La maratón del proyecto emancipador

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Las elecciones de junio ofrecieron evidencia de que las posibilidades de impulsar una agenda política de izquierda, democrática y popular no están limitadas, como han venido postulando algunos intelectuales, al éxito electoral del Frente para la Victoria.

Ello era evidente desde antes de las elecciones, si se miraban las realidades políticas de las provincias, donde es imposible encontrar gobiernos que compartan esa franquicia y que tengan una agenda de gobierno que se pueda ubicar en ese cuadrante.

Sin embargo, a nivel nacional, después del naufragio del Frepaso y del giro a la derecha del ARI- /Coalición Cívica, los resultados electorales de las alternativas a la izquierda de los partidos tradicionales eran demasiado modestos y justificaban la resignación de algunos, que sólo veían eficaz la asociación con candidaturas taquilleras, dejando en segundo plano la consistencia programática.

Aquellos que han buscado este tipo de socios se enfrentan hoy al fin del ciclo kirchnerista dentro del PJ y a la total ausencia de reglas para decidir la orientación del Acuerdo Cívico y Social, lo que desperfila a nivel nacional al PS y al GEN. Las muestras de que hay vida fuera de la órbita de los partidos tradicionales no vienen sólo de los buenos resultados de Proyecto Sur en Capital, Río Negro y Santa Fe, del Nuevo Encuentro de Sabbatella y De Gennaro en la provincia de Buenos Aires y de la Unión de los Neuquinos, sino también de la solvencia que ha demostrado el PS de Binner en hegemonizar una alianza variopinta en su provincia.

Más significativamente aún, vienen de un análisis desapasionado de la curva de evolución que tuvo el Frepaso entre 1991 y 1997, que demuestra nítidamente la disponibilidad de la ciudadanía a decidir una opción sin apegarse a identidades políticas que están en declive independientemente de cuánto se bata el parche en su nombre y de cuánto provecho (decreciente) se pueda sacar todavía de ellas.

El actual gobierno justicialista no sólo ha puesto en práctica algunas políticas de izquierda, sino que ha elegido hacer eje discursivo en éstas. Así, a pesar de la ausencia de políticas consistentes de redistribución del ingreso (que sí se ha producido por goteo) o de universalización de las políticas sociales, de la opacidad de los subsidios a grupos concentrados y de tantos otros aspectos que no es legítimo asociar con una visión de izquierda, las gestiones que se han sucedido desde 2003 están indiscutiblemente impresas con ese sello no sólo en las cabezas de quienes desde dentro de las mismas han empujado en ese sentido, sino también en las de gran parte del electorado independiente (que con sus oscilaciones decide los ciclos políticos) y del electorado de derecha. Ello plantea un desafío enorme para quien pretenda impulsar una agenda de transformación social después de que el PJ haya cambiado nuevamente de piel, no sólo en términos electorales, sino por el esfuerzo que va a requerir, en un contexto de polarización discursiva, evitar que un eventual giro a la derecha arrase con el consenso democrático sobre los derechos humanos o sobre la necesidad de un Estado presente.

En el balance de los años de la democracia, se puede razonablemente decir que las chances de éxito de una izquierda democrática y popular se cifran en la paciencia, la consistencia programática, la independencia organizativa y la vocación de gobierno.

La paciencia flaqueó cuando el Partido Intransigente y el Frepaso optaron por cortar camino hacia el gobierno, en lugar de persistir en la vocación de construir fuerza alternativa. El PI estaba lejos de su objetivo original de romper el bipartidismo, pero el Frepaso estaba muy cerca de reemplazar a la UCR como polo y de forzar una reconfiguración perdurable del sistema político.

En este último caso, se sacrificó además la consistencia programática, en aras del consenso de la convertibilidad.

En el escenario por delante, los otros dos atributos que sugerimos indispensables deberían estar en primer plano. La independencia organizativa debe expresar la convicción de que hay un proyecto emancipador trascendente cuyo despliegue requiere tiempo y cuya persecución no puede depender aleatoriamente de las variaciones del tornasol ideológico de alguno de los partidos tradicionales. La falta de un concepto de partido (que puede adoptar la forma de tal o de una federación estable) ha facilitado la cooptación individual y una proliferación de funcionarios progresistas en administraciones que se han aprovisionado así de todas las «frutillas del postre» que han deseado.

La vocación de gobierno implica la predisposición a buscar alianzas sin prejuicios, siempre que las mismas no pongan en peligro la existencia de la organización propia y que ayuden a reforzar la consistencia programática, permitiendo poner en práctica tantos elementos de ese programa como lo admitan las relaciones de fuerza y criticar honestamente a los socios de que se trate por las limitaciones que muestren.

Se requieren corredores de fondo, sin duda. ¿Los habrá?

Publicado en Miradas al Sur del 11 de octubre.

Autor de la foto.

Acerca de Puri

Licenciado en Sociología (UBA) y analista político.

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21 comentarios en «La maratón del proyecto emancipador»

  1. Muy buen post. Necesario.
    No me parece menor, de todos modos, la importancia para el éxito de ese propuesta la existencia de un eje de izquierda dentro del PJ. Suma, permite imponer una agenda legislativa, especialmente cuando la izquierda no tiene cargos ejecutivos como señalas.
    Saludos

  2. Me recuerda al ratoncito cerebro, pero eso no quita que tengan todo el derecho del mundo a hacer su experiencia.

    De hecho no comparto que asuman que tienen el copy right de la liberación, emancipacoión o de los DDHH y de los derechos sociales y civiles. Sin entrar en el debate -que creo es casi interno-, tengo que intervenir para decir que a veces cierta obsecación en ser parte del rebaño de los que «no transigen » con ser parte de alguno de los rebaños existentes suele ser funcional. Eso hay que evaluarlo también.

    Suerte chicos.

  3. Puri:
    Debo deducir de tu análisis, que estás descartando la posibilidad de responder positivamente a los mensajes que Kirchner les está enviando, para asociarlos a un nuevo transversalismo ahora orientado hacia la izquierda?
    En el blog http://www.politicamasalgomas.blogspot, Jorge D. Ferraris analiza la estrategia de Kirchner orientada a conjugar este intento.

  4. La foto es genial, sobre todo por las copitas de «champu» y por la sonrisa socarrona del compañerito Miguelito Bonasso, clara garantía de exito en todo emprendimiento politico que se precie (sobre todo se hay que lavarse las manos)

    Saludos impolutos

  5. mmmmmmmmmm…dificil q el chancho chifle…

    seguro,la gente lo q esta esperando son mas discursitos progresistas para el 2011…

    convengamos q el posicionamiento de la centroizquierda al lado de las medidas hegemonicas peronistas/kirchneristas…no ayuda mucho q digamos…

    asi como el peronismo menemista coopto las banderas de la «derecha liberal» en los 90’…(alguien se acuerda de la UCD???)…la centroizquierda fue cooptada por el peronismo kirchnerista…van a terminar igual q adelina…

    o se llenan los bolsillos en estos dos añitos q quedan (diana conti se avivo temprano)…o hacen la gran chacho alvarez…y curran con algun puestito burocratico a cargo del erario publico…otra no les queda…

    opcion de poder???…olvidate…………….

    lo siento…es lo q hay…

    en fin…

  6. Ojalá se pueda. Yo veo el Frente Amplio uruguayo con sus militantes, sus dirigentes, sus políticas, sus aciertos, sus errores (si, hasta los errores) y me da mucha envidia.

  7. Desde mi punto de vista, el análisis tiene una falla grave: supone la existencia de ciertos valores de «izuiqerda», ciertos atributos naturales y, aún más, se permite una genealogía de esa supuesta izquierda. Si queremos escapar de las concepciones politológicas mas manualuescas, deberíamos pensar a los campos «izquierda», «derecha», etc, desde una visión de fuerzas sociales realmente existentes en una sociedad y no en el aire, como creo que pasa en el post. En ese sentido, no fue otro si no el peronismo el agente real de una «izquierda» argentina. Del 45 en adelante. Salvo por unos pocos años en los noventa, el peronismo y su expresión política orgánica, se ubicó y representó a los sectores sociales más comprometidos con un cambio hacia la izquierda. Estoy de acuerdo en pensar siempre nuevas(mejores)recetas para la emancipación. Hacerlo sin entender cabalmente que la genealogía real de un proyecto de liberación nacional, redistribución del ingreso, o como se quiera llamar, nace y continúa (¡hasta nuestros días!)desde la cantera del peronismo es un error contra el que no hay remedio. Sin ir mas lejos, miren la foto y hagan la cuenta: la única que viene de otro lado (y no es un lado muy de «izquierda») es maría américa gonzalez. El resto fueron o son perucas. Ojo, que no estoy invalidando el intento de una experiencia pos peronista. Pero una cosa es ser «pos» y otra creer que se hereda al PI.

  8. Una interesante estructura opositora, para marchar tomados de los brazos por Av. de Mayo cuando la derecha depredadora vuelva a desguazar lo que logramos en estos años. Y para declamar el en Congreso dando puñetazos en la banca, pero perdiendo todas las votaciones.
    Varios desconstructores de alternativas populares, un hombre al que. Kirchner le regaló dos veces la banca porque le gustaba como escribe…del grupo me qudo con Macaluse y MA González, que no son precisamente los que le dan la tónica.
    La defensa del interés popular es ahora, y desde adentro del gobierno, y no desde afuera cuando objetuvamente los declamadores hayan contribuido a la restauración oligárquica.
    Paso.

    1. Absolutamente.
      Me parece sinceramente un disparate querer jugar por izquierda del oficialismo cuándo la sociedad va por derecha. En lugar de aceptar el guiño oficialista de ir armando una alternativa progresista mas o menos unificada con eje peronista, los muchachos tratan de crear alternativas, dejándoles 4 añitos mínimo a De Narváez, Macri, Duhalde y Cobos.
      Realmente no estoy de acuerdo con el posteo de Puri, me parece una lectura poco realista de los hechos.
      Salutes.

    2. Efectivamente, una excelente estructura para cuando el PJ vendido y traidor vuelva a hacer como en los `90 y represente a lo peor del liberalismo. Para entonces, cuando Kirchner sea un recuerdo y la caja la manejen «Papá Porro» Duhalde, el PJ «disidente» (que para ese entonces será el «oficial»), el PJ «ortodoxo» sindical y los gobernaitors de provincia y de los partidos del Gran Bs As-.
      Para entonces se puede tener algo armado como para resistir en varias provincias, en vez de verla pasar por haberse quedado (en)roscado con el pj.

  9. Bienvenida siempre la unidad cuando se trata de defender los derechos de las mayorias populares.Y hay gente que todavia no sabe lo que significa la izquierda politica…

  10. Si todos los de esa foto no apoyan un gobierno que viene haciendo transformaciones un poco mas o un poco menos estructurales, que sube la aseignacion por hijo, 8 aumentos a los jubilados, las retenciones, ley de medios, y ahora va por la de administracion financiera…entre otras tantas cosas…estos señores que se vayan a militar a Uruguay, porque en Argentina siguen pifiando…son lamentables…tienen que asumir su incapacidad y en todo caso agradecer eternamente al kirchenrismo que sus estructuras hayan crecido al menos un poco, sobre todo los de libres del sur, que no pararon de hacer caja para su orga cuando gobierno…

  11. Creo que le están errando el vizcachazo. Y me temo que en una situación de segunda vuelta más de uno va a votar a la derecha con alguna excusa.

  12. Yo quiero ver al periodo kichnerista como un estado de trancision, hacia la izquierda. Yo y todos los de la foto apoyan las medidas estructurales propuestas por el gobierno, lo que no quiere decir que apoyemos la gestion completa. La critica les tiene que servir, porque siempre tira pa la izquierda. Ojalá se logre formar algo entre los que coincidimos ideologicamente de alguna manera. Lo que si creo es que, hablando de candidatos, ni nestor ni cristina tienen que figurar… no sé, es el momento de armar algo…

    saludos

  13. Me parece sumamente necesario plantearse de una buena vez la real necesidad de contruir una alternativa por fuera del peronismo. Ya hemos visto como se van desmembrando los sectores que apuestan a hegemonizar alianzas con los peronistas. Nos paso en el PI cuando creimos que ibamos a formar una alternativa nacional y popular con la renovacion del PJ( Cafiero) y terminamos siendo forros de Menem, cuando decia que en su gobierno habia partidos de izquierda y lo nombraba al viejo Alende.Y asistimos al fin del PI. Lo que logremos construir hoy con el peronismo sera indefectiblemente fagocitado por el aparato peronista (los gordos de la CGT, los intendentes del conurbano, los gobernadores serviles al poder central) que cuando las papas queman (lease: peligran «LAS CAJAS») cantan la marchita, se reacomodan y siguen.
    Es preciso retomar la idea de un proyecto alternativo, de la mano de la CTA, Sabbatella y compañia

  14. Si,el peronismo es absorbente y una gran carpa que encierra muchas variantes,ycamaleonico,pero no veo en nuestro higado social desgraciadamente y desde hace mucho capacidad suficiente como para engendrar globulos rojos nuevos en el campo politico para poder desprendernos de ese mpvimiento»n.y p.»Creo que es un mal mundial la atonia politica de la poblacion que cree que todo pasa por la economia solamente.

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