El conflicto es como una inundación: cuando termine, cuando el agua baje y se retire, se van a ver los muertos.
Esos muertos serán los costos políticos de este conflicto.
Entonces, de ser así, uno podría desear que el gobierno fugue hacia adelante, que de acá, de esta situación, salte a otra de igual densidad conflictiva (ley de radiodifusión, cae de maduro, ya está instalada), y así, de un modo cuya materialidad principal sea la “velocidad” de acción, una forma en la que el conflicto, no importa cuál, cómo, para qué… Ya que de “forma” se trata.
Lo cual hace pensar que la lucha de clases, o la puja distributiva, o los partos republicanos, infieren una temporalidad relativa, discontinua. La política, sus tiempos, dependen del Estado. Ésta es, quizás, la marca kirchnerista: una superestructura que corre por izquierda a la estructura.
Ahora bien, ¿tan dramáticos son estos costos si el agua se retira? Yo creo que no. La resolución parlamentaria ofreció una de las mejores imágenes de la democracia. Claro, el conflicto con el campo pareció oponer al gobierno a una medusa. Lo agarrás del cuello y te ataca por la espalda, te das vuelta y te soplan la nuca. Duhalde, cuando te le vas encima, Cobos se pone el traje, te cortan las rutas y se movilizan acá los chinos, etc. Todo parece estar atado. Pero es un caos. El caos original del que nacerá, del que intenta nacer, la posteridad kirchnerista.
Tengo por la “epifanía democrática” una predisposición sensible, enorme. Veamos.
La discografía de Charly García puede ser una manera de comprender la distorsión o evolución del proyecto democrático. De Clix Modernos a La hija de la lágrima, así, y las vueltas mercantiles, emotivas, de Serú Girán, cuyo revisionismo lo llevó a hacer volver a la escolástica Sui, completan el karma de vivir al sur: su primera persona del singular estaba entrelazada a una del plural medio, blanco, atravesado por las pesadillas de las dos guerras, la civil y la de Malvinas. Pero especialmente en Transas, para mi la mejor canción, lejos, sobre la reflexión cultural de la vuelta democrática, queda expuesto el fin de la “temática”, y bastante anticipada, digamos, de una discografía cuya poética, en esos términos, se perdía para siempre. Cuando era pibe me metieron a fuerza de canción la idea de que Charly García tocaba el inconciente colectivo. Bueno, ahí está su zambita, titulada así, que no deja lugar a dudas. Y ahí está, en Youtube, una serie de videos de García en el programa de Badía para testimoniar el espíritu de la época.
Pero la nostalgia infantil por los valores o sueños, las expectativas reparadoras de la democracia, siempre tuvieron un piso de intensidad mínima, automática, aunque sea, sobre el que la democracia se desarrolló. Los autores culturales, los creativos de esa intensidad, son los radicales. Papelitos blancos, oración laica, la constitución y el CBC. Ese nudo gordiano que llamamos “clase media” tiene un imaginario así, aunque no acusaría su factura radical demasiado. La democracia como un proyecto de variadas restauraciones democráticas frente a excesos siempre hechos bajo el signo peronista, en cualquiera de sus versiones coyunturales.
Esta Argentina desregulada, esta Argentina sin fábrica, patio de escuela o de cuartel, que ponga bajo bandera a nuestra gente, esta democracia cuya “desregulación social” con soporte mediático acompañó a una desregulación económica, precisa de algo dentro del pensamiento político, de manera urgente: una mentalidad militar, desarrollista, no monástica, pero sí con atisbos de una reflexión, digamos, geopolítica.
Mi tesis: lo mejor de Perón, de su pensamiento, tenía raíz militar. Un país subdesarrollado, cuya “siesta histórica” la duerme sobre un subsuelo de recursos naturales fundamentales, y no por paranoia a lo Lilita (“vienen por…”), requiere cubrir la ausencia de un pensamiento de tipo militar después de 25 años.
Los que bregan por la mano dura, son la vaga base intelectual que sólo expresa la protección de la propiedad privada bajo el manto de un razonamiento minimalista, que contiene y deja entrever por momentos, al huevo de la serpiente. Pero eso tiene corto aliento. Es también un síntoma “razonable” de nuestro subdesarrollo. Lo que falta en la Argentina es un pensamiento de integración social, coercitiva, que piense la experiencia subjetiva del sujeto del mañana: el hijo del ex combatiente de la clase obrera, hoy reincorporado a “cualquier trabajo”, cuya idea del tiempo, del espacio, de la patria, está destruida. Que vuelva el servicio militar obligatorio.
Que el hijo de un Alsogaray, y un reverendo Espósito, hijo de nadie, hijo del Pueblo, convivan en un campamento en la cordillera un año, compartan el frío, bajo bandera. A ver si se dejan de romper las pelotas con los mensajitos de texto, los mails, los viernes a la noche, etc., por un rato. Le tienen un poco de miedo al mismo monstruo y aprenden un oficio. El fin de la colimba es el fin de muchas cosas que la muerte de Carrasco condensa. Es el último fin de un modelo de nación. Puede ser. También, con menos fanatismo y un poco de estupidez, podría decirse que estadísticamente la muerte de conscriptos es mas bien excepcional, y que su fin pareciera ser el corolario de una percepción tenebrosa: todo lo militar es “exceso”, entonces, mas vale prohibir y dejar correr en paralelo (por la colectora desértica del profesionalismo), y nunca cruzar, la vida civil de la militar. Estas terminales de igualación social, como la colimba, controladas por autoridades civiles que mutilen el baile y sadismo de los oficiales resentidos, restablecidas, son semillas transgénicas sobre una tierra que podíamos creer arrasada.
Me paso los días viendo racimos de jóvenes en micros naranjas marchar, darle al bombo, mensajearse con la novia, la gorrita. Los veo y lloro. Son nobles, tienen coraje, son las esquirlas intensas del viejo peronismo, le ponen el pecho a las balas. Vienen tanto “por el plan”, por su plan, como un Miguens, la diferencia es de cantidad, ¿se entiende?
Los sueño bajo bandera.
Eso.
En su uso excéntrico de cierto materialismo, me hace acordar a Fogwill este artículo.
¡Cierto!
Creo que Fogwill decía que Rico se había alzado contra el desguace de lo último que quedaba del Estado, por el vaciamiento de recursos a que Menem sometía al Ejército.
También veo mucho Lilitismo vergonzante acá. Al final el artículo dice:
a) Vienen por el agua.
b) Dejen de humillar a las Fuerzas Armadas.
como terminal de igualación social me quedo con la escuela pública
y eso que soy de los que se salvaron de la colimba
Paniagua:
Excelente el post. Me parece una propuesta muy interesante, y realmente una salida inteligente para un país un poco más unido e igualitario.
El problema es que nunca nadie se va a animar a pagar el costo político de siquiera mencionar esta idea. La mayor parte de la población no está preparada para entenderla.
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Adoro este espacio. Gracias Artepolítica.
Mire que se puso conservador usted, Paniagua !! Todas las guerras argentinas – a excepción de la de Malvinas y la última civil – fueron peleada por civiles metidos a militares o a lo sumo militares hechos en la batalla y que nunca perdieron su costado político y civil. San Martín, Alvear (masones desertores del ejército español) Belgrano, Castelli (abogados metidos a comandantes) Guemes, Artigas, López (caudillos rurales) con gauchos siguiendo al caudillo, con gauchos reclutados en levas – a lo Martin Fierro – negros libertos bajo condición de marchar a la guerra, milicias de extranjeros, con voluntarios románticos. La Armada fue organizada por expulsados y desertores y aventureros venidos de otras fuerzas navales (Brown) y por piratas y corsarios (Bouchard). Todas las glorias milicias de que ufanarse hubiera, todas las defensas, todas las expansiones fronterizas a esas gentes se deben.
El servicio militar se impone cuando ya no hay más guerras que pelear, a principios del siglo XX. Lo impone Richiardi para una clase dominante conservadora que ve con temor la creciente actividad política de los inmigrantes. A los nietos de los mismos que convocaron el aluvión europeo ahora el fenómeno los asusta: radicales, socialistas, comunistas, sindicalismo. Empieza una corriente nacionalista en la clase alta, exaltadora de todo lo patrio y lo antigüo – Familia, Tradicion y Propiedad – y opuesta a la gringada disolvente. Hay que argentinizarlos bajo bandera, función principal de la colimba. La única guerra peleada bajo ese sistema demostró que las unidades profesionales – como las de los británicos – son muy superiores al recluta civil forzado. Una cosa era reclutar forzado a un gaucho de a cuchillo y a caballo y otra a un perito mercantil con vocación de empleado bancario: la vida civil actual ya no da gente con fibra guerrera. La única confrontación civil – la Guerra Sucia – tuvo al colimba como tiro al blanco de los guerrilleros. Al primero que mataban en el copamiento era al miliquito de guardia en la puerta del regimiento. Aquí y allá algo heroíco: un par de pibes colimbas pintan una escuela en Tucumán, cerca de Famaillá, cuando por el camino ven bajar a una columna del ERP y agarran sus fusiles y la emprenden a tiros contra ellos. Y los paran. Hazañas que deben ser ahora escondidas prolijamente: estaban del lado históricamente equivocado, o cuando menos el repudio de los métodos de tortura y asesinato de la dictadura manda negar todo mérito hecho peleando de frente.
Lo demás fue marchar al servicio de cuanto golpe militar vio la Argentina durante todo el siglo pasado. Y después la creciente diferencia entre la vida militar y la civil, las vejaciones, los maltratos, los Carrasco. Fíjese que ahora añora usted el marco adoctrinador que instaló el régimen conservador cuando se les venía Irigoyen: debe autoanalizarse, Paniagua.
Por lo demás hoy día si nuestro nene le prende fuego a la maestra en la escuela y quieren expulsarlo por ello nosotros los padres nos presentamos indignados a boxear con la directora y todo el cuerpo docente por perseguirlo. Mire si nos fuéramos a bancar que lo lleven al pobrecito para que lo pateé un sargento. Mire si algún político moderno va a cometer semejante inmolación: todavía no se animan a mandar el proyecto de legarlizar el aborto al Congreso por más progres que se digan.
No, ni en pedo. Vamos por partes:
1) Se identifica al jóven como lo nefasto. ¿Por qué? ¿Porque los jóvenes nos divertimos más hoy que hace 30 años? ¿Tiene algo de malo? ¿Es tan catastrófico el «boludeo con mensajes de texto? ¿No pasa nada más grave que eso?
2) Si es por instituciones igualadoras, hay muchas. Como ejemplos rápidos, la cancha, la escuela (y la universidad) pública. No son 100% universales, pero se me hacen bastante buenas.
3) Las FFAA no son una herramienta igualadora: son las fuerzas para defender el país. En general, los ejércitos profesionales son más efectivos, tienen mejor disciplina y mejor rendimiento en el campo de batalla que los ejércitos de conscriptos que no tienen la menor intención de tirar un tiro sino de irse a la mierda. Yo prefiero un ejército profesional motivado.
Adhiero a Alejandro Z. Para igualar dame la escuela pública y la universidad.
Y la verdad es que no comparto esta cosa de caer sobre los jóvenes. Por más que sean o no responsables de su propia situación, la verdad es que siempre se piensa que los jóvenes de la generación anterior eran mejores. Y lo dudo.
Paniagua,
La diferencia es la cantidad…y de que hablamos cuando queremos recrear la idea de Nación. Si como dice Ulschmidt, en la nación exaltadora de todo lo patrio y lo antigüo que nos dió el servicio militar obligatorio o en una práctica que nos proponga un destino común a todos, (o a casi todos).
Pienso que para poder sentirse parte de ese destino más que compartir una noche de frio en la cordillera bajo el mando de un sargento sería mejor pensar en otras iniciativas con capacidad de integrar: seguridad social universal, renta básica asegurada, seguro nacional de salud, educación pública de calidad, sistema impositivo progresivo, salario en blanco para todos, y muchos más etcs, entre los cuales tal vez un servicio militar o en el servicio civil o policial o de bomberos o solidario pueda tener un lugar en la socialización de los jóvenes.
Tu propuesta, aunque no la comparto tiene dos elementos que sí creo que deberíamos considerar: universalidad y construcción de la Nación. Una batalla que tal vez motive más a las milicias populares a la defensa de esa Nación que les da derechos que el espíritu de camaradería del fortín.
A las razones históricas de la colimba hay que agregar a posibilidad cierta en aquel momento de un conflicto limítrofe.
Chile tenía la misma población y PBI,veteranos de la guerra del pacífico, y equipamiento similar. E implementaron la colimba al mismo tiempo. La guerra de infantería de entonces era en Europa también en base a levas, y entrenamiento en ir para adelante(y fusilamiento del que recula).
Pero no hay vuelta atrás a la colimba, salvo que aparezca, o se invente, un peligro externo.
Por razones que algunos comentarios expusieron, estoy en contra de la vuelta al servicio militar obligatorio (por otra parte irrealizable, como también se dijo), pero, tal como la presenta Martín (Paniagua), creo que vale la pena prestarle mucha atención. A esa idea y a otras que andan dando vuelta en la entrada, ciertamente provocadoras en el mejor sentido, e iluminadoras porque dan mucho que pensar y vienen de una intuición fuerte. Me parecen puntos de partida, rumbos por donde encarar la búsqueda y en los que podría haber mucho.
Es cierto que en Martín parece verse el efecto de alguna lectura de Fogwill, pero lo hace desde una posición muy distinta. El también se da el lujo de ser «incorrecto» y apelar a lo que parece insalvable, pero lo hace desde una especie de desprotección, de compulsión a jugarse que quizá sea bastante propia de la nueva JP (y a la que, por lo que alcanzo a percibir, no veo como una repetición ni parodia ni copia de la de los 70, sí como una continuidad que supo incluir la marca del paso de los años) y sin la suficiencia que adopta Fogwill, el tono de autoridad. No hay desprecio en Martín y por el contrario (aunque él omite esa palabra) hay «amor», de una manera que un poco me recuerda a cómo la usa Kirchner, si bien en K termina por convertirse en un latiguillo desgastado por el abuso y poco confiable, que sería bueno que revise.
Muy bueno lo de Ulschmidt.
Y de todo lo de Martín, con lo que más me quedo es esto: «Me paso los días viendo racimos de jóvenes en micros naranjas marchar, darle al bombo, mensajearse con la novia, la gorrita. Los veo y lloro. Son nobles, tienen coraje, son las esquirlas intensas del viejo peronismo, le ponen el pecho a las balas. Vienen tanto “por el plan”, por su plan, como un Miguens, la diferencia es de cantidad, ¿se entiende?» Sí señor.
La verdad esta propuesta me deja pasmado, lo ùnico bueno que hizo el innombrable y lo quieren eliminar.
A todo lo bueno que escribieron los comentaristas sobre las posibilidades de integraciòn por parte del estado le agregaria
el deporte , masivo ,planificado y piramidal hasta llegar a la èlite.
Un estado inteligente y moderno le debe enviar mensajes de texto a los jòvenes para sumarlos a alguna causa o promover alguna campaña y no darle un fusil.
Habrá sido en el 77 o 78. Dió la última materia y se recibió de médico, pero había pedido prórroga del Servicio Militar y ahora tenía que cumplirlo. Solicitó ser AOR (aspirante a oficial de reserva) y pidió destino en el Hospital Militar Central. Un vecino militar le dijo que había visto el legajo donde se habìa aprobado ese destino. Al poco tiempo lo llamaron del Hospital. El que lo recibio le dijo que còmo se atrevìa un judìo a pedir ese destino, que como «castigo» lo iban a mandar a Junìn de los Andes, junto a los Testigos de Jehová, que también iban castigados a ese lugar.
Lo mandaron ahí. El sargento insultaba a los conscriptos mientras los mandaba cuerpo a tierra: ¡judìos, comunistas, traidores a la patria, cuerpo a tierra! El médico ayudaba a cavar una fosa a un Testigo de Jehová que para colmo era muy gordo y lloraba porque no le daba el cuerpo. El médico cavaba dos fosas, la propia y la del otro, y mordía odio.
Una vez, destinado a la guardia médica del cuartel, muy entrada la noche, el Sargento se cortò la carne del brazo en un accidente. Llegò a la guardia y se encontró con el judìo. Andate a Bariloche yo no te atiendo. Vos me vas a atender le dijo el Sargento tocàndose el arma. Está bien, dijo el médico, pero no tengo anestesia, te coso en carne viva.
El Sargento aceptó ser cosido sin anestesia. Había aprendido a ser muy macho en el Ejército, y su atroz machismo lo hacìa subordinarse a la ferocidad del conscripto, sin averiguar si efectivamente no habìa anestesia. Pretendía darle una lecciòn al judìo. Una lecciòn de coraje argentino y militar.
Ambos varones, como dos animales cabríos, confrontaron y lidiaron sus mutuos odios y machismos en un aquelarre nocturno en Junìn de los Andes, gracias al ámbito «educativo» del Servicio Militar Argentino.
El amigo Ulschmidt hace la crítica mas fundada, como ya nos tiene acostumbrados.
Pero existen ciertas sutilezas, que por formación comparto con el Compañero Paniagua, y pasan desapercibidas para los otros.
Para hacer más sencilla la explicación, copio y pego un post del 25/07/07.
Peirano,¿Cuánto tiempo se necesita para tener un soldado instruido?
Se que por tu edad no tenes idea, pero le podes preguntar al Chueco Mazzon, o al Napia Moreno.
En su defecto, pregúntale a cualquier compañero que fue parte de Guardia, Encuadramiento o los Demetrios; que son unos cuantos, los que están en el Gobierno.
Para los que no conozcan la pregunta les voy a contar la historia.
A fines de los 20 y principios de los 30, un Capitán que estaba organizando la Escuela de Suboficiales, se ponía a tomar mate con los futuros Suboficiales.
Eran las largas guardias del fin de semana, que generan ese vació insoportable en los hombres jóvenes y sanos, el tiempo pasa lentamente y es una tortura pensar que los demás se están divirtiendo.
Entre charlas sobre Fútbol, Tango y minas; el Capitán trataba de infundir los temas que no trata el Reglamento.
Una de sus preguntas preferidas, era esa.
Las respuestas variaban, 3 meses de Instrucción Básica; un año, cuando pasaban a Reserva Activa.
Con el pucho en la mano, la media sonrisa y el guiño cómplice, decía “Veinte años”.
“Todo comienza en la panza de la madre, ella debe estar sana y alimentada.
Su niñez, debe ser feliz, con los cuidados que se merece; sin pasar hambre, enfermedad, o pobreza solemne.
Es necesario que estudie según su capacidad, sin la obligación de ir a trabajar para ayudar al puchero familiar.
En su primera juventud, debe tener la posibilidad de aprender un oficio digno, que le permita solventar sus gastos y labrarse un futuro.
Es en ese momento, a los 20 años, que el Ciudadano se convierte en Conscripto.
Para que le enseñemos las artes de nuestro oficio.
Yo me he visto en la ingrata tarea de rechazar a más de la mitad de los incorporados.
Tuberculosis, Sífilis, Desnutrición, Enanismo, Retraso Mental; no eran aptos para defender a la Patria, no por su culpa, el sistema social injusto es el responsable.
De la mitad que era apta físicamente, la mayoría apenas sabía leer, o no tenían oficio.
Porque no podemos llamar oficio digno a ser una bestia de carga.
Solo fuerza física y mansedumbre “para lo que gusten mandar”.
Nos vemos obligados a enseñarles las primeras letras, los principios de higiene y urbanidad.
Se encontraran explicándoles a sus hombres la necesidad de utilizar el profiláctico.
Como dirigirse respetuosamente ante los otros, sin caer en lo abyecto.
No olvidemos que el Ciudadano Conscripto, no hace la milicia porque le guste, como a nosotros.
Estamos obligados a dar la vida por la Patria, si hay Guerra.
Pero en la Paz, ellos también dan un pedazo de vida, nos donan un año.
Renuncian a su Libertad, sus Afectos, sus gustos y manías,
Esta en nosotros que ese año no sea un desperdicio”
Peirano, me dirás con razón, ¿para que carajo contas esta historia, de hace 80 años?
Porque vos sos el responsable de incorporar a la vida productiva al Núcleo Duro de Artemio.
Tu éxito no depende del aumento del PBI, las Inversiones o Ganancias de las Empresas.
Se mide en la creación de trabajos dignos, que sirvan para labrar un futuro.
En la capacitación laboral, que es tu insumo estratégico.
Porque el Mercado no lo va a hacer, la inversión de tiempo y dinero no es rentable.
¿Cuanto tiempo se necesita para tener un tornero, tractorista, camionero, empleado de comercio u oficinista?
Veinte años, desde el vientre materno.
¿Cuántos años se necesita para tener un ingeniero, contador, analista, o programador?
Veinticinco, desde el momento que una mujer sabe que va a ser madre.
Vos decidirás si queres ser recordado como el que consolido al Lumpemproletariat Argentino, o el que comenzó con su reinserción a la Cultura del Trabajo.
http://deshonestidadintelectual.blogspot.com/2007/07/peirano-cunto-tiempo-se-necesita-para.html
De Prestes a Chávez, pasando por Naser o Perón, sin dejar a fuera a los mismísimos Colin Powell y Mac Cain; el “profesionalismo militar” tiene un fuerte compromiso con lo social.
Su materia prima es la tropa y las condiciones físicas son primordiales.
Por eso los NeoCon dudan de las credenciales como Conservadores de Powell y Mac Cain; defensores de la acción estatal en los campos de salud y educación.
Ni en pedo. Por nada del mundo.
Sí, no sé. Exceso de mística, de pose bien formulada e inteligente, pero sin honestidad. Yo a la colimba no voy ni en pedo: a la escarapela me la meto por el culo. Hace cinco años que me alisté mental y sentimentalmente a un ejército rengo que hace agua por todos lados. Tengo los mismos años que tiene la democracia: o sea desde el fin del mandato de Videla. La culpa no es de la colimba, es de los jóvenes sobrevivientes que crearon esto y de sus hijos, que en vez de hacer Teología de la Liberación con nosotros, Los Hijos de la Democracia, se fueron a jugar con el Seconf Life montonero. Dejanos mandar mensajes de texto en paz, loco: la historia política de un país es la historia de sus «sucesos», y eso vos lo sabés bien: no escuchamos Charly ni Serú, morfamos cinismo y droga y cuando estábamos preparados se cagaron en nosotros. Me recontracago en los sobrevivientes, en los Kunkel y en el verso emotivo. Estábamos listos para la guerra, papá: la culpa es de Kirchner. ¿Hasta cuándo va a seguir con la bicicleta ideológica, esa correa oxidada que no deja construir base social, soldados de verdad, una emoción sincera? No sé bien a dónde apuntás: me gusta como crítica al trauma democrático, al miedo a la confrontación, a la política de la Guerra. ¿Pero somos nosotros? Querían Sábato, querían Charly, querían Serú, querían a las Madres con Bono: nosotros éramos Lo Otro. Lee los diarios de Fontevecchia cuando habla de las Madres, de Donda. Jorgito manda mensajes de texto todos los días. Los cobardes y los traidores y los enfermos y los pobres tipos que pasan la noche mirando a la pared hace 25 años que se están mensajeando entre sí. Te entiendo, pero no me voy a vestir de soldado raso a silbar canciones viejas mientras mis congéneres sólo aspiran al fotolog y a los chupines verdes. Comparto lo que muchos foristas: hay espacios de igualación más claros, más contundentes, más liberadores: la ideología es una de ellas. Le falta stalinismo al gobierno, construir ideología de Estado. Sin contexto, te entiendo; en este contexto, me parece un manotazo de ahogado sobre el nivel de la inundación.
No importa, te estimo mucho. No te pierdas.
Paniagua:
Otra cosa grave:
-La muerte de Carrasco significó la muerte de las estadísticas nacionales sobre temas de salud, porque ellas se nutrían de los datos del exámen de ingreso a la colimba, pues eran el único momento donde se juntaba un porcentaje amplio de la población (masculina, en este caso) de la misma edad.
Muy subversivo artículo. Un encanto.
¿Desde cuándo las FF.AA son instrumentos de igualación?
¿Y la Escuela fascista de Campo de Mayo? ¿Ahí iba el Anchorena o iba el hijo de Pérez de Loma Hermosa?
¿Quién peleó en Malvinas? ¿El correntino o la gente del Círculo Militar?
Dejémonos de joder
Reflexiones sobre el audaz artículo y los interesantes comentarios:
A) La propuesta tiene sus buenas razones, pero funcionarían sólo si se encuadran en un proyecto integral de país. Sóla, sin cambios culturales, sería un parche.
B) Si, claro: educación, deportes, universidad, también producen no sólo igualación, sino que además, construyen un ellos, un nosotros, enseñan normas de convivencia, etc.
C) Si, claro: la dura y vieja colimba debería amoldarse a los conceptos, garantías y necesidades de hoy. También puede incluir trabajos voluntarios en regiones inhóspitas, etc, etc. Pero las ideas que guían a Paniagua son muy fuertes.
D)Es estratégico para el país des-satanizar a «lo militar»; redimirlas después de su debida purga y democratizar las fuerzas. La GRAN victoria de los grupos conservadores fue el divorcio entre lo militar y lo civil, ya que los episodios históricos donde la oligarquía latinoamericana tembló son producto de la unión de lo militar y lo civil.
E)El sistema de TRANSPORTE (palabra clave en estos días) fue trazado por ciertos militares argentinos que pensaron un país y su logística, y fue borrado por un militar norteamericano que asesoró a Frondizi (tengo un post sin terminar al respecto)que había hecho todo lo contrario cuando le tocó trazar las rutas de EEUU.
El debate es interesantísimo.
A grandes líneas concuerdo con Ulschdmit.
Esto no quita que Manolo también tenga razón, y que el fundamento de Paniagua para su propuesta -si no entendí mal, el de recrear un sistema que permita generar un sentido de unidad nacional e inculcar esa mística más allá del origen social de los conscriptos- no es mala per se.
Todo lo contrario.
Pero por lo pronto pienso que ese objetivo, así como el concomitante de formación e igulación para los mas desventajados, se podría también alcanzar mediante la creación de un servicio civil.
Alsogaray Jr. y Espósito, compartiendo un año de barraca, bien podrían dedicarse en vez de hacer imaginaria o práctica de tiro, a alfabetizar Wichis, asistir a los habitantes de asentamientos precarios en la construcción de viviendas dignas, a trabajar las tierras fiscales incultas, plantar arbolitos, a dejar brilando las veredas de toda ciudad argentina, y/o mil cosas más.
Este servicio, amén de mixto (las niñas también merecen su lugar bajo bandera) y formativo, debería de ser remunerado (esto en función de la carga que detallo en mi último párrafo).
Y optativo.
Con esta carga: si no lo hacés, no podés votar en elecciones nacionales ni presentarte a cargos electivos.
Saludotes!.
Muy bueno lo de Ulschmidt.
Confieso haber leído el post esperando la parte que cuenta que todo es un chiste. Parece que no.
Cuando la revista Barcelona tituló:»El cmapo pide retrotraer la situación al 10 de marzo de 1.880″ todavía no había leído algunas propuestas de justicia social.
Otra cosa: ¿en qué planeta hay que vivir para suponer que la Universidad es o puede ser igualadora? La razón de ser, desde su orígen hasta hoy, es diferenciar.
Distinto con la escuela pública. Que hoy es la única institución estatal igualitaria que diferencia social, geográfica y culturalmente a la mayoría de los niños del país.
Me recuerda a una charla a la que asisti en 1987 de la cual sali espantado, donde un tipo cuya opinion era apreciada por mi hasta ese momento hablo de la reconstruccion del movimiento nacional, sosteniendo que Menem, Ubaldini y Seineldin, representaban las 3 patas sobre las que se sostenia el retorno de lo nacional y lo popular al poder, obviamente en contra del democratismo liberal y extrajerizante de Alfonsin. Que barbaro, un poco de democracia y despelote, y empezamos a debatir sobre la sinarquia internacional… Vamos por los jovenes, total del servicio militar yo safe.
ulrico schmidl, como su petulancia habitual, y su saber libresco y pecho frío, hace una historizacion de la colimba, con argumentos que, en sumomento, se podrían haber usado entre los indios para rechazar el uso de armas de fuego, sólo porque las traen los huincas.¿qué carajo importa el cómo y para qué se creó la colimba? es preciso decir algo que nunca leí en ninguna parte: las clases 56 y 57 no hicieron la colimba, los milicos del proceso nunca explicaron por qué se pasó de la 55 a la 58, que fue la primera clase que entró a las FFAA con 18 años. Por qué fue esto? Porque había mucha militancia en las clases 56 y 57, y los jefes militares no podian permitirse tener tanta gente politizada con armas en la mano en el seno de las fuerzas. Por eso optaron por los pichis de 18 años, recién salidos del colegio.
Tampoco veo que nadie cuestione a la ideología de los militares represores, la ideología y la política, y la teoría del enemigo interno, como elemento básico de la derrota militar en Malvinas, por ejemplo. Por otra parte, es falso que una fuerza profesional sea mas eficaz que una no profesional. Guerra moderna no es soldado profesional. Guerra moderna es el pueblo en armas.
Tal vez sea verdad lo que dijo alguien por aqui, en el sentido de no es posible una vuelta atras en relacion a la colimba. Pero es necesario pensar en mecanismos y ámbitos -como el servicio social, civil, o como puta se lo quiera llamar, que sugirió otro comentador- . La vida y el pensamiento, parece, se han vuelto demasiado tilingos, y ese «sentido común» hace que ideas como las que soltó Paniagua sean rechazadas con cara de estar oliendo mierda.
Lo que Martín propone es una verdadera monstruosidad, aún si se lograse el improbable supuesto de extirpar las lacras de la antigua colimba. Me parece que en toda fuerza armada (o de seguridad) hay un componente de sadismo y autoritarismo inevitables, y que todo eso no puede tener lugar en una sociedad democrática por fuera de las esas dichas fuerzas. Para lograr igualdad hay instituciones mejores, más eficientes y más democráticas que las FFAA. Pretender alcanzar la integración social a través de instituciones jerarquizadas, autoritarias y coercitivas (aunque sea respetuosa de la democracia, ninguna FA puede dejar de ser eso, pues está en su misma esencia) es una locura, además de una idea peligrosísima según mi entender.
Además, el supuesto igualitarismo que resultaría de un reclutamiento forzoso es más que cuestionable. Todos saben que en la antigua colimba «el hijo de un Alsogaray» y el «hijo de nadie, hijo del Pueblo» no eran «iguales bajo bandera» sino que el primero hacía mover sus influencias familiares y lo pasaba mucho mejor que el segundo. No sé por qué no habría de volver a suceder lo mismo ahora.Por lo demás, coincido totalmente con las opiniones Alejandro Z.
Aunque Martín piense todo esto con buenas intenciones y hasta con «amor», como dice alguien por ahí, no significa nada. No estaría de más volver recordar el lugar común que dice que de buenas intenciones está hecho el camino al infierno.
Es impresionante cómo llegado cierto momento político (Cristina hablando de las responsabilidades civiles en el golpe del ’76), cierta izquierda letrada es puesta a «pactar» antes con el fascismo declarado, que eso fue el servicio militar en la Argentina, antes que con el liberalismo productivista, que es lo que representa Miguens hoy. La Sociedad Rural y Canal 13 caen peor que un milico pegando gritos.
Siento como que todo el apoyo que recibieron las Madres durante las últimas décadas fue una estrategia para llegar a meterle un palo en el culo a los Miguens, porque en el fondo, el fascismo a mucha gente no le parecía tan grave, de hecho pareciera ser algo con lo que se puede pactar en lugar de ser lo peor de lo peor de lo peor.
Dicen:
«Todas las guerras argentinas – a excepción de la de Malvinas y la última civil»
¿cuál fue la última guerra civil que tuvo Argentina?
¨Por eso los NeoCon dudan de las credenciales como Conservadores de Powell y Mac Cain; defensores de la acción estatal en los campos de salud y educación.¨
Jajajajajajajajajaja
buenísimo el chiste.
clausewitz, no digas pavadas.
La clase 56 y 57 no estba ni más ni menos politizada que las otras, porque cuando se supo lo de que nos salvábamos de la colimba era en el 72 y teníamos 15 años.
Tengo una anécdota para Eva:
Mi hermano hizo la colimba en la previa al quasi conflicto con Chile.
En un orden cerrado, les vino a hablar un teniente sobre las ventajas de dar la vida por la Patria en el inminente conflicto.
Y el tipo se mandó una arenga sobre que chile era un país podrido, y que hasta los militares de ese país eran judíos y comunistas, (por supuesto era la época de Pinochet), y que no había que tomar prisioneros.
Ese teniente, a lo mejor hoy es general.
Lo que defiendo McCain en salud: ¨An important part of his plan is to use competition to improve the quality of health insurance with greater variety to match people’s needs, lower prices, and portability. Families should be able to purchase health insurance nationwide, across state lines.¨
Es decir, ¨alentar la competencia privada¨, haciendo que los miembros decidan. El estado, en realidad, tiende a retirarse ya que se quiere ampliar la protección de los médicos por juicios de mala paxis.
Por lo de educación, el ¨No children left behind¨ es de Bush que de milico no tuvo nada. Lo que McCain dice es: ¨Public education should be defined as one in which our public support for a child’s education follows that child into the school the parent chooses.¨
Eso se traduce en que lo que quiere es los School Vouchers y las Charter Schools, gran deseo de los republicanos desde hace rato. Es decir, la transferencia de los fondos de la educación pública a las escuelas privadas.
Por Powell, el hombre lo que tiene de compasivo lo tiene por ser negro e hijo de inmigrantes y no por haber estado en el ejército.
Realmente, un disparate la propuesta de Paniagua.Lo que màs me jodiò es esta idea de romper las bolas siempre con los jòvenes. Ahora que zafaron del servicio militar, zafaron de la represiòn, zafaron de la guerra de malvinas, los quieren volver a mandar a servicio militar!!!Y para què?? como igualador social??
la igualdad es imposible, la igualdad de oportunidades serìa un objetivo, sobre todo de la oportunidad de estudiar y de acceder a la salud.
Y ademàs, no jodan con los jovenes.durante la represion los mataron, despues los mandaron a malvinas, què manera de autodestuirse!. Un psicoanalista argentino (rascovsky) planteò hace muchos años el tema del filicidio, y este post es una muestra de los impulsos filicidas que pueden sobrevolar el inconciente social.
No encuentro «amor» en la propuesta, màs bien todo lo contrario.
Charly Gracìa es un genio , pero JOhn lennon cuando planteò Imagine me parece que mostrò un camino. `Son esos los ideales que me parece que hay que inculcar, y no creo que el ejèrcito sea el lugar indicado.
Pero cómo, Paniagua, no es que «los militares ponen alambres en todo lo que crece»?
¿Qué es esto, «La Hora de la Espada» del siglo XXI?
¿Y justo ahora?
¿Estamos todos locos?
Como dijo un comentador, para igualar, la escuela.
Yo agregaría, los mensajitos de texto también son igualadores a su modo: amplían los usuarios y modos de la escritura.
Paniagua, facho, para qué pedís «mano dura» si ya lo tenés a Scioli…
Alberto
Primero te reís, pero luego decís que Powell tiene una mirada diferente por ser hijo de inmigrantes negros, más que por ser milico.
Dejemos el tema ahí, por ahora para estudiar a Mac Cain.
Si bien tenes razón en tus argumentos en lo referido a los “civiles”, existe un ámbito donde difiere de los NeoCom, desde la época de la presidencia de Reagan.
United States Department of Veterans Affairs (VA).
Después del Departamento de Defensa, Pentágono, es el mayor PRESUPUESTO y tiene ½ de millón de empleados. http://en.wikipedia.org/wiki/United_States_Department_of_Veterans_Affairs
http://www.va.gov/
No se si recordas los debates de los Republicanos con preguntas de familiares de los boy’s.
Sueldos, atención médica, becas e hipotecas, pensiones; etc.
En ese campo, y con la creciente “hispanización” de las FFAA de USA, las exigencias presupuestarias son enormes.
Te recomiendo una profundización sobre el tema, te vas a llevar más de una sorpresa.
Como siempre un abrazo de oso.
No estoy de acuerdo, no puedo estar de acuerdo, nada de lo que pueda salir de las fuerzas armadas argentinas hoy puede servir para igualar, mas que en el pensamiento propio de la fuerza, o puede servir para igualar el espanto.
La idea de Paniagua la escuche varias veces no coincido para nada.
En 1986 mientras Diego nos divertía a todos haciendo goles geniales yo fui primer expectador de las gloriosas virtudes iguladoras del Ejercito Argentino, recuerdo que estuve cuatro veces presos por diversos desacatos -40 días de arresto-, y privado de libertad es donde mas me quisieron igualar con esos hdp, en el primer arresto el Capitán me vino a ver al casino y me dió un libro que iba a templar mi ánimo y recontrarme con el bien, saben que libro era?
Muy bien, si, aunque parezca un chiste, un cliche, o una satira de la idiotez, era «Mi lucha».
En mi segundo arresto me enseñaron la igualación a traves de la corrupción, un capitán durante el fin de semana me canjeo mi libertad por la pintura de su despacho, obviamente sin que quien me había arrestado se enterara nunca.
En mi tercer arresto que justamente fue cuando cobre el primer sueldo aprendí lo poco que valía yo para esa gente, me gaste el sueldo de seis meses de colimba en un fin de semana de arresto.
Esta es mi experiencia igualadora.
La única herramienta válida para igualar socialmente es la escuela pública y cuanto antes se la dote del nível técnico de la privada mejor, sino estamos fabricando todos los días mas ciudadanos de segunda.
La escuela igualar?
La escuela es justamente el organismo que genera mayor desigualdad. Porque vamos, no es lo mismo una pública que una privada. Y peor aún, no es lo mismo una pública que otra pública.
Mucho menos la Universidad, que queda lejos, muy lejos de aquellos que tienen pocos recursos, por dos razones: 1) justamente, tener pocos recursos, 2) la pésima educación que les dá una escuela sin valores y que les impide estar en el «nivel» necesario para una carrera.
La realidad es que estamos en una sociedad realmente jodida. Somos lo que quedó de un par de décadas de empobrecimiento: la «gente como uno» (así, con la narizita para arriba), la «gente común», y «esos negros de mierda». Y todos van a la escuela, solo que a cada uno le toca una escuela.
La triste realidad es esa. Chicos que son hijos de excelentes personas que lamentablemente y por culpa de la situación límite a la que se llevó al país cayeron en la delincuencia, en las drogas berretas, en el alcohol: en la violencia social.
Igualar las escuelas? sí, seguro…
http://www.youtube.com/watch?v=TJlERcXaL5w
Yo estoy de acuerdo con paniagua, pero en un sentido distinto.
Haría una colimba para lo que no hayan terminado el ciclo básico.
Y pienso en los miles de muchachos que no trabajan ni estudian.
Pondría una fecha dentro de 3 años para arrancar, así todos tienen la oportunidad.
Porque enseñanza obligatoria como dice la ley, deberías er obligatoria y no optativa.
El pibe en la colimba podría aprender un oficio, disciplina laboral, y terminar el ciclo básico.
Porque muchos de los que estan en la esquina no tienen ni siquiera la disciplina interna para ser peones barriendo las oficinas de la fábrica. Estan condenados a ser lumpenes.
Aprender no es un derecho, es una obligación.
Y por supuesto hay que invertor ingentes cantidades de dinero(y no solo dinero, también materia gris y organización) en la educación pública, que para que sea igualadora tiene que ser mejor que la privada.
Y ya se que sueno a facho, pero al pibe(o la piba) le digo:
Me importa un pito si querés o no ir a la escuela, o vas a la escuela o en 3 años vas a la colimba! No es optativo entendiste!
Y la escuela le tieneque dar de comer si hace falta, pero el niño hasta los 16 años debe ser responsabilidad del estado. Si los padres ayudan, mejor.
Facundo: con más presupuesto, la escuela iguala. Ni siquiera las devaluadas escuelas públicas de hoy son 100% para pobres. Se me ocurren muchos ejemplos (el Nacional, el Pelle, el Paula de Olivos, muchísimas «escuelas nº1» de distintos lugares) que tienen mejor nivel que muchas escuelas privadas. Lo que hace falta es guita. Y ahí podría tener un destino mucho mejor la plata que haría falta para administrar cientos de miles de conscriptos.
He leído el post (alfonsinista, más que fogwilliano) y los comentarios. La pregunta es cómo igualñar, es decir, cómo tender lazos entre clases y sectores separados por lo social y la cultural con vistas a una nación unida ante la amenaza de guerra (que es real y todos lo saben: se trata de la cuarta guerra mundial por el control de los recursos naturales). Las opciones pacíficas, civilistas, que se presentan, es decir, escuela pública, universidad pública, no son igualitarias en verdad, aunque lo sean de boquilla (¿cuántos hijos de obreros van, efectivamente, a la Uba?, ¿no hay diferencias entre una primaria en Palermo y una primaria en Villa Soldati, diferencias estrictamente educativas?). A medida que la posibilidad de la guerra se vaya haciendo actual, más actualidad tendrá una leva forzosa, o una milicia, o una reserva, o si no un ejército profesional de verdad, con presupuesto y todo, presupuesto que se le restará a otros rubros, provocando la protesta de los afectados por la quita (lobby universitario radical a la cabeza). Por último: no veo mal que cada joven tenga, o aprenda a usar, un fusil, salvo desde un pacifismo hippie a lo que todo demócrata rockero es sesnible. En Estados Unidos cada joven, adulto y anciano tiene un fusil. ¿Por qué no habríamos de tnerlo nosotros?
Maiakovski: Tu comment hace agua por varios lados, pero esta afirmación es ridícula:
«En Estados Unidos cada joven, adulto y anciano tiene un fusil. ¿Por qué no habríamos de tnerlo nosotros?»
Estás soberamente en repedo. Es verdad que EEUU es mucho más laxo en tema armas que acá, pero googlea «DC handgun ban» para ver cuán federales pueden ser con ese tema.
Suiza tiene un sistema como el que mencionás, que le permite reunir rápidamente un ejército de un par de millones de hombres en menos de 72 horas en caso de ataque… pero copiar la política de defensa suiza para un país como el nuestro es una locura atroz.
Coincido con Maia sobre la UBA. Ningún argumento me hace cambiar de opinión, a no ser los que con el NUNCA MÁS bajo el brazo, y no lo digo irónicamente, porque acá nadie tiene que comprobar kilometraje de vueltas a la pirámide… Yo creo que no hay que cerrar la posibilidad moderna de un pueblo en armas cuando el mundo se reestructura bajo amenazas complejas, y que el balbuceo sobre la «desmalvinización» del ejército, mas allá de su sonido y su furia, alertaba sobre una política cuyo efecto definitivo ha sido el fin del instrumento político y golpista de las Fuerzas Armadas. Ahora, como dice Cristina, es la hora de hacer cuentas con los «civiles». Aunque es mas complejo y, definitivamente, menos jurídico. Estoy seguro que mucha gente, y sobre todo de los sectores mas humildes, estaría de acuerdo con el reestablecimiento de un servicio (mas social y civil) obligatorio. Y en este sentido digo: una terminal mas coercitiva sobre los sujetos que la escuela pública, y su letra de «obligatoriedad».
Para el caso del mundo complejo que vivimos, además de la IV flota, habría que ver detalles espeluznantes de los efectos jurídicos recientes de la política inmigratoria europea. No es que hacen a «un mundo en guerra». Ni tampoco suponen el daño colateral de un posible aluvión inmigratorio, con balsas africanas aterrizando en costanera sur. Pero las recientes posiciones de la socialdemocracia española al respecto, mas el telón de sus dos «piqueteros» muertos hace minutos, en fin, hacen suponer que la Argentina, contra todo pronóstico, es un país de vanguardia… progresista. Cosa que, desde una tendencia progresista innegable como la que tiene este gobierno, no juzgo con ningún desdén. Sin embargo, los años de democracia que madura, que solidifica el edificio institucional, pueden hacer pensar que lo que ayer sabiamente se mutiló para pulir el perfil civilista de una sociedad que venía de dos guerras (sí, la civil, la sucia, o -como me gusta decir a mi- la guerra social), no obstante también es posible de ser pensado un proceso de restauraciones de algunos mitos y realidades de ese modelo «de nación», cuyos resultados sociales, e igualitarios, amén de muchas cosas, fueron notables…
Continuará.
Continúa en esto: todo bien con tu infancia de mierda, tu tristeza de niño rico, tu alegría de pobre, pero el Estado, a los 18 años, te está esperando…
Martín (Paniagua) si lo que escribís es para provocar y generar la discusión y el pensamiento me parece interesante, si no lo es, estas un poco montoconservador.
Que el gobierno fugue hacia delante podría ser un ingreso universal para todos los menores, la generalización de un salario mínimo vital y movil de 2500 $, la eliminación del iva para todos los productos de la canasta básica y solo para los que demuestren menores ingresos, la actualización de los valores del gas, luz y servicios públicos para las zonas de mayor nivel adquisitivo, y otras no tan revolucionarias.( no hablamos de confiscación ni de expropiación de tierras o control obrero-burocrático de los bienes de producción).
En cuanto a la discografía de Charly, pertenece a una generación o a un conglomerado de grupos politizados de la ciudad autónoma, los centros urbanos, a un grupo de veteranos con onda, y por ahí a los hijos de la generación que hoy ronda los cincuenta y pico. Hoy los pibes de los barrios del conurbano escuchan otra música, totalmente diferente,
El otro día en el acto del 9 de julio pusimos el himno cantado y tocado por García y los pibes se cagaban de risa.
Lo peor del Viejo era su pensamiento de raíz militar, (no nos olvidemos de clausewit, montos dixit), justamente fue lo que fue por dejar en parte de lado las prácticas de los militares de su época, no hablemos de los que vinieron después. El Movimiento solo reconoce a los generales del pueblo, que sirvieron a su causa.
El planteo da mucha tela para cortar, pero no debemos olvidarnos del papel de la dictadura y del menemismo y la hegemonía cultural de los sectores dominantes (que es anterior a ambos procesos).
En ese sentido, me parece que la escuela pública estatal, aunque la mayoría docente también forme parte de los sectores hegemonizados, es la última reserva para la liberación y el freno a la dependencia, igualmente esto debe ir acompañado por una militancia en cada barrio, con un local que sea el verdadero club de reunión, discusión política e histórica, como eran las unidades básicas no hace mucho….tiempo.
Otra cosa muy diferente es la nación en armas o las milicias populares, pero miremos que ocurre con la 125, y ……
Un abrazo compañero, como siempre.
Ricardo: no es para provocar. Yo dije lo de Charly ubicándolo exactamente ahí, no sé si se entendió como el ojete. Pero fijate que su discografía (que conozco desde pibe, y que ya no escucho mas) tiende a apuntar a un nudo desnudo, ah, de la reflexión media: su canción contra la colimba, que no bombardeen barrio norte, su cascote a los víctor heredias al lado de una canción tan escolar como Inconciente colectivo, con la que selló una idea de sí mismo muy fuerte en términos culturales. Me interesa pensar a Charly como uno de los personajes controvertidos del orden democrático, testimonio de una endeblez ideológica para quienes mantienen el formato de los años duros, pero reveladora de una suerte de viaje del sentido («los que se fueron/ los que están en prisión») a eso que Osvaldo Soriano llamó: «Charly está en guerra contra la nada» cuando se hizo amigo de Hebe en el 96, y terminó amigo de Menem en el 99. Hasta ahí me da. Tampoco soy el ensayista de García.
Lo de Perón: si no fuese por sus términos de guerra, ¿hubiesen los montos y cía., pensado tanto que Perón era un revolucionario? Por eso pegué el fragmento de «actualización…» (a la que debés haber visto mil veces), donde abunda en definiciones militares de lo político, de raíz prusiana… Porque no era un «guevarista», no, que era el otro discurso político/militar de la época, tan trascendente. Perón pone en situación de guerra la recuperación del poder, a Pino se le cae la baba, y es el viejo mucho mas vago a la hora de precisar otros aspectos ideológicos cuya definición, en el mejor de los casos, estaría librada al azar de la lucha de clases.
Con el afecto de siempre, compañero.
Alejandro: no sé qué querés que googllee, pero fijate la carta de derechos norteamericana que dice expresamente que cada civil puede tener un arma. Minga de «más laxos»: su ley fundamental promueve la tenencia de armas. Hay límites en algunso estados de la costa este. Pero salís de ahí, del mundo que pinta Woody Allen, y te encontrás con un pueblo que hace una marca de orgullo del hecho de tner un arma. Los conservadores les ganaron varias elecciones estaduales y legislativas a los demócratas porecisamente por su insistencia en no restringir este derecho. Segundo,nosotros seremos todos lo estrictos que queramos en nuestras reglamentaciones, pero todo el Gran Buenos Aires está calzado y muy pocos pasaron por el registro. No sé qué diablos tiene que ver Suiza en esta discusión, yo no planteé ningún modelo particular de defensa nacional. Sí planteé que nos vamos a ver en el trance de una guerra donde ya no vamos a poder medrar con el hecho de ser neutrales, y qué sería bueno empezar a discutir esto. El pacifismo bobo, antimalvinero y antmilitarista. ya fue,no responde a ninguna realidad concreta, es, como dice,Paniagua, un residuo del rock de los 80.
Alejandro: la escuelas tiene cada vez más presupuesto, por lo menos las escuelas metropolitanas que vos mencionás. Tiene más presupuesto ya desde la época de Susana Decibe. Pero la escuela no es un templo sagrado que ordena lo social desde arriba, como la soñó Sarmiento, es una caja de resonancia de una sociedad que multiplica desigualdades y descuido. Por ahí se dijo que la escuela debe reemplazar, donde sea necesario, a la familia. Dudo de la efectividad de esto. La escuela no puede hacer nada con un pibe de seis años que vive con un padre desocupado, una hermana de trece que ya tiene un pibe, un hermano de quince que está en cualquiera, y una madre que labura dieciseís horas por día en un taller textil clandestino. Porque , cómo decían los viejos manuales de texto, «la familia es la célula básica de la sociedad». O, si querés actualizarlo, la familia es el mediador íntimo, afectivo, de todas las políticas de Estado y de todos lo vaivenes del mercado. Tercero, no tien sentido plantear una edución universal e igualitaria sin un para qué. En el esquema ochentista, estaba claro: todo ciudadano argentino debía ser lafabetizasdo, nacionalizado en su concepto de la historias y la geografía y capaz de manejar las matemáticas elementalñes al final de su primaria. eso lo capacitaba para ser un disciplinado trabajador. El secundario formaba nuevos maestros y maestras, empleados de cuello duro y cuadros burgueses que terminarían de formarse en la UNiversidad, antes o después de la Reforma. Era un sistema todo lo criticable que quieras y de hecho empezó a hacer agua ya en los 60, pero un sistema inclusivo, aunque no igualitario, que ubicaba a la escuela pública en una función precisa dentro de una sociedad con tales y tales rasgos. Hacer lo contrario, querer salvar a la sociedad desde la escuela, es en mi opinión una quimera.
El ejemplo yanqui está mal elegido, olvídenlo. Arruina todo lo que tiene de bueno el rechazo del pacifismo tilingo. Una cosa es armarse por la patria, o por los compañeros, o contra los escuadrones de la muerte, y otra, completamente opuesta, armarse contra el vecino, o contra el pibe que te roba el almacén.
Realmente no puedo creer lo que estoy leyendo. Estoy haciendo graves esfuerzos para no salirme de mis cabales.
Solamente quiero creer que los militaristas no hicieron la colimba, sino mi creencia en el género humano se habrá debilitado un poco más.
«¿Graves esfuerzos para no salirme de mis cabales?» ¿O serán grandes esfuerzos? Si es grave ya fue… salite de tus cabales, total, esto es el blog…
Balvanera: en la mentalidad yanqui, armarse significa ser libre. Ser libre para pelear contra el vecino, contra el chorro, contra el escuadrón de la muerte o contra el ejército de ocupación. Es una precondición formal de la libertad del ciudadano única en los sistemas democráticos, porque ni Europa ni Latinoamérica tiene ese concepto de los derechos del ciudadano, ya que son totalmente fieles al principio soberano de que la violencia es monopolio del Estado, y quien dice violencia dice armas. No digo que sea un concepto modélico el norteamericano, pero sí es un concepto atendible, sobre todfo teniendo en cuenta que Estados Unidos lleva más de dos siglos de ininterrumpida continuidad institucional, ganó dos guerras mundiales, se recuperó de la crisis del 30 sin darle ni cabida al socialismo, etc.
Es difícil incorporarse a un debate cuando ya se dijo tanto, pero voy a intentarlo, porque la reflexión de Martín lo amerita, y nos obligó a revisar convicciones, no a todos, pero sí a unos cuantos.
El marco histórico del surgimiento del SMO diseñado por Richieri no es «frío»: efectivamente, se trata de un proyecto atado a la reforma electoral propuesta en 1902 por Joaquín V. González, a la ley de residencia, a la ley de defensa social, al peligro inmigrante, tanto como a a la coyuntura limítrofe con Chile, resuelta en el Pacto Roca – Errazúriz.
Efectivamente, se trata de un proyecto integrador, de construcción de la subjetividad, en este caso, de la argentinidad, y todo proyecto de esa naturaleza es coercitivo per se. Martín no elude el guante, y hace bien, porque el elogio del gesto liberario es, en una sociedad subdesarrollada, la justificación moral del desentendimiento respecto de nuestros semejantes. Decir que mientras hablamos se murieron sesenta pibes de enfermedades evitables, que otros tantos lo harán al final del post, y que muchas de las chicas que sobrevivan no podrán tener chicos por los defectos formativos provocados por la desnutrición no es un golpe bajo, lo sabemos todos, y parte de nuestra repulsa a la solución (q
(odio lo que no sea enter)
parte de nuestra repulsa a la solución proviene precisamente de esa sensación de urgencia que tenemos por atacar este problema. Es casi un imperativo moral: o cambiamos esto, o no nos importa nada.
Por eso la comparación con la escuela es inexacta. Porque hoy la primera forma de la integración pasa, no por la educación como herramienta de movilidad social (estamos en otro mundo, mucho más complejo, nos señala Martín), sino porque todos los argentinos coman bien, de ser posible tres veces por día. Y que tengan educación y salud, será consecuencia lógica de este escenario, no al revés o al mismo tiempo.
Integración social, educación básica, adoctrinamiento, todo ello en el marco de una recreación de lo nacional en el espacio de la barraca: la porpuesta de Martín es cualquier cosa menos militar, precisamente porque ha leído bien, y no mal, los escritos militares de Perón, de ese Perón que se sacaba de quicio cuando viajaba al interior y veía que siete de cada diez pibes eran descartados por no dar con las medidas físicas adecuadas. Martín lo leyó, me parece que esa música suena más que Charly en este post.
Es más, uno diría que, salvo por la alusión a la necesidad de la defensa, la mayoría de las cuestiones que Martín promueve como ejes de un NUEVO SMO son aspectos en los que todos estamos más o menos de acuerdo, y la dificultad estribaría, en todo caso, en cómo hacerles frente, desde el Estado, en poco tiempo y con un idéntico instrumento.
Queda el tema de la defensa, que está atado a la recreación de lo nacional. Ahí veo dos falencias en el discurso de Martín. Como el mismo reconoce, esta sociedad es mucho más compleja que la existente hace treinta años. Pero el recurre a este expediente para sacar del juego al argumento antimilitar, y lo cierto es que pensar, tanto la defensa estratégica, como la idea de nación, requiere precisamente partir del reconocimiento de que ni el momento nacional es el mismo (hoy discutimos integraciones continentales), ni la defensa nacional, como concepto estratégico, puede ser pensada por el Estado meramente a partir de la estructuración del tiempo de los jóvenes. El frente argumentativo «civilista» no sufre a causa del patrullaje de la IV flota, porque
a) Con todas sus metáforas, el patrullaje de la IV Flota debe ser leído como una amenaza, pero no me parece que la batalla por los recursos naturales la demos con el fusil. Es más factible y previsible que se utilice el arma favorita: el capital.
b) Aún en la hipótesis de la defensa en términos militares de confrontación, no nos engañemos: en ese terreno no podríamos competir ni en cincuenta años con los Estados Unidos, salvo que deseemos la muerte de nuestros jóvenes en plazos de segundos. Que se entienda: en el hipotético caso de que nos enfrentemos a la perspectiva de la invasión, la guerra tradicional, por el territorio, la tenemos perdida de antemano, debido a la diferencia tecnológica. Esto lo saben los propios militares. La chance que parece más promisorio es precisamente la resistencia a la ocupación partiendo de la cesión del territorio (Afganistán, Irak).
Queda el tema del SMO como instrumento de recreación de una nación bajo el principio de la conciliación de clases. Porque la nación, para Martín, parece ser eso. Y yo podría acordar con esa definición. No tanto con la receta. La socialización primaria de los jóvenes es hoy muy precoz: a los 18 años, son en buena medida quienes van a ser toda la vida. Si comieron o no comieron, si afanaron o no, si sueñan con la universidad privada, en suma, todo lo que los define como sujetos está ya definido. El SMO, en ese sentido, es una herramienta inútil: tenemos que llegar antes, proponer la integración de la infancia, nutrir (material y espiritualmente) a nuestrso chicos mucho antes de la adolescencia, para que puedan llegar a ella con lo que eufemísticamente seguimos llamando «igualdad de oportunidades).
Por eso mismo, la propuesta militar es inadecuada. Lo que necesitamos no es fortalecer los aparatos del Estado, que Martín parece pensar como instrumentos de gobierno, sino fortalecer la construcción de organizaciones de y para la sociedad civil, organizar a los excluidos, alimentarlos, llevarles nuestras ideas, integrarlos a espacios educativos reales. Ese desafío me parece de un realismo mayor, por varios motivos:
1) Los efectivos que requeriría de nuestros mejores docentes y militantes, son los mismos que necesitaríamos para garantizar la integridad de los jóvenes contra el inefable sargento resentido, antisemita y reaccionario.
2) Los instrumentos no son neutros. El Estado no es la suma de sus aparatos, sino que expresa siempre, aunque sus representantes griten lo contrario, un tipo de dominación. Utilizar un aparato del Estado es dejar abierta la puerta para que ese instrumento, como el anillo de poder de la saga, vuelva al único dueño que controla realmente su poder.
3) El gobierno es una coyuntura. Si la crisis actual no nos dejó eso en claro, tenemos que parar un toque. El gobierno se puede perder, y entonces el manejo del Estado pasará a manos de sus dueños, y el poryecto militar, en ese caso, sería su instrumento. Construir hoy otra subjetividad desde la sociedad civil, ampliar las bases de ese Estado, en cada barrio, en cada localidad, es el único proyecto visible para tapar las falencias del progresismo ilustrado que, en definitiva, también Martín encarna. Es también, en la medida en que implica poner nuestras brigadas de jóvenes luchando contra el analfabetismo, la desnutrición, la mortalidad infantil, la mejor apuesta hacia una nación consciente.
En síntesis, la primera «Juventud» a recuperar, es la nuestra, somos nosotros. Y hay mucho trabajo por hacer.
«La guerra por los recursos naturales la decide el capital»: buena síntesis,Ezequiel, porque si las armas son el ancho de bastos, el comercio es el ancho de espadas. También es atinado observar, como vos, que los gobiernos son coyunturales, el Estado permanente y, en este contexto, el Estado permaenente es más bien del enemigo. Sin embargo:»Nuestras brigadas de jóvenes para alfabetizar, transmitir nuestras ideas, etc.»: ¿»nuestras brigadas de jóvenes» pueden hacer esa tarea ímproba por afuera del Estado? Lo dudo. Lo que, siguiendo tu visión, llevaría a proponer como necesaria una revolución: una destrucción del Estado capitalista real y actualmente existente y su refundación como «otra cosa». Lo que nos lleva muy lejos, más lejos que la discusión parlamentaria que acabamos de perder.Más lejos que lo que los militantes adheridos al gobierno se atreven a imaginar en el fondo de sus conciencias. Nos lleva , más bien, a ser un PO «en serio».
Maiakovsky:
En principio, lo que propongo no se relaciona con la edificación de un PT, PO, o nada similar, y no tiene una revolución como prrerequisito. Si ese fuera el caso, estaría de acuerdo con Martín en toda la línea.
Ahí mismo, en el Programa de Voluntariado, tenemos las primeras herramientas para construir. Las «brigadas» podrían ser similares a las que viene preconizando Fucks, de Cascos Blancos. Desde luego, fortalecer la sociedad civil es el objetivo, pero no me imagino otro fortalecimiento que el resultante de un nuevo armado territorial, como el que supo tener la JP hace treinta años.
Si para darles de comer a los que tienen hambre, necesitamos una revolución, te soy sincero, prefiero el proyecto de Martín. De hecho, ya se implementa en provincias bajo el mando de policías provinciales, con chicos de siete u ocho años.
«Por lo demás hoy día si nuestro nene le prende fuego a la maestra en la escuela y quieren expulsarlo por ello nosotros los padres nos presentamos indignados a boxear con la directora y todo el cuerpo docente por perseguirlo.»
Tal cual. Ulschmidt acá da en la tecla. El pedido del servicio militar usualmente tiene dos componentes fundamentales que me parecen patéticas. La primera es la nostalgia de un pasado que fué mejor (mentira, lo sabemos, me extraña que venga de un sub-60). La segunda, la delegación de responsabilidades. Los que mas piden el servicio militar son los padres inútiles que no pueden ponerle límites a sus propios hijos, y si no es el servicio militar que sea el docente (que además de saber numeros cuánticos también tiene que saber educarme a mi pendejo).
Los padres también mandan mensajitos de texto -y muchos hicieron la colimba-. Si la escuela o la universidad no logran igualar, habrá que buscar que logra igualar. Pero en este marco, ¿por que directamente no igualar con 1 año de carcel obligatorio? ¿que puede igualar mas que eso? ¿quien va a proteger a los hijos de Tinelli en Devoto? Eso no es una solución, no se trata de anti militarismo ni nada por el estilo, el servicio militar ya existió y no igualó un carajo, no sirve, ¿por que insistir con lo que no sirve? ¿que hace mejor al tipo de 60 años gritandole «atorranta» a la presidenta? ¿que mierda aprendió? ¿que aprendió ese tipo de «igualdad» cuándo sigue pensando en términos de «negro de mierda»?. Me parece que para evaluar la eficiencia de un proceso hay que ver que tal el producto. ¿Es mejor ese producto? ¿en que?
Yo suscribo a los que dicen que hay que dejarse de joder con los jóvenes, y sumo: hay que dejar de decir o creer que antes todo era mejor. Los tiempos son otros, mi abuela sabía dividir con decimales y nunca se olvidaba las preposiciones pero no tenía ni puta idea de lo que es un límite o una función trigonométrica, tampoco sabía guardar o copiar archivos, por mas que haya tenido que hacer caligrafía. No entiendo que la hace mejor. Meter el tema de los mensajes de texto es bastante pobre. Si yo me sumara a eso sería un hipócrita. No hice la colimba y estoy debatiendo el tema en un blog. ¿Da como para decir «ah, esta juventud perdida que boludea en facebook»?…
Salutes.
Martín: me llega tu comentario a mi mail. Calculá que estamos a casi dos años del post, lo que me excusa de nada, sí de que la discusión tuvo un contexto irrepetible. No en los términos planteados, pero hay algo del fondo que bien se podría mantener en discusión. Ni todo pasado fue mejor, ni todo pasado fue peor. Pero… ¡no soy un sub-60 guacho! A mis 31 años me cabe la del cinismo: la de quien «zafó» de una experiencia nacional y ahora quiere colgar a los pibes. No. Es un debate sobre el Estado, y sobre el Estado democrático. Ya lo debatiremos alguna vez, me parece que mezclaste cosas, y un poco es mi culpa: el tono provocador precipita a ello. Te mando un abrazo.
Ups.
Llegué de rebote por un posteo de Ezequiel, no miré la fecha.
No hay drama, es que tengo una postura bastante kamikaze sobre el tema de la colimba, la idea de reflotarla me parece una pésima idea. Pero posiblemente mi respuesta fue mas emocional que razonada.
Un abrazo para vos también.
Ah, ¡lo de sub-60 era por los años, no por la fecha de nacimiento!
Salutes.
guacho
chee q es estooo??? naa q vee cn lo q busco!! buee yaa fueee…
ATILA CLASES 61/62/63
HOY ES 08 DE NOVIEMBRE DEL AÑO 2013.PARA QUE LEAN , ANALICEN E INTERPRETEN LA REALIDAD DE ESTOS DOCUMENTOS INTERNACIONALES QUE NO REDACTAMOS NOSOTROS EN EL AÑO 1982 .
LEANNNNN DEJENNN EL EGOISMO DE LADO , “ TODOS LOS QUE ESTUVIMOS BAJO BANDERA” LES GUSTE O LE DISGUSTE FUIMOS , SOMOS Y SEREMOS EX COMBATIENTES DE «MALVINAS».
Convenios de Ginebra de 1949
Sección II – Estatuto de combatiente y de prisionero de guerra
Artículo 43 – Fuerzas armadas
1. Las fuerzas armadas de una Parte en conflicto se componen de todas las fuerzas, grupos y unidades armados y organizados, colocados bajo un mando responsable de la conducta de sus subordinados ante esa Parte, aun cuando ésta esté representada por un gobierno o por una autoridad no reconocidos por una Parte adversa. Tales fuerzas armadas deberán estar sometidas a un régimen de disciplina interna que haga cumplir, inter alia, las normas de derecho internacional aplicables en los conflictos armados.
2. Los miembros de las fuerzas armadas de una Parte en conflicto (salvo aquellos que formen parte del personal sanitario y religioso a que se refiere el artículo 33 del III Convenio) SON COMBATIENTES, es decir, tienen derecho a participar directamente en las hostilidades.
3. Siempre que una Parte en conflicto incorpore a sus fuerzas armadas un organismo paramilitar o un servicio armado encargado de velar por el orden público, deberá notificarlo a las otras Partes en conflicto.
http://www.soldadosconvocadosclase61.es.tl