El asiento de atrás

(publicado como contratapa del diario Crítica de la Argentina)

Había una vez una humilde modista negra llamada Rosa Parks. Era negra en una época y un lugar en el que ser negro era difícil. Nació en 1913, en Montgomery, Alabama, uno de los estados más racistas de ese sur de los Estados Unidos que fue a la guerra contra la abolición de la esclavitud.

En Alabama, la ley reglamentaba cómo debía sentarse la gente en el colectivo: los blancos, adelante; los negros, atrás. Estaba prohibido que personas “de distinto color” se sentaran juntos y si un blanco pedía el asiento, todos los negros de la fila debían levantarse y buscar lugar en la parte trasera. Calladitos y sin discutir.

Rosa Parks discutió. Dijo que no, que no, que no. El chofer, James Blake, ya la conocía: la había bajado a empujones doce años atrás. Pero era diciembre de 1955, Rosa Parks ya llevaba 42 años siendo negra y estaba cansada de maltrato. Tres hombres negros dejaron sus lugares; Rosa Parks no.

–Voy a pedir que te arresten –dijo Blake.

–Podrías hacerlo –respondió ella, sin imaginarse que esas cuatro palabras (en inglés, “You may do that”) pasarían a la historia.

Rosa Parks terminó presa y condenada a pagar una multa de 14 dólares. Martin Luther King, hasta entonces un desconocido pastor bautista de Montgomery, organizó un boicot contra el transporte público que duró 382 días. Los negros resolvieron caminar. Aunque debieran recorrer kilómetros a pie, no se sentarían más en la parte de atrás. Finalmente, la Corte Suprema declaró inconstitucional la ley de los asientos y esa victoria dio lugar a otras batallas contra la segregación racial en Estados Unidos.

Hoy, el presidente de ese país es un negro que a mediados del siglo pasado habría tenido que ceder su asiento. Cuando Obama, que hoy es abogado, tenía apenas un año, el estudiante negro James Meredith intentó matricularse en la Universidad de Misisipi y hubo violentas manifestaciones racistas para impedírselo. El presidente JFK tuvo que mandar 3 mil soldados y 400 agentes federales para protegerlo. Hasta que un fallo de la Corte lo prohibió en 1954, por la demanda de un padre negro de Kansas que no aceptaba como única opción para su hijo las “escuelas para negros”, varios estados autorizaban la segregación racial en colegios y universidades.

Con todos esos cambios tuvo que ver esa señora que dijo que no. Por eso, cuando me piden que explique la diferencia entre la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo y la alternativa que algunos políticos nos ofrecen, la “unión civil”, siempre empiezo contando la historia de Rosa Parks.

Antes de que pusiéramos el debate sobre el matrimonio en la agenda pública, algunos de esos políticos se opusieron a la ley porteña que, pese a la importancia cultural que tuvo, no nos da derecho a casi nada. Pero ahora dicen que aceptarían reconocernos derechos con la condición de no usar la palabra “matrimonio”. Pasó lo mismo en España: el PP rechazó por años la unión civil y, cuando vieron que se venía el matrimonio, salieron a ofrecerla como grandes demócratas.

A Rosa Parks no la obligaban a viajar parada. Atrás había asientos igual de cómodos. Donde hubo bares y restaurantes “sólo para blancos”, había otros para negros. Nadie les negaba el derecho a almorzar o tomar un café, pero no acá. Imaginemos que una ley dijera que los negros no se pueden casar, porque el matrimonio “es para blancos”, y les ofrecieran una “ley de uniones negras”. ¿Ponerle otro nombre a sus matrimonios sería trivial?

La discusión sólo tiene sentido si entendemos lo que está entre líneas: “Hay que dejar en claro de algún modo que ustedes son diferentes”. Nos están diciendo que aceptarán (¡al fin!) nuestro derecho a viajar sentados. Que aceptarán que tengamos algunos derechos materiales que hoy nos niegan (herencia, obra social, pensiones), pero que nunca permitirán que a nuestras familias se les reconozca simbólicamente el mismo valor. Nuestra capacidad de amar y de construir un proyecto de vida junto a otro ser humano no merece para ellos el mismo nombre porque no creen que valga lo mismo. Que nosotros valgamos lo mismo. Y quieren que esa diferencia siga plasmada en la ley, para que las futuras generaciones lo sepan.

Decir que queremos los mismos derechos con los mismos nombres significa, entonces, decir que no aceptaremos que nos manden al asiento de atrás.

Acerca de bruno.bimbi

Bruno Bimbi nació en Buenos Aires en 1978. Es periodista, profesor de portugués y estudiante de la maestría en Letras en la Pontifícia Universidade Católica do Rio de Janeiro. Trabajó en los diarios Página/12 y Crítica de la Argentina; en este último realizó durante dos años la sección “El Placard”, dedicada a la diversidad sexual. También colaboró con Tiempo Argentino y las revistas Imperio G, Veintitrés y Newsweek Argentina, entre otros medios. Es activista de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans, de la que fue secretario de Prensa y Relaciones Institucionales. Escribió junto a dos abogados el texto de los recursos de amparo por los que varias parejas del mismo sexo consiguieron casarse por fallos judiciales y otras dos llegaron a la Corte Suprema de Justicia y fue uno de los responsables de la estrategia que llevó a la conquista del matrimonio igualitario en la Argentina.

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27 comentarios en «El asiento de atrás»

  1. Bruno, debo decirte que al principio tu post me desagradó, eso de ejemplificar con una historia foránea, propia de los power point que andan dando vueltas y que terminan diciendo » que tengas una buen día», me iba desilusionando. Pero luego, creo que , y ésto no es poca cosa, revertí la situación. Verás, somos muy necios a veces, muy cerrados, muy cuadrados y nos creemos progresistas , open mind . Pero atendemos sólo a nuestro juego. Bien por traernos el tuyo, barajemos otras cartas, escuchemos otras realidades que vayan más allá de la mesa de enlace y el culo de la Carrió.
    Por supuesto,estamos de acuerdo: nunca en el asiento de atrás.

  2. perdon bruno…no entiendo…

    vivmos en el «paraiso» de los «bien pensantes» progresistas argentinos desde hace mas de 6 años…y todavia no hay matrimonio (con todas la de la ley) para personas del mismo sexo???…

    pero no te preocupes…tampoco hay ley de aborto,ni reforma impositiva,ni reforma electoral…etc…

    asi q como veras…no sos el unico desepcionado…

    por otro lado,me parece perfecto q pongas el ejemplo de rosa parks…en un mundo donde el individuo cree q le es imposible cambiar nada…rosa parks nos demostro q a veces…una accion individual «ES LA MEDIDA DE TODAS LAS COSAS»…

    en fin…saludos

    1. Te faltó decir : y mi papá tiene la escopa más grande…además hablás de los logros que no se consiguieron, como si fueran parte de tus ideales; lo cierto,amiguito, que tus argumentos se tornan bastante infantiles: esto es una democracia, las leyes van al congreso.Al congreso, se dabate, si? Si para sacar la 125 se armó la que se armó, te imaginás si sacan por decrto la del aborto? la cuelgan a Cristina de la Catedral. Lo tuyo no es pura ingenuidad, no?

      1. la ley de despenalización del aborto está cajoneada desde mayo 2007 – ver <a href=»http://www.derechoalaborto.org.ar/legis.htm

        y jamás va a salir por decreto porque CFK ha expresado varias veces estar en contra, así que no corre ningún riesgo

      2. …y vos q sabes cuales son mis ideales???

        si no te da para rebatir mis argumentos…no «proyectes» bombon…tratando de descalificarme…

        haaaaa te aclaro algo…hace un par de años cuando en pcia se enfrentaron fernandez meijide y chiche duhalde…la esposa del cabezon utilizo el termino «abortista» para descalificar a su oponente…

        adivina quienes apoyaban a chiche en esa epoca???…si adivinaste,los mismos barones del conurbano q los apoyaron a ustedes en las ultimas elecciones…

        te queda claro por q nunca plantearon una ley de aborto ahora???

        asi q no te me escudes debajo de la 125 para justicarlo todo…

        por q durante minimo 3 años tubieron todo el poder y quorum en ambas camara y se les «paso»…y peor aun,una ley de aborto consensuada y llevada al congreso hubiese contado con el apoyo de una buena porcion de radicales y de todo el expectro izquierdista…

        pero a cuantos compañeros de la derecha peronista hubiesen arreado???…q son MAYORIA en el peronismmo…no se si te enteraste…o q te crees q hacian la mayoria de ellos en los 90′???

        quien esta haciendo el papel de INGENUA ahora???????

        en fin…

        P.D: yo no opino de tus ideales por q no tengo el placer de conocerte…asi q tene la deferencia de no opinar sobre los mios por q tampoco me conoces…

      3. realmente off topic. Para Gabriela.
        1. la despenalización del aborto no puede salir por decreto. Como implica derogar articulos del código penal, lo tiene que hacer el Congreso.
        2. CFK tiene, como todos derecho a su propia opinión. Ella, como decis, no está a favor del aborto. Pero no dijo que vetaría la ley.
        3. No necesitamos una ley que despenalice el aborto. Necesitamos que la actual legislación se cumpla. Que cuando tengas una mujer que necesite abortar por problemas de salud, pueda hacerlo sin que se transforme en una causa nacional. Idem para los otros casos de no punibilidad.

      4. Leandro: No conozco tus «ideales», creo que tampoco me interesa.
        Me he encontrado con tus comentarios una y otra vez en diferentes posteos, aca y en otros blogs; largos, tediosos, siempre en contra, sin argumentos, con chicanas berretas, en fin.. Me parece que sos un salame.
        Pero, para peor, sos un salame verborragico! Escribis muuucho cada vez. Y mal!! Al pedo, pero mucho y mal.
        Por que no te abris un blog? Asi no lo visito, pero al menos das curso a tu incontinencia verbal-grafica, y te dejas de interrumpir discuciones que sí tratan de pensar politica.
        Copate, dale?

        Ahora que pienso: Nunca lei nada tuyo «a favor de».
        Que pensas? A quien votas/votaste o votarias? No quisiera «encasillarte», solamente saber desde donde hablas y hacia adonde apuntas. Que propuestas bancarias?

      5. Sebastián te equivocas en una cosa, Leandro no es que parece salame, lo es es en toda su extensión, pero a veces la salamera de Leandro lo excede y contagia.

  3. En primer lugar, qué bueno que se haya armado debate. Lo peor que puede pasar con estos temas es que pasen desapercibidos y nadie se haga cargo. Es bueno que discutamos.
    Quería aportar algunas ideas con relación a los comentarios que leí hasta ahora.
    En primer lugar, es verdad que las leyes van al Congreso. Nadie está pidiendo que Cristina saque el matrimonio gay por decreto. Ya bastante tenemos conque se viole la Constitución y todos los tratados internacionales de derechos humanos al negarnos ese derecho como para encima reclamar que, para terminar con esa ilegalidad, se cometa otra. Por eso, presentamos en la Cámara de Diputados un proyecto de ley para reformar el Código Civil y terminar con los obstáculos legales que impiden a las parejas de gays y lesbianas ejercer el derecho a contraer matrimonio civil. El proyecto, en su versión más reciente, lleva el número de expediente 1737-D-2009. Y digo en su versión más reciente porque es la tercera vez que se presenta y las dos veces anteriores cumplió sus dos añitos y pasó a archivo sin que los señores diputados y las señoras diputadas se dignaran siquiera a tratarlo en las comisiones a las que había sido enviado.
    Le tienen miedo al debate porque saben que si abren las comisiones nos tienen que invitar a exponer y saben que tenemos argumentos sólidos y que todo el palabrerío clerical se desmorona. Y eso sale en televisión. Y saben que hay encuestas, que guardan bajo siete llaves, que dicen que el 66% de la población está de acuerdo. Y saben que los titulares de cátedra de derecho constitucional de varias universidades, algunos decanos y tratadistas, irán al Congreso a exponer y explicar que es inconstitucional impedirnos que nos casemos. Y saben que llevaremos a parejas, a viudos y viudas, a hijos e hijas, a familiares, para que cuenten todo lo que significa, las consecuencias que tiene no tener los mismos derechos. Saben que estudiamos los debates del Congreso de España, que nos conocemos de memoria los fallos judiciales de las cortes de Sudáfrica, de Ontario, de Columbia Británica, de Conecticutt, de Massachussetts, de Iowa, de California. Saben que vamos a llevar hasta a curas que irán a decir que no están de acuerdo con Benedicto y su discurso de odio. Y saben que no podrán frenar el debate una vez que lo abran.
    Y tienen mucho cagazo porque, como buenos progres, son cagones.
    Pero no hay excusas.
    ¿La 125? Casi toda la comisión directiva de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans estuvo en la plaza en todas las movilizaciones a favor de la 125 y en contra de los oligolpistas. Me incluyo. Que no me corran con la 125. Y es mentira que si por la 125 se armó la que se armó, por esto se armaría más. Es mentira. Acá no hay intereses económicos en juego. Además, si contamos los votos: la mayoría de la Coalición Cívica está a favor del proyecto, el Partido Socialista está a favor, muchos/as legisladores/as radicales están a favor, varios partidos del interior también, los bloques independientes de centroizquierda (SI, Pino Solanas, Bonasso, etc) están a favor. Y buena parte del bloque K dice por lo bajo que también. Sólo se oponen el PRO, Fuerza Republicana, la UCEDE, el partido de Patti, el Movimiento Popular Neuquino y algún otro partido derechoso procesista del interior. ¿Entonces, por qué no se trata la ley?
    Porque el kirchnerismo tiene miedo. ¿Miedo a qué? A la iglesia católica. Un miedo sobredimensionado, incomprensible. De cagones. No se animan ni a ponerlo en el orden del día de las comisiones.
    Y no me vengan a correr con el discurso. Yo voté a Cristina presidenta. Me dio mucha bronca que gane De Narváez en las últimas elecciones. Pero la única verdad es la realidad, diría un tal Juan Domingo, y la realidad es que son unos cagones.
    La derecha se hace cargo de su agenda. El Pro dice sobre este tema lo mismo que el PP español, lo mismo que los republicanos en Estados Unidos, lo mismo que la UDI en Chile, que los Blancos y Colorados en Uruguay, que Berlusconi en Italia, etc. Si este gobierno quiere ser la contracara de ese bloque ideológico, se tiene que hacer cargo de la agenda que le corresponde.
    Lo digo con bronca porque yo, pese a todo, banco a este gobierno. Criticándole un montón de cosas, no sólo esto. Pero el 28 de junio me fui a dormir hecho pelota. Porque creo que hay una oportunidad abierta. Y espero que (en este tema y en otros) estos tipos se den cuenta de la responsabilidad que les cabe para no desperdiciarla.

  4. Por eso, más allá de estar a favor o en contra del gobierno, creo que este tema hay que plantearo con independencia del gobierno de turno, y para eso hay que juntar a mucha gente y fórmar un órgano de presión articulado que presione SIN compromisos con el actual gobierno, negociando y golpeándo cuando hace falta, sin condicionamientos.
    Es difícil, pero es condición necesaria. Y la FALGBT, aunque bien encaminada, todavía no se transforma en eso.
    ¿Cuántas militantes pro abortistas laburan para el gobierno y se callaron la boca con las declaraciones de la presidente? ¿Cuánta/os activistas LGBT no dijeron nada cuando CFK dijo que no se trataba de «introducir nuevas formas de familia» justo cuando se avanzaba un casillero con la pensión por viudez a parejas del mismo sexo?
    Claro, no se podía salir a atacar cuando el goboerno concedía. PEro esa aclaración fue claramente en contra y alguien tendría que haber salido a contestar. Y no son ataques personales: únicamente digo que tiene que haber un órgano independiente que salga a pegar fuerte, a movilizar.
    No se puede confiar para siempre en la voluntad política de turno. La voluntad somos nosotros, si dicen que no, tienen que pagar el precio, basta de mirarla pasar y de rogar por favor. Y para presionar hay que organizarse.
    Viejo, si D´Elía cortó calles por mucho menos! Los proyectos, las leyes, el diálogo, todo eso está bien. Pero algún otro quilombo hay que armar. LA cada vez mayor presencia mediática es un paso adelante.
    Felicitaciones Bruno.

  5. WW, estoy de acuerdo con tu criterio, absolutamente. No creo, sin embargo, que el diagnóstico sobre la Federación sea del todo cierto. En la Federación hay mucha gente que se identifica con el gobierno, inclusive algunos que trabajan en el Estado, pero hay también otros que militan en la oposición. El tesorero de la Federación (y uno de nuestros mejores cuadros políticos, sin dudas) es secretario de bloque del Partido Socialista en la Cámara de Diputados. El grupo LGBT de la Coalición Cívica forma parte orgánicamente de la Federación, del mismo modo que el grupo LGBT del Partido Socialista y el del Movimiento Humanista. También hay compañeros de otras fuerzas políticas. Alex Freyre, otro de nuestros mejores cuadros, fue candidato a diputado porteño en la lista de Roy Cortina. La Federación es un espacio muy amplio en ese sentido.
    Por mi parte, siendo uno de los cuadros más oficialistas de la Federación, te cuento algo. Cuando Cristina hizo esas declaraciones estúpidas a las que te referís con respecto a las nuevas familias, escribí y firmé una columna de opinión en Crítica cuestionándola e hice declaraciones muy duras contra ella en la revista Noticias, entrevistado por Daniel Seifert. No recuerdo si en ese momento aún era jefe de prensa de la Federación, pero seguro aún estaba en la comisión directiva. Y hace poco escribí una contratapa muy dura por el tema de la ley de identidad de género en el diario («Los que se acordaron de María»), que terminaba diciendo que los diputados K eran unos «cagones».
    En fin, por mi parte, te puedo decir que he elogiado al gobierno cuando creí que lo merecía (por ejemplo, cuando Aníbal Fernández formalmente solicitó desde el ministerio a todos los gobernadores la derogación de los códigos discriminatorios. Y le he dado con un caño cuando se lo merecían, como lo hago en el post de más arriba.
    Creo que si uno milita en una organización que debe reclamarle al Estado, no puede perder su independencia política, por más afinidades que pueda tener.

  6. Estoy totalmente de acuerdo con el argumento de fondo. Ahora, yo diría, agarren la unión civil, aseguren esos derechos, y al día siguiente salgan a la calle para pedir el matrimonio full.

    1. Yo estoy a favor de ir por todo, pero concuerdo con vos. La estrategia no puede ser todo o nada. Hay que agarrar lo que venga, probablemente, si hay una presión fuerte por el tema del matrimonio, algunos moderados de las provincias se animen a votar a favor de la unión civil. LA iglesia también compra eso porque quiere que no se desborde por el tema del matrimonio, así que es más fácil que salga. Lamentablemente, en ninguno de los poaíses en los que salió la leyde matrimonio se saltearon el paso de la unión civil. Igual, por supuesto, primero hay que ir por todo.

      Ahora, yendo un poco a los matices de la discusión: Este tema, de modificarse, compete a la ciudadanía entera, porque atañe a la inmiscusión del estado en el reconocimiento de prácticas sexuales de TODA la población. Una vez más, una fracción de la ciudanía, que en los papeles y en los hechosse constata de segunda naturaleza, subraya la naturaleza de la ley, en lo que ésta excluye muestra su faz oculta. «Yo, estado argentino, reconozco sólamente a parejas de distinto sexo», y «reconozco sólo dos sexos, que son los que proponen la iglesía y la ciencia positivista. Del resto no me hago cargo».

  7. El poner el tema como centro del debate, mostrar lo que está , pero que, como dije en mi primer comentario , está escondido detrás de otros, mucho menos importantes pero más mediáticos, es lo urgente y necesario . Salir a la calle, instalar el tema en los medios. No escuché en los progrmas previos a las elecciones, instalar el tema, ni siquiera nombrarlo; no escuché a Lilita ( claro que no me paso pendiente de la tele o la radio todo el día) ni a Margarita darle manija al tema.Pino se centró en el manejo de los recursos energétos, Argumendo insistió con la educación, y el colorado con la seguridad y el primer empleo. Digo esto, porque si bien apoyan el proyecto, creo en parte lo tienen bastante relegado también, como el gobierno: con la misma precaución hacia la iglesa que los K, no nos engañemos.
    A Leandro, es verdad, no conozco tus ideales, sólo hice una apreciación personal y parece me equivoqué, tus chicanas constantes hacia el gobierno dejan ver esa postura de odio incondicional, pero nunca ideales.Cn respecto a Duhalde y al peronismo y a la sra de Duhalde, te diré que `pertenencen al peronismo disidente, que apoyaron a De Narvaez y que éste gobierno se diferenció de ellos y ellos de nosotros.

  8. Puede ser que sea una buena tàctica aceptar ese mamarracho que es la uniòn civil para luego pedir una legislaciòn antidiscriminatoria, donde la posibilidad de acceder a un matrimonio estè abierta para todo tipo de condiciòn sexual.
    Sería lo mismo que sancionar una obviedad: el matrimonio es una posibilidad que tienen los humanos y no cabe otro requisito màs que la edad o la capacidad de discernir para habilitarlo.

    Pero siguiendo el ejemplo del asiento de atràs, sacudir a esta sociedad con un debate que contenga proyectos que hoy parecen utòpicos, serìa una buena medida educativa para difundir la necesidad de respeto por las diferencias y obligar a que den la cara esos bolsones autoritarios que se visten de corderos, pero a la hora de las definiciones reflejan la esencia de sus conductas regresivas.

    Serìa bueno ver a DE NARVAEZ, MACRI, CARRIO, DUHALDE, REUTEMANN, sus ocasionales y oportunistas cortesanos, opinar sobre las libertades pùblicas en una materia tan concreta como èsta.

  9. WW, no es cierto que «en ninguno de los poaíses en los que salió la leyde matrimonio se saltearon el paso de la unión civil». En España, cuando se aprobó el matrimonio, no había unión civil, salvo en algunas comunidades autónomas y en forma limitada. En Sudáfrica, cuando se aprobó el matrimonio, no había nada. Tampoco en Canadá, salvo en algún estado. En Estados Unidos, algunos estados pasaron de la unión civil al matrimonio y otros fueron directamente al matrimonio, lo mismo pasa en Europa.
    En Argentina, hoy, la unión civil es la propuesta del PRO. Es lo que defiende Gabriela Michetti. Eso ya debería hacernos sospechar algo, ¿no? En España pasó igualito. El PP, como el Pro acá, se opuso siempre a que se aprobara cualquier cosa que tuviera que ver con los derechos de gays y lesbianas, por mínima que fuera. Y cuando vieron que el matrimonio era una posibilidad real, salieron a proponer la ley de unión civil como «mal menor». Para negociar.
    Creo que hoy, hablar de unión civil es un retroceso. Significaría que el parlamento ratificara por una ley nueva, votada ahora, que se establece una diferencia en el reconocimiento de derechos.
    Cuando los gays alquilamos una casa, firmamos un contrato que se llama «de alquiler», no de «vínculo inmobiliario homosexual». Cuando conseguimos un trabajo, firmamos un contrato «de trabajo», no de «parteneriato con la patronal». Cuando nacemos, se confecciona una «partida de nacimiento» y no un «registro de puto recién nacido». Cuando nos casamos, queremos que se llame matrimonio. Establecer un gueto por ley ¡en 2009! me parece una locura.

  10. Una excelente respuesta a este debate está en el fallo de la Corte Constitucional de Sudáfrica, en los casos “60/04 Ministerio de Asuntos Internos de Sudáfrica y Dirección de Asuntos Internos vs. Marie Adriana Fourié y Cecilia Johann Bonthuys” y “10/05 Proyecto de igualdad para gays y lesbianas y otros dieciocho patrocinantes vs. Ministerio de Asuntos Internos de Sudáfrica”. En esos fallos, en diciembre de 2005, los cinco jueces concluyeron que la exclusión de las parejas de personas del mismo sexo de la definición legal de matrimonio era discriminación y emplazaron por doce meses al Congreso para que rectificara la norma. El Congreso acató el fallo y el matrimonio gay es legal en Sudáfrica desde entonces.
    Lo más interesante del fallo está en los fundamentos, que distinguen dos tipos de daños que la legislación discriminatoria sobre matrimonio estaría produciendo: los daños tangibles y los intangibles. Los primeros son los que se podrían solucionar con una ley de unión civil, es decir, reconociendo el derecho a la herencia, la obra social compartida, la adopción conjunta, etc. Pero veamos lo que dicen sobre los daños intangibles.
    Según el juez Sachs, en su voto: “El daño intangible a las parejas de personas del mismo sexo es más severo que las privaciones materiales. Ellos no están autorizados a celebrar su compromiso con el otro jubilosamente en un evento público reconocido por la ley. Están obligados a vivir una vida en estado de vacío legal en el cual sus uniones quedan desmarcadas de las fiestas y de los presentes, de las conmemoraciones, de los aniversarios que celebramos en nuestra cultura. Si tenemos en cuenta la importancia y centralidad que atribuyen nuestras sociedades al matrimonio y sus consecuencias en nuestra cultura, negar este derecho a las parejas de personas del mismo sexo es negarles el derecho a la autodefinición en una forma profunda”.
    En otro párrafo: “Las demandantes no desean privar a nadie de derechos, sólo quieren tener acceso para ellas mismas, sin ninguna limitación, como disfrutan los otros. La exclusión de las parejas de personas del mismo sexo de los beneficios y responsabilidades del matrimonio no es un inconveniente pequeño y tangencial resultante de unos pocas reliquias sobrevivientes de una sociedad prejuiciosa: representa una forma dura de decir indirectamente que las parejas de personas del mismo sexo son intrusas, que de alguna manera son menos que las parejas heterosexuales. Esto refuerza la hiriente noción de que lesbianas y gays deben ser tratados como una rareza biológica, seres humanos fallados o erróneos que no se enmarcan en una sociedad normal y que no clasifican por tanto para recibir el completo reconocimiento y respeto que nuestra Constitución dice asegurar para todos. Esto es una forma de decir que su capacidad de amar, comprometerse y aceptar responsabilidades es, por definición, menos loable de proteger que las de las parejas heterosexuales”.
    Este fallo es una de las fuentes en las que nos basamos para la presentación de los recursos de amparo que están actualmente a consideración de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Un dato: ¿quién los está frenando? El Procurador General, Esteban Righi, que tiene los expedientes cajoneados y no los manda a la Corte para que los jueces puedan fallar.

  11. Bruno Bimbi: los amparos están con el Procurador ahora? eso significa que hubo resoluciones de primera instancia y de cámara de apelaciones? que dicen esas resoluciones? creo recordar que los amparos fueron interpuestos hace menos de dos años, con lo que (si tuvieron que pasar ya por dos instancias) no podrías hablar «todavia» de cajoneo. pareciera que esta Corte Suprema tendría dificultades en no decretar la inconstitucionalidad de la restricción del matrimonio a parejas heterosexuales, no? Aunque si serían muy capaces ellos de demorarse indefinidamente

  12. El primero de los amparos está en la Procuradoría General desde hace un año, dos meses y tres días. Ingresó a la Corte Suprema luego de pasar por las instancias anteriores en febrero del año pasado y fue enviado a la Procuración en mayo. El segundo amparo ingresó hace menos tiempo a la Corte y los otros dos aún están recorriendo el camino previo. El que está cajoneado en la PGN es el primero, presentado por María Rachid y Claudia Castro.
    El fallo de primera instancia, firmado el 22 de junio del año pasado por la jueza María Bacigalupo, en cuyo despacho hay un enorme crucifijo y estampitas de la virgen, rechazó el amparo en pocas páginas, con una argumentación pobre, apelos religiosos que nada tienen que ver con su función de jueza y pésima redacción.
    Entre otras perlitas, la jueza dice que el matrimonio está definido en los tratados internacionales como «la unión de un hombre y una mujer» y aclara «dos géneros unidos por la preposición ‘y’, lo que lógicamente debe ser entendido como referencia al matrimonio heterosexual». Una gran estupidez, ya que: 1) no es verdad que los tratados internacionales de derechos humanos definan al matrimonio como «la unión entre un hombre y una mujer», como tampoco lo hace la constitución; los tratados hablan del derecho al matrimonio, sin definir qué es el matrimonio, y la Constitución apenas lo menciona cuando dice que los extranjeros tienen derecho a casarse; 2) lo que dicen los tratados es que los hombres y las mujeres tienen derecho a contraer matrimonio; con diferentes redacciones, todos hablan de «el derecho a», sin definir cómo debe componerse un matrimonio. Si la jueza quiere hacer un análisis sintáctico de los textos, usando nociones básicas de la teoría de constituyentes sintácticos debería entender que decir que «los hombres y las mujeres tienen derecho a contraer matrimonio»lo que estoy haciendo es atribuir un predicado a un sujeto de dos núcleos, o bien haciendo concordar un sintagma verbal, al que llamamos ‘predicado’, a dos sintagmas nominales unidos por coordinación que forman otro constituyente mayor, que es el sintagma nominal al que llamamos ‘sujeto’. Es decir, podríamos formar un período mayor con dos predicados y el resultado sería: «los hombres tienen derecho a contraer matrimonio y las mujeres tienen derecho a contraer matrimonio». Para que ese derecho debiera interpretarse en forma restrictiva, entendiendo que el hombre sólo tiene derecho a contraer matrimonio con una mujer, y la mujer sólo con un hombre, deberíamos decir: «los hombres tienen derecho a contraer matrimonio con las mujeres y las mujeres tienen derecho a contraer matrimonio con los hombres», «los hombres y las mujeres tienen derecho a contraer matrimonio entre ellos», etc.; 3) «y» no es una preposición, como dice la jueza, sino una conjunción. Además, aun cuando la jueza considerara que existe ambigüedad en la redacción de los tratados, existe jurisprudencia en los tribunales internacionales en el sentido de que si hay dudas sobre el alcance de un derecho incluido en los tratados debe siempre privilegiarse la interpretación menos restrictiva.
    Lo anterior es sólo un ejemplo de la poca solvencia técnica del fallo y en la apelación lo explicamos con mucho más detalle.
    Dice también la jueza que «La Institución del matrimonio no atiende sólo a los intereses privados de los contrayentes o al desarrollo de su personalidad, sino que regula actos que van más allá de la esfera de la intimidad y que se relacionan directamente con la organización de la sociedad misma. Está destinado a la continuidad de la especie y a la educación de los hijos. El matrimonio es y ha sido la institución que protege la unión heterosexual de la que nacerán nuevos miembros -los hijos- para que la sociedad no se extinga y siga así el curso de la vida». Aquí lo que hace la jueza es directamente legislar. Es decir, ella agrega a la Constitución, a los tratados y a la ley algo que no forma parte de ninguna de esas normas: su criterio personal de lo que debería ser el matrimonio. Es un viejo recurso de la Iglesia para oponerse al matrimonio entre personas del mismo sexo: decir que la «finalidad» del matrimonio es la procreación y la «continuidad de la especie». Previendo que ese argumento iba a aparecer, ya lo habíamos respondido en el propio texto del amparo, que al parecer la señora jueza no leyó: «Esta falacia está basada en principios canónicos tradicionales conforme a los cuales no sólo el matrimonio, sino todo encuentro sexual, debería encaminarse a la concepción. Si así fuera, debería instaurarse un examen de fertilidad previo al matrimonio como requisito del acto. No sólo eso, deberían prohibirse el matrimonio a las parejas heterosexuales que deciden por propia voluntad no tener hijos, y deberían anularse los matrimonios de las parejas heterosexuales que no los han tenido luego de cierto tiempo». La ley no les prohíbe casarse a los estériles, ni a los ancianos, ni obliga a ningún matrimonio a procrear en un determinado plazo, y son muchas las parejas heterosexuales que se casan y no procrean. No existe ninguna ley o precepto constitucional que diga que la finalidad del matrimonio es la procreación.
    Agrega la jueza que «Esta institución se funda en la propia esencia humana, que en razón de la diversidad de sexos, impulsa la unión de un hombre y una mujer». Resultaría cómico si no estuviese firmado por una magistrada. ¿Qué es la «esencia humana»? ¿Cuál es el criterio objetivo que una jueza de la Nación utiliza para fundamentar que la «esencia humana» dice que el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer?
    Paso seguido, la jueza cita al prestigioso constitucionalista Andrés Gil Domínguez, quien en uno de sus libros dice que el Código Civil argentino no permite el matrimonio entre personas del mismo sexo. Comete aquí dos errores. El primero, que si lo que el amparo está cuestionando es la constitucionalidad de dos artículos del Código Civil, es absurdo contestar que «el Código Civil dice», porque está claro que sabemos lo que dice y es exactamente la constitucionalidad de eso que dice lo que estamos cuestionando. Pero el error más grave es el segundo: la jueza usa el nombre de Gil Domínguez para darle prestigio a su fallo y lo cita de uno de sus libros, pero la cita es incompleta. En la página siguiente del mismo libro que cita la jueza, Gil Domínguez dice: «En síntesis, quizás no por el momento, pero evidentemente no podría descartarse que en el futuro, para nuestro derecho interno el ‘matrimonio’ sea sinónimo de unión entre dos personas, sean del mismo o de distinto sexo. De hecho, matrimonio es también sinónimo de unión homosexual en el derecho holandés, el derecho belga, el español y el inglés». Para que quede claro, el propio Gil Domínguez presentó un escrito ante la Corte (lo que se conoce como «amicus curiae») junto a otros constitucionalistas de distintas universidades, respaldando la posición de las demandantes.
    En síntesis, la jueza de primera instancia rechazó el amparo con un fallo breve, pobre, mal escrito, contradictorio, con citas tergiversadas, apelos a «esencias» desconocidas y mucho bla bla religioso. Lo que no hizo fue contestar ninguno de los argumentos del amparo, que analizaba uno por uno todos los tratados internacionales de derechos humanos suscriptos por la Argentina e incorporados a la Constitución en 1994, repasaba la jurisprudencia internacional (fallos de Sudáfrica, Ontario, Columbia Británica, Massachussetts, etc) y respondía por anticipado a los pobres argumentos esgrimidos por la jueza.
    Apelamos a la Cámara, que ratificó la resolución de primera instancia, y finalmente llegamos a la Corte Suprema.
    Nosotros sabíamos que el camino sería ese. La Cámara es muy conservadora y la mayoría de los jueces de familia también. Esta jueza está vinculada a la UCA, al igual que otros. Lo importante era llegar a la Corte, que es donde esto se va a tener que resolver, como pasó en otros países. Desde la presentación del amparo, hubo nuevos fallos legalizando el matrimonio homosexual en otros lugares del mundo, con los mismos argumentos que nosotros sostenemos.
    Ahora, Righi tiene que dictaminar para que el caso finalmente llegue a los jueces supremos. Personalmente, yo creo que la Corte va a fallar favorablemente. Lo creo porque a diferencia de esta jueza o de otros personajes menores del poder judicial que ni saben diferenciar una preposición de una conjunción, los jueces actuales de la Corte son tratadistas, juristas, profesores de derecho, gente reconocida inclusive internacionalmente y honesta. Y no creo que ninguno de ellos quiera rifar su prestigio profesional y académico adhiriendo a argumentos tan estúpidos, contrarios a la Constitución, violatorios de los tratados internacionales de derechos humanos y, además, a contrapelo de la historia.
    En una entrevista formal que tuvimos con Esteban Righi le dije que estoy convencido de que el reconocimiento de nuestros derechos es inexorable. Así como hoy leemos la historia de Rosa Parks que dio inicio a este post y nos preguntamos cómo fue posible que eso pasara, lo mismo pasará en el futuro con este tema. A las próximas generaciones les va a resultar incomprensible que en nuestra época dos hombres o dos mujeres que se amaban no pudieran casarse sólo por ser homosexuales. Tan incomprensible como que alguien deba ceder el asiento en el colectivo sólo por ser negro.
    Las mujeres no podían votar hasta hace medio siglo y hoy tenemos una mujer presidenta. Tenemos dos mujeres en la Corte, un negro es presidente de Estados Unidos, otra mujer es presidenta de Chile y (eso espero) otra mujer, candidata del PT, será la próxima presidenta de Brasil en 2010. No me caben dudas, le dije a Righi, que dentro de veinte años habrá que explicarles a los pibes por qué los gays y las lesbianas no podían casarse y van a preguntar: «¿en serio no podían?» con la misma incredulidad con que hoy deben responder si les decimos que hace cincuenta años las mujeres no podían votar. Y le dije a Righi que él debía decidir si iba a ser el Procurador que pase a la historia como el que firmó el dictamen que abrió camino al fallo de la Corte que terminó con esa discriminación, o si le dejará ese honor al próximo procurador. Porque si él no lo hace, o si este caso no sale a favor, vamos a presentar otros, vamos a ir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y vamos a seguir hasta que lo consigamos, por la justicia o por el parlamento.
    Lo que Righi me respondió me lo reservo, esperando que se cumpla. Ya pasaron un año, dos meses y tres días. En ese tiempo, al menos una pareja que conozco, que estaba preparando su propio amparo porque luego de pasar toda una vida juntos querían casarse, no llegó a hacerlo. Uno de ellos se murió de un ataque al corazón. Si Righi se apura, quizás otros no se mueren sin conseguirlo. Y nadie saldrá perjudicado, porque nuestros derechos no perjudican a nadie. Es tan barato como eso: darle un poco más de felicidad a mucha gente sin quitarle felicidad a ningún otro.

    1. Hola; Mi nombre es Pamela Chaia y soy Productora de la Radio FM 99.9 de Mar del Plata. Les pido ayuda con el contacto (dirección de correo de mail, si es posible) del Periodista Bruno Bimbi, ya que queremos realizar una entrevista vìa telefònica con èl para nuestra emisora.

      He visto varias publicaciones en su blog, y por eso se me ocurre que tal vez puedan ayudarme o reenviarle este correo a él.

      Espero su pronta respuesta.

      Desde ya, muchas Gracias. PAMELA:- pamelachaia@gmail.com

  13. Muy buena nota Bruno, me parece que la comparación con el movimiento de derechos civiles norteamericano es muy interesante, entre otras cosas porque tuvo la característica (incluso durante la segunda guerra mundial y los procesos previos a Rosa) de plantear que los derechos cersenados a las ‘minorías’ (concepto complicado en estos casos, pero bueno…) son derechos negados a toda la sociedad, son definiciones de la sociedad toda, por lo cual todos debemos estar involucrados, acompañando a las instituciones que representan a los afectados directos, pero sintiéndonos afectados todos.
    Desde ese lugar comparto tus críticas a las fuerzas de centro izquierda que te he visto plasmar en varias notas.
    saludos!
    Laura

  14. Notable post. Comparto que el gobierno no se está haciendo cargo de su agenda de centro izquierda (ni de la de «abajo», siguiendo a Osteguy) y ahí está el fracaso de su política (por más buena o mala que sea).

  15. Excelente post Bruno! Reconociendo que la unión civil es un avance logrado en la ciudad,está claro que no deja de ser una salida discriminatoria, elegantemente encubierta para pasar filtros reaccionarios diversos como la iglesia. El progresismo en nuestro país tiene serias limitaciones de origen para abordar algunas cuestiones de derechos y puede ser tan pacato como las posturas conservadoras.
    Saludos

  16. Hola; Mi nombre es Pamela Chaia y soy Productora de la Radio FM 99.9 de Mar del Plata. Les pido ayuda con el contacto (dirección de correo de mail, si es posible) del Periodista Bruno Bimbi, ya que queremos realizar una entrevista vìa telefònica con èl para nuestra emisora.

    He visto varias publicaciones en su blog, y por eso se me ocurre que tal vez puedan ayudarme o reenviarle este correo a él.

    Espero su pronta respuesta.

    Desde ya, muchas Gracias. PAMELA:- Mi DIRECCIÒN DE CORREO ES: pamelachaia@gmail.com

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