(Se viene dando un debate sobre Schmitt, primero en Crítica de la Argentina, aquí, aquí y hoy aquí. También en FP se publicó este post, con muy buenos comentarios. Ahora voy yo).
Con excepción del título, la nota de Diego Genoud “El pensador nazi que inspira a Néstor”, no vincula el marco teórico del nazismo con el proceso político que tiene lugar en la Argentina desde el 2003. Debe decirse, también, que no son siempre los periodistas quienes titulan las notas en los diarios: un trabajo de lectura entre líneas del título y la bajada muchas veces da cuenta de la línea editorial de un periódico de manera más efectiva que sus contenidos.
Lo cierto es que el título de la nota realiza un triple salto: si Schmitt es el pensador del nazismo, y Néstor Kirchner es definido como un schmitteano en su concepción de la política, queda en manos del lector realizar el proceso lógico de transitividad: el kirchnerismo concibe la política a la manera del nazismo. Resulta problemática esta idea por varias razones. En primer lugar, la discusión sobre la adscripción de Schmitt al régimen nazi. No puede negarse la complicidad del autor con el régimen y, aún más, no tiene por qué ocultarse: Ahora bien, la pregunta es cómo juega ese factor biográfico en la concepción schmitteana de la política. Una aproximación simplista eludiría la cuestión por razones espacio-temporales: mencionando el año de publicación del texto que se discute en la nota, “El concepto de lo político, 1932”, la discusión parecería quedar zanjada. Quizás un desafío mayor constituya cuánto de ese esquema schmitteano contribuyó finalmente a la concepción biologicista del racismo nazi. Y la respuesta, ahora sí, parece ser más sencilla: en nada. Al menos, no sin distorsionarlo.
En segundo lugar, debe mencionarse la peligrosidad de ese salto teórico que se pretende: la distinción amigo-enemigo como específica distinción de lo político, independiente y autónoma de la distinción estética, económica y/o moral, no es, bajo ningún aspecto, la distinción nazi entre la raza superior frente a la inferior. Esa distinción, principalmente, no habla de ningún contenido específico, sino de una intensidad: no hay política, en Schmitt, si no hay un antagonismo lo suficientemente intenso como para constituir “un agrupamiento en base a los conceptos de amigo-enemigo”. Cualquier derivación de esa idea en la lógica racista nazi es, cuanto menos, una interpretación que niega la idea misma de la política en sentido schmitteano: un enemigo racial es un enemigo absoluto, un Otro con el que resulta imposible cualquier idea de confrontación política, sino a través del exterminio. El propio Carl Schmitt, en una nota al pie de su obra “El concepto de lo político”, sostiene: “Quien se encuentra en lucha con un enemigo absoluto –trátese de un enemigo de clase o de raza o de un enemigo eterno sin límites –no está interesado en nuestras preocupaciones relativas al criterio de lo político; por el contrario, ve en ello un debilitamiento suyo a través de la reflexión”. El enemigo racial, el judío como expresión del Otro inferior biológicamente, es absoluto: el nazismo es una negación de la política, como mínimo, en términos schmitteanos.
Mouffe rescata a Schmitt para sostener la idea de que la política en términos adversariales no ha desaparecido: la lógica amigo-enemigo persiste. La peligrosidad que advierte, en todo caso, es que esa lógica se establece en términos morales: “en lugar de una lucha entre izquierda y derecha, nos enfrentamos a una lucha entre bien y mal”. Las posturas de cierto espacio opositor al Gobierno parecen confirmar el temor: se advierte la idea de que negociar con este Gobierno es negociar con el Mal, independientemente de si una ley es políticamente necesaria o no.
Muchas veces, se critica del kirchnerismo que enfrenta a sectores a los que anteriormente ha hecho concesiones, como una incoherencia, acaso como una inmoralidad. En ese sentido, existe una concepción schmitteana: los enemigos políticos no son absolutos. El peligro lo constituye el hecho de que los enemigos sean morales: la moralización de la esfera política es una forma de la pospolítica. Cae bajo esa égida la idea del consenso absoluto como el Bien, enfrentado al Mal entendido en términos de conflictividad. La crítica de Mouffe al liberalismo, vía Schmitt, es la crítica a la anti política como consenso universal que niega los conflictos inherentes de la democracia y sus actores sociales, una crítica destinada a la idea de que los conflictos sociales son, en verdad, una anomalía que debe superarse
Ni Schmitt ni Mouffe establecen una teoría normativa, acerca de cómo las cosas deberían ser: expresan, en todo caso, una concepción de la democracia como conflicto latente. Debatible o no, a partir de ese diagnóstico surge la necesidad de establecer el marco institucional para encuadrar el conflicto dentro de las reglas de juego de la democracia. Aquellas que permiten, en todo caso, procesar los conflictos esenciales en el marco de un debate donde, por lo menos, los actores puedan reconocerse como iguales. Si el kirchnerismo verdaderamente ha reivindicado a Schmitt, la lección que debe dejarnos de ese autor, es la necesidad de hacer política, con políticos y en términos políticos.
Por último, la idea de que la relación aliado-adversario es una dimensión constituyente de la política, no es, además, una propiedad exclusiva de Schmitt. Es un tema presente en el pensamiento platónico, en Maquiavelo, en Hobbes, y en Nietszche–por no mencionar a Hegel, para quien el conflicto de las conciencias es una invariable ontológica, ni a Marx, quien ve en el conflicto entre el «nosotros» proletario y el «ellos» propietario el motor de la historia. Solo unos pocos imaginan una política en donde se ha borrado el conflicto, y no suelen ser, reconozcámoslo, aquellos mas interesantes para comprender que es la política. A no ser que pertenezcan a esos grupos que gustan de decir «hay que consensuar, la política es consenso» mientras muestran, silenciosamente, el palo que llevan en la mano.
Es cierta la diferenciacion entre la logica binaria Nazi y la populista.
solo desde la oposicion de confirma el temor de Mouffe?
Tomas, la logica amigo-enemigo, significa, inevitablemente, la division buenos-malos. No hay otra manera de verlo, sino «la oligarquia, los monopolios, el imperio » que son?
El liberalismo hace enfasis en lo global, en la libertad del ser ante la intromision del estado. Es decir, no decide quien es tu enemigo ni tu amigo. Al contrario sucede con el nacionalismo, socialismo y ahora populismo. Pero no esta escrito en ningun lado que el liberalismo «niegue los conflictos de la democracia y sus actores sociales» lo que si no deberia hacer el estado, a mi criterio esto es utopico, es tomar partido por tal actor social en desmedro de otro, sino negociar.
por otro lado, en el caso del Kicrhnerismo, es dudoso que la mayoria de las peleas que que encara Nestor respondan a «la conflictividad inherente de los actores sociales». o acaso los trabajadores argentinos estaban esperando la desmonopolizacion de clarin?
en el fondo, hoy 2009,y con la herencia de la dictadura, somos casi todos democratas liberales. ¿O acaso alguno de ustedes acepta, ya sea desde derecha o izquierda, presos politicos, censuras (de verdad) purgas, fusilammientos (no mediaticos) o lo que sea?
Pepe, estaba leyendo lo posteado sobre la nota y me llamó la atención algunas cosas que decis:
1- vos decis que no hay otra manera de ver la distinción amigo/enemigo que en terminos de buenos y malos, y me parece que lo que olvidas es que el riesgo de moralizar la política está en sentirse habilitado para imponer la «verdad», como si hubiese una verdad absoluta. Buenos y malos, está siempre relacionado con el planteo platonico de la esencia de las cosas. Nadie puede determninar lo bueno o lo malo, si no es desde sus propios intereses. Es decir, desde su concepción ideal de la realidad, desde su ideología. No se si soy claro, quizá esto merece un debate mas profundo.
2- Desp decis, «lo que si no debería hacer el Estado es tomar partido por tal actor social en desmedro de otro»… como si el Estado fuese algo ajeno a los actores sociales. De hecho, el Estado es ese lugar contradictorio donde se dirimen las diferencias sectoriales, y como resultado, un sector se impone sobre otro (no siempre en terminos absolutos, sino c negociaciones y modificaciones en relación a sus propuestas iniciales. De hecho, esto es la política)
3- Relacionado con lo anterior, me parece que tenes esa idea platonica bien marcada. Hablas de lo que «deberia hacer el Estado», lo ves en base a un «deber ser», como si las cosas tuviesen una esencia, un funcionamiento ideal, separado de las apariencias, de su funcionamiento real. El problema que yo tengo c esta postura es, «¿quien determina ese bdeber ser?». Quién está habilitado para determinarlo?, y no sólo eso, sino que para hacerlo funcionar de ese modo ideal, hay que imponerse sobre los que no coinciden con ese ideal.
Pregunto, eso no sería hacer que el Estado tome partido por tal o cual actor social?, porque eso es justamente lo que criticas.
Un abrazo.
PD: No entremos en discusiones sobre el Kirchnerismo en particular. Eso me parece menos relevante que los conceptos que se utilizan para ver la realidad.
La política surge de la búsqueda del par, de la búsqueda de lo común con el par y esto necesariamente implica una diferencia. La diferencia con lo otro, con el otro, el no par.
Ahora establecida la diferencia lo que queda por resolver es la relación que se establece con el otro. Esta relación con el diferente, es para anularlo o extirparlo como a un enemigo, tesis agonal muy presente en la política argentina especialmente en cuadros medios, o como sostiene Ana C y varios republicanos no teóricos, se trata de un juego muy duro en donde en la competencia vale casi todo, salvo aquello que anule o haga desparecer al adversario, Tesis de Nash, en cuyo caso las tensiones provocadas por esa salida del juego forzosa, tarde o temprano hará colapsar todo el sistema.
Como en el dilema del prisionero el problema consiste en el punto de vista, si se ve desde el lado de los carceleros o de los prisioneros, o si se eleva mas la mirada y se entiende que las rejas son en realidad una ilusión y que la creatividad y la mirada lateral es la alternativa que se presenta al problema de las rejas. Porque ambas miradas son parciales, tanto la de los reos como la de los carceleros. Hay muchos otros conflictos similares, ni siquiera son los únicos conflictos mas allá de que se apoderen de la escena, muchas disputas entre las mismas necesidades y las mismas disponibilidades comparten el mismo tiempo-espacio y tarde o temprano terminarán afectando al conflicto puntual. Cada pareja acción-reacción tiene una recíproca fuera del conflicto, siempre tiene consecuencias extramuros y tarde o temprano termina pegando la vuelta.
La respuesta es institucional. Crear instituciones representativas del universo, que tengan en cuenta al universo, que practique la inclusión. Y esto en una tesis amigo –enemigo nunca se podrá dar. Sirve sí para establecer la diferencia, pero de ninguna manera para hacer desaparecer al adversario.
Muy buen post
Es interesante el punto, y creo que te estas situando en el meollo de la política de Kirchner. Coincido con el comentario anterior respecto del liberalismo. El liberalismo no necesariamente niega los conflictos, sino que en todo caso establece los límites de la disputa.
En cambio el planteo de los conflictos en las coordenadas «amigo-enemigo», por más que sean coyunturales, termina conduciendo a una lucha sin reglas de juego. Ya no hay reglas válidas en todo momento, sino que el fin justifica los medios. Recuerdo una escena de la película «Evita», de Desanzo, cuando va a levantar una huelga de ferroviarios: «A Perón no se le hacen huelgas». No recuerdo todo el diálogo, pero sintéticamente Evita (Esther Goris) los corre con el argumento de que la pelea es contra la oligarquía, y que al hacerle una huelga a Perón, se devilitan los propios trabajadores. Lo mismo podría decirse con Kraft, no? No hay derecho a tomar una fábrica si gobernamos los buenos.
también, ver una película de desanzo…no te privás de nada, gino
el liberalismo hace de cuenta que los conflicto son culpa de todos aquellos molestos que interrumpen el «libre» desenvolvimiento del mercado. así, de no ser por el estado, los sindicatos, los populismos, y los bolches, el mundo sería un violín.
es hipócrita (sino estúpido) pensar que los conflictos se dan en otra instancia que la de nos-ellos o amigo-enemigo. el discursi liberaloide tiende a representar a la política como ese espacio pro vacío de disputas, en donde los grandes problemas e injusticias del mundo se resuelven con una corbata y un par de sonrisas como la de esos ficticios empleados de atención al cliente de las publicidades. es decir, al estilo maurizio, muy pro, con su cassette de que a la política no viene a confrontar, sino a sumar.
Muy buen post.. cabría anexar tal vez algun comentario de su obra «sobre el parlamentarismo» para hacer caer ciertas «verdades» que muchos nos quieren hacer creer como absolutas.. el voto se decide entre bambalinas.. pero bueno, todavía algunos piensan que nos chupamos el dedo.
Me gustaría decir algo sobre:
(1) la cuestión del «mejor argumento».
(2) la idea de la inconmensurabilidad en lo que respecta a los imaginarios de los contendientes en el debate.
(3) las razones personales, los intereses, incluso el inconsciente en la escena política.
No sé si voy a poder con todo. Lo primero es darle vueltas a la siguiente cuestión: ¿Es factible, incluso deseable, alcanzar una instancia en la cual reconocemos el mejor argumento en una disputa? Es innegable que los seres humanos se entienden, llegan a entendimientos variados en muchos aspectos de sus vidas. No necesitamos estar de acuerdo en todo para estar de acuerdo en algo. Hay muchos puntos de discordia, pero reconocemos ciertas cosas como mejor fundamentadas que otras y actuamos en consecuencia. El hecho de llegar a determinada posición no siempre es producto de una función consensual en la cual establezco estrategias de pérdidas en función de ganancias.
Ahora bien, aunque los trasfondos ideológicos son ineludibles y condición de posibilidad de toda nuestra actividad discursiva, no sólo en el ámbito de la política, sino también en todas las dimensiones de nuestra identidad, las sociedades democráticas deben resolver sus asuntos sobre la base de que existen en un contexto pluri-ideológico. Eso significa que las cuestiones puntuales no pueden defenderse ideológicamente en lo que concierne a los argumentos que se esgrimen, sino que a partir de esos trasfondos ideológicos debe hacerse una argumentación fáctica de la cuestión concreta a la que estamos prestando nuestra atención.
El entrenamiento de un atleta o un deportista le ofrece una segunda naturaleza. No debe pensar en la “técnica” para darle al balón de cierto modo para que realice determinada comba que supere la barrera defensiva montada por el arquero. El entrenamiento se convierte en un trasfondo de conocimientos que no necesitan ser explicitados para ser ejercitados.
Algo análogo debería ocurrir con la práctica política. El discurso ideológico debe ser un trasfondo, no necesariamente una articulación. Eso no significa que lo político no necesite de su propio campo de entrenamiento intelectual, pero a la hora de realizar la propia actividad política, tenemos que ser capaces de superar la tentación de autolegitimarnos. La autolegitimación sólo puede llevar al terreno de la sordera política.
Ahora bien, lo primero sería reconocer dos extremos en el debate que dificultan el entendimiento:
En primer lugar, cierta interpretación (que no es desatinada, pero es problemática) de la posición laclauniana/Schmittiana que propugna la irreductibilidad del principio amigo/enemigo como axioma fundacional del hecho político. A mi modo de ver, una posición de este tipo no es más que un subproducto de un largo proceso que se inicia con la revolución epistemológica, y se desenvuelve como reacción en forma de relativismo en el seno de las ciencias humanas en general. Lo que evidencia el parentezco de estas posiciones es la decisión a priori de que las cosmovisiones dispares son inconmensurables. Aquí el problema es que esta decisión no se toma a posteriori, después de un largo proceso argumental en el cual uno acaba reconociendo que no hay nada que hacer con nuestro contrincante en el debate, sino al principio, cuando aún queda mucho por intentar.
En segundo lugar, y de manera hegemónica, el moralismo liberal que ha decidido a priori el marco ideológico de las cuestiones que pueden introducirse en el debate a fin de preservar sus propias formulaciones. Este moralismo liberal peca, entre otras cosas, de la inarticulación de sus propios presupuestos. Por otro lado, peca de un férreo control discursivo para evitar que las cuestiones problemáticas lo obligen a dar cuenta de sus propios argumentos que están fundados en una antropología diluyente de lo social y una cosmovisión abocada al achatamiento de lo humano y la neutralización de valor intrínseco de lo real.
Con respecto a la primera posición, la solución es más sencilla, se trata de no descartar a priori la posibilidad de conmensurar los discursos. Es posible que no podamos hacer un juicio in toto sobre la perspectiva política de nuestros contrincantes en el debate sin caer en trivialidades que hacen incomprensible nuestra posición para quienes nos escuchan del otro lado del río; pero quizá sea posible encontrar modos de argumentación que den en el blanco puntualmente en lo que respecta a las cuestiones limitadas que las circunstancias nos presentan. De otro modo, lo que queda en el escenario es la caricaturización y la acusación ad hominem como útimo y único recurso.
Estas consideraciones nos llevan a apostar por la posibilidad de encontrar los mejores argumentos posibles en cada ocasión, sobre la base puntual de una confrontación ideológica en la que no nos jugamos toda nuestra ideología en cada considerando. Ahora bien, la constatación de esta posibilidad es empírica, aunque bien podría convertirse en un débil argumento ontológico si pensamos en asuntos tan intrincados como la cuestión de la traducción, o aun más oscuros, como el hecho de que nuestra onstitución lingüística nos fuerza a con-venir en un modo de habla que permite diversidades innumerables, poetas de todos los colores, y cacerolas con todos los sonidos.
Con respecto al moralismo liberal, la cosa es mucho más complicada. Pero no quiero abundar en el tema porque bien podría mi perspectiva sobre el asunto ser acusada de formar parte de ese posicionamiento que pongo en cuestión en las líneas anteriores. Basta con recuperar un interrogante: si el liberal esta dispuesto a participar en el debate que tanto dice anhelar, o al final se refugiará en el “nosotros” como fundamento, o nos sonrojará con una admonición pragmática, o el final de las ideologías, quot erat demostratum.
Finalmente, dos palabras sobre la voluntad.
Es evidente que además de reconocer la posibilidad de alcanzar acuerdos por medio de los argumentos es necesario tomar en consideración el hecho de que los actores políticos no siempre están dispuestos a ello. Allí es donde la noción de amigo/enemigo se vuelve interesante, en cuanto ofrece cabida al aspecto de la vida política que no se encuentra enmarcado en la racionalidad de los agentes, sino en las motivaciones irracionales o prerracionales que defienden. A este ámbito de la política se ha dedicado mucha literatura. Se ha hablado de la base material en términos absolutos, de la voluntad de poder como fundamento ineludible de la acción de los agentes, y del inconsciente como escenario donde se fabrican los discursos que pretende legitimidad racional. A partir de estas tres dimensiones se han desplegado las diversas críticas del discurso durante el siglo pasado que todos conocemos. Habiendo tomado en consideración estas exploraciones cabe preguntarse si esto pone en cuestión o no lo dicho anteriormente sobre la posibilidad de lograr los mejores argumentos.
Si ahora nos ponemos aristotélicos, y pensamos que el telos, el estado final que el discurso tiene como perfección es el logro y reconocimiento del mejor argumento posible en las presentes circunstancias; es adecuado imaginar los intereses especulativos del agente individualista capitalista, la voluntad de poder del sujeto desencantado de la modernidad burguesa y el inconsciente del individuo sometido a los mecanismos de la sociedad disciplinaria, como tres modos de desviación o interferencia sobre la marcha natural en el despliegue de la capacidad natural del animal en posesión de logos de alcanzar por medio del discurso la adjudicación de la mejor estrategia y comprensión de su ser-en-el-mundo.
La verdad que reducir la política a «buenos y malos» o «amigos o enemigos» es una simplificación falsa. Buenos o malos con respecto a qué? amigos o enemigos de quién? «La historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases» dijo un tal Marx y hasta hoy es lo que divide aguas en la política. El populismo niega esta realidad pretendiendo colocar al estado como árbitro entre las clases pero todo régimen representa a una o a un sector de éstas. La prueba está que cuando las papas queman, cuando el conflicto pone en discusión la propiedad privada, el «estado arbitro» se define por su clase, si no en que categoría quedan los trabajadores de Terrabusi?
POr eso es determinante los sectores a los que pertenece el gobierno de origen y la lucha politica es valida en tanto los representantes organicamente con esa coalicion de sectores sociales que lo lleve al poder.
Que el Estado es bugues y defiende la propiedad privada en ultima instancia… y sí, esta es una sociedad capitalista, no se si notaste… No se trata de la voluntad de un gobierno o no voluntad: se trata de la institución primera en la que se fundan el resto de las instituciones en este estadío del capitalismo.
el tema es estructural. nadie piensa que juega o forma parte de los malos. los largos siglos de historia muestran numerosos casos de enemigos que se encomendaban al mismo diosito antes del combate.
simpre el «yo» que habla forma parte del nosotros (obvio, no?) y, más obvio aún: de los buenos.
por eso: con respecto a qué se es bueno o malo? fácil: con respecto al yo que se expresa. los otros siempre son los malos. el límite es quien tiene la palabra. yo nunca conocí a alguien que pensara que su pensamiento político estaba teñido de maldad. hasta los tipos que tiraban encapuchados desde los aviones pensaban que estaban haciendo un bien, lo mismo que esos miles de norteamericanos que pelean a donde los manden para que las petroleras y los traficantes de armas ganen un poco más de plata. ellos creen que pelean para el «eje del bien», para alegría de mr. bush y sus amigos texanos.
gragui , la lucha de clases es un concepto basante pobre a estas alturas, es tanto la lucha de clases, como la cojida de clases, el amor de clases, el odio de clases , las clases a rayas, los escapes de clase, la pesca con mosca de clases, las amonestcaionces de clases, las tracionones de clase, que se yo
Es gracioso pero tragico. La lucha de clases es el motor de la historia aún hoy. Si no que otra cosa son las luchas gramiales? El problema es que los capitalistas son mucho más inteligentes que nosotros y te hacen dudar de esta verdad, justamente para que tipos como vos la nieguen y acepten las agachadas de gobiernos capitalistas pero «populistas» como este. De todas maneras lo defiendo porque creo que es lo más a la izquierda que nos permite nuestra moldeada cabeza. (Hasta la próxima represión claro)
En teoría de sistemas la estructura de clase es una estructura jerárquica que diferencia tres espacios relacionales. Un espacio intra clase donde el intercambio es sumamente facil y natural. una interacción intra clase donde el intercambio se puede dar, incluso se insentiva como en el sexo (hibridización) y el tercer escenario es el sistémico donde el intercambio se hace casi imposible o muy infrecuente.
Desde esta óptica dinámica y sistémica, las clases no son algo rígido, evolucionan uniéndose una con las otras y formando nuevos sistemas. Lo que permanece invariante de las categorías clasistas como las de Weber o Marx es la piel, el contorno que las define, su identidad. En el caso de estos autores esos contornos se daban en función de la economía, ricos pobres, clases media. Luego se agregan medios de producción, que son también clases en base tecnológico- económicas.
en el caso de los sistemas jerarquicos de clases, la clase es simplemente la envoltura que identifica una espacio en el sistema y que de auerdo al intercambio de flujos puede cambiar
El problema es que la constitución identitaria no es un fenómeno unilineal. Los individuos construyen/descubren sus identidades transversalmente. Lo cual significa que los discursos se construyen/descubren transversalmente. Eso tira por tierra cualquier intento formulístico por ofrecer una lectura de la pugna identitaria en el terreno político en términos bi-polares, puesto que las identidades, las lealtades, los bienes a los que se adhieren los individuos en su búsqueda de sentido no puede ocupar un lugar inequívoco, excepto en aquellos que asumen lugares de representación. Pero eso no cuenta para los representados para quienes lo representativo es siempre fragmentario y paradógico en cuanto nos mantiene siempre en una pugna o dilema moral. Si prestamos atención al modo en el cual se defienden en determinadas circunstancias los discursos vemos que el intento por acceder a un espacio sin pugna, sin dilema, acaba convirtiendo a los participantes en el debate en idiotas o cretinos. El post Carta abierta Kratz-terrabusi de Balvanera y los comentarios que siguen a continuación son una muestra de la perversidad en la que incurrimos cuando pretendemos identitarias unitarias que puedan resolverse dentro de una coherencia X. Al final uno acaba, o bien ofreciendo fórmulas que no convencen a nadie porque acaban amputando el escenario moral/político de nuestras adherencias/lealtadas; ofreciendo esquemas de justificación para nuestras traiciones. Pongámoslo de otro modo, ¿Cree que hay alguna fórmula que resuelva la ecuación libertad/igualdad de una forma neta, limpia, no problemática? Si cree que algo así es posible está atrapado en una noción epistemológica reduccionista que no se hace cargo de la complejidad y la irreductibilidad de lo humano.
Momentico, nadie habló de identidades macro como Nación, Dios, sexo masculino, etc. Las identidades a las que uno puede adherir son de un dominio cada vez mas restringido, cuasi local, que puede interactuar con dominios mayores y adquirir complejidad creciente o no.
Por otro lado es cierto que las identidades son múltiples. En la mdida que adherimos a una clase podemos adherir a otra. Podemos ser peronista, de boca, y trolo. La multipertenencia va dejando un derrotero de microtraiciones que va constituyendo individuación. Pero creo que la individuación no necesariametne daba ser egoista en este caso, sino que las identidades son cada vez mas flexibles y complejas.
La fórmula que me pide de la articulación entre libertad e igualdad es la fraternidad, http://elsiglodelafreternidad.wordpress.com/ , tesis de mi libro.
Para que se entienda en el ámbito de artepolítica fraternidad es una forma de articulación social donde los flujos circulan libre y universalmente a todos y cada uno de los actores sociales. No creo que esto sea un reduccionismo, es mas creo que es lo que le falta al tríptico de la revolución francesa. Todo el mundo se ha cagado en la fraternidad, pero si consideramos al siglo XIX como el siglo de la libertad, donde el pueblo reconquistaba su soberanida del rey, al siglo XX como el siglo de la igualdad, donde las luchas sociales se dieron en función de la igualdad entre hombres y mujeres, de clases, de sexos,etc. Lo que quedaría por resolver es el temita de la universalidad. Universalidad del ingreso, universalidad de la palabra, universalidad de todo aquello que hace a que nos podamos desarrollar como género humano.
Boyle: Pregunta para usted más abajo.
Leyó lo que puse arriba? Digame qué piensa.
excelente, boyle. y yo creo que la respuesta a su comment de más abajo es no, y como detesto las jerarquías y los fascistas, estoy en un problema,
sinceramente
No creo que sea tan complejo: hoy por hoy la sociedad se divide entre los que trabajan y los que viven de los que trabajan y la lucha es por la plusvalía que deviene de esa explotación. Esto no cambió ni va a cambiar mientras exista el capitalismo. Cuando digo que este es un gobierno capitalista no creo estar decubriendo nada, simplemente creo que al no tener una estrategia de cambio profundo como Chavez, Evo o Correa, se camina por el medio de la calle y por ahí es más fácil que los pise un auto llamado «lucha de clases» que existe a pesar que a adaeido le parece un concepto «pobre».
respetamos la academia, (mas o menos como podemos respetar cualquier cosa) pero se nos hace dificil ese lenguaje-
lo que queremos decir es que hay gente en cualquier clase social que siempre necesita tener a alguien abajo para poder definirse. que las verdades sobre un tema puntual, no se pueden aplicar a todos los aspectos de la vida de una persona.
Lo unico que tenemos claro es que las personas en su mayoria quieren tener la capacidad de acceder a un consumo moderado de bienes. No todos tienen ni el derecho ni la obligacion ni la necesidad de pasar de un lado a otro del espectro social…
hmmm mas bien la mayoria se conforma con poder llenar el carrito con los gadgets que conforman su identidad.
que a nadie le importa un pito la revolucion del socialismo cultural sin que eso signifique que le guste que le pisen la cabeza ni que no les interese la solidaridad.
que si te afanamos el ipod/mp3 cabe a posibilidad que borremos algunos de los tracks que tiene adentro y le pongamos unos que a nosotros nos gustan mas
Interesante el post pero nobleza obliga no fue Crítica quien comenzó esta «paralelismo» sino el periodista Roberto García en su columna de los sábados del Diario Perfil. Les dejo el artículo que me pareció muy interesante cuando lo lei. Saludos
http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0399/articulo.php?art=16755&ed=0399
Solo a manera de reforzar un poco la idea,
La brutalidad conflictiva del la historia es cosa del pasado. El objetivo de esta nueva sensibilidad bienpensante es el establecimiento de un mundo más allá de la izquierda y de la derecha, más alla del antagonismo. De un mundo ausentado de conmoción política y social y afianzado en la práctica de la moderación (…) que se entrelaza con una política asociada al gerenciamiento de la sociedad de acuerdo a las tecnologías emanadas del mundo empresarial. Pacificación de los sujetos y desactivación de aquellas fuerzas cuestionadoras del orden establecido, portadoras de ideales incompatibles con la calma chicha de un tiempo poshistórico.
Ricardo Forster, «El laberinto de las voces argentinas»
Me gusta lo que dice, sin embargo queda una cuestión en el tintero que me deja intranquilo. Incluso si planteamos la fraternidad como una cuasi síntesis dialéctica entre la libertad y a igualdad, sigue en pie el problema que le planteaba al comienza. En este caso, la fraternidad se eleva por encima de bienes como la libertad y la igualdad como una especie de hiperbien que arbitra los dilemas que plantean los dos bienes en pugna. La pregunta es si estamos preparados para aceptar la naturaleza finita de nuestro proyecto. Finita en cuanto marcada por un fracaso inexorable, puesto que el proyecto utópico que plantea como superación de las instancias históricas anteriores se ve necesariamente abocado a que los individuos sacrifiquen bienes que no dejan de ser tales por el mero hecho de que deban ser desplazados por otros bienes a los que se adhieren como superiores, en este caso, la fraternidad. O para decirlo de otro modo, lo que me preocupa, si consideramos la cuestión identitaria como algo que se encuentra inextricablemente conectada con la esfera de la moralidad, a reconocer que en la esfera identitaria, y por lo tanto, en la esfera moral, no podemos evitar una suerte de pecado original. La ilustración no es mía, pero viene al caso. La diferencia entre Sócrates y Jesús. En el primer caso, la muerte no es una renuncia, porque la vida es sólo un bien aparente. En el caso de Jesús, la muerte implica la renuncia a algo que no por ser renunciado es de menor valía, sino todo lo contrario. De ahí la escena de la agonía en el huerto de los olivos y la mar en coche. En fin, a lo que voy, nuestras apuestas implican necesariamente un grado de irresolución que, si lo pusieramos en términos teológicos sería más o menos como decir que no hay posibilidad de cerrar el círculo en el dominio de la inmanencia. Espósito va por esa línea sin ser creyente, también Benjamin cuando habla de la irrupción del tiempo sagrado en el tiempo homogéneo. Lo importante sería liberarnos de los dos extremos de los que hablaba con tanta clarividencia Schmitt y algunos de sus discípulos (ej. Löwith) que acusaban el patrón análogo de las filosofías de la historia que subyacían al marxismo y al liberalismo en todas sus formas (La revolución francesa sería un ejemplo paradigmático, como la revolución norteamericana) de creer que en la historia podíamos alcanzar el final de la historia. En fin, no sé si he podido dar alguna pista por donde voy, pero en el campo de la política práctica tiene una relevancia nada desdeñable. Se trata de imaginar un mundo sin nosotros.
Cinco no me ningunee o me naivfique la fraternidad. Hablo de los quinientos años que duró la conferderación iroquesa, hablo de la lucha del pueblo aimara y de muchos otros pueblos originarios de este continente. La democracia tiene solo 200 años
Desde este punto de vista la fraternidad es una forma de relacionamiento social tal que se asegure universalmente la provision de bienes y servicios necesarios para la conservación del género.
Ahora bien como se garantiza eso. El entorno asegura una finita disponibilidad con las que el sistema, mediante la política se las tiene que rebuscar. Por lo que la solución al problema del prisionero parte de los mismos prisioneros, o colaboran o perecen. Es lo que hay. LLegan por fin al consenso como una posibilidad de la no destrucción mutua, no tienen otra. El problema es un problema de circulación y de apropiación de los flujos. Si estos no legan a todos tarde o temprano se producen tensiones que hacen colapsar al todo
No ninguneo la fraternidad, sólo planteo una cuestión que debemos resolver en el foro interno de cada cual que es condición de posibilidad para que la fraternidad de los iroqueses o los tibetanos, sea viable para individuos formateados por la modernidad en una cosmovisión determinada. Parte del problema con nuestras utopías de emancipación es olvidar quiénes somos. Ya no somos parte de un cosmos óntico, ordenado y jerárquicamente establecido, donde el ser humano ocupaba un lugar en la totalidad, pero nunca el nivel más elevado de la jerarquía, sino un punto medio entre la divinidad y la bestia. Somos individuos que viven en sociedades de acceso directo, donde estamos obligados a fabricar identidades que a nuestros ancestros hubieran resultado incomprensibles porque tenían las suyas sin esfuerzo, como parte de un entramado determinado.
Las sociedades premodernas son maravillosos ejemplos, pero no nos sirven para resolver los problemas que nos aquejan como sociedades modernas atomizadas, expuestas a quinientos años de una epistemología debilitante, y una concepción de la política que concibe al ser humano en función de poseedor de ciertos derechos, etc.
Lo que estoy diciendo es que eso que usted llama la fraternidad no es parte de los iroqueses y los tibetanos y otros pueblos originarios. Es un anacronismo pensarlo de ese modo. La noción de la fraternidad es una noción moderna, una idea que está junto a la noción de libertad e igualdad que resulta incorrecto trasladar a las cosmovisiones que usted nombra.
1. porque esas comunidades de las que habla conciben la realidad de modo jerárquico.
2. porque la noción de libertad que manejan, en cualquier caso, es la de libertad positiva, es decir, la acceder a las perfecciones que están llamados a realizar desde el comienzo.
Por lo tanto, aunque comparto plenamente la simpatía que manifiesta, y en buena medida, la nostalgia de una edad de oro sigue latente en mi corazón, estamos enfrentándonos a un fenómeno más complejo.
La tosudez de parte de la población urbana acomodada a los valores liberales burgueses, es decir, de individuos atomizados sin horizontes morales fijos y enmarcados en un cosmos desencantado que pone en cuestión el estatuto de las círculos de pertenencia y los decantan por un cosmopolitismo vacío, no es banal, es también producto de quinientos años de historia.
Libertad, Igualdad y Fraternidad. El equilibrio de esta tríada no es fácil. En cuanto distingamos uno de los aspectos, estaremos sacrificando aspectos de los otros dos. Eso no significa que no debamos hacerlo, la pregunta es otra. Si nuestra decisión es dar primacía a la fraternidad, no podemos tratar los anhelos de libertad, por ejemplo, como falsos valores, valores burgueses, etc. Debemos asumir nuestra finitud, y articular un discurso en el cual la noción de libertad pueda ser sacrificada no por el hecho de su falsa apariencia, sino porque se encuentra por debajo, jerarquicamente, del hiperbien de la fraternidad al que nos adherimos.
Por otro lado, creo que justificar la fraternidad en términos pragmáticos es poco feliz. Decir que la fraternidad es lo único que nos queda es una justificación poco feliz, repito. Pero bueno, espero que estos comentarios le sirvan para algo. Por lo pronto, estoy muy contento dde haber encontrado los suyos.
Cinco a la fraternidad moderna creo que hay que pensarla como alternativa a la tragedia de los comunes, como alternativa a la canibalización entre nosotros, muuuuy lejos de aquel enunciado romántico.
Respecto de la libertad no tengo otra que acptar solo las libertades negativas de Isiah Berlin, propias de los equilibrios dinámmicos de >Nash.
Creo que nadie puede darse el lujo de insistir con delirios burgueses, es altamente peligroso
el concepto «amigo/enemigo» borra de plano el proceso politico…
es como menos preocupante q ciertos adlateres del kirchnerismo tomen este concepto nestorneano como algo intrinsicamente «democratico» e ineludible de la transformacion social…
cuando uno tiene «adversarios politicos» podra negociar…avanzar,retroceder,hacer tablas…lo q sea…
cuando uno tiene «enemigos»…solo la aniquilacion total de este,esta al final del camino…
un ejemplo claro de esta antinomia extremista esta en los dichos ultimos de hebe de bonafini…»el q esta en contra de la ley de medios…esta con la dictadura militar»…paradojicamente se parece a otro gran «pensador» de los ultimos tiempos q dijo «o estan con nosotros o estan con el enemigo»…un tal george W. creo q se llamaba…(nunca mas cierto eso de q «al final,los extremos se tocan»)
para bonafini no hay «negociacion politica» posible…solo la aniquilacion del enemigo es lo q resta…
quizas los muchachos kirchneristas no lo noten…pero esa antinomia «amigo/enemigo» fue la q llevo a cabo la dicatura militar en los 70’…con las consecuencias q todos conocemos…
en el caso del nestor este concepto tiene q ver mas con una «sobreactuacion setentista» mas q una impostura ideologica…nestor sabe q tiene el culo sucio por su accionar en los 90′ (no por nada en AP se habla poco del nestor noventista)…asi q sabe q estos conceptos propios de trozkos revolucionarios…es como miel para las abejas para cierto talibanismo progre…
mientras nestor sobreactua su pseudo progresismo…y la popular progre delira de emocion…por debajo,tenemos los 158% de enriquecimiento en un año…a gutierrez con su casa de un palo verde…a jaime con su jet privado…a igor «de chofer a millonario» etc…
con respecto al «conflicto social»…el conflicto siempre existe en un mundo social,mas o menos acentuado pero esta…pero otra cosa muy diferente es utilizar el «conflicto» no para cambiar nada…si no mas bien para tapar alguna q otra accion gubernamental
(notaron q justo el conflicto terrabusi/kraft…se dio en el momento en q el debate sobre la ley de medios se le estaba poniendo pesado al kirchnerismo en la camara de senadores?????…mmmmmm yo no creo en brujas,pero q las hay las hay…el debate salio de los medios,y se hablo de represion,cortes, etc…rutina k bah)
la verdad q me tiene sin cuidado a quien lea o deje de leer al nestor…la REALIDAD indica q todo es una cuestion de «guita facil»…lo demas es pura chachara para la gilada…
en fin…
Desde lejos si se veeen… los puntitos (…) de Leandrex…
(bueno… sino no rimaba con ‘veeen’)
He notado que usted reduce todos los asuntos a un único elemento. Lo he notado en este post, y en muchos otros. No me molestan para nada sus puntos suspensivos, tampoco el uso que hace de otros signos como los interregantes y las exclamaciones. Mucho menos las caprichosas siglas. Por lo tanto, para evitar caer en la tentación que muchas veces acompaña el discurso de mis contrincantes en el debate, no haré reproche alguno sobre la forma.
Vayamos ahora al contenido. A mi modo de ver, uno de los problemas más terribles del debate ético, político y filosófico consiste en la difícil tarea de evitar los formulismos. Qué es un formulismo? Bueno, creer que uno puede acceder a lo real por medio de una fórmula en la cual se condensan mágicamente los elementos claves para la comprensión última de lo verdadero. No voy a hacer historia, pero sería bueno pensar en el terrible legado que las ciencias naturales han producido en las ciencia humanas debido al traslado de métodos reduccionistas a su arena, que es la dilucidación del ser humano, una entidad bastante compleja y difícil de resolver en una ecuación.
Por lo tanto, le ofrezco el siguiente consejo. Imagínese contra quién está disparando y pregúntese si puede ser real el tipo del que habla. Por supuesto, lo mismo puedo decir de muchos de «nosotros», sus supuestos contrincantes en el debate, respecto a «ustedes», pero el problema es que estamos disparando a fantasmas, porque ninguno de nosotros ni ninguno de ustedes puede ser lo que pensamos respectivamente del otro. Somos personajes complejos, que además de la guita, como dice usted, queremos otras cosas, anhelamos un lugar en la historia, estamos en búsqueda de un sentido, nos emocionamos, compartimos sufrimientos, no nos es indiferente la crueldad, sentimos y palpitamos con ciertos ideales.
Evidentemente, el elemento que usted señala está presente en la política, pero no es la totalidad de la política. La política no se reduce a la ganancia económica, hay otros factores, algunos muchos más perversos que el ganar dinero, cierta mística del poder, por ejemplo, de la que Nietzsche dio cuenta de manera extraordinaria y que Heidegger supo desentrañar en sus Lecciones de 1941, podrían ser mucho más profundas que el deseo de poseer el vil metal. Pero aun así, hay niveles del discurso de los que no podemos desentendernos porque sin ellos los diversos modelos, sus diferencias, no serían comprensibles. Por lo tanto, no son pura chachara, como usted pretende, cuestiones que se da a la gilada para distraerla. En fin, no creo que haya mucha gente que este interesada de todas maneras cual es el trasfondo ideológico de nada. Por lo tanto, su argumento es erróneo, pese a la bella forma que lo acompaña.
Ay! Sr. Cinco no sabe cuanto le agradezco su intervención en el caso Leandro.
La pena es que nunca responda nada sobre lo que se le aporta, da la sensación que no hay nadie detrás de lo escrito.
Lo escribo muy sinceramente.
ah bueno. leandro dixit: «(notaron q justo el conflicto terrabusi/kraft…se dio en el momento en q el debate sobre la ley de medios se le estaba poniendo pesado al kirchnerismo en la camara de senadores?????…mmmmmm yo no creo en brujas,pero q las hay las hay…el debate salio de los medios,y se hablo de represion,cortes, etc…rutina k bah»……………………………………. (Nota: estos últimos puntitos me pertenecen)
según leandro parece que en definitiva clarín y sus secuaces en realidad dejan de prestar atención al debate por la ley de medios y ponen todo el arsenal de sus cámaras en kraft con el objetivo de cambiar de tema para favorecer al kirchenerismo.
al final es todo mentira. hay una confabulación entre el gran diario argentino, los k y un grupo de masones que engañan a toda la gilada, che. podría pasarle el argumento a dan brown para que se escriba otro bost seller de aeropuerto.
claro que la gilada está vacía de leandros.
Me gratifica el nivel academico alcanzado en los comentarios,sobre todo de Cinco y Charlie,en un blog donde a veces se usa un lenguaje hasta soez sin necesidad.Al citar hasta a Aristoteles recuerdo que decia que para iniciar una discusion conviene previamente ponerse de acuerdo sobre las definiciones de los conceptos que se van a usar,porque de otro modo se puede estar sosteniendo lo mismo con distintos terminos o argumentos.No es el caso.Aca pienso que las ideas se complementan bastante.En CINCO se da un analisis que pasa por referentes que tienen que ver con la sociologia y la psicologia,amen de la filosofia y la politica.CHARLIE sueña conque el siglo XXI sea el de la fraternidad ,completando el lema de la Rev.Francesa de 1789 y lo ocurrido en los siglos anteriores.
La cuestion de la existencia de clases tiene vigencia,pero el dinamismo de la historia obliga a revisar las cantidades y las calidades para determinarlas,y es bien notorio que los excluidos del sistema capitalista hoy son un fermento de cambio mayor que el proletariado anterior.Por otro lado,el funcionamiento del inconciente da lugar a que para todo haya un posible argumento que por mecanismo de racionalizacion defienda distintos intereses y deseos.Pero el fondo del asunto que se desprende del titulo del post nos retrotrae al tema de»consensuar o confrontar»,que es muy fertil,sobre todo en una sociedad como la nuestra en la que la antinomia politica es una caracteristica bien marcada(civilizacion-barabarie,unitarios-federales,peronismo-antiperonismo,etc).Mi tendencia personal me lleva a elegir el consenso como modo de vida de mayor madurez y convivencia que resuelve la dicotomia amigo.enemigo y podria establecer una moral»democratica»,necesaria en un tiempo en que se ha perdido el limite claro entre «el bien y el mal».Por otro lado la dialectica hegeliana y marxista me parece muy eficaz para aproximarnos a la realidad,en especial la humana e historica,de modo que habria una»razon»para asumir la confrontacion en la tarea politica.Ahora bien,esa actitud no tiene por que ser»nazi».Como ya se explico,en el caso K.no se trata de exterminar al enemigo.Incluso me parece que tildarlo de tal forma es exagerar la actuacion K.y,como se dice vulgarmente»dar mas´por el pito de lo que el pito vale».Es mas,en mi convivencia biografica con el peronismo seguire sosteniendo que Juan Domingo estuvo mas cerca del»eje»de la segunda guerra mundial que lo que podamos atribuirle a N.K.
El derecho es el marco de solución de conflictos. Por ende, no podríamos concebir al derecho sin la previa existencia de la conflictividad que genera la necesidad de contenerla, mediante la generación de la norma.
Si entendemos por política la pugna de posiciones en pós de generar gobierno -que ha de ser gobierno de la ley, entendiendo que se busca la forma democrática de gobernar-, pues no se concibe la inexistencia de la lógica schmitteana. Tan simple como eso.
Suponer que puede prescindirse de un enemigo en política, es negar la esencia democrática de que deben existir, al menos, dos ideas contrapuestas. Por el contrario de lo dicho arriba entre puntos suspensivos y prosa confusa, el enemigo o adversario es mera cuestión semántica. En ningún caso puede decirse que al enemigo busca destruirselo pues si se lo destruye se va en contra de le propia lógica invocada: si el enemigo es necesario, si no se cree en la plena existencia de amigos, luego no se explica de donde sale que la idea del enemigo es buscar su destrucción.
La cuestión es compleja. Un consensualismo sólo se concibe en una sociedad sin diferencias (y aún allí se dificulta). Donde existen diferencias, los conflictos, mas que buscarlos, decantan y punto. El derecho laboral es, quizá, la máxima expresión de la conflictividad. Y allí, la lógica manda conflicto – diálogo – conflicto. Diálogo sí, pero siempre teniendo presente la ruptura. Si se prescinde de la ruptura, se desincentiva la busqueda de la mejora. Con lo cual es imposible no concebir, enemigo o adversario, cada cual llámele como quiera, en el ejercicio, no de la política, de la vida social misma.
(Add: el título de la primera nota es bien tendencioso. Pretende asimilar a Néstor al nazismo. Algo así como Ley K. Fea la actitud)
(Add 2: otra cuestión que Schmitt aportó al derecho, porque aportó cosas valiosas, es una regla que dice «soberano no es quien hace la regla, sino quien hace la excepción». Pensemos en ese enunciado, y el tema sobre la cláusula de desinversión de la LSCA, el ya famoso artículo 161, que es vital, tangencial a la ley)
Bajemos a tierra. La diferencia entre enemigo y adversario no es abstracta. Es la que media entre sacar una ley por el consenso más amplio posible, eliminando aristas innecesariamente conflictivas y puliendo miles de defectos de redacción mediante el trabajo legislativo conjunto a hacerlo a libro cerrado, por la menor cantidad de votos posible, no solo para ganar poder, sino para que pase por una victoria propia y una derrota de la oposición. Y, sobre todo para que sea un capítulo del relato sobre un eterno conflicto imaginario en el que la existencia y la malignidad del enemigo se utilizan, como en una novela de Orwell, para justificar el abuso, la violencia y la mentira propias. No sé si Schmitt decía eso o todo lo contrario, pero está claro cuál es el sistema político K.
No conozco una sola ley del gobierno de Cristina aprobada a libro cerrado. Si, en cambio, conozco una ley sobre la cual se asienta buena parte de la ideología república que está próxima a cumplir 140 años y fue aprobada a libro cerrado: el código civil.
Esa chicana, demasiado repetida como parte de la batería K de respuestas rápidas y aprendidas de memoria, no puede ser tomada en serio, a menos que pruebes que conocías las circunstancias políticas y legislativas en las que se aprobó el Código Civil. En cambio, todos los que participamos de esta discusión conocemos las circunstancias actuales y cómo el Ejecutivo forzó la votación en Diputados, como violó el reglamento y como intenta repetir en el Senado para obtener una victoria a cualquier precio. Igual que con la 125, donde la resolución podría haber sido modificada en Senadores y volver a Diputados para ser aprobada, de no mediar la obstinación K por que saliera sin cambiarle una coma. En esa oportunidad podrían haber ganado, pero igual no hubiera servido para nada. Calcularon mal por no querer ceder nada y por agitar justamente el espantapájaros del «enemigo».
De paso, la expresión «a libro cerrado» se utiliza aquí metafóricamente (técnicamente significa sin debate en el recinto), en el sentido de que los Senadores son obligados por el PE a no revisar una ley que tiene 180 artículos, de los cuales hay demasiados redactados mal y de apuro. Pero otra vez se trata de utilizar el fantasma del enemigo poderoso (ahora no es «la oligarquía destituyente» sino «los monopolios»), para chantajear a los aliados y lograr una ley con graves fallas de todo tipo.
Ese es el método kirchnerista y si se lo debe al nazi Schmitt, peor para él.
Lo tuyo son metáforas, lo mio chicanas. OK
Estimado Quntín: le apuesto la guita que quiera que ni Nestor, ni Cristina, han leído jamás a Schmitt.
Como usted, por otro lado: he ahí algo que tienen en común.
Serán lo que usted quiera, pero no lo «han sacado de Shmitt».
quintín, el gobierno ya va a sacar la ley con el mayor consenso posible. el partido gobernante ya ha limado el texto ad-intra primero, luego lo ha modificado en diputados donde ganó con todo el apoyo del arco opositor de centro izquierda, y ahora lo piensa votar en senadores, porque no sé si ha notado que el radicalismo, el pro y los frankestein de carrió nunca apoyan nada que atente contra de los grupos de poder!!!
lo único que une a la triste y taimada oposición es el deseo de demorar (o en lo posible anular) esta ley,para alegrar a sus amigos del oligopolio massmediático.
las críticas son absurdas, y no se escuchan voces de profundidad, solo confusión, sentencias apocalípticas y acusaciones de mala intención, para variar. para estos es preferible y por supuesto más democrática la ley actual perpetrada por el innombrable de videla y sus secuaces. lo que importa es que salga esa ley. y parece que va a salir.
lloren los que quieran por el grupo clarín y porque «tn puede desaparcer»…
Es el momento de recordar que la posición dominante de Clarin es, en buena medida, obra del kirchnerismo. Es de muy mala leche decir que lloramos por el grupo Clarín cuando fueron ustedes los que ayudaron a consolidarlo.
Ahora, voy a ser sincero. Perfiero el Clarin a Pagina 12. A TN antes que el Canal 7. Y no soy el único.
Un enemigo significa guerra.Un adversario significa diferencia y objetivo opuesto.Todo enemigo es adversario pero no todo adversario es enemigo.En el deporte tenemos adversarios.Creerlos enemigos es desvirtuar el deporte y hacer de el una contienda belica.En politica hay que encarar la cosa en el mismo sentido.De otro modo es negar que otro pueda pensar diferente y responder a busquedas distintas.Que la mayoria se imponga y no olvide la voz de las minorias.Parece de texto pero merece que lo practiquemos.
Es increíble! la cultura del sistema ya ha ganado hasta las cabezas más lúcidas! Desde 1976 hasta hoy nos robaron el 25% de participación en la renta, además de cientos de conquistas sociales que se ganaron con años de lucha. Estas «modificaciones» trajeron hambre, desocupación y muerte para nuestra gente. Quién si no el enemigo puede hacernos eso? Pensar distinto no es lo mismo que pensar en contra. Cuando los intereses son antagónicos no hay discución posible. Solo la relación de fuerzas obliga a veces a negociar y ponerse de acuerdo pero cuando esta es favorable para ellos te muelen a palos, si no con mirar a Honduras basta y sobra. El sueño pequeñoburgués de la coexistencia pacífica se hace añicos cuando ganás 1200 pesos y tenés que alimentar una familia.
De acuerdo al Indec, si ganás 1200 pesos no sos pobre, así que no te quejes.
Esta última respuesta de Quintín a Gragui es una auténtica canallada.
Andrés ¿Una canallada? ¿Por qué motivo? Ni a usted ni a los eméritos científicos sociales que aquí opinan parece darles vergüenza apoyar a un gobierno que ofende al pueblo con las estadísticas del Indec. Esa es la canallada, no un comentario al pasar basado justamente en esas mentiras tan crueles para con los pobres.
Nunca mas de acuerdo con Ud. que hoy
El gobierno miente en los índices del INDEC para seguir succionando plusvalía del bolsillo de los trabajadores eso esta claro, lo hace este gobierno y lo hará cualquier otro gobierno capitalista por que esa es su razón de ser. Y no, no me da verguenza apoyar a este gobierno porque se quienes están enfrente. Porque, justamente, no confundo al ENEMIGO. Desgraciadamente nuestra cabeza no nos da aún para tener un gobierno más a la izquierda, esto es lo máximo que supimos conquistar por ahora. Y por eso creo que hay que defender este lugar hasta que se avisore algo más progre en el horizonte, lejos de vedetismos mediáticos a los que son tan afectos en la izquierda.
gragui, ud. lo ha dicho.
a ver si escuchan aquellos que gustan de demorarse en pormenores semánticos.
y, por encima de todo, aquellos que por moralizar hasta el absurdo incurren en darle de comer al enemigo.
los enemigos de los tres mil millones de hambreados marginales del mundo son 8 millones de «afortunados» que concentran riquezas que representan el 77% del PBI mundial.
esos son los enemigos de los pobres. ellos y todos sus empelados de corbatas de seda que comen de las migajas que caen de la mano del amo.
Decir que porque Schmitt no consideraba al racismo en su espectro amigo-enemigo no era nazi, y por lo tanto sus principios tampoco, es bastante dudoso. Franco no era racista, o al menos no hizo politica basada en racismo, pero eso no le quita la raiz nazi/fascista a su entendimiento del rol del gobierno y el estado.
Tito: Franco no era fascista, ni nazi. Era un caso clásico de autoritarismo tradicional: no movilizante, religioso, no modernista, no expansivo. Dos maneras muy distintas de ser un mal régimen.
María Esperanza:
Arriba dice: Le apuesto lo que quiera que Nestor y Cristina no han leído Schmitt. Serán lo que quieran pero no lo sacaron de Schmitt. Entonces me acorde de las páginas iniciales de Parallax View de Zizek. Seguro que se acuerda de las dos historias. Una de ellas es el rumor de que Walter Benjamin no se suicidó en Port Bou, sino que lo asesinarion los muchachos de Stalin. La razón es que Stalin, de acuerdo a esta versión, había leído la versión ampliada en la que Benjamin había estado trabajando en París de la Filosofía de la Historia, que era tan peliaguda que necesitaba ser eliminada junto a su autor. Y así fue, dice la historia popular, Stalin se llevó a Benjamin y el manuscrito desapareció. Zizek dice que el asunto se sanja, en principio con facilidad. Se trata de dos niveles de la realidad que no pueden encontrarse. Es imposible que Stalin leyera a Benjamin. Sin embargo, hay algo detrás de la historia, algo que nos recuerda que para que se muestren ciertas cosas es necesario enfrentarlas a esas lecturas imposibles.
Veamos de que se trata. Empieza a correr el rumor, se empieza a fabricar el mito de que Nestor y Cristina han leído a Schmitt. la historia cuenta que quien primero fue iniciada a su lectura fue Cristina, que le explicó a Nestor los pormenores del asunto, etc.
Ahora echemos una mirada a la literatura reciente. En este caso, La Conjura contra América, de Philiph Roth. No sé si la habrá leído. La historia es más o menos rocambolesca. 1938, un dictador nazi toma el poder en los Estados Unidos. Pero al final del libro descubrimos que la conversión del lider está relacionada con el secuestro de su hijo recién nacido. En fin, los derroteros del relato nos presentan con una historia alternativa, con un mundo que no fue pero podría haber sido. Lo que fue y lo que no fue se mezclan de tal modo que en su choque dejan entrever algunas cosas que no habíamos visto, cosas sobre los Estados Unidos de hoy.
Nestor, Cristina, la dictadura nazi en los Estados Unidos, el asesinato de Benjamin para silenciar la refutación de la filosofía de la historia, Stalin.
No se trata de saber si la afirmación es verdadera o es falsa. Pero algo nos dice que puede haber una conexión, un vínculo oscuro como ocurre en los relatos borgianos de malevos. Los cuchillos de antiguas peleas tiemblan con la sangre que han derramado. Las traiciones de los teólogos vuelven a escenificarse en el escenario de la historia. El escribidor de la Iliada y la Odisea conoció la ciudad de los inmortales.
¿Se trata de meras ficciones? No lo creo. ¿Acaso la conclusión es que Nestor y Cristina son Nazis? Eso es una estupidez. Sin embargo hay algo que llama la atención.
Como usted sabe Schmitt tuvo muchos discípulos y admiradores. No todos eran señores de derecha. Hubo incluso un famoso judío, Taubes, que hablaba con admiración de Carl Schmitt. Compartían un mismo desagrado, justamente, por la filosofía de la Historia, por esos dos sistemas que amenazaban por formatear el mundo del futuro y que anunciaban la posibilidad de llevar el paraíso en la tierra. Löwitt, a su manera, recorrió el mismo itinerario. En el fondo hay una preocupación común, evitar que se cierre el círculo inmanente, permitir que el sistema encuentre su propia escapatoria. El propio Benjamin imaginó esa irrupción. ¿Cómo hacer para que la realidad no se fagocite a sí misma? En realidad, no es el nazismo de Schmitt lo que debería ocuparnos, sino su teología de la historia. Pienso en Espósito, en Agamben, en Cacciari, incluso en autores tan distantes como Vattimo, MacIntyre o Taylor, y en todos encuentro la misma obsesión, aquello que hace posible la política más allá de la política, aquello que positivamente ofrece el espacio para la dialéctica de la confrontación.
Podríamos plantearlo del siguiente modo. El título de la obra es: «La conjura», a secas. El escenario es Argentina. Dos naciones se enfrentan, la Argentina real, la que está vigente ahora, y una Argentina imaginaria que aún no es, pero podría llegar a ser, porque todos los datos la demuestran una potencialidad de hoy.
El elemento ficcional se alimenta del elemento real.
Esta vez nuestras peores pesadillas se hacen realidad.
Cuéntenos que ocurre, imagínese el peor escenario, y cuéntenos usted que sabe, como será esa ficción que nos aguarda.
Dije raíz, pero creo que los hechos y la realidad son mas importante que juegos de palabras. Si Franco era solamente’autoritario’, habría que preguntarle a los prisioneros republicanos que pasaron años picando piedra a mano para excavar el Valle de Los Caídos. O a los infinitos fusilados en tumbas comunes por toda España. Yo diría que alguien que, en la epoca dominada por el nazi-fascismo escribe una novela llamada ‘Raza’ la propuesta le debía gustar bastante, pero a lo mejor no al grado requerido para pasar el test de las ciencias politicas. Mobutu era corrupto, los Kirchner son corruptos. Los Kircher son tan corruptos como Mobutu? Posiblemente no. Son corruptos? Si. No sé si este ejemplo pasaría el test de las ciencias políticas, pero es como veo la relación Franco/nazi-fascismo
María Esperanza, su comentario y lo que le respondí me hizo pensar si la diferencia esencial entre Franco y Hitler no será que Franco gobernó en paz por casi cuarenta años, Hitler la mayor parte del tiempo en guerra o asentando su régimen, por sólo doce. Me parece que los sistemas brutales, con el tiempo, se convierten en ‘autoritarios’, según su calificación. No necesitan ser brutales indefinidamente. Es como la confesión del Duque de Alba, el general de Carlos V que masacró media Holanda en guerra religiosa, cuando se moría. El cura le preguntó: ‘Perdona Ud a sus enemigos?’ a lo que Alba contestó: ‘No tengo enemigos. Los maté a todos.’
Habría que comparar a Franco en 1938 con Hitler, no Franco en 1970.
Con respecto a Franco, coincido con el enfoque de MEC y no el de Tito. Sobre el fascismo español, más que a los republicanos habría que preguntarle a los fascistas que en el franquismo se vieron arrinconados en puestos burocráticos de poca influencia o directamente marcharon a la cárcel. Pero dejo a Franco, que nos aleja de Schmitt.
Genial lo de MEC. Seguramente que Néstor y Cristina no lo leyeron o, en todo caso, lo hicieron por curiosidad cuando se enteraron de que los hacían pasar por discípulos.
Pero poco importa. Todo eso tributa a la necesidad de decir cualquier cosa que sirva como proyectil antiK. O, en algunos casos , a esa manía de «consenso» que es una grave herencia que nos ha dejado el baño de sangre de la dictadura.
Pero definir a Schmitt como ideólogo nazi es tan justificado como hacerlo con Heidegger y por las mismas razones. Ambos adhirieron al nazismo en su momento, es verdad. Pero lo hicieron cuando el barullo ideológico nazi ya estaba conformado y codificado, amalgamando pedazos mal cortados y peor juntados del nacionalismo tradicional, de la crítica anticapitalista del socialismo, de nostalgias medievales, de racismo elemental y de confusión mental pequeñoburguesa. Lejos de considerarlos “ideólogos” del régimen, ambos pensadores fueron aislados y sometidos a vigilancia por las fuerzas de seguridad, sospechosos de excesiva independencia. La relación de Schmitt y Heidegger con el nazismo es bastante más compleja de lo que sospechan aquellos que, desestimando la lógica amigo-enemigo en la política, la aplican acríticamente en la teoría.
Saludos
Interesante observación. Franco no era fascista ni nazi, del mismo modo que Hitler no era fascista ni franquista y Mussolini no era franquista ni nazi.
Por alguna razón que desconozco, en un determinado momento de la historia (creo que en España hubo algo así como una guerra civil), Franco invitó a unos cuantos amigos suyos italianos (que estos sí, eran fascistas) a ayudarlo a derrocar la República.
También llamó a unos simpáticos alemanes llamados Fritz y Franz que fueron en avión y en un descuido se les cayeron unas bombas sobre Guernica
Ahora, que no era un fascista en sentido estricto, sí, ya lo sabemos, aunque como buen tipo que era, siempre ayudó a los nazis que estaban en apuros.
Por último, MEC, no hay que ser tan quisquillosa, esto de «facho» a veces se usa muy a la ligera y uno corre el riesgo de equivocarse, y uno termina atacando a un buen tipo como Franco.
Saludos cordiales
María Esperanza y Cinco:
En realidad Néstor y Cristina no necesitaban leer a Schmitt para entender la política dentro de la lógica del amigo/enemigo. Como bien lo recuerda José Pablo Feinmann, esa visión de la política estaba en «Apuntes de Historia Militar» del Gral Perón que en «la década del setenta fue leído por jóvenes que encontraban en las palabras táctica, estrategia, nación en armas, guerra prolongada, política y guerra aguijones para la práctica revolucionaria». (La sangre derramada, Ariel. 1999. págs. 37/44.- Los K son lectores e interlocutores de Feinmann. Con lo que la pregunta ahora sería ¿Leyó el General a Schmitt? Probablemente, no. Pero sí a Clausewitz.
Bueno Boyle, no crea que no tengo todas mis simpatías puestas en usted, pero me obliga a cuestionar algunos puntos. Por un lado me dice que no está dispuesto a considerar la cuestión de la fraternidad en términos románticos. Muy bien, en qué términos. ¿Por qué razón la fraternidad? ¿Como vamos a convencernos, y lo que es aún más difícil, sostener nuestra motivación si no tenemos algo que nos mueva, nos dirija, nos oriente como aspiración hacia esos bienes a los que nos adherimos? ¿Por qué deberíamos ser buenos con nuestros prójimos?
La siguiente afirmación es aún más oscura. Me dice que respecto a la libertad sólo puede tomar en consideración la libertad negativa de Berlin, pero dice «sólo», y eso me preocupa. No me va a decir que no está dispuesto a defender ciertos derechos básicos positivos, como el hecho de no ser obligado a adherirse a una fe religiosa contra su voluntad o a poder ejercitar su libertad de expresión. Por supuesto que estoy de acuerdo que la libertad «liberal» positiva ha sido diluyente en muchos aspectos, y que las sociedades contemporáneas se encuentran atomizadas justamente debido a una aprehensión perversa de nuestra noción de derecho que no puso el énfasis correspondiente en la cuestión de la obligación hacia la comunidad a la que debemos, en buena parte, nuestra identidad. Pero las cosas no son todo o nada.
Más oscura es aún la afirmación de que no podemos aceptar de modo alguno los delirios burgueses. A qué se refiere? Se refiere, por ejemplo, a la aspiración de los seres humanos en nuestras sociedades de encontrar sus propios rumbos, articular sus propias expresiones, dar cabida a la individualidad, además de dar sus compromisos con la emancipación comunitaria.
Creo que hay que volver a pensar los asuntos en vista no sólo a las aspiraciones mayores, sino también en vista de las aspiraciones «menores», que forman parte de la esfera de nuestros anhelos y a los que no podemos renunciar por decreto. Se trata de ejercitar un razón práctica que contemple sin formulismos lo que nos jugamos en cada debate.
Por lo demás, vuelvo a repetirle, todos mis respetos y aprecio por sus consideraciones.
La fraternidad es algo inherente a la supervivencia del género, anterior a la solidaridad, las «ganas de estar juntos», el bien común. La fraternidad es el diseño de una sociedad que permite «universalmente» (ergódicamente) que los flujos de intercambio con el medio lleguen a todos. Simplemente eso, esa forma es la que la evolución y la selección natural le han dado a los sistemasde los seres vivos. Las sociedades matriarcales son sociedades escencialemente fraternales donde la jerarquía no está presente y la circulación de los flujos es la regla. De alli mi referencia a la Confederación iroquesa.
Con respecto a las libertades negativas, Ud. tiene razón, no son solo las libertades negativas las que sobrevivirán, tal vez debí decir, mayoritariamente o las que se están imponiendo.
Hay un documental ingles titulado The Trap: What Happened to Our Dream of Freedom, que traducido quiere decir: La trampa, que pasó con nuestro sueño de libertad, recopilado bajo la dirección del documentalista ingles Adam Curtis. Se pasó dividido en tres partes “Fuck You Buddy” , “The Lonely Robot” y “We Will Force You To Be Free” y actualmente se puede ver por YouTube. http://en.wikipedia.org/wiki/The_Trap_%28television_documentary_series%29#1._.22F.2A.2Ak_You_Buddy.22_.2811_March_2007.29#1._.22F.2A.2Ak_You_Buddy.22_.2811_March_2007.29 allí se explica esto muy bién. Se podrá estar de acuerdo o no, lo cierto es que esto avanza.
Con respecto a los delirios burgueses, daría para una discusión ideológica con la que no quiero aburrir.
Respecto a Nash se cambia a partir de él el paradigma liberal tradicional. Si Adam Smith decía que el bien común surgía de la búsqueda egoista del bien individual, Nash acepta esta premisa salvo lo de «egoista». Si no se tiene en cuenta el bien colectivo y que este se debería tener en cueta tanto como la búsqueda del bien individual, dentro del seno de la comunidad, se producirán tensiones, (los que no quedaron conformes), que tarde o temprano terminarían desequilibrando el sistema poniéndolo en riesgo de colapso total.
De allí que las «libertades de», las libertades positivas, se ven restringidas a «libertades frente», y ese frente es en general al grupo social en cuestíon.
Y es aquí donde la tesis amigo -enemigo colapsa, si yo anulo al enemigo y lo hago desaparecer, tarde o temprano me quedo sin grupo social con quién interaccionar. Si no tengo o dejo resiliencia, en función por ejemplo de la eficiencia y borro del mapa todo lo que no es «económicamente rentable o viable», el sistema corre serios riesgos de colapso ante una falla inesperada. De allí su fragilidad. La crisis económica del año pasado se debió a falta de resiliencia de los mercado, falta de capacidad de reformulación, justamente por haber abolido todo aquello que al sistema neoliberal no le convenia.
Como dice Isabel quitarle a la diversidad es quitarnos la posibilidad de reformulación, por lo tanto nos acerca al fachismo y a un equilibrio muy inestable, que como dice Nash, tarde o temprano termina desequilibrando todo el sistema.
Gracias por la Información.
2. La referencia a Nash: ¿Podría clarificar? Me interesa
ayer vi la pelicula «die welle»…»la ola» en castellano…habla sobre las posturas autoritarias q se forman,desde arriba hacia abajo,por una posicion de autoridad o desde una posicion de poder estatal (de derecha o izquierda no importa…los sintomas son los mismos)…en este caso un «experimento didactico» llevado a cabo en una escuela publica alemana…
les recomiendo esta peli a la muchachada kirchnerista del blog (principalmente veinteañeros)…ya q tan embobados estan con eso de la «dictadura mediatica» y demas boludeces…bueno,en esta pelicula van a ver «el otro lado» del autoritarismo impregnado desde el poder de turno…(casi sin q se den cuenta)…
eso si…CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES PUUUUURA COINCIDENCIA…
no vaya a ser q uno de estos dias,sin q se aviven,terminen desfilando con «camisas blancas» y los brazos en alto por la 9 de julio…
de onda chicos…
en fin…
Macho, todo bien con los puntos suspensivos, la ortografía espantosa y las mayúsculas. Todo bien con que tires la pelota afuera en todas las discusiones.
Ahora, si cada uno se pone a discutir sobre la peli que vio anoche, o lo que le dijo el tío a la mañana, esto es un quilombo. Si querés discutir sobre eso, registrate y posteá, macho, es gratis.
Yo tambien vi una peli anoche, «los bañeros mas locos del mundo», una metafora de la sociedad posmoderna, la perdida de valores y el absurdo como mecanismo de escape.
che, leandro, noto que hoy te pusiste la careta de la objetividad opinológica y estás tirando chicanas en donde aparentás criticar a las derechas también. muy cínicamente, por cierto, porque ya se sabe para qué equipo jugás.
parecés micky vainilla.
te falta el bigotito…………..
Yo puedo estar un poco anarquista (o, quizás, meramente escéptico) pero me parece que estamos poniendo demasiado énfasis en el Estado como artífice del cambio social. Creo que en nuestro afán de modificar la realidad estamos concediéndole demasiadas herramientas al Estado, y asignándole no ya el rol de árbitro de los litigios, sino directamente de reformador social.
La verdad, las experiencias en este punto no son demasiado auspiciosas, dado que lejor de llevar a la sociedad a una etapa superior, el resultado de tales ensayos ha sido bastante lamentable.
Sé que me estoy enfrentando con ideas dirigistas (si se me permite la antigualla), pero hoy, ya mas maduro y cargado de decepciones, he abandonado un poco las utopías colectivas, y creo mucho más en el individuo, en la revolución personal.
Disculpas por las esdrújulas.
Gragui:cuanta bronca en tu parrafo.Que puedo decir yo,que con el peronismo inicial no pude trabajar porque no tenia antiguedad de afiliada en el partido y con los militares del 75 tampoco porque me aplicaron la ley de prescindibilidad mintiendo a la UNESCO con el pretexto de que sacaban la catedra por problemas de persupuesto,mientras otra la ejercia…Pensar en contra es pensar distinto,pero no todo pensar distinto es pensar en contra.Entiendo tu broncaQue hacemos?La revolucion?al modo del Che,o de Gramsci?O tal vez preferis que gobierne Morales,De Narvaez,Macri?
Gino propone la revolucion personal,que en definitiva es adaptarse al sistema.Leandro nos habla del filmn La ola,que es realmente recomendable si queremos observar como el sistema puede llevar al individuo a ser un asesino o una victima.
Charlie:creo que nuestra actitud ante los problemas se parecen porque sobrellevamos un dejo de humanismo que no es de la epoca.Sinceramente lo de la fraternidad me parece deseable pero ingenuo a esta altura.De fisico-quimica no se ni de Nash pero los ingleses en el siglo XVII ya decian que debiamos ser considerados con el projimo por nuestro propio interes.Claro que el liberalismo ha hecho un largo recorrido y no resolvio nuestros problemas.
A Cinco lo veo un poco oscuro.En algun punto me recuerda al querido H.Gonzalez.
Hola Isabel:
¿Quienes H. González? Me interesa. Siempre quise tener un hermano.
Charlie Boyle y Cinco reflexionan con añoranza sobre algo que ya no está (para Charlie Boyle la fraternidad parece un mandato genético, pero hay que recordar que lo hemos «superado» con el liberalismo). Son católicos.
El nazismo de Schmitt es un «problema» que los schmittianos se tienen que aguantar. Pero es un poco triste que intenten desnazificarlo recurriendo a una cita donde indicaría que el antisemitismo no forma parte necesaria de la dupla amigo-enemigo. NO hay que gastarse en recordar conductas expresas de antisemitismo que llevó adelante Schmitt (a quien, es cierto, los nazis no querían demasiado).
Pero después de alegar que las virtudes intelectuales de Schmitt deben ser reconocidas sin perjuicio de sus posibles pecadillos, viene Pablo D a recordarnos del «valioso aporte» de Schmitt al derecho (?) al enunciar la regla que diría “soberano no es quien hace la regla, sino quien hace la excepción”. Es decir que el «valioso aporte» es el principio del Fuhrer como supremo dictador!!!!.
«Boyle y cinco son católicos»… sagaz en su comentario. Indudablemente, podemos sanjar el asunto sin sentirnos culpables. Se parece a un tipo que conocí que siempre decía: son feministas, no vale la pena discutir. EN fin, a parte de eso, podemos hacer un atado de indeseables y decidir no volver a pensarlos nunca más. Aquí van algunos: Schmitt es el primero para no perder el hilo del blog, Heidegger es ineludible, pero también podemos meter a Nishitani, un japonés despreciable, Baudelaire es otro caso perdido, y a esto hay que sumar a Eliot a Pound, y por qué no, echemos en el saco a otros muchachos ingratos con los cuales mejor no debatir, porque no piensan, se me ocurren los escritores nacionalistas como Jünger o a Günter Grass que acabó mortificándonos con su confesión de haber formado parte de la Gestapo. Toda esa gente mejor no la leemos, ni leemos a los que están del otro lado, a Benjamin por su ingenuidad marxista, ni a los intelectuales franceses que dejaron pasar a Stalin. Tampoco leamos a los católicos, garcas, Taylor, MacIntyre, Maritain. Ni a los ateos místicos, porque son demasiado oscuros, Agamben, Cacciari, gente obtusa.
¿Y entonces qué leemos?
Bueno, nos queda Peter Pan, una buena dosis de Oppenhaimer y Thomas Friedman, y estamos hechos.
Gracias por el aporte Charendon.
Cinco: nunca se me había ocurrido que describir a alguien como católico implicara tratarlo de indeseable (sin perjuicio, claro está, de la existencia de algunos católicos indeseables, incluído Schmitt). En mi cabeza(ya he advertido que la considera poco sagaz), llamarlos a usted y a Charlie Boyle «católicos» era solamente una reflexión que me merecía algunas de las cosas que ambos han estado diciendo acá (a muchas de las cuales adhiero). De todas maneras, no tiene esto demasiada importancia. En realidad, el motivo de mi entrada acá era la sorpresa que me producía encontrar a un asiduo colaborador de artepolitica (Pablo D) hablando sobre el «valioso aporte» de Schmitt al derecho con la regla de “soberano no es quien hace la regla, sino quien hace la excepción”. Schmitt era un abogado y asumió voluntariamente la función de elaborar principios jurídicos que resultaran satisfactorios a los intereses políticos de los nazis. Schmitt construye el lenguaje jurídico necesario para introducir el sistema totalitario nazi en el sistema jurídico alemán. Ahora ya no estamos acá hablando de un Schmitt cientista que advierte la permanente existencia de la lógica amigo-enemigo. Ahora, en cambio, estamos hablando del individuo que «tranquilizaba» a un juez contravencional en las afueras de Dresden, explicándole que cuando aplicaba ciertas normas o sanciones ordenadas por el Fuhrer, estaba simplemente actuando conforme a derecho. Y aún éste nivel de siniestro colaboracionismo de Schmitt se merece acá la calificación de «valioso». Me parece Cinco que son otros los que «leen» mucho Peter Pan.
Sabe qué, creo que tiene razón. Aquí la «catolicidad» sería algo como añoranza de cierta «universalidad». Me desdigo. La lectura que hace es acertada: Boyle y yo tenemos lecturas semejantes, «católicas», en el sentido que usted señala. Lo cual debería llevarnos a la siguiente cuestión. Si la «catolicidad» es algo que ya no existe (según ha dicho con cierta razón), lo que quedaría sería lo opuesto a la «catolicidad», que es una especie de particularismo radical. Es decir, no existe el todo, sino sólo las partes, sólo lo individual. La pregunta es cómo hacer para que la parte se haga funcional. Tenemos dos opciones:
1. La primera es considerar que todas lo supra-individual es epifenoménico, es decir, expresión exclusiva de la particularidad.
2. En hilo con la primera, pero más radical, creer que las totalidades no existen, son meras proyecciones.
3. Enfrentarse a estas dos opciones anteriores y afirmar, por ejemplo, que las totalidades son anteriores a las partes, y buscar un argumento o fundamento fuera del conjunto de antecedentes individuales que de contenido a dicha totalidad. Esta sería la posición política teológica que en cierto sentido defiende Schmitt, pero sólo en cierto sentido.
4. Otra posibilidad es la que ofrece Espósito, por ejemplo. Lo que es fundamento es el vacío. Los individuos no pueden hacer nada por si sólos, necesitan algo más fuera del conjunto de particularidades que tome el lugar de la totalidad. En su caso, eso que cumple la función de dar entidad a la totalidad es el vacío que los individuos llenan con diferentes cosas. (Algo análogo, pero en otra línea, plantea Laclau con respecto al significante vacío)
5. Creo que el post de adaeido más abajo nos dice algo significativo. El lo ilustra plásticamente con la cuestión de las falsificaciones de maletas Louis Vuitton, y acaba exclamando viva Perón y Evita!!! Creo que aquí se encierran oscuridad y claridades geniales. Permítame dos cositas:
1. Las falsificaciones, dice Adaeido, abren un espacio de creatividad que no puede ser aprehendido completamente por las formulaciones teóricas que tenemos a disposición, porque en cuanto son creativas, introducen en el trasfondo de cuestiones que queremos clarificar elementos que no se encontraban dentro antes de su invención. Pero eso que decimos de las falsificaciones también lo decimos de las redescripciones teóricas, como por ejemplo, las modulaciones marxistas o las remodulaciones del populismo. Cada reformulación descubre e inventa algo nuevo.
2. Si eso es así, el elemento que puede ayudarnos a comprender la dialéctica entre lo particular y la totalidad es algo que ya apuntaba Boyle utópicamente con su esquema.
¿Qué hemos ganado en el camino?
Bueno, en primer lugar, creo que podemos dar por sanjada la cuestión de la relevancia o no del pensamiento Schmittiano en lo que concierne a los Kirchner, como vemos, la discusión no tiene demasiada trascendencia si lo planteamos en términos del nazismo de Schmitt y el análogo imaginado en los K. Es como la discusión en torno al nazismo de Heidegger. Haríamos mejor leyendo a Heidegger que darle vueltas a las elucubraciones de Farias. Por supuesto, hay cosas interesante que debemos pensar, pero hay otras cosas, infinitamente más interesantes que nos perdemos si dejamos de lado a Heidegger. Sólo planteo una cuestión: Se imagina las buenas razones que tenía Paul Celán, un judío que había sufrido en carne propia los campos de exterminio, para rechazar a Heidegger, sin embargo, pese a que en muchos sentidos Heidegger era un canalla, fue a visitarlo a finales de los sesenta y reconoció su deuda con él.
En segundo término, hemos clarificado algunos puntos interesantes: por ejemplo, que seguimos atados a la cuestión que plantee en mi primera intervención en este post: Vale o no la pena intentar encontrar el mejor argumento en las cuestiones debatidas, o la ideología debe ser arbitre último de nuestro ejercicio intelectual. Con esto no niego el lugar de la ideología. Como he dicho anteriormente, la ideología es un trasfondo ineludible, pero la discusión puntual de nuestros asuntos en las sociedades pluri-ideológicas no puede realizarse a partir de argumentaciones que se autolegitiman.
Respondiendo a Cinco.Como soy ingenua y aunque no puedo creer que no tenga noticias de H.gonzalez,UD.,que es tan lector,le aclaro que me refiero al Director de la Biblioteca Nacional y participe de Carta Abierta(de los intelectuales).
Y tambien,como soy ingenua,me prendi del tema,aunque nadie demostro que los K.conozcan al tal Schmitt.
Si bien hemos quedado hechizados con las redacciones de charlie y cinco, reconocemos que no podemos jugar en esa liga de la palabra.
pero nos gustaria poner un ejemplo que ilustra nuestro pensamiento.
google habia desarrollado un software lamado android para unos telefonos celulares, sugiriendo que era un software abierto que el usuario podia cambiar a su antojo. Esto no era del todo cierto y otra empresa lamada cyanogen mod hizo unos retoques para que el sistema operativo fuera realmente abierto y libre.
google protesto y se quejo. Entonces esta otra empresa cyanogen mod hizo otro software libre que prescinde del android de google , entonces esa plataformas ahora funcionan con un codigo relamente abierto.
¿Esto va a colapsar google? por supuesto que no
Ese tipo de cosas que suceden, donde se conquistan pequeños espacios que litelramente le hacen mas barata la vida a la gente, por ejemplo bajar musica, desarrolar software libre o robarlo, incuso hay un proyecto de una fotocopiadora tridimiensional capaz de producir objetos a un costo minimo, todas estas cosas son pequeñas conquistas basadas en la creatividad.
por supuesto que las logicas amigo/enemigo o adversarios o los mil matices entre ambas siguen existiendo pero siempre es bueno saber que se puede ser creativo desde el costado y que ese costado se va agradando dia a dia. Ese costado por su puesto se mancha y se ensucia como cualquier otra cosa pero esta basado en la curiosidad y en compartir y sin estar del todo ajeno a la logica del mercado pone una cuña en ella, diciendo algo de una manera que antes no estaba dicho.
O sea viva peron y evita y las maletas louis vuitton falsificadas!!!!
Muy pero muy bien. Perdone mi lenguaje retorcido, pero no tengo otro. En fin, a lo mío:
1. Por un lado tenemos una teoría política. Nociones como las planteadas más arriba por el autor del post y quienes intentamos contribuir en el debate. Nos estamos preguntando: ¿Qué es todo esto que vemos? Lo cual nos lleva a expresar lo dado. Pero la expresión no es gratuita. Decir las cosas de un determinado modo conlleva cambiarlas en buena medida. En lo que respecta a los asuntos humanos, el teórico descubre tanto como inventa.
2. Por otro lado tenemos las prácticas materiales. Los sujetos no siempre se acomodan a los esquemas sociales, sino todo lo contrario. Siempre establecen excepciones que nos obliga a realizar justificaciones ad hoc, pero que finalmente conllevan el final de dicho esquema conceptual en favor de otro que sea más adecuado.
3. Las prácticas creativas funcionan a partir de los trasfondos de significación que parcialmente los teóricos sacan a la luz, pero en buena medida la van modificando, lo cual no significa que puedan escindirse del trasfondo global de significaciones que es el fundamento de las prácticas generales, pero en su búsqueda de redescripciones dan cabida a nuevas modalidades epocales, a nuevas manifestaciones históricas de ese trasfondo en continua mutación.
4. La pregunta es qué hacer con las falsificaciones de maletas Louis Vuitton. Usted ofrece una lectura que la inserta dentro del relato político. Debería elaborar un post más extenso. El tema es interesante.
Saludos.
Cinco se molesta en contestarle a Adaeido(pseudonimo raro y medio quimico)pero a mi no.Las palomas no entramos en el reñidero de gallos?
isabel, no se ponga celosa, ada e ido somos dos personas en una, no es tan raro eso ;).
Cinco: el tema de las falsificaciones o las apropiaciones es un tema muy interesante y complejo. Prometemos elaborar un post al respecto. Ahora bien, podemos dar un ejemplo cortito. las empresas de ropa o accesorios o gadgets en pos de mantener y agilizar su mercado estan perdiendo su significacion o al menos estan perdiendo lo que seria la «bondad y la identidad de su marca» fijandola solamente a su logo.
Por ejemplo es muy comun y se da cada vez mas que una empresa pongamos NIKE, contrata a diseñadores o artistas para que le hagan un modelo de zapatillas, es decir contrata a pongamos monchito porque es famoso o prque es lindo o porque juega muy bien a a la arrimadita. pero resulta que monchito le diseña zapatillas a nike y tambien a asics y tambien a puma y de paso se hace unas funditas para apple.
La unica cosa que hace que la zapatilla sea aun reconocible es su logo, ya no hay mas el espiritu de la marca, ni la trayectoria ni nada.Las empresas juegan en el borde del undergound en una ultima instancia antes de perder muchas cosas. Ahora bien , supongamos que nosotros ada e ido, mañana hacemos un hit musical medianamente relevante, es decir pasamos a tener significacion para una cantidad x de personas y como somos extremadamente trendies, se nos ocurre agarrar nuestras viejas zapas flecha y pegarle las 3 tiras de adidas (tenemos realmente un proyecto parecido). Entonces, seguimos suponiendo, debido a nuestro alto poder de seduccion un monton de pibes comienzan a pegar las tiritas de adidas en su zapas, y porque no, un buen proyecto seria pegarle los logos de adidas, puma y nike a una remerita , algo asi como un orgasmo de significantes.
Creemos que ese orgasmo hedonista de significantes, sumado al poco control real que pueden ejercer las marcas sobre sus usuarios es una realidad que va a trastocar un poco las cosas.
imaginen tambien millones de usuarios descargando musica pirta de los p2p, y obligando al cambio a la industria musical quieran o no.
Otro ejemplito- pregunta, ¿como puede controlar pongamos por caso puma , la cantidad de remeras falsifcadas que los pobres compran en los mercados piratas haciendole un daño a la imgen de la marca? Es decir a los usuarios «bien» de puma no les hace ninguna gracia que los morochos usen la misma ropa que ellos.
ovbiamente las diferencias se pueden notar pero esta licuacion de las marcas hacia el puro simbolo hace que sea mas bien facil apoderarse de ellas.Cuando mas creativo sea el «pirata» en su poder de seduccion mas llegada puede tener porque apoderarse de la marca en si es aprender a hacer unos dibujitos mas bien faciles. No se si fuimos del todo claros…
¿que problema cuando las empreas culturales que todo lo controlan se enfrentan con lo que sale gratis, no?
Si hasta a Macri le sale gratis apropiarse de la palabra «fascista»
con respecto al eje de este post. No se si en un plano real le cabe al kirchnerismo la logica amigo enemigo mas que como un erronea metafora que usa para conquistar a cierto sector del progresismo.
en realidad los Kirchner no se proponen destruir clarin, sino insertarlo en un nuevo marco, asi como tampoco se propone destruir «el campo» sino insertarlo en otro modelo economico. No vemos bien en que momento K estaria suscripto a esta nocion de amigo/enemigo, pero podemos equivocarnos acostumbrados como estamos a mirar con 4 ojos en multiples direciones
mi aporte al tema
http://carlosboyle.blogspot.com/2009/10/dcumental-good-copy-bad-copy.html
¿O sea que el kirchnerismo es un peronismo falsificado? ¿Se puede falsificar lo múltiple? ¿Apropiarse de una estructura para reformularla reconociéndose en parte semejante a sí misma y en parte descubriéndose otra? ¿Si el kirchnerismo es un peronismo falsificado y el peronismo es un socialismo falsificado y el socialismo un catolicismo falsificado y el catolicismo un judaísmo falsificado y así hasta el comienzo falsificado de los tiempos quién falsificará al kirchnerismo? ¿Qué del kircherismo sobrevivirá a la falsificación? ¿Quién vendría a ser el Carl Schmitt del kirchnerismo y quien será entonces el falsificador del Carl Schmitt kirchnerista? ¿Y Menem a quién falsificó además de a Perón y a Evita?
¿Evita y Perón son el logo de un peronismo falsificado? ¿El Che el logo de un leninismo falsificado? ¿Toda empresa humana precisa de un logo para llamar la atención? ¿El logo es al ser humano consumidor lo que la sangre al neanderthal? ¿La bandera y el prócer vueltos logo? ¿Cuál es la lógica de este uso tribal del logo? ¿Por qué nos comportamos siempre como ovejitas siguiendo a un pastor?
para ser peronista NO te tienen que asustar los morochos, ni lo que piensan los morochos ni lo que quieren . e ahi la diferencia.
No creo que exista algo como el peronismo falsificado.
Lo que decimos es que en el fondo NO existe la falsificacion, sino apropiacion de la marca.
Porque necesitamos logos? anda a saber, algunos se ven bastante bonitos
Se han Ada e Ido al carajo, pero me encanta para donde se fueron. Mishíguene kop tira una buena, creo que las series que plantea son genuinas.
A mi también me hace ruido esa categoría de falsificación.
Vive la Salade.
Gracias por volver al ruedo
Y Cinco sigue sin contestarme,porque el matrimonio bifronte no me interesa.
Disculpenos señora Isabel, posiblemente estemos desvirtuando el post de tomas, vamos a ver si lo seguimos en un post aparte
1. Creo que lo comenté más arriba, pero permítanme darle una vuelta de tuerca, esta vez en relación a la cuestión de la falsificación. En las primeras páginas de PARALLAX VIEW, Zizek cuenta dos historias. Una de ellas es un rumor que corría en forma de leyenda urbana sobre la muerte de Walter Benjamin. De acuerdo a esta historia, Benjamin no se habría suicidado cuando supo que iba a ser capturado, sino que habría sido asesinado por Stalin. Las razones: Benjamin había estado trabajando en un libro voluminoso sobre la filosofía de la historia que hacía añicos la dialéctica marxista. Con el asesinato de Benjamin, que llevaba consigo el manuscrito que había estado elaborando en París, había desaparecido la obra. Zizek dice que esto desde el punto de vista fáctico esto es imposible. Stalin no puede haber leído a Benjamin. Se trata de dos dimensiones que no se encuentran en la realidad. Sin embargo, aunque desde el punto de vista fáctico ese cruce no se realiza, una historia como esta muestra una manera de pensamiento que es fecundo. El habla de un tipo de lectura: la lectura de una obra mayor a la luz de una obra menor. Sabemos que Zizek lee a Hegel a la luz de Lacan, por ejemplo.
2. Ahora bien, a las preguntas de Mishíguene podríamos darle dos respuestas: La primera es que en su genealogía de falsificaciones nos ofrece una versión local de la deferencia derridiano. Si cada uno de los entes considerados es una falsificación, la propia noción de falsificación desaparece, a menos que seamos capaces de establecer un originario auténtico. Lo que hay es (Rorty) redescripciones. Todo es un juego. No digo que esta lectura sea en su totalidad una tontería. No lo es. Pero tendríamos que ser capaces de diferenciar dos niveles de discurso. Por un lado, el discurso semiológico, en el cual no existen los hombres, sino sólo los signos. Y por otro, la esfera de la moralidad y la política (también la religión), en la cual no podemos prescindir de los individuos concretos. La lectura de las falsificaciones o las deferencias o las dislocaciones sistémicas, es como la lectura de la mecánica cuántica, pertenece a a un sujeto desvinculado que pretende ver el mundo más allá de su encarnación humana, con la pura reflexividad de su consciencia.
3. Por lo tanto, en cierto sentido todo es falsificación, pero en otro sentido, la falsificación es la verdad. Es decir, el máximo anti-realismo, el de un mundo radicalmente aparente (Nietzsche), nos regresa a un un mundo absolutamente real. ¿Cuál es ese mundo? El mundo de los usuarios de ese mundo, donde la auténtico y lo falso resultan categorías ambiguas pero necesarias. ¿Debemos discutir o no la cuestión del peronismo auténtico contra el peronismo falsificado? Yo creo que sí.
4. Estoy seguro que la mayoría creerá que me he vuelto loco si digo que, pese a los horrores de las purgas stalinistas y las persecusiones católicas, hay algo que no podemos dejar de admirar, que es cierta pretensión de autenticidad. Por supuesto, esos casos son horrorosos y siempre corremos el peligro de encontrarnos atrapados en circunstancias semejantes cuando la purga o la persecusión se ofrece desde lo alto de una pirámide, pero muy diferente si el debate sobre la autenticidad se produce en la base. Lo que quiero decir es que vale la pena sentarse y argumentar cuáles son los mejores argumentos para defender la esencia del peronismo, la naturaleza última del peronismo, aunque no la tenga y haya que inventarla a medida que intentamos descubrirlo. Lo que se dice del peronismo se dice de todo, claro. Es decir, hay que purgar, hay que matar al hereje que llevamos dentro.
5. Sin embargo, el problema y la suerte es que no hay un código para determinar qué es verdadero y qué es falso. Esa es la diferencia. No tenemos un texto mayor al que debemos mirar a la luz de la presente situación histórica. Por qué, porque ha habido una dislocación radical que hace caduco de manera profunda lo dicho entonces a lo que es necesario decir ahora. Por lo tanto, vamos a tientas, en la oscuridad más absoluta.
En fin, no me quiero alargar. Lo importante es rescatar estos dos extremos:
1. la cuestión de lo auténtico y la falsificación siguen siendo lugares de habitación humana irrenunciable.
2. la determinación de lo falso en nuestra época no puede producirse a partir de cánones o criterios predeterminados.
3. la única alternativa es que pongamos nuestros argumentos en el debate a fin de determinar si son auténticos, los nuestros, o sin son meras falsificaciones. Lo demás es chachara, no sirve para un corno. Los insultos, la violencia partidaria, los alaridos y las protestas… eso hay que hacerlo, pero cuando salimos a la calle, tomamos una fábrica o nos movilizamos. Aquí, en la república de las ideas, señores y señoras (querida Isabel a quien mantengo tristemente abandonada) hay que pensar. Poner los argumentos en el asador.
La simetría social tradicional es cuando una sociedad se ajusta con sus usos y costumbres a una campana de Gauss. Todos medimos mas o menos lo mismo, todos corremos mas o menos a la misma velocidad, todos «los argentinos…», la celeste y blanca. Son todas identidades que se ajustan a un patrón medio que cuando se trata de algo material y medible, como la altura es, facil contrastar y verificar, pero cuando se trata de algo puramente social, como la opinión de la mayoría, se convierte en algo totalmente subjetivo incluso fachistoide.
LAs series de falsificación de mishíquene establecen otro tipo de simetría, la simetria fractal donde el posterior es muy parecido o casi igual al anterior, estableciéndose así las series que propone Mishiquene y que Ada e ido explican tan bién con el tema de las zapatillas.
En realidad nos son «falsificaciones» son construcciones a partir de… Lo que pasa, como bien aclara Ada e Ido y creo que escencial de seguir trabajando «no existe la falsificacion, sino apropiacion de la marca.»
Porque si existe la marca existe el capitalismo y la concentración, por lo que lo social tiende a desaparecer.
LLevando esto in extremis, falsificar una marca sería un acto revolucionario, un acto de creación social en decidida contra del capitalismo.
NO LOGO
Yo también a veces intento algún tipo de analogía que haga pie en la ciencia para explicar determinados fenómenos culturales. A veces puede resultar un tanto forzado. No estoy seguro. Lo de la construcción fractal y su inmersión en el mapa de un país cualquiera (el ejemplo propuesto por vos es EEUU), en tanto universo pasible de ser alimentado a partir de determinado coeficiente de distribución, me suena a querer meter la realidad con fórceps dentro de una estructura teórica predefinida.En todo caso me parece interesante pensar en lo que señalás como proceso generativo de la fractalidad. Quiero decir, según lo que entendí, los fractales son estructuras que crecen o decrecen en escala respondiendo siempre a un patrón generativo común, salvo en los extremos, cuando para dar por finalizado el proceso de regeneración permanente la célula núcleo es abandonada en tanto patrón a imitar y se la sustituye por una célula distinta a la que da lugar al fractal. Si esto es así me quedo con la excepcionalidad postulada para entender algunos procesos sociales y culturales que me interesan particularmente. Por ejemplo, el tango. Si fue necesario que varias generaciones pasaran por el pasodoble, el candombe, la milonga y todo tipo de chan-chan para concluir en la excepción que resultó alguien como Piazzolla, entiendo que lo interesante suele aparecer en los momentos en los que la fractalidad parece agotada y la continuidad del discurso precisa ser quebrada por algún agente extraño (en el caso de Piazzolla la incorporación del lenguaje del jazz y de la música de tendencia neoclásica), para que el discurso se modifique y concluya, antes de caer en una decadencia por repetición. Por lo tanto podemos concluir que por más disponibilidad de bandoneones triple A, violines, cantores y poetas que hubiese (que básicamente utilizaban el mismo patrón rítmico-emocional), aquel proceso se agotó en la repetición y dio por terminada su evolución con un broche de oro milagroso, que aún conservando características similares al patrón fractal se alejaba de él para diferenciarse y dar así por finalizado el proceso. Creo que esto se verifica en varias instancias socio-culturales a lo largo de la historia de la humanidad, por lo que entiendo que cualquier esfuerzo que implique sostener el status quo (apropiarse de un logo y modificarlo cuantas veces sea, o apropiarse de un sonido y hacer lo propio) implica mantenerse dentro de la fractalidad. Si nos conformamos con eso, con copiar los patrones heredados y modificarlos apenas un poco, lo sufiente para hacerlos propios pero no para hacerlos excepcionales, nos mantendremos en una meseta cultural poco estimulante, que tenderá inevitablemente a la homogeneidad. No sé si es lo deseable.
Es un tema bastante peleagudo.
Lo que pasa es que la fractalidad, y de allí el proceso referido a la distribuciones de las probabilidades, no es un proceso de generación espontanea.
Si Schmitt tenía una «necesidad» de plantear una diferencia como la cuestión agonal entre amigos y enemigos. Su entorno debería ser lo suficientemente intransigente como para tener la «necesidad» de plantearlos en estos términos. Lo qe se reproduce es esa misma necesidad en los K y luego se desencadenan procesos como los del campo, o ahora sobre los medios. La necesidad es la misma, que para Schmitt pero a diferencia de este que tuvo que escribir toda una teoría, los K y nosotros acá tenemos el fractal madre de Schmitt para darle nuestra vuelta de tuerca.
Si la demanda es la misma y las posibilidades que da el entorno son mas o menos las mismas tb, lo mas probable es los resultados sean mas o menos los mismoas tantes y ahora, slvo la construcción preexsitente e histórica qu enos sirve para construir arriba.
Por eso es una boludes plantear Schmitt => nazismo, fachismo. Habria que plantear Schmitt + entorno de Schmitt => fachismo nazismo.
Para Andrés el Viejo, yo diría que el Franco del principio, el de la asociación con la Falange, el del Estatuto del Caudillaje, el que adoptó la iconografía del Fascio, el Franco cuya mano derecha era Ramón Serrano Suner y que mandó la Legión Condor a pelear con los Nazis en Rusia, era todo lo fascista que se podía ser antes y durante la guerra sin arriesgarse a que la invasion aliada a Europa incluyera a Espana, y eso hiciera caer su regimen. Que empezó a cambiar la letra despues de 1942 sin duda, porque idiota no era. Pero si Hitler hubiera ganado la guerra, no tengo mucha duda de que el franquismo hubiera terminado siendo irreconocible del nazismo, salvo la importancia que la asociacion con la Iglesia tenia para Franco.
Como juzgamos a las figuras historicas depende mucho de donde venimos y a donde queremos llegar. Si se lo juzga a Peron usando el periodo 1943-1949 es distinto al Perón juzgado usando el periodo Isabelita, Lopez Rega, Lastiri, Campora, etc. Yo creo que como empieza la gente, y que hace entonces, es mas indicativo que lo que hace al final. Obviamente limpiar a Franco de fascismo es util si uno quiere minimizar la raiz filo-fascista del peronismo.
Mala costumbre es la de suponer intenciones más allá de lo escrito.
Yo no limpio a Franco de fascismo. Su régimen, particularmente en los años de la guerra civil y hasta por lo menos la mitad de los 50 tuvo todos los rasgos más detestables de un régimen fascista. Y en los años posteriores siguió, en mi opinión, siendo un régimen dictatorial, reaccionario y antiobrero. Lo que niego es que haya tenido un carácter fascista (y aunque me repita, eso en mi opinión no lo embellece).
La «asociación con la Falange» fue más bien una «expropiación de los contenidos simbólicos de la Falange». Pero el régimen quedó firmemente en manos de los mandos militares (algo inimaginable en la Alemania nazi o en la Italia fascista, donde más bien fueron los respectivos partidos los que colonizaron las FF.AA. y crearon cuerpos paralelos, como la Waffen SS).
Franco no hizo ningún intento serio por un intercambio de prisioneros que liberara a Primo de Rivera y es evidente que no lo hizo porque la ausencia (y finalmente la muerte) de éste impedía que los falangistas resistieran a su sometimiento a los mandos militares. Con el mismo fin, se negó a reconocer la realidad del fusilamiento de Primo de Rivera, cerrando el camino al surgimiento de una jefatura alternativa. En una fecha tan temprana como abril de 1937, Franco dictó el decreto que disolvía al fascismo español en una amalgama que incluía a toda la derecha (carlistas, conservadores, etc.). Los falangistas más remisos fueron a parar a la cárcel y los demás fueron convertidos en empleados (llenos de condecoraciones y títulos rimbombantes, es cierto) de la maquinaria burocrático-militar.
Franco, como otros dictadores europeos de la época, tuvo excelentes relaciones con el Eje, aunque no lo suficiente como para entrar a la guerra de su lado, lo que parece haberle planteado Hitler en la reunión de Hendaya. Franco se negó incluso a permitir el paso de fuerzas alemanas por España para atacar Gibraltar. Como esto ocurrió en octubre de 1940, cuando el hitlerismo estaba en su momento más favorable, se puede descartar que se debiera a una especial presciencia del general gallego que le advirtiera el futuro negro que le esperaba al cabo alemán.
¿Qué hubiera sucedido si Hitler ganaba la guerra? Muchas cosas y todas ellas puramente especulativas. Las ucronías me encantan en literatura, pero las considero inservibles como método de indagación.
Lo que es muy cierto es que el franquismo siempre fue duramente anticomunista, lo que explica el envío de la División Azul a colaborar en el ataque contra la URSS más que su pretendida pureza fascista. El convencido fascista jefe de la División, el general Muñoz Grandes, cuando volvió a España fue confinado en puestos de altísimo contenido honorífico y escasísimo poder real.
Si es cierto que el régimen franquista tuvo algunos rasgos fascistas (en especial, los símbolos), su carácter predominante fue el de dictadura conservadora basada en las FF.AA. y en la Iglesia.
El auge del fascismo en Alemania e Italia a finales de los 30 explica su atracción sobre fuerzas políticas y dictaduras de condición más conservadora tradicional. Pero no necesariamente impregna a estas fuerzas y dictaduras de fascismo.
Saludos
uh, trate de hacer un post que salia de este para no coparle elpost a tomas y para que no se moleste la señora isabel pero no se porque no sale en arte politica :P
Asi que seguimos aca
Me parece que hay un elemento a tener en cuenta y es que no cualquiera puede ser el autor de la apropiacion. ¿ o si?
Para no irnos tanto de tema , anclemonos por un segundo en el peronismo. partimos de la base de definir lo relacionando al peronismo, como «no tenerle miedo a la morochez, la morochez de los demas y la propia». Creemos que eso podria ser una buena base de lo que significo el peronismo en sus comienzos.
O sea, nadie podria decir que menem no es peronista ( no estamos hablando de si es o no un cretino). Esto, estimados charly y cinco, nos lleva a pensar algo mas. Tal vez ni siquiera se trate de apropiacion en el sentido de agarrar algo que no te pertenece sino mas bien lo contrario.
o sea cuando te compras la remerita puma falsificada te la compras porque es tuya, no te importa si el dinero de la transaccion va a parar o no a la cuenta de la empresa puma.
sigamos, Menem puede imponer el neoliberaismo actuando en el nombre del peronismo porque menem tiene el «estilo», la «clase» «el saboir faire» para hacerlo y bueno porque no, tambien una historia de militancia.
ahora imaginen al muchacho macri haciendose el peroncho o poniendose a la izquierda del gobierno.
¿Sera un buen falsificador o un buen apropiador? 2ustedes lo ven en la bolsa de gatos en la que los peronistas se reproducen?
Una anecdota: Nike usa a montones de skaters underground y «antisistema» para publicitar sus productos asociados al skate, gente underground, relacionada con lo «indie» que le aportan autenticidad y credibilidad a sus productos. Los pibes en general no cuestionan esta aparente contradiccion. Pero una vez a Nike se le ocurrio usar en sus publicidades la tapa de un disco de un grupo punk, un disco «simbolo» de los indies antisistema y ese dia se pudrio todo. Decimos, se le pudrio todo a Nike porque todos protestaron.
lo que queremos decir es que siempre hay algo que hay que tener para ser un buen falsificador o un apropiador, ser capaz de una seduccion, de una empatia o nomas de una voluntad decidida.
Esta bueno el chiste de tapa de PAGINA 12 hoy en el que un señor le advierte a Menem que se le acusa de falsedad ideologica por haber dicho que es peronista…
Recupero la utilidad de Adaedio en su ultimo parrafo al señalar con claridad las cualidades psicologicas del apropiador.En cuanto a los aportes de Charlie y Cinco me parece,con la debida humildad,que llegamos a una cuestion epistemologica,en la que nada menos se trata del problema de la verdad,la veracidad,la apariencia(que ya toca lo ontologico)la verosimilitud,etc.y como vivimos en tiempo de revision de los fundamentos cientificos,incluso de la matematica,donde segun sean los axiomas y postulados que aceptemos los juicios seran o no verdaderos y lo importante es la coherencia ,que por otra parte es sintoma de salud mental,les pregunto:muchachos¿adonde quieren llegar?
A mi lo que me interesa es:
1. Remover la idea de que en la discusión política las posiciones son inconmensurables.
2. Que es posible aspirar a lograr el «mejor argumento» en este momento dado y en esta circunstancia.
3. Para ello es necesario remover dos obstáculos:
(A) Entender la argumentación como una búsqueda de consenso
(B) Entender la política en función de fórmulas como amigo-enemigo de manera irreductible.
4. Los cual nos lleva a lo siguiente: que para que la argumentación sea fecunda debemos aparcar nuestras ideologías como trasfondos de significación, y encarar la discusión (sin olvidar esos trasfondos), pero evitando una repetitiva valoración de fundamento. ¿Por qué? Porque viviemos en sociedades pluri-ideológicas, que no es lo mismo que Post-ideológicas.
Respecto a la verdad entendida como coherencia, no puedo estar en mayor desacuerdo. La verdad hace pie en nuestro ser.en.el.mundo, no en el modo en que nos representamos el mundo. Sería muy largo argumentar. Fuentes: Merleau-Ponty, Heidegger, Wittgenstein, Charles Taylor.
caballero, el bueno de charly hizo un post en su blog copiando parte de esta charla y agregandole unos datos curiosos , si le interesa es aqui
http://carlosboyle.blogspot.com/2009/10/dcumental-good-copy-bad-copy.html
;)
a ver, señora Ana,creemos que es el momento de decirle que un poco de amabilidad para con nosotros seria bienvenida. Primero se queja porque el señor cinco se «molesta» en hacer su aporte a la idea que esbozamos. Un rato mas tarde declara que prescinde de nosotros y ahora recupera nuestra «utilidad»
humildemente el lugar al que queremos llegar es a poder ver la poltica dsde un campo mas amplio. pero parece ser que hablar de software o zapatillas no concita mayor interes. No entendemos bien el motivo ya que hay gente que llega a asesinar por un par de zapatillas.
por otro lado contradictoriamente señalamos que el termino «apropiacion» tampoco es del todo correcto ni en el caso de las zapatillas ni en el caso del menemismo o kirchnerismo.
Menem no se apropio del peronismo ya que el peronismo era algo que tambien le pertenecia. el tipo agarro la confianza que depositaron en el los votantes y llevo al peronismo hacia un lugar en el que el pensaba que podia parar el desangre inflacionario del final del gobierno de alfonsin. Evidentemnte no le salio. la heterodoxia tiene sus riesgos. Pero seria bueno que nos perdonaramos un poco la vida como nacion y que aprendieramos de los errores del pasado.
Pongamos que el liberalismo no tiene nada que ver con el peronismo ok, pero nos reguntamos si querer acceder al consumo de bienes que supuestamente no son «nac y pop» es algo ajeno al peronista?
No se quien es la señora Ana,pero por mi parte señalo que me interesan en el debate mas las ideas que las personas.y si emiten algun buen mensaje dejo de lado las impresiones anteriores.
De la ultima intervencion de Cinco me preocupan y hasta desconciertan:-el adjetivo»inconmensurable»aplicado a las ideas,que de suyo son inmateriales.-la contradiccion que encuentro entre hablar de un mundo pluriideologico y descartar la busqueda de consenso,y asociar la verdad a nuestro»ser en el mundo»y no a nuestra representacion.Argumente nomas,porque si no me atendre a lo que dice FOUCAULT:la veridiccion filosofica se manifiesta como real en tanto tiene el coraje de dirigirse a quienes ejercen el poder.El ser en el mundo de Heidegger es un concepto que posee mayor riqueza ontologica que epistemologica.
Intentaré ser breve. Es difícil debido a la cuestión.
1.La ontologia de Heidegger es un ataque a la epistemologia
2. Aquí epistemología es la convicción nacida en el siglo XVII que el conocimiento es una cuestión de producir representaciones internas acerca del mundo exterior.
3. En contraposición a esta idea un conjunto de autores se refieren al conocimiento como un constitutivo humano que echa sus raíces en la pre.lingüístico, lo pre.objetivo, el hecho de que son inextricablemente ser-en-el-mundo.
4. Cuando el modo de entender el conocimiento se asienta en esta noción de conocimiento, las posiciones que se toman en las ciencias humanas en general, y en particular, las ciencias políticas son curiosamente distorsionantes.
5. Respecto a lo anterior planteé 2 posibilidad:
(A) aquellos que asumen cierta inconmensurabilidad entre los discursos. Esto se traduce en el lenguaje ordinario en la idea de que cada cual piensa lo que piensa («y tengo derecho a pensar así»), porque cada uno vive en «un espacio de razones», que no puede comparse con otro espacio de razones. En ciencias sociales, se trata del tan mentado relativismo cultural. A este relativismo cultural podemos responder:
(i) Siendo «buenos» relativistas culturales
(ii) o justificando el uso de la fuerza a partir del «nosotros» («nosotros hacemos las cosas de ese modo») Ese es el caso de Rorty, por ejemplo, que es un relativista cultural «bueno», que abre la puerta a un montón de relativistas «malos». He leído a Rorty con esmero, advierto.
(B) La creencia de que podemos llegar a un consenso. Aquí consenso significaría negociar pragmáticamento los considerandos de una circunstancia X y ceder pragmáticamente a la luz de una hipotética ganancia. Se trataría de una solución estrategia. Aquí, lo que parece absolutamente cierto es que la cuestión se decide a partir de la «fuerza de la negociación».
Lo que yo digo que no es justificable una posición a priori respecto a (A) y (B) porque si los discursos son inconmensurables o sólo pueden resolverse estrategicamente, sólo vale decidirlo a partir de razones empíricas. Es decir, estoy convencido que es posible comparar los discursos y ofrecer la mejor argumentación en cada ocasión.
Antes de que me acuse de ingenuo, como he dicho en algún otro sitio en el contexto de este blog, no todo se reduce a la argumentación, pero las cuestiones de la voluntad o no de argumentar, que son un privilegio que tiene el poderoso, y que fueron bien estudiadas por autores como Foucault, no pueden despacharse. Pero yo veo esta perversión en la voluntad debe estudiarse a partir de una teoría de la alienación.
1. La distinción amigo-enemigo no tiene nada que ver con la de buenos y malos. Dice CS que tendemos a trasponerla en términos de buenos y malos para sostenerla, pero es una mera racionalización. Por eso el criterio de lo político es independiente del ético (además del estético y del económico). Lo dice claro CS: «el enemigo no tiene que ser malo, ni feo, ni antieconómico; incluso se puede hacer negocios con él» (cito de memoria).
2. Para no confundir a CS con el nazismo, hay que tener en cuenta que la distinción amigo-enemigo es analítica, explicativa, y no normativa. Es lo que CS entiende que ocurre, no lo que quiere que ocurra. Incluso más, él mismo dice que una guerra no tiene justificación alguna, pero existe.
3. Siempre pensé que el peronismo era schmittiano sin saberlo, así que no sería raro que los K lo fueran… sin haber leído a CS. Esto «probaría» que el concepto de lo político de CS es útil para comprender la política.
4. La reducción de la democracia a consenso es menos pluralista que la concepción schmittiana de la democracia (tal como la entiende Mouffe, por ejemplo). El consenso siempre se da sobre la base de un orden, a partir de él, y por tanto constitutivamente implica una exclusión. Por otra parte, entender la democracia como consenso es suponer que todos los valores son armonizables, lo cual es un pensamiento occidental en el peor sentido de la palabra: la tradición occidental es antidemocrática y se hizo contra la idea de contingencia y desde la de verdad absoluta (greco-romana, judeo-cristiana) y la necesidad histórica, la teleología. Democracia es el gobierno de la mayoría, con respeto a la minoría, claro está. PEro el gobierno de la mayoría es la «frustración» de los fines de la minoría, salvo que… a través del consenso las minorías se vean sobrerrepresentadas y acaben anulando a las mayorías.
La mento que mi formacion sea tan distinta a la de Cinco.Para m confunde epistemolgia con psicologia.He aprendido y enseñado que la epistemlogia es la logica aplicada a las ciencias,la rama filosofia que critica a las ciencias,y a ello me atengo.La confusion que observo nos llevaria a una imposibilidad del saber como aproximacion a la verdad,que reconoce los factores subjetivos actuantes pero que no renuncia a la busqueda.Es decir,soy rebelde frente a la posmodernidad.En cuanto a Rorty,su propuesta etica me parece debil porque se basa en la solidaridad,que es un sentimiento adquirido,relativo y bastante variable,reducendo el terreno de la etica al de la moral.SABEN QUE:he estado revisando las ideas de los autores que Cinco cita en su entrada anterior y he llegado a descorrer el velo:su lectura y quzas su personalidad(que mucho respeto)lo han llevado a preferir autores importantes que como pensadores terminaron en un misticismo espiritualista y en una derecha politica que no puedo compartir.Ahora se engancha con mi citado Foucault,que lo mejor que tiene es su analisis del manejo sociopolitico de la locura.
A Contador Geiger le apunto que decir que se puede negociar con el enemigo es cieto pero prgantico e indeseable.Ojala volvieramos,aristotelicamente,a subordinar la politica a la etica.En general el amigo es bueno y el enemigo malo.Hasta podemos invertir la relacion:el bueno es amigo y el malo enemigo.La antinomia bueno-malo.concuerdo,es normativa,pero la antinomia amigo-enemigo es psicolgica,y ella es,la que crea las valoraciones y las guerras,y la psicologia es una ciencia,que podria ayudar a que no existan.Estoy de acuerdo en el punto 3 ,en cuanto a la dudosa lectura de los K.de C.S.Y creo que Occidente deade la Grecia antigua,sigue proniendo y buscando la democracia .
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Los extremos se tocan. Mariano Grondona en su programa de canal 26 acaba de decirle al chacarero Alfredo De Angelis (quien acotaba que la gente de campo tiene un gran defecto y es el no participar en política) que un «Gran Pensador» (así lo dijo)llamado Carl Schmitt le criticaba a las clases medias el hecho de no involucrarse en política y luego quejarse livianamente. Con lo que podemos llegar a la conclusión de que tanto Grondona como los Kirchner (lo hayan leído a Schmitt o no, aunque varios de sus acólitos sí lo han leído) derivan del mismo fractal, el «fractal argentino».
Felicitaciones por la publicacion en critica!
un abrazo
Mishiguene kop:su ultima etrada me recuerda al dicho de que todos llevamos un enanito facista adentro.Tambien Ud.?No me parece justo ni conveniente poner a N.K. ni al autor del comunicado militar»azul»y permanente detractor del gobierno en la misma bolsa.Y lo del»fractal»me tiene harta porque encierra el pensamiento en simetrias estaticas.
Yo tengo varios enanos fascistas adentro y algunos incluso en el jardín. El problema es que mi jardín es más chico que mi adentro, así que están muy apretados los pobres. Además me sale un ojo de la cara alimentarlos, y como los tengo tan descuidados, a veces caen en la tentación del canibalismo.
Espero no estar cerca para que no me coman.Que literario lo suyo!Es bueno reconocer «el jardin interior»como principio de autocritica superadora.Alfonsina Storni decia que solo creia en aquellos que habain comenzado por librar una batalla contra si mismos.
excelente todo lo expuesto, tanto por el autor, como por los comentaristas.