¡D’Elía, French y Berutti, un solo corazón!

Ayer hizo justo 198 años, el 22 de mayo de 1810, estaban invitados al Cabildo Abierto de Buenos Aires, cuatrocientos cincuenta vecinos, de los cuales la mitad eran chetos de Barrio Norte que apoyaban al Virrey, pero D’Elía no los iba a dejar entrar. La banda de French y Berutti, apodada “los Infernales”, custodiaba todas las entradas a la Plaza y dejaba pasar solamente a “los compañeros”.

Saavedra los había llamado a los dos en secreto el día anterior para pedirles que pusieran el hombro movilizando a los muchachos, para que le despejaran la Plaza al día siguiente, porque si entraban los chetos al Cabildo Abierto podían perder la votación pero lo más grave era que podía correr sangre y tenía que evitarlo a toda costa.

Saavedra sabía que Cisneros había sentido una escupida en el ojo cuando le había negado su pedido de reprimir a los revolucionarios en caso de desmanes, y estaba cantado que el tipo había arreglado con los garcas que vinieran a provocar al Cabildo Abierto. Si le ganaban la votación y le tiraban un muerto se pudría todo. Si él se resistía a reprimir, el Virrey lo destituía y se acabó la Revolución. Tan bien que estaba yendo la cosa. No, no lo podía permitir.

“El problema es que los muchachos no conocen a todos los compañeros, los chetos se nos van a colar”, le dijeron French y Berutti a Saavedra. “Fácil”, dijo Saavedra, “pongan a los muchachos a cerrar la entrada de la Plaza y ustedes dos, que vienen a la Jabonería de Vieytes, pueden reconocer a los compañeros. Pónganles a los que reconozcan, unas cintas del color de los Borbones en la solapa, así nadie se aviva que están señalando a los nuestros, y díganle a los muchachos que dejen pasar a los que vengan con la cinta.”

French y Berutti se pasaron la noche cortando cintas, y al otro día estaban en la Plaza con los Infernales. Unos giles que habían llegado temprano, se volvían con cara de velorio porque no los dejaron pasar. Se les acercaron para pedirles que les pusieran una cintita a ellos también, pero French y Berutti les contestaron que no tenían más. Los giles se dieron cuenta que algo raro pasaba con las cintas, y corrieron la bolilla por toda la City que la patota impedía el ingreso a la Plaza, cosa que sembró el pánico entre los chetos y ni se acercaron a molestar el magnífico desarrollo de la Semana de Mayo. Al Cabildo Abierto del 22, entraron doscientos cincuenta y uno de los invitados.

“¡Qué buena idea lo de las cintas! ¿cómo se le ocurrió?”, le dijo Castelli al oído a Saavedra, mientras esperaban que empiece la reunión. “Bueno, pensé en las Madres de Plaza de Mayo que inventaron lo del pañuelo para reconocerse entre ellas”, dijo Saavedra. “No hay nada nuevo bajo el sol, Castelli, nada nuevo bajo el sol del veinticinco”, agregó. “¿Qué vieinticinco?”, dijo Castelli. “No sé, me acordé de la letra de una canción”, contestó Saavedra, “Hagamos silencio que ya empieza”.

43 comentarios en «¡D’Elía, French y Berutti, un solo corazón!»

  1. Me encantó. Yo uso escarapela todo el año y creo que en algunas cosas hay que poner un poco de buen humor y en otras tomarse todo muy en serio.

  2. es increible pero yo lo veo al reves

    lo que paso es que los chetos – aliados del gobierno – eran españoles que controlaban los monopolios (cualquier parecido con bunge cargill y etc es pura coincidencia)
    los criollos eran los empresarios nacionales no ligados al gobienro que son explotados
    y en esa epoca el resto del pueblo osea yo – eranlos esclavos y otras personas que no contaban asi que solo aparecemos en la hisotria vendiendo las empanadas calientes.

    pero bueno es increible como una misma realidad se interpreta de forma tan diferente

  3. Fede, el problema es que los chetos eran contrabandistas y los otros eran gente del arrabal, gente negra que le dicen, los aliados que les hacían falta a los abogados, militares y comerciantes criollos para desbalancear el equilibrio de fuerzas.
    Lo que demuestra que los que aparecemos en la historia «solamente vendiendo empanadas» no somos hojas al viento sino que también jugamos un papel decisivo en la historia. La cosa es dejar un rato el canasto y el papel de víctima para tomar el rol de agentes históricos (aunque no nos guste lo que después digan los pregoneros y los «libros de historia).

  4. Eva es la Monty Python criolla (aunque no lo sepa).

    Fede: los empresarios (comerciantes) nacionales (porteños) no eran explotados sino subordinados; sacaban una tajada menor. Querían el libre comercio, pero a favor de ellos.
    Saaavedra no era jacobino como Castelli o Moreno, así como Kirchner no es Pino. Su idea de la revolución pasaba por el cambio de gobierno; la autonomía política sin revolución social. Los Infernales de French y Berutti eran los carreros y matarifes analfabetos; reconocían como jefe a Saavedra, que tenía autoridad; no a los intelectuales jacobinos.

    Lo que pasó después es otra cosa. Los productores industriales (artesanales) del Interior que se arruinaban con el libre comercio pedían protección. Hoy parecería lo contrario porque ya no son industriales y como la ecuación agrícola los favorece se olvidan que en los ’90 los arruinaba. El juego de los paralelos tiene sus límites. Pero el problema del Estado y los intereses que representa siempre es un intríngulis.

  5. Tute cabrero / María Esperanza / Americo del Verbo / Beatriz Avila / Charlie Boyle / Ana C. / Rafa / Andres el Viejo, gracias por los comentarios tan cálidos, me llegó fuerte cada uno de ellos.

    Fede, no pretendo decir que hay una exacta identidad de todos los parámetros en todas las cosas, pero reconozcamos que hay algunas cosas que se prestan a la semejanza. Fede y Roberto: Gracias por comentar.

    Y gracias de nuevo a Artepolítica.

  6. Un detalle poco conocido es que si alguno de los chetos conseguía pasar, le tiraban barro o un bostazo a la pilcha ( como no gobernaba el Mauri, las calles dejaban un tanto que desear) y el chabón volvía a su casa para cambiar su atuendo.

    Me gustó su cuento Eva. Supongo que la moraleja es que aunque quede un poco desprolijo, no podemos permitir que los chetos nos ganen la calle.

  7. Eva: magnífico. Otra cosa: alguna vez leí (aunque no recuerdo dónde) que no solo usaron este sistema de admisión: también falsificaron -en imprenta amiga- varias entradas al Cabildo. ¿Alguien sabe de esto?

  8. Mendieta: había una única imprenta (la de los Expósitos), mientras que el par de imprentas a mano que podían todavía existir (digo «podían» porque no hay ejemplos de impresos en esos años provenientes de las imprentas a mano que habían existido) estaban seguramente en manos de la Iglesia. Furlong habla de posibles invitaciones adulteradas, aunque es posible que fueran solamente variantes de un mismo texto. Pacho O´Donnell escribe hoy en La Nación una narración sobre el 25 de Mayo que es mucho menos interesante que la de Eva Row (y habla de la Batalla de Auschwitz (allí me perdí) y de que Saavedra era un «joven»). Allí tienen un ejemplo (casi del nivel de Piglia) de detractores de nuestra historia (los fomentadores del «pais de mierda» del que se hablaba en un post anterior).

  9. Efectivamente Mendieta, la imprenta de los Niños Expósitos realizó invitaciones gemelas al por mayor que usaron los patriotas de mayo, eso fue gracias que no TODA la iglesia era conservadora. Por otro lado este hecho prueba -una vez más- que que los trabajadores gráficos siempre, pero siempre eh, estuvimos a la vanguardia de la revolución.

  10. Otra vez gracias a los que los gustó el post y me lo hicieron saber. Pero hay muchos a quienes no les gustó. Y algunos me lo hicieron saber. Es sencillo, el post «habilita» las sucias prácticas de la política y eso no está bien, ni siquiera para los que las practican. En especial para los que las practican. Y más especialmente para los que sólo practican la sucia política. Estos últimos son los que más se alteran cuando alguien pretende sincerar, limpiar de hipocresía el cruel escenario donde se desarrollan las peleas más encarnizadas que tienen que ver con el poder. Reconozco que es una ingenuidad.

  11. Me sumo a los aplausos para Eva…no siempre uno siente el impulso de quedarse pensando en la autonomía relativa de los campos político, social y económico con sus inevitables pareceres cíclicos de apuestas por parte de agentes reiterativos un viernes a la noche.
    Chapeau!!!!

  12. Eva, justamente fue al revés lo que ocurrió. Los Delias querían seguir viviendo en manos del Imperio, y los «chetos» querían comerciar con otras naciones mas allá del imperio español.

    Saludos, LAs.

  13. Muy bueno Eva, alcanza muy bien para comprender de que lado estar y también nos ayuda a pensar que para ser muy bueno a veces no hay que ser tan bueno.
    Felicitaciones,

    z

  14. Que agravio le hace a los proceres que violentos antiargentina como Delia que defienden su bolsillo quieren hacernos creer que son patriotas.

  15. Mario;

    usted tiene el lenguaje de los que mataron la memoria de hombres que fueron de carne y hueso, transformándola en memoria de bronce, con toda la intención de acallarlos para siempre.

    Ustedes los han congelado, los han matado dos veces, los han consagrado a la parálisis metálica de la estatua, para que no puedan seguir hablándonos con sus vidas, que vuelven una y otra vez de la muerte, para mostrarnos cómo hicieron para avanzar en su tiempo.

    Usted considera que D’Elía agravia a los «próceres», y tiene razón, agravia a esas figuras estáticas amordazadas por gente como usted, a esos que usted llama «próceres», pero imita en cambio a los hombres reales, llamados a la acción en los momentos claves, poniendo en la escena las tácticas necesarias para lograr los fines que necesitaban conseguir.

    En esa plaza de antaño estuvo D’Elía, como estuvieron French y Berutti en la Plaza de Mayo de hoy, impidiendo que la reacción de los chetos de Barrio Norte le tirara un muerto a Cristina.

    Es muy posible que algunos vecinos chetos fueran pacíficos manifestantes, pero usted no sabe, y nadie puede asegurar, que entre ellos, no hubiera quien viniera preparado para encender la mecha que armara el caos. Y como sabemos, los Kirchner no reprimen con la policía, así que, la llegada de D’Elía fue la fuerza de un sector que se hizo presente para impedir el caos, cosa que sucedió así.

    Si usted tiene memoria, las manifestaciones de vecinos chetos de Barrio Norte que ocurrieron el 19 de diciembre, tuvieron infiltrados que rompieron la Avenida de Mayo incendiando Buenos Aires, y asustando a los mismos chetos que escaparon igual que como cuando vino D’Elía. Si esta vez no pasó lo mismo que la otra, fue porque los muchachos se iluminaron y fueron a evitar que eso sucediera de nuevo.

    Los hombres de Mayo hubieran dicho que está muy bien lo que hizo D’Elía. No hable por ellos tapándoles la boca. Lea un poco la historia.

  16. Sinceramente y como mi nick menciona, no me doy aires de culto porque sería en principio mentir.

    De hechos del pasado sin dudas me falta conocimiento. Sin embargo encuentro triste leer (interpretar) que en palabras de algunos «el fin justifica los medios».
    Amo la paz, y las represiones son represiones a mi entender sin importar de qué mano partan.

    «…los hombres reales, llamados a la acción en los momentos claves, poniendo en la escena las tácticas necesarias para lograr los fines que necesitaban conseguir…»

    En este caso era no solamente una instrumentación para evitar las consecuencias catastróficas, sino que significaba acallar una voz.

    Por favor, no intento enseñar nada porque no se muchas cosas que enseñar, pero me preocupa sentir que cada vez los extremos esten TAN opuestos, y sentir que la violencia se considere util o necesaria desde ambos polos.

    Espero caer nuevamente en esta publicación.

    Atte. El Inculto

  17. el inculto:

    las sociedades se organizan con Leyes para reemplazar la violencia como mediador entre conflictos, reemplazándola con el pacto social, o la presencia de un juez. Los conflictos crean violencia, si la Leyes que se necesitan no están, o son injustas, o no las cumple el ciudadano, o no las hace cumplir el juez, todo eso crea violencia. Taparse la cara para no ver no sirve. La violencia existe, nadie la justifica, nadie la quiere. Pero más aún. La organización social no deja afuera la violencia, continúa la violencia en manos públicas, claro que no se llama violencia porque queda feo, se llama Fuerza Pública. Los organismos de represión ejercen la Fuerza Pública. Es una violencia «justificada». La gente pide cárcel, quiere castigos, clama por «justicia». Todos creen que el castigo es efectivo, que va a evitar otros delitos. También existen los Ejércitos que hacen la guerra, que matan. Pero nadie justifica la violencia.

  18. No creo taparme la cara, sino más bien condeno en mi cabeza a quien lleva a la práctica tan BAJOS instintos.
    El problema creo se exponencia cuando los dos lados piden cosas, y más cuando esas ambas cosas son violencia.

    Sinceramente, aun respetando el caracter del texto original, lo que me choca frecuentemente es sentir que alguien defienda, reivindique o festeje cualquiera de las actitudes de D’Elía.

    Porque no me parece que la violencia, por ser ejercida por un organismo no oficial, sea menos digna de castigo.

    Perdón, creo que con esto terminé.

    Salud y buenas noches.

  19. Por favor volvé a José María Rosa (Del municipio indiano a las provincias argentinas se puede leer rapidamentente)http://www.pensamientonacional.com.ar/biblioteca_josemariarosa/municipio/index.htm

  20. NO TENGO MUCHAS GANAS DE LEER PERO NO ENTIENDO NADA DE NADA Y ESTO LO HAGO POR LOS DEVERES DE LA ESCUELA SINO NO LO ARIA PARA NADA NO LO LEI SUPONGO QUE ESTARA LINDO PERO RESUMIDO QUEDARIA MUCHO MEJOR ME ABURRO ESTOY LLENA DE TAREA ES LO PEOR ODIO LA ESCUELA

  21. ESTO ES LO PEOR ESA ESCUELA ES LO PEOR LA ODIO YO TAMBIEN LO AGO POR LA ESCUELA LO TENGO Q RESUMIR
    A ESTO O BUSCO OTRO MAS CORTO PERO NO HAY LO PEOR LA ESCUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
    LA ODIOOOOOO

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