Wall St. y los monos

Una vez apareció un tipo en un pueblo y le dijo a los campesinos que pagaría diez pesos por cada mono que le trajeran.

Los habitantes fueron a la selva y comenzaron a cazar monitos.

El hombre compró miles de monos y pagó religiosamente los diez pesos prometidos por cada uno.

Pero como habían cazado muchísimos, los monos comenzaron a ralear, se volvió dificil atraparlos y los campesinos dejaron de esforzarse en cazarlos.

Entonces el hombre ofreció veinte pesos por mono, lo que hizo que los habitantes de ese pueblo volvieran con ganas a la cacería.

Pero rápidamente la población de monos volvió a disminuir. El desconocido ofreció entonces la fabulosa suma de $50 pesos por mono, se fué en viaje de negocios a la gran ciudad y dejó todo el asunto en manos de su asistente.

En ausencia del hombre, el ayudante le dijo a los pobres campesinos que en soiidaridad con ellos, abriría la jaula con miles y miles de monos y que se los vendería a $35 cada uno, así, cuando el hombre volviera, ellos podrían revendérselos a él en $50 y se ganarían la diferencia.

Los habitantes del pueblo juntaron todos sus ahorros y le pagaron la suma demandada.

Nunca más volvieron a ver al hombre ni a su ayudante y quedaron empobrecidos y con un montón de monos que no valían nada.

Ahora comprenden cómo funciona Wall Street?

6 comentarios en «Wall St. y los monos»

  1. Despues trato de buscar la pagina de donde me lo afane y postear la URL. Mi unica contribucion fue traducirlo del ingles.

  2. Buenísimo el cuento.

    Te cuento una que no es cuento, porque está en un libro oficial de la «Casa Rotschild».

    La familia Rostschild tenía un banco por cada hijo en cada ciudad importante de Europa. Era la Batalla de Waterloo. En Londres y en París estaban esperando saber quién ganaba. Las noticias tardaban en esa época en saberse. Los Rotschild tenían un sistema de información «interbancaria», que consistía en palomas mensajeras que llevaban mensajes en sus patas (en idioma idish, por supuesto). El Rotschild de Londres recibió primero que nadie la noticia del triunfo de Wellington y el desastre de Napoléon. Se fue a la Bolsa y empezó a deshacerse de sus acciones. Londres entró en pánico y la Bolsa cayó hasta llevar los valores a centavos. Entonces Rotschild compró por centavos todas las acciones disponibles y se convirtió en el hombre más rico de Inglaterra.

  3. Eva, conocia la historia y como buen judio te la voy a contar mejor. No eran palomas mensajeras, sino un sistema de torres altas que tenian contacto visual entre si y que funcionaban como semaforos, con hombres que mandaban mensajes con banderas en el codigo nautico. Era el telegrafo privado de la familia.
    Estando en la bolsa de Londres y cuando todos lo observaban, sabiendo que Rotschild era poseedor de ese sistema de informacion, entro un mensajero con un papelito y Rotschild dijo en voz baja y mostrando terrible tristeza «vendo». En el disloque que siguio, sus testaferos compraron a precio vil todo lo que se habia derrumbado.

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