Diario de la grip IV – No tengo que decir tu nombre

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//Caminando sin pensar /estallando por la avenida / todas las estrellas están demás / todo lo que digas es mentira / mucha marihuana todo el día / toda mi vida es una porquería / todo lo que quiero es depertar / todo lo que quiero es despertar / todo lo que quiero es despertar //

Voltura – Pot be bop de «Ganan importantes premios internacionales»

Cumplí 29 años y no hice nada trascendente en mi vida. Lo escribo para exorcizarlo y aparte para hacerme cargo. Cumplí 29 años y no cree nada, no resignifique la vida, no hice del mundo, de mi ciudad un lugar mejor. Cumplí 29 años en una semana de alta paranoia y egoísmo en un lugar en donde todo lo que tendría que estar abierto esta cerrado y todo lo que debería no existir esta abierto. No tengo militancia, no tengo el don de la constancia, a duras penas hago un trabajo que no me gusta, que niego y prefiero que en las apariencias se me vea como una mantenida antes que decir que para no ser moza, para no ser secretaria, para no ser universitaria, para no ser becaria trabajo en una inmobiliaria porque una comisión me permite grabar un disco. Y hacer algo, sentir que hice algo, un objeto, algo hermoso y no en retribución a nada.  Porque no le debo nada a nadie. A mi me prometieron un lugar mejor. Y me cagaron. Y ahora vivo con el terror traumático de hacerle lo mismo a mis hijos.

Pago mis aportes, cocino lo que puedo todos los días, vuelvo a mi casa, saco a la perra, la miro caminar, hablo con mis amigos, escucho sus historias y pienso en donde ir el sábado a la noche y me voy a dormir y me levanto a la mañana pongo la pava, leo los diarios, intento no hablar hasta pasado el mediodía, escribo mails, entro a mi myspace, me pongo contenta si a alguien le dije algo con una canción, salgo a la calle, saco a la perra, pienso en el futuro, me siento sola, vuelvo a mi casa, agarro mis cosas, hay días que tengo clases, hay días que me visita mi madre, hay días que no estoy sola, hablo por teléfono, me voy a dormir, me levanto a la mañana, escucho el reclamo de no tener celular, actualizo el twitter, entro a mi flickr, miro mis fotos, me acuerdo del pasado, me voy a dormir, me levanto a la mañana, me baño, pongo un disco, escribo, hablo por teléfono, cumplo años, salgo a la calle, me compro un vestido, camino en silencio, hago mis cosas, vuelvo a mi casa, saco a la perra, le compro un abrigo en corrientes y medrano, voy a nadar, como en los sabios, vuelvo a mi casa, saco a la perra pero esta vez con el abrigo, me voy a dormir, me levanto, ensayo, toco la guitarra, arreglo canciones, voy a clase, me voy a dormir, me levanto, voy a tocar con mi guitarrita, vuelvo a mi casa, creo que soy una fuente de energía inagotable, escribo, me voy a dormir, me levanto, pongo la pava, tomo un litro de agua, saco a la perra, me encuentro enamorada, voy a comer, vuelvo, salgo, me voy a dormir, me levanto, leo página 12, saco a la perra, es lunes, es martes, es miércoles, me voy a cortar el pelo, vuelvo caminando, me compro un esmalte, la perra me mira, saco a la perra, veo un cartel del juez cruciani, volvemos, hago la cena, escribo, me levanto, miro casas, miro casas, miro casas, miro casas, vuelvo, hago la cena, saco a la perra, me levanto, toco la guitarra, espero el verano, me siento en la escalera, corto las partes muertas de las plantas, cuido a los gatos, hago de mi micromundo un mundo mejor, siembro mi tierra, corto manzanas, saco a la perra, cargo los equipos me voy a tocar.

Cuando salio Inrockuptibles no tenía vida y esa revista me la dio. Quiero decir, me hizo salir a la calle. No voy a negarlo, por otra parte ¿para qué? (beside: drogas ¿para qué). Entonces ahí vi la calle y fue un viaje. Por momentos bastante violento. Así desde la nada puedo levantar las fiestas en la casa Beaucheff en donde la gente cogía en un especie de cuarto sucio al fondo y entraba por turnos y en la cocina siempre la luz amarilla que daba con espanto la realidad y las luces y los cuartos completamente desnudos, con colores azules y a veces pasaban buena música pero llegaron a pasar Thalia que les concedo, como gesto, algo bastante más temprano que los días de hoy. Me acuerdo de tener en mis manos un flyer de Prix D´ami que fue después Dr Jeckyll en donde vi a Los Visitantes y de costado sin saber que años después, ahora hoy, sería tan importante a Avant Press una banda olvidada, enterrada y me pongo a pensar porque lo bello en este país no sobrevive o es invisible, como la naturaleza de las cosas que se impone día a día pero es negada, no entiendo porque a veces me encuentro mirando las fotos de los desaparecidos en página 12 y veo jóvenes que quiero conocer, hombres, hombres que deben tener no sé, 20 años, que son más jóvenes que yo ahora y tienen esas barbas y esa mirada y ese paso por el mundo y esa lontananza en el fondo de la pupila y esas mujeres con el pelo tan largo, esas colas de caballo, esas sonrisas inmensas, esa ropa de feria americana y no quiero ponerme hablar de lo fatídico de encontrar una foto de una pareja un domingo, mientras caliento el agua para el mate y dejo que la manteca se derrita un poco para no romper el pan, esas fotos de pareja, de ellos dos, que parece que se van a comer el mundo, la vida, la cama y están ahí, jóvenes para siempre, hermoso él, hermosa ella y más abajo antes de ponerme a pensar que me gustaría ser así, hermosa yo, hermosa con él, la brutalidad de leer más abajo, tu familia y amigos, te recuerdan, siempre siempre siempre. Y pienso que yo cumplí 29 años y no hice nada significativo en mi vida y miro alrededor mío y me doy cuenta que me importa bien una mierda hablar del bicentenario que quiero que me devuelvan mis 20 años, que no tengo más 20 años y me pongo a pensar en el medio de todo esto, quién quiere tener sangre joven en el partido, en la política o la construcción de un nuevo futuro. Y me pongo a pensar con crudeza que tengo 29 años y aunque con la magia del ahora y las confusiones reinantes parezca de menos y la gente soprendida me diga, no puede ser, porque yo ya puse las cuentas claras y digo 30 para que andar perdiendo el tiempo, la gente me dice, ¿me diga no era? en fin me olvidé tengo una cierta edad, no parece. Pero si mirás de cerca si parece. Si me conoces de cerca, quiero decir, si me lees de cerca, si te atormentas conmigo, si parece. Y a veces más. Aunque hoy te concedo, parezca de menos.

Entonces la política no es una cuestión de edad es una cuestión de vida. Yo te pregunto, si queres meter en política  a mujeres aniñadas que hablan robándole la lengua a adolescentes, vos queres meter en política a ese espanto que corre de lado la palabra madre y es tu amiga, las veo todo el tiempo, en el vestuario del club mientras seco mi malla enclorada, la veo a ella decirle a su hija que le preste tal cosa o que le de tal otra y enfrentadas las dos en el espejo se nota tanto como la una le roba la palabra, el gesto y la invade, la territorializa, la destroza. Y es más o menos el mismo asco que siento cuando un tipo de 50 sale con una pendeja de 20, el mismo asco que cuando yo tenia 16 y salia con un tipo de 35 le negaba a mi madre y mi madre que ya sabía lo que se yo hoy, me sacaba el teléfono de mi cuarto y lo bien que hizo, porque cualquier cosa es mi responsabilidad, ella fue madre, con todo lo que eso implica, con su falta de política a mi nunca me robo la lengua, me permitio construir, nunca se metió en mi placard, me permitio construir y ahora que en un viaje de estupidez creo que tengo gripe, no la HN13455SDJA simplemente la común, me dice bueno Helena ¿qué queres que haga? Y corto y pienso que tengo 29 años, que no hice nada significativo, que necesito a mi mamá y que en el desprendimiento al cual ella me empuja y yo cedo cada año que llevo viviendo sola más y más, me da la chance de volver a elaborar una lengua, de volver a elaborar una política, de intentar escribir algunos rastros, algunas ideas, algunas fallas, algunos chispazos, desde otro lugar, porque yo no se hablar de política si no es desde mi vida y la vida que momentáneamente compartí con otros y la memoria colectiva de algunos encuentros, esa memoria que saqueo para poder empezar a hablar otra vez, desde otro lugar, desde un lugar mas sensible, quizás más histórico, quizás no tan nutrido de soluciones. No se, yo yo yo yo yo, no sé que es lo que hay que hacer. Si tengo 29 años y no hice nada, si miro a veces a la gente con la que me acosté y pienso pero ¿vos no eras maravilloso? ¿qué paso, acaso también te saquearon? Y miro la calle y mis lugares tan cerrados o son un supermercado o son un depósito o son un asco. Y la gente esta en otra, compran alcohol en gel, fornican con el desprendimiento tácito, tiene 19 años para siempre, gente que va al after office y se saca el anillo, mujeres que creen que el feminismo son dos daiquiris al precio de uno y que igualdad es pedirse un taxi antes de que te lo pidan, hombres de 30 años, de más de 30 años que no saben lo que quieren, no sé no sé no sé dejame pensarlo, mujeres que hablan en spanglish porque todo fue un poco más lejos y no les robaron la lengua, se las cortaron. Y pienso otra vez, si otra vez, que tengo 29 años y que si la política necesita una inyección de sangre joven, yo puedo donar hasta ahí, porque ciertamente, perdi un poco en estos diez años, quizás me licue un poco, no sé, quizás me creí lo de a mi generación no le importa tu opinión porque a mi generación algo le pasa, me creí la contrainformación, las rondas de pensamiento autónomo, el pottlach, IMPA y arte, me creí todo y en el medio me olvidé de la certeza, de la política, de la lengua, de los años ´20.

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Now playing: Voltura- Noche Esquimal
via FoxyTunes

Acerca de Helena

Me llamo Helena, nací en el oeste y vivo en el barrio de Boedo. Estudie cine en el IDAC y fotografía en la escuela popular de La Boca. Me dedico a la música organizando fechas para el circuito de bandas indie, desde mi banda Los Galgos, desde distroiart rec y desde medios digitales como velvet rockmine o germen terror (chile). Crio una fauna de 2 gatos y una perra. Vivo enamorada.

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14 comentarios en «Diario de la grip IV – No tengo que decir tu nombre»

  1. Conmovedor increìble, no se porque estos post, màs bien textos, fueron casi ignorados en artepolitica. Son realmente conmovedores, mucho màs politicos que la neura de porque perdimos, porque fallamos. Ojala nunca dejes de escribir Helena
    saludos

    1. Es una limitación del sistema que usamos para gestionar el sitio, no una decisión editorial.

      En general los comentarios de usuarios nuevos se aprueban sin mucha demora, pero estos últimos días fueron bastante complicados.

      Saludos.

  2. La verdad es que no veo una relación entre Beckett y este texto (que no es monólogo). Supongo que se podría decir «Anda a ver el Guernica, y regresa en 50 años» o «Anda y lávate los dientes, y vuelve en 40», y la «crítica» sería igual de gratuita. Si la intención es desmerecer a la autora no por lo que escribe, sino por lo que no lee, hágale examen de Snobismo III, y por ahí la pega, y deje a Beckett en paz.

  3. La autora no necesita mis intenciones, ni las de nadie. No necesita críticas así como tampoco elogios. Lo ha dejado muy bien aclarado en textos anteriores.
    Si usted no puede ver la relación entre esta confesión de Elena y la de Winnie, relea a Beckett, vea el Guernica o lávese los dientes. Igual me parece difícil que pueda verla.

  4. Uy deus, me estoy fanatizando. Y a tres meses de haber cumplido 28 años, mientras ocupo un escritorio en este consultorio ahora vacío desde el que twitteo y escribo todo lo que puedo de lunes a viernes siento demasiado identificada con todo lo que narrás (digo, lo que narraste hace casi un año) Es mas, mas loco porque estaba escribiendo un doc que se parece bastante a esto y me saca que la vida de varios de nosotros se parezca tanto en cuestiones tan, tan existenciales (odio la palabra, pero sería ese el concepto), y aunque va mas allá del género hay algo de la soledad jovenadulta femenina que también transito y sea como sea que te ganes o te den el pan, es compleja e inobviable. A todo esto, entré para ver lo que posteaste en twitter y seguí leyendo. Ay.

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