Ganaron. No digo que nos derrotaron –porque eso significaría que ya renunciamos a todo, dijimos chau y nos encerramos a ver Intrusos en el Espectáculo o Film & Arts–, pero ganaron, eso se puede decir con seguridad. Aunque no ganaron todos lo mismo ni en la misma proporción. Porque entre los sectores políticos, gremiales, mediáticos, sociales y empresariales que pusieron en marcha y ejecutaron el criminal y cambalachero movimiento sedicioso encabezado formalmente por la Banda de los Cuatro más Huno había y hay intereses muy distintos. Ninguno bueno, o casi ninguno, pero no querían todos lo mismo. Unos, llenarse de plata, otros ganar votos, otros imponer políticas en su beneficio, otros aparecer en TV, otros aumentar su poder, otros dar rienda suelta a cierta constitutiva banalidad de clase mediopelera y otros tirar al gobierno, ejercicio al que están acostumbrados y les salió bien más de una vez, aun sin necesidad de recurrir a los fusiles y las botas.
Y, aunque ganaron, no ganaron todo lo que querían, eso es lo más importante. Ni el impacto fue tan demoledor como calculaban (y como en cierto modo calculó el propio gobierno, y muchos de nosotros). Y ahora parecería que empiezan problemas entre ellos, y los que estamos del otro lado –no necesariamente en el gobierno o con el gobierno, pero del otro lado– tal vez podamos aprovechar las enseñanzas del sacudón y de todo lo hecho en estos días, para ver dónde estamos parados realmente y ponernos a pensar qué hacer.
Ganaron: el patrimonio de los representados por Llambías y Miguens (y los propios Llambías y Miguens) va a crecer astronómicamente, el gobierno quedó muy debilitado, la imagen de la presidenta deteriorada, el partido oficialista dividido en dos y más instalado que nunca el discurso antipolítico y el desprecio hacia cualquier posibilidad de pensamiento crítico hacia el statu quo. Pero no consiguieron conformar una fuerza, ni ponerse de acuerdo más allá del armado de despelote en sí ni instalar liderazgo alguno (¿o alguien piensa que De Angeli da para algo más que para hacer morisquetas ante las cámaras?). Consiguieron mucho pero no consiguieron todo. Ni todo ni el objetivo más grosso: Cristina no renunció, Cleto no subió, la alianza Duhalde + UCR no tuvo que salir a sacar las castañas del fuego, como en 2001. Porque eso estaba en el programa: no nos vengan ahora a decir “ustedes que hablaban de golpismo y de acción destituyente, ¿vieron que no pasó nada?” Sí que pasó. Pasó que quisieron y no alcanzaron, aunque algo alcanzaron. Más vale cito acá al nada kirchnerista Giardinelli: “Los que temimos y denuciamos que en este conflicto se jugaban mucho más que las retenciones, subrayando los riesgos que corría la democracia y los siempre solapados embates del golpismo criollo, ahora de nuevo cuño, lo hicimos sabiendo que nunca sobra ese temor cuando el escenario es la Argentina y los protagonistas son sus clases altas y medias./ Es como cuando temés que se te incendie tu casa. Uno no desea ni espera que suceda, pero eso no quita que se señalen las fugas de gas, se tome todo tipo de precauciones y se actualicen los seguros. Es lo que pasó ahora –ése era el escenario, ésos los protagonistas– y sólo desde la estupidez se podría acusar a los que temimos un golpe. Y lo seguiremos temiendo, por cierto, siempre en la esperanza de que el incendio no se produzca.” Ergo: más vale prevenir que curar, porque nunca se sabe hacia dónde desembocan esas movidas. Y si, suponiendo, para darles el gusto, que no hubo golpismo, y, dando un paso más, hacemos otra concesión y damos de baja la frase “acción destituyente”: ¿me van al negar que hubo, al menos, y sigue habiendo, una “acción esmerilante”, según la caracterización que largó hace poco Heller en un debate de TV?
Pero es verdad que incendio no hubo. Unos dicen ahora que lo evitó Cobos, con lo que dan por sentado que efectivamente existía el peligro, así que a esa cuestión dejémosla para otro momento: no hubo incendio, eso es lo cierto, ningún gobierno cayó. Claro que no porque al hablar de “golpismo” o “acción destituyente” uno hubiera estado delirando o hubiera comprado ingenuamente la propaganda oficial. No cayó porque no pudieron tirarlo. Esto propongo: tomar ese dato, anotarlo, porque no es poca cosa (lo que no quiere decir que no haya que seguir alerta). Se consiguió evitarlo. Por unas pocas jugadas hábiles del gobierno, entre un montón de torpezas y errores penosos, y porque la calle les dijo a los destituyentes que mejor no lo intenten. Y también, y no menos, y hay que decirlo, por las propias contradicciones de los incendiarios, sus lacayos y la masa de bobos catodizados que se prende en todo lo que excita hasta el éxtasis sus reaccionarios reflejos cualunquistas. Quizá sobre todo por eso, por las propias contradicciones de la runfla incendiaria, se evitó, más que por méritos popios. Claro que ahí está esperando el 2009.
“No pasarán”, habíamos dicho, y hasta ahora no pasaron. Se acercaron, sí, pero no pudieron pasar. Todavía. Así que ahora se dedican a aconsejarle a Cristina que se lo saque de encima a su marido, ese Rasputín o López Rega o Bin Laden de la Argentina Siglo XXI, y que se abrace a Nomeminimicen y acepte la asesoría de Escribano, Aguinis y Kovadloff (y, ya que estamos, de la Embajada), pero Cristina ya salió a decirles que ni lo piensen. No va a ser por ese lado que se sale: no sé si lo hará pero lo dijo, y más de una vez en pocas horas.
Y la otra cuestión: además de que no consiguieron todo, despertaron al león dormido. La metáfora del león, ya sé, es exagerada, un verdadero abuso retórico, así que voy a usarla provisoriamente, hasta que encuentre otra. El león dormido seríamos nosotros (que nada tenemos de reyes de la selva ni sabemos rugir): cierta conciencia que estaba buscando encauzarse, desplegarse, convertirse en acción, y me refiero tanto a los pibes de la nueva JP como a los “intelectuales” a los que se refieren con tanto incontenible sarcasmo Fogwill, Lozano, Tomás Abraham y unos cuantos más (pibes e intelectuales que casi sin excepción forman parte de la clase media, vale la pena tenerlo en cuenta). Ya al sacudir las cacerolas y empezar con las extorsiones, las agresiones y los desplantes habían hecho salir al león del ensueño en que veníamos regodeándonos desde hace décadas, tanto que el animalote empezó a moverse y a reconocer su propia capacidad de movimiento cada vez con más fuerza en las semanas previas a las votaciones en el congreso, pero el shock de la traición cletina parece haber potenciado esas ganas de reanimarse y armar algo. Personalmente esperaba, antes de entrar a la reunión de Carta Abierta del sábado, que me iba a encontrar con poca gente y con muchas caras abatidas y ganas de colgar los guantes, pero no: vi exactamente lo contrario. Hipótesis (y nada más que una hipótesis): que hayan quedado descarnadamente a la vista los errores de construcción del gobierno parece aumentar la decisión de ofrecer otra alternativa, o la conciencia de la necesidad de esa otra alternativa. Sin demasiadas esperanzas, pero sabiendo relativamente bien qué se quiere.
Los problemas, y los interrogantes más serios, y sin respuesta a la vista, son, me parece, dos, justamente los dos más importantes: qué va a hacer el gobierno, por un lado, y, por el otro, qué quiere el pueblo argentino. Nada menos. Este último, de lejos, el más importante de los dos y de todos, y el más angustiante para mí.
Que el gobierno tiene que hacer cambios es seguro, lo dicen todos. Pero hacia dónde. Hay por lo menos dos tendencias: una (la de La Que No Pudo Subir al Palco, o la del envarado filosofículo del diario de los Mitre), llama a “deskirchnerizarse”, “dejar de ser confrontativo”, “atraer inversiones”, “dialogar” (es decir, pedir permiso a los grandes poderes antes de dar cada paso): el conocido socialrepublicanismo tilingo y formalista en el que los intereses de las corporaciones sustituye el mandato de los votos y la necesidad del pueblo. Y la otra tendencia es, claro, la contraria, lo que no quiere decir salir a estrellarse a ciegas contra la pared ni a jugarla de Che Guevara descontextualizado ni a desconocer cuándo las circunstancias son desfavorables, sino más bien lo contrario: cómo es posible hacer, en estas concretas y difíciles circunstancias, lo que hay que hacer, eso que esbozó la presidenta en su último discurso que hay que hacer, y con quiénes.
El principal obstáculo, si el rumbo elegido fuera este último, reside en algo así como el código genético de este gobierno, o, más concretamente, del matrimonio K. Cierta mentalidad de intendentes de pueblo chico (“yo manejo todo como se me ocurre, sin consultar y con no más de dos o tres laderos de mucha confianza, sin mucha planificación, sin escuchar a casi nadie y guiado por mi audacia, mi intuición y una campechana baqueanía lugareña”) y cierta tendencia a tomar como cuestiones de amor propio lo que es político y, por ende, a reaccionar pasionalmente, como si los hechos políticos fueran agravios o golazos personales («miren cómo se la dimos», «nos metieron el dedo en el culo», ese tipo de filosofía). Lo que no está mal en sí ni lo reprocho éticamente, pero no sirve, o no alcanza ni de lejos para gobernar un país tan complejo y destrozado como la Argentina, al menos la Argentina de ahora, bien distinta de la de mayo de 2003, gracias, entre otras cosas, al propio gobierno de Kirchner.
Y ahí viene el otro problema, el más serio, el único problema real, si nos ponemos a pensarlo: mucho más preocupante que la traición de Cobos es el hecho de que durante el trayecto de su retorno a Mendoza, a gozar del descanso que le debía a su mente conflictuada –y sin siquiera haberse comunicado con la presidenta para dar cuenta de su acto, como lo supone la más elemental regla de convivencia institucional–, en cada lugar por el que pasaba Cleto la gente se juntaba para recibirlo con banderas, como a un prócer de la patria. Digámoslo con todas las letras: a la gran mayoría de los argentinos no les va ni les viene que se hable de redistribución de la riqueza, y menos aun de derechos humanos o que se recuerde lo ocurrido con la dictadura o que –horror de los horrores– se ponga como antecedente a la militancia de los 70 (“¿para qué seguir revolviendo el pasado?”, “hay que mirar al futuro”). A la mayoría de los argentinos no se la va a ganar hablando de seguridad alimentaria, de solidaridad con los que menos tienen o de independencia en política exterior, menos aun de Unión Sudamericana, y menos aun al lado de personajes como Chávez.
Si quiere tener votos, que al gobierno ni se le ocurra mencionar nada de eso. A fines de 2001, o tal vez desde un poco antes, y hasta mediados de 2007 aproximadamente, tal vez sí habrían tenido algún favorable impacto electoral esos discursos y esos temas, pero ya no. La mano cambió y muchos, sobre todo en el gobierno, no se enteraron (o se enteraron y no quieren, tal vez saludablemente, dar el brazo a torcer). Fue un paréntesis y se terminó (que algún especialista se ocupe de averiguar por qué causas). El caso es que ya es pasado: esos votos se olvidaron de que alguna vez sentían cierta emoción al dejarle en una bolsita aparte, al cartonero, los papeles, para que no se ensucie ni se lastime las manos. Ahora están mirando a otro lado. Digo, los votos de la gente que se manifiesta y expresa, al menos. Saliendo a la calle (no importa si con cacerolas o con banderas o con velas), escrachando polìticos en restaurantes, llamando a las radios, tomando mate al costado de la ruta, dejando mensajes en las ediciones virtuales de los diarios, opinando en el quiosco o en la cola ante la caja del supermercado, respondiendo encuestas. Una sola gran consigna engloba todas las demás, tácitas o explícitas: “Fuera el Estado ladrón: no jodan, déjennos vivir”. Tranquilidad, seguridad, que no los incomoden con marchas o palabras fuertes (el único que tiene derecho a emitir gritos es Tinelli), que no les vengan a hablar de cosas que les ponen nerviosos, como esos documentales de Canal Encuentro o del 7 que insisten con Salvador Allende, las maniobras de la CIA y el hambre de los indios del Chaco. “Acá todos queremos vivir en paz y aprovechar lasinéditas oportunidades que se nos han abierto como país en la nueva situación internacional en la que los chinos están podridos en plata y necesitan soja”.
Me van a decir, y con razón, que tal vez no sea esa la mayoría de los argentinos. Que la descripción corresponde a cierto tipo de integrante de las capas medias. ¿Y los pobres? ¿Y el conurbano? La verdad, no sé. ¿Alguien puede aportar algún dato? Lo más probable es que miren sin saber qué pensar, ni a favor de uno ni de otro, como una cuestión ajena, que no les concierne, salvo los que son incorporados a organizaciones como el Movimiento Territorial Liberación o Libres del Sur o Federación de Tierra y Vivienda. En proporción al total, no creo que sean muchos. Seguramente no más que los que viven pegados al paco y buscando algún mango para zafar, chumbo mediante o por el medio que sea. ¿Alguien tiene datos acerca de cómo se pronuncia políticamente esa gente, si es que se pronuncia? ¿Se acuerdan de aquel viejo término, “clientelismo”? ¿Y de las manzaneras? ¿Se hace algo para saber cómo está sonando ahora la palabra “Duhalde” en esos territorios?
A modo de resumen: si bien la derecha no ganó todo ni ganó tanto, lo mucho que ganó le basta para controlar unos cuantos resortes bien importantes y sabotear y hasta quizá impedir los avances que se intenten de acá en adelante (caso Ley de Radiodifusión), en un contexto en que, por la falta de retenciones móviles, los precios de los alimentos tenderán a dispararse y el aluvión de dólares provocará nuevos sacudones. No sólo el problema, ante esa situación, es qué hace el gobierno, sino que, si hace lo que realmente debe hacer, va a aumentar su impopularidad y a seguir avanzando hacia una derrota electoral. Si me equivoco, agradeceré mucho que me lo digan y me expliquen por qué, y, en caso de que no me equivoque, ¿alguien tiene algo para sugerir? ¿Hay alguna manera de desatar este maldito nudo?
Genial, balvanera. MEC
Balvanera, de casualidad leíste mi comentario en lo de Manolo? Yo escribí algo similar.
«Manolo, si La Capital, el interior de la provincia de Buenos Aires, Santa Fe y Cordoba son opositoras, eso significa que lo único que le queda al gobierno son los pobres.
Los habitantes del Conurbano (-Morón, Sisidro y VLópez) y el Norte Argentino (Aunque Chaco puede re-radicalizarse y en Santiago del Estero hoy gobierna un Radical)
Y los pobres un dia votan a Menem, otro a Duhalde y otro a Kirchner. Votan al lider del PJ, y si deja de ser claro quien es el lider, Kirchner puede perder sus votos.
Estoy en desacuerdo con usted, yo no creo que los intendentes del conurbano se sientan más comodos con Nestor que con Duhalde. Y creo que pueden abandonarlo en cualquier momento, o por lo menos, condicionarlo mucho. Tal vez lo abandonen totalmente después del 2009.
El único apoyo total que tiene el gobierno es de clase media, de una minoría de la clase media, para encasillarlos de alguna forma, universitarios de clase media/alta que siguieron carreras humanísticas que leen página12, como los que se ve en Artepolítica.
La mayor parte de la clase media odia al gobierno, es verdad»
Yo sí creo que estuvieron delirando todos estos meses con la posibilidad de golpe y con el clima destituyente. Ni Duhalde ni Carrió quieren que se caiga Cristina, uno porque esa caída le causaría un daño al peronismo similar al que la caída de Dela Rua le provocó al radicalismo, y la otra porque si cae Cristina, los argentinos no van a votar a una mujer en la próxima elección. Nadie quiere pasar por el 2001 otra vez.
Todavía no entiendo como pueden haber pensado con los sucesivos discursos de Néstor fueron buenos (acusar a la oposición de ser comandos civiles y grupos de tareas, dentro de poco los acusaba de escuadrones de la muerte) y que la presidente es un «cuadrazo de la retórica»
Creo que el gobierno autopulverizó su poder estos cuatro meses y ustedes se la pasaron viendo victorias (Nace un nuevo sujeto político)
Yo creo que delineando con perfiles gruesos, en estos cuatro meses la sociedad se dividiò en tres grandes sectores: los que estaban con el campo, los que estaban con el gobierno y los que sentìan que no podìan estar con el campo, que no tenìan nada que ver con ellos y que ni siquiera les afectaba lo que les pasaba o decían que les pasaba, pero no podìan seguir sosteniendo el discurso de CK y NK.
Y ahì comenzò a desplegarse un nìtido ejemplo de la hegemonìa de la derecha, en lo bàsico de la definiciòn gramsciana.
Una parte importante de la sociedad, logrò ser convencida de que el problema no era el de los productores cerealeros sino que se irradiaba sobre toda la clase media, ni hablar de los sectores altos y hasta una parte de los trabajadores, empleados, cuentapropistas y demàs escalas de los penùltimos deciles de los estratos que no tienen ningun bolsillo que los impuestos les pueden tocar, pero quisieran tenerlo.
La hegemonìa demostrò que es una instancia que se despliega en dìas o en pocas semanas, pero viene incubandose en dècadas. Parece una reacciòn febril sorpresiva, pero està màs cerca de una metastasis generalizada.
El propòsito de sancionar esa res.125, como si un movimiento inercial viniera sosteniendo todas las reformas que el kirnerichsmo venìa en parte haciendo y en otra prometiendo o anunciando o reconociendo como demandas sociales pendientes,
se estrellò frente a los reflejos de la dirigencia rural, que probablmente se encontrò con mejores respuestas que las que hubiera imaginado, pero las aprovechò con esa velocidad que la derecha usa para pensar poco y hacer mucho.
Una impresionante respaldo mediàtico se acoplò inmediatamente a ese proceso, sin necesidad de pactar nada porque son sectores que se entienden por señas y los K, màs el reducido grupo que viene conduciendo todo la cùpula del aparato del Estado, fue incapaz de fortalecerse abriendo el juego y reaccionò frente a un problema nuevo con respuestas antiguas.
La 125, que està muy lejos, a años luz, de expresar una revoluciòn social o una transformaciòn esencial de la estructura agroexportadora o el sistema tributario argentino, terminò jugando un rol parecido y sirviò para marcar los lìmites de un espacio que va a ser ahora mucho màs dificil de superar.
Con su derogaciòn no se perdiò mucho intrinsecamente, pero simbolicamente quedò debilitado el mejor proyecto democràtico, ètico, renovador y dotado de algùn grado bàsico de coherencia, que ha tenido nuestro paìs en las ùltimas dècadas.
Si se puede reconocer eso, se sabe desde donde hay que recomenzar. No es poco lo que dejò la crisis, porque el acto del 18 de junio en la plaza, demostrò que para la cantidad de furcios en que incurriò la conducciòn K, cuyas mejores intenciones no pueden a mi juicio discutirse, representò un respaldo valiosisimo de capas de laburantes y segmentos medios, buena parte convocada por su propia responsabilidad, que dijeron que ahì estaban, con errores y aciertos, pero para sostener el proyecto.
La votaciòn desempatada en el Senado, terminò facilitando un desenlace que tiene que servir para replegarse, rearmarse y seguir, porque la polìtica es eso.
Cada grupo ha balanceado ahora donde esta la fortaleza y la vulnerabilidad del otro y en perspectiva creo que nosotros estamos mejor.
La corto aquì, porque me parece importante abrir el debate hacia el futuro que viene si, algo de lo que arrojado con cierto desorden, sirve para hacerlo.
Me alegra que si había algún grupo buscando la caída del gobierno, se haya quedado con ls ganas.
Balvanera perdimos una batalla nomás. Importante si, pero hace cuanto no dábamos una batalla así? La derecha no tiene mucho que ofrecer. Que va a ofrecer? La salida post 2001 más un corporativismo alla los 4 el campo más Barrionuevo? Aca la movida es anular 7 años de otra cosa, más con sus aciertos que con sus errores. El modelo de paìs que proponen no contiene más que 10 millones de personas con suerte. Si somos inteligentes salimos. Ya estaban de salida y se sacaron una rifa. Por errores, imprevisión, voluntarismo, lo que sea. Aún puede ser.
Un abrazo
Tal vez usted peque de exceso de clase media Daniel. Pide conurbano y el Conurbano está firme. No olvide que la imagen de De Angeli y de Buzzi es alta pero ambas tienen de 35% a 40% de rechazo. Le aseguro que en las clases populares nadie mira con simpatía al que le hizo subir el precio de la leche. Habría que ser suicida para ser pobre y «estar con el campo». Pero al mismo tiempo, se sigue con la sensación de estar mirando todo esto desde la tribuna. Esa clase media-baja que recuperó ahorros y ahora empieza a perder consumo, esos sectores populares que compraron bienes de consumo pero que se los come la inflación. A esos sectores se debe apuntar y movilizar. Pero movilizar en serio, no de puro aparataje, se necesitan más medidas que contengan directamente a lo que Manolo denomina el «Núcleo Duro». Esos sectores están con el Gobierno pero no pueden ver cosas como el Tren Bala. No podés seguir maltratando a tu base social y electoral con escándalos como el Tren Roca, el belgrano Norte o el San Martín. Más ingenio y más precaución.
Para 2009 falta una eternidad.
Sobre Duhalde. Soy de Tres de Febrero y algo de eso puedo aportar. hay simpatía pero también lealtad a Kirchner. Por ahora la renovación duhaldista sólo captó a unos pocos dirigentes prehistóricos que en su mayoría ya habían ido con De Nárvaez. Nada de peso.
El artículo me gustó. Dos cositas:
«Socialrepublicanismo»
Eso es conservadurismo republicano o conservadorismo travestido en respeto a las formas liberales. Favor de no mezclar social con ese tipo de pensamiento que vacía de fundamento todo lo positivo que hay en el término república.
El Mempo votó a Cristina. Eso de «nada kirchnerista» está de más. En todo caso, nadie se va a escandalizar porque sea partidario del Gobierno, Daniel. Justamente este es un espacio de respeto y de diálogo, no de etiquetamiento.
Lurker:
Yo leí su comentario y no estoy de acuerdo con su caracterización de los pobres como sujeto electoral.
Yo diría que el apoyo incondicional al kirchnerismo proviene de el Norte (NOA y NEA) y de la Patagonia. Lo que electoralmente no cuenta. El Conurbano es un bastión impenetrable pero los capitanes y barones pueden ser eventuales quinta columnas, hay que cuidarse por ahí.
La clase media que apoya al kirchnerismo lo hace de forma vergonzante en su mayoría. Salvo los fanáticos, son pocos los que «defienden al Gobierno».
A los leales de la clase media se nos mira como locos malos, -por los demás integrantes del mediopelaje-, pero me parece que lo importante es no claudicar, ni aún cuando la desventaja númerica es considerable, de última nos quedan mas de una chicana de la retorica para hacer el agunte y como el medio pelo tiende a tener contestaciones mediaticas, con buscar chicanas poco tratadas basta.
Me gusto el artículo.
Creo que en definitva estos es lucha politica, a veces se gana y nosotros generalmente perdemos -aunque últimamente no estabamos acostumbrados-, y que mirándolo retrospectivamente estamos muchísimo mejor que hace 10 años.
ASI QUE VAMOS Y FUERZAS.
Yo veo hoy, antes de ayer era otra cosa, que el escenario no es tan dramático. Es que, compañero, usted se queda solo en el peronismo y no mira las consecuencias negativas, que son muchas, que ha tenido este conflicto para la oposición. El campo ya empezó a dividirse y quedó bien claro que la lucha no era por el peque y el mediano. La gente ya lo vio, y eso es lo importante. Los pobres son pobres, pero no son boludos. Tal vez, como dijo Cristina, algunos tardan mas en darse cuenta, pero eso no importa. Y no creo que no les importe lo que pasa. La clase media que estuvo con el campo, creo, siempre fue anti K. Recuerde que la contra de derecha a izquierda sumó el 56 por ciento. En algún lado tienen que estar. Catanpeist publicó esto http://catanpeist.blogspot.com/2008/07/crisis.html respecto de los resquebrajamientos al interior de la izquierda progresista… Las grandes capitales jamás votaron peronista, ni ahora ni nunca, por lo que ahí no se perdió mucho. Volver a Duhalde? Las clases medias con Duhalde, el hacedor de la frase «el que depositó dólares recibirá dólares»? Hummm, no creo. Los pobres con Duhalde? Eso no se. Pero le cuento algo, creo que ya lo dije, tengo familiares que viven por José C.Paz, tirando a pobres. Hace unas semanas atrás me dijeron que estaban con el campo, con los pequeños productores, hoy, hablé por teléfono con ellos y dijeron «nosotros no entedemos nada». Ya se están dando vuelta, dénles tiempo. Hoy mi vieja (72 años) me dijo algo para calmar un poco mi estado permanente de alteración: «No te preocupes, el conflicto ya pasó, a Perón le hicieron exactamente lo mismo. Además, resultaba que nadie era peronista, nadie lo iba a votar y después ganaba por muerte.» Mire, creo que la oposición ha perdido muchos adherentes, incluso la FAA perderá unos cuantos y usted cree que estos votarán la fórmula Cobos-Carrió? Segun Mariano T. habló con chacareros que estaban contentos con la derogación, pero entonces no encaja por qué Buzzi anda llorando y diciendo que «en los chacareros existe la sensación de que estaban mejor con la 125». Esos a quién van a votar? Mire todo, no solo el peronismo. Lilita con Duhalde, Barrionuevo, Miguens, MENDEZ, Cobillo (podés ser no peronista y apoyarlo circunstancialmente pero la gente sabe bien que lo de este muchacho fue traición). Usted cree que van a votar sabiendo ya que es un traidor y que rajan ni bien queman un poco las papas? Hoy el Lic.Baleno me dejó un mensaje en mi post: Sabe usted que el sábado pasado TVR hizo el rating mas bajo de toda su historia (10 puntos)? Eso quizás le de una pauta de con quién está el pueblo y también la clase media, a pesar de todos los palos. Otra cosa, ¿por qué Kirchner tienen que irse? Por que lo dicen en Canal 13? A mi me gusta y me gusta mas que Cristina. Si es verdad que Cristina estuvo a punto de renunciar quién cree usted que la convenció para que siga? Kirchner nos salvó de que los contras consiguieran el objetivo. Saludos.
Ah, otra cosa. Sabe por qué creo que piden que Kirchner «deje gobernar a Cristina»? Porque la gente lo sigue. O no se acuerda usted cuando Kirchner pidió no compren Shell y el 80 por ciento acató?. Se que las cosas ahora no son iguales que en aquel momento, pero no creo que la mayoría se haya dado vuelta. Se han hecho encuestas sobre la imagen de Cristina pero ni una sobre la de Kirchner. Raro, no? Los que estamos acá seguimos firmes y también creo que hemos sumado unos cuantos. Solo que antes estaba dividido en diversas facciones políticas y ahora pareciera que hay solamente dos.
COIMAS EN EL SENADO
COMPRA DE CONCIENCIAS
ESTA ARGUMENTACION PEDORRA CAYÓ
Amanece el jueves 17 de Julio en Ciudad Gótica y se consuma la traición ….
Los villanos terminan de concluir con éxito una batalla en la guerra de intrigas…..
BATICHICA, como Superman ante la Kriptonita sufre la merma temporal de su poder…
En el mismo recinto legislativo donde Enzo Bordabehere senador electo por Santa Fe pierde la vida por salvar la de Lisandro de la Torre, otro legislador de Santa Fe, también en el mes de Julio pero 73 años mas tarde se gana en una noche casi un millón de dólares…. El terrible “HOMBRE DE HIELO” que en la vida real es CARLOS ALBERTO “ LOLE” REUTEMAN vota en contra de un proyecto de su propio partido político “EL PERONGOTICO” y como el es productor de 14.000 Toneladas de Soja se gana por diferencia de retenciones 936.000 Dólares.
En otro oscuro lugar del recinto, el terrible “GUASON Cordobes” que en la vida real es ROBERTO DANIEL URQUIA dueño de Aceitera General Deheza AGD y senador por las Serranias del partido PERONGOTICO, tambien vota en contra de su partido y como productor de 75.000 Toneladas de Soja embolsa por diferencia de retenciones mas de 5 millones de dólares.
Debajo del escritorio del recinto y temblando como hoja al viento, el terrible “ACERTIJO” que en la vida real es el Ing. JULIO CESAR CLETO COBOS, ungido a Vicepresidente de la Nación y Presidente del Senado de Ciudad Gótica por Batichica al compartir con él la fórmula del partido Perongótico vota también en contra pero no lo expresa dejando en el aire su último acertijo ¿MI VOTO NO ES POSITIVO? … con esta decisión 75.000 pequeños y medianos productores que producen 10 millones de toneladas de Soja pierden en una noche 600 millones de dólares al perder los reintegros por volumen y por flete.
Pero no te preocupes “BATICHICA” porque solo se traiciona a los poderosos, a los que se le tiene miedo, o se los respeta por su inteligencia …. A los débiles como “ROBIN” de la Rua se les pasa por arriba sin traicionarlos.
Recuerda además BATICHICA Querida, que en esta diaria pelea, el pueblo de ciudad Gótica esta contigo….
Ing. Agr. Juan David Nogueira
¿QUIENES SON LOS QUE COIMEAN?, ¿QUIENES SON LOS QUE MANEJAN LA BILLETERA O LA BANELCO? ¿QUIENES SON LOS PADRE DE LA PATRIA Y QUIENES MILLONARIOS QUE CUIDAN SUS INTERSES)….
¿Dónde dije que los intendentes del conurbano se sienten más cómodos con Kirchner que con Duhalde? Todo lo que dije del conurbano, incluidos intendentes, y de los sectores más pobres, no sólo del conurbano (y que, significativamente, no se expresaron para nada en este conflicto, salvo algunos movimientos sociales y el frente campesino, o como se llame) es que no sé cuál es su posición ni cómo podrían optar de acá en adelante. Puro interrogante. No son preguntas retóricas, son verdaderos interrogantes, a ver si alguien sabe qué responder.
Disculpame, Lurker, pero yo no vi ninguna victoria, no sé de dónde lo sacás. Más bien lo contrario. No sé a qué alude ese «ustedes». Sí valoré y valoro los discursos de K. No es que no les encuentre mil y un defectos y objeciones, pero comparados con los demás son a veces -no siempre- una maravilla, aun en comparación con algunos formalmente mucho más correctos. Lo que de ningún modo estoy de acuerdo es que haya sido un delirio ver golpismo (no digo golpe, digo golpismo) ni, mucho menos, ver clima destituyente. Si no viste clima destituyente, o estabas en otro planeta o no lo quisiste ver. Y ya vas a ver que en cualquier momento reaparece, por ejemplo cuando Nomeminimicen y los suyos tomen nota de que la presidente no aceptó sus sabios consejos de aprovechar la oportunidad y encaminar el gobierno por el rumbo de lo que ellos llaman «racionalidad».
Sin duda, Luko, la hegemonía salta en un momento pero viene incubándose en décadas. En otras palabras, es lo que hace notar Anyuletta («la contra, de derecha a izquierda, sumó el 56 por ciento de los votos»). Esa es una cuestión central para entender lo principal que pasa, y especialmente para abordar el interrogante más angustioso de mi artículo. Perfecta la metáfora «metástasis generalizada». Así es, lo firmo. ¿Qué hacemos ante eso? No espero que me respondas, por supuesto, dejo colgada y titilando la pregunta, que para mí es central, imposible de obviar, y de muy difícil respuesta. Requiere, entre otras cosas, tacto y sabiduría, cosa que no abunda. No basta con el coraje, los buenos sentimientos y la decisión.
Hago desde ahora mía también esa frase, también perfecta: «esa velocidad que tiene la derecha para pensar poco y hacer mucho». No sé si precisamente por eso, por pensar poco, es que puede hacer mucho y con velocidad. No lo digo en chiste. Quizá el concepto que sirve para unir esos tres elementos («pensar poco», «velocidad» y «hacer mucho») sea «falta de escrúpulos». Nada más propio de la derecha.
De acuerdo también en que no pactaron nada (bueno, al menos no al principio). No hizo falta, se entienden por señas, se olfatean de lejos, hay códigos tácitos. Nunca creí realmente en una conspiración sino en una conjunción de objetivos distintos coyunturalmente aunados por la presencia de «un enemigo», aunque tampoco dejo de considerar la más que muy probable posibilidad de que alguna movida hayan hecho y estén haciendo los boys del norte. Es imposible pensar que no la van a hacer, si bien no sé con qué alcance en los hechos reales.
Y de acuerdo también en que la derrota fue, ante todo, simbólica. Claro que lo simbólico tiene efectos en lo real.
Néstor: cierto. ¿Hace cuánto no dábamos una batalla así? ¿Pudimos tomar conciencia de eso? Hay que valorarlo, y mucho. La pregunta es: a partir de ahora, el impulso ¿se mantiene, crece, se desinfla?
Julián: of course, peco de clase media. Por eso pregunto lo que no conozco. Ojalá, Julián, se empiece a actuar en el sentido que decís: movilizar en serio, medidas que contengan directamente al «núcleo duro». Eso no depende de nosotros, los que pecamos de clase media y la vemos desde la PC, salvo cuando salimos a una marcha, sino del poder político, de los aparatos partidarios y los movimientos sociales. ¿Sabrán? ¿Querrán?
«Socialrepublicanismo» era una ironía.
Que Mempo haya votado a Cristina no quiere decir que sea kirchnerista. A él, seguro, no le gustaría que lo vieran como tal. Ya hace mucho, muchísimo, que el voto, y no sólo en este país, no expresa identidad política, salvo en un sentido extremadamente amplio de la palabra «política».
Nomeminimices ahora es buenita, no viste que salió a denunciar una alianza golpista entre Cobos y Duhalde?
Y Carrió dice que hay que sostener a la presidenta (como dije antes, si Cristina cae, ni en pedo vamos a votar a una mujer en las próximas predicenciales)
Hasta en el oficialismo ahora dicen que Carrió no es golpista, será que la nueva denuncia de la gorda les viene como anillo al dedo. (Aunque viene denunciando el pacto golpista entre Cobos y Duhalde desde que Cobos sugirió enviar la ley al congreso)
Palabras de D´Elia
http://www.perfil.com/contenidos/2008/07/18/noticia_0020.html
«Lo más probable es que miren sin saber qué pensar, ni a favor de uno ni de otro, como una cuestión ajena, que no les concierne, salvo los que son incorporados a organizaciones »
Opino lo mismo.
No podes bancar a full al gobierno si viajas como el culo en el tren, eso te genera pura bronca.
El pueblo esta re pelotudo, eso de que andan todos fanatizados con cobos lo confirma, no se hasta donde se puede construir con una nacion poblada de tarados.
La clase media anda fanatizada con Cobos.
Igual su caso es como Blumberg, va a durar unos días. Después Sanata lo saca de tapa y se acabó, chau Cobos.
en primer lugar, gracias por jugarse la opinion, aunque sea en un foro y por internet (que deja a mucha gente afuera aunque sabemos que desde un tiempo a esta parte cada vez somos mas…).
lo digo por todos los que leo, tanto posteadores como comentaristas.
he leido por ahi que esto que aqui se habla se acerca mas a lo que uno percibe en lo «real», contraponiéndolo al unívoco discurso mediático. no deja de ser preocupante este asunto, ya que hay muchos y muchas «flojos de opinión» que íntimamente están convencidos de que «si lo dice el multimedio es verdad».
por eso insisto con esto: gracias por opinar libremente, gracias por abrir el juego y aportar para el análisis (aunque se sienta como la chispa de un encendedor sin gas en plena oscuridad).
¿qué pasa en los sectores verdaderamente propulares?, pregunta balvanera. vienen por el plan, los suben en la fábrica sin preguntarles si quieren, los juntan en las esquinas y después les dan unos pesos que ellos se gastan en paco y güevadas? si, hay de ésos un montón. no todos terminan gastando en paco porque hay gente que además de subirlos al micro milita con ellos en la cuadra, a diario. hay grupos de jóvenes que van a militar a las villas, eso está pasando y ahí hay que poner la ficha.
creo que hay que educar (no adoctrinar) a nuestras clases menos favorecidas por los movimientos de las economías neoliberales. obtener desde ahi una importante fuerza para un gobierno que pretenda acercar los extremos de la economía y prospere. permitaseme el desliz: ahi esta la esperanza.
y también revisar la otra educación, la que apunta al exitismo (falta de escrúpulos, no?) y tiene la mala costumbre de avanzar sobre los errores sin revisar y sin entender qué nos depositó en ellos. la educación política de una clase media que, como bien señaló Cristina F en uno de sus discursos (lúcidos, siempre, aunque no estemos de acuerdo con sus entrelíneas), suele actuar muchas veces en contra de sí misma. quiero decir: teniendo los recursos para educarse y asumirse como sujetos activos -tanto en la política como en la cultura de la sociedad en la que vivien-, eligen sostener aquello del patio trasero y mantenerse como lacayos del regimen de turno, de un «patroncito» que existe, y es contundente en sus órdenes, antes que ponerse los largos y asumir los riesgos que el crecimiento implica.
en fin. me excedí. no era la idea. sólo decir gracias por los aportes.
salud!
ps. cleto cagón, como dice hoy sasturain en la contratapa de pagina.
No es cagon, lo hizo a proposito por alguna razon.
Y respecto al conurbano: no me imagino a los guachos cumbia gorrita que me cruzo cuando voy a compar un paty muy interesados en este tema
Ni los cumbia gorrita, ni los tacheros, ni los pibes de clase media o de media-alta.
A ver si los nabos de las JP se avivan de que si quieren militancia juvenil se tienen que unificar como la vieja JCN:
Libertario, comparta las chicanas que se le ocurren!! Ya las gaste todas y ultimamente estoy optando por el silencio con expresion de superado o, en ocasiones especiales, directamente con una mandada al carajo del eventual interlocutor, sea gorila o tilingo…
Saludos
Sebas