Estos días se han publicado varias notas interesantes sobre el último congreso de la Constituyente Social de la CTA en la ciudad de Neuquén. Además, acá organizan una charla interesante sobre el tema, donde hablan amigos de este blog.
Vengo dando vueltas un par de ideas sobre el tema, y voy a tratar de dejarlas por sentado.
Me interesa hacer un abordaje analítico acerca de las estrategias políticas posibles en el mediano plazo para la «nueva centroizquierda», o más específicamente, para la CTA.
Comienzo con algunos supuestos. Los saco de mi lectura de declaraciones de líderes de la CTA a varios medios.
El primer supuesto es que el objetivo último de la CTA, es en este momento, una Constituyente Social. No pude encontrar una definición taxativa de qué es una Constituyente Social (si alguien la tiene, se agradece), pero deduzco (segundo supuesto) que se trataría de un proceso de reforma constitucional refundacional en el cual los congresales no serían electos según la pertenencia a partidos políticos sino que provendrían de organizaciones cercanas a los nuevos movimientos sociales, tales y como estos han estado representados en la asamblea de la CTA: sindicatos, iglesias, organizaciones de mujeres, movimientos indígenas, y más. O sea, por lo que entiendo, el objetivo sería una nueva constitución, que avance hacia mecanismos de democracia directa. (Como dijo De Gennaro en Neuquén: “basta de pensar en que el pueblo sólo gobierna y delibera a través de sus representantes, ya estamos maduros para deliberar y gobernarnos nosotros mismos.”)
Supongamos que uno está de acuerdo con el diagnóstico de que es necesario que la República Argentina se dé una nueva constitución. Me interesa discutir las estrategias políticas posibles para lograr el resultado deseado. A mi modo de ver, una vez que uno ha descartado la vía incremental o reformista (la elegida por Lula y el PT en Brasil, por caso) en términos puramente analíticos los medios disponibles para llegar a una asamblea constituyente funcional son cuatro:
1. La vía electoral. En esta vía, se busca ganar las elecciones presidenciales y obtener electoralmente mayorías en el congreso, para así enviar un proyecto de reforma constitucional que esté apalancado en el poder institucional y simbólico que da tener la presidencia de la nación. Esta es es la vía que utilizaron Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa (también, en otro sentido ideológico, Carlos Menem.) Elegir esta estrategia significaría para la CTA concentrarse en construir una alternativa electoral viable bajo las reglas de juego actuales para el 2011 y 2015, incluyendo el llamado a una constituyente en la plataforma electoral de esa opción.
2. La vía insurreccional. O sea, una insurrección revolucionaria popular que derrumbe de un plumazo las estructuras políticas existentes, por vía pacífica y sin el concurso de violencia política (o sea, sin organizaciones armadas). No abundan en América Latina ejemplos de proceso re-fundacionales insurreccionarios, salvo claro Cuba en 1959 y la Revolución Mexicana. Las insurrecciones exitosas, sin embargo, sólo suelen ocurrir cuando existe a) una organización preparada y b) una situación de crisis social, económica y política que hace coincidir la voluntad de la organización con la de las mayorías.
Agrego las opciones analíticas 3 o 4 aunque obviamente no se aplican al caso en cuestión.
3. La vía revolucionaria armada. Es decir, un proceso en el cual una vanguardia armada toma el poder, sin que haya existido necesariamente una insurrección popular prolongada. Estos procesos sólo suelen darse una vez que existe una crisis catastrófica que incluye el derrumbe del régimen anterior por su propio peso. Incluiría aquí la Revolución Sandinista.
4. Un golpe de estado con apoyo militar. A fines sólo analíticos hay que incluir aquí la vía del golpe de estado como mecanismo potencialmente eficaz de refundar constitucionalmente una nación. En América Latina los golpes de estado con apoyo de las fuerzas armadas han sido históricamente empleados por fuerzas de derecha, pero, sin embargo, podría incluirse en esta categoría al golpe de Velasco Alvarado en Perú a fines de los sesenta y el (abortado) golpe de estado de Hugo Chávez.
Aquí aparecen dos preguntas: cuál estrategia debería utilizar la CTA, y cuál es la que efectivamente privilegia.
Ambas estrategias tienen puntos fuertes y puntos débiles. Y existe una dificultad analítica: las estrategias 1 y 2 son hasta cierto punto incompatibles, y se erosionan entre sí.
Es decir, movilizar a una organización compleja en una dirección u otra supone tareas disímiles. En un caso, habrá que crear liderazgos claros, negociar candidaturas y apostar a la organización con fines electorales; mientras que la otra supone trabajar en direcciones radicalmente opuestas. Es difícil persuadir a los votantes de movilizarse electoralmente si al mismo tiempo el discurso apunta a deslegitimar el sistema electoral vigente. De hecho, por ejemplo, el discurso de Evo Morales a lo largo de su ascenso electoral se mostró cuidadoso de no atacar la institución electoral per se, ya que de ésta provendría su propa legitimidad electoral.
A priori, la vía electoral ha resultado a los presidentes de Bolivia, Ecuador y Venezuela adecuada para imponer nuevas constituciones, (inclusive, en Brasil y aún en Chile partidos de centroizquierda han logrado cambios importantes en la institucionalidad vigente sin una reforma constitucional refundacional.) De hecho, más bien resulta llamativa la ausencia de experiencias exitosas de refundación constitucional por vía insurreccional en América Latina de 1983 a esta parte. (O sea: no puede afirmarse que la dicotomía sea insurrección vs. completo continuismo hoy en Latinoamérica.)
No queda claro, creo, si la CTA privilegia una o la otra. La CTA a veces parece estar apostando a ambas estrategias al mismo tiempo. (Esto se ve en la misma nota de Página12, en donde al mismo tiempo se plantea una estrategia electoral para el 2011 y una crítica a la democracia electoral que haría posible esta victoria.)
Es claro que un grado de ambigüedad sobre estas elecciones estratégicas es comprensible y hasta esperable: una organización política no puede atarse a priori a sólo una estrategia.
Sin embargo, hay un dato estructural que diferencia a la CTA del PT brasilero, el bolivarianismo el MAS venezolano o el MAS boliviano, y es la ausencia de un liderazgo personal unívoco. En la CTA el liderazgo tiene dos características particulares: es múltiple y, hasta cierto punto, reticente. Mientras que en Bolivia, Venezuela o inclusive Brasil existía sólo una figura carismática, en la CTA conviven varias: De Gennaro, Claudio Lozano, Pino Solanas y Hugo Yasky (uno podría inclusive contar a Martín Sabbatella., que no está afiliado.) Y mientras que Lula o Evo se presentaron a varias elecciones presidenciales antes de ganar, el fundador de la CTA Víctor De Gennaro ha sido especialmente reacio a ocupar un lugar de tal centralidad.
De optar por la vía electoral, la CTA deberá desplegar mecanismos claros de resolución de las jerarquías electorales internas, sobre todo, alrededor de la figura del próximo candidato presidencial. Es probable que la ambigüedad discursiva sobre la alternativa insurrección vs. elección sea también una manera de posponer esta instancia.
Siempre creí que lo de Constituyente Social era un término vaporoso que buscaba poner un nombre a una instancia en donde poder discutir desde sectores diferentes, al mejor estilo CTA, las deudas sociales de la Argentina y las posibles soluciones. Armar una agenda social para seguir con exitos como el del ingreso universal.
Si en realidad es como señalas y se trata de reemplazar la democracia representativa clasica por el sueño de democracia directa para «ciudadanos que ya son adultos», es un delirio místico que dejaría a Carrió como una agnóstica reflexiva.
Las asambleas que tanto entusiasmaron a Zamora se disolvieron junto a él como un alka-seltzer en el vaso de agua de la realidad.
Rinconete: es perfectamente posible que así sea, y, por supuesto, esto invalidaría mi análisis.
Hasta cierto punto, porque las alternativas que yo presento (más la vía incremental, ya sea vía ganando elecciones o vía forzando a que otro adopte tu agenda) creo que son las que están al alcance de cualquier fuerza de centroizquierda en este momento.
Me parece un poco fuerte decir que De Gennaro, Claudio Lozano, Pino Solanas (tampoco lo incluiria en la CTA) y Hugo Yasky son figuras carismaticas. Antes mencionas a Evo, Lula o Chavez, la verdad ninguno de los mencionados tiene ni el 3% del carisma , arrastre o popularidad que ellos tienen e incluso tenian en los anios previos a asumir.
Pino es el único, Yasky tiene menos carisma que Picheto
Sin duda la primera alternativa está al alcance de la CTA. Aunque antes, como señalás, debería contar con un mecanismo aceitado de definición de candidaturas con el objetivo de generar un liderazgo claro, tarea que pareciera ir en contra de su propia naturaleza.
Me gustó el análisis. Ahora, en cualquiera de las opciones planteadas no hay cabida para la «antipolìtica», posición que se impulsa desde no pocos dirigentes medios de CTA, por comodidad política o evaluación costo-beneficio de corto alcance. ¿Cómo vuelven de la antipolítica? No tengo la menor idea y creo que DeGenaro tampoco. Aunque en su caso no parece verlo como un problema.
La confusión de sus principales dirigentes es fenomenal: ayer nomás Lozano y DeGenaro se hacían pis por la nueva burguesía emergente del conflicto patronal agrario mientras Solanas nos enseñaba compromiso militante nacional y popular desde el programa de Grondona.
Con éste cuadro de situación es difícil imaginar que este conglomerado de voluntades busque trascender la comodidad testimonial. De ahí que a no asombrarse si después de la «constituyente social» viene «paz mundial» eh?
Me gustó el análisis, MEC. Te pregunto: ¿es volver a Holloway ocho años después del boom Zamora o creés que hay cuadros y organización sustentables?
No estoy segura de que Holloway este en el pasado, lamentablemente.
Tema complejo.Por ahora valoro el intento de generar un movimiento politico diferente frente al bipartidismo reinante que requerira muchos acuerdos entre los dirigentes mencionados en los comentarios anteriores y cuya gestacion en definitiva dependera de la evolucion sociopolitica de nuestro pueblo.
Muy bueno tu análisis, María! La verdad es que hace días que quiero escribir sobre este tema y bueno, por suerte alguien lo hizo mucho mejor que yo, jaja. Me parece importante las cuatro variables que presentás y ver cómo se visualiza, en el emergente de las dos primeras, una notoria contradicción. Por supuesto que es muy «progresista y piola» cantar que «no queremos mas traición/queremos un movimiento para la liberación», pero como plantea Juan de una manera quirúrgica, dicha liberación ¿va a venir de la burguesía sojera? ¿de la mano que Magneto le da a Solanas para la CABA 2011? ¿o de las rimbombantes enumeración de principios por parte de DeGennaro y Lozano en el espacio de los «progresistas» Zloto y TNbaum?
Hoy día, en el reino de la «videopolítica», donde los grupos de poder intentan retomar el «que se vayan todos»; donde se intenta denostar la política como generadora de cambios; en ese contexto, la idea del discurso «proyectosurista» garpa a pleno, como dicen los pibes. Es decir, un discurso que le llega a los jóvenes de clase media con «conciencia social», a partir de la ecología, la pobreza, la libertad sindical. Clásicos tópicos de la mirada blanca y eurocentrista, que, bajo este relato políticamente correcto (o incorrecto, según desde donde se lo mire) subyacen los mismos rasgos discriminatorios de siempre hacia todo lo que sea popular.
Saludos
Primera cuestión: para decirlo brutalmente, la fórmula «constituyente social» es una manera que encontró un sector, probablemente el mayoritario, de la dirigencia de la CTA, para cumplir el viejo sueño degenarista-lozanista de convertir a esa central sindical en un partido político que no se llame «partido político». Como quieren diferenciarse de «la vieja política» y cuestionan «la representación política» y todo lo demás, apelan entonces a estos mecanismos, pero la cuestión es conformar un instrumento para presentarse a elecciones con candidatos, programas, y todo lo demás, y por lo tanto competir electoralmente y conquistar cargos: eso es un partido político, pónganle el nombre que quieran.
Segunda: Solanas no forma parte, que yo sepa de la CTA, ni Sabatella. Otra cosa es que compartan el espacio progre de centroizquierda no kirchnerista, pero mejor no confundir. En cambio Milagro Sala sí está en la CTA. Y Mary Sánchez, y Carlos Girotti, de Carta Abierta. Y Depetris. Y, ya que estamos, si no estoy mal enterado, también el amigo Buzzi, por el lado opuesto, bien opuesto. Creo que si el degenarismo avanza en su tentativa de concretar finalmente su proyecto de remedar en la Argentina lo que es el PT brasileño (hay que leer lo que escribió Lamborghini sobre la parodia y el ridículo), no lo va a lograr sin rupturas o forzamientos muy grandes hacia adentro de la organización gremial. No sólo con Yasky.
Balvanera: muy de acuerdo. Esta ambigüedad que marco también «sirve» para difuminar y retrasar los conflictos internos en torno al eje kirchnerismo-antikirchnerismo.
Ahora: en estos últimos días el fiel de la balanza parece haberse volcado al antikirchnerismo, me parece a mí.
Balvanera: Buzzi no forma ni formó parte de la CTA.
(Para imprimir y repartirle a los camaradas Troskytas). Complicado entenderlos a estos muchachos de la CTA. Pero hay que hacer el esfuerzo. En ellos tb está una de las claves para pensarnos 2011 on…
Yo estoy como el buen salvaje tratando de entender la TUPAC, q tiene una identidad muy fuerte pero es parte de la CTA. A entender y articular así unificamos caminos. Será posible cumpas????
MEC:
Ya sé que le tenes mas alergia al marxismo que a Menem, pero de ahí a empezar el post con una serie de caracterizaciones erróneas no me parece lo correcto para analizar algo. Me refiero específicamente a lo que denominás «medios disponibes para lograr una constituyente social», a como los caracterizas y los ejemplos que das.
Cito:
2. La vía insurreccional. O sea, una insurrección revolucionaria popular que derrumbe de un plumazo las estructuras políticas existentes, por vía pacífica y sin el concurso de violencia política (o sea, sin organizaciones armadas). No abundan en América Latina ejemplos de proceso re-fundacionales insurreccionarios, salvo claro Cuba en 1959 y la Revolución Mexicana.
¿Ehhhh? Caracterizás a la via insurreccional «sin el concurso de violencia política» y «de un plumazo» y seguidamente decis que uno de los casos de procesos re-fundacionales exitosos fue…¡El de Cuba 1959! O sea, el Ejército Rebelde tiraba con cebita y chaski-boom, directamente parece que no existió o al otro dia de desembarcar en Alegría del Prio ya estaba en La Habana; Y mas allá de eso (que ya de por si anula tu planteo) la experiencia cubana fue la del foco guerrillero; la insurrección en La Habana fue muy al final de la lucha armada, cuando el Ejército Rebelde ya le había quebrado el espinazo a los Batista’s boys.
«3. La vía revolucionaria armada. Es decir, un proceso en el cual una vanguardia armada toma el poder, sin que haya existido necesariamente una insurrección popular prolongada. Estos procesos sólo suelen darse una vez que existe una crisis catastrófica que incluye el derrumbe del régimen anterior por su propio peso. Incluiría aquí la Revolución Sandinista.
Repito, ya se que para vos el marxismo es cosa de infantes y evidentemente por ese motivo no te ha interesado leer mucho acerca de los procesos revolucionarios, pero no podes mandar fruta así. El FSLN, cuándo quiso tomar la vía cubana del foquismo (o sea, la vanguardia) y centrarse exclusivamente en la lucha guerrillera, casi fue aniquilado a principios del ’70. Recién cuando se dedicaron al trabajo de sentar bases politicas entre los estudiantes y campesinos y combinaron la lucha armada en la montaña junto a tácticas insurreccionales en las ciudades (a partir de 1974) pudieron vencer. Y fue larga la insurreccion, prácticamente desde fines del ’76 hasta el triunfo revolucionario: Matagalpa, León, Estelí, Managua, el repliegue táctico hacia Masaya… uno pocos ejemplos donde se produjeron. Y el FSNL no era una sola cosa compacta, estaba dividido en 3: Los que estaban por la Guerra Popular Prolongada (Henry Ruiz, «Modesto», uno de sus principales referentes; Omar Cabezas, quizás el mas conocido, el que escribió «La montaña es algo mas que una inmensa estepa verde»), los Proletarios (muy minoritarios, obreristas) y la Tendencia Insurreccional, cuyos referentes eran los hermanos Humberto y Daniel Ortega, que a la postre contribuyeron decididamente al triunfo con sus tesis y quedaron como referentes mayoritarios (bue, despues lo de los Ortega es la historia de la derrota de los ideales de la revolución, pero esa es otra historia). Evidentemente, Somoza (QEPD) no «cayó por su propio peso».
La vía insurreccional «sin violencia política» es cosa del PO y el MST, que según ellos debería desembocar en la Asamblea Constituyente Soberana; del resto del post no comento, porque suelo seguir eso que si hay falla en los datos con los que se parte, hay fallas en lo que se diagnostique despues.
Saludos.
PD: Dentro de la categoría 4. «Golpe de estado con apoyo militar» te olvidaste del más importante y el más duradero: El de Omar Torrijos y la Guardia Nacional en Panamá.
Ok, puede polemizarse y por ahí hay que intercambiar Cuba por Nicaragua.
Es cierto que me olvidé a Torrijos, ahora bien, no creo que su régimen haya sido tan duradero.
Y no soy alérgica al marxismo, solo a sus vanguardias iuminadas.
Muy interesantes los análisis. Creo que hay que profundizar en la via de ver no tanto que «se desvía» en esta experiencia, ni tampoco en lo que no nos gusta de ella , etc – aunque a mi no me gusta- sino ver que se canaliza «positivamente» en ella . O sea.. qué funciona ahi…En este blog se ha dicho varias veces de diferentes maneras, y creo que, desgraciadamente o no, es así: Lo que funciona hoy dentro de la CTA y lo que «canaliza»· la constituyente social, es el deseo, las ganas, la identidad que hoy pueden bancarse muchos compañeros muy valiosos en etapas recientes: son las ganas y la identidad de NO TENER RESPONSABILIDADES, de denunciar, de tener utopias etc.. pero al mismo tiempo, las ganas, el deseo de no asumir lo real… (por eso es que ellos halan tanto tanto de «la realidad»: para no encontrarse con lo real… )
Siempre hubo, siempre hay, siempre habra un importante numero de estos compañeros. Qué le vamos a hacer. El tema – real tambien para nosotros- es que no nos distraigan mucho, y que no convoquen al enano-irresposable-utopico que, al fin y al cabo, todos tenemos dentro.
entre la constituyente social de la CTA y el kirchnerismo critico de carta abierta,la verdad que no se cual me parece mas caido del catre.
a la CTA y a la centroizquierda le quedan dos alternativas,o siguen con su perenne discusion sobre el sexo de los angeles,o mansitos van a parar a los brazos del peronismo kirchnerista.
despues de los apoyos que le dieron a los K,ley de radiodifusion,superpoderes etc estos le pagaron con una reforma politica q los deja basicamente sin chances electorales ciertas (nestor cree que tienen mas posibilidades con un electorado polarizado).
con repecto al «carisma» de los chicos de la CTA,a menos que consigan clonar al che guevara,no creo que tengan mucho para ofrecer.
Un problema adicional y que hace todavia mas compleja la ensalada CTA en relacion a su deseo perpetuo de constituirse en partido es que muchos de sus dirigentes ya militan en uno.
Tenemos que Lozano y Micheli integran Propuesta Sur; De Petris y otros el FPV; Yasky entiendo que es afiliado al partido EDE (Sabatella); hay cuadros y organizaciones que responden a grupos (simplificando) de izquierda como Libres del Sur, el socialismo (Basteiro), el PC………. De Gennaro, bueno, hace un par de lustros que amenaza con un PT.
Y una pregunta: D’elia no es mencionado. El FTV rompio con cta?
Entiendo que la Constituyente Social no es un intento de reformar la Constitución Nacional. Constituyente no necesariamente implica la reforma de la Carta Magna. Se trata de llevar adelante una suerte de agenda, definida en el primer encuentro en Jujuy, que tenga como objetivo ciertos puntos prioritarios y las maneras de llevarlo a cabo. Por supuesto que los intentos de democracia más participativa no tienen que ver con la renuncia al instrumento electoral, pero sería un reduccionismo suponer que la meta es sólo eleccionaria. Agrupar a diversas organizaciones populares alrededor del país con una agenda propia, a través de nuevas herramientas de lucha política que tengan también una contiunidad con las viejas.
La CTA es el motor, el esqueleto síndico-institucional, pero la conforman muchos espacios, algunos de los cuales participan en partidos políticos y otros no. Se dirá y con razón que esto genera contradicciones hacia el interior de la Constituyente, porque al igual que hacia el interior de la Central, convergen expresiones que hoy están integrando activamente el espacio kirchnerista. Pero nuevamente es un reduccionismo cortoplacista pensar a la Constituyente como un espacio pro o anti K, porque Los Medios para llevar a cabo estas Prioridades son amplios, y el electoral es sólo uno, necesario pero no único.
Creo que no tiene además contradicciones con propuestas de referentes más cercanos al kirchernismo. De hecho, se lo menciona a Sabatella quien no ahora, sino desde hace varios años tiene como slógan decir que hay que separar izquierda y derecha, progresismo y conservadurismo, que el fracaso del bipartidismo consiste en que esas dos estructuras cobijan corrientes contrapuestas, con agendas políticas claramente diferentes.
Despues, si esto a mediano plazo se constituye como una verdadera unidad político-social-electoral-sindical será cuestión de los pasos que se den de aquí en adelante.
A pesar de que no me parece acertado como arrancás el post, por esto que digo que el fin no consiste en reformar la constitución, creo que es un análisis muy interesante. Pero lo que sí no comparto es aquello de los liderazgos fuertes, porque no se trata tampoco de repetir fórmulas del PT, del frente amplio, del mas, del psuv, tenemos nosotros que forjar nuestro destino con nuestras propias herramientas. Creo que tanto Pino, como Lozano, como Sabatella, como Yasqui, De Genero, etc pueden y deberían convivir sin pujas de personalismos, para llegar a conformar, ocupando territorialmente el lugar que les quepa, una alternativa de izquierda nacional y popular.
Saludos
Hay algo que no entiendo? Cuanto saca la CTA si se presenta a elecciones hoy mismo? estamos hablando de una fuerza politica representativa y competitiva electoralmente???
Creo que la confusión la genera la palabra Constituyente, demasidado pretenciosa quizás. Lo que analiza la CTA por estos días es cómo generar una herramienta partidaria que dispute el poder vía elecciones. Lo de la insurrección es meramente ilustrativo.
Seguro que el papel glasé discursivo de De Gennaro desliza cada tanto la palabra revolución, pero el sano juicio la descarta. En realidad la Central planea y pregona un nueva forma de hacer política, con una militancia real, formada políticamente, con fuerte hincapié en barrios, agrupaciones, murgas, clubes, etc. La Central junta gremios, intelectualoides, comunidades indígenas y dirigentes de vieja calaña y dudosa reputación.
Sin embargo, está intentando convertirse en una opción electoral viable, y la gran discusión es cómo se elige un candidato. De eso se habló en Neuquén, donde el UNE (brazo político de ATE en la provincia, y de gran proyección), es un ejemplo de cómo se construye una herramienta partidaria, resignando algunas mañanas, pero no los basamentos estructurales de la militancia que pregona la central.
Tantas cosas podemos decir de la CTA (no creo que sus dirigentes sigan a Holloway), pero corresponde destacar la pluralidad de fuerzas que la integran y la fuerza que han ganado desde los gremios del estado.
Falta mucho todavía, pero de la Central va a salir una herramienta política. Lo que no creo es que eso sea viable sin abrazar al sector progre del PJ.
¿Qué capacidad tiene esta fuerza de crear sentido político, de dar la pelea en ese terreno? ¿No está pensando los medios (las vías, en el post) como problema único que resolvería todo el problema político en sentido fuerte? ¿No cumple esta ilusión la misma autosatisfacción que creaba la teoría del foco en los ’70?
Salvo que lo de la Constituyente Social sea un mito político soreliano. Ahí sí estarían poniendo los caballos adelante del carro. Si no…
Y quizás sólo estén pensando en disputar el sentido de lo político sin incidir electoralmente aún.
No?
Contador Geiger
Son Cristianuchis, en lenguaje setentista, no sorelianos.
Constituyente de Constituir, en su sentido literal.
http://www.wordreference.com/definicion/constituir
En ultima instancia, el Socialismo es la búsqueda del grial, por la mesa arturiana de los sin tacha.
Eso si, no es la Acción Católica tradicional; sino la JOC, Juventudes Obreras Cristianas.
Barrionuevo, que fue del palo cuando era muy joven, la capto al vuelo.
Si le sumas a eso, que “comparten” la relación con la FAA y la Iglesia, era cantado que comenzara a tirarle piropos al Tano y la CTA.
Del “otro” lado, sindical, están los que queman iglesias. ;-P
Hago saber por este medio, que Artepolítica no publica mis posts desde hace 72 horas y me ha borrado de la lista de autores de Comunidad. No sé a qué atribuirlo. Saludos.
Mono, repito acá lo que ya te contesté por email. Tus posts están en moderación porque varias de tus últimas participaciones no cumplían con las políticas del blog. El tiempo que lleva la moderación es variable y depende del tiempo del que disponemos para
dedicarle al sitio. Sobre el listado de autores en la comunidad, te lo expliqué en mails anteriores, pero lo vuelvo a aclarar: el sistema lista sólo los autores que están habilitados a publicar sin
moderación. Esta es la razón por la cual tu nombre salió de esa lista. No es la solución óptima, pero hasta tanto no encontremos una mejor, es lo que hay.
Partiendo de lo que dice Gabriel da la impresion de que los que tienen las neuronas activas son»caidos del catre».El problema de la relacion entre centroizquierda y kirchnerismo lleva ya bastante tiempo.Es un problema de poder y de predominio de tendencias.La utilidad del crecimiento de la primera consiste en»limpiar»al segundo de sus telarañas verticalistas y autoritarias,lo que implica tambien superar la preferencia por los lideres»carismaticos»que no suelen ser los mas democraticos.
Hoy escribí un comentario a la tarde, pero no se publicó, no se porquue razón. Vuelvo a escribirlo, pido disculpas si esta repetido, pero yo no lo veo….
Entiendo que la Constituyente Social no es un intento de reformar la Constitución Nacional. Constituyente no necesariamente implica la reforma de la Carta Magna. Se trata de llevar adelante una suerte de agenda, definida en el primer encuentro en Jujuy, que tenga como objetivo ciertos puntos prioritarios y las maneras de llevarlo a cabo. Por supuesto que los intentos de democracia más participativa no tienen que ver con la renuncia al instrumento electoral, pero sería un reduccionismo suponer que la meta es sólo eleccionaria. Agrupar a diversas organizaciones populares alrededor del país con una agenda propia, a través de nuevas herramientas de lucha política que tengan también una contiunidad con las viejas.
La CTA es el motor, el esqueleto síndico-institucional, pero la conforman muchos espacios, algunos de los cuales participan en partidos políticos y otros no. Se dirá y con razón que esto genera contradicciones hacia el interior de la Constituyente, porque al igual que hacia el interior de la Central, convergen expresiones que hoy están integrando activamente el espacio kirchnerista. Pero nuevamente es un reduccionismo cortoplacista pensar a la Constituyente como un espacio pro o anti K, porque Los Medios para llevar a cabo estas Prioridades son amplios, y el electoral es sólo uno, necesario pero no único.
Creo que no tiene además contradicciones con propuestas de referentes más cercanos al kirchernismo. De hecho, se lo menciona a Sabatella quien no ahora, sino desde hace varios años tiene como slógan decir que hay que separar izquierda y derecha, progresismo y conservadurismo, que el fracaso del bipartidismo consiste en que esas dos estructuras cobijan corrientes contrapuestas, con agendas políticas claramente diferentes.
Despues, si esto a mediano plazo se constituye como una verdadera unidad político-social-electoral-sindical será cuestión de los pasos que se den de aquí en adelante.
A pesar de que no me parece acertado como arrancás el post, por esto que digo que el fin no consiste en reformar la constitución, creo que es un análisis muy interesante. Pero lo que sí no comparto es aquello de los liderazgos fuertes, porque no se trata tampoco de repetir fórmulas del PT, del frente amplio, del mas, del psuv, tenemos nosotros que forjar nuestro destino con nuestras propias herramientas. Creo que tanto Pino, como Lozano, como Sabatella, como Yasqui, De Genero, etc pueden y deberían convivir sin pujas de personalismos, para llegar a conformar, ocupando territorialmente el lugar que les quepa, una alternativa de izquierda nacional y popular.
Saludos
Marcos H: puede ser, claro, que no quieran refundar la constitución. Como dije, no encontré en ningún lado una definición de qué quiere decir el término. Pero si es así, ¿para qué le ponen «constituyente»?
Tiene razón JPV cuando pone el foco en la cuestión de los liderazgos, y no sólo, también las estructuras sustentables. Y no es por nada. El libro «La nueva izquierda», de José Natanson (probablemente la obra que mejor explica el proceso de renovación política que atraviesa sudamérica), explica que cualquier cambio logrado por los presidentes se hizo a base de un camino lento y trabajoso, que no se condicen con una constituyente social ni con niguna de las alternativas enunciadas por el post, a excepción, claro, de la 1.
Y, por otro lado, pensemos que nuestra Constitución no tiene nada de neoliberal ni mucho menos. La cuestión acá es que una ley, un librito con enunciados jurídicos, per se, no genera nada. Lo que sirve a los efectos de obtener cambios, mejoras, avances, es la acción política constante e inteligente. Y así se tuerce el rumbo de lo jurídico/constitucional en favor de ello. Habrá que reconocer que la derecha en su momento realizó una labor mucho más inteligente con lo que pudo hacerse de sus objetivos al amparo de una legislación que, vista de arriba y friamente analizada, no los favorecía. E imitarlos, pero a contrario sensu ideológico.
¿De que sirve querer imponer una suerte de refundación mediante una constituyente social? ¿Para que? Yo conozco a muchos dirigentes de CTA, y con todo el dolor del mundo porque los quiero mucho, tengo que decir que no hay cohesión alguna que albergue expectativas de construcción política confiable. Hay desde kirchneristas acérrimos (D`Elía, Depetri), pasando por «moderados» (Yasky, ¿Lozano?), hasta férreos opositores (De Gennaro, Basteiro). Y ese mismo ir y venir, está presente en casi cualquier tema que uno se quiera proponer debatir. Lejos de ser un coplectivo homogéneo, lo que reina es un variopinto escenario de posturas encontradas. Eso es mortal para cualquier proyecto serio que no se proponga atacar sino torcer en su favor las variables existentes, imaginemosnos como lo será para quienes se proponen casi reformar o refundar la república. Y yo no creo que sean ninguna zurda loca, ni nada que se le parezca, pero sí que primero debiesen transitar el camino de la cohesión interna, antes que querer ofrecer el salto a muchos de quienes ni siquiera saben que la CTA no se trata de un grupo de comunistas desvariados.
¿La Constituyente Social sería una continuidad política del Foro Social de Porto Alegre entonces?
Y no sé. Dependerá de ellos que vayan por el camino de gestionar en favor de sus representados, pero con política concreta; o los embanderen en luchas en la que, quizá, ni ellos mismos creen. Y a veces me pasa de creer que lanzan consignas de cumplimiento imposible porque no tienen las ganas de verdad de tomar los fierros calientes y están cómodos en el papel de petarderos que nada les viene bien. Lula, por suerte, tuvo éxito, pero metiéndose en la política, no en la mera discusión de bar de facultad.
La heterogeneidad no es una desventaja a priori para ningún proyecto político, sino miren el Frente Amplio uruguayo donde conviven guerrilleros con social demócratas y dirigentes que vienen de los partidos tradicionales. Con esas diferencias y con mucha democracia interna van rumbo a ganar el segundo gobierno con el 54% de los votos.
Claro que es heterogéneo. Pero, ejemplo, plan Ceibal: Mujica dijo que si gana no se toca. Política de estado y no de gobierno, pero concreta, llega, a los pibes, y por parte de un gobierno de izquierda que hace, justamente, política.
Aporto para el debate una intervención de Mario Burgos de Setiembre pasado (en un foro del MVP) sobre el tema:
Ensayo un abordaje e involucro a los posibles aliados, las posibles expresiones políticas de sectores de clase a recuperar para no perder el tren, ni ahora ni en el 2011.
¿Qué tienen en común el pensamiento de Pino y el del Tano, esto es el pinismo y la CTA actual, más allá de la buena intención de Yaski y la CTERA ?
En el orden del pensamiento, que a eso me refiero no a su calidad militante, sus intenciones, etc., ellos abrevan en un pensamiento mágico. Creen, sin siquiera saberlo, en la posibilidad de materialización espontánea de la idea, sea por pura lógica, por mero despliegue de la razón, sea por la simple vía de la voluntad. No es que no trabajen, que no se esfuercen, es que coinciden en que los cambios que se proponen son lógicos, necesarios, harían a una mejor calidad de vida y humanidad, por lo tanto esos cambios deben sí o sí prosperar.
Más allá de todo contratiempo, de toda circunstancia negativa, tarde o temprano se impondrán.
Uno abreva en el socialcristianismo, lo que incorpora un condimento de destino manifiesto, de solución divina. El otro lo suple también con Dios de su lado: Él mismo es dios.
Ojo, hablo de un socialcrisitanismo que vuelve a lo preconciliar. Si Camilo Torres asume la lucha armada en los ´60 es porque se propone no esperar que el destino se concrete solo y trata de incorporar a la ecuación un elemento de poder, la fuerza militar del pueblo, en aquellos ´´60, épocas de burguesías dispuestas a todo con tal de arrasar con cualquier conquista de los pueblos en América Latina.
Volviendo, digo que la consecuencia de estos pensamientos, en realidad la condición diría un marxista, es que ambos soslayan la lucha de clases en su estrategia.
No es que no la nombren, o que no la tengan en cuenta de forma discursiva a la hora de proponerse cosas; no se hace una central obrera si no se tiene un pensamiento clasista (que no es lo mismo que un pensamiento obrero revolucionario, marxista), no se asume el peronismo desde una definida posición de izquierda si no se tiene en cuenta algún papel para la clase obrera.
Pero a la hora de los cómo y los qué hacer, la lucha de clases, esto es, la configuración de una posición de fuerza desde la cual promover, producir y sostener los cambios que se prevén y pretenden desde el interés de una clase determinada, eso queda en un segundo plano, en razón de máximas ineluctabes (el hambre es un crimen, en un país hecho de pan…) o de explicaciones morales de condiciones políticas que son producto de una de clases respecto de la riqueza («eliminar la pobreza»), como si la pobreza fuera, diría el Topo, una realidad en sí misma, el producto de la poca voluntad o la poca preocupación de los que gobiernan y no una condición del capitalismo: una clase con la sola propiedad de su fuerza de trabajo obligado a entregarla de acuerdo a la correlación de fuerzas pero siempre entregarla para producir mercancía a cambio de dinero que le permitirá acceder a alguna forma de subsistencia).
Claro, la CTA no se refiere a esta miseria, a esta separación entre el hombre y los bienes en general, sino al carácter agudo que ha tomado esta separación después de los ´70 en Argentina. Justamente, no es poca voluntad, no es falta de racionalidad, la base de ese hambre con mayúsculas es la misma, mayor separación entre propiedad y trabajo con que se cierran los ´70, más concentración de los bienes, más fuerza de trabajo sin acceso a la producción, etc., etc. Pero esto es marxismo, una referencia metodológica para la CTA y el pinismo, no la forma de abordar la realidad que tienen ambos
sectores/líderes.
Así que ambos, nacidos a la política en los ´70 pueden desconocer algo que Camilo ya había percibido en los ´60: no se producen transformaciones si no se cuenta el poder para imponerlas. Tanto el Tano como Pino creen que puede renacionalizarse la economía, redistribuirse la riqueza, etc. sin ejército ni economía propios.
Parece una desviación de izquierda, pero a la hora de concretar una propuesta política ambos caen en formas reformistas, de un reformismo casi ingenuo, sea desde el economicismo ( la CTA reclamando transformaciones sin preocuparse de cómo se estructuran condiciones de poder para conseguirlas) , cuando no de cretinismo parlamentario (Lozano queriendo correr por izquierda a la 125 aunque no hubiera forma alguna de lograr las alianzas suficientes para radicalizar la propuesta, Pino afirmando que va a renacionalizar , etc., etc… con un par de diputados o mintiendo vergonzosamente como con
el tema de las reservas petroleras).
Ahora bien, yo que no soy tanista ni pinista me digo: no tenemos ni ejército ni economía propios. Para aclarar, no tenemos zonas liberadas con producción propia y ejército popular como Mao ni el ejército rojo con los soviets controlando la producción industrial como los rusos del ´17.
¿Qué carajo hacemos? «Manoteemos el Estado» nos diría Pérsico, apelando a sus instintos peronistas.
Es lo que hizo Kirchner.
Ah, pero te puede pasar lo que a Rodríguez Saá, podría contestar cualquiera que haya visto el minué de los presidentes en el 2001/2. Claro – diría Duhalde- hay que juntar el apoyo suficiente, esto es los empresarios, políticos, milicos, etc., en una masa crítica tal, que te permita hacer pie en el Estado y sostenerte hasta hacer de tu estadía allí una razón en sí misma, que esa es la característica de las burocracias.
Es lo que hizo Kirchner. A partir de su alianza básica ¿con quién? Con Duhalde, el PJ y los empresarios que vieron la oportunidad de seguir acumulando o de volver a acumular con pala sin apostar a la fractura total de la Argentina.
Podría decir alguno de los compañeros que viene rumiando el cachetazo del 28 con ánimo de encontrar culpables: «Claro, por eso ahora estamos hasta las manos».
Siguiendo con los inefables Pino y el Tano, se podría decir que si no se hubieran hecho tales alianzas con semejante lacra de políticos, empresarios, etc., no estaríamos ahora ahogados, complicados, etc. por el resultado del 28 de setiembre. O, para pasar a un nivel más abstracto de la cosa, que si se hubieran hecho esas alianzas pero no les hubiera hecho concesiones a esos aliados no estaríamos como estamos. O, un nivel aún más abstracto, si se hubieran hecho alizanzas y concesiones pero no se hubiera creído en ellas ni se las hubiera sostenido, estaríamos mejor.
Pues bien, disintiendo con el Tano y Pino, lo que me resulta más fácil, así no me peleo con amigos, digo que estamos como estamos, esto es si estamos gobernando y aún en condiciones de seguir peleando el gobierno hasta el 2011 y después del 2011 es porque Kirchner asumió que la crisis terminal del 2001 dejaba a amplios sectores del Gran Capital en actitud de conceder y permitir, si se le encontraba la vuelta, una salida semidesarrollista, semidistribucionista, reformista, en fin, como la desarrollada desde el 2003. Y digo más: fue esa alianza la que sostuvo estos seis años, la que hizo posible estos seis años porque tenía la suficiente sustentación económica como para bancar y hasta evitar embates, golpes de mercado, etc., etc.
No digo nada nuevo, pero parece que a todos nos pasa lo que le pasó a una gran masa de votantes, nos acostumbramos tanto a las mejoras post 2006 que se nos terminaron apareciendo como naturales, casi automáticas, cuando en realidad eran pura realización del kirchhnerismo y su lógica de productivismo, soberanía y distribución sin tocar la gran propiedad,
¿Entonces? Qué seguir hablando de lo malo de haber tenido en nuestras filas a Urquía, Roca, Picheto, Ginés y sus lab boys, Moyano, Solá, etc., es negar lo obvio, que esas alianzas fueron la condición de todos los avances que produjo nuestro gobierno hasta la fecha. Esas alianzas lo hicieron posible, con toda la resaca que todo frente con la burguesía acarrea, sobre todo cuando lo promueven y conforman burocracias articulando con una burguesía en niveles inéditos de apropiación de la riqueza y con el pueblo sin más instrumentos que aquellos que vienen como bagaje de su cultura política y se reactivan en épocas de recuperación popular: el peronismo, la CGT, una leyenda de derechos conquistados, trozos de setentismo, y de la resitencia antimenemista, etc.
Se avanzó lo que se avanzó porque se pudo cooptar sectores y referentes de lo más concentrado del empresariado, tal vez con el único -pero fundamental- index de no incluir a genocidas y beneficiarios económicos del genocidio.
Y al cooptarlos y ya encaramados en el Estado, se explotó esa división en el seno del enemigo en beneficio de liquidar el ALCA, de recuperar propiedad pública, de recuperar participación obrera en los salarios y en las decisiones, de recuparar la ESMA y los cuarteles, etc, etc, etc, en un proceso que se ve como creciente y sin visas de acabar, de ahí los amigos de ayer del gobierno que hoy ya no lo son.
Por eso hablo de NUESTRO GOBIERNO, en tiempo presente. Porque con esa composición de clase que no dista mucho de la alianza que constituyó el menemismo (muchos productivistas post 2001 son viejos especuladores, beneficiarios de las privatizaciones de los ´90) este gobierno se dedicó a realizar y
sostener el mayor proceso de recuperación popular que se viera desde el ´45-55 .
Así que volviendo al tema de la lucha de clases, que en realidad no abandoné nunca, no tenemos ejército, no tenemos economía propia, pero seguimos gobernando, la presidente sigue siendo una compañera, tenemos la primera minoría parlamentaria y tanistas y pinistas deberán debatirse entre la Unión Democrática o la alianza con el gobienro, la mayoría de los gobernadores e intendentes aún no saltó el charco y dado el centralismo propio de nuestro país, no les resultaría fácil hacerlo.
A alguien le puede parecer que esto es más o menos como respirar sin aire o caminar sobre el agua. Pero es así y si no entendemos las leyes que lo permiten no es un problema del fenómeno sino de la lógica -errada- de quien lo analiza.
Eso sí, este gobierno no dejó de beneficiar a especuladores, garcas de todo tipo y les permite ¿compartir? lo que sólo debería beneficiar al pueblo. En eso también consisten las alianzas de clases. Tenemos que limitar las acciones de los peores aliados tanto como podamos, pero sabiendo que no
es que se las concedemos, sino que no tenemos fuerza para impedir más de lo que podemos. Urquía se va cuando quiere, no cuando lo echamos ¿y?
Cuando enumeraba lo que Cristina hizo después de la 125 (que Carlos ahora retoma) no lo hacía para glorificar a nadie, tampoco a la compañera, sino como verificación de un proceso ya establecido en tiempo y espacio: esta es la tendencia de este gobierno: es nuestro porque sigue jugando en función de intereses populares, aún cuando la situación se complica y la correlación de fuerzas ya no es tan
beneficiosa.
Ahora bien, la situación ha cambiado, hay aliados que se distancian, algunos se pasan activamente a las filas enemigas.
Por supuesto que se necesita mayor creatividad, mayor participación, más movilización, etc. Todo eso
podría emerger de un involucramiento social y una reconversión del kirchnerismo que aún si fuera posible requeriría años para su construcción.
Pero es hoy que estamos gobernando, es hoy que Cristina sigue al frente del gobierno, es hoy que la Mesa de Enlace juega al golpe y la oposición –como dice Diana Conti- no se suelta de las faldas de
la Mesa.
No podemos en medio de semejante confrontación esperar a aquella reconversión como condición de continuidad del gobierno popular a menos que estemos dispuestos a perder en el 2011 o antes. Y no sería un paso atrás para dar dos adelante. Sin disputa del poder, sin que el pueblo perciba la decisión de conservar y seguir disputando el gobierno y las fracciones del Éstado que esto permite, no hay recuperación popular posible.
Esto no implica que Cristina abra todos los frentes de disputa a la vez.
Creo, en sintonía con esta evaluación de lo que significa conservar el gobierno, que hay que evitar toda disputa secundaria o toda tensión que no sea valorada por la mayoría de la sociedad como inevitable. Y que no sea considerada como inevitable por los referentes de diferentes grupos que siguen sin salirse de la alianza.
Por supuesto, la derecha puede venir contra los logros ya obtenidos, pero en este aspecto su situación espeja a la del gobierno, para avanzar hacia atrás debe construir un relato que justifique ampliamente la pérdida de conquistas y que posibilite fragmentar al pueblo en profundidad. Y que arrastre referentes hoy cercanos a nosotros con la promesa de un mejor horizonte. Hasta el momento no parece que vaya a resultarle fácil, ni con el pueblo, ni con los que sustentan su poder en las relaciones con el gobierno central..
Insisto en que todo indica que este proceso se va a resolver en lo inmediato más en los pasillos de gobierno que en las calles. Cada gobernador, cada intendente, cada gremio reinvolucrado en sostener al gobierno será crucial para una recuperación de fuerzas ante una derecha que sigue sin más proyecto que el regreso a Martinez de Hoz.
Pero la llave de esta disputa es ubicar un norte visible: un 2011 K.
Mario Burgos
A mi entender, el problema fundamental,es la escasa construcción de poder/ espacio político que ha generado la CTA.
Al ser una alianza operativa que ha nivel electoral se reparte en distintas ofertas no hay una construcción en el campo y tiene la misma presencia virtual que la derecha, esto es , en el terreno todos conocemos los comités de la UCR y las unidades del PJ, el resto está pintado. Si la izquierda, la centro izquierda, la ultra izquierda , los progresistas de todo origen y pelaje no ceden sus celos e intereses parroquiales en función de generar una alianza con un programa de acción política duradero en el tiempo, lo único que terminan haciendo es un discurso sin praxis.
Como dijo alguien por ahí, el FA se fundó en 1971 ( como única respuesta posible desde el centro izquierda a una ley electoral que acerrojaba el bipartidismo) y treinta y pico de años después es claramente una opción política ,ocupa el territorio con sus comités de base y gestiona la vida cotidiana, con lo bueno y lo malo que eso lleva.
Me parece que el votante de a pié, el que no es militante y sólo quiere ir del trabajo a casa y mirar la tele los domingos, distingue claramente los que gestionan el poder ( aunque no les guste) y los que no. Y si no les gusta vota a De Narváez o Macri, por escasez de oferta, no por convicción ideológica.
Si, igual Canilla, nosotros nos olvidamos que en Uruguay no existe algo llamado «peronismo».
se observa el menosprecio permanente a toda forma de organización popular por fuera del pejotismo. 20 mil militantes en jujuy el año pasado, 50 mil en la marcha del 12 de diciembre del movimiento los chicos del pueblo, 4000 mil militantes y 800 organizaciones en neuquen no parecen los numeros de la vanguardia iluminada (si algo está claro es que Electroingeniería no ilumina para este lado).
a los kirchenristas les hace mucho ruido que se armen organizaciones populares que cuestionen la estructura del sistema de distribución de la riqueza que hoy impera. en su esquema tienen una papa al discutir sobre las políticas del manhattan institute tipo macri, a pesar que las reformas del falso ingeniero (FI) se aplicaron durante el primer gobierno de néstor y que Scioli continúa con las reformas penales, carcelarias y policiales que interpretan aquel espíritu.
los tiempos, las formas, los instrumentos de las organizaciones populares no tienen que estar predeterminados por los apuros del gobierno ni las angustias de sus acólitos.
me parece que en la cta los liderazgos están bien marcados. que no gusten a quienes tienen en néstor al referente esperitual no significan que no existan.
la experincia delata que todos los intentos por quebrar la cta han logrado que sólo arriar a D’elia y poco más. era clavado que de petris se iría con néstor, si el tuerto era su abogado de ATE Santa Cruz.
En la vía insurreccional ponés a Cuba, fue por la vía armada y revolucionaria; aunque haya tenido en sus principios contradicciones internas dentro de los grupos de guerrilleros.
Buenísimo lo de CAT
María:
No sería más conveniente que en vez de citar las cuatro vías para llevar a una asamblea para instituir la constituyente social, que es lo mismo que hablar sobre el camino para que la CTA llegue al poder, teniendo en cuenta que salvo la primera opción,y sólo en parte, las tres últimas comparten responsabilidades en la existencia y permanencia de la desigualdad y pobreza en América Latina y que la vía electoral tampoco haya sido, hasta ahora, una solución para ese drama, no pareciendo serlo tampoco los modelos de Morales, Chavez y Correa, se buscara más bien -sin perder de vista la constituyente- recomendarles a la CTA, integrada por gente valiosa para la democracia, que se profundizara el estudio de los motivos por los cuales la vía democrática no ha podido ser una solución para esa región.-
Entiendo que una lectura de los estudios de Pierre Rosanvallon y Guillermo 0’Donell, entre otros, podría contribuir a ello.-
Si es cierto como dice Rosanvallon que el ideal democrático hoy no tiene rival, pero los regímenes que lo reivindican suscitan casi en todas partes fuertes críticas y que este es el gran problema político de nuestro tiempo, ¿no ocurre ello también en nuestra sociedad? Y acaso no sucede también que experimentamos la “dolorosa experiencia” de la corrupción del poder, con el riesgo de que se impusieren los intereses particulares, a pesar de todas las precauciones que se tomaren, y que “la representación se volviere dominación”. En: La contrademocracia. La política en la era de la desconfianza. Manantial. Bs. As. 2007. Págs. 21/23.-
No es cierto también que como advierte 0’Donnell que pareciere que los presidentes, una vez electos, en elecciones razonablemente libres e institucionalizadas, sienten que tienen el derecho y la obligación de gobernar como mejor les parece, sin obstáculos institucionales, debilitando las instituciones estatales autorizadas a supervisar, controlar, rectificar y/o sancionar actos ilícitos de otras instituciones del estado, pareciendo entender que: ¿“Por qué reconocer poderes distintos de los propios cuando una está, supuestamente tratando de lograr metas conducentes a cierto aspecto de bien público?, y ¿Por qué no procurarse beneficios personales o para la familia, la camarilla o los socios de negocios mientras se ejerce el cargo público, si al mismo tiempo uno está (al menos supuestamente) intentando concretar cierto aspecto del bien público?.- En: Disonancias. Críticas democráticas a la democracia. Prometeo. Bs. As. 2007. Págs. 15, 99/110.-
¿Esas advertencias no aluden a problemas que nos resultan demasiado familiares? Si las conductas del actual gobierno parecen calzar exactamente en los peligros que para la democracia señalan los dos autores, ¿no ha contribuido en parte la CTA, por medio de sus legisladores, apoyando a partir del 28 de junio la sanción de leyes que en manos del kirchnerismo profundizarán el debilitamiento de las instituciones a la degradación de la democracia?.
Debido a ello puede que sea más conveniente que, sin perjuicio de las construcciones de la constituyente social, el caudal de la CTA busque como prioridad contribuir a encauzar el rumbo de nuestra débil democracia.-
A mi me parece igual que si la CTA se plantea estas cosas lo hace pensando en algo a largo plazo. Los líderes no van a surgir ya, ni mañana. Coincido en que tiene dificultades evidentes; pero creo que puede significar cambios político-culturales a largo plazo, muy interesantes.