Una incursión en campo ajeno, sobre la entrevista a Sabbatella en Artepolítica, Quintín, La lectora provisoria.
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Pablo: Si quieren propiciar el diálogo entre los dos espacios, lo están haciendo mal. Lo que están propiciando es un clima altamente negativo. Inviten a Q. y F. a realizar un post sobre algún tema, y lo comentamos. Así, está condenado al fracaso.
Seguro que me van a cagar a puteadas, y por ahí me arrepiento de esto.
Pero yo quiero un Quintín que nos diga negros choripaneros sin decirnos negros choripaneros. No sé, me parece necesario, un comentarista de Crítica con capacidad de decir algo más que conchuda andate.
Por ahí estoy pifiando, no sé. No sé ni quién es Quintín.
Tenés razón, Tomás: te voy a cagar a puteadas.
Pero lo peor no es esto. Lo peor es que, si la intención es promover el diálogo, a lo cual en general me han encontrado dispuesto aún los mal llamados «sojeros» -en rigor, productores agropecuarios que otros no se bancan, pero que conmigo debaten tranqui, porque los leo y sé escuchar-, este tampoco es el camino.
Cuando reprodujimos un texto, muy bueno por cierto, de Novaro -que al lado de Quintín es Einstein- y ser armó un debate sin controlar bien la participación y sin preparar a la comunidad, varios usuarios terminaron chocando con Novaro, y se pudrió todo cuando nos dijo, enojado, que padecíamos un «virus kircherista». El chabón estaba enojado, quién sabe por qué, pero indudablemente la interacción estaba mal armada.
Esto es lo mismo, pero en versión rastrojero.
Yo estoy de acuerdo con Ezequiel. Salile a la yugular a la gente no me parece que sea el camino. A mí, personalmente, me interesa el debate,
La política es retórica, es decir, la política es intención de persuadir. Y se debe intentar persuadir al que no está de acuerdo, no al que sí está de acuerdo.
MEC, me decís que estás de acuerdo, pero es como si faltara un «no», en alguna parte, porque encarado así, vamos derechito al ad hominem, del que venimos. Perdón si te entiendo mal.
Insisto: consideren una invitación formal, en un ambiente más controlado que el margen derecho de la pantalla, sobre un post. Y ahí, sí. Ahí, ningún problema en debatir. Pero así, lo ponen para que lo bardeen, el chabón lo ve, reacciona, y se va todo al joraca en diez segundos.
Ezequiel, si hay algo que aprendí con esto es que la interacción no se puede controlar. En el improbable caso en que Quintín accediera a escribir para Artepolítica lo bardearían igual, además de bardearnos a nosotros por decirle a Quintín que escriba acá, etc. Y el bardo no estaría del todo injustificado, si se tiene en cuenta el tono de los posts de Quintín en su blog.
La mayoría de las intervenciones para moderar una discusión o no sirven para nada o salen mal. Lo único que se puede hacer es poner algunos límites mínimos y confiar en la inteligencia de los participantes.
La opción por no abrir temas para que no se arme bardo no va. Si usáramos ese criterio no le deberíamos haber hecho la entrevisa a Sabbatella y tendríamos que haber descartado buena parte de los posts más interesantes en el blog.
Pablo:
La entrevista a Sabbatella fue un golazo, no comparemos. Acá hubo previsión: ¿es casual que coincida la cita al post de La Lectora Provisoria, la cita a la nota de Q. en Perfil, y la nota de Abraham?
El tema es qué previeron que iba a pasar, además de esto…
Así, lo único que logramos es bardo por bardo al cuadrado. Está bien, la página es de ustedes, y es su decisión, yo eso no lo cuestiono.
Tengo una versión diferente sobre la nota de Quintín.
Empiezo por constatar que Quintín es un poco sacado cuando hace críticas, creo que eso lo reconocería incluso él, digamos que le gusta el estilo bardero, si lo prefieren, le gusta «ir de frente».
Además de eso está en las antípodas del pensamiento promedio de Artepolítica, aclaremos bien que hablo de lo mayoritario, puesto que aquí escribe cualquiera, ya con eso solo, este blog jamás podría ser ultra nada, puesto que está abierto a todas las opiniones.
Considerando lo anterior, si Quintín hace un post extensísimo sobre AP y entre el torrente de críticas, se cuelan comentarios como: «…es posible encontrar en el blog materiales muy interesantes»
«Si el discurso de Sabbatella no resulta del todo confortable en AP, de todos modos el debate es de buena calidad.»
«Son tipos inteligentes, tienen experiencia política y saben de lo que hablan (está hablando del debate en el post de Sabbatella). Leer el intercambio es un recomendable curso acelerado sobre lo que se discute en el seno de un sector minoritario pero no desdeñable de la política.»
Para rematar con: «Agradezco a Artepolítica la oportunidad de esta nota, que no hubiera sido posible sin el sitio. A pesar de los consejos del médico, los seguiré leyendo.»
Yo creo que Quintín no pudo más que sacarse el sombrero ante un blog de la calidad de Artepolítica.
Sé que pueden pensar que lo mío es retórico o irónico. No es así, lo digo completamente en serio. Con Ezequiel tuve un intercambio privado y puede dar fe que esa fue mi verdadera impresión cuando leí el post de Quintín. Luego me fuí de casa y al llegar vi los comentarios. Tal vez les parezca extraño lo que digo, pero en el contexto en el que se expresa, al leer el post de Quintín me sentí orgulloso de pertenecer a esta comunidad.
Ya sé, además de lo que cité hay críticas de todos los colores, pero no olviden el estilo Quintín y que está en el otro extremo del pensamiento político.
Le están dando mucha importancia a un fulano que es tratado como una risa en otro barrio blogger donde ya le picaron el boleto hace rato…
Ahora que volvieron los Cadillacs al ruedo queda oportuno decir «Yo te avisé».
Doy fe de que Sergio es sincero: lo habíamos hablado a la tarde, como él cuenta.
También es cierto que Q. concluye ese post diciendo:
«Pero todo aquel que espere que la historia se mueva hacia adelante sin violencia y que la Argentina se transforme alguna vez en un país más justo, está destinado a comprender tarde o temprano que son los Kirchner el mayor obstáculo actual para que lleguemos a vivir ese momento.»
Gracias por confirmar Ezequiel. Ojo que yo no digo que Quintín le reconozca absolutamente nada a los Kirchner.
En un post anterior sobre Artepolítica, tampoco nos reconocía nada como blog. En este hay un cambio, el solo hecho de dedicarle tanto espacio a un blog con el que tiene tantas diferencias, ya es un reconocimiento. Sumado a eso las partes que mencioné.
Para dar un ejemplo, es como si mañana Carrió en medio de sus críticas habituales de pronto dice: «Bueno, es cierto que este gobierno no va hacia el lado del ajuste, muchas de sus políticas son muy eficaces, ya lo había demostrado antes bajando mucho el desempleo.»
Nos caemos todos de culo, por muchas que sean las críticas con las que acompañe estos dichos.
Bueno, en este caso, no entre políticos, sino entre blogs, como asimilo el estilo Quintín al de Carrió (no estoy seguro políticamente porque no se si se identifica con Carrió, en la forma zarpada de criticar digo), tiende a resaltarme las cosas positivas que dice de nosotros.
El tema de si piensa o no como Carrió -creo que no, no sé- no es tan grave. Hay otros buenos comunitarios de AP que piensan como Carrió. El problema es el estilo de participación que se promueve. Es un experimento que, así como está, está destinado al más lamentable de los fracasos.
Me uno a Dag en el «Yo avisé».
Yo lei la nota de Q y me pareció muy buena y bastante profunda; y es inusualmente cordial con AP.
De hecho, el «militante del EDE» le contesta sobre la incosnsistencia sobre Carrió (en considerarla la enemiga numero 1, que Q juzga inconsistente), la respuesta es bastante vacilante. Fue más efectivo, más rico para el debate cuando se bajó del pedestal de provocador. ¿Por qué invalidarlo?
Ezequiel:
aludís al hecho de que Novaro haya mencionado el «virus kirchnerista». Lo hizo en un comentario a un post mío, en el que contestaba una nota de él publicada en Página.
Este es el post:
http://artepolitica.com/en-respuesta-a-marcos-novaro/
Y no hubo bardeo previo, hasta que Novaro comentó. Releelo, si querés, y vas a ver que es así.
A mí me parece que la única forma de establecer intercambio entre dos espacios es esa: leernos y contestarnos.
Después, la discusión política es campo fértil para la chicana y el exhabrupto. Lo mejor es asumirlo así y bancárselo, evitando convertirlo en regla.
Saludos.