¿Me entiende?


El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, suele afirmar en sus habituales apariciones en radios porteñas que Mauricio Macri es un «vago». La apreciación, queda claro, se ubica en el terreno de la chicana política. Bien mirado, podría decirse que el líder del PRO trabaja y busca mostrarse activo. Su última iniciativa con ese objetivo ha sido anunciar un proyecto para endurecer penas contra los «cuidacoches» -«trapitos», en el lenguaje decontracté que le han elegido al mandatario porteño-.  «La gente tiene miedo y necesita que extrememos todas las medidas que tenemos a nuestro alcance», razonó el empresario al anunciar la medida.

La estrategia de Macri suena extraña. La primera cuestión que llama la atención surge de preguntarse si el «miedo» que tendrían los porteños, según la descripción del mandatario, se debe a la acción de los contraventores a los que apunta la vapuleada gestión PRO. ¿No serán otro tipo de delitos los que más preocupan a los ciudadanos de Buenos Aires? No vale la pena aquí explicar que la Capital es relativamente segura si se la compara con otras grandes ciudades del continente. Tomemos las sensaciones de sus habitantes como si fueran lo más cercano con que contamos a la realidad. ¿Poner fin a los «trapitos» será poner fin al «temor» imperante?

Se me dirá que el bueno de Mauricio no tiene el control sobre la seguridad en su distrito. Yo diría más bien que no se las ha arreglado para tenerlo. De igual manera, más a mi favor ¿Si carezco del control sobre la seguridad, es razón suficiente para afirmar que el origen del temor está en el lugar equivocado?

En la visión del macrismo sobre la seguridad parece haber muchos sobreentendidos. Uno de ellos es que las cuestiones relacionadas con el espacio público son hechos que atañen a la seguridad. Así lo concibió cuando la gestión del jefe de Gobierno porteño montó una unidad que apelaba a la violencia para barrer de las calles a las personas que vivían en la vía pública. Hizo falta un fallo judicial para que encuadrara ese tipo de problemáticas como cuestiones «sociales». Del mismo modo entiende el macrismo las protestas que obstruyen el tránsito, sin importar si se trata de manifestaciones realizadas por desocupados que reclaman acceso a planes sociales o por los propios empleados públicos porteños en busca de una mejora salarial.

Pero en el enfoque del macrismo hay algo más no dicho. Una idea que surge de una lectura ignorante y provinciana de las políticas de seguridad implementadas en los Estados Unidos. Como buenos admiradores de cualquier idea exportada por el «primer mundo» y según cuadra a toda la derecha vernácula, los funcionarios de PRO conocen y replican -nombrándola o no- la experiencia de «tolerancia cero» del ex alcalde republicano de Nueva York, Rudolph Giuliani.

El supuesto básico -como tal no debe ser probado con argumentos racionales, más bien se debe creer en él- es que es deseable atacar los crímenes «menores» porque ellos están en la base de los crímenes «mayores». De acuerdo esta excéntrica noción, si se evita que algún vándalo rompa el vidrio de un edificio de departamentos, ello redundará en última instancia en la reducción de los índices delictivos para las figuras legales más graves. Giuliani nunca explicó demasiado bien cómo se llega de un punto a otro. Tampoco comentó mucho que la reducción del delito en Nueva York se logró en momentos de importante crecimiento económico en los Estados Unidos.

Aquí hay una cosa a tener en cuenta: más que «vaga» la derecha argentina es ignorante. Apenas atina a consumir lo que difunden las usinas de derecha en el flujo de información internacional. Ergo: el modelo de seguridad en Estados Unidos es Giuliani.

Bueno, toda esta introducción para presentarles al alcalde demócrata de Newark (New Jersey), Cory A. Booker, 40 años y muchas cosas para destacar.  Newark, cerca de Nueva York, es una ciudad con más del 90 por ciento de población negra o latina. Estaban en la lona total, llenos de pandillas, droga, pibes que no tienen nada que hacer, ex presos que vuelven a la casa para volver a robar. En dos años, el intendente este bajó los asesinatos 36%, los tiroteos más de 40% las violaciones 30% y el robo de autos 26%.

Booker se consiguió un ex jefe de narcóticos de Nueva York para liderar la Policía. No se anduvo con chiquitas, es cierto. Y aumentó a lo loco la cantidad de efectivos. OK. Pero como pueden ver en esta entrevista, se la pasa cinco segundos hablando del funcionamiento de su fuerza de seguridad y se extiende un tiempo largo diciendo que se necesita una fuerte presencia del Estado en el ámbito social para que baje la inseguridad: programas de empleo para los presos que vuelven a sus casas, fortalecimiento del sistema educativo, involucramiento de la sociedad en distintos ámbitos.

Lo mismo ocurre en su primer spot de campaña de cara a su reelección: sí, puso más policía. Pero también montones de cámaras de seguridad. Como hacía aquí el RENAR implementó un programa para dar dinero a cambio de armas, sin preguntar de dónde vienen. Inauguró parques, escuelas, pagó becas.

Sobre la gestión de Booker puede verse este documental en cinco episodios producido por el actor Forest Whitaker (yo, la verdad, lo veo y pienso en cómo sería un proyecto similar para un intendente del conurbano ¿Cómo sería?).

Ahí se ve cómo el tipo inaugura la primera secundaria en diez años, sale a vender la ciudad a inversores para que pongan guita, inaugura programas deportivos para pibes, labura con las iglesias, promueve el testimonio de jóvenes que dejan las pandillas para meterse en una vida con cierto futuro, desarrolla concursos literarios para los «African American», espectáculos artísticos gratuitos para chicos, promoción del orgullo de pertenecer al barrio, involucramiento de la sociedad.

Laburo, mucho laburo. En marzo se logró el primer mes en 40 años sin asesinatos en Newark. Este muchacho, además de pensar y promover todo este esquema de Seguridad + Involucramiento + Contención social ha llegado a patrullar las calles hasta las 4 de la mañana.

Como puede verse con claridad, la gestión de Booker es en muchos aspectos impracticable en la Argentina por la propia realidad de cada lugar. Pero lo que es claro es que tenemos un funcionario que se enfrentó a un problemón en materia de seguridad y, en lugar de tirar la pelota afuera o inventarse un discurso fácil de represión se puso a trabajar de verdad.
¿La derecha argentina es vaga? Insisto en que es más bien provinciana e ignorante. Ah, y sobre todo, de derecha. Cree que hacer política es siempre ir contra el más débil y no al revés.

Autor de la foto.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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48 comentarios en «¿Me entiende?»

  1. Muy bueno Escriba. Creo que a la derecha (no solo a la argentina) le gusta «limpiar», en todas las acepciones, desde las más loables e inocentes, hasta las más truculentas. Es cierto que la derecha argentina es ignorante, en el sentido de simplista y «copiona», para cualquier cosa casi no suele tener otro argumento que: «es lo que se hace en los paises serios». En cuanto a lo de vagos, ya depende más de cada personaje, es probable que Macri lo sea comparado con Anibal Fernandez. En ese sentido el kirchnerismo logró algo importante; la crítica por vagos era muy habitual contra la izquierda argentina, al kircherismo le dicen de todo, pero vagos no les dice nadie.

      1. En los 90 tampoco les alcanzaba el día para robar a los de la derecha, encima se veía venir el día del juicio desde el 98 en adelante, cuando pasamos de estar mal a estar peor. Entonces si los Kirchner «Roban» y encima tenemos crecimiento económico constante, desocupación en baja, y algunos varios temas sociales en visperas de resolución, hay que reconocer que son los ladrones más laburadores que haya visto jamás…

  2. Creo que la derecha que Macri representa tiene una doble maldición: es reaccionaria y sufre de pereza mental.

    La pereza les impide profundizar alguna idea más allá de los slogans, que a fuerza de repetir terminan por creer, y los hace impermeables a cualquier discurso medianamente articulado. Como reaccionarios, se rodean de matones como Palacios o cavernícoles como Posse o Rodriguez Felder, que les ofrecen certezas bien envueltas para amueblar el vacío existencial de sus propuestas. La del inoxidable Rudy Giuliani es una de esas.

  3. Debo confesar con bastante culpa, que soy de clase media.
    O sea, quisiera transitar por calles que no estén cortadas por diversas manifestaciones. También quisiera que no haya puentes internacionales cortados, pero como yo no uso ese puente (Brecht dixit) no me importó…

    Y no quisiera que algún trapito me rompa el auto si no le pago su digna tarifa por anticipado.
    Pero, como soy levemente de izquierda, llevo muchas monedas para repartir en cada semáforo. Mi parabrisas luce impoluto todos los días.

    En resumen, decididamente no soy de derecha, y mucho menos macrista, digo que todo esto es un tema social que nos compete a todos, me tomo un «Nervocalm», como decía Quino, y transito feliz (o maso).

    Bueno, también leí que hay menos asesinatos en ocasión de robo que suicidios y crímenes dentro de la familia o amigos. Tengo aquí dos consuelos: por un lado nunca se me pasó por la mente suicidarme (aún). Y para mejor, me parece que mi mujer no anda armada ni con pistola ni con cuchillos, así que en cierto modo la probabilidad de que ella me asesine es relativamente baja, aunque a veces se enoja.

    Me gustaría tener la misma seguridad cuando voy de noche por la calle, pero eso es demasiado pedir. De todos modos no soy demasiado paranoico. Eso sí: ando medio preocupado por mis hijos y nietos.
    Probablemente en el otoño de mi vida me vuelva religioso, y rece por ellos.

    1. Hay ahí un supuesto erróneo: quienes cortan rutas no son de clase media. A esta altura ya está bastante claro que es falso. En particular, los puentes son cortados por personas de clase media. Ahí banco a la derecha, yo. A esos tipos habría que haberlos sacado a tiros hace rato.

      1. Justamente: los cortes de rutas y puentes se han «democratizado». Podemos ver a todas las clases sociales incumpliendo la Ley.

      2. Estemmm… No soy de Buenos Aires, pero veo que hay una desconfiansa grande cuando ven a algún porteño mal vestido que llega a cada ciudad o pueblo del interior… ¿será por la fama?

    2. que lo de llevar monedas signifique «ser levemente de izquierda» me deja sin palabras…

      todo parece escrito por el niño maurizio.

      1. Ay, Tapones!
        Veo que no pude transmitir la ironía que me propuse…
        O tal vez hay poco sentido del humor por estos laresM
        Saludos

  4. Este párrafo:

    «El supuesto básico -como tal no debe ser probado con argumentos racionales, más bien se debe creer en él- es que es deseable atacar los crímenes “menores” porque ellos están en la base de los crímenes “mayores”. De acuerdo esta excéntrica noción, si se evita que algún vándalo rompa el vidrio de un edificio de departamentos, ello redundará en última instancia en la reducción de los índices delictivos para las figuras legales más graves.»

    Me recordó una exposición de un especialista en estos temas, el Dr Aparicio (que pueden escuchar acá: http://tirandoalmedio.blogspot.com/2009/03/el-dia-que-se-freno-el-robo-de.html)

    El tipo explica con suma claridad la teoría de la escalera. Resulta que cuando al ladrón principiante le sacás la posibilidad el robo o hurto menor, el más simple, el chabón no abandona la senda del delito sino que pasa automáticamente y sin experiencia previa a una fase superior, a enfrascarse en delitos más complejos para los que «no está debidamente preparado» y ahí es donde sobrevienen las grandes cagadas.
    Es interesante.

    1. Entonces rompér un vidrio no es del todo malo? Viste que mi vieja me pegó un cachetazo sin razón aparente? Ahora sería James Bond robando un chip en Japon.

      Ahora, saliendo de la joda, lo de Aparicio es una grandícima verdad.

    1. Bueno, ya que sacaste el tema, lo de «provinciana», dicho en un tono peyorativo, es lo único que no me gustó del post. ¿Es malo ser «provinciano»? Entiendo que no es la intención de Escriba ser despectivo con los provincianos, que es metafórico, etc, pero a veces es bueno revisar determinadas expresiones, que en muchos oidos pueden no sonar del todo felices.

      1. Lo de provinciano me hizo acordar a mi primo, que es porteño, que cuando lo fui a visitar una vez me explicaba hasta las cosas más pelotudas de la calle de todos los días. Terminé mandandolo a donde no alumbra el sol y aún el día de hoy mucho ya no le hablo por el enojo.

  5. Creo que como ocurre a menudo hay varios crimenes en simultaneo, y dependiendo de nuestro juicio sobre cada uno, comenzamos reprimiendo uno u otro.
    Un negro en alabama 1950 escapa malherido de una banda del KKK, se roba la bicicleta de un pobre nino pelirojo, la mancha con sangre y la revienta contra un arbol abandonandola lejos. Hay varios delitos. Podriamos comenzar con bajar el robo de bicicletas, casi tan frecuente como los linchamientos, lo que sin duda seria una gran noticia para los vecinos -aun para quienes se horrorizan con las acciones del KKK- y luego, ya con los efectivos policiales mas libres, porque se acabaron los chorros de bicis que los distraian, dedicarse a full a acabar con el KKK. Podriamos decir «Los del KKK preparense! Cuando Macri acabe con los negros, va por ustedes!»
    A Macri le preocupa la usurpacion del espacio publico. Comienza con la que hacen los trapitos y la amenaza psicologica a la que someten a los vecinos. Pero cuando acabe con los trapitos, nadie duda que se va a ocupar de los lavaderos de autos (como La Barrera de la calle Fitzroy) que se roban de la manana a la noche una segunda fila de la calzada para estacionar ahi los autos ultimo modelo que esperan. Y tampoco nadie duda que Macri se va a ocupar de los matones que hay en la puerta de los canales (hay uno en fitz roy) que si estacionas delante (donde ponen unos conitos no reglamentarios para reservar para sus ejecutivos espacios que son de todos) ellos se ocupan de sacarte otra que con un trapito . Y una vez que acabe con los trapitos, Macri se va a dedicar a combatir a los adolescentes y adultos de palermo que compran DVD truchos en las mas de 10 esquinas con mesas y cajas, porque sabe que un pibe que comete un delito menor hoy, es el asesino de manana. Por suerte hay tanto trapito y negro robabici, que para cuando llegue al DVD todos nuestros chicos ya tendran su videoteca completa.
    KluKluxKlan watchout! Aca viene Macri sobre los tanques del general Alais!

    1. Es simplemente una eficiente utilización de los recursos de la Ciudad: es más fácil golpear trapitos que logar que las calzadas de America puedan ser utilizadas por quienes no son gerentes del canal.

  6. Perdón por tirarla al lateral, pero a mi me recuerda a Bush…mejor buscarse un enemigo al que Claramente pueda vencer, sobre todo cuando no haces una bien…

    1. eeeemmm…¿Bush venció a algún enemigo? digo, si decís de la guerra de Irak o Afghanistán, todavía no fueron vencidos…
      O son otros enemigos…. o entendí re mal.

  7. Si hace falta, aclaro.
    Soy «provinciano» en sentido estricto (leí muchos Manual del Alumno Bonaerense).
    Utilizo la palabra para graficar su subordinación ideológica a ciertos promotores de ideas desde el Norte, en este caso. El macrismo QUIERE ser un satélite de ellos.
    Saludos

  8. Mas alla de que algunas ideas le gusten mas o menos, creo que Macri no actua para ser un satelite de EEUU sino que se apoya en una porcion importante de la comunidad que comparte cierta agenda y vision venida del norte. Pero no es Macri que impone nada (no tiene el talento para hacerlo), sino que responde a algo que ya esta impuesto. Aunque como todo representante, tiene cierta discrecion entre la voluntad de quienes lo apoyan y su voluntad, pero no puede traicionar sin arriesgar y mucho. (sobre esto sugiero leer el post de weinsteiner http://artepolitica.com/comunidad/contrato-de-lectura-en-tiempos-de-guerra).

    Mal que nos pese, con lo de los trapitos, el grupo de choque, fino palacios, la pistola electrica y demas, Macri podra haber perdido el renombrado 60% pero no fue relegado al ostracismo. Sigue habiendo una importante minoria que apoya esas medidas. Es una vision que esta alrededor nuestro y que cualquiera que venga despues de Macri tendra la tentacion apoyarse en ella pegandole a algun mendigo.%Pr

  9. Bosnio: Mi hipótesis es que no hay gente de derecha que come niños de desayuno en capital (Hay, claro, pero no es ese el punto). Lo que falta alguien que le muestre que Macri no es sólo un infradotado sino también un inútil. Que se gobierna mucho mejor con una política de seguridad al estilo del Acuerdo por una Seguridad Democrática. Que no es retórica. Sino que es mucho más efectiva una política de ese tipo.
    Saludos

    1. Si es como la tapa de Barcelona después de la elección de Macri como jefe de gobierno: «el electorado porteño decidió darse un gobierno de Garcas Pelotudos». Es la mejor síntesis que hay sobre el macrismo.

  10. Se imaginan a Mauricio patrullando las calles de Buenos Aires a las 4 de la mañana? Es imposible, lo cuál no quita que lo hayan votado cerca del 60% en la elección de 2007, frenta a una pareja indigerible para el electorado porteño Filmus- Heller, se acuerdan?

    1. Dos puntos:

      Creo que lo «indigerible» fueron las formas y el manoseo que utilizò NK desde su pùlpito creyèndose ganador y dejàndonos este regalito a los pòrteños. Para refrendar lo dicho basta ubicarse en el 2009 y ver como se le cayeron los nùmeros al señorito Maurizio.

      Por otro lado pienso, -teniendo en cuenta que quienes participamos en este sitio aùn con tendencias anti K o crìticas no se cuentan adhesiones al personaje en cuestiòn – si realmente hace falta semejante desarrollo y exposiciòn de su historial y sus defectos, en los que todos coincidimos, o si de una vez por todas se reclama al oficialismo las medidas tendientes a mejorar las situaciones que se describen dentro de un marco progresista, no represivo por supuesto.
      En dos palabras: a Macri y los suyos ya los conocemos. Mejor exponer propuestas si se tienen, o reclamarlas, salvo que se elija la metodologìa Indec y se niegue este aspecto de nuestra realidad.

      1. Escriba:
        El documento del link es un catálogo de buenas intenciones.
        Y es políticamente correcto: «…alcanzar un amplio acuerdo político y social… para diseñar políticas…»
        O sea: sarasa.
        Mientras tanto nadie habla de ponerle el cascabel al gato: la complicidad de policía, jueces y gobernantes con las complejas tramas del delito.
        De eso no se habla. Mejor hablar de las pistolitas eléctricas del niño Mauricio.

  11. Esriba, no creo que la derecha coma chicos. Pero si creo que una amplia minoria de la capital ve con buenos ojos dedicarse al problema de los trapitos, al problema piquetero, al de las capuchas, los usurpadores de vivienda, etc… aun antes para ellos una alternativa de vida digna. Seguramente estan de acuerdo en el objetivo de una vida digna para todos, solo que no acuerdan que esto sea un paso previo a reprimir. Va a ser facil demostrar que Macri es un inutil, mas dificil es demostrar que el camino de reprimir al eslabon mas vulnerable sea un camino equivocado. En algun punto, desde mi opinion, es mejor Macri que por inutil se ve limitado que alguien que responda mas eficazmente a esa demanda (De Narvaez?)

      1. ¿Qué sarasa? Un acuerdo que firman desde el kirchnerismo, a Sabbatella, a León Arslanian, a Felipe Solá, a sectores del radicalismo ¿Qué sarasa?
        Explicate. Quedás solito con De Narváez y los fachos, David.
        Saludos

      2. Ya lo dije: desnudar la complicidad con el delito en todos los niveles institucionales. Si ahora eso es facho, estamos en el horno.

  12. Nunca se degrada más este foro que cuando se dedica a pegarle a Macri. Porque le pega por tonterías, y encima, le pega mal.
    Escriba supone que Macri tiene que tener la agenda del CELS, pero si el CELS va a elecciones ya no lo votan ni los cada vez más escasos lectores de Página 12.
    El jefe de gobierno de Buenos Aires no está para hacer la revolución de Puerto Madero (como el Kirchnerismo), sino para ocuparse del alumbrado, barrido y limpieza. Por qué le pedís otra cosa?

    1. Creo que a Macri se lo critica justamente por sus acciones, y omisiones en el alumbrado barrido y limpieza. (Retomo tu forma sintetica, porque incluye salud, educacion, gestion publica, etc). Las criticas se le hacen en el mismo ring donde el prefiere dar la pelea. Inundaciones, pistola electrica, trapitos, fino palacios. Son todas cosas sobre las que tiene gestion directa, tiene firma.
      Aunque para mi un intendente es mucho mas. Es alguien que va a actuar en la politica general, va a intervenir en el damero nacional, va a instalar ideas, prioridades y soluciones. Es un actor politico mas alla de lo que gestione. Y es ahi donde Macri presenta su peor faceta, para mi, y es el rol mas importante de un intendente. (Sino caemos en votar a Rico porque barre bien).
      Pero repito, a Macri le estan pegando porque barre mal.

    2. Si la constitución del 94 fijó la autonomía de la Ciudad el jefe de gobierno es bastante más que ABL. Lo que podemos discutir es si la Capital Federal necesita algo más que eso. Por si no quedó claro: me parece una locura la «autonomía» porteña (parecía superado después de Pavón no?) Ojo, yo nací, crecí y vivo en Capital.

  13. ¿Y te parece que eso no está incluido en los puntos? ¿Qué discutimos? (¿A quién votaste en las últimas elecciones? Es un análsis estadístico nomás)

  14. Yo sinceramente creo que Macri ni siquiera se pone a hacer de cuenta que ofrece una política (conjunto coherente de medidas) contra el problema de la inseguridad. El tipo sabe que es una preocupación «ciudadana», y simplemente ofrece una mercadería que es inmensamente fácil de vender: racismo. Que el racismo implica ignorancia y pereza intelectual, no es descubrimiento reciente.
    Nuestro racismo es tradicionalmente un rasgo típico de clase. Macri se para en una vereda conocida, y hace gestos habituales.
    No me parece que nadie, sensato o no, crea que las medidas propuestas -el antitrapitismo- favorezcan a la seguridad, de todos o algunos; están pensadas para agradar desde una pasión innoble y arraigada: el racismo argentino. Ni siquiera están pensadas para ser ejecutadas: basta agitar la bandera.

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