Entre el sentido común y la necesidad

En este, el que seguramente es el peor momento de su gestión, cuando queda a la vista que no sólo no sabe gestionar sino que subejecuta las partidas, que está rodeado de incapaces y nulos, que favorece descaradamente a socios y amigos y que gobierna con un definido sentido de clase –antipopular y a favor de los que más tienen, por supuesto– y sin preocuparse por ocultarlo, no sólo la popularidad de Mauricio Macri no baja en las encuestas sino, por el contrario, sube. Anoche lo contó, en una mesa redonda a mi juicio imperdible del ciclo que organiza Nación Apache (ojalá se desgrabe y publique), el sociólogo y encuestador Ricardo Rouvier. Pero si el dato ya es díficil de tragar, lo que me hizo correr frío por la espalda es el motivo que dan los encuestados para explicar por qué prefieren a Macri: porque se mantuvo firme ante los estudiantes y los docentes. Mostró autoridad y eso es lo que hace falta (¿cómo, no eran la Presidente y su marido los excesivamente autoritarios?).

¿Está eso indicando un rumbo? ¿Para qué reclamarle al gobierno políticas sociales o cosas así, si lo que está pidiendo “la gente” es lo contrario? ¿A qué o a quiénes estamos enfrentándonos en realidad los que queremos un mundo un poco más justo, un mundo con menos sufrimiento? ¿Solamente al poder económico, no importa si agropecuario, industrial, de servicios o financiero o todo a la vez? ¿Solamente a la alianza entre el poder económico, los grandes medios y lo que llamábamos el imperialismo antes de la posmodernidad y Toni Negri? ¿O también a “algo más”, a algo que ni nos atrevemos a nombrar porque lo tenemos ahí, sentado a nuestra mesa en las fiestas familiares, sentado a nuestro lado en el subte, revisando el mismo estante de góndola que uno en el supermercado, recorriendo los pasillos de la Feria del Libro, haciendo la cola para pagar la tasa de embarque en Ezeiza, yendo a buscar al nene al jardín?

¿Se conformará esa gente con el pago a los holdouts? Acá debería escribir, entre paréntesis, “risas”: ya sabemos la respuesta. No se va a conformar con nada: todo lo que hagan Macri o Cleto está bien, porque, como dijo anoche otro panelista, Nicolás Puente, “el sentido común es de derecha”. ¿Qué quiere decir esto? “Dar a un problema complejo una solución simple”. Los que esperan soluciones simples a, por ejemplo, la inseguridad o la inflación, ya decidieron, en grandes líneas: hay quienes saben darles respuestas simples y están los Durán Barba que saben preparárselas para que puedan darlas.

Aun sin abandonar del todo la batalla por ganarlo, yo diría que de este sector de la sociedad –el mío, el sector en el que me muevo– no hay que esperar nada. No hacerse ilusiones, quiero decir, y en cambio, sí, apuntar al otro, el que no espera soluciones, el que, si va a las concentraciones por un choripán, es porque necesita comer (y no vive de rentas como los dueños de campos donde se cultiva soja). ¿Y con ese sector que pasa? En todo caso, sé bien lo que no pasa: algo que vi por el noticiero de Canal 7 creo que el lunes, desde Bolivia: largas, larguísimas, filas de campesinos, caminando tranquilamente hacia Santa Cruz, firmes, decididos a hacer todo lo que puedan para sostener a su gobierno y enfrentar a los detentadores históricos del privilegio, pocos días después de que esa misma oligarquía demostró a Bolivia y al mundo hasta dónde llega su capacidad de matar y puso a la vista hasta qué punto carecen de límites su racismo y su clasismo salvaje. ¿Harían eso acá los cabecitas negras del conurbano, los peones rurales que trabajan en negro, los pequeños campesinos expulsados por los sojeros? ¿Por qué lo harían? ¿Le interesa al gobierno o a la fuerza política que está en el gobierno hacer algo para que hagan algo así? ¿Se le ocurre aunque sea pensarlo? ¿Es un despropósito hacer cualquier tipo de comparación entre la situación argentina y la boliviana? ¿Nunca hubo ninguna experiencia de ese tipo –movimiento popular con algún arraigo en la capacidad de solucionar las necesidades de los pobres, incluido, y sobre todo, el sentido de dignidad– acá? ¿No hay bases para intentarlo?

Acerca de balvanera

Daniel Freidemberg. Argentino, nacido en 1945 en Resistencia (Chaco), residente desde 1966 en Buenos Aires, actualmente en el barrio de Balvanera. Más información en el blog "días después del diluvio".

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26 comentarios en «Entre el sentido común y la necesidad»

  1. Balvanera, impresionante, lo de Rouvier y lo de Bolivia. Yo ví ese informe en Canal (el único canal que tiene cronistas en las principales ciudades bolivianas) y me resultó impresionante.

  2. Ensayo una interpretación para el tema de la imagen de Macri y su paradoja respecto a la del matrimonio presidencial. A la gente le gusta ver que el jefe de la ciudad se ponga firme porque es evidente que es un tipo sin mucha firmeza, sin convicción por nada y con muy escasa capacidad de gestión, entonces, tomar conciencia de que el tipo no es “tan” títere, puede ser del agrado de una parte del electorado. En el caso de la pareja presidencial es completamente lo opuesto, como son un grupo muy cerrado que se encaprichan con algo y son capaces de poner al país en vilo con tal de no retroceder, la gente los nota autoritarios y ver que aprenden a consensuar con otros sectores sería del agrado de muchos. Por esta razón no puede analizarse tan linealmente la reacción de la gente si no se analiza al depositario del mensaje.

    Respecto a lo otro, no creo que sea comparable la situación de Bolivia con la nuestra. Por otro lado, yo me dejaría de hacer tanto problema por lo que piensan algunos, por las cosas de las que se quejan otros, o las cosas que está tramando aquel otro. Todos los gobiernos tienen un sector político en contra, todos los gobiernos tienen un sector de la prensa en contra, todo gobierno tiene que enfrentar paros y chantajes, todo gobierno tiene que contentar a algunos para que se enojen otros.

    Muchachos, dejen de victimizarse tanto! Lo que hay es lo que siempre estuvo y siempre estará. Hay que lidiar con los impresentables, no confrontarlos…

    Y a propósito de impresentables, que alguien le diga a Pichetto que afloje un poco con la papuza…

  3. Muy bueno Daniel. Buscando algún motivo para el optimismo, se me ocurren dos cosas. Respecto de una hipotética candidatura de Macri en el 2011, tengo cierta confianza en que no es tan simple que su imagen llegue en todo el país igual de bien que en la Capital. Y la segunda, es que si comparamos el sentido común de derecha de hoy, con el sentido común de recontraderecha que imperaba hace treinta años, algo hemos mejorado. Lo digo porque comparto todo lo que decís en el post, pero busco al mismo tiempo no quedarme con lo que puede ser una impresión derrotista de un momento en el que evidentemente la derecha vuelve a sacar pecho. Yo creo que hay que fortalecer todo tipo de movimientos populares, pero también creo que no hay que desesperarse, creo que cierta sensación de «vamos directo a un próximo gobierno de derecha», es parte de lo que nos quieren vender y no es nada seguro que pase.

  4. Sergio, sí, pero … ¿quién tiene un poco de urgencia por la situación de los pobres (sí, los pobres) hoy? ¿Alguien la tiene? Estamos mejor, es cierto; también es cierto que nadie hace olas y la tremenda pobreza y desigualdad están totalmente naturalizadas.

  5. Balvanera, me contó un pajarito que Carrió tenía un arreglo con Macri para no interferirse en las elecciones del año que viene. En la local iba el Pro con Michetti creo y en la Nacional Carrió.
    Esto es insostenible ahora, ya que se desdibuja Carrió como candidata y Primo Macri de la provincia de Bs As, est´ña tegiendo a lo loco y mide.
    Es una barca generosa la macrista, ya son varios los que les quieren tirar bajo la línea de flotación

  6. MEC: De acuerdo, de todas maneras en un gobierno como el actual, la urgencia solo puede estar representada en el «ala extrema», nunca va a convertirse en lo central. Con suerte los movimientos sociales son los que impulsarían en esa dirección. En momentos como el actual, en pleno caniche style, como diría Artemio, la urgencia parece más lejana que nunca, lo que no quiere decir olvidar que muchos de los logros de los últimos años, medidos en comparación a otros gobiernos fueron en ayuda de los pobres a una velocidad incomparable. Es cierto que no era tan difícil, ya con no empeorarles la situación se estaba entre los mejores. En todo caso para mi la tarea es empujar para el lado de la urgencia, aún sabiendo que tal como la deseamos, en el futuro próximo, no va a llegar.

  7. J.K.: nada de todo eso se sostiene ni viene al caso. Hablemos en serio, por favor.
    Sergio: es delicada la cosa, porque, si bien es cierto que nos quieren vender la idea de que se viene un gobierno de derecha y de que uno puede encontrarse de repente haciéndoles el juego, tampoco es bueno dejar de tener en cuenta al menos esa perspectiva ni ignorar que hay grandes posibilidades. Sobre todo, que ese «sentido común» existe, está instalado, es fuerte y difícil de combatir o revertir, entre otras cosas porque es fácil y placentero. Quiero decir, Sergio, a la realidad hay que verla tal como es, no como a uno le gustaría que fuera. ¿es así la realidad? Si es así, tal vez podamos hacer algo, o intentar hacer algo, para cambiarla, pero lo que jamás podemos permitirnos es ignorarla, imaginarnos que es otra cosa. De todos modos, para mí la cuestión principal es la otra: ¿quién se ocupa de los más pobres? El otro participante en la mesa de anoche, que trabaja con gente de zonas muy empobrecidas del Conurbano, nos contaba de familias donde la mayor parte se dedica a la droga o al choreo porque no tiene otra opción. No la tiene, lisa y llanamente no la tiene. Y de planes sociales o de reinserción laboral que no resuelven nada, que son puramente formales, para «cumplir»: ¿de qué sirve dar clases de repostería en una zona marginal? ¿Cuántas miniempresas de repostería pueden hacerse en una villa? Y decía otra cosa interesante: la presencia «ideológica» que realmente más se nota en esa gente no es peronista. Están más «atendidos» por grupos trotskistas (que no necesariamente logran captarlos, pero están al menos presentes) y, sobre todo, por las iglesias evangelistas.

  8. Comparto la preocupación de Balva.
    Sergio,el optimismo es de izquierda,dicen.Oká,todo bién, pero el poder de movilización tipo Mas y Movimientos sociales bolivianos,el inefable P.J no lo tiene.Y el que estoy viendo como un esbozo de movilización organizada,el M.L.S(Mov.Libres del Sur)todavía no está suficientemente desarrollado.En cambio «la contra» rural y urbana,con el apoyo de la izquierda sojera (PCR,Los neotrostkos de Vilma,Piqueteros Castell,etc)sí lo tienen.El gran error ha sido no haber integrado a la Federación Agraria al proyecto nacional K.Y es verdad,me parece,que ha habido cambios en la conciencia social de los pequeños y medianos,pero adaptarse a los cambios y tener una correcta política de alianzas es fundamental.
    Hace un tiempo,en P12,Atilio Borón escribió un artículo después de la derrota.Yla conclusión es la mía,la salida es por izquierda.Pero si por intereses electoralistas a corto plazo creemos en la pejotización del proyecto,estamos fritos.Integrar al P.J sí,claro ,pero,es importante, yá dar más participación al bloque que se movilizó contra el golpe destituyente.Más ministros y puestos con poder a los dirigentes del campo popular.
    Mientras perdemos tiempo,la derecha avanza.No solo los medios-pulpo nacionales nos atacan.Por ejemplo,el poderoso Grupo Prisa,de origen español,en su buque insignia el diario de difusión internacional’El País»le dedica,esta semana, dos páginas,dos,a la famosa valija,Radio Continental que es de ellos se hace eco.El cerco contra el gobierno está organizado,el bloque nacional y popular nó.
    Para cuando la nueva ley de radiodifusión?
    Para mí esto será la prueba si estamos ante un proyecto nacional.Tenemos que aprender de la derrota,autocrítica,es un arma valiosa,hay que usarla.
    Optimismo sí,pero optimismo organizado y movilizado, mejor.
    Saludos.

  9. Hay una cuestión que me desvela: si nuestras sociedades están tan modeladas, como parecen estar, por el imperio omnipresente de los conglomerados mediáticos y por el sentido común, ¿hay algún modo de contrarrestar eso? ¿Hay algo que pueda inmunizar a la gente contra el sentido común y los medios? Si no lo hubiera, estamos perdidos. Durante una gran parte de su gobierno, Néstor K demostró que podía hacerlo a fuerza de audacia, sorpresa, iniciativa. Los agarró desprevenidos. Pero eso no podía durar siempre, se le gastó la nafta o la inventiva o cambiaron las condiciones. ¿Y no hay otro modo? A mí me parece (digo «me parece», no estoy seguro, es apenas una impresión, no soy sociólogo ni politólogo ni nada de eso) que existe algo así como una «vacuna». Los campesinos bolivianos están inmunizados contra los medios: que digan lo que digan, les resbalan. Yo he visto a la gente en barrios y poblaciones pobres de Venezuela que reciben un bombardeo mediático tremendo y no les hace casi efecto. Y en ambos casos, me parece, eso se debe a que hay otra presencia más fuerte, más concreta, comunitaria: sentirse un semejante, un estar al lado del otro haciendo cosas juntos, y viendo los resultados. Y algo así como una sensación de orgullo consigo mismos. Con Chávez y Evo consiguieron dignidad (como aquí, en los 40, con Perón), se sienten humanos, con igualdad de derechos, dejaron de sentirse subhumanos. Y contra eso no hay televisión ni comentarista radial que valgan. Es una hipótesis, una impresión, nada más.

  10. Daniel: Muy interesante lo que te contaban acerca de la atención en las zonas marginales. Articular algo a ese respecto es fundamental. Todo lo que se pueda; mejores planes sociales, contención humana, concientización ideológica, no se, cualquier forma de ayuda. Empalmando lo que le decía en el comentario a MEC, tal vez serían los movimientos sociales quienes deberían realizar la articulación. Sobre todo teniendo en cuenta que no es simplemente una cuestión económica, lo que Evita representó en su momento, era mucho más que lo económico, mejorar a ese respecto sería importantísimo.
    Efraín: De acuerdo en salir por izquierda si se entiende, por ejemplo, lo que decía primero, que también mencionás vos, mayor poder para los dirigentes populares, articular con los sectores más necesitados, etc. Pero la ley de radiodifusión que mencionás, a mi me gustaría, pero realmente entendería perfectamente al gobierno si en un momento como este decide no confrontar con algo así. A mi los zig-zags del gobierno no terminan de parecerme mal, encuentro que a veces son lo mejor que se puede hacer. Por eso critico más no actuar en terrenos que no tienen tanta publicidad y a la larga suman, como decía antes.

  11. De acuerdo Daniel, escribí el comentario anterior sin leer este nuevo tuyo, es significativo que los dos hayamos pensado en el primer peronismo, seguramente lo de Chavez y Evo, tiene más que ver con eso.

  12. Mientras escribía,aparecía un nuevo post de Balva que no habia leido y me alegra porque estaba pensando en lo mismo y en el reportaje a la ministra de Bienestar Social,que leí hace poco.Me dá la impresión que no hay voluntad política de solucionar aunque sea en lo básico el problema de la pobreza.Si bien se están ayudando con diversos planes sociales a más de un millon de familias,el monto de las ayudas es insufiente y con el problema de la inflación se agrava.La ministra Alicia K,conoce el problema pero me pareció que la solución no la vé aumentando los montos y las ayudas sino confiando en el famoso cuento neoliberal del derrame.Por supuesto que un puesto de trabajo es mejor que un subsidio,pero mientras este no aparezca,el estado se tiene que hacer cargo de las victimas del mercado.Además todos sabemos que el pleno empleo total no existe en ningún país capitalista,ni en los de modelo sueco.Entonces,porque nó,de una vez por todas, pensar en un seguro de desempleo y un salario social que no deje sin cobertura econónica a ningún argentino?En tantos viajes al exterior,no se enteran nuestros políticos de la realidad social europea?Con las reservas que tenemos se puede y además estos salarios sociales lo deben financiar tambien las empresas privadas,como en todo el mundo.Así,veremos como desciende el espiral de la violencia,de la prostitución,del narcotráfico,etc.problemas en los cuales la pobreza,el estado de necesidad,tiene una incidencia importante,no única claro,pero repito, importante.
    Y la Reforma Agraria? El gran cuco que ni el Perón más progresista,aunque algo hizo,se le animó.Como se ha demostrado en estudios recientes,hay grandes concentraciones de tierra en pocas manos y miles de campesinos medios muertos de hambre.Me remito a los informes del Mocase y el Frente Nacional de Campesinos,entre otros.El tabú de la Reforma Agraria,hay que romperlo de una vez.Hasta los norteamericanos la hicieron en Japón después de la guerra,para acabar con el feudalismo.Es una consigna social demócrata,Eduardo Frei,el presidente chileno,lider del centro democristiano,allá por los 60,sacó una ley muy interesante.Claro,la Unidad Popular venía,como los santos,marchando.Había que ganarle de mano.Pero por lo que sea,Frei con apoyo de la izquierda lo hizo.Así que no sé porque tanto miedo a hablar del tema.Además creo que la Federación Agraria de Bussi,la tiene en su programa.Fantástico! que esperamos?
    Como detener el avance de la derecha,he aquí la cuestión principal,
    Perdón si me extendí,pero hay verdades que claman solución urgente,Saludos.

  13. No se que reforma Agraria puede estar en la plataforma de la FAA, pero dudo que se emparente con algo parecido a importar de Santiago del Estero a los del MOCASE para la pampa húmeda.

  14. Balvanera, sinceramente crees que lo que dice La Nacion o Clarin (me imagino que Pagina12 no te molesta) o los comentaristas politicos en TV que te asquean llega a la gente de las villas, conurbano, etc, los equivalentes argentinos de la gente de la que hablas en Venezuela o Bolivia?

  15. Marianoté:Es elemental que estoy hablando de una discusión y nacional,participativa,con todos los sectores populares opinando sobre la necesidad de una Reforma Agraria.Lamentablemente ya la pampa húmeda está llena de santiagueños,pero no están ocupando ninguna estancia,están viviendo como miserables en las villas miserias.El exodo rural hacia las ciudades en busca de sobrevivir.Si tuvieran tierras se quedarían felices en su hermosa provincia.
    Lo importante,desde mi punto de vista,es redistribuir el poder agrario,hoy en manos de pocos.Así de simple,expropiar legalmente a la famosa oligarquía.Quién le pone el cascabel al gato?El pueblo organizado,la mayoría del parlamento,el consenso nacional,por decreto no se puede.El desarrollo no capitalista debe ser aceptado por la mayoría y para eso hay que comenzar por lo más elemental discutiendo el problema de la injusta distribución de la tierra.
    La idea que tiene la F,A sobre la reforma agraria no la conozco en detalle,pero se que está en su programa,por lo menos hace algunos años.
    En la biblioteca de la Cámara de Diputados nacionales deben estar los proyectos de reforma agraria que a lo largo de los últimos años se han presentado.Me acuerdo del de la Democracia Cristiana en las épocas de Horacio Sueldo,porque participé en su difusión.Fué en los gloriosos 60.
    Me alegro que te interese el tema,saludos.

  16. Muy buenos comentarios y muy buen post.

    Daniel, yo a veces comparto lo que dice con respecto a los medios, otras veces no, generan influencia en un sector considerable que actúa como perritos falderos de su discurso y lo refleja en su praxis cotidiana. En otro sesctores sirve a los efectos de formación de opinión. SIn embargo, tiendo a creer que el papel del receptor es bastante activoy que tres cuartos de los que consumen medios, no creen ni la mtiad de lo que éstos les dicen. En especial, radioy Tevé, los diarios siguen teniendo su aura de seriedad y confiabilidad (risas) pese a todo.

  17. Balvanera, ‘Yo he visto a la gente en barrios y poblaciones pobres de Venezuela que reciben un bombardeo mediático tremendo y no les hace casi efecto.’ Pareceria que la conclusion es que en Argentina si. De ahi mi pregunta.

  18. Tal vez debí decirlo de otro modo para evitar la confusión (no dejo de percibir, furcio, el gesto de provocación implícito en la frase «te asquea», pero no voy a dejar que eso me haga apartar del tema). No es lo importante, de todos modos, si les llega o no les llega Clarín o La Nación, no para lo que intentaba decir. Casi con toda seguridad no llegue a las villas, no al menos directamente, lo que dicen los grandes diarios, tal vez sí lo que difunden algunos programas de TV o algunas audiciones de radio, pero todo eso apenas puedo conjeturarlo, porque la verdad es que no sé -como ya dije- qué llega o no llega a las villas o a los barrios más alejados del conurbano, y no soy de los que se ponen a hablar de lo que no conocen. Sí, en cambio, sé que es lo que no tienen en las villas de la Argentina y sí en cambio tienen los pobres -o al menos muchos pobres- de Bolivia y Venezuela: «la experiencia de haber logrado ciertos derechos y de estar ejerciéndolos» (frase de Gino Germani referida al primer peronismo citada en un comment de otro post de este blog). Y también sé que, en cambio, tanto en Argentina como en Venezuela y Bolivia los sectores de la población más sensibles a la acción de los medios o más pendientes de ellos son objetos de campañas muy semejantes, monolíticas, masivas, constantes, manipuladoras, generalizadas y con muy pocas fisuras, en contra de los respectivos gobiernos. Y, ya que estamos, también en Brasil. En ese sentido, el gobierno argentino está en desventaja, está más indefenso, y en buena medida por su culpa. Eso quise decir, chicanas al margen. Julián: ¿receptor activo? Yo en algún momento también lo creí, y no puedo negar que hasta cierto punto existe, pero te aconsejo que escuches lo que dicen tus vecinos, tus parientes, el tachero, el quiosquero, el dentista, y a ver si no repiten obedientemente la línea que le bajan desde Telenoche o los programas de radio de la mañana, o las tapas de los diarios que no leen (porque la mayoría de la gente sólo lee las tapas). Una tapa colgada en el quiosco es un cartel político, está difundiendo un mensaje político. ¿Me vas a decir que esa gente ya piensa así y que los medios lo que hacen es interpretar ese pensamiento? Convengamos en todo caso en que hay una interrelación, pero esa interrelación se da por un lado, por un elemento compartido, el sentido común: volver simple lo complejo, evitar pensar mucho las cosas, aliviar el cerebro. Si fuera así, entonces lo que hacen los medios es explotar lo peor de nosotros, lo más indigno, lo más perezoso y egoísta. Y no necesariamente por motivos políticos, ni principalmente: porque así venden más.

  19. Para mi volver simple lo complejo es uno de los puntos, pero yo creo que hay otro y es que los medios venden más si critican (en todo el mundo) y en Argentina la actitud de criticar sin analizar mucho, prende fácilmente. Frases como «esto ya no se aguanta», se pueden escuchar al respecto de casi cualquier cosa, del gobierno, del tránsito, del clima, de una cola en el banco, etc. En este sentido creo que los medios se retroalimentan con las quejas, ellos a veces quieren vender escándalos, otras tienen intereses concretos como en el conflicto con el campo, pero además, les conviene actuar así, porque también es realmente lo que quiere mucha gente. Lo que vos decís, Daniel, de romper con la comodidad (y en este sentido te reconozco el valor que puede tener la tan discutida complejidad de Carta Abierta), es uno de los ejes, para mi el otro es romper con la queja, criticar lo que haya que criticar cualquiera sea el tema del que se hable, pero en este sentido, ver, siempre que se pueda, «el lado bueno», creo que es parte de la ruptura que necesitamos con cierto tipo de pensamiento que se desliza solo hacia el «así no se puede».

  20. Pienso lo mismo, Sergio. Ver «el lado bueno» no quiere decir inventar, imaginar lo que no hay, hacerse los boludos, adornar lo insalvable, perdonar lo imperdonable ni dejar de criticar lo que haya que criticar, sino renunciar a enredarnos en ese juego fácil y tan placentero como dañino. Ese uso irresponsable de la palabra, ese darse el gusto de atacar o de denunciar porque así uno siente que la tiene más larga. Ese «goce», se diría quizá desde el psicoanálisis. Es lo que estamos intentando hacer unos cuantos, ¿no?

  21. Si entendí bien:

    1) En Argentina, a diferencia de Venezuela o Bolivia, los pobres carecen de ‘la experiencia de haber logrado ciertos derechos…’

    2) En Venezuela, Bolivia y Argentina (y tambien Brasil) los medios ejercen una fuerte campaña para desprestigiar a los respectivos gobiernos, con particular influencia sobre los sectores mas sensibles a o mas pendientes del discurso de los medios, que supongo significa la clase media, de media-baja a alta.

    3) El gobierno argentino es particularmente vulnerable a 2)

    Lo que no entiendo es:

    En base a 2), la sensación 1)de los pobres de Venezuela o Bolivia que mencionás sólo puede deberse a acción del gobierno, ya que no van a ser los medios críticos del gobierno o las clases más ricas los que los hagan sentirse más dignos. El gobierno Kirchner ha estado en el poder 5 años, que fue el tiempo en el que el primer peronismo creó esa sensación entre los pobres. La situación de los pobres o los obreros en la Argentina no siguió mejorando después de la muerte de Evita. Es cierto que Perón recibió un país muy rico y Kirchner no, pero tampoco Bolivia o Venezuela desbordaban de oro cuando subieron sus gobiernos, y sin embargo, vos decís que lo lograron. Si el gobierno argentino no crea las condiciones para que los pobres se sientan más dignos, mal se puede esperar que las creen los medios.

    Vulnerabilidad del gobierno: tiene mayoría en las dos cámaras, la mayoría de los gobiernos provinciales, plata en la caja, decretos de necesidad y urgencia, y no tiene oposición efectiva. Es una posición mucho más fuerte que la de la mayoría de los gobiernos democráticos en cualquier lado. No se vulnerable a que puede ser, fuera de sus propios errores tipo la 125. En general, la gente cuya opinion coincide con la de la mayoria de los medios, y por eso los compra, no los votó. No pierden votos porque cierta gente lee La Nación.

    La teoría de que una tapa de revista o diario es un cartel politico que influencia a la gente solo se sostiene si uno cree que la gente pobre es mentalmente tan débil que lo que ve impreso vota, aun contra sus intereses. No explica 1945, con casi todos los medios contra Peron. Y si no son mentalmente débiles, en ese respecto son iguales a cualquiera. Página 12 se vende en los quioscos de Recoleta pero no creo que la tapa haya hecho cambiar de idea a muchos en la zona.

  22. Usted lo dice, furcio, no entiende. Y si no entiende, qué le voy a hacer. ¿Yo dije en alguna parte una estupidez tan grande como que esperaba que fueran los medios los que van a crear las condiciones para que la gente se sienta más digna? No se puede discutir con gente que, en vez de leer lo que está escrito, entiende lo que se le da la gana.

  23. Disculpeme, Balvanera. Es comprensible que a alguien con tal claridad de argumento, capacidad de síntesis, y coherencia en la expresión de ideas como Ud (sin mencionar su tolerancia), le resulte irritante que los demás carezcan de sus dones.

  24. No sé si tengo esos dones. Que vos no los tenés, seguro. Y sí una necesidad tremenda de hacer perder el tiempo a los demás con boludeces. A mí, al menos, no me lo hacés perder más. Hasta acá llegaste.

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