– La (una) versión liberal de la política indica que el Congreso es una caja de resonancia de los conflictos sociales. Uno tiene sus matices respecto a eso, pero la verdad es que no recuerdo momentos en donde esa caja haya sonado tanto. Hasta el-mensaje-de-las-urnas se hace escuchar: yo vi, la otra noche, diálogo y consenso. Al menos el diálogo y consenso realmente existente: el que implica acordar circunstancialmente en algunas cuestiones. Digan lo que digan, los 33 votos a favor fueron parte de una coalición en la que el oficialismo puso la primera minoría, pero su participación no resultaba suficiente. Y ahí entraron los 5 radicales (pocos, 5 a favor contra 12 en contra, me parece poco para el radicalismo, como me parecieron pocos los 44 diputados del FPV a favor), Cabanchik, Estenssoro, Giustiniani, Juez.
– ¡Ey, vos!, sí, sí, vos, movimiento social. Sí, vos también, organización por los derechos de algo. Aprovechá ahora que el horno está para todos los bollos. Aprovechá que la oposición necesita correr al oficialismo por algún lado. Aprovechá que el oficialismo usa banderas ajenas porque se gastó las dos o tres propias. (¿Existe todo esto?, ¿existen las banderas propias?, ¿existe «el uso político»?, ¿hacer política no es usar?, ¿importa todo eso?).
– Me quedé enganchado con lo anterior, perdón. ¿Y si lo usara, qué? Digo, ¿quién está usando a quién, en verdad?, ¿cuánto le queda al kirchnerismo?, ¿1 año, 5 años?, ¿y la ley cuánto va a durar? Otra cosa, ¿alguien piensa que esto lo capitaliza electoralmente el kirchnerismo?
– Si hubiera una página en Facebook sobre la representación política como mediación, me haría fan. El representante, valga la redundancia, vuelve a presentar una situación que de hecho ocurría afuera. Y cuando la vuelve a presentar, la modifica, mediándola: en el recibo de sueldo de un senador, más o menos debe decir eso, «honorarios de julio por mediar». Esa situación, ese debate, comenzaba a transformarse, fuera del Congreso, en una discusión entre el Gobierno y la Iglesia (y no importa por qué, ni por responsabilidad de quién). Acá disentimos con la postura liberal: el Congreso es más que una caja de resonancia. En todo caso, elige los sonidos que quiere replicar. Nuevamente, la coalición construida alrededor de este tema superó ampliamente el clivaje kirchnerismo-antikirchnerismo. Punto para la enorme inteligencia política, de la que habrá que escribir, de las organizaciones de gays y lesbianas.
– Políticamente, el gran mérito de las organizaciones fue haber desplazado la discusión de la cuestión material de la adopción para pasar a una discusión simbólica, sobre la igualdad del acceso a los derechos. Ahí las organizaciones jugaron all-in: entendieron que no se llega hasta ahí para conseguir la de mínima. Y ganaron.
(Autora de la foto).
¿Por qué “La sesión”?
Me parece que es muy poco lo del radicalismo en general. Viendo la tradición de ese partido, es poquísimo. Y me parece también poco los votos del oficialismo (pj kirchnerista), pero viendo la base y la tradición política del peronismo, no me parecen pocos los votos a favor. Yo creo que en este caso los progresismos de cada partido dieron su apoyo, y por suerte el radicalismo que apoyó la ley no cayó en su propia trampa de querer cambiar artículos. ¿alguien escuchó bien los argumentos de la oposición? Eran de terror. Por suerte se aprobó de una y no se quiso quedar bien con dios y querer reformar cuestiones intrascendentes. En este caso, creo que no se puede hacer consenso que alguien que piensa que el beneficiario de la ley es un enfermo o un degenerado.
Bien por el último punto. Al Congreso le venía comiendo los talones la CSJ por obra y mérito de la Federación LGBT.
Y bien por el laburo realizado por el oficialismo: claramente tenía más para perder si no se aprobaba que para ganar ahora que se aprobó.
No entiendo.
Le asignás (no se con qué fundamento) una consigna al liberalismo: «El congreso es una caja de resonancia»; después decís que no compartis la misma; y finalmente, terminás adhiriendo a algo muy parecido.
1. Fuente del Parlamento como caja de resonancia de la sociedad civil: Habermas.
2. No comparto la metáfora. Cuando vos tocás una tecla de un piano, la caja de resonancia la amplifica, se oye más fuerte. Y nada más.
3. Adhiero a algo parecido pero no tanto: cuando la sociedad civil toca una tecla, «la caja de resonancia» en verdad la modifica. Por (y para) eso, no hay mandato imperativo.
Tu lección de acústica es interesante, pero su aplicación a la política es forzada. O poco trascendente. Bah, en mi opinión.
Pero la metáfora acústica no la inventé yo, la trajo Habermas, mandale un mail a él. Lo que me importa, en todo caso, es que las demandas se procesan por el Congreso, no es que salen como vienen de afuera.
Tomás, no la dejes picando así, que alguien te va a pedir la dirección de mail de Habermas..
Que lindo post. Me parece que hay que distinguir la lectura del corto plazo de la del largo. En el corto plazo, cualquiera sea el lenguaje que se use, hay una victoria del oficialismo. Aunque el proyecto fuera de otro bloque. Fue el oficialismo el que puso la cara, el que dividio a todos los bloques, el que salio a confrontar con la iglesia, el que se llevo a dos legisladores que votaban en contra, el que convencio de «otras formas» a los «indecisos». Era el que perdia si no salia. Por eso los porotos se los lleva merecidamente Kirchner. Y por eso La Nacion le sale a reprochar a Bergoglio la derrota. Exitistas somos todos…
En el largo plazo coincido con la lectura que las leyes quedan. Lincoln soborno legisladores para sacar la 13ra enmienda pero lo seguimos recordando como el que abolio la esclavitud. En lo que no coincido es en la parte que tiene que ver con la sociedad civil porque guste o no, los que estaban en contra tambien son parte, creo, de la sociedad civil. En todo caso, es la «conciencia colectiva» de la caja de resonancia la que resuelve despues de haber oido a las partes. Lindo post.
Tomás:
Escribes: ¿alguien piensa que esto lo capitaliza electoralmente el kirchnerismo?
Bueno,me parece que el gobierno así lo piensa, puesto que ese proyecto nunca estuvo en sus convicciones ni en sus planes, y sino ¿porqué se mandó rechazar el que, creo que en el 2007, había presentado Vilma Ibarra o se criticó malamente a Macri cuando lanzó la idea del matrimonio el año pasado? Y si también se buscó quitarle poder a la Iglesia, se lo hace con fines electorales.- Ahora que lo capitalice electoralmente es otra cosa, no sólo por el tiempo que falta para el 2011, sino también porque probablemente se producirán numerosos acontecimientos también de peso hasta esa fecha.- Pero además se ignora cuántos votantes gay existen en nuestra sociedad y dentro de ellos, dejando de lado los pocos que se movilizan, no se puede saber si realmente le interesa la ley y si con eso sólo basta para asegurar su voto.-
Como provinciano observo que esa «caja de resonancia» que puede a veces ser el Congreso de la Nación, no lo es con relación a este tema, bastante lejos de las preocupaciones mayoritarias, y en todo caso fueron las movilizaciones en contra las más numerosas, pero Dios atiende en Buenos Aires, ¿no?, aunque en este caso para algunos parecería que hubiese sido el diablo.-
Saludos.-
Bueno si el Gobierno piensa que con cosas así gana elecciones y la sociedad se sigue dando derechos…win-win, ¿no?
Lo del cajoneo al proyecto de Ibarra es verdad, pero ¿de dónde sacan que el gobierno criticó a Macri por aceptar —no apoyar, él simplemente aceptó el hecho consumado y no quiso apelar el fallo— el matrimonio igualitario? No chicaneo, pregunto en serio. Sinceramente no recuerdo que los Kirchner hayan dicho nada, ni a favor ni en contra, cuando Alex y José María se casaron a fines del año pasado.
Martín L:
Cuando Macri no instruyó al fiscal para apelar el fallo, aparecieron en Buenos Aires carteles suscritos por «La Cámpora», que decían «Votaste a Macri para esto» y mostraba dos gay besándose.-
Es cierto, nunca los K se habían expresamente referido a este tema, hasta el tratamiento del proyecto en diputados.
Saludos.-
Había leído sobre esos carteles, pero no sabía que fueran de la Cámpora. Igual, más que una oposición total al matrimonio igualitario, me parece que fueron un intento torpemente maquiavélico de hacerle perder votos por derecha al macrismo.
No sé si son de La Cámpora, eh.
recuerden tambien que el anses entrego hace tiempo ya la primera pension graciable a un viudo homo, y ademas por un lado se dice que se discutio a los apurones y que no habia ninguna urgencia y por el otro te dicen que que es sospechoso que no se haya hecho antes? si kirchner no apoya es porque es de derecha y se apoya es porque quiere enfrentarse a la iglesia en un «falso progresismo», a mi dejame que analice los hechos, cuando mis hijos estudien historia los discursos momentanemos no estaran escritos, y el hecho de si es o no es progesismo hay que verlo 10 años mas adelante, no ahora.
si el gobierno es «progresista»y el reconocimiento del matrimonio entre homosexuales significa un progreso,esta claro que no solo «gano»el gobierno sino una sociedad que apunte a la libertad.
Isabel:
el gobierno es progresista, y dará batalla en las confrontaciones que evalúe que puede ganar, a las otras intentará ponerle paños fríos hasta que cambie la relación de fuerzas. Pero eso es la política,¿o no?
Acerca de capitalizar políticamente o no el resultado de una ley como la del Matrimonio entre personas del mismo sexo: ¿Alguien puede pensar seriamente que a un gerente gay de Monsanto -por poner un ejemplo nomás- que odia a la «grasada» esta ley lo va a acercar al kirchnerismo?. Se trata lo identitario olvidándose de la contradicción princial; el partido Republicano de los EEUU -representante de la Moral Mayority, los fachos del Tea Party, la Rand, de los afiliados a la Asociación Nacional del Rifle y cuánto supremacista blanco ande rondando por ahí- esta lleno -y no paradójicamente- de gays y lesbianas, porque lo identitario no tiene nada que ver con la pertenencia de clase y sus consecuentes decisiones políticas, que es la contradicción principal.
Sería bueno que «La Cámpora» ( si alguno lee o participa acá) se refiera al cartel citado mas arriba por Daio. Ya sea ratificando o rectificando la autoría o realizando autocrítica o no. ¿De alguna manera la mística de la tendencia los lleva a reivindicar sus raices del Nacionalismo Católico?
Yo no soy de La Cámpora, pero aporto esto.
Me acuerdo de los carteles, no así que hayan estado firmados por La Cámpora. En las imagenes que encontré en Google con esa leyenda, no aparecen carteles firmados por La Cámpora:
http://2.bp.blogspot.com/_Sud9MHBN8y4/SwtDtAsQKuI/AAAAAAAADeQ/xTXD3Wq8mJU/s1600/macrigay.jpg
Carteles que hay que repudiar no sólo por el mensaje sino por decir «votastessssss».
Acá: http://www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=33497
…una nota de Sietecase hablando de esos carteles y diciendo que nadie se atribuyó autoría, con lo cual resultaría raro que hayan salido firmados por La Cámpora. Capaz Daio se refiere a otros carteles. No sé, estaría bueno aclararlo.
Tomás:
Ese es el cartel al que me refería. Leí en su momento que se lo atribuía/atribuyeron a «La Cámpora», probablemente porque cualquier cosa que decía/hacía Macri enseguida encontraban su réplica en esa organización.-
Voy a seguir buscando, aunque mi idea era destacar que antes no había existido interés oficial en tratar ese tema.-
Saludos.-
Yo concedo que antes no había existido interés en el tema, al menos no como para tratarlo legislativamente.
Pero tampoco me parece correcto atribuirle algo a una organización, sin tener algún dato. Saludos.