En respuesta a Marcos Novaro

Lo que sigue podría calificarse como “una falta de respeto”. Pero el desarrollo y la difusión de las nuevas tecnologías de la información han convertido a la comunicación en esto. Cualquier poligriyo se cree con derecho a hacerse el vivo con un reconocido profesional. Supongo que el progresismo no debería quejarse sino celebrar esta suerte de desmitificación de las “investiduras” profesionales.

En Página 12 de ayer se publicó este artículo en el que el sociólogo Marcos Novaro expone una visión particular sobre la crisis financiera internacional, y la forma en que desde Argentina se la enfrenta.

Su intención, tal lo expone, es refutar 5 argumentos que él considera que desde el Gobierno y/o sectores políticamente cercanos se esgrimen para reforzar la idea de que el Gobierno saldrá beneficiado de la coyuntura.

 El primer argumento que intenta refutar es el de la “victoria ideológica”. Dice que el gobierno intenta resaltar la ventajosa posición en que se encuentran los países que no adscribieron a las recetas neoliberales y prefirieron la regulación de los mercados al libre funcionamiento de los mismos. Pega palos a las intervenciones de Moreno y Etchegaray. Señala la diferencia entre un “capitalismo y un Estado prebendarios, que necesitan que los mercados no existan” (que sería eso lo que hay en Argentina [1]) , con un “Estado desarrollista que regula los mercados con vistas a fortalecerlos” (el cual pareciera ser de su preferencia, aunque no enfoca en ningún Estado de estas características existente, lo cual constituye una especie de “one case comparison”). Asegura, además, que La explicación de la crisis por “falta de regulación” es parcial y generosa con Bush” y que esto es “algo que los Kirchner no mencionan, tal vez porque evocaría su propia burbuja”.

Respecto de esto último, considero que el planteo de Novaro parece apuntar en el mismo sentido en que apuntaban los discursos de ciertos economistas ante la crisis de la convertibilidad en Argentina en 2001: la culpa era de Menem, que era ladrón, de De La Rúa que era estúpido, de Cavallo que ya no era el mismo, de los políticos en general que eran unos chorros.

Aquí también, diciendo que Bush “no sólo se negó a hacer algo necesario, sino que hizo cosas muy graves, como estimular irresponsablemente la formación de las burbujas que ahora estallan en cadena, gastó y se endeudó sin límite para evitar una recesión cuando empezaron los problemas”, Novaro parece intentar tibiamente deslindar responsabilidades de la doctrina para recargarlas casi en exclusivo en el chivo expiatorio del momento. Bush no es ni un poquito inocente, pero el sistema financiero estadounidense funciona de acuerdo a lo postulado por los Premio Nobel Friedman y Lucas, más que por los gustos personales y caprichos del texano. Enfocar el problema en él y en su decisión de hacer una guerra en Medio Oriente es poner el carro adelante del caballo. La decisión de desatar una guerra en Medio Oriente no es más que una desesperada salida hacia delante, para evitar chocar de frente con los problemas que el neoliberalismo había creado y que ya le explotaban en las manos al capitalismo estadounidense. Y la misma desregulación del sistema financiero no es otra cosa que el correlato de la decisión de desregular todos los mercados (financieros y reales), y el motivo por el cual un pueblo puede consumir más del triple o cuádruple de lo que produce.

Lo de la evocación de la “propia burbuja” lo salteo porque no alcancé a comprenderlo.

 Otro de los argumentos que Novaro critica es el que hace hincapié en el acierto que representaría evitar el unilateralismo en materia de política internacional, dándole parcialmente la espalda a las requisitorias estadounidenses para privilegiar los lazos regionales. Dice, por ejemplo, que “la crisis no dejará en pie muchas ansias de desafiar el poder norteamericano” y lo justifica diciendo que “para que una hegemonía termine hace falta que haya algo que la reemplace, y habrá que esperar mucho para que algo así aparezca”. No conozco los argumentos para defender esta postura, pero no creo que NECESARIAMENTE el mundo deba organizarse en torno a una y sólo una potencia dominante, protectora de sus aliados y verdugo de sus enemigos. Creo que es evidente que la configuración del poder internacional está modificándose: Rusia bombardea a Georgia y negocia de igual a igual, EEUU pide a Europa y Asia acciones mancomunadas para salvar el sistema financiero, Sudamérica se organiza e intenta fundar el Banco del Sur, varios países se “independizan” del FMI, son crecientes las “trabas” al comercio internacional libre (hasta hace poco Argentina era el único país del mundo que gravaba fuertemente sus exportaciones; ¿sigue siendo así?). Y varios etcéteras, y algunos que no se manifestaron por ahora más que como desafíos (la amenaza china de desprenderse de a poco de sus reservas en dólares, por ejemplo). No sé por qué sería necesario que surgiera una nación omnipotente para que EEUU dejara de ser la nación dominante. No siempre el mundo ha sido unipolar, y no necesariamente lo será en el futuro.

Digamos, de paso, que una de las consecuencias de que Argentina haya adoptado esta visión de priorizar los lazos regionales antes que las “relaciones carnales” con EEUU es su negativa a avalar la guerra en Medio oriente (en otras épocas se enviaron tropas y todo), uno de los hechos, según Novaro, a través de los cuales Bush promovió el desastre financiero tal como se señaló cuando se hablaba del primer argumento.

El tercer argumento, blanco de la pluma de Novaro, es el que señala que el mantenerse al margen del mundo hace que las consecuencias sean menores que si la economía argentina se encontrara mucho más fuertemente vinculada al crédito externo. Es caso de teoría contrafáctica, pero hay fuertes elementos como para pensar que de haberse revaluado el peso y aumentado la tasa de interés en dólares (bajísima actualmente y adrede) tal como pedían algunos economistas para evitar la inflación, la economía argentina se encontraría dolarizada en proporción mucho mayor, más endeudada externamente (por el lado del sector privado), y ante un temblor financiero como el actual la fuga de capitales hubiese sido importantísima, además de que hubiésemos llegado a la crisis con los  fundamentos de la economía real debilitados, fundamentos que, ahora que los tenemos, nuestros queridos consejeros nos advierten que los podemos perder (y en este caso sí perderlos les parece grave, aunque nunca le dieron mucho crédito al hecho de haberlos conseguido)

Como en el caso de Bush y de la convertibilidad, si esto hubiese pasado, los Kirchner y la clase política argentina hubiesen sido, seguramente, los chivos expiatorios de turno.

Las comparaciones con la derecha religiosa norteamericana que aborrece la perversión de Wall Street y las evocaciones a Ratzinger las entendemos como recursos estilísticos, pero que no aportan nada a la línea argumental.

Respecto de si es “incomprensible que el progresismo vernáculo considere “virtual” y perverso el sistema financiero en general, incluidos los mecanismos que han permitido en las economías desarrolladas acceder al crédito a sectores de bajos ingresos”, es una reedición del argumento de los “pobres jubilados” que sufrían la quita de deuda de la Argentina en el 2005. En una maquinaria como esta, ninguna pieza funciona con independencia del resto. El progresismo tiene la obligación de celebrar el fin de la esclavitud, aunque con ella se terminaron el techo y el plato de comida diario para los esclavos.

 Respecto de la refutación de los argumentos cuarto y quinto, expresados en voz baja según Novaro, me limito a decir que no hay elementos para desconfiar de la “voz baja” aludida, en el caso, por supuesto, de que hayan sido expresados. Por lo demás, aquí sí estoy más cerca de estar de acuerdo con Novaro.

[1] ver el muy atinado comentario de Julián.

13 comentarios en «En respuesta a Marcos Novaro»

  1. A mi lo que me sorprende son los pequeños y mediasno empresarios con los que tengo contacto que repiten literalmente este discurso de país poco serio y gobierno irresponsable y al mismo tiempo se quejaron por la inflación y ahora dicen «el segundo cuatrimestre del 2009 va a estar muy duro».
    Si ni siquiera los tipos que van atrás de la guita sin capaces de ver que escenario los protege más, cuales son las posibilidades de que «la clase media» lo haga?

  2. Muy bueno Mariano, completamente de acuerdo, como vos decís el tercer punto puede ser discutible (aunque yo estoy de acuerdo con vos)porque es difícil saber exactamente qué hubiera pasado, pero en los dos primeros parece muy claro que tenés razón.
    Intento una hipótesis sobre qué quiso decir Novaro con «propia burbuja». ¿Querrá asmilar el incentivo al consumo de los K, con el crecimiento de dinero artificial de la burbuja inmobiliaria, bolsa, cifras de encaje cada vez menores que hacen crecer el porcentaje de dinero ficticio, etc? Si eso es lo que quiso decir yo no lo veo parecido, en un caso (aquí)se está estimulando mayor producción para responder a mayor demanda, mientras allá sí se parece a una burbuja, cuando explota se ve que no había nada respaldándola.
    Igual todo es más bien pregunta, porque de estos temas económicos siento que hablo muy en el aire, nunca estoy seguro de no estar mandando cualquiera.

  3. Estimado Mariano, como a vos, me interesa discutir sanamente, pero lamento cada vez que empieza una discusión tener que estar aclarando que no dije lo que se me achaca haber dicho. Aunque tal vez no haya escapatoria, por la extendida tendencia a confundir argumentación con manipulación. En todo caso, creo que el problema no es tuyo, o no sólo tuyo, sino de la época: el virus kirchnerista que tanto mal le ha hecho a la cabeza de la gente y la lleva a polarizarlo todo, a buscar justificar su propia posición descalificando al otro, a usar las palabras para ofender o sentirse ofendido y cosas por el estilo. Es tan obvio que nada de lo que escribí puede entenderse a favor una hegemonía unilateral «necesaria», que me resulta ridículo tener que aclararlo. Como lo es tener que explicar que llamar la atención sobre las similitudes entre los estímulos excesivos a la demanda a que recurrieron gobiernos tan distintos como el de Bush y el de los Kirchner, no signifique olvidarse del problema de la regulación de los mercados financieros.

    Lo que sí me parece un terreno más adecuado para discutir es lo que decís respecto a la solidez de los fundamentos, y a que ellos se hubieran debilitado de haber seguido una política de ajuste antes de la crisis financiera. Creo que estás equivocado, y Argentina paga y pagará con creces por el error del gobierno. En verdad ya viene pagando desde hace tiempo: contra lo que sostenés, la fuga de capitales empezó hace más de un año y alcanzó niveles alarmantes, mientras tanto, la colcha le quedó corta al gobierno y no puede ni subir el dólar ni frenar la inflación.

    Un último asunto. Tal vez tu desprecio por los jubilados actuales y próximos se alimenta de cierta ceguera generacional. Hacé un pequeño esfuerzo por prestale atención al problema: la violación constante de derechos de los tenedores de títulos, te parece una vía adecuada para la justa distribución de las cargas? La posibilidad de decidir discrecionalmente desde el poder respecto a qué demandas se fundan en derechos y cuáles en privilegios injustificados y por tanto merecen ser ignoradas es uno de los rasgos que caracteriza a la política argentina desde siempre, y por eso vivimos en un sistema prebendario, no en un sistema liberal ni siquiera neoliberal, ni tampoco obviamente, en uno desarrollista. Hay quienes creen que la solución es hacerse de ese poder, y otros que quieren hacer otra cosa.

  4. «el virus kirchnerista que tanto mal le ha hecho a la cabeza de la gente y la lleva a polarizarlo todo, a buscar justificar su propia posición descalificando al otro, a usar las palabras para ofender o sentirse ofendido y cosas por el estilo».

    ¿Es necesario dar ejemplos o alcanza con decir que el discurso político es eminentemente polarizado y polarizante y muy anterior a los Kirchner?

    Me gustaría saber también porque las polarizaciones son intrinsecamente malas, a menos que su modelo político sea Habermasiano. Del estructuralismo para acá (de Saussure para acá) nadie discute que el sentido (la realidad) existe gracias a la oposición, al contraste. En política esto significa se traduce en polarización u oposición. ¿cuál es la historia con la polairización? El problema será en todo caso la mixtura, que las cosas «no sean definidas», que parezcan una cosa y sean la otra, no la polarización…

    Finalmente, me sorprende que alguien hable de «virus Kirchnerista» y luego critique a quién actua «descalificando al otro, a usar las palabras para ofender o sentirse ofendido». Asimilar una posición política a una enfermedad contagiosa suena bastante descalificante, no?

    Saludos!

  5. Marcos: le agradezco mucho que se haya tomado el trabajo de leer y sobre todo responder mi entrada. La escribí sin la menor expectativa de que tal cosa ocurriera.
    La frase “para que una hegemonía termine hace falta que haya algo que la reemplace, y habrá que esperar mucho para que algo así aparezca”, sumada a la opinión de que “la crisis no dejará en pie muchas ansias de desafiar el poder norteamericano”, las entendí como ideas que tendían a valorizar la conservación del cúmulo del poder internacional en las decisiones estadounidenses, debido a que no hay otra cosa que lo reemplace. Como creo que se avizora, incluso desde antes de la crisis, que EEUU está empezando a compartir su poder con otras naciones en tanto cada vez le cuesta más imponerse por la «fuerza», creí que no atender a que esto está ocurriendo significaba pensar que para que EEUU deje de ser la potencia dominante era necesario que la reemplazara otra (porque no alcanza con que «comparta» su poder). Si me equivoqué es por culpa del virus kirchnerista, no mía (total, de todo tiene la culpa el kirchnerismo).
    Me parece que el impulso a la demanda por encima de la capacidad de respuesta a la misma de la oferta (que lógicamente genera presión inflacionaria), no es lo que se llama una burbuja, porque su desenlace se remite a una contracción en el otorgamiento de crédito de corto plazo, y no en una ruptura de la cadena de pagos porque los agentes no puedan devolver lo que se les prestó. La diferencia está en que la situación argentina se «desinfla», la burbuja se pincha. Genera un shock. Pero en definitiva, son apreciaciones de carácter lingüístico, diría.
    Algunos de los puntos de su primer párrafo podrían aplicarse al supuesto «desprecio» mío para con los jubilados.
    La deuda pública creciendo por encima de la capacidad de pago del estado afecta mucho más a los jubilados que una quita en el valor nominal de los activos que aseguran el pago futuro de jubilaciones. No es bueno que la riqueza nominal crezca demasiado por encima de la riqueza real. Ahora, si se estabiliza la situación de la riqueza real, el factor tiempo hará que los «papeles» vayan recuperando su valor. Es mejor eso que ir a cobrar un papel recontrainflado y encontrarse con que no hay con qué pagarle.
    Le vuelvo a agradecer el gesto de infrecuente humildad de meterse en una discusión con alguien que tal vez no esté a su altura intelectual.
    Un saludo.

  6. Quiero comentar algo respecto de la hegemonía estadounidense.

    A mi entender, su hegemonía politica (neocons) y económica se está derritiendo a la vista de todos, haya o no quien lo suplante (si es que debiera). El rey está desnudo y punto.

    Y su hegemonía militar se cae a mayor velocidad aún de lo que decae su hegemonía política y económica.

    YA perdió la guerra de Irak (sólo falta definir el calendario del «withdrawal») y está perdiendo la guerra contra un país (?) que parece salido de la edad de piedra: Afghanistán.

    los Taliban están a las puertas de Kabul (todo el sur y el este ya están perdido), nunca tuvo el control sobre la NWFP de Pakistán, perdió a Musharraf y le mataron a la Bhuto, que era su pieza de recambio.

    Y tiene que hacer buenísima letra con Ahmadinejad, porque no puede sostener ni siquiera los 2 frentea abiertos anteriormente mencionados.

    Pregunto: Sin hegemonía política, económica ni militar, qué hegemonía le queda? Moral, seguro que no. Creo que el derrumbe es más acelerado de lo que todos piensan.

    Y aquí, nosotros y nuestra economía, tendremos que reconfigurarnos teniendo presente este escenario a la vista.

  7. Me pregunto cómo calificaría el ilustre intelectual Liberal Marcos Novaro los criterios de asignación de recursos del «Plan de Salvataje» ideado por Paulson y Bernanke para las entidades financieras norteamericanas. ¿Es Estados Unidos un Estado prebendario? ¿Son mejores, más claros y transparentes, los criterios utilizados en Gran Bretaña, en Francia, en España? En un punto, las sociedades modernas viven en torno a decisiones políticas. En todo caso, de lo que se trata es de que quienes las toman sean hechos responsables de los efectos de su inevitable «discrecionalidad».
    Pero si el problema no es la doctrina, sino que Bush abusó del estatismo y la discrecionalidad en términos de política financiera, entonces necesitaríamos reescribir la historia de los años 1975 – 2001, como la de una etapa de desregulación desenfrenada que, por alguna razón, no tiene nada que ver con la crisis actual.
    Si, en definitiva, los Bush, los Kirchner, los Zapatero y los Brown cane persistentemente en la trama de la «intervención discrecional», ¿no tendrá esto que ver con que el sistema no funciona de ninguna otra manera, independientemente del mítico llamado a la autorregulación? Porque, de hecho, venimos del ciclo de desregulación más intenso de todos los tiempos. No el iniciado por Bush, ciertamente.
    Me pregunto si Novaro hace o hará en el futuro una lista de todas las violaciones de derechos que sufrimos los consumidores y usuarios de servicios públicos a partir de las privatizaciones, situación que podría emparentarse perfectamente con la de aquellos jubilados que fueron vilmente estafados por sus bancos y asesores financieros para que compren, por ejemplo en 2001, bonos de deuda de un país cuyo default era inminente. La idea de que nuestros países «deben» algo en términos éticos a quienes estafaron a generaciones de argentinos, incluido el Profesor Novaro, me parece de una ingenuidad soberana.
    En fin, si el neoliberalismo, el liberalismo y el desarrollismo son Ideas sin encarnación en la realidad, ideas a las cuales el proceso histórico fracasa en asemejarse, entonces los parámetros del análisis están destinados a fracasar de antemano.

  8. No tengo tiempo para participar en este debate ahora. Sólo agradecer a Mariano por levantar mi comentario en la lectura y decirle a Eduardo Real que decirle vargallosista a Novaro y al CPA es una chicana barata que se acerca a una infamia. Comparar a Novaro con el patético e inimputable de Mario o el fanático Álvbvaro es de muy mal gusto.

  9. Es increíble el grado de esnobismo de ésta intelectualidad. Es el temor a perder sus cargos en universidades, en el CONICET. Esto ocurre en toda Latinoamérica. Muchos de estos investigadores asumieron en la ola neoliberal acompañados de la ya pasada corriente posmoderna. Con maestrías realizadas en Europa o en los Estados Unidos a través de fundaciones de dudosa procedencia. Un ejemplo las investigaciones en historia y memoria financiadas por Ford en toda Latinoamérica. Creo que vienen otros tiempos, nuevas miradas y ojalá un recambio, hacía un pensamiento menos elitista, sobre todo, en Universidades públicas.

  10. Muy bueno lo de Novaro: empieza diciendo que hay que discutir sanamente, y acto seguido acusa a quien no está de acuerdo de confundir argumentación con manipulación, y de ¡estar infectado por un virus kirschnerista!.
    Por otra parte, si siempre tiene que aclarar lo que quiso decir, tal vez sea porque no sabe escribir. Por ejemplo, ese párrafo de la burbuja realmente no se comprende.

  11. Cada tanto vuelvo a leer el articulo de Novaro, veo sus intervenciones en TN (del cual es un opinologo permanente) releo esta respuesta de Mariano y (mas alla que lo respondido por Mariano fue impecable) no puedo dejar de reirme del pobrecito Novaro… viene barranca abajo sin prisa pero sin pausa. Y encima parece que le jugaron una mala pasada publicandole justo hoy! algo escrito por el en tn.com.ar (como no podia ser de otra manera) sobre el fallo del juez Griesa:
    http://www.politica.com.ar/blog/author/marcos/

    Da pena Novaro…y un poco de risa tambien…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *