Habitualmente, los domingos no hay posteo central en Artepolitica. No fue una decisión consciente, se fue dando así. A todos nos gusta leer tranquilos, tomando mates, los editoriales de los diarios. Pero anoche, luego de una reunión mitad de trabajo y evaluación para ver cómo seguimos, mitad de festejo por lo contentos que estamos todos por cómo venimos hasta ahora, comenzó el enésimo debate de la jornada: mañana algo hay que postear.
La tarde la habíamos visto pasar con los canales de noticias de fondo, a dos televisores: TN, C5N, Crónica, 26, América, fue la calesita interminable del zapping: queríamos informarnos para entender. La nochecita produjo algunas escisiones momentáneas: “voy hasta la plaza y vuelvo”, dijeron algunos; “voy a la comprar unos churrascos, prendé el fuego”, dijeron otros.
Bien entrada la noche, ya de domingo, la última discusión que ya conté: “mañana hay que postear, ¿quién va?”. Bueno: ahí voy con algunas reflexiones de las cuales tengo más dudas que certezas.
Algunas cosas que le debemos al conflicto con el campo:
1/ El reverdecer de la discusión política en ámbitos hasta hace poco inexistentes. Empezó a discutirse de política en la oficina, camino a la cancha, en las sobremesas familiares, en las veredas de los barrios, en las verdulerías y carnicerías, en las facultades (milagro!). Esto, al menos que yo recuerde, pasaba cuando alguna elección estaba muy cerca (de hecho, en las últimas, ni siquiera). ¿Se discute con altura?¿Con argumentos, con formación, con opiniones fundadas? Para nada: los debates son berretas, maniqueos, “primarizados” por el marco que le dan los medios de comunicación electrónicos, superficiales (la verdad que “de arriba” no ayudan. Ni los dirigentes en general, ni los medios). Pero que se volvió a discutir de política en muchos lugares que hasta hace meses no se hacía es innegable. Me gusta ver, en esto, un avance, una posibilidad, una grieta en el quietismo administrador de lo existente. Conclusión: Vamos a ejercitar ese músculo como sociedad y el ejercicio inexorablemente será mejor a futuro.
2/ La constatación empírica, una vez más, de que nada es para siempre. ¿Recuerdan hace tres meses la cantidad de parrafadas que hablaban de “la hegemonía kirchnerista”, “la inexistencia de la oposición”, el “vamos camino a un régimen autoritario que cancela la posibilidad de alternancia”, “los medios de prensa están todos cooptados por el gobierno”? Era falso entonces, es falso ahora. Era discurso que hábilmente se construía en manos de la oposición y que sembró las condiciones para gran parte del malestar hoy existente en la opinión pública (paréntesis de elogio para la vanguardia de aquella construcción discursiva: Elisa Carrió. El problema es que muchos creen que Lilita se cree lo que dice, y no: hace política nomás). También es dado suponer o indicar que el mismísimo gobierno se creyó ese discurso que lo mostraba invencible, perdurable, “hegemónico”. Conclusión: en el campeonato del poder, hay partidos todos los fines de semana y no cada dos o cuatro años.
3/ La evidencia cruel de nuestra tendencia social al bardo, que no es lo mismo que al “conflicto”. Pareciera que los argentinos (corrijo: la minoría de argentinos que constituimos y somos constituidos por “la opinión pública”) somos extremistas por naturaleza. Pasamos de la paz de los cementerios a la catástrofe inminente a la vuelta de la esquina a la velocidad de un tren bala. El “bardo” viene a ser muy posmoderno: efímero, superficial, catastrófico, apocalíptico, anulador del futuro. Y si el futuro está anulado, ¿para qué ser serios, no? En cambio, una sociedad que se aceptara en su inherente “conflictividad” obligaría –nos obligaría a todos- a ser un poco mejores. A estudiar los temas, a reflexionar, a debatir con argumentos y no con consignas vacuas, a pensar a largo plazo, a negociar, a construir. Conclusión: el “bardo” es como esas calenturas de adolescentes –lindas y motivantes en tanto arrebato, fugaces y vacías en el día después-. Debiéramos crecer e intentar enamorarnos de la Patria alguna vez.
4/ Así como hay que redistribuir la riqueza, necesitamos una urgente redistribución de la opinión. La inmensa mayoría de nuestros compatriotas observa con espanto y de reojo los alcances de este conflicto. Y empieza a sufrirlo en carne propia, mucho más allá del desabastecimiento de alimentos o de los cortes de ruta. Esta zozobra política -que tanto motiva a los militantes de uno u otro bando, que tanto excita a los movileros de los canales, que tantas excusas nos da para escribir este tipo de posteos-, es una afrenta para el pueblo que no tiene voz si no se lo incluye en la disputa con acciones concretas y efectivas que le otorguen un sentido que los motive a participar. Y el famoso “relato” no se construye únicamente con discursos. No alcanza con hablar en nombre de los sectores populares (ni bancando al gobierno, ni bancando a la Federación Agraria). Hay que entender que los sectores populares ya viven permanentemente en zozobra cotidiana: parar la mesa, llenar el cacharro con la leche para los pibes. No se merecen otra penuria más. Conclusión: qué tal si nos dejamos de joder.
Es lo que hay, sepan disculpar. Feliz Día del Padre para el que le toque.
Una de las razones por las que existe nuestra «tendencia al bardo» es la creación de antinomias falsas: «nosotros o ellos», «campo o ciudad», «pueblo u oligarquía», «Braden o Perón». Es un juego a todo o nada: o se es ganador o se pierde categóricamente.
El día que entendamos que somos todos argentinos será el dia en que nos llevemos bien.
Saludos y feliz día del padre a quien corresponda.
Yo solamente quería agregar una cosa. Mientras en todos lados recrudece la discusión política, se nos encarga en la facultad un trabajo de análisis sobre una política pública. Cuando a todos se nos caía la baba de las ganas de hablar sobre retenciones con la teoría en la mano, se acotaron los temas a analizar a tres. Ninguno eran las retenciones.
Buenísimo el post, que sigan las editoriales artepolíticas de los domingos!
Censurado por el administrador Pablo Carnaghi.
Mendieta dice: «(la verdad que “de arriba” no ayudan. Ni los dirigentes en general)»
Retore dice: Más bien que no, si sólo tenemos un pinguino que grita y que representa lo más repugnante de nuestra clase política. Encima con discursos populistas, demagogicos, pateticos y MENTIROSOS con el único fin de engañan al pueblo, incluso a los mismos que lo «siguen» (por interes obvio).
Mendieta dice: “vamos camino a un régimen autoritario que cancela la posibilidad de alternancia”, “los medios de prensa están todos cooptados por el gobierno”?»
Retore contesta: Sí es cierto, ibamos camino a un régimen autoritario y totalitario y lamentablemente se concreto, es decir, ya estamos vajo ese régimen con una suerte de estilo feudal, peor aún, con personas necias de mente como Cristina Kirchner y Néstor Kirchner, soberbias, MENTIROSAS, hipocritas y encima LADRONES, CORRUPTOS.
Por otra parte, Mendieta no seas tan inocente, los medios están todos cooptados por el gobierno y pagados con plata del gobierno, y ahora con plata de las retenciones.
Mendieta dice: «Conclusión: el “bardo” es como esas calenturas de adolescentes –lindas y motivantes en tanto arrebato, fugaces y vacías en el día después-. Debiéramos crecer e intentar enamorarnos de la Patria alguna vez.»
Retore dice: Bueno el gobierno nos obliga a caer en la decadencia de ellos y bajarnos a su nivel. Es lamentable.
Con el punto 4, bueno tranquilo Mendieta para eso está «ARTEPOLÍTIK».
Conclusión, por ser oficialistas tenemos una gran columna detrás que nos apoya, la Flia. y pesada Moyano y sus matones; las Abuelitas de Hijos que viven en el exterior, o sea, Abuelitas de PLaza de Mayo (que Kichner les compro la plaza); y al guerrillero y atentador de la paz pública Luisito D’ Elia. Todos agitadores repugnantes de este régimen que aplica políticas dictatoriales y un discurso payasesco, patetico y muy DEMAGOGICO POPULISTA.
Conclusión: ojalá se termine por la paz de todos, éstos ladrones que tenemos en el gobierno.
Saludos y Felíz Día del Padre.
Pará: vajo no se escribe así bruto, se escribe bajo. Infeliz.
Sí, coincido en que lo bueno de todo esto es la vuelta de la política. Pero no vuelve con la «alegría» de otras épocas, en las que se disfrutaba incluso de la pelea. Hay un resabio antipolítico en la vuelta de la política, que se expresa en el miedo a la división, a la polémica, a la lucha, en definitiva. Por un lado, nos quejamos de la despolitización posmo, y por otro, cuando vuelve la pelea, hay miedo y se pide consenso. La política es el desacuerdo, como dijo el JR que no es el de la serie.
Lo ideal sería que el gobierno enmarcara esta discusión en una más amplia, que es –creo– lo que está en juego: la cuestión impositiva. Un buen modo de hacer que la redistribución no aparezca como capricho, resentimiento o todas las pavadas que se escuchan sobre (contra) las retenciones, es meterla de lleno en un debate sobre un marco impositivo progresivo. Un buen y lindo impuesto a las ganancias a la europea, que reemplace como centro recaudador al IVA.
Parte de lo que le cuesta al gobierno ganar esta pulseada en la opinión pública es la ausencia total de conciencia fiscal en la Argentina (de lo cual los nacional-populares son muy responsables, entre otros. Redistribución acá se asocia a Estado paternalista, y no a Estado de Bienestar, árbitro fiscal. Habría que lograr esta segunda connotación. Eso, sumado a los ecos anti-republicanos que para muchos sectores tiene históricamente el peronismo, le cierra al gobierno el camino a una victoria en esta pulseada.
Me gustó esa de que el campeonato por el poder se juega todos los domingos: o sea que es como un viejo Metropolitano, y no como un Mundial, agrego. Y concluyo: tiene razón Aguilar: los campeonatos locales son más importantes.
La última. ¿Se sabe si el Gobierno sabía que De Angeli estaba donde fue la gendarmería? Porque si es así, el error de encanarlo es enorme. Ahora si fueron y se lo encontraron, y no les quedó otra que cumplir las órdenes que tenían de desalojar, bueno, la cosa es menos grave.
Retore:
Vaya a unos cursitos de Ciencia Política, siempre se sigue a alguien por interés. ¿O acaso usted nunca se ha enamorado de una mujer? ¿No había «interés en esa acción»?
¿Se puede ser tan berreta de pensar «ellos o nosotros», o de qué cada simpatizante del Gobierno está pagado por el mismo?
Cuando alquien piensa diferente es conveniente tratar de entender las diferencias, no pensar que el otro es un ciego, un «comprado», un «clientelizado», un «demagogo». Yo entiendo que haya gente que no lo puede ver a Kirchner o a Cristina Fernández (deduzco que vos sos uno de ellos). Es parte de las reglas de la politica. Pero con la democracia no se jode viejo, ¿Qué carajo es eso de «vayan preparando el helicóptero». No suscribo la idea del «clima destituyente» que anda circulando por ahí, pero es lamentable que después de 25 años de prática democrática haya gente que crea en la acción directa para realizar un cambio de Gobierno.
Saludos
Ah, y dejate de joder que censurado no estás. Mendieta te deja comentar acá cuando podría borrarte y todas tus entradas son accesible, dejate de joder.
Además comportate con Pablo, que al fin y al cabo es el que administra este sitio y lo comrpendo perfectamente sis e cnsó de vos y te quiere mandar a la mierda. Si hasta ahora lo único que hiciste fue venir a escupir el asado.
Perdones Mendieta por inmiscuirme en su post con estas simplezas, pero no lo aguantaba más.
Un Abrazo
Yo solamente quiero aclarar que por aparecer con un comentario en este sitio en el que también comenta Miguel-Retore, no estoy afiliado de ninguna forma a alguien tan nefasto.
Muy lindo post Mendieta, me quedo con el punto 4, hay que empezar a hacer muchísimo énfasis en la rey de ladrodifusión, digo ley de radiodifusión…
Cuando alguien dice «por la paz de todos» está hablando de la paz de los cementerios. Siempre.
También el golpe del 76 venìa a «pacificar». Y, efectivamente, pacificó.
1) Hoy volví a hablar de política con mi familia como no lo hacía en mucho tiempo. Aunque Cristina no lo quiera decir, Feliz Día del Padre para todos, que fue lindo regalo ese entremedio de tanta amargura.
2) Si Dante Panzeri viviera, ¿suscribiría a que «la política es la dinámica de lo impensado»? Yo pongo un fichín de TEG a que sí.
3) Ayer en TN, Julio Bazán, a mitad de camino entre camioneros y ruralistas (?) caía en el lugar común de que no los une el amor sino el espanto. Bueno, eso.
4) Amen.
PD: Miguel, aburrís. A veces las diferencias no se discuten, y menos con tan poco argumento como tenés vos. ¿Crées de verdad que con la sarta de cosas que decís vas a convencer a alguien? ¿No te parece ir a los foros de La Nación o de SEPRIN, mejor?
Natalio: Siempre me pongo a pensar: si esas son falsas antinomias, cuáles son las verdaderas?
Tomás: exija a sus profesores, que tanto. Quizá se sorprendan de un estudiante con ganas de.
Contador Geiger: Muy de acuerdo con que la política vuelve desde la antipolítica. Esa es la parte que hay que combatir.
Julián: no se gaste. Está perdonado.
Lemmycaution: gracias. Vamos con la nueva ley.
Balvanera: cuándo lo puedo invitar a tomar un café?
Faco: Tengo esperanzas en usted y en los muchos que son como usted.
Ay, Mendieta, usted siempre tratando de ver el vaso medio lleno. Argentina no necesitaba un conflicto como el del campo, necesitaba empezar a reconstruirse en paz y con justicia. Necesitaba recobrar las formas democráticas, dejar que volvieran a funcionar todos los mecanismos constitucionales, que aumentara la participación de todos, que todos se sintieran parte de un proyecto conjunto que llevara al progreso. Aprovechar una oportunidad que no se daba desde hacía un siglo. Este conflicto, que nunca tendría que haberse ni siquiera provocado, tendría que haberse solucionado a los dos días y hace rato que tendríamos que estar pensando en otra cosa. Y sin embargo, es como una recaída en lo peor de nuestra historia. Quién sabe el tiempo que va a llevar recuperarse.
Todos estamos enamorados de la Patria, menos nuestros gobernantes que están solamente enamorados de sí mismos.
Bien dicho, Ana C.
Qué quiere que le diga, Ana C., no le creo que esté enamorada de la Patria. Más: desconfío de ciertas declaraciones de amor (¿qué estarán ocultando detrás de tanta declaración de sentimentalidad y espiritualidad?). Perro que ladra no muerde, dime de qué alardeas y te diré de qué careces. O sí, usted debe estar enamoradísima de la Patria: de SU patria. Que no es la nuestra. Es la que gente como usted quiere imponernos. No se hace la Patria sin conflictos, sin enfrentamientos: lea un poco de historia argentina. Para hacer la Patria hay que enfrentarse a los que ven a la Patria como su propiedad, para su exclusiva ganancia, y que ahora, en esta oportunidad concreta, vienen a recuperar lo poco que perdieron.
Mendieta: en cuanto a tomar un café, tiene mi mail, creo, o le escribo al suyo.
Ana C.: coincido con algunas apreciaciones suyas como la falta de tacto del Gobierno para negociar con las entidades sordas del campo antes de anunciar las retenciones móviles. Pero de ahí a decir que ésta es la peor recaída de un siglo a esta parte es demostrar poca o nada de memoria (o quizá no querer recordar), es desconocer completamente la historia argentina. ¿Se acuerda de los 30.000 desaperecidos? ¿Se acuerda de los pibes robados en los campos de concentración? ¿Se acuerda de la lluvia de balas que desparramaron los aviones en la Plaza de Mayo del ’55? ¿Y se acuerda, para no ir tan lejos, de los veintipico de muertos del Estado de Sitio de De la Rúa? Todos no están enamorados de la Patria, todos no.
Ah, me olvidaba: ¿Se acuerda de alguna violación a la Constitución Nacional que haya hecho este Gobierno? Esto se lo pregunto en serio, para instruirme nomás.
De acuerdo con balvanera. No hay proyecto para todos, salvo en las publicidades de champú… Además, Ana C., ¿por qué se empeña en atribuir todo el conflicto al gobierno? Acá hay un conflicto de intereses, entre dos modos de entender la patria, como ud. dice. Y punto. ¿Cuál es el problema? ¿Por qué rasgarse las vestiduras pensando que hay una patria posible y no se realiza. No la hay. Más aún, hay democracia porque se da por descontado que no hay tal patria.
No estoy para nada de acuerdo con los «del campo», pero no lloriqueo por lo que hacen o cómo lo hacen. Ellos tienen sus intereses, que no son los míos. Punto. Habrá que luchar y ver.Pero no tiene sentido político el enojo moral que supone echarles la culpa del conflicto.
Además, si bien se puede decir que el gobierno cometió errores tácticos (para algunos estratégicos, claro), acá lo que hay es que unos señores que dicen querer mucho a la Patria, la paz y la seguridad, no quieren pagar impuestos a las ganancias (bajo la forma de retenciones móviles, por si alguien se olvidaba…). Aunque el gobierno, que representa la soberanía popular, no se hubiera equivocado tácticamente, estos señores que aman tanto a la patria, la paz y la seguridad se hubieran resistido igual.
Hay que elegir. Esto es política.
Ana C. tiene razón. O se olvidan de las promesas electorales de cambio y mayor calidad institucional? Es casual que todo este kilombo se haya armado, precisamente, por una medida que debía haber dictado el Congreso y no el Ejecutivo? Calidad institucional es ampararse en normas dictadas por el Proceso?
El problema es que frente a la disyuntiva entre mayor calidad institucional o mayor poder, eligieron el poder. Y, en nuestro país, el exceso de poder alimenta, entre otras cosas, la corrupción.
Saludos,
Rufus
Medieta, con el punto 1 coincidimos totalmente. Si las diferencias existen tienen que ser discutidas. Callarlas solo prolonga lo inevitable.
Y es verdad que los debates en TV tienen muy poco nivel. Por ejemplo, soy incapaz de entender como un debate sobre economía no incluye una pizarra o un cuaderno.
Creo que el punto 2 surge de comparar al Kirchnerismo comn procesos como el Chavismo, que claramente lleva sus años en el poder. O algunos ignorantes que lo comparan con Cuba.
La tendencia al bardo me parece que surge de la imposibilidad de canalizar una protesta en forma institucional. En tanto y en cuando el sistema no se haga más participativo entre votación y votación, el bardo va a seguir siendo el canal para expresar el descontento. Creo que si hubiese alguna forma de protesta efectiva y no delictual, los pibes de capital no cortarían la calle para pedir el gas por ejemplo.
Por ultimo Feliz Día a todos los padres y especialmente a los padres de AP.
Faco:
No sé si el gran Dane suscribiría esa frase pero creo que si haría un leve retoque de la suya que dice «el fútbol argentino necesita tres cosas: dirigentes, decencia y wines. Creo que lo podríamos aplicar a la política actual.
Ana C:
Es que esta crisis con el campo sigue siendo un signo de que la crisis de representatividad sigue muy vigente y que ´la única forma de expresarse es a través de la acción directa.
Balvanera, no invente teorías conspirativas, yo no tengo ningunas intenciones (y aunque las tuviera, no creo tener la posibilidad, tampoco) de imponer nada. Simplemente creo que un país un poco mejor que el que sale en los diarios es posible. Un país con pocos pobres y muchos bien educados. Y no creo que se haga con conflictos y a los gritos, sino consensuando, porque es una tarea que llevará muchos años y los gritos son insostenibles en el tiempo. Dicen que la política es el arte de lo posible. La visión que usted transmite es la de lo imposible.
Isita, volvé a leer, lo del siglo y lo de la recaída no estaban en la misma oración. En cuanto a lo de la Constitución, si bien a la Ley de Emergencia Económica no puede considerársela una violación, ya que está contemplada por el art. 76, seguirla manteniendo en el 2008 es un flor de abuso institucional. Hay un post muy bueno en el blog de Gustavo Arballo en el que Rufus hace unos comentarios igual de buenos, además.
Contador Geiger, usted de impuestos no sabe mucho, parece. Las retenciones y el impuesto a las ganancias no son lo mismo y sus efectos económicos son completamente distintos. Por otro lado, es hora de que lo acepten, el Gobierno fue el iniciador de este conflicto metiéndole la mano en el bolsillo a los del campo más de los que éstos estaban dispuestos a aceptar. A nadie, absolutamente a nadie, le gusta pagar impuestos y menos cuando son tan altos. Creo que a ninguno de ustedes les gustaría pagar el 95% de, imaginemos a lo loco, un salario mensual de 30.000 dólares, si consideraran que están trabajando lo suficientemente duro para ganárselo. Las buenas reglas del saber tributario dicen que las bases deben ser amplias y las tasas, moderadas. Es decir todos tienen que pagar algo, pero no exageradamente.
Política es también reconocer las diferencias y negociar a partir de ellas para descubrir dónde se puede acordar. Lo que gana uno no tiene por qué perderlo el otro, porque siempre hay espacios que todavía no son de nadie. Y en los conflictos se pierde lo que se podría haber ganado de otra forma. Y más con un conflicto así de largo.
No se puede retroceder en el tiempo, pero acuérdense como era el país antes del 11 de marzo y digan si prefieren lo que hay hoy a lo que era en ese momento. Si hubieran podido elegir una medida de política económica ¿hubieran elegido aumentar las retenciones? Si hubieran podido elegir una medida de cualquier política ¿qué hubieran elegido?
En cuanto a mis conocimientos de historia argentina, creo tener los suficientes, además de buena memoria. Creo que pocas veces hubo un par de gobernantes tan fuera de quicio como éstos. Quién sabe lo que les pasa por la cabeza.
Mire Ana ya que usted es economista por qué no sale a explicarnos mejor sobre por qué las retenciones no son impuesos en vez de chicanear con «se ve que usted de impuesto no sabe mucho».
Creo que acá preferimos la discusión fundada en razones y no en chicanas vacías, con el mismo argumento yo le podría decir a usted que de historiano sabe mucho, pero me parece que el criterio de autoridad para validar conocimiento quedó enterrado por un tal Galileo.
Saludos, me alegra que haya visitado otra vez a su patria lejana.
En la unica cosa que coincido, es que este conflicto reavivo la discusion politica. Aca los tengo mientras intento estudiar a Gramsci, a mis viejos y mis tios peleandose por politica, algo que nunca vi.
Me encanto el comentario de Ana C.
Saludos,
Esteban
Empezó Duhalde con el 10% de retenciones, después pasó al 20%. Nestor las subió al 27, Cristina cuando asumió al 35%. Y ahora andan por el 44%. Te parece que es irrazonable que un sector patalee en forma my vehemente después de esa historia?. Y que en ese contexto, una rebaja de unos puntitos es «vamos por todo»?
Porqué no bajan un cambio?
¡Las retenciones son impuestos! ¡pero no impuestos a las ganancias! Pero las retenciones disminuyen la producción de lo que se exporta y los impuestos a las ganancias, no. Además, Musgrave, Lindahl y yo tenemos un blog donde, sobre todo, escribimos de impuestos y gasto público, y bastante fácil y accesible, aunque también solemos irnos por la tangente. Pasen y vean.
Paso seguido por su blog. No estoy muy seguro de si las retenciones son impuestos o no, pero más por falta de información que por segundas intenciones.
Gracias por explicar de todas maneras, he leído bastanet sobre el tema.
Eso sí, no veo la necesidad de los signos de exclamación ya que yo no entré en la lógica del bardo tan cara a los argentos.
Isa:
A los ejemplos que le pedías a Ana C. respecto de violaciones a la Constitución por parte de este gobierno, agrego un par más: la famosa ley de superpoderes que le permite al Jefe de Gabinete reasignar partidas presupuestarias a piacere; la modificación del Consejo de la Magistratura que altera el equilibrio que debe existir según el artículo 114 de la Constitución entre los diversos grupos integrantes (equilibrio que apunta a evitar que el poder político lo controle, como ocurre ahora); la ley 26.122 que regula el trámite de revisión de los decretos de necesidad y urgencia, ley que permite la aprobación de los DNU por el silencio del Congreso violando el art. 82 que dispone que «la voluntad de cada Cámara debe manifestarse expresamente»; la violación de la obligación del Jefe de Gabinete de concurrir al Congreso todos los meses para informar sobre la marcha de gobierno, como manda el art. 101. Sigo?
Todos estas violaciones apuntan a darle mayor poder el Ejecutivo (en detrimento del Congreso y de la Justicia) en abierta violación al espíritu de la reforma de 1994 votada por los Kirchner como convencionales constituyentes. Esa reforma tenía como una de sus ideas-fuerza atenuar el poder presidencial.
Eso sí, este gobierno no es el único que violó la Constitución. De eso no se privó ningún gobierno en los últimos 80 años.
Saludos,
Rufus
Mendieta,
Me pase la tarde discutiendo de politica con mi vieja, al punto de ponerme a hacer una especie de «Laclau para principiantes» para que entendiera de lo que estaba hablando. La politica está ocupando espacios como hace un par de años lo hacia la economía, creo que esto es todavía más positivo.
Hay dos cosas que me gustaría agregar:
1) tengo la sensación de que hay ciertos sectores que se niegan a reconstituir el lazo entre representados y representantes, es como «la política por mano propia» (el espontaneismo como valor). Esto no es un fenómeno necesariamente malo, pero es la forma en que la clase media asume que puede mantenerse al margen y no ser responsable de nada, como si efectivamente pudiera mantenerse fuera. Ese «voluntarismo político» es muy difícil de domar y me parece que es lo que más complica el posicionamiento del Estado «por encima» de los actores y no cómo un sector más.
2) La democracia es un proceso de aprendizaje. De lo que se trata es de que cada uno pueda pensar por si mismo y eso, a veces -muchas-, significa equivocarse. Creo que hay enormes cantidades de personas que hoy tienen una posición contraria a sus propios intereses. Eso nos perjudica a todos, pero lo acepto como parte de ese proceso (de aprender a vivir en la politica). Lo que me va a dar mucha bronca es cuando no quieran hacerse cargo de su responsabilidad en haber pateado en contra, en haber escupido al techo, porque entonces no hay posibilidad de aprendizaje. No quiero decir con esto que uno tiene todo re claro, pero si tiene claro que debe aprender de la propia práctica política y gran parte de la «gente» vive en una negación sobre esto.
Aceptar el conflicto, estar dispuestos a escuchar y poner las cosas en perspectiva: esto es un proceso y no tiene porque ir hacia atrás. Hay que ensanchar la cancha y promover que surjan nuevos actores, por más enredado que se ponga.
Las retenciones son un impuesto, pero no se parecen en nada al impuesto a las ganancias. El impuesto a las ganancias grava el beneficio, mientras que las retenciones la venta total. Es decir, las retenciones no tienen en cuenta si yo gano fortunas o pierdo plata, me cobra lo mismo. Un impuesto más parecido es el impuesto a los ingresos brutos. Esto puede ser medio pobre técnicamente, no soy contador.
De cualquier manera, los invito a pasar por mi blog que en mi última entrada me expresé un poco sobre esto.
Ana C.: lo del 95% ya pasó a la historia. Ahora, si no me fallan las cuentas el 5% de 30.000 dólares es 1.500 dólares…Qué hay que hacer?
Saludos
Para reconciliar a la «gente» con la política , es necesario cumplir con la agenda política pendiente, la Alianza ganó las elecciones con una agenda política concreta : hacer mas transparente el funcionamiento del estado , de los poderes y de las instituciones .
La alianza fracasó y el kirchnerismo no hizo nada por esa agenda que está pendiente , todo lo contrario , las medidas se toman sin dar explicaciones ni debates, sin participación ni opinión de instituciones intermedias ni de los sectores involucrados.
Tal vez del 2003 al 2007 se haya justificado,pero al haberse «normalizado» el pais, el escenario cambió y las exigencias son otras, tal vez volver a reclamar por lo que quedó pendiente.
La inmensa mayoria de la gente sigue «SIN CONFIAR» en los políticos, y mientras eso no cambie , no creo que se puedan tomar medidas conflictivas , solo les queda «administrar» la
cosa mejor o peor.
Haber obtenido un 45% de votos no significa que toda esa gente
esté dispuesta a avalar al gobierno en todo lo que haga ni que ponga el «lomo» por ese gobierno.
La misma gente que lo votó echó a DeLaRua a los dos años.
Los gobiernos no enamoran más. La gente se mueve por sus intereses como queda demostrado con este conflicto.
Cristina premió a funcionarios cuestionados como Jaime y DeVido
manteniendolos en el cargo, no es la mejor manera de empezar un gobierno nuevo, de que la gente piense que «algo» va a cambiar.
Todos los procesos llevan tiempo, y sin mejoras en la credibilidad de los dirigentes, no creo que podamos avanzar
hacia un sistema mas justo sin conflictos.
Enmarcar el conflicto en categorias y polarizaciones de hace 50 o 60 años no creo que pueda aportar a encontrar las soluciones
de los problemas actuales.La solución habria que buscarla en acciones que ayuden a recuperar la «credibilidad».
Vamos a empezar por el principio, las retenciones no son un impuesto, son un arancel, no hay hecho imponible contablemente, hay una condición, si saco del país debo pagar un arnacel, es así de sencillo. No son inconstitucionales, ya que si el Poder Ejecutivo puede cerrar la exportación de cualquier producto, también puede poner la condición de que para exportarlo se deba pagar un arancel -en el caso porcentualmente movil-.
Si fuesen un impuesto, también lo sería el que graba los artículos importados, hoy es del 50% para muchos articulos y ningún importador se le ocurrió plantear la inconstitucionalidad de los aranceles.
La palabra tibetana Bardo significa literalmente «estado intermedio» – también traducido como «estado de transición». En Sánscrito el concepto se llama antarabh?va.
Fremantle (2001) establece que hay seis bardos tradicionales conocidos como los ‘Seis Bardos’:
El Bardo de la propia Vida(p.55).
El Bardo de la Meditación (p.58).
El Bardo del Sueño (p.62).
El Bardo de la Muerte(p.64).
El Bardo de Dharmata (p.65).
El Bardo de la Existencia (p.66).
Fremantle (2001: p.53-54) grafica el desarrollo del concepto del bardo a través de la tradición de los Himalayas: (traducción)
Originalmente el bardo se refiere sólo al período entre una vida y la siguiente, y este sigue siendo su significado usual cuando se menciona sin calificación. Ha habido una gran disputa sobre esta teoría durante los siglos recientes en el Budismo, uno de los lados argumenta que el renacimiento (o la concepción) se sigue inmediatamente después de la muerte, y el otro asegura que debe haber un intervalo entre ambos. Con el surgimiento del Mahayana, ha prevalecido la creencia de un período de transición. Luego el Budismo expandió la idea de distinguir seis o más estados similares, que cubren el ciclo completo de vida, muerte y renacimiento. Pero también puede ser interpretado como cualquier experiencia transicional, cualquier estado entre dos otros estados. Su significado original, la experiencia entre la muerte y el renacimiento, es el prototipo de la experiencia del bardo, mientras que los seis bardos tradicionales muestran como las cualidades de la experiencia están también presentes en otros períodos transicionales. Afinando el entendimiento de la esencia del Bardo, este puede ser aplicado a cualquier momento de la existencia. El momento presente, el ahora, es un bardo continuo, siempre suspendido entre el pasado y el futuro.
El término «bardo» a veces se utiliza de manera vaga para referirse al estado de existencia entre dos vidas en la tierra. De acuerdo con la tradición Tibetana, luego de la muerte y antes del próximo nacimiento, cuando la propia conciencia no esta conectada con un cuerpo físico, se experimenta una variedad de fenómenos. Esto usualmente sigue una secuencia particular de degeneración, desde, justo después de la muerte, las más claras experiencias de realidad de las que somos capaces, hasta, posteriormente, las más terribles alucinaciones que surgen de los impulsos de las acciones torpes previamente realizadas. Para los avanzados espiritualmente el bardo ofrece una gran oportunidad para la liberación, ya que una claridad espontánea puede surgir de la directa experiencia de la realidad, mientras que para otros este puede volverse un lugar de peligros debido a las impresiones kármicas negativas que pueden orientarlos a un renacimiento poco deseable.
Como ve Mendieta, todo depende del karma previo.
La vaca da la leche, pero si no se quemo con ella es dificil que entienda porque algunos lloramos al verla.
Tratando de volver al optimismo, la «fiebre» puede ser el resultado del estiron, cuando uno deja de ser niño para convertirse en adulto
Un abrazo
Supongamos que al «campo» lo cagaron con impuestos que considera injustos. Supongamos que que es asi. Entonces, la respuesta justa es: a mi me están cagando yo reviento el país y cago a todos? La respuesta a un impuesto injusto en democracia es el chantaje de rutas cerradas y el desabastecimiento de millones de inocentes? díganlo palabra sobre palabra: para los productores y sus aliados de clase, la respuesta política justa a un impuesto injusto es cagarse en el resto del país. Es así, y juegan con fuego. El gobierno, les guste o no, fue elegido democraticamente y no se va a ir. No se debe ir. La única salida de esto no es «su» victoria. Hay otras salidas. Sigan reventando al país y van a ver que necesariamente habrá otras salidas. Ustedes no son la mayoría del país. Son la minoría. Una minoria que se caga en la mayoría del país. No puede ser gratuito.
Los últimos sucesos, obviamente hicieron resaltar el punto cuatro. Espero que alguien se avive.
Saludos
Ana: Geiger sabe perfectamente que no es un impuesto a las ganancias. Tal vez cree(erroneamente) que la producción agropecuaria esta exenta, o participa de las deformaciones de la verdad y sofismas que tan habitualmente hacen gala desde el gobierno para manipular opinión pública.
Para decir que tampoco es otro impuesto, hubo otro argumento allá que decía que si el PE puede prohibir las exportaciones, también puede poner retenciones sin el congreso. Es una falacia, porque Macri, o un director de tránsito, puede prohibir la circulación en una calle, pero eso no lo habilita a cobrar un peaje.
De todos modos, nunca pensé que Kirchner quería jugar todo la gestión a esta discusión que se podría haber arreglado en un par de días buscando un punto intermedio. Pero dobló la apuesta en cada parada, en forma irracional.Insisto que el principio de autoridad parece ser lo que importa de un lado. Y no aceptar la derrota parece ser lo que importa del otro.
Así vamos. menos mal que no hay otros frentes, porque sino podría ser una profecía autocumplida
Hola, yo hace tiempo que leo esta pagina, y como no soy ningún gran entendido en el debate político, nunca opiné, pero ahora si me lo permiten me gustaría hacer una replica.
Ana c. dijo:
Todos estamos enamorados de la Patria, menos nuestros gobernantes que están solamente enamorados de sí mismos.
Desde mi humilde e ignorante punto de vista, creo que no son los únicos, ya que la gente del campo también lo está. Sino fuera así, plantarían digámoslo así, «cualquier verdura», que esta haciendo mucha falta en este país, ya que hoy en día aún existe demasiada gente que pasa grandes necesidades y los que podemos trabajar, tenemos el cinturón demasiado apretado. Aparte creo que si alguien hizo algo parecido a política desde hace más de 20 años en este país, son los k.
P.D.-Le recuerdo a la señora, que los políticos en mayor o menor escala, fueron, son y serán siempre unos ladrones, aquí y en cualquier lugar del mundo.
Saludos
Gracias Julián por su comentario. En efecto, a mí también me causan rechazo los comentarios sobradores. Pero bueno, cada cual ama a la patria y negocia las diferencias para evitar la suma cero como puede y se define a sí mismo a través de ese arte amatorio y negociador.
Desde luego que una cosa es el impuesto a las Ganancias y otra cosa las retenciones. Por eso en mi primer comentario decía que el gobierno debería enmarcar el tema en la cuestión de fondo que está en juego, para mí: la cuestión impositiva. Es decir, cómo conseguir la redistribución a través de un sistema impositivo progresivo.
Me referí a las retenciones como forma de impuesto a las ganancias (extraordinarias previsibles de la renta de la soja) en un sentido político, como método redistribuidor para el Estado. Técnicamente puede ser abusivo el uso que hice. Entonces, si se lo quiere traducir a política pura, digamos que lo que está en juego en este conflicto es cuánto paga cada actor de lo que gana y tiene, cómo contribuye a la comunidad.
Como en Argentina el sistema impositivo es regresivo y la evasión importante, el Estado cobra a través del IVA y de sistemas como el de las retenciones, más difíciles de eludir. Bueno sería clarificar todo este sistema recaudatorio y tomar la decisión política de que contribuyan más los que más ganan, a través de los mecanismos que se utilizan en los países más igualitarios del mundo. Para eso es necesario robustecer el Estado.
Otra cosa. ¿Qué se quiere decir cuando se habla de “institucionalidad” o “calidad institucional”? Es un antiguo recurso el echar toda la culpa de la debilidad de las reglas del juego del Estado de Derecho al peronismo. En este caso, está claro que el gobierno no está respetando ese espíritu. Bien. Pero ¿y si lo hiciera? ¿Eso aumentaría o solucionaría inmediatamente el problema? Creo que no.
Porque precisamente el problema argentino es que todos los actores incumplen esas reglas y eso además les hace aumentar el capital político propio. Basta ver lo que hacen algunos cuando les rebajan algo de sus superganancias… ¿O el lockout aumenta y mejora la calidad institucional? ¿Sólo el gobierno es responsable de esa institucionalidad? En un país donde el poder real está muy lejos del poder gubernativo, afirmar tal cosa me suena a una mirada juridicista y despolitizada de la política. Más aún, es muy probable que si cumpliera a rajatabla ese espíritu, lo pasarían por encima (véase el caso del gobierno de Alfonsín).
El drama de la política argentina consiste en eso, precisamente: para cumplir la voluntad popular, hay que forzar muchas veces los mecanismos que la posibilitan, pero no porque a alguien le guste hacerlo y su identidad política consista en eso, sino porque la lógica de lucha caníbal por el poder, de la que todos los actores participan, lo vuelve cuasi-necesario. ¿Si uno cumple con ese espíritu, qué le garantiza que el adversario (¿o enemigo?) lo hará, y que no sacará ventaja, tanto de no respetarlo como del respeto que uno haga de ese espíritu?
Resolver esa tensión y esa lógica es aumentar la calidad de la institucionalidad argentina. El problema no consiste en la existencia de un actor –cualquiera sea– maldito.
Cdor Geiger: No creo que se pueda comprobar que la voluntad popular avale este nivel de exacciòn. Me gusarìa un plebiscito al respecto. Tal vez las elecciones del 2009 lo sean, si e tema se mantiene vivo hasta entonces.
Pero vayamos al concepto de impuesto a ganancias extraordinarias.
Como concepto no me parece malo, pero el problema es que no es general y es aplicado a un sector, eso trae dos problemas:
1) La hetereogeneidad del sector, con tamaños, clima y suelo distintos hace que una ganancia «extraordinaris» en promedio no lo sea a nivel individual. Por caso hay muchas zonas donde la mayorìa de los individuos o empresas productoras han tenido quebranto por sequìa. Còmo se justifica que se les cobre un impuesto a «ganancias extraordinarias». El promedio nacional de la soja este año fue de 2800 kg, pero muchos hacen cuenta con los 4000 kg que sacaron algunos, que se promedian con los 1800 que sacaron otros.
2)Hay un especie de desprecio detràs de indignarse porque un chacarero gane 15 lucas por mes, cuando hay empresas o individuos de otras actividades que ganan màs. Porqué en un caso es «ganancia extraordinaria» y en el otro es solo «ganancia»?
El que plantea eso es seguro que le esta diciendo al chacarero: «Deberìas ganar mucho menos, el otro se lo merece pero vos no».
Mariano T:
1. Cuando decía que el gobierno representa la soberanía popular, no estaba afirmando que la mayoría de la ciudadanía lo apoyara en el conflicto del lockout agropecuario.
La legalidad de la acción de un gobierno democrático no depende de los apoyos puntuales que cada decisión que toma pueda recabar. Tiene un mandato por cuatro años que le da derecho a gobernar, siempre que cumpla la ley.
Pero, en efecto, esto no soluciona el problema de la legitimidad. En ese caso sí juega el apoyo que pueda obtener. Y ahí, para decisiones claves, se suele dar un conflicto de legitimidades (entre “la calle” y “el palacio”) a menudo insolubles desde el punto de vista de la medición, incluso plebiscito mediante (porque siempre se podrá cuestionar la legitimidad de origen con la obtenida en la consulta).
2. Para lo que planteas en el punto 1, creo que lo mejor es
—como intentaba decir en los comentarios previos— “disolver” toda la cuestión en un único y claro sistema impositivo progresivo, que tiene en cuenta por definición distintos niveles de renta y de patrimonio. El Estado argentino recauda a través del consumo (IVA) porque —en el mejor de los casos— no tiene fuerza para hacerlo vía renta o patrimonio. Por eso el sistema actual es regresivo.
3. Para lo que planteas en el punto 2, sinceramente debo decir que no me resulta relevante saber con qué ánimo se hace la política. ¿Qué más da que el móvil sea el resentimiento —si es que esto se puede medir y evaluar políticamente— o un genuino apego al valor igualdad?
4. Reuniendo 3 y 4, se me plantea la que me parece es una pregunta política clave hoy: ¿aceptarían los que hacen el lockout pasar a un sistema impositivo de esas características, que solucionaría ese presunto problema de inequidad que critican en la suba de las retenciones?
Creo sinceramente que no. Lo de la inequidad, como lo del resentimiento que animaría la medida, como lo de la “calidad institucional”, son excusas propias de actores que históricamente (no hace tres o cuatro años) han hecho todo lo posible para no pagar impuestos y, además, vivir de las subvenciones estatales.
Mariano T:
No confundir soberanía popular con «gobierno popular» y demás términos propaganísticos que valen como tales, pero que carecen de rigurosidad.
La voluntad popular tampoco avala el desabastecimiento Mariano, simplemente mira esto sin entender demasiado en mi humilde opinión.
Gracias por las aclaraciones que realiza sobre las retenciones, de todas maneras si se tratan por el Congreso serán aprobadas, en ese caso ¿Ustedes qué harían?.
Siga en el nivel del comentario que le hizo a Faco hombre, no se nos desquicie que acá no queremos «ponerlo de rodillas» ni demás huevadas.
Saludos
Lo del 95% no solamente pasó a la historia. Me llama la atención la referencia de Ana C. al 95%, que sólo puedo atribuir a una redacción desafortunada.
Nunca hubo retención del 95%, lo que hubo (y era una idiotez propia de un economista de laboratorio) fue una alícuota de 95% sobre la fracción por encima de 600 dólares en el precio internacional de la soja. O sea, no era el 95% del precio.
Idiotez doble, porque sirvió como argumento falso y demagógico contra las retenciones y ni siquiera era aplicable en la práctica, ya que el precio no alcanzó ese nivel en ningún momento.
No creo que nadie en mi sector se oponga a cualquier medida que sea «general», o sea que no discrimine el origen de la ganancia. Porque lo que ofende es la discriminación, más que el nivel de imposición. Los impuestos a las gananacias y al patrimonio que graven a TODOS en forma PROGRESIVA es lo que se hace en Europa, y en muchos otros lugares.
Íncluso las retenciones anetriores podrían mantenerse como a cuenta de esos impuestos, así se haría imposible la evasión.
Mariano T:
Está bien, pero vos decís dos cosas que podrían ser contradictorias, salvo porque ponés «anteriores» en la segunda:
1. «No creo que nadie en mi sector se oponga a cualquier medida que sea “general”, o sea que no discrimine el origen de la ganancia.»
2. «Íncluso las retenciones anetriores podrían mantenerse como a cuenta de esos impuestos, así se haría imposible la evasión.»
De todos modos, ¿por qué son discriminatorias las nuevas y no las anteriores?
Además, el argumento 1 es muy discutible. Primero, porque su fundamentación es un parecer (tuyo). Segundo, porque históricamente el sistema impositivo argentino ha sido regresivo, lo cual permite afirmar con bastante plausibilidad que los sectores beneficiados con ese sistema (los de más renta y patrimonio, evidentemente) querrán seguir con ese privilegio. Por no hablar del IVA generalizado y de las subvenciones estatales…
Acá quedo nítido que tanto unos como otros sosteníamos verdades a medias, parte de los que apoyamos las retenciones lo hacemos por que vemos que es un esperanzador primer paso hacia achicar la brecha entre ricos y pobres y estamos tratando de condicionar para que esa «caja» sea redistributiva.
Algunos no se dan cuenta o no se quieren dar cuenta que se puede estar de este lado y proponer salidas conservadoras.
Hasta ahora he visto que no hemos sido más que conservadores, diría que a la Duhalde, se ha destinado un porcentaje a obras, el cabezón lo hacía y concentraba las obras (y sus preciadas licitaciones) en pocas manos -caso ente del conurbano-.
Los conservadores del treinta lo hicieron, nos llenaron de palacios, hospitales, escuelas, cloacas, subtes, diques, y asfaltos de gran estilo y calidad.
La otra salida conservadora es la «neodesarrollista: es decir invertir en centrales eléctricas, caminos rurales, centrales nucleares, auto-abastecimiento de energía e insumos para desarrollar la industria.
Falta la salida peronista, que consiste en lograr que aquel que en negro gane %1200 o $1500 por mes, vive en una villa y viaja como ganado, se le otorgue una casa cómoda a pagar a 50 años, se lo blanquee y el sueldo se le vaya a 5 o lucas.
La redistribución es lo que pone nervioso a los que hoy se les ha provocado estertores epilépticos.
Hasta ahora nuestros registros de actividad cerebral eran solo una línea en el electroencefalograma. No pensábamos en términos de confrontación para avanzar, valorábamos el dialogo menemista en el que se llegaba a una “paz social”, cercana al consejo del “relájate y que lo malo pase rápido”, por que era inevitable y no teníamos escapatoria. No resistirse al asalto era la consigna que fundamentaba el dialogo, la armonía y la paz social entre argentinos.
Pensabamos en tèrminos de estar a favor o en contra del campo, o a favor o en contra del gobierno, hoy estamops decididamente a favor de los que menos tienen y asi como enfrentamos a unos, vamos a exigir a los otros que avancen, avancen aún con metralla bajo sus propias lineas.
Que intuíamos estaba claro, pero nos faltaban las razones, no teníamos “re-claro” para que nos movilizamos durante los últimos años, pero lo que SEPRIN llamaba gimnasia revolucionaria rindió frutos los últimos 3 meses.
Esto lo note en intelectuales que se juegan y no les importa «el que dirán» de sus colegas, en sindicalistas gordos y “antimontos” que me dicen que “estos quieren un golpe, y antes de voltear a la Señora van a tener que pasar sobre mi cadáver” y refuerzan con un “primero el gobierno, después van a seguir con las pocas conquistas que quedaron en pié”.
Lo noté en lo visible y también en lo invisible, llegábamos a la concentración y no había canticos, fruto de que nadie bajó línea antes de subir al auto, al tren, al bondi o donde sea, eso significaba que el que lidera cada movilización o no estaba adoctrinado o estaba confundido.
Estos últimos meses escuché canticos que con mi falta de retenciòn (mi memoria es el sueño de los chacareros) no voy a poder transcribir literalmente, pero me sonaban asì…
«Atenciòn, atención, es hora de empezar con la distribución.»
«Ole, ole, ole, ola, gorila puto vas a comerte las retenciones del Gobierno Popular!!!!»
«Somos los dueños de la torta, somos los dueños de la torta y tus cacerolas ya no me importan»
Eso es lo bueno que el que vaya sepa por que va, que va a ganar o que puede perder y encima lo haga con alegrìa.
cdor: Te fundamento porque nadie se opondría: No hay impuesto general a todos los sectores que pueda mantener el nivel de carga que tiene el agro en cada nivel de ganancia. Así que no hay nada que perder en cualquier sector del agro en un régimen generalizado, salvo los grupos concentrados presentes en los pools. Y mucho para ganar, porque se reparte la carga equitativamente en toda la burgesía y el empresariado (incluso en el nivel top de asalariados)
En cuanto a la discriminación, no hay duda, las anteriores también eran discriminatorias.
Mariano T:
sería bueno traducir a números lo que argumentás. Y compararlo con los sistemas impositivos progresivos que rigen en Europa, por ejemplo, y permiten la redistribución vía Estado de Bienestar. Es decir, cuánto están pagando sobre sus ganancias y patrimonio, y cuánto pagarían en un sistema progresivo de impuestos.
Por otra parte, si las retenciones anteriores también eran «discriminatorias», ¿por qué entonces quieren volver a la situación previa al 11-M? ¿Cuál es entonces el motivo de la protesta?