El Progresismo, cajón de sastre

A alguien se le ocurrió organizar un debate sobre el significado actual del «Progresismo» con esta curiosa mesa: Fernando Iglesias, «Pino» Solanas y el brasileño Mangabeira Unger.

Iglesias -como es fácil imaginar- presentó un planteo sugestivamente parecido al resumen Lerú de la Wikipedia en castellano, oponiendo «progresista» a «conservador» para pegarle (faltaba más) a Kirchner y a Castro. Pasando a las propuestas, Iglesias recitó el programa democrático liberal del s.XVIII, como si el problema actual fuera, todavía, derrocar al Estado Absolutista de los Luises. El agregado de unas pinceladas de programa económico «post-industrial» le dio ese toque moderno que disimula (pero confirma) su carácter retrógrado y neo-colonial.

Luego llegó el turno de Solanas para pegarle (faltaba más) a Kirchner. Pero esta vez, claro, desde la «izquierda» y con el programa del 45, contra la «profundización del modelo menemista». Porque -cualquiera lo sabe- desde 2003 que estaban dadas todas las condiciones de control del Estado sobre las corporaciones económicas, como para encarar sin más la apropiación de todas las rentas y su redistribución; asi, de una.

A esta altura quisiera compartir una duda: ¿alguien tomó nota de que hubo una corrida al dólar convergente con la crisis financiera global (como en el ’89, como en el ’01) y no pasó nada gracias a «la caja» K?; ¿Hacer «caja» en un Estado desfinanciado es «conservador» o «progresista»?

Finalmente, el ex profesor de Obama en Harvard no le pegó a Kirchner (¿para qué lo invitaron?) sino al Radicalismo y a la tibieza Socialdemócrata (¡en su propia casa!). Habló de profundizar el reformismo, la autonomía económica nacional y la democratización del Mercado. ¡Ah!… y de elecciones anticipadas.

El Progresismo no ha tenido buena prensa recientemente y por buenas razones. Porque mantener un «Estado débil para los pobres» sólo prepara el terreno para el advenimiento de un «Estado fuerte para los ricos» (como bien marcó Martín en Artepolítica). Y porque el «progresismo» ha sido usado en tantos platos diferentes (ver la Wikipedia en inglés) que ya no tiene sabor. En lo personal, el «progresismo» siempre ha significado el eufemismo con el que los comunistas revestían su aceptación de las reglas del juego democrático burgués.

¿Qué debe hacer, entonces, el Progresismo para ser progresista? Como bien señala M.E. Casullo en su comentario al post de Martín, asegurar derechos mediante legislaciones; como la legislación social peronista que sigue siendo la base vigente.
Sin embargo, me gustaría apuntar que esa legislación que protege (en cierto sentido «conserva») los derechos de los trabajadores sindicalizados no cubre las variadas condiciones creadas por el avance tecnológico y político capitalista hacia la flexibilización y el trabajo en negro.
La legislación progresista por venir será aquella que establezca los límites sociales del «uso y abuso» de la propiedad privada. Como ocurrió de hecho con las fábricas recuperadas durante 2002, con el derecho al trabajo de los empleados de una empresa fallida por sobre los acreedores; derecho que debería ser integrado a la Ley de Quiebras. O como se dispone a consagrar esta tardía Ley de Medios audiovisuales, ahora que hay que avanzar en unos meses lo que no hubo apuro por hacer en seis años. Mejor tarde que nunca. Típico.

Acerca de Bob Row

Entre la Historia y el Arte: el Periodismo gráfico. Caricatura editorial: Maariv, Davar y Tiempo (Israel 78-80). Nueva Presencia (80-86), The Buenos Aires Herald (80-97), Río Negro (86-hoy), Página 12 (2009-). Escritos: Río Negro, Perfil (98-03)

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21 comentarios en «El Progresismo, cajón de sastre»

  1. Muy bueno, Bob. Lo gracioso es que es cierto progresismo en Argentina el que, so pretexto de se podría hacer algo aún mejor, se tiran contra leyes que modifican positivamente diversos estados de cosas y terminan conservando, justamente, el statu quo. Ese progresismo de palabra se convierte en un conservadurismo de hecho.

  2. Me adhiero a lo que apunta Bob y a lo que registra dicho por Martin,si bien soy conciente de lo dificil que es avanzar en el sentido que nos interesa.

  3. El progresismo como eufemismo usado por los comunistas para significar su aceptación de las reglas de juego democrático-burguesas…
    Me gustó.

  4. para mi hay progresistas…y pseudo-progres…

    progresistas vendrian a ser,con sus matices,tipos como pino,macaluse,lozano,este muchacho iglesias (al q la verdad no conocia)…mas alla de q uno concuerde o no con sus posiciones ideologicas…ves q tienen convicciones definidas…

    los pseudo-progres son mas bien peronistas…q se consideran demasiados «intelectuales» e «inteligentes» como para formar parte de la masa en plaza de mayo…algo asi como lobos con piel de cordero…pero q mal q les pese,se les termina cayendo la mascara tarde o temprano…

    en q me baso para decir esto???…a ver,conspicuos ultrakirchneristas q postean en AP(estoy tentado a dar los nombre,pero bue…no laburo en la SIDE como para buchonear)…q hacen gala de un «pseudo progresismo» rabioso casi…resulta q,a partir de los posts q ponen en AP,se me dio por leer sus propios blogs…y vaya la sorpresa q me lleve de estos conspicuos progres kirchneristas,q muy desenfadados admitian q en los 90′ APOYARON a menem¡¡¡¡…(siiiii…aunque usted no lo crea ¡¡¡¡).

    yo no vi a lozano,a pino,a iglesias etc…siendo menemistas en los 90′ (aunque pino admitio q al principio del menemato fue seducido por el discurso del turco…aunque se desencanto rapidamente).

    sin embargo,me imagino a mas de un pseudo-progre kirchnerista actual…siendo un rabioso menemista en los 90’…(anibal,alberto,parrilli,etc…encajarian en ese topico)

    y los mas probable,es q esos pseudo-progres «k» de hoy…vean al proximo mandamas peronista en el futuro(ya sea de narvaez,reutemann,sola,duhalde o el q venga)…como el «verdadero peronismo» q tanto esperan…y antes de q el gallo cante por segunda vez…negaran al nestor…como hoy niegan al carlo’…

    como puse alguna vez en un comentario en AP…el PROGRESISMO tiene cosas q serian muy valiosas para nuestra sociedad (ley de aborto,casamiento entre personas del mismo sexo,separacion efectiva iglesia-estado,lucha contra la corrupcion politica/sindical,lucha por la libertad de expresion,lucha contra el abuso del estado etc)…

    pero lamentablemente,en los ultimos años los pseudo-progres han bastardeado tanto la palabra PROGRESISTA…q van a pasar años antes de q un candidato VERDADERAMENTE progresista sea una opcion politica real…

    (hasta en eso se parecen al menemismo…menem bastardeo el concepto de «economia de libre mercado» (politica economica,q bien llevada,es tan efectiva como cualquier otra)…el kirchnerismo bastardeo el concepto de PROGRESISMO hasta volverlo un adjetivo peyorativo casi…)

    en fin…una lastima…

    1. che, Leandro tirá nombres.
      Por ahora yo sólo sabía del «compañero» Omix el cual descaradamente no sólo apoyó a Menem sino que fue un alfil del duhaldismo, y hoy por supuesto un gran caballero de la causa nacional.
      Qué otros hay? Porque la mayoría en tiempos de Menem estaban en salita rosa.

      1. «Porque la mayoría en tiempos de Menem estaban en salita rosa.»
        Ahora me cierra, porque se enamoran de los discursos, si prestar atención a de que bocas salen. No les conocen la historia.
        Es un alivio, me negaba a pensar que eran igual de «chantas», que los que discursean como si hubiesen entrado en la política en el 2003.

  5. Y me atrevo a agregar que el progresismo es un producto intelectual que resulta poco grato al peronismo en general,que siempre mostro un lado visceral.

  6. Eva,

    Así como bien decís vos que el progresismo hoy en día no puede ser luchar contra el Estado absolutista de los Luises, tampoco se trata de entender que la cosa pasa por combatir a «los poderes fácticos» desde el Estado como sea. Sugerís que el progesismo es el disfraz del comunismo para adaptarse a la democracia liberal y a mí me parece que eso es justamente lo que contiene tu propuesta: Una buena dosis de idealismo legislativo (asegurar leyes) sumado a una ventisca que huele vieja en su esencia en esto de combatir al capital justamente desde el Estado pero como son tiempos de respetar las reglas del juego democrático, sin revolución de por medio. De ahí que justificás la salida rápida de la Ley de Medios Audiovisuales antes de que los empleados del poder fáctico asuman sus bancas. Para tu prosa el «Boca – River» sigue siendo el mismo que para el comunismo, no crees que el comunismo estaba equivocado desde el vamos, mucho antes de que Stalin asumiera en la URSS.
    Ese progresismo que vos proponés fabrica mártires: Programas de gobierno inviables barnizados de idealismo legislativo. Aclaro que no es esto lo que hace el gobierno al que pertenece Mangabeira Unger en Brasil.

    Falta redefinir al progresismo. Falta teoría. Falta autocrítica. En definitiva, falta una nueva manera de llevarse con las formas democráticas y con el capital. Una nueva forma de mirar falta, que es muy diferente a mirar igual que siempre pero adaptar la estrategia a los tiempos que corren.

  7. quiero agradecer a todos por sus aportes. Pido disculpas por la falta de tiempo para responder en detalle. Espero hacerlo más tarde. Por ahora sólo quiero adelantar que el fuerte cuestionamiento de Diego tiene fundamento y merece una reflexión sincera. Gracias a todos.

  8. Pido disculpas por no haber respondido en tiempo y forma. Es un poco tarde, pero quiero dormir con la conciencia tranquila.

    Comandante: Muy bien; te chicanean con la Revolución para fortalecer el Conservadorismo (volveré sobre esto más abajo). No creo que sea por intención perversa, sino por una estrategia de crecimiento elitista y parasitaria de laas contradicciones de los fenómenos masivos y aluvionales. Aún así no hay que cortar lazos.

    Isabel: los que no pudimos crecer en Democracia estamos aprendiendo de grandes lo complejo que es. (Eva no comentó, Diego se confundió).

    Charlie: buuen link; yo recuerdo a Mangabeira de cuando denunciaba al gobierno de Lula como «el más corrupto de la Historia»…hasta que le dieron un puesto. Pero lo que dijo en ese debate tuvo bastante sentido (al menos como disonancia de la cantinela «péguele a K».

    Leandro, Pancho y Gus: tampoco del antiperonismo principista va a venir ningún progreso. Lo progresista no es tal o cual sistema económico, sino en relación con lo existente como retrógrado. El librecambismo era un progreso revolucionario en 1810 frente al monopolio absolutista pero se convirtió en retrógrado con Rivadavia, al entregar las artesanías en manos del capitalismo inglés, en lugar de proteger una transformación industrial como hicieron en USA hasta la 1ª Guerra Mundial. Y se repitió con Menem. Algunos advirtieron la traición, otros no; algunos se quedaron por interés, otros por lealtad partidaria. La política de archivos policiales cansa por improductiva.

    Diego: tocás un punto real (aunque desde otro lado). Efectivamente, el Stalinismo era inevitable desde el punto del que se partió. Hay un montón de «si hubiera» contrafácticos planteables, (el imbecilismo autocrático, la Guerra mundial y la Intervención posterior, la cobardía socialdemócrata para declarar la paz unilateral, la muerte prematura de Lenin).
    Lo que más nos toca de cerca es la NEP con su apertura al mercado agrícola. Cuando los «kulaks» acumularon y se negaron a financiar la industria, amenazaron con el boycott y desafiaron al Estado y vino el Gulag.
    El Estado puede ser menos opresivo cuando una industria madura es más eficiente que la agricultura; entonces puede manejar incentivos y desincentivos con más flexibilidad. A largo plazo es posible la agricultura comunal voluntaria (Martin Buber decía que el kibutz era «un no-fracaso ejemplar»). Y soy partidario del mercado acotado para consumo y servicios aún en el Socialismo (conozco a quien lo proponía en el equipo del Che, quien -sabemos- no quiso el modelo soviético; lástima que existió Bahía Cochinos ¿no?).
    En suma, sí, hay que reteorizar desde la base (yo me lo planteé en los ’80). Una cosa es el análisis de la mercancía y el conflicto de clases en el movimiento real, así como el correcto planteo gnoseológico de la 1º Tesis sobre Feuerbach (Materialismo subjetivo). Otra cosa son las conclusiones políticas simplistas derivadas de eso.
    Hay otras dimensiones antropológicas en el nivel de la simbolización que exigen caminos más largos e indirectos, como bien advirtió Gramsci tras la derrota prematura.
    Lo progresista es reconocer lo que nos acerca a una organización de las relaciones sociales de superior calidad humana. Si ese horizonte no se pierde, el «asalto al Palacio de Invierno» tal vez acabe siendo innecesario. Si ese horizonte se limita a lo que ofrece este Capitalismo cosificante, el conflicto siempre reaparecerá en sus términos elementales de puja por la supervivencia.

  9. Bob,

    En tu último comentario confirmás mis temores: Hablás de la “muerte temprana de Lenin” como si en el caso contrafactual en el que el líder de la Revolución Rusa hubiese podido vivir 20 años más la historia de la URSS hubiese podido ser muy diferente a la que fue comandada por el bigotón que se sentaba a su mesa. A esta creencia es a la que me opongo firmemente. Stalin no fue mala suerte: Stalin era inevitable. Lenin fue el Chabán de Rusia. Si no era esa noche en la que Cromagnón terminó incendiado hubiese sido la siguiente o la otra. Lo que plantó Lenin es demasiado estructural (desde la bandera hasta las formas de representación pasando por un cambio drástico en la economía de Rusia) como para que a la férrea resultante de ese cambio podamos tomarlo como un tiro por la culata. Pero estas conclusiones no fueron sintetizadas por la cultura occidental así como lo fue el fascismo. Siguen rondando con signo positivo en el imaginario sobre todo de la cultura letrada.

    Hay que entender al capitalismo de otra manera y esto por supuesto incluye a que Marx quede como un autor más entre tantos otros, tal vez menos relevante que Gramsci. Leo signos de economicismo en tu último comentario. El Estado actúa de acuerdo a lo que las personas quieran o puedan (o sea, es la cuestión política por excelencia), jamás su accionar es una reacción directa a determinada forma de determinados mercados.

    El tema de la cosificación ha sido muy discutido. ¿Cómo la entenderíamos hoy? ¿Pensando en los obreros de la fábricas de Manchester que van a ver a Carlitos Tévez a la cancha los fines de semana? Tiro a ojo de buen cubero que hoy hay más lumpen proletariado y empleados amigos del “capital humano” que poseen y en base al cual edifican sus vidas concretas que otra cosa.

    Me parece que el progresismo tiene que dejar de lado la culpa por no ser revolucionario. Y esto se logra apuntando también contra aquellos. Sé que esto va a ser muy difícil y que es inexorable que el cambio lleve años. Hay biografías que caminan por la calle Corrientes atadas –más no sea por lazos dos o tres eslabones en la cadena de parentesco –a Lenin y no quieren escribir un capítulo que cuente “cómo nos divertimos en las fiestas de Chabán”.

    Saludos

  10. Tanto o mas importante que Stalin y lenin fue la muerte de Trovsky,para el desarrollo de un socialismo que no llego a ser.Ahora,mezlar a Chaban con Lenin es lo de Cambalache(San Martin y la Mignon),y Gramsci no hubiera excistido si primero Marx no hubiera hecha lo suyo.Evidentemente Diego quiere alejarnos del marxismo.Olvida o rechaza la importancia de la infraestructura economica.La cosificacion que menciona no se debe al fracaso del socialismo solamente sino de la vigencia de la vida posmoderna,en la que el entretenimiento y el pasatismo hedonista trinfan sobre el pensamiento profundo.El progresismo es tan amplio como el peronismo y muestra muchas variantes.Gramsci fue mas progresista que Marx o Lenin.La culpa entre nosotros pasa mas bien por aquellos a los que les duele la inmolacion de los perseguidos por la dictadura militar,y no por losrepresores,fijate,ni por los sobrevivientes que,con error de percepcion de la realidad,creyeron que hacian lo que habia que hacer.

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