Tres versiones de Cleto

La comparación es obvia. La fantasía de un traidor había sido pronunciada en el Senado antes de que el acto se consume. De alguna manera difícil de explicar, las personas podemos imaginar el final acorde para una historia. Los senadores y los dirigentes políticos suelen desarrollar el don de la imaginación, calculan votos, traman estrategias, pueden anticipar más fácilmente que otros el desenlace de una situación y tienden a actuar según las consecuencias esperadas. No está mal que lo hagan, al fin y al cabo de eso trabajan.

Lo que ni ellos ni nadie puede imaginar son todas las consecuencias que desencadena una acción. Cristina, Néstor, Cobos y Pichetto tampoco pueden. El final de la historia de la 125 pudo haber sido pronosticado por algunos, sin embargo más difícil es pronosticar lo que se abre después de ella. Es posible imaginar el final de una historia, en lo que no es posible que nuestra imaginación acierte es en el final de toda La Historia, porque sencillamente, ninguna Historia tiene fin. Antes que el vicepresidente diera a conocer su voto, seguramente la palabra traición ya resonaba sórdida en los oídos de los senadores. Y también resonaba sólida, para poner fin a un conflicto que parecía no terminar más. Más allá de los cálculos de los actores y de los resultados inmediatos, nos parece que algo bueno puede quedar de toda esta historia.

La comparación es obvia. El papel de Cobos en torno a las retenciones móviles evoca a Judas. Y la posibilidad de jugar con los sentidos que se abren a partir de hacer una hermenéutica de Judas Iscariote, nos lleva a Tres versiones de Judas1, un cuento en el que Borges se anima a plantear tres sentidos posibles de la traición más conocida de la historia. En la tercera de estas hipótesis, Judas es a la vez el entregador de Jesús y el salvador. Pero antes que nada, pensemos un poco más la cosa, repasemos los hechos y después veamos si Borges nos ayuda un poco.

1. El conflicto entre el gobierno y los dueños de la tierra y compañía, mostró varias cosas. Una de ellas fue la proliferación desconcertante de actores, discursos y posicionamientos. Especialmente prolífico y desconcertante fueron las posiciones dentro del espacio nac & pop, de izquierda, progresista, peronista o como quiera que se llame (ustedes nos entienden), teniendo en cuenta que se trataba de una medida que no debería prestarse a mucha discusión. Ese surtido parece hablar de un momento donde las palabras se prestan fácilmente a confusión. Recapitulemos un poco.

Todo empieza cuando La “gente del campo” junta a sus empleados, a sus clientes y a sus 4 x 4 para organizar piquetes, y corta el transporte entre Buenos Aires y el norte y centro del país. Desabastece y “saltan” los precios. Las señoras de barrio norte salen a festejar estos piquetes al son de las cacerolas. La presidenta, con el ruido del tren bala aún aturdiéndonos los oídos, nos habla de la oligarquía y los piquetes de la abundancia. La Federación Agraria, antes de descolgar los carteles que piden reforma agraria, sale a pedir que no se asfixie al campo. De Angelis organiza asambleas populares para que no les quiten a los dueños de la tierra una rentabilidad extraordinaria, y las gana. Luis Juez, todavía caliente como una pipa por la elección robada, sale de punta contra el gobierno y la 125. Schiaretti, antes de pagarle al kirchnerismo el apoyo en la elección robada, se abre del gobierno y coincide con Juez en la defensa de los terratenientes cordobeses. D´elía confiesa que le pega a los que tocan la cacerola porque odia a los oligarcas (u oli-garcas?) y a los que viven en Palermo. Yasky, poco después de que le negaran una vez más la personería a la CTA, y Sabbatella, el inventor de la tijerita contra los barones del conurbano, llaman a una plaza a compartir con la CGT y los intendentes del conurbano. El “barba” Gutiérrez, hombre combativo, de la CGT e intendente del conurbano, dice que hay que “dialogar” cuando Néstor llama al combate. Macaluse y Lozano, abanderados de la redistribución dentro del Congreso, votan en contra de las retenciones móviles que incluye la diferenciación entre chicos y grandes. La Federación Agraria, ahora que los Diputados arman un proyecto que beneficia claramente a los productores más chicos, presiona a los legisladores para que no voten ese proyecto. Lilita sonríe, y habla de la Paz y el Diálogo. También sonríe Barrionuevo. Y Duhalde. La Sociedad Rural, los guardianes de las instituciones (incluido el doctor Mariano) y gran parte de la izquierda revolucionaria vuelven a compartir una plaza enfrente del zoológico. Las banderas rojas se agitan con los discursos de Miguens y Llambías. Y el vicepresidente bobo se transforma de la noche a la mañana en el hombre clave del conflicto y termina, entre gallos y medias noches, decidiendo la cuestión en contra de “su” Gobierno. ¿Confuso, no?

2. Así como, al decir de Borges, “en el Asia Menor o en Alejandría, en el siglo II de nuestra fe, cuando Basílides publicaba que el cosmos era una temeraria o malvada improvisación de ángeles deficientes, Nils Runeberg hubiera dirigido, con singular pasión intelectual, uno de los conventículos gnósticos”, en la Argentina kirchnerista, en el siglo XXI de nuestra fe (o de nuestra falta de fe) nosotros podemos conjeturar sobre los tiempos que pueden abrirse después del voto de Cobos. En todas las tragedias de Shakespeare (que podría dar clases de Ciencias Políticas a más de un dirigente de nuestros tiempos) se percibe que los seres humanos son dueños de sus actos, de sus decisiones, pero no de las consecuencias que estos actos producen, consecuencias múltiples que a veces se desatan como un “efecto dominó” imposible de frenar para el responsable de la acción inicial. Ignoramos si Cobos pasará a la Historia como un personaje trágico. Posiblemente no, aunque nunca se sabe. Lo que no podemos discutir es que su decisión de no votar positivamente por las retenciones fue una determinación cargada de intencionalidades: pacificar el país, favorecer al campo, salir de su triste anonimato o quién sabe cuál. Pero los seres humanos siempre provocamos, con nuestro accionar, algo un poco distinto, un poco más o un poco menos que aquello que prevemos. Por eso no está mal imaginar los posibles sentidos del voto del vicepresidente, si nos animamos a mirar hacia delante, que es la principal dirección en la que se debería fijar la vista cuando quedan más de tres años de gobierno.

Y aquí tal vez, podamos parafrasear a Nils Runeberg (el desquiciado personaje que crea Borges para hablar de Judas y la traición) y plantear tres versiones sobre la decisión de Cleto. La primera y la segunda son más o menos conocidas; tal vez la tercera pueda ser la más interesante para pensar el futuro político del país.

– Primera versión de Cleto: el traidor. El vice con su voto negativo traiciona a Cristina (y de paso a Néstor, su seguramente arrepentido mentor), a la plataforma, a sus votantes, a la redistribución, a los más pobres, al proyecto nacional y popular, a los descamisados, etc. Demuestra que es un “radical cagón”, un TRAIDOR (con mayúsculas) que merece tostarse en el Infierno.

– Segunda versión de Cleto: el pacificador del país. El hombre honesto, el incorruptible, el que le puso el pecho a las balas, el toro de los huevos de oro, el que escuchó a la gente, el que le enseñó al gobierno dónde se podía meter las trompadas de D´elía y las patoteadas de Moreno. El patriota cordillerano que puso en su lugar al matrimonio presidencial prepotente y autoritario. El que votó lo que “la gente” estaba pidiendo.

– Tercera versión de Cleto: el hombre que, voluntariamente, le puso un freno a algo parecido a lo que solemos entender por un gobierno “nacional y popular”. También, quizás, quien abre una nueva etapa dentro de esta época kirchnerista. La idea de una tercera versión invita a pensar cómo sigue la historia a partir de ahora.

3. Decíamos que éste parece ser un momento donde las palabras se prestan a confusión. Puede parecer un tema menor, pero a nosotros nos parece que no. Es claro que el gobierno, tal cual lo conocimos hasta hace unos meses, hoy aparece más debilitado. La pelea por la 125 dejó como saldo, entre otras cosas, la caída del “consenso social” del gobierno, la vuelta de una derecha recargada, una creciente preocupación por el futuro de la economía y varios jefes del PJ que hoy ponen en duda su apoyo al gobierno.

Pero también es posible pensar que esta batalla perdida tenga algo positivo. Y es que alguien tome nota que quizás “se perdió” porque, más allá que el rumbo pueda ser el correcto, se están haciendo unas cuantas cosas mal. No estamos hablando solamente de las críticas “republicanas”(un estilo autoritario, sospechas de corrupción, manejo discrecional de recursos hacia las provincias y municipios, destrucción del INDEC, etc.). Eso también está mal. Nos referimos más bien a otra cosa: al hiato que el kirchnerismo abre entre su discurso y sus actos, entre lo que propone y lo que realmente hace. Acá es donde la “confusión” parece ser el principal problema.

¿Porqué es sería un problema? Porque que termina pasando como en la fábula de Juancito y el Lobo, cuando tenés un problema de verdad y necesitás ayuda, nadie te cree. Y hacen bien. Los que siempre quisieron un gobierno que redistribuya la riqueza, porque dudan que al otro día de ganar el conflicto los K vayan a cumplir lo que prometieron al fragor de la lucha. Los dirigentes y legisladores del PJ, algunos porque recordarán que les armaron listas en contra en el distrito, otros porque no son llamados a ser parte del gobierno y otros, simplemente, porque les conviene estar en contra. Los de Clarín porque tendrán mucha guita en el campo, porque estarán peleando contra la ley de radiodifusión o, simplemente, porque hace tiempo que descubrieron el negocio de contar la realidad desde la mirada del “medio pelo” argentino. Y “la gente” y/o “el pueblo”, bueno, quizás porque no les guste el estilo K, porque le moleste la inflación, porque esté un poco cansada de las Madres y las Abuelas o, sencillamente, porque no sienta que a ellos les hayan tocado grandes beneficios de esa redistribución. Si Kirchner pensó que la ganaba con la gente en la plaza, si imaginó un 17 de octubre o un 17 de noviembre, se le pasó por alto que esas veces era distinto. Convocaba otro que había hecho más cosas.

Esta batalla no se perdió porque el gobierno no supo neutralizar o ganar el apoyo del campo, sino porque no supo ganarse el apoyo del resto, de la gran mayoría que miraba de afuera, sean señoras con cacerolas, laburantes y desocupados del segundo y tercer cordón o campesinos del interior. Decir que es un problema de “comunicación” es minimizar el problema y errar de nuevo el vizcachazo. Éste es un problema político, de generación de consenso, de escuchar y atender al otro.

La verdad es que “los del campo” no fueron confusos y supieron construir consenso. Ocultaban aquello de lo que no querían hablar y en el resto eran bastante claros. Al menos públicamente, decían que el 44 % era un exceso, pedían diálogo, negociación y que no los maltraten. Reclamaban una política agropecuaria, decían que el campo era importante para el crecimiento del país, es decir, para todos. Bastante más claro, ¿no?.

Volviendo al pago chico, puede ser que las alineaciones de los dirigentes nac & pop, que nominalmente están a favor de una política redistributiva, sean antitéticas porque cada uno hace sus números y apuesta a lo que cree que más le conviene. Pero nosotros preferimos creer que cada uno dispara para su lado porque el gobierno no tiene un horizonte (político, discursivo, pero sobre todo de acción) suficientemente claro y creíble. Nadie sabe, por ejemplo, a qué atenerse cuando habla de transformar la política y termina apostando al PJ con más o menos el mismo staff de los ´90. Ni qué hacer cuando, frente al problema de los precios, elige poner techo a los reclamos salariales y dibujar los datos del INDEC. También, cuando durante años no hizo nada ante la creciente concentración del negocio del campo en manos de los miembros de AAPRESID, un día manda a Grobocopatel a Venezuela a dar clases de agroindustria y al otro sale hablando contra la oligarquía, la sojización y a favor de la redistribución. Muchos de los que vemos cierta intención redistributiva (sin dudas mayor a la de gobiernos anteriores, pero también con más torta para repartir que esos gobiernos) querríamos que las cosas fueran más claras, más transparentes, menos confusas. Que las porciones por repartir fueran un poco más grandes y llegaran, siempre, a sus destinatarios. Ni siquiera decimos que se trate de cinismo o hipocresía de parte del gobierno, simplemente decimos que confunde. Y es difícil confundir y movilizar a la vez.

Cleto fue el que tuvo la palabra final y eligió decir no. Más allá de sus intenciones, su “no” puede leerse como “así no, así no funciona”. Eligió correr con los riesgos de ser un traidor, de ser Judas. En su tercera versión de Judas, Borges (que todos suponemos qué hubiera pensado de este conflicto) reivindica a Judas. No lo exime de ser un traidor, no lo justifica diciendo sólo que su papel era necesario para la obra divina, dice directamente que Judas es el Hijo: “Dios totalmente se hizo hombre pero hombre hasta la infamia, hombre hasta la reprobación y el abismo. Para salvarnos, pudo elegir cualquiera de los destinos que traman la perpleja red de la historia; pudo ser Alejandro o Pitágoras o Rurik o Jesús; eligió un ínfimo destino: fue Judas”.

Si nosotros, los que escribimos esto y muchos de los pocos que lo leerán, pensamos en un país con menos pobres, con más distribución y, ya que estamos, con más democracia, ¿para qué nos puede servir esta comparación? Para pensar que, quizás, sería bueno tomarse con más seriedad lo que se dice cuando se habla de redistribución, que ya no alcanza con sólo decirlo. Que tampoco alcanza con sólo decir que la política ahora toma el centro de la escena, si es para que el consenso lo construyan los que no quieren repartir ni pan dulce en Navidad. Que, además, las palabras hay que acompañarlas con acciones más coherentes y consistentes. Que si el sustento político de ese proyecto, van a ser más o menos los mismos que bancaron la política de los ´90, es difícil que triunfe. Que una vez que se sale de la recesión económica, hay que inventar la manera de que el gasto público genere más distribución (¿viviendas, salud, educación, economía social, desarrollo guiado por el Estado como los asiáticos? No lo sabemos, pero no está mal que esperemos que los que manejan el barco sepan cómo se hace y hacia dónde vamos). Que después de casi cinco años de gobierno “nacional y popular” no puede seguir habiendo chicos en la Argentina que tengan hambre. Y que para que este gobierno, o los que sean que vayan a ocupar ese espacio, tomen nota de todo esto, quizás, era tristemente necesario que a los K le paren un poco la moto. Que tengan que profundizar una redistribución por ahora demasiado tibia.

Probablemente, nadie podía convencerlos desde “adentro”. No lo iban a lograr los movimientos sociales, las Madres y las Abuelas, los peronistas buenos o Verbitsky (además es a los que peor les sale. Como quien tiene sed y está cruzando el desierto, son los que quedan más presos del discurso kirchnerista). Quizás, sólo quizás, sin una traición externa esa duda no tenía lugar ni ese camino podía abrirse. Claro que la debilidad de los K es, en lo inmediato, ganancia para la derecha. Una derecha que viene a ofrecer recetas ya fracasadas y por demás obscenas. Mal que nos pese, la política en general es así. Tampoco Néstor hubiera llegado al gobierno sin la crisis del 2001, que casi los deja a Ménem y López Murphy en el ballotage.

La traición de Cleto quizás abra una etapa en la que palabras estén más gastadas, en la que haya que decir menos y hacer más para ganarse el adjetivo de “nacional y popular”, que sean necesarios más esfuerzos para que te digan peronista. Quizás, sólo quizás…

1 El cuento es Tres versiones de Judas y a los que quieran leerlo o releerlo, lo pueden encontrar en http://www.literatura.us/borges/tres.html.

59 comentarios en «Tres versiones de Cleto»

  1. Bombita, lo que decís es bastante similar a lo que pienso. El traidor le hizo un bien a la patria por dos razones:

    1 – El fin no justifica los medios. No se puede hacer CUALQUIER cosa con tal de «redistribuir» porque cuando venga la derecha (inevitable ciclo) va a tener carta blanca para hacer CUALQUIER cosa para «eficientizar».

    2 – Los K podrán ser bienintencionados, pero ya nadie confía en que su «modelo redistributivo» funciona en la realidad.

  2. Las citas a Borges me las rompen. Es personal, me distraen del resto de cualquier texto. Justo ayer leía en el imprescindible blog de Manolo aquél diálogo:

    Borges: –Todos estos criminales son el fruto del peronismo.
    Antes uno decía, ‘el crimen del silletero del año 20…’

    Bioy: –Ahora hay que decir ‘el crimen del silletero de las tres de la tarde, el de las cuatro’, etcétera.

    Borges: –Habría que fusilar a toda esa gente
    ……..
    En fin.

  3. Excelente síntesis y exposición de tu pensamiento. Nuestro gobierno central la venía pifiando, se hicieron los chanchos rengos, la pifiaron peor, y a cada chancho le llega … lo que le tiene que llegar. Coincido, pero Judas es Judas, por más pensamiento holístico, del ying y yang y orientalismos y esoterismos, y mundo borgiano que se me vienen a la mente para intelectualizar tamaña desfachatez del Cleto. Lo de las bolas de oro, aplaudo, agregaría que pa’semental no va a arrancar… Lo que no apoyo es esa imagen del voto voluntario unipersonal, acá nadie hace nada sin una patota atrás, sea rural, vaticana, de barras y estrellas o de la logia del «poderoso caballero es don dinero». Judas obtuvo sus ¿treinta? monedas y su lugar en el Panteón, y en eso estamos de acuerdo.

  4. Hay cosas que decis que son ciertas, pero me suena a un comentario (version progre) de La Nacion. Es lo que hay, y despues de las cosas que nos han pasado como pais, es de lo mejorcito…

    PD: te falto decir «En los paises nordicos bla, bla, bla..»

  5. Bombita hay una posibilidad que no considera, es la desjudalización de Cobos. Me explico:
    Cobos plantandose de pié frente al senado y diciendo, con golpe en el pupitre y todo. «Señores senadores no sean pendejos y resuelvan esto Uds. Yo soy un convidado de piedra aquí, No tengo voz y al voto que me tiraron por la cabeza. No me hago cargo. Resuelvan esto ustedes»
    Acto seguido, se sienta, estira los puños y dice elvando el martillo a los cielos» Se pasa hasta cuarto intemedio hasta que no haya un despacho de consenso, He dicho carajo». Baja con estruendo el martillo que explota en la mesa.
    No hay judas, no hay traición, hay Cobos, la pelea se tiene que reanudar, los piquetes siguen presionando afuera, todos putean a Cobos lo mismo, pero al día siguiente empiezan a conversar.

    Un dilema del preisionero iterado.
    Ya todos saben donde estan los traidores internos, es hora de ir a buscar otras soluciones, el conflicto empieza a desentrañarse de manera adulta sin ningún judas que se ponga el pais al hombro y que nos haga «el gran favor». La gran Goycochea.

    Sergio Javier Goycochea, Mundial de Italia, lo perdimos, que hubiese pasado si los jugadores hubiesen jugado mejor. Goycochea no hubiera existido. A Goycochea y a Cobos los une la trajedia de tener que ocultar la mediocridad del equipo.

  6. Hola! gracias por los comentarios.
    Una aclaración: nos tiene sin cuidado defender a Cobos, que se pudra.
    Lo que intentamos, no sé si nos salió, es discutir porqué perdieron los K. Sobre todo si la distribución es tal o es más chamuyo que otra cosa.
    DagNasty, gracias especialmente, que Borges también se pudra.

  7. Bombita y Nasty:
    De donde les viene tanto odio contra Borges y lo que uds llaman la oligarquía? Yo soy clase media como ustedes y no los odio y tengo la impresión que la inmensa mayoría de los votantes tampoco.
    No será eso lo que los hizo perder «la calle»?, el 46% que voto a CFK no se imaginó que su política iba a agarrar para este lado: echando a todos menos a Moreno y De Vido. Cobos representa a la mayoría de ese 46%.

  8. Aparentemente Borgues era muy buen escritor (nunca lei nada de el), pero tambien un tipo con un pensamieno bastante retrogrado (tampoco nunca le escuche decir nada asi, mas alla de citas muchas veces sacadas de contexto).

  9. «Odio», me harta la gente que usa la palabra «odio» para todo ¿donde hay «odio» en mi comentario? ¿que alguien no me cierre para usar sus supuestos como referencia del análisis de algún tema, eso es «odio»?
    ¿Acaso el famoso «odio» no lo ves en la frase de Borges que pide que fusilen a todos los peronistas?. No, ese odio no lo ven, deben creer que es un sentimieto noble de otro nombre.

    Toda esta gente que pone el»odio» siempre en el otro, como hace Grondona en su programa donde siempre los que odian son los demás, terminan mostrando a hilacha como ‘ña Pando.

  10. El post me parece interesante, pese a que no coincido con algunas cosas, por ejemplo decís que los del campo «no fueron confusos y supieron construir consenso(…)pedían diálogo, negociación y que no los maltraten» Creo que los medios los ayudaron bastante a «construir consenso». Mientras pedían que no los maltraten porque el gobierno según parece «actuaba con soberbia», se comportaban como los dueños del país y tenían gente parada por dos días en la ruta. Mientras pedían diálogo y el gobierno hacía concesiones varias, ellos solo aceptaban volveral11demarzo. Los medios pudieron haber marcado todo esto y la imagen del conflicto hubiera sido muy diferente, ya no nos parecerían tan graves y ridículos los errores del gobierno. Más increible nos parecería que personas que hacen el lock out extorsivo más grave de nuestra historia se hagan los simpáticos.
    Hechas estas salvedades coincido plenamente en que los sentidos de los actos, muchas veces se le escapan por completo a los actores y que, eventualmente, una TRAICIÓN con todas las letras como la de Cleto, puede terminar teniendo algunos puntos positivos al obligar al gobierno a un esfuerzo de superación para ganarse a «la gente». Pero esto es de doble filo, por ejemplo, personalmente creo que la actividad de los medios fue decisiva y bien podría ocurrir que desde el poder se planteen: «no hay caso, si no estamos con los medios y el capital, la gente compra cualquier verdura; hay que tranzar». Si hacen eso, una buena parte de la clase media los mirará con mejores ojos y en cambio irán perdiendo a algunos de los que pensamos que DElia no es un energumeno, sino alguien que tiene un discurso muy lúcido. Ojalá sea como vos decís y manteniendo el rumbo y la cercanía con las Madres, los DElia, etc, corrijan lo que está mal, como el Indec, y profundicen la redistribución tocando mayor cantidad de grupos de poder. Reconozco que arrancaron bien con el impuesto a la renta financiera, el salario mínimo, la movilidad para los jubilados. Tu hipótesis central, que el voto de Cobos termine mejorando el gobierno, no me parece descabellada, pero si optimista, pueden pasar muchas otras cosas y no tan buenas.

  11. Es bastante contradictorio el argumento. Por un lado no se trata de la «comunicación», pero por el otro lado sí (el campo logrò trasmitir consignas claras, decìs). Por otro lado te agarràs de la flotabilidad de los significantes para argumentar que no hay lecturas unilaterales para el voto de Cobos, pero al final terminàs cargándole una impronta positiva y bastante ilusa, y a mi gusto muy ingenua. De corte «progresismo blanco», además. Por otra parte, sostener 100 dìas de guerra con un grupo econòmico para defender una medida de corte netamente redistributivo, ¿què es sino hacer distribucionismo? ¿Que sugerìs? Expropiaciòn del capital?
    El punto que comparto, aunque lo leo distinto, es que la brecha discurso-acción jugó en contra del articulado en torno al gobierno. Era dificil sostener algunos discursos frente a la clase media informada por clarin.

  12. Por fuera de la oportunidad de aplicar un esquema literario a la realidad política, cosa que no deja de tener su encanto, no veo en qué sentido pueda ser Cobos un traidor benéfico. He leído sesudamente el post y no he encontrado razones que sosieguen mi intriga.

    «Redistribuir en serio» es algo que siempre puede objetarse a este gobierno, y a cualquiera que no sea comunista. Pero esta meritoria petición no parece tomar en cuenta que el kirchnerismo estaba tratando precisamente de «redistribuir en serio», tocando la renta de la oligarquía agraria. Así le fue. Yo coincido, sin embargo, con el autor del post, en el anhelo de empezar a correr por izquierda al gobierno; sólo en el anhelo, porque no le veo visos de realidad a ese escenario tan feliz. Pienso, tristemente, que hay un riesgo terrible que nos acecha a todos nosotros, pálidos acompañantes de la cohorte kirchnerista: el de convertirnos en periodistas del diario Crítica. Se pasa rápidamente, más rápidamente que lo que podemos imaginar, de la crítica por izquierda a la crítica por derecha. Pienso en el comentarista «a-modest-proposal», el primero en festejar y, creo yo, distorsionar, pero quizá no tanto, el sentido del post. ¿Qué festeja este buen amigo o amiga? ¿Qué le queda del largo, dilatado, renuente post de Bombita? Que el gobierno no redistribuye realmente, y que, por ende, su discurso es un fraude y su actitud, injustificable, vale decir, autoritaria. No se me escapa que tenmos en «a-modest-proposal» una cabeza confundida por los editorialistas de los peores diarios del país. Pero tampoco el hecho de que fue el primer comentarista de este post, y el único que lo celebró sin reservas. Entonces, Bombita, recapacitemos: tu discurso ha suscitado diferendos entre los artepolíticos razonables, y consenso entre los artepolíticos clasemediosos. Esta es la crítica de la realidad, no la mía, a tu post.

  13. che Coek, que es el progresismo blanco? cual es el negro? el menos «careta»? o es el de los pibes del conurbano? vos debatis generalmente de progresismos con «los negros»? que manera de hablar en nombre de otros por favor!

    me explicas porque sostenes que el aumento de un impuesto regresivo que tiene como fin pagar la deuda, a un producto que practicamente no se come aqui es una medida «netamente» redistributiva? con el 35 por ciento que venian reteniendo no alcanzaba para los hospitales que se acordaron despues que iban a hacer? ni para mejorar los actuales? nada?

    los comentarios ironicos con Clarin los hacias tambien hace 6 meses cuando era absolutamente oficialista?

    basta con esa estupidez de que

  14. Es muy gracioso que alguien acuse al escritor de este artículo de ser «un progre versión La Nación». Se ve que nunca leyeron al progre Sguinis por ahí que dicen ese tipo de cosas.

  15. ufff….
    otra vez? hay que seguir explicando porqué las retenciones móviles son redistributivas? No. Me niego! Me pudrí. Encima perdimos… Es como meterle sal a la herida… En estos días armo un post con los problemas que se nos vienen encima por esta derrota. Y problemas que el voto «no positivo» no va a arreglar. Hoy leí en página, en las cartas de lectores, una que decía que el tipo debería haber dicho «no afirmativa», que decir «no positivo» denotaba que no iba a ser positivo para el país ni para el pueblo. Ese era el contenido real de la dichosa frase. Me gustó el psicoanalismo de la explicación. No será rigurosa pero cuadra.

    Ahora, habiéndome negado a argumentar otra vez lo mismo tengo una pregunta para hacerle a Pepe, que calculo que será Pinosolanista, o Lozanista. Pepe, a vos te parece que hay que dejar de pagar la deuda externa? De verdad te pregunto, hay que ir a un default? Estamos como para eso? Nos la bancamos? Hoy, te parece que ganamos màs de lo que perdemos defaulteando? Quièn bancarìa polìticamente una medida asì? Vos? En la calle, quién la defendería? La izquierda?
    Yo creo que la cosigna «No al pago de la deuda YA» sostenida por los partidos que nunca pero nunca pero nunca van a acercarse al poder, al gobierno, es eso, una cosigna. No se pusieron a pensar ni 5 minutos que pasaría si lo hacés. Hoy el peso de los vencimientos sobre pbi es irrisorio en relación a años previos. Y defaultear te hundiría groso. Serias el responsable de una crisis gratuita, de muchos nuevos millones de pobres, de nuevos desempleados, etc. Eso sí, tendrías unos mangos para repartir entre esos nuevos desempelados, pero no mucho porque la recaudación se haría teta.
    Yo creo que la deuda hay que garparla, no porque sea un respetuoso de la propiedad, sino porque hoy nos conviene. No cuesta tanto, y te ahorrás mucho bardo. Ahora, como creo que hay que garpar, pienso: la plata hay que sacarla de algún lado. Si no es de retenciones será de impuestos indirectos como el iva, o reducción de las asignaciones para otras cosas. Y yo prefiero que garpen la deuda los que están en el primer decil de igresos. Esto es, incluso aunque se use para garpar deuda, las retenciones son redistributivas (además de por los otros motivos que me quedé sin ganas de repetir).
    Saludos,
    coek

  16. que si critico voy a quedar a la derecha de………no, es que tengo que criticar por izquierda….no, pero asi soy funcional a tales intereses…….no, asi parezco un despreciable clase media…..no, pero me estan manipulando los grandes medios como dice pag 12……..no pero como voy a criticar al gobierno si esta luchando contra toda la derecha que se nos viene…….no, pero eso seria volver a los neoliberales que quieren que los chicos mueran de hambre…..

    cada vez estoy mas convencido de que la izquierda necesita una reformulacion urgente.

  17. Este es un posting interesantísimo sobre el conflicto entre los dueños de la tierra y los oprimidos. Parece uno de esos films en los que dicen que actuaba Evita. . Pero en las circunstancias creo que es más pertinente que se debatiera la posición del progresismo ahora, o como se prefiera llamar al tema común a las preocupaciones de la mayoría de los lectores de este blog. Lo que a mí me interesa es la siguiente posibilidad, en vista de lo que ha pasado:

    – Los Kirchner han sido eminentemente pragmáticos en su carrera política. De un inicio fervoroso como activistas en la izquierda peronista pasaron a la abstinencia total durante la dictadura, tiempo que usaron para mejorar su posición ecónomica. Volvieron a la política recien a fines de los 80, cuando fueron entusiastas menemistas. En 2001 eran duhaldistas. En cuanto afirmaron su posición, Duhalde fue descartado y Néstor se lanzó a crear su propia base, ignorando al peronismo sin rechazarlo. Ahora, ante el sacudón del conflicto con el campo, se ha declarado abiertamente peronista – pero es evidente que la maquinaria peronista ya no está tan segura del futuro de los Kirchner.

    – Cristina fué elegida gracias al voto de la población rural en las zonas más desarrolladas del campo – las otras no deciden elecciones. Nunca tuvo los principales centros urbanos. Tal como están las cosas, Cristina ha perdido su principal base electoral. Si los precios agropecuarios siguen bajando a este paso, no va a poder subsidiar indefinidamente a los desocupados del conurbano, y si no para la inflación va a perder a la clase trabajadora ocupada. Parar la inflación implica tomar medidas que, inevitablemente, van a afectar más a los pobres que a los ricos.

    – Hasta el episodio de las retenciones, que no fue mas que una suba de impuestos mal calculada, la política económica de los Kirchner fue una mezcla de lo que heredaron de Duhalde, menemismo en cuanto a los fideicomisos, Skanska, valijas, etc, y un poco de peronismo 1946-49, que como hay muchísima menos plata en el Banco Central se está apagando rápido.

    Cristina tiene que recuperar votos. Existe la posibilidad de que sea La Pasionaria de las Pampas, y se inmole electoralmente para continuar la revolución que nunca empezó. Pero yo creo que le va a interesar más asegurar votos inmediatamente (la revolución lleva tiempo). Por lo tanto, es más que probable que, entre ahora y 2009 (y que decir 2011) se largue a seducir a la clase media y la población urbana. A los que se asqueen ante esta sugerencia de una gorila, lean el primer párrafo con guión.

    ¿Que van a hacer entonces?

    Saludos

  18. entendiste mal Coek, yo no digo » ni un centavo para pagar la deuda», mi critica no es que se pague la deuda, sino que se diga practicamente «el dinero va a ir a los pobres», cuando lo que se va a hacer es pagar deuda.

    no soy de pino ni de lozano, mucho peor….soy una onda socialdemocrata!

  19. Pepe: Disculpá mi curiosisdad, ¿en qué tipo de voto se tradujo tu posición socialdemócrata en las últimas elecciones? Lo pregunto porque me parece raro decir «no estoy con Lozano, Pino, etc» y en vez de terminar diciendo con quién estás, cerrar con una posición ideológica general importada de Europa. Por si te interesa algún tipo de reciprocidad, desde ya, voté a Cristina.

  20. Mira Sergio la verdad es que no vote en las ultimas elecciones, estaba en uruguay.

    supongo que hubiese votado a Cristina o tal vez al ARI.

  21. «Una posición ideológica importada desde Europa»…

    Quítame de allá esas ideas rosistas. Las ideas son buenas o malas, no importadas o nativas. La tierra es redonda y algunos de los intelectuales que mejor explican la Argentina son extranjeros.

  22. Julian: No creo que las ideas sean buenas o malas sin importar el contexto en el que se las aplique. Una inyección de insulina puede ser muy eficaz para un diabético que está con el azucar muy alto, pero si diagnosticaste mal y lo que tenía era demasiada insulina en el cuerpo, con la inyección, lo mataste. Algunos intelectuales extranjeros pueden explicar muy bien la argentina, siempre que lo hagan mirando el contexto local y no aplicando calcadas recetas de otros lugares, no lo dudo. Y mi pregunta concreta a Pepe (gracias por la respuesta, aunque Carrió o Cristina como opciones me parece un tanto confuso, pero lo respeto)es un ejemplo de lo que digo, entiendo lo que es la socialdemocracia en Francia, es probable que allí hubiera votado a Segolene, que se yo, tendría que saber más de la situación, pero aquí; ¿quién representa a la socialdemocracia? Ya que mi frase te parece tan descolgada (Rosista decís, en principio no diría que lo soy, pero tampoco me ofende, qué había que ser, ¿Mitrista?)contestame vos, aquí ¿Quién representa a la socialdemocracia?

  23. Coincido con Julian, eso de descalificar las ideas por ser extranjeras me hace acordar a esa estupidez de algunos (solo algunos) peronistas cabeza de adoquin y su desprecio al marxismo.

  24. Creo que no fue sólo la mesa chica de los K la que leyó mal el conflicto con el campo. Este post de Bombita se equivoca en algunos aspectos que me parecen básicos.
    Para empezar, es grave no ver que a éste gobierno se le levantó en contra de forma inorgánica una cantidad muy importante de gente, que se movilizó como nunca lo habían hecho en sus vidas. Se les levantó el interior como nunca antes había pasado y se habla de que de «aquel lado» está «la derecha» que no repartiría si fuese por ella ni pan dulce en Navidad. No. No es así. En todo caso lo que hay son dos modelos de país, pero nunca algo reducible a buenos contra malos, menos poniendo a todo el peronismo del lado de los buenos en un a priori que no puede ser salvado pidiéndole a los K que se saquen de encima a la gente que estuvo en los 90’s con Menem. Se tendrían que ir ellos. La foto es otra de entrada.
    Y es otra por suerte. Hoy vimos la fiesta inaugural de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 organizados por el PCCH. La repartija loca ya no es ni de derecha ni de izquierda, ni populista ni nada: no va más, fue una boludez del siglo XX. Hay que producir, lo que pedía Buzzi era muy razonable.

  25. Si, todo muy lindo Diego, la derecha y la izquierda no existe mas bla bla bla…pero el mundo sigue dividido entre ricos y pobres y vos y yo somos pobres.
    Laburamos para los ricos, a mi no me cabe esa, no quiero que ni una gota de mi trabajo vaya a parar al bolsillo de otro.
    Obviamente estamos jodidos y no queda otra que bancarsela.

  26. Sergio: Si te dije rosista fue dee puro chicanero. Es que creo que, ante la catástrofe de los Setenta, en los que la falsa dicotomía entre «pensamiento nacional» vs «pensamiento cipayo» se aplicó a pleno, no esperaba volver a escuchar cosas como «ideas importadas». Sólamente recuerdo haberlas escuchado cuando el alfonsinismo impulsaba la oportunista más tal vez positiva Ley Mucci y la burocracia sindical, con Herminio a la cabeza, la descalificaba por «querer introducir ideas ajenas al espíritu del movimiento obrero». Asimismo esa proposición que vos utilizás se ha aplicado a rabiar para descalificar al marxismo de una manera muy vulgar y creando toda una controversia artifical y farsesca entre «nacional» y «antinacional».

    Todo esto no quiere decir que una posición política vaya a ignorar el contexto social en el que se enuncia. De hecho vendría bien recordar que mucho obrero peronista tenía ideas anarcosindicalistas, socialistas o comunistas, que no puntuan muy bien en «nacionales» que digamos. Uno puede ser socialdemócrata y argentino, no hay contradicción en eso. Creo que vos confundís la posición histórica de los grupos socialistas que tendieron a confundir al peronismo con el hermano menor y sudaca del fascismo italiano y por lo tanto fueron acérrimos gorilas. Esas falsas opciones deberían estar desterradas ya y me parece que no es mucha contribución decirle a alguien que se autodenomina «socialdemócrata» que es un vocero de ideas importadas.

    Por otra parte, las ideas políticas no se encarnan en personajes. La Organización vence al tiempo, diría el general, ya va siendo hora de desterrar esa lógica neoliberal en la cual los partidos no cuentan para nada.

  27. Julian: Ser vocero de ideas importadas para mi no es un pecado, simplemente trato de decir que las ideas abstractas luego hay que tratar de encarnarlas políticamente en un proyecto concreto. Si, en tu ejemplo, un obrero tenía ideas marxistas o socialistas y creyó que en el contexto argentino la encarnación más concreta de esas ideas pasaba por el peronismo, ese obrero pensaba como yo. No critico a alguien por ser socialdemócrata, trato de decir que, aquí y ahora, no me es fácil entender cómo llevar a cabo ese proyecto y qué significaría. Tu frase «las ideas políticas no se encarnan en personajes», me parece un poco exagerada, sí conicido en que son MUCHO MÁS que los personajes que las encarnan, pero manifestar la adhesión a un político, o por lo menos a un grupo político concreto, me parece una manera más de precisar las ideas, por lo menos para que se entienda un poco más de qué hablamos. A mi ser socialdemócrata en la Argentina de hoy me suena al grupo SI, que al no votar las retenciones jugó del mismo lado gorila (perdón, no quiero ofender a nadie, pero de verdad creo que es la palabra , cargada de significados, que mejor define lo que pienso)de siempre.

  28. Antes que nada, muchas gracias por haber leído esta reflexión larguísima, que escribimos junto con Bombita. Y una aclaración sobre algunos de los comentarios que leí: nuestra intención nunca fue hablar bien de la actitud de Cobos, ni mostrarlo como un «progre», ni respaldar sus intenciones (de hecho lo comparamos con «Judas»… que no es justamente un héroe). Yo creo en lo personal que Cobos es un pusilánime, un cagón, un tipo sin convicciones. Pero por eso repetimos un par de veces que con nuestros actos solemos lograr muchas más cosas que las que habíamos pensado. Ahora no me importa qué haya deseado Cobos. Me importa mirar como esa «traición» puede ayudar al gobierno… aunque no haya sido la intención de Cleto. Y estoy de acuerdo con que los medios, en su mayoría, jugaron alevosamente en favor del campo durante el conflicto. Pero el gobierno no va a poder cambiar los medios. Y sí va a poder cambiar algunas prácticas que lo hagan más creíble (lo decimos en la nota: lo del Indec, la prepotencia y -sobre todo- ser más claros en la redistribución… que sea una redistribución abundante y transparente). Si el gobierno redistribuye en serio y con transparencia, no se va a ganar el apoyo de los «garcas». La Nación, Grondona, Menem, Luciano M., De Angelis y compañía seguirán estando en contra de las retenciones y de cualquier medida que toque el culo de los más ricos. Pero el avanzar en serio con la redistribución le puede ayudar al gobierno a encontrarse con otros apoyos. Los de los que no son «garcas» y sin embargo no acompañaron estas medidas: pienso en Pino, en Binner y en muchos anónimos de clase media que no son «mala leche», sino que no le creyeron a los K. Bueno, eso quisimos decir con las «tres versiones»: creemos que el rumbo del gobierno está bien. Pero que hagan más cosas en serio para que sean más los que puedan creerle. Y se puede redistribuir más en serio. O no?

  29. Hola a todos!
    Perdón la tardanza, recién ahora me puedo conectar. Y gracias por los comentarios.
    A ver, para aportar un poco. Se dijeron muchas cosas, en principio voy a aclarar algunas:

    1. A los 2 que escribimos el post, Cobos nos importa poco. Si la decisión de él estuvo bien o mal nos tiene sin cuidado. Nos parece sí interesante el debate de lo que viene después, con la idea de pensar de qué manera podría servir de algo esa decisión.
    2. No somos totalmente pesimistas. Yo simpatizo menos con los K, el otro autor es un poco más, pero los dos estamos de acuerdo en que es algo que está más o menos bien pero que le falta bastante. Pensamo, yo más que él, se nos ocurrió preguntar, qué quizás esta «crisis» en el kirchnerismo podía tener algo positivo, y era que los tipos sean más coherentes. Siendo más optimistas todavía, como se nos acusa en un post, que esa coherencia podía venir por el lado de profundizar la redistribución.
    3. Estamos de acuerdo con la 125, ninguna duda. ES UNA MEDIDA REDISTRIBUTIVA y punto. El tema es que nos parece que «redistribuir» es mucho más que esta medida. Son 2 (o 3) cosas: una recaudación más progresiva (las retenciones móviles contribuyen, pero no implican una reforma tributaria profunda, no jodamos), un gasto más progresivo (no sabemos tanto de eso, pero salvo por el Plan Federal de Viviendas y las jubilaciones nos parece que lo demás está más o menos igual). La tercera pueden ser algunos cambios «legales», «institucionales» (en sentido económico) que faciliten la igualdad y no la concentración.
    4. Pero pensamos, también, que con la 125 ni en pedo alcanza. Y que los K hablan mucho más de la distribución que lo que hacen. Y que ese ES un problema, una confusión para los que queremos eso pero nos parece que es medio verso lo de los K si ves la película completa.
    5. Por último: el problema del «progresismo» negro, blanco, verde, peronista, no tan gorila, de izquierda, de arriba, de abajo, socialdemócrata europeo, nacional y popular… todo ese quilombo. Llama la atención, y nos parece interesante pensar, acerca de la variedad de posturas de todo ese espacio en algo que SÍ ES para estar de acuerdo: la 125 es «progresista». Pero nos parece que hay que dar un paso más que putear a Lozano, Macaluse y demás. ¿No será más importante discutir porque los K no logran que los apoyen los que naturalmente tendrían que apoyarlo en esto? y, más allá de los K, ¿qué se puede hacer para que ese espacio «progresista» funcione más unido y, especialmente, sirva para redistribuir más y no volverse l@s bailarin@s del caño en el congreso?

    Bueno, qué se yo.

    Una última cosa: me llama mucho la atención como se abre esta discusión entre los artepoliticos. Hubiera supuesto que iban a haber menos diferencias. Me parece que seguimos rozando las discusiones en torno al peronismo y nos agarramos de los pelos.

    Besos y abrazos

  30. Rodríguez: no puedo creer que te preocupes por la «prepotencia» del gobierno. Eso no existe más que para Magnetto y las tres millones de ovejas que balan lo que él programa. Después, los dos ejemplos de «gente que podría acompañar este proyecto y no lo hace» son notablemente falaces. Binner no apoya al gobierno no porque sea autoritario, sino porque, reconozcámoslo, es tan socialista como Carrió. Pino Solanas no lo apoya porque está loco y de política no sabe absolutamente nada. La «gente de clase media con buena leche que no le cree a Kirchner» es una categoría fantasmal que no resiste confrontación. Está suficientemente probado lo contrario: el gobierno tiene el apoyo de los que lo apoyarían, el odio de los que no lo apoyarían, y la desgracia de haber armado mal las alianzas electorales.

    Bombita: tus aclaraciones son menos rebatibles, en una primera lectura, que es la que di. Pero me parece que compartís con tu coequiper una idea que yo, benévolamente, considero errada. Me repito: la idea de que el espacio progresista estaría disgregado. Esfuerzo todo lo que puedo la vista, pero no consigo ver esa disgregación. Me esfuerzo todavía un poco más y encuentro, como máximo, la disgregación standard. Pero si me extenúo y apelo ya a los anteojos, veo a Sabbatella, que es un tipo razonable, veo a Moyano, que lo menos malo que hay, y me veo a mí mismo. Ahora, sin necesidad de abrir los ojos respiro y palpo el formidable rearmado duhaldista, al cual ni siquiera podremos decirle que con la 125 «no basta». Que Macaluse y Lozano no hayan apoyado las retenciones no puede considerarse «una disgregación». Macaluse, un hombre del Ari, aprendió de Carrió a ser irrepresentable y a no representar a nada. Lozano, por su parte, es un disgregado en sí mismo: miremos la CTA, y su apasionada carrera hacia la implosión política. Los que atacaron las retenciones no son buenos progresistas enojados con Cristina, sino pájaros sin ideología que cacarean en un lado y ponen los huevos en otro.

  31. Reverso,

    Bueno, fijate justamente que vos identíficas como «espacio progresista» algo distinto que nosotros y probablemente otros de los que escribieron. Eso quiere decir que hay un problema en ese «espacio».
    Salvo que se piense que los K representan suficientemente ese espacio tal cual cómo lo hacen… yo creo que no

  32. Amigo reverso:
    estamos jodidos para armar mayorías con un sentido nacional y popular si desde el vamos «dejamos» afuera a gente como Pino o Binner (que seguramente podría ser más jugado, estoy de acuerdo) pero no me parece alguien «descartable» a la hora de pensar en la gente válida del progresismo… sé que esta palabra es un poco incómoda). Te lo planteo en otros términos: si excluís a Lozano, Pino Solanas, Binner… lo que te queda es Moyano y los intendentes del Gran Buenos Aires. Y Moyano será lo «menos malo» como decís vos, pero es bastante «malito». acordate de San Vicente. Yo confío en que haya otros actores que se puedan sumar a la construcción de lo nacional y lo popular. De hecho el mismo Kirchner se acercó más de una vez a Binner. Creo que armar mayorías populares implica aceptar ciertas diferencias… en todos los lugares de América Latina donde se construyeron frentes de izquierda o centro izquierda hubo diferencias de matices entre los grupos políticos que los conformaron. Ya te digo: la otra alternativa son los gordos y los intendentes GBA. Y este conflicto parece indicar que con ellos solos no alcanza. Y algo más: yo estoy de acuerdo en que éste no es un gobierno autoritario (la no represión en los 100 días ý el mandar las retenciones al Legislativo son dos muestras) pero su estilo sí lo es. Y en la era de la comunicación mass mediática el estilo importa. Porque la política es construcción de mayorías. Y a mucha gente ese estilo le molesta. Pero hasta la presi se dio cuenta de eso: yo leo en esa línea la decisión de dar conferencias de prensa: sigue sosteniendo sus ideas (y me parece excelente que sea así) pero se dio cuenta que no está mal dialogar, escuchar preguntas, responder cordialmente… Lo cortés no quita lo valiente.

  33. Excelente el resumen de Bombita y su otra mitad. Mejor que decir es hacer muchachos kirchneristas, aprendan del General, no la jueguen de progres y redistribuyan.

    Reverso: Es un error considerar que la gente que consume los productos del Grupo Clarín son «3 millones de ovejas». Precisamente porque son consumidores es porque no hay demasiado espacio para ser una feligrés. La mayor parte del públio del Grupo Clarín es eso, público que compra los productos que representan al tipo medio de la sociedad argenta. De ahí a ser una «oveja» hay un enorme trecho. Además, en tu posición veo más que sangrás por la herida que preocupación por las «ovejas» que leen Clarinada. Me parece que si ellos leyeran Página no serían ovejas. Ya sabíamos como es Clarinada, el error fue de Krichner y Cristina que pensaron que podían ser leales a algo o alguien. Clarín fue, es y será clarinista y de lo peor que hay, deberíamos habernos dado cuenta de eso desde antes que empezara a titular cosas anti-K en tapa.

    «Pino Solanas no lo apoya porque está loco y de política no sabe absolutamente nada» ¿Que querés decir exactamente con esa afirmación? No soy «pinosolanista» pese a haberlo votado, básicamente porque no soy parte de la tradición «Nac & Pop», pero tu afirmación me hace acordar demasiado a la gente como uno cuando dice «Kirchner está loco», «»Cristina compra carteras francesas». Qué sé yo, Solanas tiene miles de cosas para criticarle, no pongamos en tela de juicio su salud para hacerlo. Siempre que se reduce al otro a una patología estamos mal….

    ¿Sabés qué pasa? Que los autores te dicen «si hacen más cosas apoyo» y vos los pegás con la derecha. Sinceramente estoy harto de eso. Hay que salir a aclarar siempre que uno está de acuerdo en mucahs cosas con el Gobierno, que algunas políticas le caen muy simpáticas y que no duda un segundo de que no está en la misma vereda que Pando. Parece que el kirchnerismo hubiera hecho la revolución de Octubre y uno fuera un menchevique. Bajemos a la realidad, el kirchnerismo es lo que hay, podemos mejorarlo o podemos empeorarlo, lo que se necesita es movilización y adhesión y el kirchnerismo en ese sentido es bastante conservador. Basta escuchar la conferencia de rpensa del otro día. Se llama al pueblo cuando se quiere, a los otros los tenemos con que «el lo que Hay o lo Peor».

  34. Rodriguez: El problema es que a Pino y Binner no los «dejamos» afuera nosotros, ellos se pusieron del lado del campo en un conflicto con una carga simbólica enorme para toda la sociedad. En este sentido me resulta muy difícil incluir ahora, dentro del progresismo, a cualquiera que no haya estado del lado de las retenciones. Sabatella, mencionado por Reverso, tuvo esa virtud, en muchos temas puede diferenciarse, pero en este, no dudó en acompañar al gobierno.

  35. Correción: «Me parece que si ellos leyeran Página no serían ovejas» para vos.

    Te concedo que hace falta mejorar mucho la lectura de diarios y la relación del hombre de a pie con los medios en general. Pero jamás me animaría a decir que el Grupo Clarín tiene un poder de influencia tal que puede modelar el estado de opinión de una sociedad. Si puede fiajr agenda y decidir sobre que temas se habla o no, pero no puede crear conductas artificialmente, siempre hay algo que ya estaba previamente. Por otra parte, el mayor poder del Grupo no es el de Santo Biasatti o Ernesto Tenembaum, el mayor poder es el real, el económico y el político y que yo sepa, no fue precisamente Claudio Lozano o Eduardo Macaluse el que firmó la fusión de Cablevisión y Multicanal y el que extendió las licencias hasta el 2025

  36. Dolores: La principal base electoral del kirchnerismo es desde el 2003, el Conurbano bonaerense, que, dicho sea de paso, es el centro urbano más grande del país.

    Como habitante del Conurbano exigo ques e hable con exactitud, siempre que se dice «centro urbano» se piensa en Capital, Rosario, Mar del Plata ¿Y nosotros qué? ¿Vivimos en la campiña?

    ¿Acasó Morón, Caseros, San Justo, ramos, Ituzaingó, San Isidro, Lomas, Lanús, Avellaneda, Burzaco, Tigre no son ciudades?

  37. Bombita, Rodríguez: me pliego a las palabras de Sergio. Los que se opusieron a las retenciones no son progresistas. Ustedes insisten en sumar gente que, cuando las papas quemaron, se dieron vuelta. No niego futuras alianzas con Binner, las niega la realidad. Rodríguez llama a «aceptar ciertas diferencias» en el armado del arco progresista: ¡pero precisamente Binner se diferenció en el tema de la redistribución! Yo no acepto «diferencias» en ese punto; creo que ustedes tampoco deberían aceptarlas, salvo que el enérgico deseo redistributivo de su post sea mera retórica. Mi contraejemplo perfecto es Sabbatella: él conserva sus diferencias con el kirchnerismo, pero justamente acompañó el proyecto de las retenciones. Goza de mi favoritismo, no así Binner, en quien ustedes ponen tan enamoradas expectativas.

    Julián: aclaremos algunas cosas. Primero: decís que el kirchnerismo no la tiene que jugar de progresista, y tiene que redistribuir en serio. Bueno, las retenciones a las exportaciones tenían precisamente ese sentido. A vos estos cuatro meses de puja te parecieron «un juego»; yo me permito disentir. Segundo: tenés una teoría sobre Clarín; yo no; me limité a observar que la idea de que tenemos un gobierno autoritario es absurda (Rodríguez propone una distinción entre «actitud autoritaria» y «estilo autoritario»; yo de filosofía política no sé nada, pero me parece que esas minucias son improcedentes y propias de Carrió, lo que basta para invalidarlas). Tercero: si votaste a Pino Solanas, lo lamento. Has votado a alguien contrario a tus intereses, que son, según decís, la redistribución. Yo, en cambio, voté a Cristina, que quiere redistribuir. Con poco más de tradición nac & pop esto no te habría pasado. Cuarto: mi crítica a los autores del post no fue «pegarles con la derecha». Lo que hice fue muy distinto: señalar que erraban el tiro pretendiendo que el problema del kirchnerismo estaba en su incapacidad de mover el arco progresista. Me parece evidente que, después del conflicto de la 125, se probó quiénes eran progresistas y quiénes no. O sea, movilizaron al verdadero progresismo, y el falso se quedó rumiando al lado de Miguenz. Quinto: tu refutación a «dolores la petisa» es nítida; me has evitado responderle; hasta luego.

  38. Reverso,

    Está claro lo de Binner, tenés razón, si cuestionamos a K por la falta de distribución más tenemos que criticar a Binner. Lo de Lozano y Macaluse me parece que es más difícil de juzgar, «decían» (como Cristina) que votaron en contra porque quieren más, pero votaron en contra.
    A Sabbatella lo miro con más cariño que a Binner, dirìa que Rodriguez también. Los problemas son:
    ¿Alcanza con Sabbatella? ¿De cuanto nos sirve decir que él, y quizás 2 o 3 más, representen lo que queremos?
    Y los K, con los que sí alcanza, ¿quieren distribuir? a mí me parece que «dicen que quieren distribuir», pero llevan 5 años de gobierno y no distribuyeron mucho.
    Dicho de otro modo: si hay algunos que tienen posiciones correctas y creemos que distribuirían (Sabbatella y alguno más)pero son chicos y otros que son grandes, dicen que quieren distribuir pero no hicieron demasiado… ¿cuán lejos estamos de que las cosas están más o menos bien? Me parece que esa es la PRIMER disyuntiva.
    La SEGUNDA creo que es cómo se hace para que la política argentina se acerque más al «fifty-fifty» (distributivo). ¿Con quienes, cómo, qué hay que hacer para que se junten y pesen en la cuenta los que nos gustan?

    Tiendo a acordar con tu posición, pero creo que no responde estas cosas que son, para mí, las más importantes

  39. Y bueno, armen un frente para la «redistribución» con los químicamente puros, y todos los demás en la vereda de enfrente. Ganen en 2009 y 2011 con el 60% de los votos como hace chaves, y podrán redistribuir todo lo que se les ocurra. Hasta podrán mudar las Cataratas a jose C Paz si se les ocurre.

  40. Tres cosas muy puntuales:
    1) Me parece muy bien lo que hizo Sabattella… y no estoy enamorado de Binner, para nada. Yo también apoyé las retenciones, desde las plazas. Insisto que en mi criterio no se lo puede descartar a Binner en el armado de un proyecto progresista. Yo lo invitaría a que se siente en esa mesa… y si después no da, no da (el mismo Sabattella sigue conversando con Binner: él conoce bien la experiencia del frente de Tabaré en Uruguay y sabe que armar esto no es fácil y hace falta mucho diálogo con quienes están cerca, aunque no sean todas coincidencias y en algunos casos puedan haberse equivocado: yo creo que Binner aquí se equivocó, tal vez por no quedar demasiado pegado al kirchnerismo)
    2) Pino Solanas me parece un tipo respetable, comprometido con la justicia, con la redistribución y con los intereses populares. Me parece que no «está loco» y que sí sabe de política, aunque haya tomado las decisiones que tomó en este caso. No nos olvidemos que no es fácil ser opositor y apoyar medidas del gobierno. No digo que no haya que hacerlo. Digo que no es fácil. Y si bien a nosotros nos gustó que Sabattella haya apoyado también hubo gente de su tropa que se sintió molesta por haber participado de la concentración en la Plaza del Congreso, convocada no ya por el gobierno sino por el PJ.
    3)Reverso: vos decís que diferenciar «actitud autoriataria» de «estilo autoritario» es una minucia. Y yo creo que no: porque la mayoría de nuestra clase media vio como muy autoritario y prepotente pegar una trompada en Plaza de Mayo (DÉlía) y no juzgó como prepotente y autoritario desabastecer por 100 días y tirar millones de litros de leche en un pañis con hambre. Te quiero decir esto: hacer política es construir mayorías. Y para construir mayorías tenés que convencer también al tipo no convencido, tenés que comunicar bien, tenés que demostrar que no sos autoritario. Para vos eso es una minucia… varias minucias como esa hicieron que la 125 fuera derogada. Comunicar bien (además de gobernar bien, por supuesto) no es una minucia: hoy por hoy es una necesidad para construir mayorías. Y sbés para qué hay que construir mayorías? para poder redistribuir, para poder gobernar, para que el próximo presidente no sea Macri. No me parece una «minucia» humildemente. La política tiene que ser para todos. Hay que generar consensos. Insisto: eso se logra gobernando bien y comunicando bien.

  41. Bombita Rodríguez:

    Estoy absolutamente convencida de que la Literatura es una metáfora de la Historia y que, como tal, preserva el sentido profundo de los acontecimientos que protagonizamos los seres humanos.Por lo tanto, celebro que hayas recurrido a ella para fundamentar tu interpretación de ciertos hechos que se verifican en nuestra realidad inmediata.
    Más que una crítica o un comentario a «Las tres versiones de Cobos» voy a responderte con preguntas.
    1. Lo que decís de Shakespere me parece acertadísimo. Sus obras son un magnífico tratado de política. ¿Quizá pensaste
    sobre todo en Macbeth y, especialmente, en Lady Macbeth?

    2. Las opiniones de Borges en el plano de lo socio-político son, desde luego, intolerables. Tanto como lo que ha pergeñado con Bioy. Por ejemplo: «La fiesta del monstruo». Pero su escritura es extraordinaria y no son pocos los textos suyos que plasman ( tal vez como nadie ) nuestra simbólica, nuestras identificaciones, nuestro íntimo modo de ser.
    «Tres versiones de Judas» es un juego exquisito(digo»juego» en el sentido lúdico nietzscheano que reemplza la idea de ‘verdad’ por un «ejército de metáforas»).La única devoción de Borges era la Literatura. Su religiosidad era completamente literaria.El texto sobre Judas Iscariote lo evidencia. En la llamada a pie de página, relacionada con la segunda versión, Borelius dice algo así como: «Ya que renunciaba a todo ¿por qué no renunció también a renunciar?» ¡Genial! Eso debió haber hecho Cobos. Ya que estaba renunciando a su honorabilidad (al compromiso que había asumido al jurar como vicepresidente) ¿por qué no renunció a esa renuncia renunciando después- al gobierno-por haber renunciado?
    En fin, claro está que Judas simboliza a Cobos en cualquiera de las tres versiones borgeanas – según tu comparación – . No creo equivicarme si presumo que Dios/Padre simboliza el PODER. (éso es lo que tradicionalmente representa). Mi pregunta es:¿a quién simboliza el HIJO en este contexto histórico de la Argentina?. Dilucidarlo me ayudaría notabablemente para comprender tu texto.
    Con toda cordialidad.
    Marta

  42. Disculpame, Bombita, el título de tu post es «tres versiones sobre Cleto» y no sobre Cobos. Se me chispoteó. Eso me pasa por escribir currente cálamo, sin fijarme, cuando dudo (porque dudé).Son desprolijidades femeninas. Lo siento.

    Marta

  43. Bombita dijo y creo que con mucha razón: «Me parece que seguimos rozando las discusiones en torno al peronismo y nos agarramos de los pelos.» ¿Será un vicio, o será el problema de fondo del campo popular? Cuando leo las explicaciones de Rodriguez sobre la amplitud que debe tener un frente progresista, me siento tentado a acordar con él. Ser más tolerante con quienes se equivocaron y así incluir a todos los que podamos, para, usando su muy válido ejemplo, que Macri no gané el 2011. Ahora, ¿es paranoia mía o el mismo Rodriguez se muestra menos tolerante con los errores del peronismo? cuando dijo:»Y Moyano será lo “menos malo” como decís vos, pero es bastante “malito”. acordate de San Vicente.» ¿De verdad es más grave que haya una interna sindical entre Camioneros y UOCRA, que haberse puesto del lado equivocado en el último conflicto? Y lejos de decirlo con ánimo de chicanear, lo digo con ánimo de acordar y que cada uno esté dispuesto a reconocer su parte de intolerancia. Personalmente creo que es LA DISCUSIÓN CLAVE que debe darse el campo popular, por vieja que sea, por gastada que sea, hasta que no la resolvamos (seguramente en algún punto intermedio), no vamos a avanzar. Por que mi sensación es que del lado del progresismo no peronista, el pensamiento no explicitado es: «no me vas a comparar a un intelectual como Pino con el corrupto de Moyano», y que esto muchas veces les parece tan obvio que ni siquiera se plantean estar equivocándose. No se, quizás es un error seguir revolviendo el tema, es una calesita que no lleva a ningún lado, pero veo que muchos comentarios a los post se traban en el mismo lugar y creo que no es casualidad.

  44. Rodríguez: decís que Solanas es buen político y quiere la redistribución, aunque haya hecho política contra la redistribución. Vos te pegás a la imagen de Solanas, yo me atengo a la autoridad de los hechos. No pienso que sea un mal tipo. Pienso que, como toda la izquierda argentina, no sabe representar a nadie y le hace el juego a Miguenz. Un político de izquierda que sirve a los intereses de la SRA es, o bien un loco, o bien un mal político. Da igual. Para seguir al sensato Sergio, digo: prefiero 100.000 veces a Moyano antes que a Solanas. Moyano sabe en qué mundo vive. Solanas, Ripoll, Altamira, no.

    Y si querés pensar que es lícito pensar que el gobierno tiene un «estilo autoritario», podés hacerlo. Lo que no podés hacer es olvidarte que eso es una construcción mediática sin ninguna base real. No hay gestos autoritarios en el modo de hablar y moverse de Cristina. Mejor, te invito a que menciones algunos. Sin dudas el gobierno no comunicó bien. Pero no te olvides de que existe Clarín. Y tampoco olvides que el problema con la 125 no fue la comunicación. El problema fue que se estaba intentando regular una renta extraordinaria justo cuando la soja se disparó. Reducir el conflicto de 4 meses a un problema habermasiano de claridad u oscuridad comunicativa es perderse en galimatías.

  45. Sergio, reverso, ¿cómo andan?
    ¿No se ofenden si por ser domingo nos tomamos licencia de la discusión? además está lindo, hace un poquito más de calor. Veo los arbolitos por la ventana y me olvido de Néstor y Cristina.

    Marta, el domingo las únicas privilegiadas son las chicas.
    La verdad que lo primero que se nos ocurrió fue el título, la interpretación vino después. Lo que sí nos parecía de entrada era que algo había cambiado y que las consecuencias eran muchas más que la caída de la 125. Era un final abierto…
    Lo de Shakespeare es de Rodriguez, yo sólo leí Hamlet (de Macbeth vi nada más que una parte de la película con John Turturro), el literato es él, yo apenas un aficionado. Igual la matriz es parecida, la de la tragedia y la política… es la cuestión de la ética y la responsabilidad que está en Aristóteles, Weber y en Nietzche también.
    Hay momentos donde el funcionamiento de las cosas se desquician y ahí aparecen los personajes con su subjetividad más profunda (la de Cobos, por ejemplo, cagón? traidor? calculador? inteligente?). En esos momentos, decía alguno, se abre la disputa por el sentido de las palabras; en esos momentos es cuando hay Política. Usted que sabe mucho de literatura y psicoanálisis podrá decirnos algo más sobre esto… soy todo oídos.

    Yo soy peronista y borgeano, en ese orden. Raro no? me gusta que Borges siempre da vuelta las cosas para pensarlas de otro modo, eso está bueno. Además será muy gorila, pero no es Menéndez ni el almirante Rojas. También reparamos en la cita de Borelius (ahora la retomo). No iba a renunciar Cobos porque su pregunta no es por el deber, me parece que los que llegan a ser vicepresidentes y esas cosas ya se sacaron de encima ciertos mandatos. De otra forma: pueden cagar a otros con menos culpa. Es una habilidad fea pero necesaria para «negociar con el diablo». Claro, doc, que DIOS y el PODER son lo mismo, el tema es qué son esas dos cosas. El problema es parecido al de «renunciar a renunciar», es el de cuáles son los hilos que sostienen las cosas. Se acuerda de «¿qué Dios detrás de dios la trama empieza?»…
    Hijos somos todos, desde que nacemos.

    Un placer conocerla, atentamente, Bombita.

  46. Bombita: No hay problema, relájese, disfrute del sol y atienda a las chicas, amigo. Además del día primaveral, en mi casa tampoco me dejan olvidarme que es el día del niño. A mi también me gustan muchos cuentos de Borges (la poesía no es mi fuerte, aunque la que citás al final es una de las pocas que conozco, ya que me dedico al ajedrez) «La Muerte y la Brújula» es mi preferido. Para mayor ignominia, los libros de Borges y Bioy los tengo en una colección del diario La Nación, que le vamos a hacer, era la edición más barata.

  47. Ja ja! muy bueno Sergio. Erik Lonrot y treviranus… ¿leíste «el misterio del cuarto» de De Ipola, sobre ese cuento? En un libro de Rinesi, Ciudades, teatros y balcones, cuenta todo un debate entre De Ipola y una psicoanalista sobre el cuento que no tiene desperdicios. Feliz día para los únicos privilegiados!

  48. Bombita: No, no conocía el artículo ni el debate. El artículo de De Ipola lo encontré en internet, gracias por el dato. A primera vista, aunque no es muy largo, no parece una lectura muy fácil, tiene por ejemplo varias referencias a teorías lacanianas, teorías que casi siempre me resultaron inexpugnables. De todas formas el tema me interesa, así que cuando tenga tiempo y paciencia trataré de profundizarlo. Yo había leído un artículo de Carlos Fuentes sobre ese cuento(en Geografía de la Novela), que la verdad no me aportó demasiado, salvo enterarme que la historia transcurre en Buenos Aires, cosa que no había descubierto.

  49. Estimado Reverso,
    yo digo que Pino Solanas es un tipo que dio testimonio de sus ideas con su vida. Creo que con las retenciones se equivocó. Pero también se equivocaron los Kirchner cuando -por ser gobierno en Sta Cruz o sabe Dios por qué- aparecieron más de una vez elogiando a Menem. Así como no es fácil hacerle la contra al gobierno central cuando sos gobernador de una lejana provincia del sur, no es fácil ponerte a favor del gobierno cuando sos oposición. Yo creo que esta actitud de Pino (que además no estuvo festejando con los ruralistes, eh) no desmiente toda una trayectoria. Pero en esto no nos vamos a poner de acuerdo. Me gusta Pino, me gustó su valentía durante el menemismo (lo pagó con un atentado en su contra), me gusta la gente que pone el cuerpo, me gusta lo que dice con su cine. No lo dejaría afuera en el iontento de armado de un frente nacional y popular. Pero está fenómeno que pienses distinto.
    Con respecto a Barrionuevo, también me merece respeto que haya sido de los que más enfrentó a menem en los 90, dentro de un sindicalismo bastante cómplice. Pero su hijo es su «heredero» entre los camioneros. Y la escena de Madonna Quiroz disparando en San Vicente me resulta difícil de digerir. No puedo menos que cuestionar a un tipo que en la política del siglo XXI sigue apostando a los fierros (o teniendo gente muy próxima que lo hace y no despegándose de esa gente).
    Y con respecto a la calidad de comunicación del gobierno, yo soy de los que salí a «comunicar» a favor de la 125… a través de mails, cartas de lectores, de mi laburo como docente. Pero no podés negar que -sabiendo que Clarín es Clarín- hubo errores enormes. Que D´Elía (al que no demonizo para nada) haya sido el «vocero» del gobierno es una torpeza grave. Es un tipo honesto, fiel a sus convicciones, pero especialista en decir lo que no se debe. Y en pegar trompadas pelotudas justo delante de las cámaras. Los cantitos de Guillermo Moreno (a quien tampoco demonizo, no debe ser fácil tratar con los «nenes» con los que él trata) en la plaza de Mayo o sus palabras en Senadores tampoco son una maravilla de comunicación política. Es verdad que mucha gente estuvo en contra de las retenciones porque está en contra de que se toquen intereses, pero también creo -lo digo una vez más- que otra estuvo en contra porque esto no se explicó bien, y a tiempo. Y por lo que decimos en «Las tres versiones». Buena semana….

  50. Rodriguez: Obviamente lo que sigue es solo una chicana, pero no puedo resistir la tentación: Digerís tan poco a Moyano, que cometiste el fallido de llamarlo Barrionuevo.

  51. Bombita:
    Gracias por tu gentileza de responderme en domingo. En mi caso, no he sido muy gentil que digamos:tengo que pedirte disculpas otra vez.Supuse que Bombita Rodríguez era uno y no dos.Por eso,la 2ªpersona que empleé en mi textitopreguntón era insistentemente singular. (Pensarás que vivo colgada de una nube. Es ciero).
    Yo también soy peronista y borgeana. Y en ese orden. Coincidimos.
    Mi referencia a Macbeth y a Lady Macbeth apuntaba a una posible asociación con la pareja Kirchner. No es que yo la haga, de ninguna manera. Era apenas una forma de indagar si se trataba de eso. (Los Macbeth representan la más extrema avidez de poder, que no se detiene ante nada. Ni siquiera ante el crimen).
    A decir verdad, lo que me interesa, especialmente,es el tema del ‘Hijo'(vinculado con la cuestión del poder, desde luego)porque hace ya un tiempo anduve pergeñando alguna cosa en ese sentido y es una clave ,para mí, no sólo en la dimensión política sino también respecto del análisis cultural. Y simbólico.
    La emergencia de Judas es siempre uno de los recursos del Poder(‘lo uno’) para impedir la transformación que supone el Hijo (‘lo otro’, ‘lo distinto’)
    Ante el ‘cambio’ simbolizado por la figura filial, el Padre (el Poder fundante)se desdobla en repetidos e infinitos Judas entregando a su propio hijo al sacrificio para anonadarlo, volverlo nada,hacerlo desaparecer.( Es
    la ‘kénosis’ de Cristo).
    Claro que Judas es el mismísimo Dios/Padre/Omnipotente, como sugiere Borges en la última de las «tres versiones».
    Y el Hijo es siempre el pueblo. El sujeto de cambio, y objeto del cambio, que anhela la transformación en la sociedad para preservar su vida y no renunciar, definitivamente, a su condición humana.

    Ha sido un gusto conversar con ustedes, Bombita y Rodríguez.
    Hsta pronto
    Marta

  52. Marta, Sergio y demás, gracias por los comentarios. Muy interesantes los aportes de ustedes, espero que nos cruzemos otro día en este espacio cibernético o en el de verdad. Un placer

  53. El gusto ha sido nuestro, marta. Y tu hipótesis me parece buenísima. Si todavía no la escribiste, ponete a escribirla ya, antes que te la afane mi otra mitad… que se declaró borgeano… y el gran hallazgo literario de Borges es «afanar» historias, argumentos, fábulas y hacerlas suyas (dándoles unas vueltas de tuerca geniales, no? Eso no lo discutimos). En serio: me parece muy interesante tu idea como línea de análisis social y política.
    Tenés razón, Sergio! Qué fallido!!!! Llamar a Moyano, «Barrionuevo». Mi inconsciente habló por mí…

  54. Variaciones sobre la traición
    «Pocas temáticas escaparon del escrutinio de nuestro mayor vate. Algunas mejor tratadas que otras, justo es reconocer.
    Postulando universos o series de ellos, conjeturando repeticiones infinitas, imaginando aleatorias secuencias temporales u horrorizando con la mera posibilidad de recordarlo todo; Borges no vaciló en re-escribir sobre todo aquello que – a su juicio – merecía una segunda visita.
    En 1944 se publica «Artificios», en cuyo prólogo el autor nos advierte sobre la «ejecución menos torpe» de ciertas piezas que lo componen, entre ellas «El Sur» y «Funes el memorioso» quizás el habitante más famoso de Fray Bentos hasta la fecha. Al final del prólogo, y en tono casi casual, reconoce Borges el «remoto influjo» de León Bloy «en la fantasía cristológica (sic) titulada Tres versiones de Judas».
    ¿Quién es Judas para nuestro «Nobel-que-no-fue? Fiel a su estilo de hacer decir a otros en forma directa aquello que él piensa en forma oblicua, Borges postula un teólogo, a lo que cualquier hijo de vecino se atreve; y una teología, que ya es algo.
    Nils Runeberg, nos dice el autor de «Fervor de Buenos Aires», enseñó en la universidad de Lund, que – según su página web – se encuentra en el sur de Suecia y fue fundada en 1666. Acaso Borges ignoraba este dato. No sería del todo improbable que, de haberlo sabido, no le atribuyese connotación alguna en especial. Es sabido de su renuencia a clasificar los fenómenos más allá de la mera probabilidad estadística. Quizás el maligno decidió influir en él para que situara a su personaje en una institución que fue creada en el año que contiene de forma harto evidente «su» número, tal vez no. En un universo cuyas reglas pueden ser modificadas por el azar de una lotería este hecho no podría investir ningún significado especial.
    Asumamos entonces a Runeberg, a quién – todo hay que decirlo – las autoridades de la universidad de Lund no juzgaron oportuno incluir en parte alguna de su website, siendo, quizás, su representante mas famoso. En efecto, el nombre «Nils Runeberg» aparece en 643 enlaces web, mientras que la Universidad es mencionada en – aproximadamente – 18 millones de sitios. Dados los 340 años que se festejan desde su creación, y los miles de documentos que se supone entregan a la comunidad científica sus esforzados alumnos y profesores, no sería del todo aventurado proponer que a estas alturas, y con un meritorio 0,0035 % de ratio entre su nombre y el de la escuela de altos estudios, el imaginario teólogo reciba su doctorado Honoris Causa, o al menos se designe con su nombre algún salón, o simplemente se descubra una modesta placa en algún rincón del campus, patrocinada – ¿Por qué no? – por la embajada argentina en Suecia, o su agregado cultural, al menos.
    Dejemos a lo ingratos y fríos suecos y volvamos a Borges y su Judas.
    Runeberg – Borges – explora el papel de Judas en la «economía de la redención» y llega a la conclusión, a todas luces lógica, que el miserable papel desempeñado por quién luego sería el epítome de la traición estaba contemplado en el plan divino; Judas, consciente de la divinidad cumple con su rol de reparto y entrega a su maestro para que el drama se consume. Efectivamente, dirían los refutadores de leyendas, entre cuyas filas muchos militan sin saberlo, qué necesidad había de recurrir a un tercero – cualquiera – para identificar a un galileo que predicaba diariamente en el templo y que había ya comparecido ante los doctores de la ley. La traición era entonces, funcional al sacrificio divino: Los hombres, representados en Judas, el discípulo más amado, se sacrifican asumiendo el mas ignominioso de los crímenes, la traición. ¿Algo rebuscado, no ? También el poeta de Palermo debió pensarlo, y unas líneas más abajo abunda en esa línea.
    Judas, hace decir a Runeberg, mortificó su espíritu así como los ascetas mortifican la carne. Con el peor y menos redimible de los pecados, la traición, para la cual no hay – siquiera – explicación que contenga algún viso de virtud, como la hay, por ejemplo, en el homicidio, que requiere alguna dosis de coraje, virtud – se sabe – altamente apreciada por nuestro autor. “Dime de qué presumes y te diré de qué careces”, dice el refrán. De razonamiento un tanto directo, forzoso es reconocer. Aquí el maestro deplora en forma concomitante tanto la pretendida felonía de Judas como su propia, reconocida, cobardía.
    No se detiene el autor de “El Sur”, y avanza con una tercera tesis, que el mismo define diciendo: “El argumento general no es complejo, si bien la conclusión es monstruosa.”
    Aquí el acto de Judas se inviste del inconmensurable amor que Dios sintió por los hombres. Tanto los amó Dios que realizó su plena humanidad encarnando en la más ínfima de las criaturas, la más rastrera, aquella que todas las culturas aborrecieron: el traidor. Más aún, se convierte en el traidor por antonomasia. Ese, pues, es Dios, infiere Borges, que aún contando con “los considerables recursos que la Omnipotencia puede ofrecer” elige redimirnos como especie, no tanto por un sacrificio limitado a algunas horas de agonía, por sangrienta que Mel Gibson haya querido mostrárnosla, sino a través de el sacrificio supremo: convertirse, per sécula seculorum, en la criatura más aborrecible de la creación. Hay que destacar, no obstante, que esta atroz suposición se sustenta sólo si acordamos con la idea, sostenida como al pasar, de que “lo acontecido una sola vez en el tiempo se repite sin tregua en la eternidad”.
    Curiosa hipótesis, o no tanto, que remitiría a incesantes y muy borgeanas repeticiones.
    Hasta aquí, mis queridos y pacientes lectores, las versiones de Judas según el poeta mayor de la argentinidad. Todo lo cual nos deja aún más desconcertados, si fuese posible, sobre el personaje.»

  55. Rodríguez y Bombita:
    La hipótesis que les referí acerca de la filiación la desarrollé en un pequeño ensayo, «El sacrificio del hijo», que constituye el último capítulo de un libro titulado CONSTRUCCIONES SOCIALES (Bs.As., Escribano Ediciones, 2001) y de algún modo el tema subyace en otra publicación que hice , «Lo ‘uno’ y ‘nos-otros’,que forma parte del libro DOMINACIÓN E IDENTIDAD CULTURAL, complilado por la Sociedad Filosófica de Buenos Aires (Bs. As., SOFIBA, 1997).
    De todos modos, como diría Foucault, los textos son sólo «cajas de herramientas» que todos pueden usar para todo. Es lo que hacía (maravillosamente) Borges, tal como vos mismo señalaste, Rodríguez.
    Si les interesa la cuestión, me va a encantar que la aborden y que se siga reflexionando sobre ella. En el fondo, lo único que importa es que continuemos pensando, todos, que continuemos aferrados a nuesra humanidad.
    Un amistoso saludo
    Marta

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