU e internacional que parece defender los intereses mayoritarios,pero que en el fondo es manejada por las corporaciones.
Isabel.
Antes de que se completara la nómina de funcionarios del Presidente Obama, circulaban estos grupos y personas. No sé cuantos en defintiva resultaron nombrados, puede que Eddie nos pueda ayudar, pero la inserto en relacióna los que vos decis.-
Los miembros de poderosos «think tanks» (notablemente, el CFR – Council on Foreign Relations y el recientemente formado Center for American Progress.- Ex-funcionarios de la administración de Bill Clinton que hemos marcado en marrón (por ejemplo, en el área de Economía, ya que los funcionarios que indicamos fueron los arquitectos de la desregulación irresponsable del sector financiero y bancario en los años 90 (Era Clinton) que condujo al actual colapso del sistema financiero).
Axelrod, David – Asesor de Alto Rango del presidente Obama – consultor político – periodista del diario The Chicago Tribune –
Barnes, Melody – Jefa del Consejo de Políticas Internas de la Casa Blanca – Center American Progress
Biden, Joseph Vice-presidente – Senador (partido democrata) por el estado de Delaware (entre 1979 y 2008) – Miembro de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Senado – Ex presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.-Browner, Carol – Coordinadora en Asuntos de Energía y Clima; Ex-directora de la Agencia de Protección del Medioambiente bajo Bill Clinton
Brzezinski, Zbigniew – Asesor en Política Exterior – Miembro del Centro CSIS (Universidad de Georgetown) – Director del CFR y de la Trilateral Commission Clinton, Hillary Rodham – Secretaria de Estado – Esposa del ex-presidente Bill Clinton – Ex-senadora (Partido Demócrata) por el Estado de Nueva York -Vinculada al CFR, Trilateral y Conferencia Bilderberg a través de su esposo
Craig, Gregory B – Asesor de la Casa Blanca – Ex-director de planeamiento de políticas en el Depto de Estado (Clinton); Abogado personal de Bill Clinton.-Daschl, Thomas Andrew – Secretario de Salud y Servicios Sociales – Ex Senador líder del bloque mayoritario, Dakota del Sur – Ex directivo de CitiCorp; colaborador de Robert Rubin Asesor en asuntos económicos – (ex-secretario del tesoro de Clinton) – Miembro del CFR y Conferencia Bilderberg.-Emanuel, Rahm – Jefe de Gabinete – Representante (Partido Demócrata) por el estado de Illinois desde 2002 – Director de Freddie Mac; Asesor del gobierno de Clinton; vinculado al banco Wasserstein Perella (miembros de la Trilateral);
Froman, Michael BG – Asesor – Operador de Robert Rubin; asistente de Obama en la identificación de colaboradores para si equipo; Miembro del CFR.-Furman, Jason – Asesor. Alto asesor de Lawrence Summers (Clinton)- London School of Economics
Gates, Robert M -.-Secretario de Defensa – Republicano – Gates fue nombrado en el puesto por el ex-presidente George W Bush en 2006 en reemplazo de Donald Rumsfeld, y ha sido confirmado en su cargo por Obama – Ex-director de la CIA bajo la presidencia de George H W Bush – Fue co-presidente del equipo de tareas del CFR junto a Zbigniew Brzezinski – Involucrado en el escándalo Irán-Contras (años 80 bajo la presidencia de Ronald Reagan -George Bush (padre) – CFR, Bilderberg
Geithner Timothy F – Secretario de Tesoro – Presidente desde 2003 del poderoso Federal Reserva Bank of New York – Uno de los arquitectos en el «plan de salvatajes» del 2008 junto a Bernard Bernanke (Banco de la Reserva Federal – CFR), Henry Paulson (Secretario del Tesoro – CFR) – Trabajó en la Administración de Bill Clinton en los salvatajes de México, Indonesia, Corea, Brasil, Tailandia, a las ordenes del entonces sub-secretario del tesoro Lawrence Summers – Fue presentado a Obama por Robert Rubin y Lawrence Summers – Ex. Director del Depto. de Desarrollo y Revisión de Políticas del FMI – Fondo Monetario Internacional 2001/03 – Ex-directivo de la consultora Kissinger Associates de Henry Kissinger – Miembro del «Grupo de los Treinta» Sus mentores son Lawrence Summers y Robert Rubin. CFR, TC, Bilderberg
Holder, Eric – Ministro de Justicia – Fue quien coordinó el indulto por Clinton del mafioso Marc Rich cuando era sub-Secretario de Justicia bajo Janet Reno (presidencia de Bill Clinton)
Jones James LA – Gral. 4 Estrellas del Ejército de EE.UU. – Asesor de Seguridad Nacional (NSA – National Security Agency) – Ex-Comandante Supremo de las Fuerzas de la OTAN – Enviado especial al Medio Oriente para asuntos de seguridad del presidente George W Bush – Miembro de los directorios de Chevron (petrolera) y Boeing (aeroespacial, contratista del Depto de Defensa)Miembro del Institute for International Affairs (creado por el Gral. de la Fuerza Aérea Brent Scowcroft, ex asesor de seguridad nacional de George Bush, padre) junto con Zbigniew Brzezinski, Bobby Ray Inman (ex director de la CIA), Henry Kissinger y John Deutch (director de la CIA bajo Bill Clinton) Miembro del CFR, TC, Bilderberg
Lippert Mark W – Jefe de Gabinete del Consejo de Seguridad Nacional – CFR
Napolitano, Janet – Secretaria de Seguridad Doméstica (Department of Homeland Security) – Ex- ministra justicia del estado de Arizona – CFR TC
Orszag, Peter R – Director de Presupuesto (Office of Management and Budget) – Parte del equipo Lawrence Summers – Asesor económico de Clinton.
Panetta, Leon – Director de la CIA – Ex- Jefe de Gabinete de Bill Clinton –
Pfeiffer, Daniel – Sub Director de Comercio – Vocero del vicepresidente Al Gore (Clinton) – Su esposa, Sarah Feinberg, es asistente de alto rango de Rahm Emmanuel.
Podesta, John – Asesor de alto rango de Obama – Asesor durante la presidencia de Clinton – Fundador en 2003 del Center for American Progress –
Power, Samantha – Asesora en Políticas Públicas – Esposa de Cass Sunstein (director de la Oficina de Información y Asuntos Reglamentarios)
Reed, Jack – Senador Demócrata, Rhode Island (CFR)
Rice, Susan – Representante Permanente (embajadora) ante las Naciones Unidas (cargo que Obama eleva a nivel del gabinete) – Miembro del Consejo Nacional de Seguridad bajo el ex-presidente Bill Clinton – Secretaria Adjunta de Estado para Asuntos Africanos (Clinton) – Miembro del CFR, del Brookings Institution; y del Aspen Strategy Group junto a miembros del CFR y trilateral como Richard Armitage, el Gral. Brent Scowcroft, and Madeleine Albright).
Richardson, Bill – Secretario de Comercio (no ha sido confirmado) – Clintonita – Ex-miembro de la consultora Kissinger Associates, CFR
Rubin, Robert – Asesor Presidencial – Alto ejecutivo de Citigroup, ExCEO de Goldman Sachs, Fundador del Hamilton Project, ex-secretario del tesoro de Bill Clinton – CFR
Shinseki, Erick – General 4 Estrellas – Secretario de Asuntos de Veteranos de Guerra – CFR
Summers, Lawrence – Presidente del Consejo Económico Nacional (National Economic Council) – Ex-secretario del tesoro (Bill Clinton) 99-01 – Ex-economista en jefe del Banco Mundial – Ex-presidente de la Universidad de Harvard – Miembro del equipo de Robert Rubin – Miembro del CFR, Trilateral, Bilderberg, Brookings (drctr)
Sunstein, Cass – Oficina de Información y Asuntos Reglamentarios (Office of Information and Regulatory Affaire) – Esposo de Samantha Power (Asesora en Políticas Públicas)
Sutphen, Mona – Sub-Jefe de Gabinete – Directora Ejecutiva de Stonebridge Internacional – Miembro del Consejo Nacional de seguridad (Clinton) – Miembro del CFR
Volcker Paul – Presidente de la Junta Asesora de Recuperación Económica del presidente Obama – Ex-Gobernador del Banco de la Reserva Federal (entre 1979 y 1987 – Carter / Reagan) Miembro del «Grupo de los 30» – Presidente del Banco Rothschild Wolfensohn Company, fuertemente vinculado a la familia Rockefeller – CFR; Director Norte America de la Trilateral, Bilderberger.
Saludos.-
Isabel: Claro que detrás de los gobiernos hay poderes económicos y siempre ha sido así, en esta parte del mundo por lo menos. No están ocultos, eso sí, sino que trabajan a la luz del día. Pero, como digo, son poderes, así en plural y no en singular como lo pones vos. Hay corporaciones pero no trabajan en unísono porque no a todas les conviene lo mismo sino que sus intereses chocan todo el tiempo entre sí. No hay buenas y malas sino más o menos exitosas. Y los partidos políticos representan esos intereses contrapuestos. Obama no es una imagen para engañar ingenuos sino que su Administración representa ciertos intereses opuestos a los representados por los Republicanos. Los militantes «progres» no ignoramos eso sino que tratamos de impulsar ciertas medidas que creemos mejores, más humanas y decentes, trabajando dentro del Partido Demócrata porque sabemos que esos cambios favorecen también cierto intereses con cuyo apoyo podemos contar al menos para alcanzar ciertos objetivos puntuales. Te tiro un ejemplo: a la industria farmacéutica le conviene el Seguro Universal de Salud, a las financieras dueñas de las aseguradoras, no (en realidad, las deja fuera de un negocio de miles de millones de dólares). Y de eso se trata. No hay una conspiración de poderes ocultos que manejan títeres. Hay un sistema despiadado donde todos quieren derrotar a todos, con esporádicas treguas y temporarias alianzas. Ese sistema se llama capitalismo. Y es lo que hay aquí, en USA.
En su primer año Obama fue De la Rúa, aplicó el manual que le pidieron que aplique. Frente al modesto resultado está tratando de ser Kirchner, pero perdió demasiado tiempo para lograr hacerlo fácilmente.
Teniendo a gran parte de los medios en contra, a los republicanos oliendo sangre y a su propia tropa dubitativa debería olvidarse del consenso y hacer populismo a mansalva para intentar dar vuelta la opinión pública a su favor. FDR lo logró, aunque en aquel entonces Fox News no existía.
eddie-matt-marmadulde:he leido sus replicas,que para mi no son tale,pues»lo cortes no quita lo valiente»,es decir no hay contradiccion entre lo que Uds.señalan y lo mio.Para Uds.el gobierno economico es mas directo;para mi los politicos dicen estar en otro plano(aunque escondan su dependencia).Lo que rescato y concedo es que en la etapa capitalista actual el mandato del mercado es cada dia mas descarado e inhumano.
Excelente, María. No tengo mas que agregar porque es practicamente lo que vengo pensando hace ya unas cuantas semanas mientras sigo este «debate» entre democratas y republicanos.
Al principio Obama había solicitado que los propios congresistas formen una comisión y surja una ley de ese consenso. Pasaron los meses y no paso nada, creo que desde que asumio hasta Octubre 2009 no tuvo noticias.
Ahi salio el con el proyecto de ley, que fue debatido en sus comisiones y no obtenia los votos, muchos democratas tambien se negaban.
En la ultima apertura del congreso Obama le pidio a los congresistas democratas basicamente que se pongan las pilas.
Hace poco decidio sacar la opción publica de la ley y siguen los debates.
Veo en nuestro pais una oposición que siempre se nego, que no solo no quería debatir aunque lo solicite como lo hace actualmente sino que tenia una idea de pais completamente diferente, entonces, que espacio hay aca para un Kirchner que de espacio a consensuar con una oposición que se niega? Que hubiera pasado si Kirchner hubiera tomado ese modo? Hoy creo que seguiría la charla de las AFJP y de muchas otras cosas.
En fin, excelente tu reflexión.
Saludos!