Plata para los pobres.

A raíz de un post de María Esperanza en La Barbarie, se me ocurrió escribir algo sobre la coyuntura actual y los postulados keynesianos para anticiparse a la recesión que se avecina.

 Es más o menos frecuente leer, como destaca MEC, opiniones a favor de “darles guita a los pobres” para estimular la demanda.

 Ojo con las confusiones. Atender a las sutilezas.

 Las medidas económicas orientadas a recuperar márgenes de rentabilidad, lejos están de traducirse en “plata para los pobres”, si entendemos por esto mejoras reales de ingreso.

 Estimular la demanda al estilo keynesiano, no es otra cosa que devaluar. Ponemos plata en la calle, aumentamos el circulante, y logramos que cada vez “valga menos”, pero de a poco, con lo cual conseguimos que los consumidores elijan gastar porque tienen la ilusión de que tienen más plata, mientras se abaratan los precios de nuestros productos (vía baja del costo “salarial” casualmente) lo cual hace que los exportadores hagan una diferencia, mientras la importación se encarece.

 No es mi intención hacer un alegato en contra de la devaluación. Es una medida defensiva que puede brindar buenos servicios por momentos, y que a veces se vuelve inevitable ( y el año que viene puede convertirse en uno de esos momentos). Resalto en negrita para que quede bien claro. 

 Pero no es, la devaluación en sí misma ni las medidas que la propician,  progresiva en cuanto a distribución del ingreso. Mejorar el ingreso real de los pobres, es indefectiblemente, reducir el ingreso real de los ricos,modificar los patrones de acumulación. Devaluar es exactamente lo contrario. 

Los que piden devaluación, entonces, no piden «plata para los pobres» con el mismo criterio que lo hacen Artemio o MEC.

 Y no quiero desalentar a nadie, pero el capitalismo es un sistema tan cruel que muchas veces contrapone eficiencia con equidad. Y otras veces medidas equitativas derivan en ineficientes, y tienen a mediano plazo resultados mucho más inequitativos.

 No es fácil la cosa, no es nada fácil.

12 comentarios en «Plata para los pobres.»

  1. de acuerdo con lo que decis.

    la devaluacion no es un «genocidio economico» como dicen los liberales que se masturban con la «moneda fuerte», pero tampoco es buena per se y menos para los trabajadores.

  2. emitir y devaluar no es lo mismo
    y el keinesianismo no es devaular
    existen conceptos como la demanda de dinero el desempleo y otros que es muy largo de explicar que son factores a tener en cuenta
    el problema esque el keynesianismo hoy es marketing

    este gobienor no es keynesiano

    uno deberia poder entender de lo que hbala antes de escribirlo

  3. Pepe: de acuerdo. Un abrazo.

    Andrés: gracias. Un abrazo.

    Fede: es una lástima que, siendo usted quien tiene todo entendido, no esté en condiciones de escribirlo (o al menos de escribirlo bien).
    Y es otra lástima que hayas decidido discutir en estos términos porque podríamos haber tenido algún intercambio de cierta profundidad.
    Por supuesto que el keynesianismo es algo mucho más profundo de lo que se expone con rapidez en una idea. Pero es innegable que la estimulación de la demanda, en sentido keynesiano, requiere de una ampliación del circulante, que es devaluatorio. El keynesianismo no se agota en eso, pero nadie dudaría en afirmar que esa sería una medida keynesiana para salir de una recesión. Es un problema de lógica. Todo B es A, no es lo mismo que Todo A es B.
    Por ejemplo, vos mencionás la demanda de dinero. Si no se responde a la demanda de dinero con dinero te termina asfixiando la tasa de interés. Una baja en la tasa de interés es una baja en el costo del dinero.
    Todo incremento de medio de pago sin correlato en la oferta de bienes y servicios reales es en última instancia, indirectamente, o como quieras llamarle, devaluación.
    Un saludo.

  4. Mariano: Con la suma por única vez de 200$ que le acaban de dar a los jubilados, el gobierno gasta, según escuché, unos mil millones de pesos. Supongamos que dieran un aumento a jefes y jefas de 150$ para llevarlos a 300$, hasta donde sé son 800.000 planes, o sea 120 millones por mes, si además dan 400.000 planes más a 300$, otros 120 millones, esto para ponerle números al concepto «plata para los pobres».
    En el año son un poquito menos de tres mil millones de pesos.
    A mi me parece que eso no daña la economía, ya que también vuelve una parte en consumo a través del Iva, ayuda a reactivar, etc.
    Realmente creo que las razones por las que el gobierno aumenta muy razonablemente a los jubilados y no así los planes sociales, no son económicas. Puede que quieran eliminar justamente el clientelismo, contrariamente a lo que dice la oposición.
    Lo de la asignación con tarjetas que solucionaría el clientelismo, Manolo explicó más de una vez sus dificultades, realmente no puedo evaluar si habría soluciones para los problemas que plantea, pero suena convincente: http://artepolitica.com/martin-sabbatella-en-artepolitica/#comment-21906
    La otra opción es que descreen «filosóficamente» del asistencialismo y aplican todas sus políticas al desarrollismo.
    Sino, ¿cómo explicar que un gobierno razonable en aumento de salarios, razonable en aumentos a jubilados, siga con planes Jefes y Jefas al valor del 2002?
    De todas maneras pienso que el aumento (no así los planes nuevos) puede que llegue ahora, pero igual para mi la resistencia a eso excede lo económico.
    En ese sentido es mi punto de mayor desacuerdo con el gobierno, porque a cualquier razón lógica basada en clientelismo, espíritu de trabajo, o lo que quieran, se le opone con demasiada fuerza la necesidad. No sé qué opinás en cuanto a lo que digo, ¿para vos es un tema económico?

  5. Sergio: no te puedo dar una respuesta convincente.
    Una punta sería evaluar qué pasa con otros planes que, de movida, tenían la intención de reemplazar a los jefes y jefas (como el plan familias), que son más complejos.
    Después, justificativos económicos para preferir, por ejemplo, bajarle el impuesto a las Ganancias a los que cobran 7000 pesos o más, en lugar de auemntar jubilaciones o planes, hay.
    Principalmente por el tipo de consumo que tiene uno y otro sector. A diferencia de lo que piensan en un prestigioso blog de economía, yo no creo que sea lo mismo estimular la demanda de automóviles que la de garrapiñadas.
    Pero esta situación nos lleva de nuevo a considerar la cuestión de la justicia social y su poca compatibilidad con la eficiencia capitalista. Ese es el punto principal: el capitalismo es un sistema muy injusto. Y lo peor es que tiene anticuerpos listos para actuar cuando es atacado por el «virus» de la redistribución.
    Esta situación no debe ser desmoralizante, sino todo lo contrario: debe imponernos (en el nosotros incluyo a todos los seres humanos) la disciplina de hacer el esfuerzo intelectual de pensar cómo subvertir esta ley al costo más bajo.
    Un abrazo.

  6. Mariano, haber bajado Ganancias tuvo un costo fiscal mayor a lo que se gastaría en esos planes de los que habla Sergio y el efecto multiplicador es exactamente el mismo sino más, porque los más pobres tienen una demanda postergada que se va derechito a consumo.

    Es una cuestión de prioridades políticas. La elección no es entre asistencialismo y desarrollismo, sino entre distribución del ingreso y desarrollismo, posiblemente. Lo peor es que elegir la última, tampoco sirve para desarrollar el país.

  7. Me parece que la dicotomía «asistencialismo» vs «desarrollismo» no es exactamente la que ve reflejada Mariano, sino que es lo que piensan los K al respecto. Habría ver que de desarrollista tiene una medida de desgravación impositiva de Ganancias…

    Por otra parte, tengo entendido que la PmC de los sectores medios-bajos pa`abajo (perdónese la cacofonía) es bastante mayor que la de los de alto NES y bajo pago de Ganancias (ahora menos). Podría esperarse que éstos últimos invirtieran en bienes durables, pero lo más probable es que lo hagan en consumo suntuario, que dicho sea de paso, garpa muy poco de impuestos. Por otra parte, también hay que ver la trama política detrás de estos anuncios. No es casual que Lanción de Clarín festeje esta medida como un triunfo (también la central obrera más importante del país, lo que ya es más inédito).

    Entiendo que esta medida era inevitable para este Gobierno, teniendo en cuenta que ha propiciado por acción u omisión otras mucho más graves no la veo tan perjudicial, si habría que atender a las limitaciones ideológicas de parte del equipo gubernamental que conciben la política de seguridad social desde una óptica claramente conservadora. También vasiendo hora de que si no se plantea una reforma tributaria integral (difícil, más en un año electoral) de que urgidos por la necesidad de recaudar, se restauren ciertos impuestos sobre el consumo suntuario, sobre las importaciones y sobre la herencia, además de una ampliación de Bienes Personales que no ven´dría nada mal, junto con el pago de Ganancias por parte de los magistrados. No es una reforma muy audaz y ya que no al ideología, la crisis capitalista la justifica. Los 200 pesos son un buen paso, es de esperar que no se queden ahí porque sino cometerían un error.

  8. Esta es la discusión actual en el anti-keynesiano partido conservador que gobierna Alemania (si esto no es populismo…)

    «Pese a que la discusión en torno al plan de coyuntura del gobierno aún no acaba, y que éste aún no ha empezado a aplicarse, se especula ya con la posibilidad de que representantes de la coalición política que rige Alemania se siente en la primera semana de enero del 2009 a trabajar en la elaboración de uno nuevo.

    La nueva iniciativa tendría como principal objetivo estimular el consumo; que los ciudadanos tengan mayor liquidez y compren más es lo que se busca, ¿pero cómo?

    Para el partido FPD la mejor alternativa es aliviar la carga tributaria, que se paguen menos impuestos, de tal forma que quede en el bolsillo de cada persona más dinero para gastar. Esta idea no cuenta con mucho respaldo, como si lo logra una propuesta que pretende revivir una herramienta ya conocida en Alemania durante sus peores crisis económicas, la de las post-guerras.

    “Bonos de consumo”: ¿Para quién?

    Se trata de los “bonos de consumo”, papeles parecidos a cheques, que se distribuirían –por valores entre 250 y 500 euros- para que la gente pague con ellos en tiendas, almacenes, supermercados y todos los demás establecimientos comerciales. El primero en abogar por este tipo de documentos fue el político del partido social demócrata (SPD) Karl Lauterbach, y la acogida ha sido tal, que incluso se contempla seriamente, según reportes de prensa y declaraciones de otros voceros de los partidos, su introducción en la economía alemana.

    El gran interrogante es ¿quién recibe los “bonos de consumo”?. Los primeros beneficiarios serían los receptores del subsidio de desempleo, en especial los 1,35 millones de personas que lo reciben a pesar de tener trabajo, pues el salario que se les paga no les alcanza para cubrir sus necesidades; en resumen, aquellos que pese a tener un empleo, no pueden subsistir de él.

    Estos “bonos de consumo” se emitirían, según los cálculos de los expertos y las recomendaciones de los políticos, por un valor cercano a los 40.000 millones de euros, y quien los reciba tendrá plazo de 8 semanas para hacer uso de ellos.»

    http://www.dw-world.de/dw/article/0,,3849239,00.html

    El artículo no lo aclara, pero la clave para que funcione es que los comerciantes puedan pagar sus impuestos con ellos.

    Lo que hay detrás de esto es la teoría de la moneda de Silvio Gesell (padre del fundador de la Villa)

    http://es.wikipedia.org/wiki/Silvio_Gesell

    cuyo impulsor teórico hasta su muerte (justo en el 2001) fue Mauricio Prelooker (peronista y Guardia de Hierro, hay que decirlo), quien propuso la segunda moneda (¿recuerdan la semana de R. Sáa?) la cual sería inconvertible a divisas u oro. Sólo consumo e impuestos. Nada de devaluaciones innecesarias. Nada de negocios especulativos para los bancos. Ver más aquí:

    http://www.rionegro.com.ar/arch200204/o08g01.html

  9. Ana: la justificación a la baja de Ganancias que expuse intenta ser la reproducción de cómo la justificarían quienes la aprueban. No es mi caso, como ya lo expresé varias veces. No estoy de acuerdo con la medida.
    Gracias. Saludos.

    Julián: el tema de la PmC es como vos lo decís. La cuestión me parece que pasa por a qué tipo de artículos orientan sus consumos uno y otro sector.
    Pero vuelvo a decir: hay riesgo de que lo ahorren en dólares sacándolo del sistema por ejemplo. Si la ahorran en pesos podría servir para bajar las tasas, lo cual constituiría un incentivo para la inversión. Pero en todo caso, y aunque la medida termine siendo efectiva (cosa muy discutible, por cosas como las que vos y Ana plantean), se podría haber pensado en buscar más o menos los mismos réditos por otras vías.
    Sé que estoy pagando el precio de haber sido siempre «defensor» de los Kirchner, pero en este caso no lo estoy siendo. Estoy pensando en irme con Sabbatella y Libres del Sur ;)
    Un abrazo.

    Roberto: no conozco las teorías de Gessell más que por referencia. Tengo entendido que era un crítico encarnizado del interés compuesto. Para los países centrales la salida de la cuasi-moneda equivale a nuestra forma de salir de la trampa de la convertibilidad.
    Gracias por los aportes.
    Saludos

  10. Mariano muy buena la explicaciòn de la devaluciòn, pero te pregunto y si va acompañada de otras medidas por ej. la que proponen en http://econserialcronico.blogspot.com/2008/12/politica-fiscal-expansiva.html o créditos baratos a la producciòn y al consumo, subsidios al empleo, obra pública, los anuncios del plan de obras pareciera que hay plata para todo, ¿¿puede llegarse a mantener el nivel de actividad y mejorara el ingreso de los pobres??.

    Te pregunto otra, por ahí hablaban de desarrollismo, ¿una polìtica desarrollista al estilo Frondizi (hay otra??) en tu oponiòn serviría en el contexto actual?
    saludos

  11. Agustincho: gracias, pero no estoy en condiciones de contestar eso, sin hablar pavadas.
    En general, una devaluaciòn sirve como un enviòn importante para recomponer el aparato productivo, reutilizando la capacidad instalada y los demàs recursos ociosos. En la actualidad, serìa en una escala mucho menor a la de 2002, pero con efectos equiparables, o al menos sosteniendo el empleo de los recursos en los niveles actuales (esa serìa la finalidad). Es muy probable que el nivel de actividad, sin una devaluaciòn demasiado importante, se sostenga en màrgenes positivos en 2009 (aunque mucho màs bajos que los actuales). Es decir, el famoso enfriamiento que, como puede verse, no era una soluciòn indolora para el problema de la inflaciòn como algunos querìan vender. Me parece que la decisiòn està tomada: para los pobres, derrame, màs allà de alguna medida esporàdica.
    Igual, la virtud del modelo actual sigue siendo la de plantearse conjugar la inevitable inserciòn en la economìa global, con un crecimiento endogeno, con lo cual el derrame va a ser mayor (porque cuanto màs valor agregado, màs derrame). Por supuesto, con todos los lìmites que siempre se señalan y que no es necesario enumerar de nuevo.
    Un abrazo.

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