Lanata-Peña, D’elia, la oligarquía y el «hotel de los Kirchner»

Hace algunos días D’Elía tuvo un interesantísmo debate con Lanata-Peña, cuando Lanata-Peña lo quiso chicanear con que Kirchner era rico porque tenía un Hotel en el Sur, el le respondió que no tenía problema con los Ricos, tenía problemas con los Oligarcas.

La respuesta de D’Elía es fácilmente rebatible si nos atenemos a lo que se considera como Oligarca en los términos de la imagen que nos hemos construido a lo largo del tiempo. Sin embargo, debemos ir un poco más allá. Re pensar el concepto de oligarquía a la vista del actual debate político se hace imperiosamente necesario para descartar prejuicios, estereotipos y falsas contradicciones.

La Oligarquía (Oligo=pocos, Arxe=mando) es el poder de los pocos. Esa es la diferencia. No es una una cuestión ontológica, es una cuestión de posición. Si la Riqueza es una condición económica, la oligarquía es una posición construida en base al Poder que otorga esa riqueza.

Para la actitud oligárquica, no hay un quantum de riqueza. La riqueza es una relatio. Una relación diferencial respecto del resto. Una Posición. Por eso atacan a un gobierno que los ha hecho más ricos que antes, pero que hace todo lo posible para achicar las diferncias entre «los más que tienen menos» con respecto a  «los menos que tienen más». Y lo critican por disminuir la desigualdad. este es el centro del debate. La actitud oligarquíca se basa en sostener la diferencia. No importa a qué nivel se establezca. Al menemato lo amaban por eso, porque si bien todos nos íbamos al carajo, los de abajo se iban más rápidamente. El rico del menemato, aún perdiendo guita, mejoraba su situación relativa porque el pobrerío perdía más, con lo cual se percibía en una mejor posición.

A contramano de lo que se supone, la Posición oligarca no es incompatible con la «sensibilidad social» hacia los pobres (Lanata-Peña). Siempre y cuando esté claro cuál es la posición del Oligarca respecto del pobre, el oligarca es capaz hasta de proveerle lo necesario para vivir. Acá la figura del Oligarca se asocia con la Entidad de Beneficencia, con el tercer sector. En ésta, la Oligarquía se ubica por encima del pobre para «darle lo que el oligarca supone que el pobre necesita» imponiendo sus condiciones a través de la limosna o de un ingreso equivalente. El pobre obtiene lo que necesita, y el oligarca (o el aspirante a serlo) mantiene su Posición.

La actitud progresista es muy otra.  La actitud progresista es aquella en la que, con un pie en la Justicia Social, se ubica a la par del pobre para «conquistar lo que se merece, y lo que aspira,» y lo acompaña en su lucha por un mejoramiento constante de esos beneficios. Por eso es progresista, porque entiende como un norte accesible, el progreso constante de las condiciones de vida del pueblo. La variante actual de la llamada «Economía Social» con la conformación de cooperativas, Asociaciones Civiles, se encuentra a mitad de camino entre las dos. Si bien es un gran paso el lograr que la gente se asocie y conforme empresas asociativas, la cercanía con el cuentapropismo es tan grande, y el esfuerzo requerido es tan de largo plazo, que uno empieza a pensar si es la mejor salida.

La actitud oligárquica se ve desafiada cuando las diferencias tienden a diluirse. Por ejemplo, cuando hay un mejoramiento de las condiciones generales, pero se pierde Posición, la Oligarquía (y los aspitrantes a serlo) encuentran que hay algo que no está en su lugar.
Los cacerolazos del corralito no eran una crítica al sistema financiero fundado al calor del cavallismo, en realidad, eran la expresión de terror a la disolución del muro de contención que los diferenciaba.

El antecedente del muro de posse, es el muro del cantry y el muro de los dólares depositados en los bancos que sostenían esa diferencial.

Caído el modelo de timba financiera y endeudamiento constante,  el modelo basado en la producción también construye su muro de diferenciación. Este muro es la inflación. Puestos el Capital (empleador) y Trabajo (laburante), la inflación se transforma una herramienta de difernciación social. Su función es mantener a salvo los niveles de rentabilidad del Capital por encima de la recuperación del poder adqusitivo obrero. El aumento generalizado de los precios, en ralidad es una suma de decisiones individuales que son unificadas como conducta colectiva a la luz de ciertos agentes económicos y comunicacionales. Estas conductas individuales tienden a retroalimentarse mutuamente, dando la sensación de Ley Natural inmodificable. Cuando llega a ese punto, la escalada inflacionaria no puede ser detenida a menos que cambien las expectativas respecto de su nivel a futuro. Un actor económico que cree que la inflación futura va a ser del 20% ajusta sus números en función de esa expectativa, lo cual se traduce en una profecía autocumplida que termina convalidando una inflación aún mayor de la esperada.

Conforme el gobierno habilita la discusión en paritarias de los empresarios con los gremios para recomponer salario ante cada aumento de precios, la estrategia inflacionaria de la oligarquía se diluye. Si el aumento de los precios está ahí para recomponer rentabilidad  donde el salario obrero recupera terreno, la actitud del gobierno no hace sino boicotear esa herremienta inflacionaria. Lo intolerable para la Oligarquía es esta política del Gobierno de mantener la flotación de los salarios por encima de los niveles de inflación. El manipuleo de los Indices de inflación por un lado, y la actividad regulatoria de Moreno por otro, sumado al mantenimiento de los precios de las materias primas alimentarias via retenciones, se corresponden con una estrategia de control de la inflación. Llevando los índices inflacionarios al terreno de lo especulativo, nada es seguro. No hay una Ley de Gravedad accionando. Hay interpretaciones divergentes acerca de cuál es el nivel inflacionari real. Resultado: se corta la espiral inflacionaria. Puesto a definir precios, el empresario no tiene referencias ciertas acerca de cuál es el nivel aceptable al cual escalar. No sabe qué están haciendo sus pares, No sabe a quién creerle, porque, no jodamos!!!, sabe perfectamente que las «mediciones privadas» y el índice San Luis también son manipulaciones, manipulaciones que pueden resultarle muy costosas si, al tomarlas como ciertas, se ubica fuera de mercado.

Con esta estrategia, la expectativa inflacionaria se diluye, cada cual acomoda sus precios en función de sus propias variables y no en función de las expectativas creadas a la luz de percepciones generales. Se empioja entonces la maximizacion de beneficios. Esto es, si mis costos exigen que aumente un 2%, pero el mercado convalida un 7% el empresario tiende a ubicarse más cerca de 7 que de 2. Si se diluye ese 7 en la incertidumbre, es más probable que ajuste más cerca de 2% que de un hipotético número que lo pueda dejar fuera de mercado. La contención de la espiral inflacionaria general, en el contexto de la tradición inflacionaria argentina, y sumado a la política de mantenimiento del poder adquisitivo del salario, fue un éxito del gobierno. Sin embargo, esta estrategia tuvo un efecto secundario grave: el impacto sobre la credibilidad de TODA acción de gobierno. Esto es absolutamente cierto, pero, puestos a evaluar, y teniendo en cuenta los costos sociales que hubiera implicado que el INDEC convalidara mes a mes números incrementales de inflación, podemos argumentar que el mantenimiento de esta política redistributiva se hizo, se llevó a cabo, aún sabiendo que eso ponía en peligro la sobrevivencia a largo plazo del propio proyecto político. Ojo, digo a largo plazo, porque una vez desatada la espiral inflacionaria, los efectos hubieran sido debastadores para todos, ricos y pobres, Trabajo y Capital. Imagínense un INDEC convalidando inflaciones incrementales todos los meses… no hubiera habido supervivencia posible siquiera en el corto plazo.

A pesar de todo esto y de los llantos a los que nos tienen habituados las viudas del Capital (agrario, industrial, comercial, minero, profesional etc), no es cierto que esté en peligro la rentabilidad empresaria en números absolutos. Muy por el contrario, no ha dejado de aumentar con este gobierno. Pero, identificado como sector social, y en sentido opueto de lo que pasaba en el menemato, la percepción que tienen los sectores de ingresos más altos es la de una pérdida de terreno respecto de los sectores sociales empobrecidos (trabajadores fromales y trabajadores informales), porque en lo que pretende incidir el gobierno es en la Posición relativa de los agentes. Con la política kirchnerista el Trabajo comienza a recuperar terreno en la participación del ingreso más rápidamente de lo que el Capital pretende. La diferennciación comienza a reducirse. Y ese es un gran problema para la oligárquía, económica y simbólicamente constituída.

El repensar la oligarquía como actitud, como una condición del pensamiento más allá de la condición económica, o de las reificaciones que la historia nos ha impuesto (Oligarca=Roca, SRA, Campo, Terrateniente, etc.) nos permite abordar el problema de lo que está en juego. Inteligentemente y a la vez simplificadamente expuesto por el compañero D’Elía, cuando Lanata-Peña intenta chicanearlo con el supuesto Hotel de «Los Kirchner», D’ Elía diferencia la actitud oligárquica de Lanata-Peña de la condición de riqueza de Kirchner, diciendo que está última no le genera conflicto, -«no tengo problema con los ricos, si con los oligarcas». Esta operación discursiva le permite salir de esquemas rígidos de pensamiento impuestos por la simplificación anecdótica. Pensar a la SRA como oligarquía es fácil, va de suyo, la Historia reciente nos ilustra suficientemente. Pero es más difícil asignarle esa condicion a otros sectores que antes veíamos junto a nosotros: la federación agraria, la clase media ilustrada (gay friendly), o el empresariado Pyme, y que hoy son los principales enemigos de este proceso redistributivo.

Sin embargo, a D’Elía le faltó desarrollar un pequeño elemento para terminar de caracterizar la actitud oligarca de Lanata-Peña cuando dice «yo conozco la pobreza porque voy a hacer informes para mi programa» (cualquier semejanza con Miky Vainilla no es pura coincidencia). Este elemento que faltó es la asociación entre la condición social y su expresión política. Para Lanata-Peña, las necesidades sociales pueden ser cubiertas con el voluntariado social de la clase media, media-alta, digamos mucha Red Solidaria y Cáritas Arquidiocesana. Ahora, eso sí, nada de andarse organizando para ir por sí misma a la conquista de sus aspiraciones de ascenso social. Nada de imponerle a la clase media, media-alta, un sistema político que la ningunee al calor de la autoorganización de los sectores bajos. Por eso D’Elía es rechazado por Lanata-Peña, no por ser negro, sino por ser un negro organizado. Por ser un negro levantisco. Por ser un negro que escupe la mano del que paternalmente le tira una limosna.

Para Lanata-Peña, un negro con aspiraciones de ascenso social y cuyo gran objetivo es la reducción-disolución de la desigualdad es «un sujeto intolerante, envidioso y resentido». Un sujeto popular, conciente de su condición social y de su potencial politico  para modificar el status quo económico, es inaceptable.

Y un gobierno que aloje a este tipo de sujetos de cambio, también.

35 comentarios en «Lanata-Peña, D’elia, la oligarquía y el «hotel de los Kirchner»»

  1. lo de Delia era un chamuyo a cuatro manos, si queres hablar de la lucha de clases de Marx(por favor no lo mezcles con Jauretche, no hablan d elo mismo Marx hablaba de la europa ya industrializada), Marx no diferenciaba entre ricos buenos o ricos malos, todos explotaban y se quedaban con plusvalia.

    ademas, este gobierno no plantea la disolucion de la desigualdad, industrializacion y lucha de clases no pueden ir al mismo tiempo.

    1. Marx plantea que el capitalismo es esencialmente injusto y por ende todos los capitalistas se beneficiaban de la plusvalía.
      Sin embargo, Marx distingue claramente los «ricos malos» de los «ricos buenos». Caso contrario no hubiera colaborado con Engels.

      1. que haya colaborado con Engels no implica nada de acuerdo a su teoria, en la que no habia explotadores buenos y malos.

      2. Que haya colaborado con Engels sostiene lo que dice D’Elia: hay capitalistas que eligen políticamente sostener el sistema injusto como es y hay capitalistas que más allá de los beneficios que obtienen de esta injusticia eligen políticamente apostar a un sistema más justo (Engels).
        Queda claro que los Kirchner son «capitalistas» (en sus actividades privadas y en su posicionamiento político). Que trabajen o no para un sistema más justo es opinable.
        Que su referencia teórica (o canónica), pepe, se sostenga frente a lo que dice D’Elia, no quedan dudas de que no.

      3. La industrialización no necesariamente implica capitalismo de libre concurrencia Pepe, de hecho la fase más acabada de la producción industrial y hasta dónde sigue su desarrollo en la actualidad se da bajo los grandes monopolios de la era del imperialismo. És esta condición la que genera las bases para el pasaje a un sistema socialista y no el capitalismo de la libre concurrencia. No confundir peras con manzanas.

    2. La teoría económica de Marx no se basa en considerandos morales, sino en describir el funcionamiento de un sistema. Esto no quiere decir que no haya fundamentos éticos en el marxismo o socialismo científico, que los hay a patadas, sino que lo más importante es pasar de la crítica moralista del socialismo utópico pequeñoburgués a la comprensión de las leyes del movimiento del sistema capitalista para su posterior crítica radical.

      En este sentido, como bien dice Pepe, no hay ni «ricos buenos», ni «ricos malos»: El mejor de los ricos no deja de extraer plusvlía y el peor de ellos no es más «malo» por someter a peores condiciones de existencia a los trabajadores, sino que es la expresión más acabada de la barbarie capitalista, un producto lógico del desarrollo del régimen social de producción basado en la expropiación del producto del trabajo y en las relaciones asalariadas de explotación de lost rabajadores privados de sus herramientas de trabajo y de los medios de producción.

    3. marx???…engels???…todo esto para justificar q un tipo en 4 años de gobierno se enriquecio en 4 palos verdes(segun su PROPIA DD.JJ.)???…no es como mucho???

      inflacion…interesante la teoria del INDEK…pero yo hace un año y pico pagaba la coca-cola en botella a 1,50…y ahora la pago 3,50…asi q sea cual fuese la «estrategia»…NO FUNCIONO¡¡¡

      con respecto a los ricos «buenos» y los ricos «malos» de d’elia…cuando el general roca,despues de sus conquistas del desierto,le cedio miles de leguas de TERRENOS FISCALES a sus parientes y amigos…no es lo mismo,masomenos, q comprar (gracias a contactos politicos) una hectarea de TERRENOS FISCALES a 7,50 pesos…y un par de años despues vender esa misma hectarea a 100 dolares a una empresa chilena?????

      un «oligarca» pero con onda???…andaaaaaaaaaaaaa…

      las PYMES son enemigas del proceso «redistributivo» kirchnerista??????…a bue…nos tapo el agua¡¡¡

      (eso,cierren todas las PYMES,y nos pasamos todos a trabajar a la administracion publica…Q SUERTE¡¡¡…por fin voy a poder escribir en los blogs durante mi horario de trabajo…no como ahora q tengo q dejar de LABURAR para entrar a internet…el paraiso¡¡¡¡)

      y ya q hablamos de «redistribucion del ingreso»…d’elia ya empezo…tiene a media parentela trabajando de empleado publico…

      asi,hasta yo seria un «revolucionario bolivariano»…ja¡¡¡

  2. No entiendo porqué se la complican tanto… No considero que este sea un gobierno socialista. Es más, nadie lo votó para que así sea. No entiendo las referencias canónicas a Marx y todo eso. Ni siquiera hablo de luchas de clases. Porque todas las ralaciones que se han establecido hasta acá entre Capital y Trabajo no se dieron en términos de lucha abierta, sino en términos de negociación facilitados por un Estado mediando entre las partes, es decir, peronismo.
    Creo que algún día se deberá ir hacia eso, mientras me parece que tenemos que aprobar la primera bolilla, que se llama Organización. Y eso lo ejemplifica mejor el D’Elia (si querés De Petris)bancado(s) desde el gobierno(a diferencia del francotirador solitario que no es bancado por el gobierno), y por eso es tan atacado. Mientras tanto, la clase media pretende el bronce por ejecutar en un asistencialismo voluntarioso del cual tiene que estar ausente el Estado.

    1. ¿El período del `55-`73 no es un período de aumento de la organización obrera y de fuertes luchas de clases?

      ¿Por qué surge el peronismo? ¿Por la bonhomia de un coronel nacionalista o por el auge del movimiento obrero organizado en los 20 años que van de 1920 a 1943?

      Que las hay, las hay.

  3. fede si vos decis que Delia apunta a disolver la desigualdad, no se de que estamos hablando sino de la lucha de clases.

    de todos modos, la teoria de los ricos oligarcas y los ricos buenos me parece un chamuyo(ademas como disolvemos la desigualdad, los ricos buenos quieren ser mas pobres?)

    tambien la teoria de que lanata y peña piensan como oligarcas.

    1. Los ricos buenos: son aquellos que no ven un peligro en el avance de los sectores bajos en sus niveles de accesos a los bienes materiales, recupración de poder adquisitivo, participación en el ingreso, desarrollo humano, educación, salud, jubilación, etc. Digamos, peronismo. En el cual la riqueza se distribuía fifty-fifty, más o menos. Son ricos buenos porqué? entre otras cosas porque les combiene, ponele, porque están atados a la suerte del mercado interno, porque la mamá se los mdecía así o porque son ex montoneros cuyo fin último de vida fue acumulra poder y guita para darse ese gusto. Vos elegís.
      Los ricos oligarcas son los que ven en el aumento de los niveles de pobreza la posibilidad de establecer diferenciaciones que les permitan verse relativamente mejor, aún a costa de perder guita en eso, se cierren las empresas que dirigen, pierdan sus ahorros, etc. (menemato)
      D’Elía primero tiene una tarea, mínima, chiquita, hacer que la gnte de su condición se de cuenta de que tiene intereses propios que son contradictorios, divergentes de los de otras clases. Que no están toda la vida para quedarse ahí, sino que tienen que organizarse para ir por sus derechos. Nada fuera de lo común. Social democrata si querés… Una cosa es organizarse para negociar mejoras incrementales en las condiciones sociales y de desarrollo humano, y otra muy diferente realizar la revolución.
      Si vos sos de los que pone el carro delante del caballo, un maximalista de café, un cuanto peor-mejor, difícilmente entiendas este post.

      1. Ajá ¿y acaso los K no tienen a ricos malos (Fede dixit) cerca? ¿acaso Eurnekian me vas a decir que no es oligarca? ¿los Ezkenazi, Repsol, el facho Hadad, etc.?

      2. ¡Ja! Si realmente crees que Cristina es montonera, serías realmente tonto…

        Además las carteras queuse o deje de usar, me chupan tres huevos. A mi me importa lo que hace con el país

      3. A mi entender lo que «hace con el país» está muy bien. Mi sueldo nunca se quedó atrás, a pesar de la inflación. Es más, alrededor de mi casa en córdoba: Colinas de Bella Vista (parece nombre de country, pero es un barrio clase media baja, empleado público basicamente). Todo el mundo es antikirchnerista, pero todos cambiaron el auto, o llegaron al 0Km. Las casas, que no tenían mejoras desde hacía más de 20 años (menemato), han sido terminadas TODAS. Cable tienen todos. En el almacén de la esquina, la santina, hace rato que no la veo sacar la libreta del fiado, cuando antes todo el mundo compraba con el Santina’s card.
        Obviamente que la pobreza estructural que tardó 30 años en consolidarse no la vas a modificar en 4 años, de los cuales 2 los gastaste en salir de la peor crisis de la Historia Argentina. Alguna vez te pusiste a pensar eso? Si no contás la salida de la crisis, las congestiones vehiculares en el centro se consiguieron en tan solo 2 años!!!. Te imaginás este modelo gobernando por 10 años? Quién nos para, nadie papa.
        Me podrás decir, bueno, Me$em también lo hizo. Si, pero a costa de qué? Privatizando, endeudando, destruyendo, vendiendo las joyas de la abuela, con déficit permanente. Este gobierno generó las condiciones positivas necesarias para que el país se desarrollara sin endeudarse, sin regalar ninguna empresa, incluso comprandolas como la fábrica militar de aviones.
        Qué hizo mal? se los puso de punta a la peor basofia que existe en este país, al campo, y eso empiojó todo. Pero los laburantes, los que cobramos a fin de mes, no tenemos de qué quejarnos…

      4. Ah, qué bueno. Ahora porque a Fede M. y amigos les va bien, entonces «a todos nos va bien» y este es un gran gobierno (mirarse el pupo no es un criterio válido). Y pensar absolutamente todo con el bolsillo, como lo hacés vos, es el típico error del burgués (sea liberal o marxista).
        Por un lado tenemos al liberal que te dice «es la economía, estúpido». Y por el otro tenemos al marxiano que te salta con la Biblia roja y lo que decía «realmente» san Hegel y Frai mamerto Marx.
        Por supuesto, que en este país todo es gracias al marxismo obrero organizado, y no al nacionalismo que llevó al poder a un militar facho (que luego le «robó» el programa a los iluminados rojos).
        Qué cuentito de universidad trostka es ese.
        Tan cuentito como «Cristina montonera». No me hagas reir, ni Néstor ni Cristina JAMÁS militaron en Montoneros; ni siquiera en la JUP de la Plata (fueron de esos simpatizantes que veían la cosa de costado y desde fuera y sonreían apoyando, pero más de eso no pasaron). Así que no se puede hablar de moral montonera -la cual implica eso de no llevar carteras Vuitton y no transar con ningún millonario sea «bueno» o «mal» rico (salvo para hacerle un secuestrito y cobrarle un rescate, claro). Como los Kirchner no tienen una moral montonera de militante foquista, no se puede pretende que vivan como tales. Son gente común, y como tal se dan sus gastos en cosas superfluas como todo el mundo (que tiene guita para esos gastos). Igual que los amigos de Fede M cambian el coche, Cristina le compra el mini cooper a la hija. Al igual que ellos refaccionan la casita, Cristina construye un par de propiedades en Calafate.
        Lo que lleva a que realmente, ni D´ELía ni nadie en el gobierno cree, como militante de los `70 que ser rico es malo. Lo malo es estar contra «el proyecto» (o sea, contra Kirchner). Por tanto todos los empresarios amigos son automaticamente «buenos» por más ricos que sean, sea Techint, Hadad, Eskenazi, o Clarín antes de la pelea.

    2. Permítame Pepe dejarle mi impresión: Fede no intenta hacer ninguna «teoría» ni general, ni particular, ni sistémica. Argumenta sí. Si a usted le parece chamuyo que haya sectores de alto poder adquisitivo con distintos posicionamientos políticos contrarios a sus intereses de clase (ya que usted quiere) entonces debería revisar la historia, existen muchos casos. Claro que menos que garcas.
      Lucha de clases es una categoría muy específica. Si usted la usa en un sentido lato, puede aplicarla a D’Elía, pero entonces no me ponga a Marx detrás por contiguidad, porque no es un procedimiento argumentativo correcto. Si no, si no la usa en un sentido lato sino técnico, entonces entienda que detrás de D’Elía puede haber otra cosmovisión con el mismo objetivo de disminuir la desigualdad sin apelar a la categoría de lucha de clases.
      El procedimiento argumentativo del autor de la entrada iba en otro sentido. Saludos.

    3. No es chamuyo, es el fundamento de lo que D´ELía llama el «nacionalismo popular». Más bien, un estalinismo folklórico, que ni siquiera le asigna predominancia al control estatl de los medios de producción y a la economía dirigida. Los muchachos sojeros del PCR y los K de izquierda la sostienen, según vayan las fases históricas se puede pasar de una CGE que es un todo orgánico fuertemente centralizado a apoyar a un «empresario nacional» y «productivista» como Lázaro Baez o a los muchachos de la UIA o al banquero Eskenazi, que los empresarios K estén más degradados que otros ejemplos de épocas pasadas, sólo muestra el absoluto fracaso de la burguesía nacional y los partidarios de tenerla de aliada excluyente (ya vemos como te garpan, hoy se están separando cuando más el Gobierno K necesita que lo banquen) que sólo condena a los trabajadores a los bajos salarios y la superxplotación cuando hay crecimiento económico, y a los despidos masivos y la represión social cuando hay crisis económica.

      1. A medida que pasa el tiempo, y la crisis, los industriales de este proyecto nacional y popular de (una invisible) industrialización masiva, que según muchos militantes se está dando gracias al kirchnerismo (aunque no lo veamos); pues esos industriales van a pasar a ser «malos ricos», no tanto porque quieren expulsar obreros, bajar sueldos, dar licencias y abrirse a importar de China; no, ellos van a ser malos ricos, porque ya se están «vendiendo» al duhaldismo y están transando con el Colo.
        Porque en este proyecto se acepta todo (incluso que no se paguen los sueldos, total los paga el Estado como pasa con centenares de estas «empresas amigas» subsidiadas), pero lo que no se tolera es que serruchen el poder político del que manda la caja y la billetera.

  4. Me gustó mucho su entrada Fede, se agradece. Quizá si me lo permite recomentadría no dejarse llevar en discusiones sobre el origen del cuerno ramplón por los comentaristas: usted hace un análisis de orden sociológico (me parece apropiado, consistente) tomando un análisis del discurso como disparador. Y lo hace de manera encomiable. Pero no intenta hacer crítica de la economía política ni análisis filosófico sistémico, sus pretensiones fueron debidamente acotadas y en otro sentido. Irnos a la lucha de clases! Sí, ya sé, todo es lucha de clases para algunos. Otros pensamos más cerca de lo que usted propone. Mis saludos.

  5. Ladislao: coincido con su apreciación, fede hace un análisis de orden sociológico y de discurso, del «modo de comunicación», también. Sin entrar en el análisis económico de matriz marxista.
    Por consiguiente masl se lo podría criticar por no utilizar correctamente estas ultimas categorias. Su análisis es por fuera de ellas, y es valioso. Discrepo con algunas cosas, pero no son muy relevantes. No es necesario discutir cada punto y coma.
    Si, empero, diré que la crítica de Marx al capitalismo no es ética, sino económica.
    El sistema deberá ser reemplazado (cuando la suma de condiciones lo permita) por su irracionalidad, antes que nada. Y esto es cada dia mas cierto.

  6. Asquerosamente chupanéstor el artículo.

    Tenía sus momentos, pero querer justificar a D’Elía es injustificable: tal vez no actuó con mala intención (y hasta admito que se haya dejado llevar por la indignación del cacerolazo gorila, que a muchos nos invadió), pero indudablemente fue el boludón útil del gobierno.

    Ni hablar que Peña no me parece un tipo gorila ni ahí.

  7. Lo del INDEC y las espectativas inflacionarias, yo creo que el tema paso por otro lado.
    Es imposible de demostrar que de haber existido un indice fiable, hubiese habido menos inflacion. Uno tambien puede argumentar que el no saber que inflacion existe, AUMENTE las espectativas inflacionarias, porque se toman valores de consultoras que por ahi inflaba mas de la cuenta, el indice.
    La realidad indica que a los 6 meses, en lo que respecta a las negociaciones salariales, nadie tomaba en cuenta el numero del INDEC.
    Y el costo de esto es que no sabemos donde estamos.
    No sabemos que pobreza tenemos, no sabemos si aumento o no la desigualdad, no sabemos cuanto estamos creciendo, no sabemos nada.

  8. pues a mi me gusto su post. Me parece que es un acierto lo que dice del indec: esa indefinición de saber donde estamos es lo que permite tener abiertas las paritarias peleando por suba de salario [a pesar de la tendencia incipiente al desempleo].

  9. Una carta a Lanata

    No es casualidad que el eslogan «Los argentinos somos derechos y humanos» prendiera tanto entre nosotros. Me acuerdo que en algunos barrios no podías caminar una cuadra sin cruzarte con un par de autos con el dichoso cartelito con los colores patrios de fondo. El año pasado apareció otro eslogan: «Estamos con el campo», sobre el mismo fondo celeste y blanco; este prendió un poco menos, pero en los mismos barrios

    A los argentinos nos gusta creer que somos un país libre de racismo. No tenemos nada contra los negros, tampoco tenemos negros, lo que hace mas fácil ser tolerantes con ellos.

    Blumberg, cuando aun era ingeniero, fue sincero y ejemplar al contar por radio que en Brasil tiene amigos negros, pero ojo, negros de piel, porque por dentro son tan blancos como cualquier persona decente.

    Cuando Peña le dijo a Delia que su hijo era un «negro de mierda», creo que fue también sincero y ejemplar, porque eso es lo que piensa el, y muchos de sus amigos y vecinos. Fue uno de esos raptos de sinceridad irreflexiva que tanto nos gustan de él. Pero esta vez a mi no me gusto nada.

    Yo creo que nadie es un negro de mierda, y creo que no se le debe decir negro de mierda a nadie, creo que esa es una expresión racista y xenófoba.

    Cuando Peña insulto de manera tan racista al hijo de Delia pense que vos, Lanata, intervendrias y le dirias a Peña, «para loco te fuiste de mambo, sabemos que sos una buena persona y una buena persona no puede decir eso, disculpate con el hijo de Delia, promete que no va a pasar de nuevo y sigamos debatiendo.»
    Pero no, no dijiste nada en el momento, tal vez tu postura de moderador te lo impedía. Pero yo no creo que tu posición disculpe tu silencio, además no tuviste problemas para intervenir trayeendo a colación el tema de los hoteles de Kirchner, para contrastar el concepto de oligarquía de Delia.

    Tal vez te sorprendió la situación, pues nadie espera que un amigo te salga con un brote racista. Pero al otro día tampoco dijiste nada sobre el tema, y lo que realmente me preocupo: nadie mas dijo nada sobre el tema.

    Otro, en el lugar de Delia, le hubiera dicho a Peña «¿y vos que hablas puto de mierda?». Yo lo hubiera dicho. Si Peña me dice en la cara que mi hijo es un negro de mierda yo me levanto y lo cago a trompadas, o el me rompe la cara a mi, pero no se lo hubiera dejado pasar nunca. Delia si, y con eso se porto de un modo civil y dio el ejemplo. Aquel acusado de intolerante fue el que puso la otra mejilla y el supuesto libre pensador y tolerante, el artista, dio rienda suelta a un racismo desvergonzado. Si alguien te hubiera dicho a vos «gordo de mierda» ¿que hubieras hecho?

    Si Delia le hubiera dicho a Peña «puto de mierda», o a alguien mas «judio de mierda», a los 5 minutos lo esta denunciando toda la clase política argentina, los medios y las embajadas. Pero le dijeron negro de mierda a su hijo y a nadie le parese un escandalo, algunos hasta aplaudieron que Peña fuera tan sincero y dijera lo que ellos mismos piensan. Y esto a mi me asusta porque se como es la secuencia histórica : primero son los chistes racistas, después los insultos y agresiones, luego los guetos y el aparthei, y de ahí al campo de concentración, la cámara de gas y el horno hay un paso mas corto.

    Yo personalmente condeno toda forma de discriminación y racismo, no solo las que afectan a mi colectivo (sea judio, negro, gitano, pobre, etc) sino en si mismo. Supongo que mi condena no hará mucho contra la xenofobia local, pero no puede dejar de hacerlo y luego irme a dormir tranquilo.
    Me solidarizo por completo con el hijo de Delia.

    Daniel Rico.
    otro judio, puto y negro de mierda, y encima gordo.

  10. Daniel Rico, tenés razón.
    Ahora, confesá que en el google pusiste «D´Elia+Peña+Lanata» y en todos los blogs pusiste la carta. PIYIN!

    No obraría como D´Elia ni caminaría al lado de la gente que camina el. Pero su discurso está mucho más cerca a mi pensamiento que el de Peña.

    Muy buen post!!

  11. la boludez «teórica» más grande que leí en mi vida está en este «artículo» que dice: «Los cacerolazos del corralito no eran una crítica al sistema financiero fundado al calor del cavallismo, en realidad, eran la expresión de terror a la disolución del muro de contención que los diferenciaba».
    Pero no sé para que son tan marxistas. Si al final, justamente cuando hay una explicación económica no la ven: los cacerolazos no fueron para ningún «orgullo de diferenciación» que se estaba diluyendo, fue tan simple como querer recuperar guita ya de parte de los sectores bancarizados.
    Es un chiste, no? … Querían que los robasen los bancos, pero no toleraban que una vez estafados dejarían de ser diferentes de los negritos, y por eso se resistieron y cacerolearon, no?
    El lema no era «pusimos dólares queremos dólares»; sino que era «roben nuestros ahorros, pero queremos seguir siendo diferentes a los negros mersas». En qué país viviste vos?

    1. No es así.
      Primero: Los pesos depositados, que Cavallo permitió convertir en dólares, eran una inversión, no un ahorro. Una cosa es una caja de ahorro, y otra una iversión a plazo fijo donde, aunque mínimos, hay un riesgo.
      Segundo: Más allá de la intermediación (o mejor la distorsión) bancaria lo uqe pedían los acorralados era imposible. Siendo que exigían dólares por sus depositos, naturalmente que los bancos debían mantener las cuotas de los créditos en dólares. Algo que los dedudores no podían pagar porque sus ingresos pasaban a ser en pesos devaluados. O se comían la devalueta y todo pasaba pesos, o se mantenían ambos extremos (inversión-crédito) en dólares. Con lo cual, la incobrabilidad se hubiera vuelñtoi astronómica y habría llevado a un esenario como el que hoy vemos en EEUU con las subprime.
      AHora bien, donde queda la idea de preservación del vendabal?. En que el tipo prefería recuperar los dólares, o pesos al cambio de la fecha por sus depósitos sin tener en cuenta que que todos los bienes se habían devaluado. Autos, casas, sueldos, alimentos, ropa. TODO. Entonces, porqué deberían preservarse exclusivamente de la devaluación las inversiones a Plazo Fijo?. Porqué una inversión bancaria debe fuera del contexto del resto de los bienes nacionales? Lo que pretendían era mantener la relatio de 3×1. Con lo cual, 1 peso depositado en la convertivilidad, pasarían a ser 3 o 4 pesos posdevaluación. Exigían el derecho a la superganancia. A poder salir a hacer lo mismo que los que guardaron los dólares físicos en el colchón. Comprar lo que quisieran por chauchas y palitos.
      Bueno, por suerte para todos, se logró una salida menos traumática para todos, y la diferencia que eventualmente perdieron en términos nominales (pero nunca en términos de poder adquisitivo) se recuperó con mejores condiciones económicas. Tengo un ejemplo:
      Un maestro mayor de obras amigo, tenía depositados unas 20 lucas en el banco. Como todo el mundo, pasó sus 20 lucas a dólares con cavallo. El chiste es que desde hacía 2 años el tipo no pegaba un laburo por la crisis.
      Cuando se pesifica, al tipo le quedan las 28 lucas ($1,40), más CER (inflación). Ta claro que se perdió de ganar 22 lucas. Porque con un dolar a 2,5 su depósito de 20.000 dólares equivaldría en aquel momento a 50.000 pesos.
      O sea, lo que pedía el Maestro Mayor de obras era que, su depósito de 20.000 pesos pasara a valer 50.000 pesos por obra y gracia de la devaluación. Sin laburar. Porque sí. Mientras, los bienes del resto de la gente, pasaban a valer menos de la mitad en dólares de lo que valían antes de la devaluación. (y sin tomar en cuenta que la propia crisis deprimía los aún los precios en pesos).
      Conclusión, el tipo, con esas 28.000 luquitas de respaldo, se puso la empresita de construcción, se subió al boom inmobiliario de la mano del poroto mágico (en córdoba el 60% de la construcción explica por la soja generando una burbuja de precios de los inmuebles que impide a la clase media acceder a créditos accesibles a sus ingresos) y hoy tiene un capital de no menos de 500 lucas y le da de comer a 10 familias. Porqué? porque laburó, y porque tuvo un contexto económico, facilitado por este gobierno, que le permitió desarrollarse poniendo el lomo, y no a través de la especulación financiera.
      Ese tipo, no tiene una actitud oligarca. Se entiende la diferencia? Una cosa era mantener su privilegio respecto del resto de los compatriotas pensándose como individuo, y otra, hacerse rico dando laburo, emprendiendo en condiciones favorables, pensándose como parte de un colectivo en el cuál tiene una responsabilidad para con el resto, en este caso, dar laburo. Ahora bien, esta «responsailidad» no es producto de su buena fe, de su «hombría de bien», son las condicones macro la que lo llevaron a emprender ese camino. Se entiende?

  12. En el debate entre D´elia y Peña se pudo ver de manera evidente la clase social a la que pertenece cada uno. Peña, un forrito de san isidro que se cree transgresor por ser puto y drogadicto, se cree progresista por eso. Y un D´elia que es del Pueblo. No se ve tanto en las acciones de cada uno, por que ni Peña actúa como un capitalista (no es dueño de una fabrica) ni lucho es un proletario con conciencia de clase (lease, no es un dirigente de la sitrac-sitram), pero en el discurso se puede ver muy claramente la lucha de clases en todo su esplendor.
    Peña fue el portador del discurso dominante, del poderoso, del oligarca, del explotador; no tanto por que lo sea, sino por que es el discurso mayoritario, el poderoso impone el discurso dominante. Y D´elia, a pesar de sus contradicciones, fue el portador del discurso del oprimido, del explotado, del trabajador y lo expresó en ciertas frases de manera conciente (dijo, «odio como lo hicieron evita y el che»), el odio de clase, el odio de quien es explotado. Entonces el gordo lanata salta y dice «asi no se construye un país, con odios» y ahi se hace patente la contradicción de D´elia y de los reformistas; el odio de clase no se va a poder aplacar por más mediación que haga el Estado entre capital y trabajo, la producción es social, ¿por que la propiedad es privada?.
    Fue una clase de marxismo, no teórica sino en la práctica, en la realidad. El oprimido tiene que odia, por que es explotado, el opresor no tiene odio, el es quien tiene el poder.
    Muy buena la discusión, por que evidenció que la lucha de clases no se puede abolir y que la «unidad nacional» es un verso de los sectores dominantes, no hay un carajo unidad nacional, si quieren unidad, que la propiedad de los medios de producción sea social y no privada. Hay una frase del Che que habla sobre este odio de clase: «El odio como factor de lucha, el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una eficaz, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así: un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal.»

    1. Completamente de acuerdo pero discrepo en algo, no fue una clase de marxismo, sino una de Freirismo estimado exequiel:

      «La violencia de los opresores, deshumanizándolos también, no instaura otra vocación, aquella de ser menos. Como distorsión del ser más, el ser menos conduce a los oprimidos, tarde o temprano, a luchar contra quien los minimizó. Lucha que sólo tiene sentido cuando los oprimidos, en la búsqueda por la recuperación de su humanidad, que deviene una forma de crearla, no se sienten idealistamente opresores de los opresores, ni se transforman, de hecho, en opresores de los opresores sino en restauradores de la humanidad de ambos. Ahí radica la gran tarea humanista e histórica de los oprimidos: liberarse a si mismos y liberar a los opresores. Estos, que oprimen, explotan y violentan en razón de su poder, no pueden tener en dicho poder la fuerza de la liberación de los oprimidos ni de sí mismos. Sólo el poder que renace de la debilidad de los oprimidos será lo suficientemente fuerte para liberar a ambos. Es por esto por lo que el poder de los opresores, cuando pretende suavizarse ante la debilidad de los oprimidos, no sólo se expresa, casi siempre, en una falsa generosidad, sino que jamás la sobrepasa. Los opresores, falsamente generosos, tienen necesidad de que la situación de injusticia permanezca a fin de que su “generosidad” continúe teniendo la posibilidad de realizarse. »

      De ahí la desesperación de esta generosidad ante cualquier amenaza que atente contra su fuente. Jamás puede entender este tipo de “generosidad” que la verdadera generosidad radica en la lucha por la desaparición de las razones que alimenta el falso amor. La falsa caridad, de la cual resulta la mano extendida del “abandonado de la vida”, miedoso e inseguro, aplastado y vencido. Mano extendida y trémula de los desharrapados del mundo, de los “condenados de la tierra”. La gran generosidad sólo se entiende en la lucha para que estas manos, sean de hombres o de pueblos, se extiendan cada vez menos en gestos de súplica.»

      El gran problema radica en cómo podrán los oprimidos, como seres duales, inauténticos, que “alojan” al opresor en sí, participar de la elaboración de la pedagogía para su liberación. Sólo en la medida en que descubran que “alojan” al opresor podrán contribuir a la construcción de su pedagogía liberadora. Mientras vivan la dualidad en la cual ser es parecer y parecer es parecerse con el opresor, es imposible hacerlo. La pedagogía del oprimido, que no puede ser elaborada por los opresores, es un instrumento para este descubrimiento crítico: el de los oprimidos por sí mismos y el de los opresores por los oprimidos, como manifestación de la deshumanización.»
      Son raros los casos de campesinos que, al ser “promovidos” a capataces, no se transformen en opresores, más rudos con sus antiguos compañeros que el mismo patrón. Podría decirse —y con razón— que esto se debe al hecho de que la situación concreta, vigente, de opresión, no fue transformada. Y que, en esta hipótesis, el capataz, a fin de asegurar su puesto, debe encarnar, con más dureza aún, la dureza del patrón. Tal afirmación no niega la nuestra —la de que, en estas circunstancias, los oprimidos tienen en el opresor su testimonio de “hombre”.»
      El opresor sólo se solidariza con los oprimidos cuando su gesto deja de ser un gesto ingenuo y sentimental de carácter individual; y pasa a ser un acto de amor hacia aquéllos; cuando, para él, los oprimidos dejan de ser una designación abstracta y devienen hombres concretos, despojados y en una situación de injusticia: despojados de su palabra, y por esto comprados en su trabajo, lo que significa la venta de la persona misma. Sólo en la plenitud de este acto de amar, en su dar vida, en su praxis, se constituye la solidaridad verdadera.»

      Una vez establecida la relación opresora, está instaurada la violencia. De ahí que ésta, en la historia, jamás haya sido iniciada por los oprimidos. ¿Cómo podrían lar oprimidos iniciar la violencia, si ellos son el resultado de una violencia? ¿Cómo podrían ser los promotores de algo que al instaurarse objetivamente los constituye?

      No existirían oprimidos si no existiera una relación de violencia que los conforme como violentados, en una situación objetiva de opresión.»

      Quienes instauran el terror no son los débiles, no son aquellos que a él se encuentran sometidos sino los violentos, quienes, con su poder, crean la situación concreta en la que se generan los “abandonados de la vida”, los desharrapados del mundo.

      Quien instaura la tiranía no son los tiranizados, sino los tiranos.

      Quien instaura el odio no son los odiados sino los que odian primero.»

      Sin embargo, para los opresores, en la hipocresía de su falsa “generosidad”, son siempre los oprimidos —a los que, obviamente, jamás dominan como tales sino, conforme se sitúen, interna o externamente, denominan “esa gente” o “esa masa ciega y envidiosa”, o “salvajes”, o “nativos” o “subversivos”—, son siempre los oprimidos, los que desaman. Son siempre ellos los “violentos”, los “bárbaros”, los “malvados”, los “feroces”, cuando reaccionan contra la violencia de los opresores.

      En verdad, por paradójico que pueda parecer, es en la respuesta de los oprimidos a la violencia de los opresores donde encontraremos el gesto de amor.

      Consciente o inconscientemente el acto de rebelión de los oprimidos, que siempre es tan o casi tan violento cuanto la violencia que los genera, este acto de los oprimidos si puede instaurar el amor.

      Mientras la violencia de los opresores hace de los oprimidos hombres a quienes se les prohíbe ser, la respuesta de éstos a la violencia de aquéllos se encuentra infundida del anhelo de búsqueda del derecho de ser.

      Los opresores, violentando y prohibiendo que los otros sean, no pueden a su vez ser; los oprimidos, luchando por ser, al retirarles el poder de oprimir y de aplastar, les restauran la humanidad que hablan perdido en el uso de la opresión.»

      Paulo Freire «Pedagogía del Orimido» (1970)

      Yo considero que es gracias a las décadas invertidas en formación y Educación Popular, tomando como base a Paulo Freire, es que hoy Brasil puede jactarse de tener un Movimiento de Base como el Movimento dos Trabalhadores Rurais sem Terra (MST) y un presidente tornero como Lula.

  13. Si, pero lo de Lula como presidente comprueba la tesis de Freire, el origen social no implica que trabaje para su clase. Lula fue un obrero metalurgico, talvez el arquetipo más claro del proletario y sin duda alguna, no trabaja para su clase. Se convirtió en un perfecto pequeño burgues, representa los intereses de la burguesía nacional, pero no termino con el regimen explotador. Lo único que hizo fue garantizarle a la burguesía industrial de San Pablo, la paz social. Lula no es ningún estorbo para la oligarquía brasileña, es un gran aliado. Fijate que Chavez tampoco cambio el regimen, pero sin dudas es un tipo mucho más molesto para la oligarquía venezolana, que Lula para su oligarquía.
    En cuanto al MST de Brasil, que poco tiene que ver con el MST nuestro (el amigo de la SRA), es interesantisimo, pero no está calmadito, es de los pocos movimientos sociales que no fue coptado por Lula, sigue con sus acciones directas, por ejemplo hace una semana intento una ocupación de un latifundio y fue tiroteado por los «productores agropuecuarios» (oligaquía rural). Por lo tanto, es el movimiento sin tierra efectivamente un grupo con conciencia de clase y sabe que se triunfa unicamente en la lucha.

    1. Estoy de acuerdo en muchas cosas que decís, sin embargo no importa qué es lo que pasa en la punta de la pirámide sino en la base. La posibilidad de que grandes porciones de la población se permitan la idea de que «uno de ellos» puede llegar al gobierno, y conducirlo más o menos exitosamente, es algo que tiene que ver con la toma de cierto nivel de conciencia. Y es ahí en donde actúa Freire, no actúa en un nivel donde Lula sigue los pasos o no del pensador.
      Lo del MST es otro tema, como cualquier otro movimiento, por ejemplo la CTA, o la Tupac Amarú, el hecho de haber apoyado en un principio a Lula, en términos de lo mejor disponible, no significa que abandonen su agenda de reclamos, o que sus medidas de acción directa no se opongan a establecer ciertos niveles de negociación política sin que se les caiga la cara en pos de mejorar su posición, ampliar su actuación, y pedir la profundización de ciertas reformas.
      En eso los tipos son muy serios, y saben perfectamente que es mejor un Lula condecendiente con la derecha, que un Serra con un discursete pseudoprogre republicanista.
      Cuando a mi me dicen que el MST tiene una flota de camiones propios mediante la cual distribuyen sus productos en los supermercados privados, bueno, ahí me pongo a pensar que estos tipos hablan en serio, y que su modo de vida (porque ser del MST o de la Tupac es un modo de vida que incluye condiciones rigurosísimas de comportamiento comunitario) lo quieren desarrollar independientemente de quien gobierne. Se propia tropa o sea el enemigo. No le tienen miedo al Poder y antes de andar vociferando por ahí las «supuestas» inconsistencias ideológicas o las contradicciones del gobierno de Lula, se ocupan de tomar de él lo que les hace falta. Laburan en muchos casos con gobiernos estaduales del PT y se dedican, por sobre todas las cosas, a fortalecer la Organización y a debilitar al enemigo oligarquico latifundista sin escupir la mano de eventuales aliados.

      1. Una cosita más. En Brasil, muchas de las organizaciones alfabeitzadoras, y los grupos de trabajo para la aplicación de las metodologías de la Eduación Popular fueron bancadas (sobretodo en los períodos dictatoriales y/o de gobiernos de derecha) desde la Iglesia, que, a diferencia de la filial argentina, si tiene una tradición y una ejemplaridad ostensibles en aquello de actuar conforme a la «opción por los pobres».

  14. negro, morocho, chino o cetrino, blanco.. quien es blanco en un país mestizo, criollo, tampoco D’Elia es negro, pero si reune las condiciones del mafioso, porque es eso lo que da bronca, la impunidad del mafioso y la prepotencia de los dueños del poder de turno.. hacen martires a los antiguos dictadores y caen en el descredito, el pueblo los mira con recelo y se siente lejano de estos nuevos ricos que hace rato no se levantan temprano y pueden colocar a su famila con muy buenos sueldos en el estado, tan lejos tambien de los salarios de $ 1.200.- que ya no alcanzan.. en fin, se ponen gordos y caen por su propio peso, por sus acciones.. o no seras tan inocente de creer tu propio discurso (?)

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