El anti-kirchnerismo como producto de consumo masivo


Pertenecer tiene sus privilegios, nos machaca una y otra vez VISA.

Desde ese slogan publicitario las sociedades modernas construyen su propia identidad a partir del consumo. Y bajo esa premisa nos enseñan, desde pequeños, que somos lo que consumimos.

Los medios de difusión y el auge de las comunicaciones, han servido como catalizadores de esa cultura absorbiendo las ideas consumistas de todos los rincones del planeta para ponerlas al servicio de esa causa. Es por eso, que ya no vemos diferencias entre un joven de clase media o alta del DF, Barcelona, Buenos Aires o Nueva York.

Las ideas políticas, como no podía ser de otra manera, no escapan a esa tendencia.

Luego de décadas de frustraciones inherentes a un país sin Proyecto propio, compramos con todo gusto un ticket a la modernidad de manos del traidor riojano.

Fue así, que las ideas neoliberales que acompañaban la caída del Muro de Berlín, penetraban no sólo en nuestro gobierno, sino en lo más profundo de una sociedad que consumía vorazmente (1 a 1 mediante) no sólo productos importados, sino también su propia industrias y empresas estatales.

Como todo en la vida, la pasión y la razón nunca van de la mano. Y los resultados se vieron en un doloroso y sangriento 2002.

Coherentemente con su bandera de Gobiernos Limitados» Menem le negó el ballotage a Kirchner que le hubiese dado un apoyo popular cercano al 80%.

A pesar del magro 22%, Néstor logró conquistar nuestros corazones plantándose ante el núcleo duro neoliberal dentro y fuera del país.

Pero en el mismo momento en que los kirchners cuestionaron esas ideas globales, se quedaron tan solos como aquel que abandona la manada para tratar de ser uno mismo.

Laclau, Foster, Carta Abierta, la blogósfera Nac&Pop y el resto de los pensadores del Kirchnerismo pos-125 (o kirchneristas tardíos como nos dice Artemio) no son más que un intento de darle una explicación, un marco teórico o sustento intelectual a esta lucha que sentimos es interpretada por Néstor y Cristina.

No se que sucederá después del 29. Pero si se, que mientras el anti-kirchnerismo es consumido por mucha gente como si se tratara de una nueva moda, hay un embrión ideológico que está creciendo y que brota en cada uno de los 100 blogs construyendo, día a día, una nueva identidad política nacional y popular.

6 comentarios en «El anti-kirchnerismo como producto de consumo masivo»

  1. Rob: Los que nos aguantamos el baldazo de bosta por cadena nacional 24/7 ya somos inmunes a todo. Somos como la vil fabácea RR: No hay con qué matarnos.

    Algo así me contaba Julio Fernández Baraibar que está pasando en Venezuela con Chávez y Globovisión: Tanto han distorsionado, tanto han mentido, que ahora pueden pasar un video con Chávez comiéndose un bebé que a todo el mundo le resbala. Tanta ha sido la inmundicia, la exageración, el manijazo, la idiotez, que aumentar la dosis ya no genera reacción alguna. O si la genera, es en contra.

    Pero tienen algo más en contra: Ya existimos. Ya nacimos. Y mientras vivamos, van a tener que convivir con nosotros votando K de aquí a 50 años. Así que desde el gobierno o desde la oposición, tendrán que negociar el voto K. Que les demandará no menos que lo vivido del 2003 a la fecha. Como piso para empezar a hablar. Y un 20-30% de K-RR es un número en el congreso. Están al horno. Y ellos lo hicieron.

  2. El anti-kircherismo automático como consecuencia de la sumisión a los medios, o el kircherismo por adhesión como respuesta a lo que los medios generan, es exactamente lo mismo para mí. Ambos se basan en la incapacidad o negativa de pensar y exigir algo mejor, superador y cada vez más inclusivo. Uno por mantener el statu quo, y el otro por pensar que si se destruye todo lo anterior, de la nada puede salir algo mejor. Obviamente así, con fanatismo por todos lados, no hay construcción posible.

  3. Verdaderamente,no termino de entender la»moda»antikirchnerista.Tal vez el error en el manejo de la cosa agraria,que puso a la vez de manifiesto defectos en la politica con el interior y el pecado original peronista del autoritarismo,el conservadorismo latente en la sociedad,la pretension de la clase media de acercarse a la clase alta,el debilitamiento universal de los sectores obreros que fueron en el inicio la columna vertebral del peronismo,son elementos que sin embargo no me alcanzan para comprender completamente la situacion,puesto que la oposicion no se alimenta de si misma.

  4. Estoy completamente de acuerdo. Eso fue patente en el caso de las dos plazas. Nos acusan de pagarnos con choris. Pero, y qué con el diferencial de status que confieren los medios a «cualquiera» que se oponga a este Proyecto. Eso no es clientelismo?

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