Un reclamo oriental

ruedas

Son las 9 de la mañana de un sábado sobre un charco de una estación de servicio de Cabildo y General Paz. No estamos acá para hablar de política: esperamos un auto que nos lleve a Mercedes, en el interior bonaerense, sede de la base de operaciones de la Asociación de Amigos del Ferrocarril General Belgrano. ¿Y esos quiénes son? Se trata de un grupo de personas que desde 2002 se dedican a mantener y recuperar las vías de un ramal abandonado por el cual no circula ningún ferrocarril desde hace más de 15 años, gracias al axioma menemista de «ramal que para, ramal que cierra».

A las 9.10 nos levanta un auto; a bordo van Juan Pablo y Jorge, dos Amigos del Belgrano. Tomamos General Paz hacia el Acceso Oeste. Es un día despejadísimo, peronista. En una camioneta nos siguen el Flaco Lerke, fotógrafo, y su hijo. Al fin y al cabo no vamos a hablar de política, sino a hacer una nota.

En el camino, Juan Pablo y Jorge nos cuentan la historia del grupo. Todo comenzó un día lluvioso que había dejado a la localidad de Espora sin salida a las rutas y a las maestras sin forma de llegar a las escuelas. Víctor, un vecino de Espora, se puso a limpiar las vías del ramal G del ferrocarril Belgrano para tener un camino alternativo, viajando por las vías a bordo de las zorras.

Tres años después, casi por accidente, Víctor conoció a Andrés y a Alejandro: viajaban hacia Mercedes en otro tren que se quedó por un problema técnico. Cuando vieron el trabajo que había hecho Víctor, se propusieron darle una mano. Mientras recuperaban las vías abandonadas, se encontraron con otros grupos que venían haciendo lo mismo en localidades vecinas. Las distintas patrullas se juntaron en una en 2006 y así nacieron los Amigos del Belgrano.

Desde entonces, el grupo se dedica a sacar la basura y la maleza, reponer rieles, arreglar puentes, refaccionar estaciones. Tienen un permiso que gestionaron con el Estado, pero nadie les aporta fondos: financian todo de sus propios bolsillos. Los socios que viven cerca del ramal patrullan las vías al menos dos veces por semana. Los que habitan en Capital Federal y el Conurbano, viajan sábados y domingo para dar una mano.

Jorge está casado, tiene cinco hijos, y trabaja de lunes a viernes en una empresa metalúrgica. Pero todos los sábados se va hasta Mercedes a darle al pico y a la pala. «Para mí no es un trabajo, es un placer, vuelvo a casa y estoy descansado, relajado, es como un recreo para mí», cuenta.

Aterrizamos en la estación recuperada de Mercedes. Nos esperan Andrés, Alejandro y Víctor, el trío fundador. Nos muestran los galpones de la estación: estaban tomados por gente sin techo, a los que la Asociación ayudó a reubicarse. De esos galpones salen las zorras que usan los amigos del Belgrano para recorrer las vías recuperadas.

Unas 12 personas nos subimos a tres zorras y partimos. Cada tanto los Amigos del Belgrano paran para correr la basura de las vías o sacar la tierra de un paso a nivel con pico y pala. Cruzamos un puente de la Ruta Nacional 5. Esa autovía iba a pasar por encima de las vías del tren, dejando el ramal inutilizable hasta que los socios presentaron un recurso de amparo. La concesionaria de la autopista tuvo la obra parada dos años, pero al final lograron que se construya un puente,

Llegamos a la estación de Tomás Jofre, un pueblo ínfimo dedicado a la gastronomía, sólo accesible por un camino rural desde la Ruta 5. Y por las vías, claro. Paramos a comer asado en una parrilla. Víctor nos cuenta un poco más de la historia del grupo. Después todos cuentan su objetivo, que es dejar las vías en condiciones para que vuelva a pasar el ferrocarril. Putean a Moyano y a su alianza con el Gobierno, que le da prioridad a los camiones en lugar de a los trenes. Yo replico que eso puede ser cierto, pero elogio el rol de Moyano en la defensa del salario de los trabajadores en blanco.

Cambiamos de tema, porque no estamos ahí para hablar de política. Les pregunto cómo reciben los vecinos la posibilidad de que vuelva el ferrocarril. Lo cierto, responden, es que hay reacciones cruzadas: algunos se alegran, otros temen que con la vuelta del tren los pueblos se les llenen «de gente humilde». En efecto, cuando volvemos hacia Mercedes, un hombre que vive en una estación intermedia (el Estado alquilaba las estaciones a particulares a través del ONABE) les pone un tronco en medio de las vías. Los Amigos del Belgrano lo sacan, discuten unos minutos con el vecino, y seguimos la vuelta.

Llegamos a la estación de Mercedes y emprendemos el regreso a casa con el fotógrafo y su hijo. En el camino, por la Ruta Provincial 41, paramos en un puente que están arreglando los Amigos del Belgrano. Un camión chocó contra ese puente en 1999, cuando ya no pasaba ningún tren, y lo dejó inutilizable. Ellos lograron que el ferrocarril cobre el seguro por el accidente y ahora se dedican a repararlo para que vuelva a ser transitable.

Seguimos camino y me pongo a pensar en la forma tan particular que tienen estos tipos de reclamar al Estado. Ellos no hacen un piquete, no cortan una ruta, no marchan, no joden. Van y arreglan las vías, desmalezan, refaccionan las estaciones. Es como si le dijeran al Estado: «nosotros hacemos todo, vos nada más traenos el tren que es lo único que no podemos hacer». Y pienso en los paros de Asia, donde los trabajadores en lugar de dejar de producir, producen el doble para que el excedente de stock haga bajar los precios y le arruine la ganancia a la empresa. Los Amigos del Belgrano, como tantos otros, hacen un ‘reclamo oriental’: no le piden al Estado que haga algo, lo hacen por él hasta que decida asumir las funciones que le corresponden.

Mientras pienso todo esto, llegamos a un campamento ruralista sobre la Ruta 5, que pide, como hace un año y medio, la baja de las retenciones. El fotógrafo para la camioneta y bajamos. Les hago unas preguntas y recibo respuestas de casette, que no sirven para nada. Volvemos a subir a la camioneta, y seguimos nuestro camino. Al fin y al cabo, no vinimos a hablar de política.

Acerca de Faco

Facundo Falduto nació en Lanús durante la presidencia de Alfonsín. El destino lo llevó de chiquito a otra vida en otro lugar. Es redactor, escribiente, algo parecido a un periodista, y editor de blogs (?). Miente mucho y a veces habla en tercera persona, como ahora.

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18 comentarios en «Un reclamo oriental»

  1. Si cada uno de nosotros se dedicara aunque sea dos horas por semana a hacer política como estos muchachos (entiendo a esta como una herramienta para transformar la realidad), el país sería otra cosa.

    Muy bueno, Facu!

  2. que paradoja no,un dia peronista dice en una parte del post,y lo del «ramal que para,ramal q cierra» tambien fue muy peronista.
    se aclara que no se hablara de politica en el post,ahora me pregunto preferir «el tren bala» a el «tren para todos» no es acaso una decision POLITICA en si misma?.
    laburemos 2 horas todos por el bien del pais,eso si,yo no creo que vaya a arreglar vias,pero me anoto para limpiar los glaciares del ollin de la central de carbon que el «progresismo» esta construyendo en rio turbio.

    la verdad que hay que ser bastante «idealista» para pensar q un grupo de personas,por mas buenas intenciones y motivadas esten,hacen alguna diferencia en la destruccion de nuestra red ferroviaria,como si arreglar vias fuese soplar y hacer botellas.

    (hacen falta anestesistas en los hospitales publicos? no pasa nada,me ofrezco patrioticamente,total,lo que vale es la intencion no?)

    y el «estado intervencionista» del que tanto se jactan,donde esta en este tema si me pueden decir?

    1. Si fueras un poco más literal, gabriel, te quedarías parado toda la vida en la esquina enfrente del cartel de «Pare». Hay que aprender a leer.

  3. Muy buena Faco. Ayer, a partir de tu nota me pase casi dos horas leyendo sobre el Provincial. La historia es bien interesante, y el laburo que hacen estos chicos también.

    Te cuento, en La Plata hay un club de amigos del ferrocarril Roca, que hace un trabajo similar al que hace esta gente. Se suben a una zorra y se van hasta Magdalena o de paso van limpiando la via para mantenerla.

    No sé si es viable un tren. Tampoco sé si es socialmente deseable que vuelva el Provincial, quizás hoy tenemos otras prioridades, pero, lo que sí me quedó claro luego de leer tu nota, es que el tren Provincial no es más que el fiel reflejo de los innumerables fracasos de gestión del Estado argentino. Y ojo, no me mal interpretes, que sea un fracaso no significa que no deba tomar partido. El tren, los trenes, deben ser públicos, pero necesitamos administradores decentes.

    Saludos,

    1. Los trenes, como toda empresa estatal, fueron vaciados en su momento por las distintas gestiones, para facilitar su privatización.

      Yo tampoco sé si te recuperaría un tren, o todos los ramales. O qué utilidad tendría este ramal en particular. Para mí es mucho más urgente hacer un tendido de subtes radiocéntrico que llegue hasta el segundo cordón, pero bueno. Eso no quita que el laburo de estos pibes sea buenísimo.

  4. Buena Nota.
    muy ingenua tu visión de Moyano (para mi gusto) pero quedó muy linda la nota.
    Estoy de acuerdo con lo de los paros. Uno de mis trabajos es de docente y hoy en Santa Fe estamos de paro. Con todos los días perdidos por gripe, etc es difícil exigirles el compromiso a los adultos que aun tienen ganas de ir al secundario, cuando la única forma de protestar que se le ocurre al gremio es ausentarse de la escuela.
    Saludos

  5. Pensar en echarle la culpa a Juan o Pedro, por lo que se hizo o no, creo que ya es tarde y no tiene sentido, sabemos el desastre de las privatizaciones y el daño que causa y causó, también sabemos que en «este tema», nada se hizo, digo comparado con las grandes y justas críticas a por ejemplo Metropolitano.
    Digo esta muy bueno lo del reclamo de otra forma; creo que el piquete, el corte, por justo o no tanto, ya no cumple función pero bueno gusta mas hacer ruido que otra cosa.
    La parte triste pasa por el desastre que se practica con el ferrocarril desde hace mucho tiempo y en forma ininterrumpida.
    Si utilizáramos mas esos ramales abandonados, bajaríamos el trafico de camiones en las rutas, abarataríamos los gastos de fletes, integraríamos a los pueblos y estoy seguro que muchas cosas mas, por eso me pregunto no se pueden hacer las dos cosas mejorar el salario de los trabajadores y utilizar los trenes?, si ya se cuantos pueblos, cuanta gente y bueno algo es algo, total los ramales están, los trenes también, personal hay, que falta.
    Disculpen la redacción y un saludo.

  6. Buen día,Faco.
    Sabés?»ramal que para,ramal que cierra» y lo de los trenes es,para mi marido,mi compañero, lo peor de mene.(no puedo poner el nombre entero).Justamente hace 2 o 3 dias estuvimos hablando del tema.
    Cuando vea esta nota….se va a poner muy contento.
    Te agradezco muchísimo esta alegría que va a tener mi compañero,te mando un abrazo.
    Isabella
    (quizás mi comentario no sea un análisis puntilloso, una búsqueda de puntas en tu bella nota:disculpame..:)

  7. Faco, los paros a la japonesa son el eje de un discurso botón a más no poder: te lo decía el rector para que no tomes el colegio, lo dice la uta para que no paren los del subte y en fin, es un discurso re botón. Y decir que la política es «perder el tiempo» versus «la verdadera política» que hacen estos sí que generosos hombres, es botón también. Porque deslegitima el reclamo popular como forma de construir poder. Que sean ruralistas o desocupados no cambia en nada esa conquista que implica la protesta social no sea reprimida y que las distintas fuerzas de la sociedad aspiren a tener la herramienta suprema para cambiar el mundo que es el Estado.

    1. No digo que esté bien el paro a la japonesa, ni que sea mejor, ni mucho menos que sea el único posible. Solo me interesa mucho esta forma de «interpelar al Estado», como dice Tomás, que en lugar de reclamar algo sólo pide que cumpla la parte que uno, como privado, no puede hacer. Es eso nomás.

  8. Buena nota, las chicanas finales si bien son amplias eran innecesarias.
    En algún momento hubo un proyecto de hacer un colectivo sobre rieles a Tandil, por lo que recuerdo la concesionaria de ese momento (Amalita) se opuso a que le usen las vías o pidió demasiada plata por el uso. Es una buena opción para las vías recuperadas.

  9. Hoy el ferrocarril es el enemigo natural del camión y del colectivo de larga distancia.
    Este gobierno tiene intereses en los dos lados, hasta le han dado el Belgrano Cargas a una sociedad entre Franco Macri y Moyano, que por supuesto lo mantiene inactivo.

    1. MARIANO T

      Para mi gusto diste en la tecla justa. El ferrocarril es un arma poderosa al servicio del desarrollo e integraciòn nacional en todos los aspectos.
      Los miserables que desguasaron el Pais siguen estando. En este caso al servicio de la causa Moyano

  10. habia leido tu nota antes y el video que publicaron en perfil (creo que despues algun noticiero lo levanto), la verdad que es toda una gesta lo que esta haciendo esta gente. Gracias por darlo a conocer! vivo en un pueblo del interior donde el tren dejo de pasar hace años, aun recuerdo como mi profesor de la secundaria nos contaba escandalizado cuanto gastaba el estado pordia en los trenes, eran tiempos en los que se preparaba el terreno de la privatizacion.
    Un abrazo!

  11. El articulo esta bueno, aunque la verdad no me gusto la ultima parte, donde haces referencia al paro japones, constrastandolo con el paro del campo de casette.
    La lectura por lo menos que yo veo, es que esta gente hace algo piola, crea, es dinamico, mientras que el campo es destructor por hacer paros.

    Igualmente, no estoy muy de acuerdo con la forma de «reclamo» de estas personas. De hecho, ni siquiera me parece un reclamo. Por lo que contas vos, se parece mas a la de un hobby de vecinos aburridos que idealizan el viejo tren. Solo falta Pino Solanas con la camara indignado.
    No hacen piquetes, no joden, no molestan, en definitiva, no movilizan. No existen. Sirve para notas pintorezcas, para decir, «uh, mira que curioso esto», pero nada mas.

  12. Me parece bien que hayas puesto el ojo en el tema del ferrocarril, a pesar de que creo que hacés algunas afirmaciones que merecerían algunos comentarios:
    – «Ramal que para…» fue hace 17 años!! No es cierto, entonces, que por eso no corren trenes en las vías del Belgrano desde hace 15 años. Lamentablemente, después de Menem nadie cambió nada con el ferrocarril, y sólo se administró la crisis.
    – Moyano es cómplice de la destrucción del ferrocarril, y permitime dudar de que limpie esa culpa con la defensa del salario en blanco, la que me gustaría discutir algún día.
    – El ferrocarril se fundió para privatizarlo: eso no es del todo cierto. El ferrocarril se fundió porque, hay que reconocerlo, nuestra democracia dio gestores horribles, que se la chorearon toda (y en el caso del ferrocarril no es un discurso antipolítica, vacío de contenido, sino una lamentable realidad).

  13. A mi me molesta que la sociedad este asi de dividida,yo prefiero que pensemos distinto y estemos unido en un reclamo justo que es la recuperacion de las vias nacionales,privadas o estatales como se asiempre y cuando el beneficiado ser el ciudadano.Tambien me gustaria saber que posibilidades hay en tener un proyecto de educacion nacional como teniamos antes del 94 que paso a responsabilidad de las provincias,pero, seguramente estara a cargo de otro post.
    Sobre el ferrocarril pienso en articular los recursos necesarios para qvolverlos a manos del estado,por que un ferrocarril da perdida en cualquier parte del mundo asi que si se pierde por lo menos que la guita entrante no se la encanute ningun pulpo extranjero.Un camino puede ser ir haciendo viable la conexion entre pueblos,como hacen estos amigos del belgrano,se animaron a ponerle motor a la zorra,va me la imagino como en los dibujitos a pulmon,ir creciendo con un bagon,una regularidad,sin tener una frecuencia de 10minutos hoy Bs.As. rosario estan conectadas al menos una vez al dia por el ferrocarril y asi ir copiando,saber que una vez por semana hay un ramal hacia el norte tambien es positivo.Todo se puede y es mejor que estar parado frente al cartel de «pare».

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