¿De crecer a tasas chinas a crecer en «Argenchina»?

Voy a citar dos textos que sirven algo para pensar lo que está ocurriendo en la Argentina y lo que puede ocurrir. Los voy a poner sobre la mesa a modo de preguntas, de líneas para pensar cuáles son las tensiones que se avecinan. No estoy describiendo las tensiones que se avecinan, sino aportando algunos elementos para pensarlas. Espero que se entienda.

Agrego en forma breve lo que creo que es importante del contexto. La Argentina viene creciendo desde 2003 a un promedio de más de 7 puntos por año (incluido el mal año 2009). Y ahora, según el Presupuesto y las estimaciones privadas, puede pasar a crecer alrededor de la mitad de ese promedio en 2012.

La Argentina es un país latinoamericano en el que las mejoras en la calidad de vida de la población y las mejoras sociales se han dado con mucho pataleo de algunos sectores de las cúpulas empresarias, digamos, pero siempre en momentos en que esas cúpulas empresarias también ganan. Son conocidos los estudios que señalan cómo durante el primer peronismo se beneficiaron fuerte las empresas extranjeras de la cúpula empresaria. También los trabajadores. También la «burguesía nacional». Pero también las empresas extranjeras.

Aquí y ahora, en nuestros países, en Sudamérica, tenemos una reducción de la pobreza, en un marco en el que cuesta mucho convertir eso en que se angosten los márgenes de desigualdad. Se meten millones de brasileños en los «sectores medios» pero la cúpula de la FIESP se convierte en más poderosa también. Y el sector financiero brasileño ni te digo. Sin las políticas públicas de los gobiernos latinoamericanos, la situación sería tantísimo peor, desde ya. No es viento de cola y hacer botellas, eh. Ojo.

Bien. En ese contexto. ¿Cómo se va a pasar a distribuir el «costo» que implica pasar de crecer al 9 por ciento a pasar a crecer a la mitad? ¿Todo el costo lo pagan los asalariados y sectores con ingresos fijos? ¿Todo lo paga el capital?

¿Cómo se administran esas tensiones? Con política, es la única frase concreta que se me ocurre. Pero claro, la política se va definiendo día a día y no la define sólo un liderazgo sino también relaciones de fuerza y varias cosas más.

Voy a citar ahora un texto muy conocido en nuestro país de Dani Rodrik (economista de Harvard, si no heterodoxo, «industrialista», al menos, diría yo). Vino en 2005 a la Argentina invitado por Techint y planteó más o menos lo siguiente:

  • Rodrik plantea que lo que distingue a Asia de América Latina es la vigencia allí de lo que llama un «enfoque productivista» en las políticas económicas. (Aclara que aún hoy Asia es más pobre que América Latina, guarda, pero crece a un ritmo más fuerte).
  • ¿Qué es el «enfoque productivista»?: Uno en el que «la perspectiva de diseñadores de política económica y líderes políticos» es la de «ocuparse en primer lugar -y antes que cualquier otra cuestión- de la salud de los productores reales: las empresas, las industrias y sectores económicos«.
  • No es bueno según ese enfoque «que el Estado mantenga distancia del productor». Así, «las autoridades interactúan intensamente con ellos: les toman el pulso, los escuchan, responden a las necesidades planteadas».

Hasta acá, los elementos del «enfoque productivista» que parecen ser una mera opción pro-empresa. Pro-capital. Ahora, ¿qué otros elementos conforman ese enfoque?

  • El Estado, que no mantiene «distancia» con las empresas ni tiene «desconfianza» de ellas «premia y castiga» a las empresas cuando así se requiere.
  • Las  políticas monetarias, cambiarias y financieras se plantean «pensando principalemente en el sector real (y no en las variables nominales)».
  • «La estabilidad de precios es un objetivo importante pero no más importante que el empleo. Cuando hay conflicto de objetivos, las variables de ajuste no son el empleo, el producto y la actividad real; son el tipo de cambio y las políticas financieras consiguientes , es decir, impuestos a las actividades financieras y otras restricciones a los flujos de capital)».
  • Finalmente, las autoridades «no descuidan la estructura de producción». No es lo mismo producir cualquier cosa. La famosa «computer chips are not the same as potato chips«.
  • «El mejoramiento de la estructura de producción y las capacidades tecnológicas locales no se deja a las fuerzas del mercado. Son objetivos públicos prioritarios». «Lo que un país produce importa para su salud de largo plazo».

Las políticas frente a las empresas tienen así dos caras. Hay «zanahorias» (exenciones impositivas, créditos blandos, subsidios a las exportaciones, infraestructura o insumos más accesibles, acceso preferencial a mercados, exención de tramitaciones legales o burocráticas) y «palos». Dice Rodrik:

  • «… los palos son un complemento necesario de las zanahorias. Los gobiernos deben tener la capacidad de castigar a las empresas incumplidoras (retirando el apoyo, por ejemplo) . Los mejores esquemas de incentivos tienen un palo automático. Los subsidios a las exportaciones, por ejemplo, recompensan sólo a aquellas empresas que alcanzan niveles de productividad para competir internacionalmente: para recibir el subsidio, las empresas deben demostrar que aguantan la exigencia de los mercados internacionales».

En ese sentido, «una implicancia importante es que la política industrial exitosa depende menos de la capacidad de elegir los ganadores como de la capacidad de dejar caer los perdedores».

Las conclusiones son claras y más o menos conocidas. En América Latina y Asia hubo política industrial. Pero en Asia hubo «zanahoria y palo», y en América Latina sólo «palo».

Otro elemento más: la distancia justa entre empresarios y burócratas es un arte. Si están «muy cerca», los burócratas quedan capturados y a merced de los empresarios». Si están «muy lejos», no se pueden desarrollar las políticas industriales adecuadas porque los saberes de aquello que se necesita están en el sector privado. «El modelo adecuado se encuentra entre estos dos extremos. Se trata de alcanzar una colaboración y coordinación estratégicas entre sector privado y público con el objetivo de descubrir los cuellos de botella más significativos».

Fin de la cita. Alguna primera conclusión es que este esquema no es exactamente el que suele plantear Techint. Puede ser el que plantee en congresos y simposios, pero no el que plantea en la real realidad de la milanesa. La segunda conclusión es que la idea de que el Estado debe «ocuparse en primer lugar -y antes que cualquier otra cuestión- de la salud de los productores reales: las empresas, las industrias y sectores económicos» tampoco es, por caso, lo que ganaría una encuesta entre los editores de Artepolítica si hiciéramos una encuesta. Fino el equilibrio. Para pensar.

Voy a citar un segundo texto, de Atul Kohli (Cambridge). Este buen señor plantea tres tipos ideales de Estados. Uno, el neo-patrimonial, viene a ser, por ejemplo, un Estado africano con todas sus particularidades. Luego tenemos los «cohesivo-capitalistas» (parecidos a los de «mentalidad productivista» de Rodrik) y los «fragmentados-multiclase» (parecidos a los latinoamericanos.

En los Estados «fragmentados-multiclase» las alianzas que sustentan el poder son amplias y requieren de un manejo constante. La cuestión de la «legitimidad» es algo que se revalida seguido y sobre lo que no se puede uno hacer el zonzo. Sus líderes se tienen que ocupar de varios objetivos a la vez. La industrialización y el crecimiento económico es un elemento entre otros de importancia. Como pueden ser la distribución del ingreso, la situación del agro, el sostenimiento de la soberanía nacional, etc.

En los Estados «cohesivo-capitalistas» (como los del Este asiático), el objetivo del crecimiento económico y la industrialización va ligado al de la seguridad, hay una cercanía o unión muy importante entre burócratas y capitalistas, la política está muy controlada desde arriba, la legitimidad «desde abajo» no es un tema y el Estado es fuertemente intervencionista.

Fin de la segunda cita. Para pensar.

Como tercer elemento para tener en la cabeza yo recordaría que el período de crecimiento económico continuado más cercano que conocemos es la parte de la «segunda fase» de sustitución de importaciones que va del 63 al 74. Fijémonos que, como bien nos enseñó Guillermo O’Donnell, el Estado trató de enfrentar la segunda parte de ese período de crecimiento y trató de pegar un cierto salto, cerrándole la persiana a la cuestión de la legitimidad política.

Temas para poner sobre la mesa frente a una hoja de ruta muy pero muy borrosa y por completo inédita. En el marco de una crisis financiera global como no se recuerde, además. Pavadas, bah.

Foto.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

Ver todas las entradas de Nicolás Tereschuk (Escriba) →

35 comentarios en «¿De crecer a tasas chinas a crecer en «Argenchina»?»

  1. no entiendo el titulo entonces… le noto algun tipo de relacion pero le falta.. son contextos muy distintos desde lo cultural hasta lo economico lo de asia y latinoamerica… no tienen comparacion.. igual felicitaciones hace pensar desde argumentos q es lo bueno! ;)

  2. Rodrik:

    En ese sentido, “una implicancia importante es que la política industrial exitosa depende menos de la capacidad de elegir los ganadores como de la capacidad de dejar caer los perdedores”.

    Ni ahí. Es una visión darwinista, según la cual, ante episodios transitorios, debería darse por muerto al enfermo. Dos ejemplos más que claros en el sentido contrario: 1. El préstamo de U$S 500M del Gobierno Nacional a la filial argentina de la GM, luego de sortear serias dificultades originadas en su casa matriz, y que hoy no sólo devolvió, sinó que además amplió su capacidad de producción. 2. Los RePros pago de $600/mes por parte del Estado Nacional a la plantilla de operarios de empresas que enfrentaban la opción de bajar las persianas, a cambio de cero despidos. Si hubieran seguido los consejos de Rodrik, el tendal de despidos hubiera sido masivo en el 2009.

    Las conclusiones son claras y más o menos conocidas. En América Latina y Asia hubo política industrial. Pero en Asia hubo “zanahoria y palo”, y en América Latina sólo “palo”.

    Está claro que dice lo que su anfitrión (Techint) quiere escuchar («víctimas del Estado depredador»), ya que para el 2005 cuando vino la fuerza del crecimiento no pasaba desapercibido. O a menos que por «América Latina» haya entendido Brasil y México. Qué sé yo que entienden por AL los yonis.

    No tomaría muy en cuenta ese texto del 2005 para analizar el escenario que se abre ahora. No son «Efectos Tequilas», «Caipirinhas», «Vodkas» o bebida espirituosa por el estilo. Las mismísimas puertas del averno están ahora a la vista.

    La única salida con ciertas posibilidades de esquivar el garrotazo es cerrarse herméticamente al mundo y ampliar el mercado interno, al menos hasta que pase el temporal resultante de la timba en la que se metieron sin que nadie los empuje.

    En ese sentido, los planes que ya se vienen ejecutando desde hace años respecto a la sustitución de importaciones y de ampliación del mercado interno me parece fenomenal. Si en el mundo va a quedar el culerío de desempleados, lo mejor que podemos hacer es 1. Fortalecer aún más el mercado interno (no depender de lo que podamos vender o no afuera) y 2. Sustituir empleados taiwaneses por empleados argentinos («no comprar ni un clavo afuera»). El Polémico Secretario con una AK-47 sobre el escritorio para «disuadir» a los importadores que quieren comprar pelotudeces afuera, que bien se pueden fabricar acá.

    Ahora, si acá insisten en plantar el «shusho», que sólo se puede vender afuera, decí alpiste…

  3. Acordando con el análisis del sr. Eduardo Real e intentando ampliarlo sobre el punto fundamental de estimular el mercado interno como fórmula para pasar lo mejor posible esta crisis, todavía incipiente, del capitalismo en los países centrales, la cuestión a dilucidar es él como.

    Se me ocurre que el primer objetivo en ese sentido sería ponerle billetes en el bolsillo a aquellos que sin dudas los van a devolver al sistema productivo, esto es, que lo van a gastar. Si esto es lo primero entonces lo segundo a preguntarse es: ¿de dónde salen esos billetes?. Bueno, una respuesta un tanto obvia sería: de aquellos que no los gastan y hacen alguna otra cosa con ellos (comprar dólares, remesarlos al exterior en el mejor de los casos, fugarlas en el peor y otros etcéteras menos controversiales). Entonces todo se limitaría a ver de que forma le sacamos a los que les sobra para darles a los que les falta (¿es demasiado reduccionismo esto?). En fin, reforma tributaria seria mi respuesta al contexto económico que se avecina. Elevar la alícuota de ganancias en los ingresos más altos de las personas físicas, hacerlo progresivo en las personas jurídicas, bajar el IVA en algunos productos, quizás subirlo en otros (suntuosos), estas son algunas de las reformas que se me ocurre podrían hacerse pero vale cualquiera que tienda hacia el objetivo primario de darle a unos y sacarle a otros.

    Si bien algo de esto (bastante para lo que había) se hizo durante estos años creo que, dados los tiempos por venir, urge acelerar e ir a fondo con esta reforma. ¿Se podrá?.

  4. Subsidio a la exportación o en todo caso excepción impositiva a las inversiones en el extranjero. Una ves que las empresas se hacen muy grandes tienen que volar (como los pichoncitos(?) porque si no asfixian a los mas chicos. Hay que exportar las tensiones…

      1. Está claro lo que dice Desvinchado, es lo que hicieron en Corea del Sur. Los «chaebols» (Samsung, Hyundai, LG…) crecieron hacia afuera y hoy están entre las compañías más grandes a nivel mundial. No se dedican a asfixiar a las empresas chicas locales. Al contrario, las tienen de proveedoras.

  5. Escriba,me parece peligroso tomar como texto indicador de una futura acción de Estado un planteo que propone «ocuparse en primer lugar -y antes que cualquier otra cuestión- de la salud de los productores reales: las empresas, las industrias y sectores económicos» donde la mano de obra, el asalariado y el consumidor local ni siquiera están considerados. Sirve para explicar un modelo de gestión empresaria que se despliega en el mercado global, pero no para pensar en la acción política que debería desplegar un partido (el PJ) en el poder de un Estado que funciona como garante de la relación social de las clases que lo constituyen, retomando a O’Donell.
    Por supuesto hay que administrar la crisis que significa bajar de 7 % a 3,5, pero se me ocurre que no es aplicando esta propuesta , al menos.En el texto de Rodrik la relación está planteada entre el Estado y el empresariado, la tercera pata que es el asalariado es un convidado de piedra y me parece que va de cabeza contra la aspiración Justicialista del PJ. Salvo que la intención sea dejar la iniciativa política en esa área de disputa a la izquierda radicalizada, el planteo propone simplemente «palos» para contener la disputa por la apropiación desigual de la renta.

    1. Aclaro lo de los palos para contener la disputa,obvimente no es lo que dice Rodrik en el paper, pero ya sabemos en que termina la cosa cuando se avanza por ese camino que no registra a los sectores sociales.

    2. Excelente, buen punto. No es lo que se plantea en el post. El segundo texto citado habla de la complejidad de nuestros países, con los «múltiples intereses» y el tema de la legitimidad, donde entra lo de los trabajadores.
      La gestión política de la cosa es muchísimo más compleja y ahí se juega todo.
      Abrazo

  6. En la encuesta estoy obviamente con Rodrik.

    Palo a todos los que no produzcan y/o entorpezcan la produccion (sector importador, corporaciones como el sindicalismo y la patria judicial, sector financiero especulativo, burocracia estatal, corrupcion estatal). Y la verdad CFK 2.0 ha venido mas o menos en esa linea, lo unico que me molesta es la arbitrariedad y truchez de las medidas (trabas a la compra de dolares, trabas bizantinas a la importacion, aprietes para regular precios) ya que recuerda el viejo adagio «hoy le pegan a este pero manana pueden venir por mi».

  7. Si , se vienen fuertes medidas contra las empresas que incumplan la responsabilidad civil empresaria , a cada paso tenemos un ejemplo como… , pucha lo tengo en la punta de la lengua…, ya me voy a acordar. Mientras tanto parece bastante clarito que el gobierno tiene decidido que los platos los van a pagar los laburantes.

  8. Acá hay un tema jodido con el que se va a tener que topar el kirchnerismo 2.0. La separación práctica entre la política y la economía. Esto significa básicamente que por un lado tendrá que ir a cuidar su legitimidad (obviamente tratando de mantener la aceptación nominal de no menos del 50% de la población adulta) y por otro lado, jugarse por algún esquema frío y calculador tipo los que plantea Rodrik. No es casual que Rodrik hable de que es necesario un diálogo inteligente entre el Estado y el sector productivo, y que por éste último entienda a las empresas que venden cosas tangibles y deseadas allá afuera de la fábrica, en las ciudades. Los laburantes, no es que Rodrik no sepa lo escribió Marx, sino que a la hora de la administración y de los planeamientos a mediano plazo, es necesario quitarlos del medio en tanto variables. La joda es producir; el debate es si se hace con intervención del Estado o si esa misión se deja a suerte y verdad del mercado. El plan programático productivo no puede tener en cuenta de modo permanente la satisfacción de la oferta de trabajo. Así no hay política económica que aguante. Esto es triste, es feo y es políticamente incorrecto, pero desde el punto de vista del Estado Moderno no hay espacio para satisfacer la oferta de trabajo y que con esa variable fija allá abajo se vaya desarrollando un país paso a paso así como nos gusta que suceda.
    Lo que sí se puede es apuntar a la satisfacción de las variables productivas para que uno de los efectos positivos de esa estrategia sea que el mercado laboral vaya viendo sus mejoras al compás de esas otras variables.
    Mientras no haya exceso de demanda de trabajo los trabajadores en tanto unidades productivas no pueden entrar en juego en un plan económico que apunte a la sustentabilidad de mediano plazo. En situación de exceso de oferta de trabajo el ajuste de la misma viene del lado de la solidaridad, subsidios y demás paliativos de los que el Estado debe hacerse cargo invocado por la promesa con la que se refundó Occidente en la Revolución Francesa. Esas tres consignas no pueden aún ser ni obliteradas ni satisfechas, convivimos con ellas en tanto promesas, y de aquí también los conflictos, de los que el Estado debe hacerse cargo, sí, pero no es posible que la solución tolerable se encuentre dentro de los lineamientos de ningún plan económico.

    Muy bueno el post de Nicolás.

  9. Típico desconcierto peronista, no entienden un cazzo.

    ¿Cuál es el problema con Techint?
    Es la única empresa de verdad en Argentina, la única que ha invertido en R&D de manera consistente a lo largo de los años, la única realmente líder en su campo a nivel global.
    Analicen bien el caso Techint, pregunten en la facu de ingeniería (allí hay muchos profes que trabajan o trabajaron en Techint) ellos les van a explicar.

    Por otra parte la sanata Nac&Pop industrialista me tiene cansado.
    si analizan 8 de cada 10 anuncios del ambito industrial tiene que ver con el vergel de Tierra del Fuego.

    Analicen éste párrafo:
    http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/33-5517-2011-10-16.html
    «Importar las piezas, los componentes de un televisor color, de tubo, de 20’’ costaba 94 dólares. Importar el televisor armado costaba 89 dólares. El producto “fabricado” en Tierra del Fuego se comercializaba en las bocas minoristas de Buenos Aires en torno de los 300 dólares.»

    ¿Se entinede? el producto nacional Made in Tierra del Fuego generaba una salida de divisas superior a la del producto importado.
    Esas son las inconsistencia que llevan al fracaso, no la falta de una burguesía nacional o la maldad ínsitta de los capitalistas.

  10. Me parece que vamos a tener que solicitar los servicios de Mandrake, porque hasta ahora los economistas no dejaron una sin pifiar, salvo honrosas exepciones como Aldo Ferrer que hace ya tiempo dejo deslizar aquello de «vivir con lo nuestro» como presagiando la hecatombe. Llama la atención (o me parecio) que en el analisis no se tuvo en cuenta como actor económico, el sector de los trabajadores que son a la vez de productores, consumidores por excelencia y si a estos no se los pone en la ecuación, tenemos quilombo en puerta.Nuestro país, se caracterizó por muchas cosas, desde víctimas de un estado terrorista (que se tragó 30000 tipos por estar disconformes) hasta la pelotudez de la decada del 90, y tambien por ser capaces de volver de las cenizas, pero si hay algo que marca la diferencia con el resto del continente, por no referirme a otras latitudes, es que no somos un pueblo manso, con vocación de serviles, mucho menos ahora que agarramos la cuchara nuevamente, por lo tanto la cosa es política mas que económica aunque parezca lo contrario y confío que la conducción sabrá acomodar los melones.
    Para mi la alternativa está en consolidar las relaciones políticas y económicas con el resto de los paises hermanos de Latinoamerica, cuestión que la presidenta le da suma importancia, despues no veo otra opción, de lo contrario la crisis se llevara puesta todo el esfuerzo conseguido hasta acá.
    Es la opinión de un laburante.

  11. Antes que nada, buena nota y buen disparador para el debate. Soy de una generación posterior a la de quienes participan en este debate, a todos uds. los veo mas cerca de la sub -45 que de la mia la +50, por lo cual diria que hay elementos que hasta ahora no se toman en cuenta: si bien el tema de la sustitución de importaciones comenzo mas o menos con la crisis del 30 siempre se sufrio un cuello de botella donde se mantenia un sistema que los que saben llaman stop and go (crisis externa / devaluación)Los planteos de Rodrik son mas o menos los mismos que los del desarrollismo de Frondizi, o hasta de quienes pensaban que primero habia que tener un fuerte desarrollo economico y despues vendria el desarrollo politico y social (justamente ponian los ejemplos de Corea, y el resto de los tigres asiaticos). En mi opinion, totalmente subjetiva, todo esto fallo por justamente no tener en cuenta que como bien dice OscarF, tomando en forma conceptual, la actividad productiva tiene tres actores fundamentales el empresario el estado y el trabajador. Por eso seria bueno el famoso Consejo Economico Social, pero como dice un sabio periodista por ahi, una pata de ese consejo (los representanes del empresariado) estan fragmentados como para que sean lo suficientemente resolutivos a la hora de diseñar politicas de largo plazo. Ante esto quizas lo que deberiamos preguntarnos ¿no hay otra forma de encarar el proceso de desarrollo? ¿como hacemos para que la mayor parte del desarrollo este centrado en un nucleo que no sea transnacional? ya que ese también es un problema hoy: la concentración y transnacionalizacón de nuestra economía, si vemos sector por sector hasta en los sectores favorecidos por el Joe (la famosa frase de que el mercado decida si fabricamos acero o caramelos) o sea la fabrica de caramelos vemos que no hay mas que 3 o 4 firmas que manejan el 75% del mercado y resto es tan pequeño que no les afecta en sus politicas de precios. Quizas la solución seria fortalecer nuevas formas de empresariado no solo a las pymes, sino tambien cooperativas de producción tipo las fabricas recuperadas o hasta asociaciones de trabajadores desocupados asesorados por el estado y los sindicatos con un capital en comodato hasta que puedan generar su capital propio, hasta se podrian ir generando en zonas cercanas de la producción de insumos (¿industrializar la ruralidad?) en si todo esto es de largo aliento pero quizas por ahi va pasando la cosa.
    No es tan rimbombante como una profunda reforma impositiva, o tan efectista como Nacionalizaciones o estatizaciones masivas, pero ¿porque no pensar en alternativas? ¿porque en vez de una Serenisima o Sancor no tener 1000 mini Serenisimas ademas de las grandes?
    Bueno son las opiniones de un lego pero queria compartirlas con ustedes.

    1. Como otro + 50 digo que es interesante plantear el tema pymes. Es un sector enormemente generador de empleo, en general atiende el mercado interno y está abandonado de políticas específicas de crédito, de acceso al up-grade tecnológico y demasiado librado a la voluntad shumpeteriana del capital. Puede ser interesante un planteo estilo MIT japonés de los 80 ahí, amén de una acción específica gremial(CGT) que represente genuinamente los intereses y posibilidades del sector asalariado. Hay para sacarle punta al lápiz.

    2. «¿porque en vez de una Serenisima o Sancor no tener 1000 mini Serenisimas ademas de las grandes?»

      Yo hace rato que vengo diciendo que la «profundización del modelo» para esta nueva etapa debería traducirse principalmente como «demonopolizar». No quedarse sólo con el monopolio de Mañeto, sino comenzar a avanzar sobre los demás mono-oligopolios y cárteles. Comenzar a arrimarse a las condiciones ideales de mercado de Smith. Y donde se pueda (cooperativas) a Nash. Mastellone/Sancor es uno de los oligopolios más visibles. Pero cada puto producto tiene su monopolio: Gillette para afeitarse, Kraft para jugos en polvo, Techint en tubos sin costura, etc. Ahí, la única competencia puede venir de la importación. Para el resto, favorecer la competencia interna. En principio, desestimulando (o en su caso, prohibiendo) fusiones de empresas que excedan un determinado tamaño y la integración vertical. Que nadie sea tan grande como para aplastar al resto.

      Con lo que no estoy de acuerdo es con el «además de las grandes». 1000 gallinas no pueden convivir con un zorro, a menos que lo que pretendamos sea tener bien alimentado al zorro. La idea es que para el 2015 no queden zorros. O para entonces no quedarán gallinas.

      1. barrilete cosmico de la economia, de que planeta viniste??? Que manera de mandar fruta, por D10S. Todo, TODO, producto de alto valor agregado, desde drogas oncologicas hasta el chip mas pedorreta, es importado. Y vos decis mas arriba que queres cerrar las importaciones. Genio! El «modelo» de sustitucion de importaciones no existe, es una mentira que vos y quienes tambien creen en los Reyes magos, piensan que puede hacerse relaidad por solo repetirla. No ha habido ningun tipo de inversion real en empresas nacionales de alta tecnologia, salvo la satelital y hasta ahi. Ademas, el propio gobierno kirchnerista subsidia a mansalva a los monopolios productores de materias primas. Lo que aqui antes se denominaba el agrogarquismo, pero ya no. Sign O’ the times.

      2. «Todo, TODO, producto de alto valor agregado, desde drogas oncologicas hasta el chip mas pedorreta, es importado. Y vos decis mas arriba que queres cerrar las importaciones.»

        Yo digo dos cosas, pero parece que tu cabeza sólo puede atender una por vez. Nada de masticar chicle mientras caminás.

        Digo que por un lado, hay que cerrar las importaciones de aquellos productos en los que hay suficiente producción Y COMPETENCIA local. Por el contrario, aquellos sujetos a monopolios locales de producción, hay que «importar» la competencia que acá no hay.

        Y respecto de la sustitución de importaciones, empezando por la farmacológica, hay que volver a impulsar la producción ESTATAL de medicamentos que hace dos años atrás bochó Mugricio. Hay que trasladar todos los planes a la provincia o donde sea. Nos están cobrando los medicamentos y reactivos cincuenta veces su valor. Las drogas base se consiguen en China e India por chirolas.

        Y respecto de la importación de componentes electrónicos, desde ya que TODAVÍA hay que importarlos, pero cada vez en menor proporción. Lo mismo que con los componentes de la industria automotriz, en la que los componentes locales pasaron del 30 al 45% en el período 2003-2010.

        A gente como vos seguramente se refería Cristina cuando habló de los asnos a los que les señalan la luna y te miran el dedo. Por suerte, les va como les va.

      3. Bueno, hacerte desdecir de las burradas que tratas de encubrir en parrafadas sin sentido es un gran paso. El «habria que» ya no corre, hace tiempo que estan a cargo de la caja y del poder y los resultados de la sustitucion de importaciones esta a la vista: soja, petroleo, minerales y, para ser generoso, de vez en cuando algun reactor nuclear de una empresa que no pudieron destruir los menemistas y neomenemistas kirchneristas. Echarle las culpas al zopenco de Macri es lo unico que te queda y es tan serio como llanto de una adolescente despechada. Para vos parece que el pais se restringe a BA. Los que necesiten medicamentos y vacunas te van a saber comprender en tus excusas, seguro. Sabes poco y nada del tema, y supongo que de cualquier otro, pero como buen militonto repetis la bajada de linea oficial toda de corrido. Si tenes algun parentezco con Barone, quizas consigas laburo en TELAM. Anda por la sombra.

      4. ¿cuales metaforas? ¿»Sustitucion de importaciones»? ¿»Eficientizacion»? ¿»Indec»? ¿»reacomodacion de precios»? ¿»Pacho O’Donnell»? Como ves, el kirchnerismo, entendido como la nueva corriente de la poetica y ficcion nacionales, es una fuente inagotable de eufemismos y metaforas. Tenes que ser mas explicito.

  12. «It’s the DEMAND, stupid!»

    El motor del crecimiento, del kirchnerismo 2003-2011 y de cualquier otro período en cualquier otro país del mundo desde que se inventó el capitalismo durante la edad media en Italia, siempre ha sido y será la DEMANDA. Estimular el consumo. Cuando hay consumo, los empresarios no son boludos e invierten. Si no hay consumo, los empresarios tampoco son boludos y NO invierten (por eso además el capitalismo tiende a crisis cíclicas, cuando la demanda baja se entra en un círculo vicioso). O sea, OK, hay una tal «zanahoria» y un tal «palo», pero están en la DE-MAN-DA.

    Pero obviamente que el estado puede hacer algo para mostrar una zanahoria: estimulando la demanda. Es lo que ha hecho el kirchnerismo en todos estos años, aunque podría haber hecho incluso mucho más si no se hubieran quedado atados a un fetiche claramente neoliberal-ortodoxo como el del «superávit fiscal primario». Y daaale con que tenemos superavit primario…y daaale para aquí y para allá. Pero, ANSES mediante ese tema quedó inteligentemente rodeado sin que la derecha pudiera poner el grito demasiado en el cielo con un déficit excesivo.

    De todos modos el tema del estímulo por el lado de la OFERTA (las empresas), que es de lo que hablás, sí es importante en términos de solucionar un problema fundamental para un país subdesarrollado que es: el pobre entramado productivo; para poder producir bienes finales necesitás un montón de insumos importados. Por lo tanto cuando crecés, comenzás a tener DEFICIT COMERCIAL. Y ése déficit sí que es malo. Por que cuando tenés déficit comercial, te ves obligado periódicamente a DEVALUAR y cuando devaluás aparece la INFLACION. Que obviamente tiene que ver con ese problema crónico de todo país subdesarrollado de su dependencia externa para crecer, y no de la «malévola máquina de gastar del estado» como nos quieren hacer creer desde el establishment mediático.

    Por lo tanto, el tema de los estímulos a la OFERTA, más que tener una importancia respecto de generación de crecimiento, tienen importancia en términos de direccionar la inversión hacia aquellos sectores donde SE NECESITA generar know-how tecnológico y productivo. Es lo que hace el gobierno cuando relanza la industria nuclear, cuando promueve las empresas de software, cuando lanza un plan de 3 millones de computadoras producidas en el país, cuando encarga la radarización de los aeropuertos a una empresa argentina, cuando promueve que talvez el año que viene podamos ingresar al selecto club de los 9 países del mundo que pueden poner satélites en órbita con un cohete propio, cuando crea un ministerio de tecnología y repatria más de 800 investigadores dado el aumento de salarios que se ha promovido, etc. etc. etc….

    Todas esas son unas buenas zanahorias por el lado de la OFERTA, pero el problema es que parecieran estar todas muy desarticuladas, sin una dirección más definida y clara, en términos de objetivos a cumplir por sectores de la producción, de manera más estratégica. Me parece que el problema reside AHI, no en si hay que ofrecer más zanahorias o distribuir más palos. Pero sin perder de vista que si hablamos de estimular el CRECIMIENTO, el gobierno va a tener que seguir GASTANDO y si se viene una crisis mundial, entonces tendrá que gastar MAS. Y quién te dice que de esa forma podemos mantener el promedio de crecimiento por arriba del 8% anual.

    1. Man, sin el superavit primario no se hubiese podido mantener este modelo de crecimiento. Básicamente porque no se hubiese podido administrar el dólar. Si gastás más de lo que te entra, te endeudás. Esto lleva a tener que empezar con los manotazos de ahogado para poder seguir tirando sin que todo se vaya al carajo. Podés ir devaluando, pero eso tiene un límite, porque de lo contrario la vida sería joda, y ya sabemos que ese no es un buen objetivo para la vida humana, menos aún cuando pretendemos entenderla en su faz social.
      Se me hace que cometés el error de caer en el economicismo: La cosa no pasa por oferta vs demanda, esas cuestiones dependen mucho del contexto en el que se den. La economía no es una ciencia última, para decirlo de alguna manera. Su lógica causal no depende de razonamientos directos que unen a las diversas variables, a ver cuál es más lógico de todos, no. Esas variables se mueven después de la política, y todavía después de tener un correcto análisis de la situación en la que se vive.
      Si el gobierno sigue gastando eternamente como fórmula para el crecimiento, esa demanda más temprano que tarde se va a encontrar en un embudo sin los bienes de consumo que desea, y esto va a llevar a que aumenten los precios de los mismos. Y no va a haber una linda industria nacional para que satisfaga sonrientemente toda esa demanda. No la va a haber básicamente por una cuestión de tiempo. Ni en el mejor de los sueños que no caigan en delirios se puede pensar en que la industria argentina podría satisfacer una demanda interna con stándares del siglo XXI (lo opuesto a Cuba en la década del ’60). Nos guste o no nos guste, hay una cultura. Si se la quiere cambiar de un día para el otro, el camino es la represión. No cierra.
      Tu modelo no tiene en cuenta el lag entre una face y la otra. Por suerte Kirchner sí tuvo en cuenta ese lag para que por lo menos podamos salir de la crisis de 2001 tras la devaluación de Duhalde. Ahora hay que cuidar el superávit gemelo y evitar caer en dogmatismos de cualquier tipo.

      Saludos

      1. Diego, tu defensa del superávit fiscal es económica, así que suena incoherente decir que no hay que hablar de economía.

        Déficits presupuestarios constantes son sostenibles siempre y cuando la tasa de crecimiento de la economía (motorizada por el mismo déficit vía multiplicador) sea mayor que la tasa de interés que se paga por una deuda en PESOS. Pero la tasa de interés al ser en PESOS la controla el propio banco central. De hecho es lo que vino ocurriendo todos estos años ya que el BC argentino ha mantenido una tasa de interés de referencia real NEGATIVA (vg. por debajo de la inflación). La única cuestión que puede atentar contra este esquema es controlar el movimiento de capitales ya que con tasas de interés bajas hay tendencia a la fuga y eso te podría obligar a aumentar la tasa de interés. Pero en última instancia, monetizar déficit no es ningún anatema, salvo para los monetaristas (eso sí, si tenés tendencias monetaristas, lamento informarte que la medicina aún no ha encontrado una cura…).

      2. Es que para crecer con tasas negativas en pesos tenés que mantener un nivel de crecimiento superior a lo que implicarían esas tasas que son negativas en pesos, pasadas a dólares. O sea, tenés que crecer más de lo que sería una tasa positiva en dólares. Para eso el dólar tiene que mantenerse fijo a lo largo del tiempo o por lo menos ir aumentando a un rítmo menor que el que tiene la economía. Una vez ahí parado el tema empieza a ser no quedar parado en una suerte de convertibilidad como en los 90’s, algo que es técnicamente imposible con tasas en pesos negativas. La convertibilidad de Cavallo duró lo que duró porque las tasas en pesos eran altísimas en moneda local, lo que permitió el jueguito financiero de poner plata en el país y avivarse antes de que caiga lo que se sabía que no se podía sostener. Y no por el défit en sí -que es una consecuecia- sino por las debilidades estructurales de la economía argentina. Esto es que esa recarga permanente de la economía real que vos proponés no es sostenible por cuestiones concretas materiales de fierros, de la estructura política y de la productividad que existe en éste país. Por eso, como te decía antes, para mí la economía viene después de la política; después de ver lo que tenés, pasás a ver qué hacés con eso. Kirchner estuvo muy bien, pero la devaluación de Duhalde era absolutamente necesaria para que la economía se pudiese reactivar. Por eso era «necesario» que el peronismo que contralaba el territorio pasase a agarrar el poder. Si De la Rua tomaba la misma medida económica que luego tomó Duhalde se armaba una guerra civil con ese 25% de desempleo y con un presidente que no podía controlar ni sus propios movimientos. El diferencial del peronismo iba desde los caudillos que controlan territorios, hasta una cuestión cultural muy profunda que reside en estas tierras. De ahí que De la Rua tenía un cierto campo de maniobra y Duhalde otro. Sin analizar estas cuestiones políticas, la economía es mera abstracción. Ninguna receta económica vale de por sí. Las que a sí lo creen son delirios ingenuos que nunca salieron de las universidades.
        Volviendo a la economía, lo que pienso es que la demanda pujante que vos señalás, tarde o temprano se va a encontrar siendo insatisfecha, simplemente porque la oferta local no la va a poder satisfacer. Y esto también es cultural: No podés pasar a ser Japón con trigo y soja de un día para el otro. China se industrializó a costa de un esfuerzo de la población del que probablemente nunca nos enteraremos, y la Marcha de los Voluntarios se sigue desfilando frente al líder como si todavía estuviese Mao delirando en su marxismo que no se puede creer cómo llegó a tener adeptos hasta en Sudamérica.
        Hay cuestiones físicas y sociales que los modelos macro no describen. Esto involucra a todas las escuelas hoy vigentes, desde los monetaristas que vos mencionaste hasta los poskeinesianos que creen que la parte izquierda de la academía norteamericana encontraron la fórmula de la felicidad. La forma de pensar de la Macro no sirve para nada si antes no se piensa en concreto en la política.

        Saludos

    2. No entender: Sí, efectivamente el motor tradicional es la demanda. Sin embargo ¿Cuál era la demanda de iPhones antes de que aparecieran los iPhones? ¿La de Windows antes de que apareciera Windows?

      Creo que la etapa que se avecina requiere de respuestas nuevas a problemas nuevos. No va a alcanzar con esperar a que se cree primero la demanda para recién ahí aparecer con la oferta. Acá te dormiste y te velan.

      1. No, la demanda no hay que esperar que se cree…se crea a través del gasto. Por supuesto lo que sí hay que afinar es gasto EN QUE. En esta etapa tendría que ser para motorizar generación de infraestructura e industrialización en sectores claves y darle guita en serio al ministerio de CyT.

  13. El capitalismo dista de ser un mecanismo simple, aunque aquí se han ventilado algunas de las cuestiones macro en que se desenvuelve. Claro que funciona a base de mercancías que se producen y venden, y por lo tanto se distribuyen. Pero los modos en que esto se realiza genera una acumulación por capas de dinero y poder en distintas manos, sobre todo en distintos sectores del capital. Si el objetivo es el desarrollo capitalista, muchas cosas hay para hacer de las que acá se dijeron. Si el objetivo es mayor inclusión vía ocupación, la cosa en parte cuadra con lo anterior, sobre todo en un país con una gran parte de la clase trabajadora desocupada y subocupada crónicamente, y es lo que vimos en estos años. Si el objetivo es más igualdad, ahí empiezan los problemas. El mito del desarrollo incesante, del crecimiento sostenido, como generadores de igualdad, no podemos creerlo ingenuamente, ya no. Una mejora relativa en la situación de la clase trabajadora es posible dentro del capitalismo, pero su lógica última no permite una progresión de la igualdad sino su contrario, y ese es el conflicto básico con el que siempre deberemos lidiar. El problema es fascinante, y gobiernos de este tipo prueban su capacidad en su manejo. Más poder de negociación de los trabajadores, en su faz de sector organizado, o como masa electoral, o como consumidores, o todo junto y mezclado, puede condicionar a favor de ellos (de nosotros, bah) la distribución última de la renta socialmente producida, y eso es lo mejor que puede pasarnos en los límites del capital, con las consecuentes modificaciones de prácticas tributarias, esquemas jurídicos y modalidades empresarias que puedan surgir. Que se pueda lograr con soluciones técnicas desde lo macro, olvídenlo: creo que a eso se refiere Nicolás con aquello de que la política tiene la última palabra.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *