Con la idea de contribuir al naciente debate público en pos de un nuevo plan agropecuario nacional, aportamos el audio de una entrevista histórica.
Los estudios técnicos oficiales bien podrían estar enmarcados por el panorama aquí descripto para intentar contrarrestar el «liberalismo de Indias» tan en boga en el mundo de los agronegocios.
Con un marco semejante, se hace evidente que pedir el lomo a 80 pesos (oír al torito) es un claro posicionamiento dentro esta nueva guerra por el acceso a las proteínas.
Escuchar el AUDIO de la entrevista a Perón cliqueando aquí…
- El mundo actual ha empezado la guerra por las proteínas. Todo el mundo está empezando a plantar soya y todo el mundo ha intentado crear ganado en Argelia, en Medio Oriente, en África. No hay caso: las fuentes de proteínas están en América del Sur, países ricos en fosfatos y iodo, que es lo que carecen los otros.
- Esos países, todos, con el andar del tiempo solo, van a ir desarrollándose. Piense que algunas poblaciones de ellos es 50% indígena todavía. No se le puede pedir… pero lo que hay que pedir es que esa inmensa reserva: porque son pobres, pero son los ricos del futuro.
- Cuando la tecnología y el despilfarro ecológico lleguen a un límite como el que se está alcanzado en Europa. Fíjese que la producción mundial de trigo no alcanza este año a abastecer el 96% de la totalidad de la demanda. Es un problema muy grande.
- Yo he sido industrialista. Fui el que puso en marcha la industrialización: la pequeña, la mediana y la tentativa de llegar a la industria pesada a través de la materia prima. Para eso frené un poco la agricultura y la ganadería. Era otro mundo distinto. Ahora creo que hay que producir 200 millones de toneladas de trigo al año y tenemos que llegar a planteles de 150 millones de vacas. Y tenemos terreno para hacerlo.
- “Es imposible. Corre peligro que coloquen su busto en la Sociedad Rural, General», comenta el periodista sorprendido y Perón responde “No, porque no será negocio para la Sociedad Rural. Será negocio para la República Argentina”.
¿Vilma Ripoll marxista?
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¿Quién hablaba de la ‘soya’ entonces? Hoy vuelven los estrategas: Evo, Correa, Chávez, Lula, y, cascoteada o no, Cristina. El monocorde anuncio de la, en algún sentido, maldita resolución 125 la mañana del 11 de marzo, guste o no tenía inspiración estratégica: promover un precio máximo a la ‘soya’ y desafectar los precios internos de los alimentos, más intoxicados por la carestía especulativa que por las condiciones inflacionarias objetivas.
La “Doctrina De Angeli”, la del lomo a 80 mangos, que es lo mismo que decir el asado a 45, también es una estrategia. Nadie lo puede desmentir. Ni siquiera el flamante ex Ministro de Agricultura del gobierno frenteamplista. El sábado pasado fue entrevistado por uno de esos informadores desinformados, más o menos en estos términos: “Dígame Mujica…¿cómo solucionaron ustedes el impacto en la canasta familiar, del aumento de los precios internacionales de los alimentos? –No lo solucionamos…”, contestó Mujica. Con esa concisión el periodista quedó desilusionado.
Esa estrategia dicta que el consumo promedio de 60/70 kilos de carne/año es utopía en Uruguay e incertidumbre en Argentina.
La densidad democrática de una sociedad HOY, podría medirse por las políticas que se da para garantizar esos 60 o 70 kilos de carne en cada plato.
Qué falta les hace el viejo!
Después de leerlo, y escuchar las pavadas que dicen los que lo «interpretan», uno entiende muchas cosas sobre la decadencia de nuestro país.
Yo creo que no hay mejor «plan a largo plazo» que una generacion de chicos (TODOS, de todas las clases sociales, sin distincion) muy bien alimentados a base de carne, leche y huevos. Sin planes especiales, solo con sus padres pudiendo atiborrarlos de esas proteinas a base de trabajo en blanco.
¿Utopico?
– Julian: Dicutamos del tema central de este post y no de mis anteriores comentarios. Otro día hablamos del concepto de «marxismo de Indias». Ahora me parece interesante que, ya que muchos/as gritan «vienen por la tierra y los recursos naturales», se debata sobre quién come los frutos de estos suelos.
– Mariano T: Creía que tu reacción sería distinta ante un texto que habla de producir más, que pintaba hace 36 un mundo como el actual y que hoy ayudaría a superar la proclamada «crisis agropecuaria» por arriba.
Un poco descalificador lo suyo, hasta pareciera que se le pegan los modales de Guillermo Moreno.
– Señor Gatica: No tenía esa frase de Mujica. Ahora se entiende porque lo levantan Lilita, Grondona y los piqueteros enterrianos que hace unos meses lo cascoteaban, no?
– Lic. Baleno: Si, de eso se trata la disputa por las proteínas. Pocos saben que mientras «el granero del mundo» vivía sus días de esplendor, al 30% conscriptos no tenían la altura necesaria para ingresar a las fuerzas porque no habían accedido a las proteínas necesarias para garantizar su crecimiento. Ese es un aspecto del modelo de país midieron fuerzas en Palermo y Congreso.
Perón impecable. El problema es como lo interpretan. Claramente dice que la solución es incrementar la producción. Diría que el que mejor lo interpreta es De Angelis.
El tema es que no encuentro que en los miles de De Angelis de nuestras pampas y los talibanes de los agronegocios haya preocupación por la dieta de los argentinos y el acceso a las proteínas. Noto todo lo contrario.
Ya lo dijo el ingeniero Héctor Huergo, director de Clarín Rural, hace unos años: «Al campo no le pidan que calme el hambre. Para eso están las ONGs. Al campo pindalé ganancias». Y fue aplaudido a morir por los «hombres de campo».
Mariano,
El problema de los intérpretes es cierto. Fíjense que el Perón impecable del que hablás, fué combatido por la SRA y por la FAA. Y ahí está la clave: la SRA fué golpista porque lo interpretó perfectamente, la FAA, cuyos afiliados se «propietarizaron» gracias a las políticas estatales del peronismo, fue golpìsta por que no lo interpretó.
El favor mediático del que goza De Ángeli, consagra su discurso insolvente. Su «Doctrina» tiene los resultados que refiere Verbo en su respuesta al Lic. Baleno. Y se queda corto, porque para 1902 la cifra de varones de 20 años que no daban el apto físico por subalimentación superaba el 45%.
Verbo,
Ojo que Mujica deploraba esa circunstancia, no la celebreba. Se encogía de hombros admitiendo que las facultades reguladoras del estado uruguayo estaban en una relación de fuerza desventajosa para ejecutar políticas con la progresividad que sus dirigentes desearían. Quienes levantaron los «modelos» uruguayos o brasileños, como argumento en favor de «el campo», lo hicieron con deshonestidad intelectual. Brasil debe ser el país más injusto del subcontinente y de Uruguay ya habló el Pepe Mujica.
Muy de acuerdo con su enfoque, Américo.- Como Perón lo destacaba en el reportaje que Ud. rescató, ¿quién podría estar en desacuerdo con que se incremente todo lo posible la producción agropecuaria de nuestro país? En los diarios de hoy ese pareciera ser el objetivo excluyente de Cechi, el nuevo Sec. de Agricultura.- Lo que separa a los de Palermo con los del Congreso es algo muy distinto: ¿Duplicamos la producción? sí, ojalá.- Pero ¿para quién? ¿a costa de quién? ¿cómo se asegura que ningún argentino sufra hambre? ¿como se garantiza un crecimiento sustentable que no desertice nuestros suelos para nuestros nietos y que no contamine las napas de agua? Algunos pensamos que ello requiere de la necesaria intervención del Estado para arbitrar entre los intereses contrapuestos y privilegiar el bien común frente al lucro individual.- Otros -Mariano T- creen que debe dejarse todo librado a las leyes del mercado, que es la mejor forma de asignar recursos.- Dejen que los productores hagan lo que les parezca con sus tierras, que para eso está el derecho de propiedad.- El campo -como los militares y la iglesia- son los pilares de la verdadera «patria» y no hay que meterse con ellos.- Esa historia el país ya la vivió con el modelo dependiente que armó la generación del 80 y así nos fue.- Bueh.- Lo que queda claro es que se están debatiendo dos modelos muy distintos de país.- El que persigue Mariano T no me gusta nada y espero, por mis nietos, que jamás vuelva a ser aplicado en la Argentina.- Saludos
Yo creo, por el contrario, que el estado tiene que intervenir para acelerar el incremento de la producción, además de salvaguardar el medio ambiente.
Y por supuesto garantizar a los argentinos el acceso a los alimentos, como cualquier gobierno del mundo.
El problema de la intervención torpe, sin gente idónea, y con mala leche es que se garantiza que en pocos años el péndulo vaya al otro lado.
Mariano T:
Escuché a varios talibanes de los agronegocios decir que había que exportar toda la producción alimenticia e importar de otros lugares.
Ya se verá… para eso hay que discutir.
No es exactamente cierto que la SRA y la FAA hayan combatido al Perón que habla aquí. En 1973 él convocó a un proyecto de concertación rural con los objetivos de ampliar la frontera agropecuaria y elevar la producción, en particular alcanzar a corto plazo los 100 millones de toneladas de granos (recién ahora se está llegando a esa cifra). Casi todas las entidades, con la excepción de CRA, se adhirieron a la convocatoria (incluso las hoy olvidadas Ligas Agrarias, barridas por la represión del Proceso).
Por supuesto que eso duró muy poco, e incluso en esa época «acuerdista» la SRA no dejó de mostrar sus mañas. Al secretario de Agricultura Ing. Horacio Giberti, que impulsaba el proyecto de impuesto a la renta potencial de la tierra, le inventaron una acusación de infiltrado marxista y miembro del ERP.
Muchos saludos.
Rafa:
Gracias por los detalles.
Américo: me olvidaba, muy bueno tu aporte. Sin duda que uno de los «talibanes de los agronegocios» es el senador ex-oficialista Roberto Urquía, que en su intervención del miércoles pasado dijo:
“Tenemos que lograr compatibilizar una Argentina que produce alimentos para 400 millones de personas en el mundo y que tiene 40 millones de habitantes. No tenemos que estropear la gran torta que tenemos hoy para cuidar el mercado interno. A éste debemos cuidarlo y darles de comer a todos los argentinos, pero lo vamos a hacer cuando la torta sea más grande. Si achicamos la torta, todo va a ser más difícil”.
Clarito, ¿no? Un abrazo.
Rafa,
Quizás me faltó precisión. El período peronista en que los pequeños productores pudieron transformarse en propietarios fué en la década 45/55. La FAA apoyó esa avanzada de la restauración oligárquica.
Gatica, es verdad, son dos épocas históricas distintas. El Perón del audio, que prioriza el tema de los alimentos y convoca a la concertación, es el del retorno en los ’70. Antes del ’55, pese a que durante su segundo gobierno tuvo una política más favorable al agro que en sus primeros años (y que facilitó el acceso de muchos arrendatarios a la propiedad de la tierra, como vos señalás), no logró crear una base social adicta en el medio rural. A lo mejor eso explica la actitud de la FAA con respecto al golpe.
Saludos.