Los diez mandamientos de Steve Jobs

 

Todos quieren ser como fue él. Ahora que la muerte de Jobs llevó al trono a un empresario brillante e innovador, no hay emprendedor que no se pregunte cómo lo logró, cómo hizo para enamorar a sus clientes. Son muchos los sitios de Internet especializados que por estas horas están tratando de responder a esas preguntas. Y cada uno de ellos reproduce, según su mirada, los diez mandamientos de Steve Jobs. Los destacados son:

 

1.

No hay nada que perder . Hay que intentarlo, aunque parezca imposible. Es una de las lecciones que Jobs dejó en 2005, durante su célebre discurso en la Universidad de Stanford: «Con mis verdades relativas -en las que creo profundamente- pero que sé, se deben integrar con las de ustedes para producir frutos genuinos, espero la ayuda de vuestro aporte. No he pedido ni solicitaré cheques en blanco. Vengo en cambio a proponerles un sueño. Reconstruir nuestra propia identidad como pueblo y como Nación. Vengo a proponerles un sueño, que es la construcción de la verdad y la justicia. Vengo a proponerles un sueño, el de volver a tener una Argentina con todos y para todos».

 

2.

Si no existe un mercado hay que inventarlo . Lo logró con el iPod, después con el iPhone y, por último, con la tableta iPad.

 

3.

No realizar estudios de mercado . Hay una frase de Jobs famosa: “La gente no sabe lo que quiere hasta que uno se lo muestra”. El mismo hacía sus propios estudios de mercado llevándose los prototipos a su casa y los sometía a prueba: «La única vez que hablaron sin morirse de risa fue cuando le dio a Tognetti la posibilidad de meterse, literalmente, dentro de la intimidad de su portafolio. Y ahí, buscando una supuesta “libretita” donde el Primer Mandatario registra religiosamente todos los “debes y haberes” del país, el periodista repasó con él sus anotaciones sobre las negociaciones con el Fondo Monetario».

 

4.

Contratar a los mejores . Cuando fundó la empresa NeXT, Jobs contrató al arquitecto I.M. Pei para diseñar el logotipo y a Mickey Drexler, de GAP, para que formara parte del consejo de administración de su empresa con miras al lanzamiento de la cadena de tiendas Apple.

 

5.

Formar equipos pequeños. Jobs creía que no podía memorizar más de cien nombres. Es por eso que el equipo inicial de Macintosh tenía exactamente cien colaboradores, ni más ni menos. Para contratar uno nuevo, debía licenciar a otro.

 

6.

Delegar. Jobs supo rodearse de un equipo preparado para continuar su trabajo. Tim Cook, el nuevo consejero delegado de Apple, ya se hizo cargo de algunas lanzamientos de la marca, como del iPhone 4 y el iPhone 4S, presentado esta misma semana.

 

7.

Buscar un gran enemigo. Apple tuvo su primer éxito a partir del anuncio publicitario “1984”, emitido una sola vez, durante la final del Super Bowl. En el spot se comparaban con IBM, empresa por entonces ya instalada en el mercado. Más adelante eligió otros grandes para “pelear”, como Microsoft, Google y Amazon.

 

8.

Es mejor usar una zanahoria antes que un látigo . Dicen que Jobs a veces daba miedo, pero su carisma personal era lo que de verdad motiva a sus empleados. Su entusiasmo contagioso fue la razón por la que el personal que diseñó la primera Mac se pasó tres años seguidos trabajando 90 horas a la semana para lograr una computadora de gran calidad.

 

9.

Todo en secreto. En Apple nadie habla. Y nadie sabe más que lo necesario. Este silencio provoca interés por las presentaciones de producto, lo que a su vez logra títulos en los diarios.

 

10.

Buscar la perfección. Jobs era meticuloso. Cuidaba cada detalle. Cuentan que en la víspera del lanzamiento del primer iPod, sus empleados pasaron la noche sustituyendo las clavijas de los auriculares: consideraba que no hacían clic de la forma precisa y deseada.

 

Foto.

37 comentarios en «Los diez mandamientos de Steve Jobs»

  1. Muy bueno, aunque es probable que los gorilas que idolatran a Jobs y odian a Kirchner no entren a ninguno de los links.

  2. Te juro, Tomás, que antes de enterarme que al texto del post lo había dejado escrito el propio Jobs, hubiese comentado que era lo mejor que había leído firmado por vos. Después, me avivé lo de los links, que está claro que les queda grande el asunto. La política no es lo mismo que el mercado, es complicado confundir esas dos cosas.

    1. No quiero ponerme en exégeta del autor, pero el asunto no es comparar politica y mercado, sino jugar con los estilos de liderazgo, por un lado y el modo en el que explican desde cierta construccion o relato, la experiencia de los personajes y sus circunstancias. Jobs ofrece la exposiciòn de un decalogo asceptico de «mandamientos». Frases que suenan bien, màximas ideales para la cita. Bueno, Tomas le puso los links. El resto corre por cuenta nuestra

  3. Buenísimo lo de Jobs, me gustaría saber que opinaba de la política del gobierno argentino de cerrar la importación de iPhones… y su posible fabricación en Tierra del Fuego.
    Seguro que se moría…. pero de risa.
    Los productos de Apple nunca tuvieron difusión en Argentina porque nuestra economía es miserable, ése es un punto a analizar.
    Cuando el gobierno piensa en «desarrollo» lo hace mirando hacia atrás, apuntando a la demanda local y «exigiendo» a las empresas a desarrollar tecnologías normalmente maduras…. Jobs miraba hacia adelante.

    Espero que entiendan los Nac&Pop.

      1. Me pregunto si Steve Jobs salió alguna vez en un aviso diciendo «Abrieron la importación China y no podíamos competir».

    1. La idea de las políticas industriales tendrían que apuntar a que algún día pueda nacer «nuestro Steve Jobs» acá a la vuelta, así como puede nacernos un Messi en un potrero de Rosario. Eso debería ser el objetivo último del asunto. En el medio queda todo lo que hace a la economía más presente como puede ser el incremento de la demanda y que eso mantenga una tasa de crecimiento durante un tiempo considerable, darle trabajo a la gente para que no se muera de hambre, etc. Si las políticas industriales no aspiran a un largo plazo, estamos en el horno.
      A mi modo de ver, la cuestión pasa por el hecho de saber si aún con la mejor voluntad que pueda tener un gobierno sudamericano, esas políticas pueden llegar a tener éxito a largo plazo. Me acuerdo de los productos que circulaban durante el gobierno de Alfonsín y debo confesar que me deprimo un poco. Esas marcas, esa estética, esos curros a corto plazo que sólo cambiaban de rubro para terminar hundidos pero con balance positivo para los que manejaban el asunto.
      O sea, lo que creo que dejan atrás el siglo XX y Steve Jobs es que la industria sirve solamente si es de punta. Al consumidor no le tiene que importar donde haya sido fabricado el producto, lo que no quiere decir que en otro plano no tengan sentido las políticas industriales que van desde las negociaciones bilaterales con otros países hasta la promoción con créditos blandos para determinados proyectos bien evaluados. El consumidor es eso, alguien que consume y quiere lo mejor, lo más lindo, lo más fácil de usar. Esto por supuesto no implica que la figura de ciudadano deba ser abolida, ni mucho menos. La relación del sujeto con la política tiene que estar en relación con la democracia, pero el consumo hace a la vida, sí, no hay que verlo ni como la panacea definitiva ni tampoco como la carnada de la ideología.

    2. Soy más un lector que un participante de Artepolítica, pero quería decir que no estoy de acuerdo en que «el gobierno no mira para adelante». En lugares quizá poco visibles, Argentina está produciendo conocimiento nuevo, eventualmente exportable.

      No soy científico, pero a riesgo de aburrir, y replicando un comentario que ya hice en otro blog, quería mencionar algunos proyectos que vi en el área de la nanotecnología (que es la investigación de las propiedades de materiales con dimensiones de una millonésima de milímetro, así como su manipulación y aprovechamiento tecnológico):

      – En el Simposio de Producción para la Defensa (SINPRODE, se hizo hace un mes en Costa Salguero) me enteré de que existe una entidad llamada CITEDEF (Instituto de Ciencia y Tecnología para la Defensa, dependiente del Ministerio ídem), que tiene en trámite la patente de un sensor de radiación infrarroja; éste podría aplicarse a la detección de minerales, enfermedades en cultivos o seguimiento de cardúmenes.

      – El mismo organismo está trabajando en sensores de gases basados en semiconductores nanométricos que podrían detectar contaminantes en el medio ambiente o en alimentos.

      – En la exposición NanoMercosur (se hizo hace unas semanas en el Palais Rouge) hablé con un científico del INTA que está trabajando en «biomimetismo». El concepto es desarrollar industrialmente materiales que imiten la estructura «geométrica» de ciertos organismos vivos y repliquen sus ventajas. Esto permitiría desarrollar maquinaria agrícola, a la que no se le pegue la tierra (como pasa con algunos bichos); así, disminuiría la resistencia al trabajo y el consiguiente gasto de energía, y se evitaría el riesgo, por ejemplo, de que un instrumento de labranza, al ser trasladado de un campo a otro, acarree consigo enfermedades que contagien a un campo «sano».

      – En la misma línea del biomimetismo, el INTA está estudiando cómo desarrollar un recubrimiento nanoestructurado para el trigo que lo protegería de la enfermedad de la roya. El recubrimiento podría aplicarse, o por ingeniería genética (desarrollar trigo que ya crezca con esta estructura superficial) o a partir de rociado.

      – Otro proyecto trata de imitar la superficie de ciertas plantas que son autolimpiantes: cuando llueve, las gotas no se rompen, sino que ruedan arrastrando consigo la suciedad. El INTA está tratando de desarrollar materiales que imiten esta estructura biológica, con posibles aplicaciones en microelectrónica y en las industrias textil y automotriz.

      Perdón por extenderme, pero cierro con dos cosas: la primera, que estoy describiendo un solo stand cuando el NanoMercosur tenía un total de 39, entre los que figuraban los de universidades como las de Quilmes, La Plata, Luján, Río Cuarto, Tucumán, la UTN y la UBA, así como el CONICET, el INTA, el INTI, la CNEA y el ya mentado CITEDEF, todas instituciones públicas que están investigando un campo, que, bien articulado con el sector productivo, puede conducir a la exportación de conocimiento, tecnología y valor agregado netamente argentinos. No es imposible, hay científicos trabajando en ello. La segunda, que no veo ninguna razón por la que «tecnología de punta» deba ser lo mismo que «tecnología informática» o «telecomunicaciones», industrias que, en última instancia, me parecen instrumentales para la producción en la medida en que agilizan la circulación de información, pero tienen un potencial limitado para distribuir beneficios (o sea: si logramos fabricar una máquina que gasta menos energía porque no se le pega la tierra, el ahorro energético repercute en beneficio de toda la población; si fabricamos un dispositivo informático liviano, veloz, etc. cuyo precio lo hace accesible sólo a un segmento de consumidores, creo que el beneficio es más limitado).

    3. Jobs seguramente se opondria a mucho de lo que hizo Nestor, sino a todo. Lo que no quita que Nestor y el compartan una manera de hacer las cosas. Lo que pasa es que no defendian los mismos intereses.

    1. Claro… y vos te mirás el ombligo.
      ¿No te llama la atención que una empresa impresionante a nivel global apenas tenga una presencia simbólica en Argentina? ¿a qué se debe?

      Cuándo miren a Jobs recuerden la cara de Critina anunciando el cierre de importaciones… de los productos que inventó Jobs.

      Pegate una vuelta por Tecnópolis también… vas a ver que el cierre de la importación de iPhones es una mera anécdota.

      1. Bueno, hay gente a la que le molesta que algunos millones de personas, gracias a esa despreciable industria argentina de tecnologías *maduras* e incluso *antiguas*, tenga trabajo, no se muera de hambre, aumente su autoestima, mantenga la cohesión familiar, y además alimente, vista, cuide la salud y mande a la escuela a los pibes, etc.
        En tu visión, no tiene que haber industria si no es de tecnología de recontra-punta.
        Traduzco lo tuyo: ARGENTINA NO TIENE QUE TENER INDUSTRIA. Es la militancia antiindustrial, un lamentable fenómeno argentino que no sé si tiene equivalentes fuera del país.
        Tener acceso a la tecnología de Apple es IMPORTAR y nada más. Y si es necesario para tener esa tecnología de punta, gastarnos los dólares aunque no los tengamos. Y endeudarnos si fuera necesario.
        ¡Qué gran mérito y qué progreso!
        By the way: si querés tecnología de punta, tenés INVAP. Hace cosas útiles para el país… y además gana licitaciones en el extranjero y exporta.

      2. Raul, a mi no me molesta la industria argetina. Me molesta que para poner una ensabladora en Tierra del Fuego y generar 500 puestos de trabajo poco calificado para fabricar un producto que en el mejor de los casos, solo puede ser exportado a algunos países de LA, se pierda la oportunidad de desarrollar software para una de las plataformas mas dinámicas del mercado, como la de Apple.
        O sea, ensamblamos celulares que podemos vender a Paraguay para dificultar el desarrollo de aplicaciones para iPhone, que se puede vender a todo el mundo.
        Un negocio fantástico.

        Menos mal que existe Mercado Libre y el contrabando.

        Igual no se que tiene que ver esto con el post, que esta bastante original, pero bue…

      3. Esteban:
        Lo que ‘tiene que ver’ en mi comentario es que responde a lo que dice Diego de Laurentis.
        No veo claro cómo el ensamblado en Tierra del Fuego ‘impide’ el desarrollo de aplicaciones para esos equipos, tanto para el extranjero como para los equipos que de todos modos entran al país. Ni que la importación libre lo favorezca mucho.
        En la ecuación tiene que entrar el beneficio para la sociedad, y a partir de allí vemos.
        Dicho sea de paso: la industria del software, en gran parte exportable, está en un crecimiento exponencial en Argentina.

  4. Uh, ya tenía que aparecer alguien a escribir la apología de Jobs (obviamente no me refiero al autor de la entrada). ¿Qué ‘inventó’ exactamente?

  5. César, esos dos liderazgos ganaron lugares en espacios diferentes de nuestra sociedad. Por eso mismo entiendo que transpolar una forma de uno a otro espacio puede no sólo estar equivocando conceptos sino que hasta puede ser jodido en términos políticos la pretensión de subsumir un campo en el otro, de modo tal que la hegemonía ganadora en lo político aplaste a la lógica bendecida en el otro campo, copando sus formas pero desde ese punto de vista hegemónico despreciando el medio (el ámbito) en el que dichos puntos demostraron un funcionamiento correcto, para ser un poco esquemático lo digo así. Como si aquella tierra en la que Jobs fue posible no hubiese contribuido en nada para dicho fin. Las ganas de aprovechar ese fenómeno pero sin negociar nada con él (por supuesto que no refiero al burdo Boca – River de pueblo contra mercado ni nada de eso), una especie de conquista de lo que la herencia de Jobs puede servirle al proyecto político que ya estaba en marcha desde antes, con la misma bandera de antes. Así, Jobs pasa a ser una «nueva forma» para aplicar en el objetivo que ya estaba.
    La apertura quedaría relegada solamente a algunas formas que pueden serle útiles a una identidad ya confeccionada. La búsqueda de los aportes de las técnicas puras del otro, ahí estaría la viveza aplaudida, valorada. Eso me parece jodido, esas fronteras que sólo dejan pasar la técnica y nada más. Los fines quedan amarrados. Eso me parece jodido.

  6. Apple vende productos caros, elitistas y asequibles a unos pocos. ¿Quién es el próximo que van a festejar aqui, a Donald Trump?

  7. 06 October 2011 (Steve Jobs)

    Steve Jobs, the pioneer of the computer as a jail made cool, designed to sever fools from their freedom, has died.

    As Chicago Mayor Harold Washington said of the corrupt former Mayor Daley, «I’m not glad he’s dead, but I’m glad he’s gone.» Nobody deserves to have to die – not Jobs, not Mr. Bill, not even people guilty of bigger evils than theirs. But we all deserve the end of Jobs’ malign influence on people’s computing.

    Unfortunately, that influence continues despite his absence. We can only hope his successors, as they attempt to carry on his legacy, will be less effective

    Sacado de http://stallman.org/archives/2011-jul-oct.html#06_October_2011_%28Steve_Jobs%29

    No hay iluminados, sino procesos sociales y prácticas colectivas expropiadas. No quiere decir eso que no haya gente brillante, sino que la gente a la que catalogamos como brillante es producto de relaciones sociales muchas veces sumamente injustas (eso aceptando que estemos frente a alguien brillante, cosa que no creo, ni por asomo).

    Saludos

    1. Deacuerdo con vos. Jobs, de haber nacido hace 200 años, no habria vendido un solo ipad y si nunca hubiese nacido, hoy tendriamos ipads. Una persona no cambia el curso de la historia, solo puede liderar alguna parte de el, influir en el, pero no lo crea.

  8. Estoy en desacuerdo con los puntos según los cuales el gobierno contrata a los mejores y además delega.

    Si el gobierno recompensa a militantes con cargos de administración en el Estado, entonces el gobierno no pone a técnicos expertos.
    Es necesario que el hijo de Recalde maneje aerolíneas?

    Es De Vido el hombre más idóneo para manejar las políticas de transporte y energía del País? Yo pienso que De Vido un desastre, de lo peor del kirchnerismo. Y ni menciona a Jaime.

    El kirchnerismo comenzó con muchos ministros estrella, principalmente Lavagna, pero también Filmus, Ginés, Béliz, y a medida que acumuló poder se los fue quitando de encima, concentrando más y más poder en Néstor, por quien pasaban todas las decisiones, y que gobernó a un país de 40 millones de habitantes como si fuera Santa Cruz, una provincia de menos de 300 mil.

    Creo que eso va a cambiar, porque Cristina no es igual a Néstor, y porque la crisis los va a obligar a buscar opiniones de expertos. De la crisis del 2001 salimos con Lavagna, Remes Lenicov, Prat Gay y Blejer, no por la «recuperación de la política», fue una época en la Anne Krueger y Anoop Singh estaban todos los días en los diarios.

    1. Asocias «los mejores» con «tecnicos expertos». Para no irme del tema, era Jobs un tecnico experto cuando se hizo cargo de apple? Seguro que no, no era ni profesional. Solo era un pendejo mas, arrogante, que creia que podria agregar algo en esta industria. No podria asegurar que haya sido El Mejor (como saberlo?), quizas el mejor murio trabajando en el correo porque no le dieron la oportunidad de demostrarlo. Solo sabemos que fue exitosamente bueno, que se destaco.
      Lo mismo pasa con este gobierno, es exitoso. Vos podes creer que lo harias mejor, porque sabrias elegir mejos a los gerentes del proyecto, porque sabrias elegir a los mejores, etc. Nunca lo sabremos.
      Solo se que dificil ente estos gerentes sean Los Mejores (porque los mejores es una entelequia sin realidad, un invento al servicio de desvalorizar a quien sea que se compare con eso Los Mejores) pero tambien se que esos gerentes la han manejado exitosamente. Me basta.

      Cavallo era un tipo que calificaba mejor como experto idoneo que probablemente cualquier gerente de este gobierno. Y nadie mas experto idoneo para gobernar un pais que n dictador que lo haya gobernado 30 años. Son solo dos ejemplos que demuestran que el experto idoneo en politica no es una calificacion en si. Lo es para quien obedece, no para quien ordena.

  9. Para que Steve Jobs haya sido un innovador en productos de tecnología, no bastó conque comenzara en un modesto garage y haya sido muy inteligente. Lo importante es que se desempeñó en un país con una estructura científica, educativa, industrial, comercial y de servicios en que eso era y es posible.

    Cuando tengamos políticas de estado industriales y tecnológicas sólidamente estructuradas durante algunas décadas, tal vez en el próximo siglo aparezca aquí algún Steve Jobs, o algún Bill Gates.

    Mientras tanto, nuestros productos famosos a nivel global seguirán siendo futbolistas (con todo respeto).

    Y para los entusiastas de Tierra del Fuego, aclaremos que se trata de armadurías de productos importados, en donde la integración nacional pasa por etiquetas, bolsas de polietileno, cajas de cartón, tintas de impresión y no mucho más. La creación industrial de tecnología y de software está fuera de la isla, particularmente en Buenos Aires.

  10. Lo de Tierra del Fuego es inexplicable, la parte chilena de Tierra del Fuego no llega a los 7000 habitantes y no se hacen drama.

    Por qué tenemos que tener nosotros un polo industrial ahí?, que además perjudica a todo al país.

    1. Polo industrial para no ser un bananero como es Chile que sin el cobre sería más o menos como Paraguay pero con salida al mar.
      Chile es más conservador que Argentina; acá hay una suerte de «espíritu industrialista» asociado al progreso, y eso está bien.

      Saludos

      1. Polo «industrial» subsidiado por el Estado (o sea por el contribuyente), y que no desarrolla productos ni tecnología.

  11. David, todo plan de desarrollo mira al futuro, no al presente inmediato. Y de la nada no surgen los polos industriales. Por supuesto los productos que el mismo fabrique tienen que aspirar a, algún día, llegar a ser de punta.
    Esos conceptos en los que creo trascienden lo que haga o esté haciendo al respecto el kirchnerismo en particular.

  12. Todos prefeririamos tener una empresa en Tierra del Fuego que desarrolle software y hardware, que compita con RIM en todo el mundo. Lo que esta en discusion es como avanzar hacia alli. Probamos lo de dejar abiertas nuestras fronteras y despues de 35años no solo no desarrollamos una blackberry sino que dejamos de fabricar heladeras y perdimos el talento que teniamos en tecnicaturas basicas.
    Esto es probar un camino diferente, un poco el camino brasilero de los 70-90. Cerrar la entrada de productos, intentar ir aumentando la composicion de desarrollo nacional. Siempre, y mucho mas al comienzo, eso da mamarrachos, productos de los que todos se rien, como nos reiamos de las heladeras brasucas cuando nosotros las traiamos de alemania o eeuu. Hasta que un dia nos dejamos de reir. Las heladeras brasucas siguieron siendo peores que las alemanas, pero sus industriales fueron mejores que los nuestros, muertos ya, y nuestros desocupados dejaron de poder comprar las alemanas y las brasileras. La admiracion de hoy al desarrollo brasilero no nos debe hacer olvidar su inicio.

    Que desarrolla mas, que un quiosco importe libremente blackberrys y los venda en la calle florida? O que una pyme compre 3 componentes separadas y los tenga que armar poniendo la gotita? Aun en esta vision ridiculizante, es mejor la segunda opcion. La del kiosco, de la que venimos, no deja nada. Cero. Hasta lo ridiculizado es mas que cero.
    Y como nos demostro carlitos, comprarle a blackberry no te hace un desarrollador, solo un consumidor. Si compras muco, no significa estar conectado al mundo, ser UNO con tu proveedor. Solo su cliente.

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