“Los diamantes”, cantaba la gloriosa Marilyn, “son los mejores amigos de una chica”. Quizás. No seré yo quien le discuta a la blonda. Ahora bien, si acaso los diamantes sean o no los mejores amigos de una chica, de lo que no cabe duda es de que los eufemismos son los mejores amigos de la tortura. No menos que algunos oscuros términos técnicos, otros no menos oscuros expertos, y quienes ganan millones con tanta oscuridad.
Veamos. Hace unos días, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció y luego ratificó la incorporación del uso de Tasers, aparentemente el modelo X26, por parte de la nueva Policía Metropolitana. Los tasers, como a esta altura todo el mundo sabe, son una pistolitas que disparan unos pequeños dardos los cuales, una vez adheridos a la ropa o al cuerpo de las personas, producen descargas de unos 50.000 voltios. Su uso, se nos dice, sirve para inmovilizar sin lastimar. En su anuncio, el Jefe de Gobierno mencionó que su gobierno había decidido probar estos aparatitos, lejos de cualquier improvisación, para traer “tecnología de avanzada que se usa en otras partes del mundo” y que dicha tecnología se utilizará para “salvar vidas”. Por su parte, su ministro de Seguridad, de acuerdo a lo que leo en los diarios, calificó de “imbéciles” a quienes alzaron sus voces para objetar la incorporación de estos aparatitos, alegando que son instrumentos de tortura.
La palabra tortura tiende a evocar siniestras mazmorras, pocilgas ocultas y malolientes, con señores (y, si, claro, a veces también señoras) no menos siniestros y muchas veces también malolientes dedicando su tiempo de trabajo a infligir dolor en el cuerpo de sus víctimas a fines de extraerles alguna verdad. Epistemología naive ésta de la tortura, que parece entender a la verdad tan simplemente, como a alguna suerte de objeto o de pequeño órgano que los humanos contendríamos a modo de envases y que el interrogador se asume capaz de extraernos a través del dolor. Dichas pocilgas, con sus correspondientes señores constituyen por cierto una parte infame del presente, siempre reactualizado en diversos puntos móviles del mapa global.
La tortura se usa básicamente para extraer información, confesiones, o con fines de control social, para amedrentar y disciplinar a los ciudadanos. La tortura lastima la carne y el alma. Enloquece de dolor a quien la padece, y de despotismo, mal, a quien la aplica. Resquebraja y destruye los cuerpos, no menos que nuestro cuerpo político.
Nuestro país, sabemos, ha contribuido a tal siniestra tradición, con invenciones terribles de mencionar tales como “las prensas”, “la tenaza sacalenguas”, o “las agujas caldeadas al rojo,” tan solo algunas de las tenebrosidades listadas por Darius Rejali, en su obsesivo y minucioso libro Tortura y democracia (Torture and Democracy; Princeton University Press, 2007).
Más allá del folklore, la Convención de las Naciones Unidas define a la tortura como la práctica de infligir dolor de modo deliberado, por parte de “un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia”. El carácter de funcionario público del agente, y su abuso de la autoridad que la sociedad le ha conferido, resultan decisivos en la definición.
Uno de los hallazgos empíricos del trabajo de Rejali es que las democracias no han dejado de torturar. Sólo que torturan sin dejar marcas. Precisamente, una de las paradojas que jaquean a la consolidación del movimiento internacional de derechos humanos tanto como a la democratización de las ultimas décadas, nota el autor, es que en lugar de conllevar la desaparición del uso de la tortura, como sería esperable, han llevado en cambio a su transformación en lo que él llama tortura “limpia”. Que se trata nada menos que de métodos tan mortificadores como los de las mazmorras pero que no dejan marcas visibles en el cuerpo.
En otras palabras, como el torturador sabe que en cualquier régimen democrático los ciudadanos ultrajados recurrirán a los medios, jueces y organismos de derechos humanos, le vuelve imposible a su víctima hacer lo propio a través de no dejarle ninguna cicatriz que exhibir como prueba. Ello lleva a desdibujar representaciones establecidas sobre víctimas—la víctima de la tortura como alguien que puede mostrar la prueba de la infamia—tanto como las prácticas y tradiciones forenses.
Esta es la razón por la cual, sigue Rejali, las tecnologías de electrotortura han ganado tanta difusión. Sostenida en una variedad de dispositivos, la tortura eléctrica, término extraño y futurista si los hay, no deja de expandirse en el mundo. Particularmente, oh paradoja, en las democracias.
Los tasers son una de las niñas mimadas en esta historia. Porque admiten múltiples usos, y a la vez son y no son instrumentos de tortura. A diferencia de la criolla picana, por ejemplo, cuya posesión en una comisaría no podría justificarse ante ninguna inspección, los tasers admiten los usos benignos que han fascinado al gobierno de la ciudad de Buenos Aires tanto como otros con propósitos de tortura.
Los pequeños dardos disparados por la pistola taser, explica Rejali, dejan unas marquitas del diámetro aproximado de un lápiz, con ampollas que desaparecen en unos días. Los dardos pueden adherirse a la ropa de modo tal de minimizar marcas en la piel. Estos adminículos tienen capacidad de producir niveles insoportables de dolor si son colocados en cercanía de las articulaciones.
Si bien sus defensores proclaman que el taser es tan solo una herramienta de protección de la vida que no ha ocasionado ninguna muerte, nada más en los Estados Unidos, Amnistía Internacional registra mas de 360 muertes ocurridas desde 2001 luego de que la víctima recibiera un shock con estos instrumentos (“USA: Stun weapons: Recommendations to the US authorities on their use”, 31 de octubre de 2009).
Respondiendo a quejas y denuncias, Taser International, la compañía que fabrica y vende estos aparatitos, en su modelo X26 introdujo un sistema electrónico de monitoreo que registra la duración, intensidad, y temperatura de cada descarga. Ahora bien, lo que ninguno de esos sistemas es capaz de registrar es si el taser está siendo utilizado o no como instrumento de tortura.
Una de las preguntas que Rejali se hace es por qué algunos instrumentos y técnicas de tortura alcanzan difusión mientras que otros no. Y el secreto que la historia moderna de la tortura sugiere es lo que en inglés se llama networking, o sea organizar redes institucionales, corporativas y académicas que acepten, adopten y estén dispuestos a defender una cierta tecnología. El ejemplo más exitoso de esta estrategia es precisamente el que ha llevado a la expansión de las pistolas taser. Desarrollados por John Cover, su éxito se debe no solo a sus características sino también, fundamentalmente, al sólido lobby que Cover logró organizar. Extendida, poderosa, y solvente, la red ha logrado que el tirarle rayos a la gente, así jugando a lo Zeus, se perciba y trate como normal en varias sociedades.
De la mano del Jefe de Gobierno de Buenos Aires, el franchise del lobby de los tasers llega a las pampas. No sé si será de utilidad averiguar quiénes integran el franchise local del negocio de los tasers, ni cuántos cientos de miles o millones hay en juego. Pero sí es sustantivo tener en cuenta que, tal como lo muestra el caso de los Estados Unidos, una vez que estas historias se arman, pareciera imposible desmontarlas.
Desde el punto de vista de la compañía, Buenos Aires solo representará una ínfima expansión en un mercado global conformado por varios miles de instituciones policiales y otras compañías. Desde nuestro punto de vista, la entrada de estas pistolitas introducirá una nueva pesadilla.
La introducción de tasers en nuestro país agregará un demonio más a la caja de Pandora criolla. Demonio éste de cara inocentona, hecho de ambigüedad y eufemismos. Un demonio artífice de tormentos inenarrables infligidos en la carne y en el alma de víctimas que no tendrán forma alguna de probar que fueron sometidas a la tortura.
Tortura siglo XXI. Desgrana y destruye el cuerpo y el alma de los sometidos, los deja marcados por el horror, descompone sus identidades, su dignidad, su deseo, sus vidas y sus comunidades, y logra hacer todo esto sin dejar marcas. Tortura limpia, eléctrica, moderna. Ultimo grito en materia de tortura. De modo tal que, de aquí en mas, los torturados, además de de sospechosos, comenzaran a ser acusados de fabuladores, mitómanos y locos. El sueño de todo torturador moderno en cualquier democracia.
En nuestro país, sabemos, la tortura constituye un delito gravísimo. La Convención contra la tortura tiene estatuto constitucional. En nuestro país, sabemos, se tortura. Lo denuncian el Comité contra la tortura de las Naciones Unidas, Amnistía Internacional, el CELS y la CORREPI, entre otros. En Argentina, en la democracia argentina, a veintisiete años de la restauración democrática, se tortura. Los cuerpos y las voces de los condenados, también lo sabemos, tienden a ser tan elididos como el saber acerca de estas prácticas. Sí, en el año del bicentenario, en un país en el cual hemos consagrado a los derechos humanos como parte de nuestra identidad, se tortura. Trago amargo, especialmente para las víctimas cuyos reclamos permanecen ignorados.
La introducción de toda nueva tecnología, nos advierte Paul Virilio, conlleva la invención de su “accidente”. Así, la invención del avión anticipa la catástrofe aérea, y la catástrofe de Chernobyl se halla latente desde la inauguración de la primera planta de energía atómica. Sería por lo tanto ciertamente prudente comenzar a interrogarnos acerca de qué “accidentes” estamos anticipando con la introducción de cualquier elemento tecnológico nuevo. En esta dirección, un “accidente” cierto de los tasers ES la tortura.
Imaginen. Si, tal como sostiene Maria del Carmen Verdú en su reciente libro, existe en nuestro país resistencia por parte de miembros del poder judicial a reconocer casos de tortura como tales, y de los varios miles de denuncias en estas últimas décadas no muchos más de una docena han logrado reconocimiento, ¿qué podremos esperar de un escenario en el cual el estado adopta tecnología que facilita torturar sin dejar huellas visibles en los cuerpos?
A tu análisis le faltó el dato de que las taser de Macri traen cámaras de video incorporadas, por lo que me parece dificil que se puedan usar para torturar sin dejar huellas.
El texto es interesante sin dudas pero con el control del video se inhibe la posibilidad de que el policia de a pie torture. Y si la institución toda decide la torturar (destruyendo luego el video), quedate tranquila que lo va a hacer con o sin taser.
Gracias, Adrián, pero… ¿cámaras de video?
No hallé tal especificación en el sitio del fabricante.
(Advanced Features
• 60% smaller in size and weight than the ADVANCED TASER M26
• Greater incapacitating power than the ADVANCED TASER M26
• Optimized for full-time carry on the duty belt
• Software upgradable
• Integrated laser sight with low intensity lights
• Central Information Display (CID) indicates countdown timer during an activation, battery level and warranty information
http://www.taser.com/products/security/Pages/TASERX26.aspx)
¿Nos contás más sobre el tema?
¡Gracias!
Se lo escuche decir a Montenegro en el canal de youtube del macrismo.
De todos modos si te pones a buscar videos de taser hay un par en blanco y negro que parecen filmados desde la posición de la taser.
Acá lo encontré el accesorio :
TASER CAM
Otra cosa al pasar, para piquetes o motines la X-26 jamás serviría porque inhabilitas a uno y te matan 20, pensa que son máximo 10 metros. Para eso fue diseñada la X-12, que tiene la carga eléctrica incorporada al proyectil (y por lo tanto el shock está fuera del control del poicia).
Por otra parte si vienen con AFID es más dificil que las usen fuera del ámbito adecuado porque dejan huella.
Gracias, Adrián.
No había encontrado ese dato en la prensa escrita.
Efectivamente, una camarita adicional parece ser la última innovación de la empresa.
Y parece ser que aun la están probando.
Este artículo, de una publicación policial de California, de fines de 2009, donde la innovación se encuentra a prueba, me resultó interesante.
Como sucede frecuentemente con esto de la tecnología, lo que se presenta como LA solución suele llevar el problema a otro nivel.
Por cierto, la cámara se ofrece para mejorar el control del uso de tasers por parte de los policías, a fines de evitar denuncias y juicios.
Algunos policías (en la discusión que sigue) le dan la bienvenida a la camarita, otros se quejan de la posibilidad de tener que adherirse aun otro aparatito más al cuerpo (si han visto policías norteamericanos, podrán apreciar todas las armas, letales y no letales, instrumentos de comunicación, y varios otros ítems que cargan en su uniforme).
Del mismo modo, algunos ciudadanos aprecian la invención, y otros observan que la camarita filma sólo desde el momento en que el taser es disparado, con lo cual no se logra saber cómo se llega a esa escena, tanto como que no hay garantías de que los departamentos de policía pongan los videos a disposición de la ciudadanía (dan el ejemplo de otros videos que aparentmente se graban en caso de llamados al 911 y a los que es muy dificil, si no imposible acceder.
Por último, el artículo comenta:
«The cost of the trial is being shouldered by maker Taser International of Scottsdale, Ariz. But if the trial leads to full-fledged use, equipping the entire 1,400-officer department will be expensive. At $1,700 per kit and a $99 per officer monthly fee, the system could cost $2,888 per officer in the first year, or $4 million».
O
El costo del ensayo está siendo solventado por el fabricante Taser International de Scottsdale, Arizona. Pero si derivase en la adopción, equipar a la fuerza de 1400 miembros resultará caro. A 1700 dólares cada juego y a 99 dólares por policía por mes, el sistema costaría no menos de 2888 dólares por policía en el primer año, o unos cuatro millones de dólares.
No sé si la posibilidad de abusar o torcer el uso de la electricidad de estos aparatitos va a desvanecerse con la cámara. Sospecho que las cosas se tornarán aun más indecidibles… que es lo que Rejali sostiene sucede con este tipo de tecnología. Y, en el fondo, la discusión se desplaza, como lo quiere la lógica de «securitization» hacia la discusión de pequeñas cuestiones técnicas sin que se cuestione ya si los tasers son válidos y deseables… o si se los está incorporando simplemente porque hay un lobby que los ofrece.
Cuando una tecnología se pone a disposición, se termina usando…
Sorry, éste es el link (sólo un artículo cualquiera):
http://www.policeone.com/police-products/communications/articles/1983300-Calif-department-testing-TASERs-head-mounted-cameras/
Diseño equipamiento electrónico así que tengo claro que la tecnología nunca es solución en si misma.
En cuanto a la cuestión de fondo (aún si pudiese controlarse 100% su uso es útil la taser) mi respuesta es que si, y como cualquier opinion es discutible.
Asi que una vez que uno acepta la taser pasa a tratar de que su uso sea lo más correcto posible. Si más allá de los usos malos que puede darse a la taser vos te opones a los «usos buenos» ya es otro el dilema.
Ojalá hubiese un sistema que desarme al chorro y lo ponga preso sin tocarlo, pero mientras tanto creo que esto es mejor solución que lo anterior (bastón, golpes y en ultima instancia plomo)
Guillermina,
Muy buen texto. Aparentemente la discusión parece tonta dado que, es evidente, que un Taser es mucho menos «mortal» que un arma de fuego y que entonces es mucho mejor que te disparen con el primero que con el segundo.
Por supuesto, el problema es otro. Amnistía Internacional concluye su estudio sobre los tasers de esta manera: «The degree of tolerable risk involving Tasers, as with all weapons and restraint devices, must be weighed against the threat posed. It is self-evident that Tasers are less injurious than firearms where officers are confronted with a serious threat that could escalate to deadly force. However, the vast majority of people who have died after being struck by Tasers have been unarmed men who did not pose a threat of death or serious injury when they were electro-shocked. In many cases they appear not to have posed a significant threat at all.»
Traducción propia «El grado de riesgo tolerable de los tasers, como de cualquier otra arma o dispositivo de control, debe ser sopesado contra la amenaza sufrida. Es evidente que los tasers son menos dañinos que las armas de fuego cuando los policías esta frente a una amenaza grave que puede escalar a un enfrentamiento mortal. Sin embargo, la vasta mayoría de personas que han muerto luego de recibir una descarga de tasers fueron hombres desarmados que no representaban una amenaza de muerte o heridas graves cuando fueron electrocutados. En muchos casos no parecían representar ninguna amenaza».
Solo 25 de las 291 personas que Amnistía reportó muertas por taser estaban armadas pero ninguna con armas de fuego.
http://www.amnesty.org/en/library/asset/AMR51/151/2007/en/a20faf86-d364-11dd-a329-2f46302a8cc6/amr511512007en.html
Por supuesto, hay otras voces. Un estudio de demostró que el 99,7% de la gente que recibió descargas de taser no sufrió daños o solo menores. El estudio se realizó sobre 1000 personas.
http://en.wikipedia.org/wiki/Taser#Legality
De otro lado, hay que hacer notar que ningún método de represión policial es inocuo. «»Pepper spray goes on for hours and hours, hitting someone with a baton breaks limbs, shooting someone with a firearm causes permanent damage, even punching and kicking – the intent of those tools is to inflict pain, … with the Taser, the intent is not to inflict pain; it’s to end the confrontation. When it’s over, it’s over.» Tom Smith, directivo de Taser.
http://en.wikipedia.org/wiki/Taser#Legality
Esto es «Los efectos del gas pimienta duran horas, golper a alguien con un baston le quiebra los huesos, disparar a alguien le causa daños permanentes, lo mismo ocurre cuando se patea o golpea. Todas herramientas tienen por objeto causar dolor… con el taser la intención no es causar dolor, es terminar la confrontación. Cuando termina, termina».
En conclusión, el taser es solo otra herramienta. Me parece que calificarlo de tortura es exagerado ya que de la misma forma podes calicar al gas pimienta, a los palos, a los camiones hidrantes, etc. Lo importante es como controlamos a la policía para que utilicen estas herramientas solo para reprimir el delito y no para torturar inocentes.
Y ese es el gran tema porque en casi 30 años de democracia aún no tenemos una policía comprometida con los derechos de los ciudadanos. Por eso que es tonto decir que Santillan estaría vivo si le hubieran disparado con un taser en vez de con un arma de fuego: esta muerto porque la policía lo ejecutó.
De todos modos, es un muy buen artículo para comenzar la discusión. Mi único temor es que en este lugar no va a existir esa discusión. Los «sospechosos de siempre» van a aprovechar para pegarle a Macri y van a reducir todo a otra conspiración garco ganadera.
Pero aún conservo la esperanza.
Muchas gracias, Francisco, por tus comentarios.
Acuerdo totalmente con que el taser es solo otra herramienta. No se trata de reificarlo. Como sugerís, un montón de cosas pueden ser usadas como herramientas de tortura (y, por cierto, no seremos nosotros quien les demos ideas a los torturadores). El tema es que el taser es un candidato bastante apropiado para ser utilizada con fines de tortura.
Hasta donde sé, no hay modo efectivo alguno de controlar el tipo de uso que se le da, lo cual ahora sí puede volverlo casi un incentivo, bajo ciertas condiciones, para su uso como instrumento de tortura.
Tortura definida, de nuevo, siguiendo a la ONU, haciendo énfasis en los elementos de producción sistemática y deliberada de dolor por parte de un funcionario público con fines de obtener una confesión o de intimidar a la víctima.
Por lo demás, cito nuevamente al amigo Rejali:
«The more serious problem will continue to be the Taser’s use in states that torture. Cover always maintained that the Taser was a poor torture device: ‘As a torture device, the Taser wasn’t in the same league as the ubiquitous cattle prod or car battery, the instruments of choice in such places as Zimbabwe and Iraq. Even a field telephone could be (and often was in Viet Nam) easily modified to deliver excruciating pain via the hand-crank generator. Unlike most stun spokesmen, Cover knew the competition and asked correctly why torturers would prefer Tasers to magnetos and cattle prods. The answer is that in most cases, they do not. What torturers prefer are stun guns, highly modified cattle prods that have Cover’s unique circuitry.
Even so, the Taser can be a good torture device.» (Rejali, Democracy and Torture, p. 247).
Éste es el tema, digamos. Los torturadores aun están, y aparentemente planean seguir torturando (ésta es la conclusión más terrible del estudio que cito). Ahora bien, nosotros, ¿aceptamos que se gaste dinero público de modo tal de potencialmente facilitarles la tarea?
También acuerdo con lo que observás acerca de que a tres décadas de democracia no tenemos una policía comprometida con los derechos de los ciudadanos. Pero si nada más consideramos que la Federal aun se encuentra organizada por leyes de El Proceso… Hmmm, bueno, creo que la responsabilidad dista de ser sólo de la policía (¿algún legislador, por ahí?).
Por último, más allá de algunos bellos ensayos, documentos y declaraciones, y de que en principio la policía uruguaya me impresiona como más cercana a la ciudadanía que la argentina (pero, de nuevo, yo soy argentina, así que por ahí estoy nomás idealizando), confieso no tener claro qué significa en concreto, o si acaso sea posible, tener una policía «democrática». ¿Quizás, en Suecia…?
¿Qué violencias estamos dispuestos a producir y tolerar en nuestra democracia…? Si ninguna, bueno, genial, ¿qué quiere decir eso y cómo lo hacemos? Si alguna, bueno… habrá que comenzar a discutir.
Lo cual creo que aun no se ha hecho, como entiendo que sugerís. La discusión, no hay dudas, es tan difícil como imprescindible.
Hago votos para que la vayamos comenzando a tener…
Al margen de que parecería tonto que importaran tasers para torturar (una picana «casera» es más barata y hay métodos aún más sencillos), la compra demuestra una falta de sensibilidad bastante singular.
¿Es posible usar el taser para torturar? Sí, pero también un montón de otras cosas y sería una muestra de estupidez extrema adquirir los instrumentos de tortura de una manera tan pública siendo innecesario.
El peligro no está tanto en que se usen en los interrogatorios, sino en que se usen de manera indiscriminada como «disuasor». Hay una cierta tendencia a que se usen con excesiva frecuencia (lo que es lógico, si se vende como una alternativa «segura» al uso del arma de fuego) y los efectos dolorosos pero sin daños permanentes lo hacen muy tentador como metódo de intimidación, así que terminás en que se usa tanto que empezás a ver un número importante de victimas fatales (una descarga eléctrica grande es una cosa seria, después de todo).
Como sea, una falta de empatía y sensibilidad medio increíble. ¿Realmente a nadie se le ocurrió que, en un país con la historia de Argentina, el taser iba a ser asociado con la picana y la tortura?.
Charrúa,
Posiblemente, una picana casera pueda ser más barata, y sin duda alguna, la imaginación de los torturadores es frondosa.
De nuevo, el tema es que sería complicado justificar la presencia de ciertos instrumentos de tortura en una oficina pública, digamos por ejemplo una comisaría.
En cambio, adminículos polifuncionales como los tasers se hallan aceptados, tienen relativamente buena prensa en muchos países del mundo, y… también se pueden usar para torturar. Eficaz, moderno, y cómodo.
El mejor ejemplo del otro uso que vos indicás, el de la disuasión, creo que es el caso de Rodney King… ¿Se acuerdan? El video casero que registró la golpiza no captó las descargas eléctricas que le estaban siendo aplicadas con tasers.
En ese caso, como en tantos otros, los policías aplicaron el taser como instrumento de «diagnóstico» para ver si el sujeto había tomado ciertos estimulantes (remito al libro de Rejali para más detalles)…
Y, sí, en Argentina… y más allá de la Argentina. Lamentablemente, la historia de la tortura es muuuy global.
360 muertes por disparo de teaser es un dato interesante. ¿Que porcentaje es sobre el total?
¿Que porcentaje de los impactados por arma de fuego y bala de plomo policiales se mueren?
De todo lo que he escuchado, si me parece apto como critica la probable mayor propension al uso por ser «no letal».
Stovokor,
Tomé la referencia del website de Amnesty International. Para un listado de las personas muertas por la policía en los Estados Unidos, sugiero como fuente el Bureau of Justice statistics:
Muertes por parte de la policía en ocasión de arresto, periodo 2003-2005: http://bjs.ojp.usdoj.gov/index.cfm?ty=pbdetail&iid=379
Muertes de personas bajo custodia: http://bjs.ojp.usdoj.gov/content/dcrp/dictabs.cfm
Hasta donde sé, nuestro Ministerio de Justicia y Derechos Humanos no discrimina las muertes llevadas a cabo por la policía, sino que ellas caen dentro de la categoría general de «homicidios». En el libro Muertes silenciadas, Alcira Daroqui y sus coautores ofrecen un análisis revelador de esta cuestión…
Acá les paso el link a un video del uso del Taser en un país civilizado y sensible, Canadá, por parte de una fuerza policial civilizada, la Real Policía Montada. Mataron a un tipo con Tasers porque se les puso violento. No es un elemento de tortura. Es un arma, eventualmente, letal:
Taser
Slds.
Javier,
Muchas gracias. El taser es un arma, con usos benignos y potencial letal, que también se presta de maravillas para su uso como elemento de electrotortura (adaptación a picana, dicho en criollo).
Para torturar necesitás controlar muy bien que no se te muera el torturado. No sé como se podría lograr buen control con un Taser. ¿Vos sabés Guillermina?.
Si se quiere matar al sujeto, entonces no es tortura, es asesinato.
No, Javier, yo no lo sé (ni en verdad querría saberlo jamás). Pero compañías tales como la que fabrica los tasers sí prometen saberlo.
Si vas al website de Taser International, vas a ver que bajo el título «Research» presentan todos los fundamentos «científicos» de sus productos. Por ejemplo, el sitio explica, todas las variantes del taser se basan en «advanced neuromuscular incapacitation (NMI)» (incapacitación neuromuscular avanzada), que surge de, dicen ellos, principios científicos de varias disciplinas».
Precisamente, es este saber que proclaman lo que sirve como punto fuerte de marketing, ya que-una vez más, refiero a Rejali, la compañía promete a las instituciones policiales que gracias a estas tecnologías deberán enfrentar muchos menos juicios por abusos, violencia y muertes.
Pero Guillermina, justamente, el TASER, lo que ofrece, es NMI, es decir, con un impacto, el sistema neurológico del sujeto no puede emitir instrucciones, y queda incapacitado.
Es decir, es un incapacitador neuromotriz.
Que haga doler, es otra cosa, pero no es su fin.
Y como muestran los canadienses, si se les va la mano incapacitando, te pueden matar.
Cuando se tortura, particularmente una fuerza policial, no se busca incapacitar, se busca producir intenso dolor, por lapsos sostenidos de tiempo, con la certeza de no causar al sujeto lesiones letales.
No me parece que el Taser sea ideal para esto. Hoy día debe de haber muchísimos implementos infinitamente más eficientes. En Guantanamo creo que los encapuchaban y los ponían de rodillas todo el día a escuhar hard rock, día tras día, o cosas así.
Me parece que se está rizando el rizo para hacer quedar al Gobierno de la CABA, como si fuera Lugones hijo.
En la ESMA se torturaba atando a la gente a elásticos de metal de camas. Si mañana Macri compra elásticos de cama, no significará automáticamente que esté armando cámaras de tortura.
Justamente: la doctrina Bush argumenta que en Guantánamo no se tortura porque ninguna de las prácticas que se san ahí causa «daño orgánico permanente.»
Esta es la nueva tortura, mejor nos damos cuenta rápido o somos del arpa (figurativa y literalmente.)
Me parece que no ayuda cuando comparas la compra de tasers con Guantanamo. Es un tanto exagerado lo tuyo.
Lo que digo es que el post da en el blanzo con la nueva definición de tortura.
Sí, Francisco, acuerdo con María Esperanza. El hilo que une a Guantánamo con otras realidades, incluyendo la del uso de tasers con propósito de tortura, es el de cómo las definiciones legales sirven para diluir el reconocimiento de la violencia estatal que deliberadamente, sistemática e ilegalmente se aplica sobre ellos.
A propósito, volviendo al comentario de María (y de nuevo estoy basándome en la investigación de Rejali), uno de los problemas en Estados Unidos es que la definición oficial de tortura establece un estándar tan alto, requiriendo pérdida de extremidades o daño masivo en algún órgano vital… que, claro, así es que se llega a que lo de Guantánamo no es tortura.
La definición de Naciones Unidas ofrece el mejor estándar, creo.
Mas allá de su uso como instrumento de tortura, su relativamente baja visibilidad (frente a los gases lacrimógenos, camiones hidrantes, etc), lo convierten en una interesante opción para enfrentar piquetes, motines y manifestaciones.
Bastaría en efecto disparar selectivamente esta arma , que no deja marcas, sobre los group leaders de los manifestantes para desorganizarlos (y luego decir que cayeron poque estaban borrachos o drogados). Aunque, por supuesto, esto es de aplicación para autoridades que prevean reprimir la protesta social.
Político Aficionado,
Exactamente. De esto se trata. Baja visibilidad, no deja marcas, la credibilidad del denunciante será siempre proporcional a su situación socioeconómica y/o posesión de capital simbólico… y, el instrumentito habrá servido maravillosamente para funcionarios públicos hayan infligido deliberadamente dolor en los cuerpos con fines de disuasión y disciplinamiento, para que los ciudadanos que son «menos» aprendan su lugar. El tercer propósito de la tortura que identifica Rejali.
Recomendaría a Durán Barba que instruya a su cleinte para que se ofrezca a probarlo en su propio cuerpo y así tranquilizar a la población. Todo en la linea de la comunicación PRO.
Excelente idea.
Irresistible imaginarse a Mauricio electrocutando a Horacio, que después se levanta y sonríe a cámara.
Mensajero,
Supongo que lo probarán, como tantos ejecutivos de Taser International confiesan haberlo hecho (casi como elemento de marketing), y aconsejan que lo hagan aquellos que vayan a usar esta tecnología.
me pregunto,el pendejito q fue molido a palos por la federal progre hace unos meses en el recital en velez,q pensara del TASER? creo q no puede pensar nada,despues de una dura agonia termino estirando la pata.
es interesante notar como en AP,previsoramente,se critica el TASER,por su supuesta letalidad,sin embargo ante la letalidad probada de los palazos de la «policia federal progresista»,ante esta letalidad,todos en AP hicieron mutis por el foro.
(aclaro,si hubiese habido una clara postura en AP para q se investigue ese hecho q compromete a la policia federal manejada por anibal fernandez,este post tendria mas sentido etico digamos).
me voy a poner en abogado del diablo,y para «refutar» las 360 (supuestas)muertes producidas por el TASER,voy a usar una EXCUSA muy habitual en las bocas de la muchachada kirchnerista.
asi como los jovenes K dicen q no imprtan demasiado las muertes por asesinatos o violaciones producto de la delincuencia comun,por q en otros paises «la cosa es peor».
bueno,si tenemos en cuenta q el TASER se usa cientos de miles de veces en USA y «solo» 360 estiraron la pata,estadisticamente hablando esas muerte son «infimas» en el contexto global del uso del TASER.
se preocupan por las eventuales torturas q la policia de macri «aplicara seguramente» en el futuro (macri es de la «restauracion conservadora» obviamente) sinembargo, politicamente e ideologicamente no conviene hablar de las ACTUALES Y CONFIRMADAS TORTURAS q aplica la policia federal en manos del kirchnerismo desde hace mas de 6 años.
paradojas de la ideologia progre.
Bueno, en La Barbarie, que es uno de los blogs integrantes de este proyecto hemos rescatado la nota de Marcelo Saín sobre la PFA publicada recientemente en P|12. Hemos discutido sobre el Acuerdo para la Seguridad Democrática.
Ramble Tamble y Revolución Tinta Limón han hablado mucho de lo del chico asesinado.
Y si esto no fuera suficiente, te digo que prefiero las paradojas de la ideología progre que las certezas de la ideología represiva.
Saludos
Te diría que acá y en la barbarie se fatigo ese tema como en ningún otro lado, pero sospecho que seria al pedo.
Gabriel,
Si te fijás, en mi post hago alusión al libro de María del Carmen Verdú, Represión en democracia.
No conozco a esos «jóvenes K» a quienes aludís que se hacen los distraídos con respecto a los casos de abuso, torturas y muertes en la Argentina.
En este caso, estoy (estamos) intentando ocuparnos de las complejidades, riesgos, y… de lo no dicho y lo no pensado acerca de la introducción de los tasers.
Por cierto, personalmente creo que las listas y recopilación de datos de la CORREPI son centrales en otorgarle visibilidad a la violencia estatal, que se ha perpetuado a través de gobiernos de distinto signo.
Pero de nuevo, aquí, más allá de las muertes ocasionadas por tasers que Amnesty International documenta, lo que estaba intentando notar—basándome en la exhaustiva investigación comparada de Rejali, es acerca de la facilidad con que los tasers pueden ser utilizados como herramienta de electrotortura…
Gabriel,
No todo involucra a los K (ni tampoco a Mauricio).
quillermina y otros progres:
así q son mejores las balas d plomo? porq no t dejas d embromar y vas a las 5 d la matina a las paradas d colectivos donde las mujeres q trabajamos sufrimos ataques sexuales todos los dias y todos afanos violentos x parte d menores, y extranjeros (lugano soldati)-la mayoria no denunciados xq no sirve d nada si es un menor-. ahora resulta q a los violentos, asesinos, violadores y chorros hay q «convencerlos» con canciones d cuna cumbiera q hable d matar a la yuta. sos una HIPÓCRITA VIVIS EN UN AMBIENTE SEGURO Y T CAGAS EN LA INSEGURIDAD Q LOS POBRES DECENTES SUFRIMOS. politiquera baqrata y d palabras vanas, HARTA me tienen los inutiles como vos q se la pasan hablando pero no hacen NADA. los delincuentes hacen lo q quieren, matan abusan , t sacan el peso q ganaste con horas d trabajos ingratos, TORTURAN a los viejos para robarles la miseria d jubilacion q puedan tener… pero a vos t importa si cuando les dan con el teaser » quedan traumados» pobrecitos… sos una irresponsable una vaga q seguro si trabajas es el la «empresa» d papi y q despues defender la integridad fisica d los violentos t vas al shopping a comprarte algo d marce, xq vos a la salada a comprar algo trucho seguro no vas. chau hipócrita
Claramente comparto lo conceptual, pero podríamos despolitizar el un poco el tema.
Porque si bien la Mauri-Yuta, tiene el potencial y eventualmente podría torturar.
La Bonaerense, sigue torturando y desapareciendo gente alegremente, y no veo a nadie ni la tan mentada «política de DDHH oficial», a menos que la política oficial se de revisiones «treintañales».
Lo más interesante es para lo que sostienen el «eficientismo» como acción política el evidente curro que se está armando detrás de esto.
Gus (o debo decir «El Gus»?),
Acuerdo.
Teniendo en cuenta la dinámica del campo de la seguridad pública, sus urgencias, la presión de «hacer algo» que sube con encuestas y radiosdieces y el pánico social, tanto como las modalidades conque las redes transnacionalizadas de expertos ofrecen soluciones, no me sorprendería si otros gobiernos de otro signo aparecen proponiendo soluciones similares.
El tema es bastante estructural y está enquistado al nivel del régimen político mismo, creo, no sólo de uno de sus gobiernos…
Coincido contigo, pero me preocupa cuando en el discurso, se atiende a lo importante (Mauri-Cops), contra lo urgente (Bonaerense).
Aprovecho para consultarte, ya que se ve que sos ducha en el tema.
Siempre me molestó la definición «Política de Derechos Humanos de este Gobierno» , cuando en mi modesta opinión: El justo castigo a los criminales de estado, por delitos tipificados en nuestro sistema de leyes y comprobados, me suena más a un deber de estado que a una política en si. Puedo aceptar que la derogación de las leyes obediencia debida y punto final como parte y actos, en una dirección política. Pero no veo más, ya que no veo actos positivos frente a las violaciones actuales a los DDHH que están presentes a lo largo del país, dejando la amarga sensación que los DDHH se agotan en el asesinato y tortura de sesgo político. Siendo la declaración de DDHH bastante más amplia que ello.
Entonce vuelvo a la pregunta, no opinás que el titulo:»Política de Derechos Humanos de este Gobierno» ¿Está un poco grande?
Gus,
Sí, seguro, yo también creo que los derechos humanos debieran de una vez por todas convertirse en una política de estado indiscutida… Me encantaría que no hubiese cosa sectorial alguna en torno a estas cuestiones. Pero el problema es que, siendo optimista, diría que aun no llegamos ahí.
Si en algo me hacés pensar es en la historia formativa de tradiciones e instituciones.
Nuestra democracia comenzó con mojones tales como la CONADEP y el Juicio a las Juntas, pero luego giró hacia el Punto Final y la Obediencia Debida.
La derogación de estas últimas leyes no deja de ser reciente, ¿verdad? Y en el medio, vemos cómo «la seguridad» se erige en «nuevo» paradigma en competencia con el de los derechos humanos (lo cual, por cierto, no tiene ningún sentido, porque derechos y protecciones son lo mismo… tal como lo sugieren los documentos de Seguridad Humana de la ONU. Pero los ejes del conflicto político suelen definirse de modos un tanto contingentes…).
La cuestión es que, en nuestro país, al grito de «los derechos humanos son sólo para los delincuentes» y todas las variantes del caso, la tradición que liga democracia y derechos humanos recibe nuevos embates.
Entonces, cuando vos mencionás el término «Política de Derechos Humanos de este Gobierno», yo escucho el término tanto como algo que el gobierno reclama como una virtud que le pertenece como también a modo de acusación de fuerzas políticas a quienes quizás les gustaría tornar los Derechos Humanos en una cuestión del pasado.
Como esta última posibilidad me preocupa sobremanera, en lo personal me consuelo pensando que al menos, por ahora, el gobierno argentino consagra a los Derechos Humanos como una tradición central.
Hago votos para que siga siendo así… y si lo fuera, en unos cuantos años ese término que vos mencionás ya no será necesario… ¿no?
Coincido.
Lo que sucede es que toda simplificación me parece peligrosa, los crímenes de la dictadura fueron fundamentalmente o lo más aberrantes violaciones a los DDHH, pero esencialmente son crímenes de lesa humanidad, por tanto imprescriptibles.
Los DDHH, insisto forman parte del conjunto de normas jurídicas que rigen la nación , y la violación de los mismos pasada, presente y futura constituyen actos criminales.
Por ello, y sin negar que existen posturas políticas que pretenden enterrar el pasado, se debe hablar de que se quieren dejar en el pasado los crímenes pero no los DDHH en si mismos, a menos que pretendan cambiar la CNA y las leyes argentinas.
Me preocupa, que la sobreexposición de los crímenes del pasado se use para distraer de los crimenes actuales.
Solo eso.
Acuerdo, totalmente, con lo que decís, Gus.
Pero, ¿cómo te parece que se navegan las turbulentas aguas discursivas de nuestra vida política, mientras tanto?
Porque, hasta donde he podido ver, cuando uno menciona el término Derechos Humanos, es el interlocutor el que suele asociarlo a uno con el gobierno…
Guillermina:
el día que estado sea una cosa, y política otra, pero no hay mucha onda para eso.
El principal, problema es que somos cortos de imaginación, y nos cuesta tanto imaginarnos la idea de ESTADO, que invariablemente cuando se obtiene la transitoria administración del mismo se interpreta como que se obtuvo propiedad y señorío de la cosa.
A veces para bien y otra para mal, pero en ambos casos son meros accidentes no actos de voluntad.
Pareciera que no pudiésemos salir de una dicotomía insalvable:
O dejamos a las fuerzas de seguridad hacer su «trabajo» que muchas veces va a ser más letal que el deseo de sus mandantes.
O las esterilizamos para que no se les «vaya la mano», con lo cual el Estado admite su impotencia y derrota ante los violentos.
En ambos casos, las fuerzas policiales son absolutamente inútiles cuando no perniciosas. Ni hablemos de las FFAA…
David,
Tus planteos remiten a cuestiones de suma importancia… a mí, personalmente, me hacen pensar en la historia, y en cómo ciertas «funciones» fueron resueltas en otro tiempo y lugar.
En la antigua Atenas, por ejemplo, mantener el orden y prevenir la violencia entre las personas era una tarea que formaba parte de los deberes ciudadanos. Los ciudadanos debían actuar…
En Roma, los tipos tenían unos funcionarios que si uno cometía un delito venían a solicitarle quisiera tener a bien ir ponerse a disposición para que a uno lo castigaran, pero como Arendt insiste y requetecontrainsiste, la fuerza estaba vedada dentro de la ciudad…
Y cosas así.
Menciono esto no para idealizar ningún tiempo pasado, sino para sugerir que hay múltiples posibilidades que aun ni hemos explorado.
Gracias.
Una vez entrados al país, y en manos de la policía, es cuestión de tiempo para que lleguen a manos de los delincuentes, que lo usarán para uno de sus hobbies habituales, que es torturar jubilados.
Mariano,
Si la denuncia del ministro Stornelli llegase a ser cierta, el tiempo de que hablás será en verdad brevísimo.
Más allá de eso, la definición de tortura involucra solo a funcionarios públicos abusando de su autoridad en la producción de tormentos deliberados y sistemáticos.
La producción de dichos tormentos por parte de un particular, sin embargo, si bien supone cometer un montón de delitos horrendos…
técnicamente no es tortura (sigo la definición de la ONU)
Es una de las cosas que habría que cambiar en el Codigo penal. La tortura privatizada debería ser castigada de la misma manera. Y más allá de lo que digan los organismos, aplicar sufrimientos físicos a personas indefensas con el objeto de que confiesen donde esconden la plata, es tortura, no veo ningun motivo para que los que usan este método vuelvan a ver la luz del sol si su víctima se les «queda».
Guillermina,
la ONU puede decir lo que tenga ganas, pero no puede cambiar el diccionario, ni el sentido común.
Cuando en un Burgués pequeño pequeño, Sordi secuestra al izquierdista que mató a su hijo, y lo tiene durante días encerrado sometiéndolo a tormentos físicos para vengar a su hijo, y para que se retuerza en una agonía de dolor -que Sordi disfruta profundamente- , todos entendermos que lo está torturando, aunque el burgués del caso no sea una entidad gubernamental.
Yo, al menos, sostengo que existe el pensamiento libre más allá de la ONU.
Guillermina,
Entiendo, sin ser especialista, que estás equivocada. La definición de la ONU es así porque regula la conducta de los estados. Esto en modo alguno signfica que si un delincuenta picanea a un jubilado eso no es tortura (o que un montonero martirice a Larrabure, para ir a un triste ejemplo de nuestra historia).
Nuestro Código Penal dice:
ARTICULO 144 ter.- 1. Será reprimido con reclusión o prisión de ocho a veinticinco años e inhabilitación absoluta y perpetua el funcionario público que impusiere a personas, legítima o ilegítimamente privadas de su libertad, cualquier clase de tortura.
Es indiferente que la víctima se encuentre jurídicamente a cargo del funcionario, bastando que éste tenga sobre aquélla poder de hecho.
Igual pena se impondrá a particulares que ejecutaren los hechos descritos.
2. Si con motivo u ocasión de la tortura resultare la muerte de la víctima, la pena privativa de libertad será de reclusión o prisión perpetua. Si se causare alguna de las lesiones previstas en el artículo 91, la pena privativa de libertad será de reclusión o prisión de diez a veinticinco años.
3. Por tortura se entenderá no solamente los tormentos físicos, sino también la imposición de sufrimientos psíquicos, cuando éstos tengan gravedad suficiente.
Por el tercer párrafo es claro que nuestra definición de tortura es mucho más amplia que la de la ONU.
Sospecho que éste es el punto donde los legalismos y el poder soberano se encuentran en un cono de sombras.
Por un lado, Francisco, te recuerdo que la Convención de la ONU contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes está listada en el artículo 22 de nuestra Constitución como uno de los tratados a los que nuestra Nación otorga jerarquía constitucional y que, dice el artículo, «tienen jerarquia superior a las leyes».
O sea que lo que dice el texto de la Convención tiene más peso que el Código Penal.
Por otro lado, sólo un ejemplo que tengo fresco, María del Carmen Verdú cita un fallo del juez de la Corte Suprema Dr. Righi, quien en 2007 descalifica una demanda de 1988 por tortura alegando que después de 1983 no existieron en nuestro país grupos estatales organizados con el fin de infligir ese tipo de trato a los ciudadanos… con lo cual el fallo descalifica el caso precisamente porque no era lo suficientemente «estatal», en una interpretación que potencia el espíritu de la de la ONU.
Guillermina,
Básicamente estás diciendo que el artículo que cite es inconstitucional. Y eso es, de nuevo, incorrecto.
Si el Código limitara los alcances de la Convención, entonces un podría argumentar su ilegalidad pero no cuando la amplía.
La ley es legal y si un particular tortura, entonces va a ir preso.
No, Francisco, disculpá si hubo una confusión. De ninguna manera dije eso.
En primer lugar, terrible error que corrijo: NO es el artículo 22, sino el inciso 22 del artículo 75 de la Constitución Nacional que regula las atribuciones del Congreso:
El artículo dice que los tratados y concordatos que se suscriban tienen «jerarquía superior a las leyes»… por cierto, que una norma tenga más peso que otra no tiene nada que ver con la inconstitucionalidad.
En cuanto a si la figura de la tortura se aplica a los crímenes de sujetos privados en nuestro pais, es tema de penalistas y criminólogos… que no soy. Así que, paso.
Che, Francisco. Montoneros no secuestró a Larrabure, mamerto.
Se nota así que hablás sin siquiera conocer el caso. Fue el ERP, que no fueron lo mismo.
Luego, la definición que tiene la palabra para la ONU sólo le interesa a la ONU. Porque en el lenguaje coloquial, en el académico y en el del diccionario, torturar es torturar.
Por supuesto que tal vez le caigan bien los delincuentes a Guillermina, que los ve como «víctimas de la sociedad», y que alguno ate con un cable a una vieja, le parta la cabeza a trompadas a un viejo, viole a una mujer, estrangule al marido y amenaze cortarle los dedos a los hijos (todos casos REALES en distintos crímenes), pues claro para Guillermina eso debe ser solamente «lesiones en intento de asalto». Y si es menor de edad, un Toddy y a la casa directo. (si es mayor un dos x uno, y una probation si se puede; total la culpa es de los gorilas burgueses que no le dieron una oportunidad al pobre delincuente resentido)
Pancho,
Por cierto, vos sabés que yo no digo nada de lo que decís que digo, pero por alguna razón, que no logro entender, elegís chicanear.
En todo caso, también lo sabés, la Convención de la ONU puede resultarte convincente o desagradable, podemos opinar y discutir. Pero ni vos ni yo tenemos el poder de deshacer lo que nuestros constituyentes establecieron en NUESTRA Constitución, tan tuya como mía.
Gracias igual por participar (como decían las tapitas de gaseosas)
Disculpá, fue un error. De todos modos el punto se mantiene, no solo el estado tortura. Respecto al encuadre legal, te invito a leer el Código Penal de la Nación Argentina.
Seguiré participando.
p/d: No, Francisco, yo no me tomé el atrevimiento de decirte «Pancho», sino que le respondía al (irrespetuoso) Pancho que antes había comenzado llamándote «mamerto» a vos, y que a mí me hacía decir cualquiera.
Con respecto a lo de si la figura de la tortura se aplica en casos particulares, vos parecés saber muchísimo más que yo, y sí, claro, leeré el Código. Pero, aun si fuese así, parece que los jueces tienden a no aplicarla… aun en el caso más aparente de funcionarios públicos? (tengo el libro de Verdú, página 132ss., donde discute el dictamen del juez de la Corte Suprema Dr. Righi en el caso Bueno Alves). Gracias.
Guillermina,
Ok a todo, salvo a lo último. El Código es recontra claro y hasta tanto lo modifiquen o algun juez lo tache de inconstitucional es «the law of the land».
Pero, esto si, no es tema para debate.
Me cuesta entender porque las taser son un elemento de tortura y el resto de los instrumentos utilizados hoy en dia por la policia, no lo son. Me parece que hay un componente psicologico muy grande en esta discusion. Acaso un disparo de una taser es mas duele mas que un buen palazo con una macana?
Seamos honestos. Las taser no van a ser compradas para picanear masivamente en los genitales reiteramente mientras se detiene ilegalmente a chicos pobres dentro de un campo de concentracion ilegal. Parece obvio esto, pero hay que aclararlo, porque es la boba y simplista asociacion que mucha gente esta haciendo entre esto y la dictadura militar.
Existieron casos de tortura desde 1983 en adelante dentro de la fuerza policia? Si. Se necesitaron taser para hacerlo? No.
Porque no dejan marcas? Esa es realmente la gran diferencia? Si un policia realmente quiere torturar a alguien, lamentablemente existen muchas otras alternativas que no dejan marca tampoco.
Reconozco que las taser puede facilitar el uso de la tortura por parte de las fuerzas policiales, ahora, yo pregunto: Si las taser son un reemplazo de las armas de fuego (no digo en el 100%, porque tal vez sea imposible, pero si en un porcentaje importante), me parece que estamos ante una disyuntiva. Cuantos chicos han muerto desde 1983 en adelante culpa del gatillo facil?
Porque podemos discutir mucho sobre las desventajas de las taser, pero estas tienen una ventaja muy importante. Evitan muertes. No me pareciera ser algo menor el asunto…
Eduardo, el problema justamente es lo que reconoces: y no porque sea «mas fácil» sino porque ni si quiera esta claro en que situaciones se van a usar.
un ejemplo: segun tengo entendido, la policia solo tiene permitido disparar un arma de fuego cuando se enfrenta con alguien que DISPARA un arma de fuego. Es decir la policia solo puede responder el fuego. Si un policía te pega un tiro, tiene que demostrar que vos disparaste. ¿Que tiene que demostrar un policía que da 10 minutos con una picana?
Además de esto. me preocupan los casos en los que se considere «correcto» su uso.
Eduardo, acuerdo con B-K.
Es cierto que en la vida cotidiana muchas veces enfrentamos disyuntivas, pero por ahí la disyuntiva arma de fuego/taser no sea necesaria… digo, en vez de que la tecnología disponible, ofrecida por los fabricantes, determine las categorías conque pensamos, por ahí podríamos intentar que la cosa sea al revés.
En este caso, no me queda claro, qué fue primero… sospecho que la tecnología ofrecida por los fabricantes?
Lo del «networking» es impresionante. El solo echo de conseguir que les llamen por su nombre comercial (como quien dice «Coca» o «Curita»),en lugar de decirle picana o picana voladora y que consideren «tecnología de avanzada» a algo que tiene mas de medio siglo es realmente notable
Estimado B-K, siempre te leo y me parece raro que con tu honestidad intelectual definas a estas armas de descarga électrica no letal (taser) como picana voladora.
En cuanto a la tecnología de avanzada, no se cuanto sepas de electrónica, pero yo que estoy en el tema sé que «electrocutar» a un tipo sin matarlo requiere un control sumamente preciso de la tensión, frecuencia, forma, ancho de pulso, energía del pulso y demás que dificilmente sea comparable con la picana de un milico.
Hace medio siglo un microcontrolador como el que debe tener la taser adentro hubiese ocupado el tamaño de una heladera
Adrian, ¿Siempre me lees? ¿te referís a mis comentarios? Si es asi gracias por lo de honestidad intelectual, otra cosa que comentarios no escribo…
Respecto de la tecnología te digo que somos colegas, y te pregunto ¿Estas seguro que se necesita un microcontrolador para controlar las variables que mencionas?
Fijate por ejemplo en el marcapasos
http://en.wikipedia.org/wiki/Pacemaker#History
El hecho de incorporar nuevas componentes/tecnicas etc a una u otra cosa, no hace que el marcapasos deje de ser marcapasos o la picana deje de ser picana
Saludos!
Claro, en los comentarios.
Si te fijas todo lo que hace la taser, si hace falta un micro.
No se de que otro modo podría llevar registro de cuando se disparó, cuanto duró el disparo, la intensidad, tener un display de segundos restantes, temporizar el disparo, temporizar el tiempo de desconexión de la pulsera de seguridad, reconocer el tipo de cartuchos para adaptar la energía. Se podrá hacer en forma discreta pero no creo que sea más simple que ponerle un micro.
No te digo que sea un celular, pero tecnología tiene. No se que picanas usarían los milicos pero no creo que la tecnología haya pasado de un variac.
Además en cuanto a su definición el objetivo de la picana es causar dolor mientras que el objetivo de esto es inhabilitar los músculos. También un electroestimulador aplica electricidad al humano sin ser llamado picana. El hecho de aplicar electricidad al humano no es lo que define a una picana.
Interesante el pacer a resorte, te dedicas a electromedicina o a otra rama.
Adrián,
El punto, nuevamente, es el de los usos posibles, o, como diría Virilio, el de los «accidentes» de toda tecnología. Los instrumentos simplemente admiten más usos que aquéllos dentro de los cuales intentamos estabilizarlos. Es verdad que no se necesitan tasers, pero también parece ser que los tasers son algunas de las herramientas que facilitan. Y Rejali ha hecho una investigación impresionante (prácticamente todo el mundo, una infinidad de casos) y espeluznante que invita a reflexionar.
Porque, claro, de última, en una democracia ya no hay a quien más echarle la culpa… ¿no?
Página de Rejali: http://academic.reed.edu/poli_sci/faculty/rejali/rejali/academic.html
Paul Virilio, Museo de accidentes:
http://www.onoci.net/virilio/pages_uk/accidents/liste.php?th=1&rub=1_3
Sí, B-K, lo del networking parece ser la clave… Ejemplo imitable de estrategia comercial que naturaliza instrumentos y prácticas. Rejali lo analiza en detalle.
Muy bueno el post Guillermina.
Saludos
Muchas gracias, Diego.
Guillermina: es excelente tu post. La virtualidad de este arma como instrumento de tortura (sirviéndonos de terminología cara a sus cultores) «jurídicamente seguro», es la principal causa para tratar de erradicarla. Es escalofriante. Agrego a la discusión, refutando el argumento de Guillermo Montenegro de que en todo caso quita menos vidas que un arma de fuego, otro de los efectos del nuevo juguetito: la banalización de el acto de disparar. Desde un marketing que instala en el imaginario social la idea del instrumento tecnológico que somete al inadaptado sin daño, podemos dispararla tranquilos. Este arma va a ser disparada en situaciones donde no se dispararía un arma de fuego, estableciendo un piso más alto en los niveles de violencia implementados para la resolución de conflictos. Esto siempre conlleva una reacción delincuencial y, en definitiva, escala los niveles de violencia social.
Muchas gracias, caballero.
Acuerdo.
Así funciona la cosa, globalmente: en parte a través de aparatitos de moda, legitimados por redes legitimantes, introducidos hasta con buena voluntad, mire, las espirales de violencia alcanzan nuevos niveles…
En el medio, quedamos todos nosotros.
Así que por ahí, al menos, creo, deberíamos tener la chance de opinar y quizás, en una democracia, también de decidir, con cuánto de todo eso queremos lidiar, ¿no?
Ahora,
visto lo anterior, y supuesto que los Estados deben tener fuerzas policiales, ¿qué tipo de armamento debe equipar a estar fuerzas?.
Descartada la TASER por ser una picana según la ONU, y supuesto que un policía deba incapacitar a un sujeto temporalmente a cierta distancia (lo cual siempre va a ocurrir), ¿cómo lo hace?. ¿Con una Bersa 9 mm?.
¿Cuál es la policía que la CABA debería tomar como modelo?. ¿Cómo incapacita temporalmente sospechosos esa policía?.
No pudimos digerir nunca lo que «nos pasó» (en realidad «lo que aceptamos como sociedad») con la dictadura.
El precio es sentirnos culpables, y por ende indefensos ante la violencia en general, y la de los marginados sociales en particular.
¡Y vaya que es un precio caro de muertes totalmente absurdas!
Tal vez en un par de generaciones se nos ocurra cómo combatir (si es que hay que) a la delincuencia violenta, y a su contrapartida: las instituciones policiales ídem.
Por ahora, no veo otra cosa que «ajo y agua». Con o sin Taser.
David,
tampoco dramatices. El número de muertos en hechos de delincuencia es mucho menor al de muertos en accidentes de tránsito.
No es un número de bajas que la sociedad no pueda absorber y mantener en el tiempo.
Si es el precio de la libertad, al menos es acotado y cuantificable.
No me gustaría que me pasara a mi, pero eso es simplemente porque soy egoísta y egocéntrico como todos los demás.
Javier:
Tenés razón. La estadística baja es buena para tranquilizar la conciencia y no hacer nada. En realidad están mucho peor en México, Venezuela, o Brasil. ¡Qué alivio!
Pero cuando le toca a uno, la estadística salta súbitamente al 100%. Y no te cuento cuando la víctima es egocéntrica (como vos o yo).
PD1: Por favor, cuantificáme cuántas víctimas son «potables» para una libertad «razonable»
PD2: «Bajas» me suena horrible, a lenguaje de estrategas militares ¡Uh!.
PD3: ¿Y si hiciésemos algo con los accidentes de tránsito? ¿Cuántas «bajas» nos evitaríamos?
Habría que ver que opina el muerto¿No?
David,
esté número de víctimas parece potable, pues no veo a nadie acampando frente al Congreso para cambiar nada. Están todos en la Bristol. Luego, deduzco que es potable.
Si Bajas te parece muy militar, puedo decir muertos, o finados, que suena más lindo.
El número de muertos en accidentes de tránsito también parece ser potable para nosotros, porque cada vez que se reúnen los familiares de víctimas en Plaza Lavalle, no pasan de cien, y nadie les da cinco de pelota. A los hechos me remito.
Ah, además de egocéntrico, soy profundamente cínico.
Ugh! No me había dado cuenta. Te tomé en serio. Sorry.
Me pareció excelente el post, profundo, con datos, posición fundamentada y muy bien redactado. Además de un excelente disparador que sabe que es tal.
Me parece que lo central del post y del tema como tal no es ‘el elemento y su posible uso’. Es el viejo tema del cuchillo que sirve para trabajar, cocinar, carnear animales, tanto como para matar. El problema central, señalado por Guillermina claro, es que el ‘cuchillo’ no puede estar en una comisaría.
Viene a cuento la ‘necesidad’ de una policía profesional, pero no es el problema que se plantea. Porque resulta que se puede torturar (sin comillas) con el Riachuelo, habida cuenta de los casos de menores obligados a nadarlo por parte de policías. Pero el Riachuelo no está institucionalizado como elemento formal policial, de la misma forma que las consecuencias de su uso no están aceptadas culturalmente como ‘accidentes colaterales’ o porcentaje ‘menor’ de casos fatales de una herramienta útil. Este es el punto, repito, en mi opinión.
En cuanto escuché de estas Taser automáticamente (lo que son las asociaciones) me acordé de la película con Robert De Niro, EL Padre de la Novia, o la secuela, igual da; donde a De Niro, bastante estructuradito él (alguno dirá facho), le descargan ‘preventivamente’ varias veces ese tipo de instrumental hasta meterlo en cana. Toda la escena satiriza el uso de la herramienta, me parece, hace incapié en las incapacidades (hasta la estupidez) del policía que los detiene. No traigo esto a colación en actitud chabacana: me parece que las críticas a nivel internacional no vienen justamente por los colaterales muertos (en ese sentido no importa la ratio: muertes evitables son muertes, siempre invaluables). Y resulta que con un elemento supuestamente no-letal, por más tecnología que tenga puesta encima, si no se controla su uso redunda en un daño mayor que el que busca evitar. Existen procedimientos profesionalizados policiales para intervenir en situaciones violentas sin uso de fuerza letal, con fines limitativos y/o disuasivos, que no requieren de esa pistola. Véase la policía británica y sus procedimientos formales (los reales suelen ser más violentos). Se ha dicho, un arma de fuego tiene implicancias y controles en su uso, mientras este nuevo dispositivo no, aún si tiene cámara y registro de descargas y demás.
Y en este punto dejo, porque me doy cuenta que me pisé la cola, ya que la tecnología electrónica podría implicar controles en el uso, su ‘limpieza’ de datos, tanto como en un arma convencional. Y esto va en contra de lo que intuitiva e ideológicamente pienso. Así que después de vomitar esto lo seguiré pensando.
Saludos
Muchas gracias, Ladislao, por tus comentarios.
Y, sí, claro, el pisarnos la cola resulta naturalmente de la lógica/gramática de la (in)seguridad… especialmente cuando entramos en pánico, que es como estamos ontológicamente diseñados por las historias que desde el principio nos cuentan Hobbes y el monstruito Leviatán.
Quizás, si pudiésemos examinar todos estos modos en que nos pisamos la cola… quizás ahí pudiésemos comenzar a hacer otra cosa.
Complejísima, la tarea.
Pero, quién te dice, por ahí…
No estoy minizando el tema de las picanas voladoras (como alguien escribió acá mismo), pero me parece que el verdadero problema, al que todos deberíamos estar atentos, es a la vuelta de un modelo que, al menos yo, creía más o menos superado.
La mano dura, el miedo al diferente, los que dicen que «somos Colombia», que con los militares la gente caminaba segura por la calle y demás atrocidades están volviendo con más fuerza que nunca disfrazadas de un discurso con tinte democrático que tiende a naturalizar la «tortura legal» porque se hizo para «proteger al vecino».
En ese contexto el uso de las Tasser, o cualquier otra herramienta, me parece casi anecdótico, un detalle más que se pierde en la escenografía.
Abrazo (preocupado),
Viernes
Viernes,
Acuerdo. Las herramientas son, en algún sentido, anecdóticas (aunque, adivino que acordarás conmigo, debemos resistir facilitar ciertas tareas…).
En cuanto al sentido común que acompaña tanto a la mano dura como al miedo al diferente… salvo a veces, por unos ratitos, desde mediados de los ’90s para acá pareciera que no ha dejado de expandirse… a través de sucesivas olas de pánico y el modo en que ellas cristalizan en leyes (e.g., leyes Blumberg), o no?
Les mando mail que he recibido y es más sobre el tema
Privatizaron el Planetario
Sin que nadie se diera cuenta y sin información, el GOBIERNO DE MAURICIO
MACRI tercerizó la programación y las ganancias del Planetario Galileo
Galilei. Solamente se encarga de pagar los sueldos al personal y los
contratos siderales de los ³empleados de los nuevos dueños².
En una operación sin precedentes el Ingeniero en persona llegó al
Planetario, mantuvo una reunión con Lucía Sendón de Valery, empleada del
lugar que estudió profesorado de Geografía, y Marcela Lepera, una maestra
jardinera, las que hicieron echar a las autoridades de carrera empleadas
desde varios años y se apoderaron del edificio, comenzando a dar órdenes. Lo
impactante es que Sendon y Lepera pusieron como societarios a yernos,
maridos, primas y hasta hijos menores de edad. Así ‹por orden de Lepera, su
marido, Alfredo Maestroni, y Ana Maestroni, de apenas 15 años‹, el
Planetario comenzó a dar funciones ajenas a las de la difusión de la
Astronomía. Sendon colocó a su yerno, Pablo Dona, como Gerente de Prensa, y
empleó al novio de una de las hijas que ni siquiera es periodista ni tiene
idea de Astronomía, además de parientes y familiares de sus empleadas
domésticas particulares. En total, ingresaron al staff del edificio unas 40
personas.
Acto seguido, Lepera desbancó al resto. En el sector Astronomía, todos son
aficionados, incluidos el jefe, el supuesto licenciado Mariano Ribas. Los
sueldos de todos, incluidos los de Sendon, Lepera, sus familiares y
favorecedores, corren por cuenta del Estado porteño. En el puesto de
Coordinador General y de Seguridad instalaron a Pedro Núñez, un agente de
Prefectura que estuvo vinculado a crímenes de lesa humanidad y en épocas de
Ibarra fue trasladado por desfalcos. Además, entre el personal-dueño con
cargo figuran varias personas con el secundario incompleto, como Magdalena
Ruiz Alejos. Realmente los trabajadores que quedamos, como siempre,
relegados, somos maltratados y amenazada nuestra fuente de trabajo. Hoy se
cierra el planetario para eventos privados, fiestas oscuras y hasta fiestas
de cumpleaños particulares (consta en un video que hizo TN y Canal 13) y que
Macri frenó con publicidad oficial.
¿Fiestas oscuras? Ya está, me decidí. En el 2011 voto al PRO, el único partido que apoya las orgías y tomar sangre de bebes.
La verdad no tiene desperdicio esta nota. El Coordinador de Seguridad del Planetario (supongo que será el sereno), estuvo involucrado en crimenes de lesa humanidad. De otro lado, el PRO parece haber colocado a su gente en puestos estatales, lo que es una verguenza. Ni siquiera designó a un astronomo profesional.
Todo en clara diferencia con el Kirchnerismo que como gerente de Aerolineas puso al mejor candidato para el puesto: un volado.
http://aliciaenelpaisdelasquetaminas.blogspot.com/2010/01/las-armas-las-carga-el-diablo-y-las.html
Guillermina, tal como algunos comentarios sugieren, el problema no reside en el arma, sino en que aquellos policías que la usan, lo hagan siguiendo estrictamente protocolos de aplicación. Eso, y lo puedo decir con conocimiento, es lo que hacen policías en lo que denominamos primer mundo. La discusión resultaría más interesante si, en vez de partir la discusión entre pro-torturadores y anti-torturadores, pudiésemos ver que el gran problema de nuestras organizaciones estatales (policía, administración, etc, etc.) es la poca preparación profesional ajustada al Estado de derecho y, justamente por ese déficit, la ausencia de controles (agencias de contralor, accountability). Por estas graves falencias tenemos policías que portan armas de fuego (de suyo mucho más mortíferas que un Taser) y luego aparecen casos de gatillo fácil o picaneos en las penitenciarías. Que los policías y todos los representantes actúen conforme a los reglamentos que condicionan sus comportamientos. La verdad es que es preferible un cuerpo policial con Tasers que sigue estrictos protocolos de aplicación y no un grupo de policías que empiezan a los tiros cuando el humor les cambia. Creo que por ahí va la discusión; se aceptan comentarios. Saludos y gracias.
Matías,
Sí, claro, en cierto sentido, acuerdo con vos. No se trata de fetichizar ningún instrumento. La tortura es una relación, cuyos modos e instrumentos admiten como límite sólo la imaginación del torturador.
Me pareció sin embargo apropiado compartir, en forma sucinta, los hallazgos de la extensa investigación del Prof. Rejali y lo que él explica sobre los usos varios de los tasers, especialmente su uso con fines de tortura.
Acuerdo también en las carencias no sólo en la formación sino también en el equipamiento básico de nuestros policías… ellos son los primeros en reconocerlo.
Sin embargo, soy bastante más escéptica que vos con respecto a las bondades del profesionalismo y del predicamento de «the rule of law» como salvaguarda en relación a las prácticas policiales. De hecho, tanto Rejali como Martha Huggins (e.g., su trabajo Violence Workers) exponen la compatibilidad de hecho entre el profesionalismo y las violaciones sistemáticas a los derechos humanos.
En última instancia, el poder policial siempre excede la mera aplicación de la ley (o, en otras palabras, no existe tal cosa como «mera» aplicación de la ley…).
Gracias.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-139798.html
Guillermina:
Me parece muy bueno tu comentario y muy bien planteado el tema.
Sin duda conoces a fondo el tema policial y yo carezco de ese conocimiento. Lo poco que quiero decir es que sé donde vivo. Me preocupa mas quien va a portar esa o cualquier arma (porque la taser lo es, no ?) Con esto me sumo a dos personas que te contestaron: una el caso de Canada y otra el profesionalismo policial.
Repito vivo en Argentina adonde por lo poco que he viajado y lo mucho que he escucahdo la policia dista mucho de ser «profesional» como donde vivis vos. Es mas en mi provincia días pasados he leido que se formo en tres meses un grupo «elite» de mujeres policias. No quiero confundir ni que se entienda que discrimino. Al contrario estaría orgulloso de tener ese grupo, pero la pregunta es si estarían capacitado/as para el uso de esas armas. Así que me uno a quien te dijo que prefiero que me tiren con la taser porque tengo la esperanza de quedar vivo y no al uso de un revolver o pistola y pasar a ser otro caso de gatillo facil en Argentina. Creo que es, «el mal menos peor» como decimos aqui.
Si es tortura ? creo que simpre se podrá torturar y con este o cualquier elemento. En la Argentina se tortura de varias maneras no solo con la taser (si es que lo fuera). Fijate que para poder comer hay gente que tiene que seguir al «guia» que reparte los planes sociales. Al elegido que decide si podes o no pertenecer al grupo que cobra los planes sociales. Y si no estas de acuerdo ?? Y si no queres votar porque no coincidis ?? NO comes: eso no es tortura y de la peor. Yo soy muy poco intelectual y seguramente me fui del tema pero el poder contestarte y expresar lo que me duele, lo que se ve aqui y que nadie comenta y cuando lo hace le va muy mal, me doy cuenta que me sirve para entender que la tortura esta todos los días muy cerca mio y de los que vivimos en este país. Si pudiera votaría para que exista una policia que tenga al menos un grado de estudios de mayor nivel. Que ser policia en Argentina no sea una salida para poder comer y tener al menos un grado de dignidad social que de otra manera no tienen (por lo menos en su mayoría). Que ser policia sea por vocación y poder estar orgulloso de la institución. Guillermina sos un genio como planteas las cosas y yo solo te conteste lo que siento. Perdona mi ignorancia.
Sumamente interesante. Y no sería ocioso -sospecho- en estos lares, investigar quienes tienen el franchise local, ya que este Dinosaurio suele «razonar» con el bolsillo. Estamos a tiempo de oponernos y de hacer fuerza para que no prospere semejante canallada.