Reflexiones de mierda

Cuando empezamos a mirar la verdad y a entender las cosas que pasan, en vez de aceptarlas como si fuesen naturales, nosotros los pobres, los oprimidos, los más débiles y desposeídos, terminamos sintiéndonos como la mierda.

Comemos, cuando podemos, en comedores de mierda una comida de mierda, hecha con materias primas de mierda…

Tomamos un vino de mierda falsificado por gente de mierda controlada por leyes de mierda…

Compramos cosas de mierda con unos precios de mierda, calidad de mierda y garantías que no valen una mierda…

Miramos una televisión de mierda con programas de mierda y noticias de mierda…

Andamos por unas calles hechas mierda, llenas de autos, camiones, taxis y colectivos de mierda que nos llenan los pulmones de mierda, mientras un cana de mierda le hace la boleta a un boludo de mierda que estacionó sobre la izquierda…

Tenemos un rio de mierda lleno de mierda al que le seguimos tirando mierda y de allí tomamos un agua de mierda…

Tenemos una historia de mierda en la que dictadores y asesinos de mierda hicieron mierda el pais, y votamos por un sistema de mierda que nos deja a los pobres de mierda sumergidos en la mierda, porque más de una vez hemos elegido a corruptos e ineficaces de mierda que hicieron mierda al pais…

Ideas de mierda dan vueltas y vueltas en la cabezas de mierda de la gente de mierda que está hecha mierda porque la guita no le alcanza para una mierda…

Vivimos una vida de mierda, hundidos en la mierda y pensando y hablando mierda, en un mundo de mierda lleno de gente de mierda que inicia guerras de mierda en paises de mierda con armas de mierda…

Y gente como yo se la pasa escribiendo textos y canciones de mierda para intentar equilibrar un poquito las palabras de mierda que aparecen en los diarios de mierda…

Pero no importa. No nos preocupamos por nada y sigamos como estamos, votando a quienes votamos y aceptando tranquilamente aquello que aceptamos.

Porque la culpa no es tuya, ni mía, ni nuestra, ni de nadie: la culpa de todo la tiene la mierda…

 

 

23 comentarios en «Reflexiones de mierda»

  1. Y…. que quiere que le diga millones de mosca no pueden equivocarse.

    Si se cansó de esta sociedad subdesarrollada y periférica, gobernada por el cuasimafoso Peronismo, Schussheim, por que no vende su casa, su auto, sus libros, sus CD’s, sus muebles retira sus depositos, junta todo y se va con esa guita a disfrurtarla y reproducirla en lugares serios y que le otroguen seguridad jurídica como Europa, Japon o los Estados Unidos.

    Adío, vaya por la sombra y cierre la puerta al salir.

  2. OMIX, se nota que no ha leido mis anteriores escritos apoyando a los gobiernos que voté y que seguiré votando, de Néstor y de Cristina Kirchner.
    O usted sufre de PPP (Paranoia Política Peronista) y cree que cualquier comentario negativo TIENE que estar referido necesariamente a este gobierno y no a las consecuencias de tantos gobiernos desastrosos.
    Termine de tomar la leche y relea con un poco más de atención mis reflexiones de mierda,

  3. Gerardo, Omix, hagan un favor; recuerden que los prejuicios, también y muy especialmente, son una mierda.
    Como leer para la mierda, claro.
    Saludos.

  4. Me parece que la línea pasa por reflexionar acerca de ese mal argentino que es putear por lo que nos sucede con el sólo objeto de seguir en la pasividad, como quien mira desde afuera su propio drama y se siente impotente para resolverlo. Provocativo y adecuado.

    Agregaría, para provocar más, que el otro mito reside en creer que cualquier actividad es ya una forma de intervención que nos salva de dicha pasividad. Es una lógica típicamente posmoderna (un día haremos la lista de todo lo que significa la expresión). Un día decimos que el saber es poder, otro que el discurso es praxis, y al final nos quedamos en el living leyendo a Deleuze y escribiendo nuestra «intervención».

    No es tan así, pero también calma las angustias por la falta de dignidad, justicia y eticidad en que transcurre nuestra vida, y sirve para que todo siga básicamente igual.

    Le doy el sello IRAM – K.

  5. Gracias por la bendicion, tatita. Vino a refrescar tanta mierda propia y ajena. Desde hace tiempo queria escribir una metafora sobre la falta de autocritica entre tantas opiniones taxativas. Curioso que tanta gente piola e inteligente aqui pareza comulgar con el Principio de Rico, ese que reza que la duda es la jactancia de los intelectuales.

  6. Siempre es màs complicado querer cambiar las cosas que dejarlas como están.
    Me extraña en un pensamiento tan transformador como el de Schussheim, propagar estas conclusiones de mierda ya que de ser vàlidas, millones de seres que en el mundo derrochan energìas para mejorar las condiciones del gènero humano, estarìan rifando en vano esos esfuerzos.
    Hay cuadraditos, pequeños espacios, reducidas miradas y muchisimos lugares en los cuales la mierda ha quedado afuera y uno de ellos es este intercambio de ideas donde podemos compartir con el autor de este post nuestras diferencias sobre este enfoque.

  7. «Hay cuadraditos, pequeños espacios, reducidas miradas y muchisimos lugares en los cuales la mierda ha quedado afuera»
    Si, pero son así de chiquititos todavía, una mierdita, eso no alcanza para una mierda, claro que uno se siente menos mierda cuando se enfoca en ellos.
    Gracias Schussheim por el recreo para permitirnos putear un poco, uno entra acá y es como que se cuida.

    …Anda medio ortodoxo el ambiente ultimamente, no? algunos hasta han perdido el humor.

  8. Eduardo, el otro día mi viejo me torturó haciéndome ver dos pelis de Solanas seguidas. Y ninguna de las dos era Memorias del saqueo, que tenía un punto bueno de cada tres. No, me tocaron las más recientes, donde el ritmo de tango melanco y la entrevista a carcamanes de diverso cuño venía a mostrar que este era un país maravilloso, rico, lleno de talento, pero arruinado por «sus dirigentes».
    Mirá que a veces soy paciente, un rato. Pasan imágenes de la Facu, de Filo y de Socio, y me genera cierta pertenencia ese proyecto. Hay tres minutos de Horacio González, y te emociona la lucidez que puede tener. Pero el rato de Solanas, hace rato que se terminó. Y con él, el de tipos como Lanata. Ese discurso de dirigencias que actúan en el vacío me tiene podrido.

  9. Para Ezequiel Meler, la Argentina es una sociedad esencialmente intolerante y absolutista (lo que se refleja bien en este blog, donde los contribuyentes más entusiastas suelen despedazar a todos los protagonistas de la historia fuera del panteón Nac Pop y despreciar absolutamente todo lo que se hizo desde 1852 a 1945), en la que la única idea aceptable es la idéntica a la propia. Como la realidad nunca es monocromática, esa realidad se hace intolerable. O, en términos más simples, una mierda. El paso siguiente a odiar a todo lo distinto es odiarse a uno mismo (o viceversa, este es un caso bastante claro del dilema huevo-gallina), característica bien argentina como sabemos por el tango. Y por este blog, donde gente de clase media educada en el sistema estatal despotrica contra Sarmiento y la clase media. Saludos.

  10. Furcio:
    Muy interesantes sus comentarios, y puedo estar de acuerdo en unas cuantas cosas, aunque no entiendo muy bien en qué medida -o, por qué razón- me hice acreedor a ellos. La vida política, a mis cortos treinta años, me deja con muchos más errores que aciertos, y mis certezas son sólo aquellas que sobreviven la prueba del conocimiento histórico.
    Creo que un día tendríamos que debatir, todos, los puentes entre la Argentina Conservadora (Alberdi y Mitre, más que Sarmiento -y que Roca-) y la peronista. Sería una discusión jugosa, porque en su cénit el orden que, a falta de mejores nombres, llamaremos «conservador», dejó, hasta 1930 -y especialmente en torno al Centenario- un legado que sería interpelado mejor y en mayor profundidad por el peronismo que por el radicalismo histórico, que siempre buscó heredarlo, sin más.
    El peronismo tuvo, pese a la declamación, una política que lo puso de lleno en esa tradición, por lo menos en sus aspectos positivos, aunque reconociendo los cambios estructurales de la sociedad durante los críticos años treinta.
    Y cuando quiera que debatamos sobre / desde el período colonial hasta 1943, su humilde servidor,
    Ezequiel Meler.

  11. Digamos,
    1) la fórmula política del «orden conservador» era la restrictiva y alberdiana «República Posible».
    2) El orden social que recibió a los inmigrantes se pareció muy poco al «modelo Chivilcoy» -a su vez, tomado de la Homestead Act- que propugnaba Sarmiento, y les ofreció ser arrendatarios o insertarse en el circuito urbano.
    3) La cultura política predominante fue una combinación de los estilos laicistas de la Tercera República Francesa (Jules Ferry), y de la tradición política española, más que el estilo norteamericano que interesaba tanto a Sarmiento.

    Sobre estas bases, encantado de discutir el legado de Caseros, en este y / o cualquier otro post -¿y por qué no el rosismo?, si al fin y al cabo Facundo es un buen ajuste de cuentas, poco retomado, sobre la herencia de Rosas en el sistema político-.

  12. Estimado Ezequiel, el comentario fue dedicado a Ud porque objetó la visión de que todo es una mierda, y a la crítica como sustituto a la actividad correctiva, en la medida en que cada uno pueda hacerlo, lo que me pareció una actitud muy positiva. Además mi comentario se refería a actitudes usuales en comentaristas en el blog, distintas a la suya, para explicar lo que considero actitudes generales en la sociedad, reflejadas en el blog. Si no lo dirigía a Ud específicamente, podía ser interpretado como alusión personal (que no lo era) por otros con quienes debatir temas desde puntos de vista no coincidentes es equivalente a gritar ‘¡Viva River!’ en el medio de la tribuna de Boca.

    En cuanto al debate sobre lo que pasó después de Caseros, la historia tiene que ser revisada constantemente desde el punto de vista de cada generación. Mitre o Levene y Jauretche o José María Rosa están superados por la evolución del país. Sirven para interpretar a su generación, no lo que describen. Sería interesante si Ud y otro contribuyente de su edad, y equivalente amplitud de criterio dentro de sus posiciones respectivas, lo llevaran a cabo. Yo tengo 62 años y hace casi cuarenta años que no vivo en Argentina. La edad me quita el incentivo, y mis circunstancias y mi amateurismo en el tema me hacen un candidato poco adecuado a la tarea.

    Pero creo que una condena a rajatabla de la historia anterior a 1945, o de los protagonistas que no son nuestros preferidos, es una variante de gorilismo.

  13. Que a uno no le gusten las berretadas de Jorge Corona no quiere decir que cartezca de sentido del humor. Tal vez todo lo contrario

  14. Se ve que hay varios que no saben leer. Deben ser los mismos que se ofendieron porque los SImpson bardearon a Perón. No entiendo lo de Gerardo Fernández, en fin…

    No me gustan los textos que repiten demasiado la palabra mierda, pero este tiene un gran mérito al mostrarnos cabalmente la gran filosofía argenta de «la culpa es del otro». En ese sentido, el texto funciona bien Jorge, esperemos que alguna vez termine esta historia

  15. Claro, Julian. Pero no podia escribir «mierda, caca, excrementos, materia fecal, Numero 2, etc».
    Al final y como decia Borges, los sinonimos son la misma palabra con diferente ruido.

  16. Comparto lo de Julián, veo ahora más claramente, y con cierto alivio, que había leído bien a la primera. Y bueno, la sociedad no nos entrena para el registro irónico, pero si no nos entrenamos, no vamos a entender la mitad de lo que sucede.

  17. Pero clro Jorge, además este texto es un buen ejemplo de la utilización de la palabra «mierda». En parte porque la usa con sentido ácido y no con una pretensión supuestamente trasngresora. La palabra «materia fecla» fuera del contexto de un análisis médico es una de las más hipócritas que hay, gracias por no usarla.

    Lo que decía Ezequiel allá arriba es justamente un defecto de la palabra escrita, sobre todo en un ámbito tan volatil como éste, por momentos semejante a un chateo. Las palabras están allí escritas y cada uno las toma y las resignifica según su punto de vista, ideología y humor del día. En ese sentido me parece que mucho han tenido poco ojo y han leído mal al maestro Jorge. Además su malhumor es muy malo, la mejor contestación a algo que not e da risa es burlarte de él, no atacarlo. Cero en chicanas, che.

    Esto viene desde el colegio che, desde esa época que venimos con el «yo no fuí». Es jodido el tema

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