Para ser experto en política latinoamericana hay que conocer, viajar, estudiar mucho. Apenas podemos plantear, por lo tanto, algunas impresiones desorganizadas:
- Sobre la «unidad» de Sudamérica no hay dudas. Hay una política latinoamericana. Hay una forma de hacer política en América Latina, en la que el Estado avanza por donde puede, como puede, para dar respuesta a un conjunto de demandas. Por un lado, lo hace derramando su mera presencia por terrenos en los que no estuvo presente en los 80 y los 90. Además, cuando se dan algunas condiciones, esa presencia apunta a atender la existencia de derechos (sociales, políticos y civiles). Esta, amigos, es la revolución. Bienvenidos.
- Este proceso está plagado de obstáculos, marchas y contramarchas. Así como de repente no te dejan cambiar un jefe de carabineros, hoy te pueden declarar inamovible un presidente del Banco Central o decirte que algo que decidieron los representantes del pueblo y de las provincias es como mucho para este país. La política no lo puede todo.
- Derrotado el ALCA en 2005 y ante la crisis sobre todo política de los Estados Unidos, todos los países de la región, un poquito más allá o más acá juegan el juego de «Latinoamérica para los latinoamericanos».
- Brasil se prepara desde su nacimiento como país para ser una potencia. Ahora está empezando a ejercitar todo lo que aprendió. Ser una potencia implica «llevar» al resto. No imponer sino liderar. Tiene clara la teoría y está practicando.
- Hay, me parece, dos grandes tipos de juegos políticos. El que juegan los países con clase media y el que desarrollan los países sin clase media. En el primer grupo están la Argentina y (ahora mucho más) Brasil; y también Chile y Uruguay (que por tamaño se mueven de otra forma). En el segundo están Bolivia, Venezuela y Ecuador. Colombia arrastra otro tipo de conflictos, vinculados a la cuestión de los derechos civiles (derecho a transitar, el tema de la seguridad ciudadana, la cuestión de la presencia estatal en todo el territorio). Paraguay también es otra cosa. Y Perú, ahí, en el medio.
- Todos los gobiernos de la región -¿todos los gobiernos?- transan. Tran-san. En el gobierno, «uno aprende a ser más tolerante y a consolidar la práctica democrática», dice Lula. ¿Con quién «aprende a ser más tolerante»? Con algunos sectores, de la política, de la economía. Algunos sectores que, considera el gobernante, necesita tener si no de aliados, aunque sea de no–enemigos para mantenerse en el poder.
- ¿Y para qué? Para hacer lo que dice en el primer punto de la nota. Para decir: «bueno, muchachos, la de ustedes ya está, yo voy a jugar desde acá hasta acá». El Estado se va mover desde mi arco hasta, por lo menos, tres cuartos de cancha, ponele. Caso paradigmático el de Lula, que ni siquiera osa poner sus huellas digitales sobre el Banco Central y el poder financiero. Pero desarrolla su juego para avanzar con una política social ambiciosa.
- Claro que al Presidente no se le permite jugar en el terreno que ha elegido como si fuera un paseo por el campo. Encima tiene que pelear para que le dejen moverse en ese espacio. Ahí está la disputa de Lula o del gobierno argentino con los medios, por ejemplo. Digo los medios como para señalar quién lidera a la oposición de derecha, por ejemplo, en la Argentina. Pero puede ser cualquier actor que se tenga la fe necesaria como para hegemonizar la «oposición». El que se la banque para liderarla. Y ahí está la pelea de la gestión, la pelea por imponer una visión, la pelea en medio de los chismes y de las verdades.
- Es decir, sin elegir un aliado no se puede gobernar. Pero aún eligiéndolo, nada te garantiza que te dejen gobernar.
- Este juego es aún más notorio en los países con «clases medias» o con algún tipo de burguesía porque, si se pudre todo ¿en qué sector social voy a apoyar mi palanca política? Evo Morales, Chávez y Correa se asientan sobre los sectores populares y te tiran la camioneta encima («¡Mátenme si tienen valor!»). Pero ¿qué posibilidades tienen de hacer esto Cristina Kirchner, Lula o Pepe Mujica, por ejemplo? Tienen que hilar muy fino, ser más artesanales, sacar cuentas todo el día.
- Para completar el panorama tenemos sectores políticos que no están de acuerdo con esta dinámica. Que la consideran impura, deshonesta, traidora. A los que no les gusta «el juego» como se da. No importa quién esté de un lado, quién del otro. «Basta de verso» y a otra cosa. No hay contexto, no hay Historia. Y para eso evalúan que la última frontera de la política no está en el avance del Estado, sino en los terrenos inexplorados de la Amazonia, las zonas periglaciares o lo que sea que haga que la política se parezca más a un western que a una charla con mi tía jubilada.
- Estas, me parece, son las coordenadas por ahora. No hay que llorar. Sólo hay que seguir jugando para ganar.
Foto.
ay, escriba, siempre tan combativo. el gobierno no tiene que elegir aliados porque implica tener enemigos. el gobienro tiene que ser de todos. de todos. hay que generar consenso y no magnificar las divisiones internas de la patria, como hacen los malditos k.
extracto de «retórica derechosa para no entendidos».
saludos!
Yo lo manifesté ya en varios lados, lo vuelvo a marcar acá porque me parece que viene al caso. A mi entender, el dato, por lejos, más auspicioso de lo que fue affaire Correa (ya que están de moda los eufemismos) y la reunión de presidentes en Cancillería han sido las declaraciones de Alan García sobre todo- y de Piñera -un poco menos-. A todo lo que vos bien marcaste, me parece que lo que dejan como vaso medio lleno las declaraciones de dos tipos como ellos -que están en las antípodas ideológicas de Correa- bancándolo, y con él a la democracia, instalan los comienzos de una derecha más democrática (que en Argentina no existe, por supuesto, en eso sí nos parecemos a los bolivarianos). Es positivo: Implica que se va armando la arena política con políticos, y que las oposiciones anti democráticas quedarán para las corporaciones, pero que ya van a tener que entrar a pelear por sí mismos directamente, lo cual sólo -para mi forma de ver- va a traer beneficios, porque es todavía muy difícil generar conciencia de cuanto y como condicionan los poderes fácticos al juego democrático, político e institucional.
Saludos.
PD: Sigue pareciéndome que es José Natanson el tipo más lúcido a la hora de analizar el actual proceso sudamericano. No en demérito de este análisis tuyo, Nicolás, que comparto punto por punto. Agrego esto por tu primer párrafo. El libro La Nueva Izquierda es una guía imprescindible a la hora de leer todos estos sucesos.
Saludos de nuevo.
Escriba, no hay algo de teologismo en todo esto? La idea de un Estado que va hacia un lugar y que encuentra obstáculos en su exterior no es un poco como una teoría de la modernización aggiornada (El Estado trata de industrializar pero encuentra obstáculosssss). Me parece que seguimos mirando América Latina con la lente de una sociología política que no da para más. Lo veo en este artículo de Singer http://historiaemprojetos.blogspot.com/2010/09/andre-singer-historia-e-seus-ardis.html que habla de un realineamiento del lulismo que te diría que es de un germanismo casi conmovedor. Lula se apoyaba en los sectores medios y después se apoya en los sectores populares y así….
Me parece que en todo caso lo importante es pensar en cuáles son los límites intrínsecos de esos Estados. Ya lo dijo García Linera: una cosa es el Estado con el barril a 20 y otra es con el barril a 100.
En fin, me parece que lo importante es pensar las determinaciones internas de los procesos más allá de la guerra de trincheras con los clarinetes del continente.
PD: fijate que en tus notas liquidás al «resto del mundo» con la derrota del Alca y la crisis política USA… Y el (b)RIC? y la dependencia tecnológica? Y la inferioridad militar? mmmmmm.
Me parece que hay que seguir dándole vueltas porque si no no se entiende cómo es que seguimos siendo el continente más desigual a pesar de todo…
Para empezar, ¿y México con sus 100 millones de habitantes donde queda en tu análisis? ¿Demasiado insignificante para ser mencionado?
No termino de entender lo que querés transmitir. ¿De unidad política latinoamericana hablas? No confundamos nuestros sueños con la realidad. ¿Qué es lo que aporta el UNASUR, mas allá de grandiosas declaraciones comunes sin contenido?
Por encima de la encomiable actitud de los presidentes latinoamericanos para apoyar a Correa, defendiendo a la democracia por encima de los colores políticos, no veo nada que se parezca a una unidad política en Latinoamérica.
Brasil que se va sólo de punta de tal modo que un presidente con orígenes de izquierda lleva a cabo una política de atracción de inversiones extranjeras en continuación de sus antecesores y que incluso llega a poner sus fichas en el tablero internacional como potencia, en algunos caso con el riesgo de quemarse los dedos (léase apoyo al Iran). Este es el tren al que en alguna manera se han subido los países vecinos.
México un país demasiado ligado a su gran vecino del norte como para meterse en otras aventuras. Colombia un país cansado de tantos años de carnicerías, en la que su población aplaude y vota por gobiernos que pregonan la mano dura contra la guerrilla, y peleada con sus vecinos Venezuela y Ecuador por el tema de la guerrilla. Venezuela , gobernada por el estrafalario Hugo Chavez, mezcla de héroe bolivariano con déspota autocrático, y aliada con el Ecuador de Correa, la Bolivia de Evo Morales y en menor medida con la Argentina de los Kirchner, que además le intenta disputarle el protagonismo en política internacional a Lula.
Bolivia con su experiencia de tener su primer presidente, originario de la mayoría indígena del país y enemigo por siempre de Chile, cuyo mayor consenso parece ser la continuidad de la política economica iniciada por Pinochet.
Y Argentina creándole dolores de cabeza a sus vecinos de tanto en tanto, llámese el conflicto con Botnia con Uruguay, de Abaplaza con Chile o el cierre de las importaciones con Brasil.
Perdón.
¿La clase dirigente, toca algún pito en esto?
Tapones: No hay gobiernos «de todos». Creo que tenés que tratar de tener el mayor consenso posible, pero no creo que haya gobiernos » de todos». (¿Perón 1973?).
Pablo: Acuerdo con todo, con lo de Natanson también.
Ale: Me parece que América Latina frenó en el precipicio con la cumbre de Mar del Plata. Ahora estaríamos atados a Estados Unidos y sería un despelote bárbaro, sin contar con que no habría esta «unidad de criterio» que estamos viendo. El «hacia adentro» es la pelea que se tiene que dar dentro de cada partido. Todo partido político tiene que tener «internas» sobre el rumbo a tomar. Creo que eso debería revelar vitalidad política, porque las «internas», lo que te proveen es de formas de reinventarte también. La gente te puede dejar tirado a un costado en la primera curva, si no. Y con respecto a las «otras» limitaciones externas que marcás: no es Dinamarca esto, ya lo sabemos, pero avanza la cosa.
Diegoarmando: Me parece que exagerás. México está pegado a Estados Unidos, pero no come vidrio. Colombia tiene los temas de agenda que tiene, pero la verdad a las FARC, de «guerrilla» no les veo nada, se me aparecen más como una «empresa». No lo veo a Santos queriendo tener problemas con Chávez, ni viceversa. Y no veo a Bolivia queriendo tener problemas con Chile y creo que justamente Piñera se va a terminar de morfar al «pinochetismo», para pasar a armar una derecha «atrapatodo», más viva de lo que querríamos varios.
Gus: No entiendo, explayate un poco por favor.
Un abrazo
Justamente porque México no come vidrio, no se alió al frente bolivariano sino que sigue pegadito a EEUU. Me pregunto si te atreverías a repetir tu opinión de las FARC, de que son una empresa y no una guerrilla, delante de un público colombiano. Tambien te recuerdo que Santos fue justamente ministro de defensa del gobierno de Uribe, y con ello encargado de luchar con la guerrilla. En ese sentido el acercamiento con Chavez es puramente táctico y marcado por necesidades económicas.
En cuanto a las relaciones entre Bolivia y Chile, sabrás que estan signadas por el problema de la salida al mar de Boliva, que Chile le quitar en el siglo XIX. En esas circunstancias esos dos países nunca serán aliados.
Considero que es un buen ejercicio quitarnos de tanto en tanto el prisma ideológico, y intentar observar la realidad tal cual es.
Saludos desde Colombia.
Diegoarmando: Una entidad que atrasa décadas supongo que sólo está pendiente de cómo reproducirse a sí misma, nada más.
Sé quién es Santos, pero no veo que se vaya a pelear gratis con Chávez.
No hay nada por lo que Bolivia y Chávez deban ser «enemigos». El prisma ideológico está, claro, pero ¿México es un apéndice de EEUUU? ¿Colombia y Chávez sólo guerrean? ¿Chile y Bolivia son enemigos?
No me parece.
Saludos
Interesante análisis, entiendo que el núcleo es entender la necesidad de negociación permanente.
No estoy tan de acuerdo con esto:
«No hay contexto, no hay Historia. Y para eso evalúan que la última frontera de la política no está en el avance del Estado, sino en los terrenos inexplorados de la Amazonia, las zonas periglaciares o lo que sea que haga que la política se parezca más a un western que a una charla con mi tía jubilada».
No creo que sea porque crean que «…la última frontera de la política no está en el avance del Estado, sino en los terrenos inexplorados de la Amazonia, las zonas periglaciares o lo que sea…» Creo que eso es lo que construyen algunos sectores políticos como idea fuerza por dos motivos: falta de un eje ideológico claro y transparente (no es que no lo tengan, digamos que atrás de las cuestiones ambientales lo esconden), y falta de compromiso real (son causas que si son de todo o nada, o sea, si son «puras» son incompatibles con nuestra cultura y con nuestra organización política y económica). Mientras tanto dan charlas en foros empresarios. No es una concepción de la política como un western, es transformar la política en un western.
Es buena esa Ariel.
Abrazo
Simple, nunca se ve a la clase dirigente, la visión que tiene de si misma, de las instituciones y del estado como parte del problema.
Aparecen como meros administradores, más o menos exitosos, de un sistema politico e institucional que funciona como un relojito.
El Estado; el modelo o el sistema, son cosas distintas al sujeto que las administra circustancialmente, en la mayoría de los pueblos de america latina, no es un concepto que se tenga del todo claro. Ahora si el dirigente, es casi incapaz de imaginar ente ideal que llamamos estado y tiende a verlo como una cosa propia, creo que es un problema.
Sigo sin entender el punto.
Saludos
A ver.
Pensas, que la concepción de la política y del manejo de la cosa publica y jerarquia de las instituciones que historicamente han tenido los politicos sudamericanos con independencia de banderia ¿No es parte del problema?
Lo que vos señalas,en tu segundo punto, más allá de acuerdos o no en el punto de vista, son hechos que caracterizan nuestro modo de manejar la politica. Ahor no es dable pensar, a la vista de resultados historicos ¿Que es parte del problema? y que la dirigencia al aceptar esas reglas de hecho automaticamente se convierte en parte del mismo?.
Espero haber sido claro y lamente expresarme tan mal.
«historicamente han tenido los politicos sudamericanos»… no existe eso. Hay distintos dirigentes, distintos países, distintos momentos políticos. Me parece.
Saludos
Me parece que tomás la parte más vaga de mi concepto (ouch!), para descartarlo de plano.
Los momentos politicos ¿Son fuerzas de la naturaleza?
Apenas me enteré del intento de golpe de estado a Ecuador, me largué una descarga por vía de mail entre amigos en la que dejaba sentado mi parecer.
Palabras más, palabras menos, hacía hincapié en que hace unos diez años aproximadamente que han habido uniformes victorias electorales en Paraguay, Ecuador, Venezuela, Chile, Brasil, Argentina, Uruguay, Nicaragua, Guatemala, Bolivia, la derrota del PRI en México y la incertidumbre que eso generaba. Hasta casi gana Ollanta Humala en Perú… todos ellos enumerados sin órdenes de llegada ni de trascendencia pero con una ideología similar, siempre con matices propios, claro está.
El sueño de la América Latina, al menos vía la parte Sur que trazaron San Martín y Bolivar no parecía lejano.
La figura de UNASUR es vital para la región, desde lo político, económico, social y cultural. La reacción en Mar del Plata y la negativa al ALCA fue todo un síntoma… y la reunión de urgencia, a la que llegaron también los presidentes de Colombia, Perú y Chile -los tres países de gobiernos más de derecha- es muy importante y agigantan la hermosa sensación de pacífica convivencia y unidad. A nadie le importó la respuesta de la OEA y menos el «wait and see» gringo. Reunión de presidentes y envío de cancilleres. Y hasta se habla de incorporar cláusulas de ruptura de las relaciones económicas y sociales con los países con gobiernos no democráticos, etc. Pensar que en los 60/70/80 esto era más utópico que una Inglaterra comunista de Marx.
No me quiero olvidar del repudio de UNASUR a las bases militares gringas en Colombia.
Los avances son notorios, pero el otro grupete no se va a dejar vencer tan fácilmente y hace evidente su repudio a la unión latina con actos desestabilizadores en cada gobierno. Ya no hay conflictos tan a la vista como lo fue las guerras de Ecuador-Perú y/o el conflicto de Bolivia-Chile por la salida al mar.
Opine lo que opine cada uno de los gobiernos locales, no hay dudas que los mismos de siempre llevan a cabo actos nonsanctos tendientes a debilitar, fraccionar, obstruir y/o derrocar a cada gobierno de turno. Los viejos tanques de las familias nobles y conservadoras locales y la CIA con «Cóndores» armados y entrenados fueron sus históricas armas, hoy las han ido acomodando a los cambios, golpes parlamentarios o sublevaciones de policías son dos buenos ejemplos…
En efecto, hay miles de señales presentes y latentes. Golpe de estado en Honduras, de índole económica-parlamanentario. En Bolivia los «blancos» querían independencia territorial, eso si, con Sánchez Losada eran orgullosos bolivianos, un orgullo según gobernante. Paraguay tiene a Lugo internado con cáncer -creo que se fue a San Pablo a seguir el tratamiento- con un «Cobos» enquistado de vice y con el cuchillo y tenedor listos. Los medios nos dicen que Chávez perdió «98 a 60» y que «murió el régimen» que, por cierto es el que más elecciones ganó, las más limpias, y es el único que se sometió a dos referendums y soportó dos golpes de estado. El golpe de Ecuador dejó 5 muertos y más de cien heridos, con un presidente secuestrado y al que le lanzaron gases lacrimógenos. Los aprietes mediáticos a Lula previos a las elecciones, que lo terminaron hartando y lo dejaron al caudillo y prócer de la región con ganas de copiarnos la ley de medios.
Acá, por más que se cuestione al gobierno -o no-, hay hechos y posturas que no son democráticas y como ciudadanos también debemos combatir. Las reuniones con instrucciones de diversas corporaciones como la SRA, Bergolio y de Magnetto al peronismo disidente, mal llamado Federal. La corporación judicial y la lluvia de cautelares con jueces subrogantes o invocando falsas conexidades para defender a una empresa claramente ilegal (Fibertel), a una decisión administrativa que acomoda los canales por género y obliga a incorporar los censurados y a una ley del congreso a la que previamente dos diputados del peronismo federal habían pedido amparos para que no entre en vigencia, siendo un claro acto inconstitucional y violatorio de la división de poderes y la institucionalidad pero idóneo para merecer el premio de empleado del mes. O La exagerada interpretación del tema Apablaza y el tema Botnia, donde los medios y oposición quieren y pretenden generan problemas diplomáticos con Uruguay y Chile. Ya antes lo habían intentado al falsear (Clarín) y tergiversar (La Nación) las declaraciones de Sadous ante el Congreso en el caso Venezuela y la embajada paralela, tema respecto al cual debieron hacer silencio cuando las declaracioens secretas (salvo para los dos medios mencionados) Tiempo Argentino las hizo públicas.
En fin, hay mucho más para decir, lo importante es que el sentido de unidad, de pelea en conjunto y de respeto a la democracia, gobierne quien gobierne, es un claro síntoma de evolución y madurez de esta región y sólo pudo nacer (u observarse) a partir de las victorias electorales que mencioné anteriormente. Sin ese tipo de gobiernos, la cosa seguiría igual que hace 200 años…
Pluto: cualquier hecho de la realidad que no concuerda con tu concepto del mundo es un invento de los medios corporativos. Hay que destruir estos medios hegemónicos y entonces el mundo será perfecto.
Te sugiero que te quedes en tu casa. !No salgas de la Argentina por ninguna circunstancia!
Yo le sugeriria que vuelva a Disneyworld.
Muy simplista, pero bueno. Innecesarimente ofensivo pero «bueno bis».
Hace muchos años la información era un derecho de doble vía… el derecho a informar del propietario del medio y el derecho del ciudadano de estar informado. Como operaba de esa forma, quien poseía el medio no podía mentir ni tergiversar vilmente. Hoy hay libertad de empresa -no prensa-, es decir, meros intereses, hoy claramente corporativos. Quien hoy posee medios posee otros productos adicionales, otros intereses y la prensa es un fin de lucro más. La verdad, la realidad, el hecho objetivo son fenómenos bastadeados y reducidos a intereses. El periodista profesional es empleado casi sin vos.
Por caso, mientras se discutía la famosa 125, pocos pensaban en que los dos principales medios son propietarios de Expoagro y fueron quienes más pregonaron por su rechazo. Buzzi se sintió forzado a subirse a esa ola, llamada mesa de Enlace. Buzzi desoyó el grito de Alcorta y a los besos limpios con Biolcatti y Llambías apoyó la eliminación de una retención diferenciada, lo mismo que hoy pide pero los de siempre ahora le dan la espalda. Fue un gran éxito de los medios dueños de campos y ferias, una gran derrota del pequeño y mediano productor.
Pero no hay que destruir nada, sino distribuir o redistribuir, que no es lo mismo.
En la medida que uno tenga «cien pesos» y que haya miles que no junten siquiera «10 centavos», no habrá justicia social. Y el que tiene cien pesos se encargará de explicar que eso es lo mejor, el que no tiene ni 10 centavos apenas puede contra su desnutrición…
Este post debería leerse junto con este otro http://tirandoalmedio.blogspot.com/2010/10/cambios-en-clarin.html
pluto te cito «…Reunión de presidentes y envío de cancilleres. Y hasta se habla de incorporar cláusulas de ruptura de las relaciones económicas y sociales con los países con gobiernos no democráticos, etc. Pensar que en los 60/70/80 esto era más utópico que una Inglaterra comunista de Marx.»
Te recuerdo q ese fue uno de los motivos de la suspension de Cuba de la OEA en los ’60 q perduró hasta hace menos de 5 añitos: su caracter de gobierno no democratico. No veo nada nuevo ahi, pero aunque suene bonito el tema tiene un transfondo complejo y mucho mas para Argentina q en toda su historia ha tenido como principales caracteristicas de politica exterior el principio de «no intervencion» (bajo ese mismo argumento Argentina no apoyo la suspension de Cuba en los ’60)
Escriba: Voy en la linea de diegoarmando, con el tema Bolivia-Chile. La cosa no es q sean mas o menos «enemigos», lo fundamental de la problematica es q si seguimos tirando trapitos al sol del siglo XIX no puede haber integracion porque son problemas profundos y muy sensibles q dividen.