SOSPECHA
La desconfianza parece estar asociada a la inteligencia y esto resulta un estímulo para adoptar esa actitud. Desconfiar es intentar ver más allá de lo que nos quieren mostrar. Cuando uno sospecha, suele plantear una hipótesis que desenmascararía el supuesto engaño. En general esta hipótesis tiene que ver con un interés económico. Para dar algunos ejemplos que sucedieron en la Argentina reciente y se han debatido en Artepolítica, se habló de integrantes de Proyecto Sur que votaron en contra del proyecto oficial y podrían haberlo hecho por dinero. En estos días leímos que, al parecer, Pino Solanas es propietario de algunas hectáreas. En la misma línea, periodistas que considerábamos cercanos al campo popular como Tenembaum y Zlotowiazda, habrían cambiado de posición por sus intereses actuales en el multimedios Clarín. En la vereda de enfrente, las clásicas denuncias de clientelismo. Quienes iban a la plaza a apoyar a Cristina, lo hacían por 100$ o por el chori y la coca. Algunas personas creen con certeza en algunos de estos supuestos, a veces invocando algún tipo de conocimiento directo («confirmado, Tenembaum se vendió, mi novia es vecina de un amigo de la cuñada de Ernesto, el tipo la está levantando en pala, se acaba de comprar un piso en en el barrio más caro de Miami»), o citando una fuente completamente fiable («a cada uno de los que fueron a plaza de mayo les dieron 100$, lo escuché en el programa de Cherasny, y ese siempre te dice la posta»). A la mayoría de nosotros, aunque no creamos que todo es pagado, nos lleva a poner los hechos y las personas entre paréntesis, dudamos un poco de ellas, les quitamos densidad, comenzamos a verlas a través de una bruma que las hace menos reales.
SINSENTIDO
El sentido de las cosas es provisto por la diferencia. Si todo es igual, el sentido se desvanece. La muerte socava el sentido de la vida, porque muertos somos todos iguales. Cuando alguien cree en el paraiso y en el infierno, la vida adquiere un sentido decisivo. Sobre esto Borges dice en su cuento El Inmortal, que muchas religiones afirman creer en la inmortalidad, «…pero la veneración que tributan al primer siglo prueba que solo creen en él, ya que destinan todos los demás, en número infinito, a premiarlo o a castigarlo». Hoy las creencias se tornan más laxas, en religión o en política. ¿A quién se le ocurriría decir en la Argentina de hoy: «la vida por la causa»? Por favor…si todos los políticos son iguales. Y está bien que tomemos conciencia de la relatividad de muchas cosas. Pero hay que tener cuidado, que la relatividad no invada todo. Que el nihilismo no invada todo. Ya hace más de un siglo que Niesztche advertía: El desierto está creciendo. Si creemos que «todos los políticos son iguales», si damos por sentado que a todos les importa principalmente el dinero y/o el poder, si pensamos que todos toman decisiones pragmáticas y posibilistas, que están condicionados por sus entornos; la política pierde sentido, pierde realidad, se adelgaza, la vemos inconsistente.
DIVERSION
En todas las épocas las personas han pensado en su bienestar. Pero la felicidad es esquiva y los seres humanos hemos aprendido que retenerla es casi imposible. Freud lo explica con precisión:«Lo que en sentido estricto se llama felicidad corresponde a la satisfacción más bien repentina de necesidades retenidas, con alto grado de éxtasis, y por su propia naturaleza solo es posible como un fenómeno episódico. Si una situación anhelada por el principio de placer perdura, en ningún caso se obtiene más que un sentimiento de ligero bienestar; estamos organizados de tal modo que solo podemos gozar con intensidad el contraste, y muy poco el estado. Goethe hasta llega a advertirnos que nada es más difícil de soportar que una sucesión de días hermosos. Aunque es probable que Goethe exagerara. Ya nuestra constitución, pues, limita nuestras posibilidades de dicha». En los años 60, posiblemente bajo la influencia tardía de muchos de los postulados freudianos, se trasladó a la palabra placer, mucha de la carga que anteriormente recaía en «felicidad». Los hippies, el mayo francés, «sexo, drogas y rock and roll», parecían reflejar un realismo respecto de las dificultades que presentaba la búsqueda de la felicidad y remarcaban el atractivo del presente. Pero eso también fracasó. Al presente inmediato, le seguía otro presente inmadiato y no era posible vivirlos todos con gran intensidad. Desde los años 90 hasta nuestros días apareció una respuesta para esto. Si la felicidad parece inalcanzable y el placer escurridizo, intentemos la diversión. Para expresarlo en los actuales términos mediáticos: Que bueno que es vivir como esta gente. Con escapadas a Fortaleza o piropeando mujeres hasta los 100 años. Para los que ven poca tele y no saben de qué hablo: http://www.youtube.com/watch?v=3W21Na6QKRs O rezándole a la soja, como hacen T. y Zloto. La diversión es el modo más escuálido y efímero del bienestar. No resplandece, aunque sea por unos momentos, como el placer; ni se prolonga en el tiempo como la felicidad. Es light, a nadie le van a sobrar kilos de bienestar, por más tiempo que pase divirtiéndose.
COMPROMISO POLÍTICO
Todos los factores analizados coinciden en empujarnos a algo que muchos pensadores posmodernos describieron, cada uno según sus valoraciones y esquemas personales, pero que globalmente tiene que ver con un adelgazamiento del sentido. Expresiones que dicen mucho en si mismas, como: La era del vacío (Giles Lipovetsky), modernidad líquida (Zygmunt Bauman), la insoportable levedad del ser (Milan Kundera), el pensamiento débil (Gianni Vattimo).
Desde aquí seguimos sosteniendo el compromiso sartreano, adaptado a las características que deba tener en este momento de la historia y del país.
Las dificultades fueron, son y serán muchas. El compromiso político es difícil en medio de la sospecha. El compromiso político parece no tener sentido si creemos que todos los espacios existentes son similares. El compromiso político no parece divertido.
Las sospechas serán inevitables y en algunos casos merecerán las investigaciones correspondientes, pero atenuemos su importancia todo lo que podamos. El «otra vez sopa» y todas las imposibilidades, se nos van a aparecer a cada momento, cualquiera sea el proyecto político concreto que nos movilice, pero quizás podemos ver que algunos sueños, se van cumpliendo. El tedio y la sensación de que «no se avanza», van a rondarnos todo el tiempo. Aún así, creo que vale la pena.
Muy bueno. Muy.
Totalmente.Coincido, hay que seguir.
Algo debe haber que nos hace hacer seguir.
muy bueno sergio.
Excelente post, lo felicito.
Muy bueno Sergio! Felicitaciones.
Qué bueno que alguien rescate la tradición de la crítica cultural, bien entendida, como reflexión sobre lo cotidiano. Excelente, Sergio.
Muy bueno! Lo felicito.
Un apunte accesorio, que de ningún modo intenta objetar el muy buen artículo: si bien «La era del vacío», «Modernidad líquida»,»La insoportable levedad del ser» y «pensamiento débil» son expresiones que dicen mucho en sí mismas y tienen mucho que ver con un adelgazamiento del sentido, mejor no confundirlas a ellas ni a sus autores ni de lejos. Dos ejemplos: Bauman usa el término «modernidad líquida» para presentar un estado de cosas al que se opone y desnudar su carácter enajenante, en tanto Vattimo defiende al «pensamiento débil» como un modo más flexible de pensar las cosas, lo que no le impide definirse como comunista y anticapitalista y reivindicar la herencia cristiana. Al margen, completamente de acuerdo, con la reivindicación del compromiso. En todos los órdenes: poner el cuerpo.
Gracias a todos por los elogios al post.
Ezequiel: Buena parte de la idea del post, nació de tu comentario del otro día, cuando decías que el enemigo es la antipolítica.
Balvanera: De acuerdo con lo que decís. Creo que las expresiones y aún los autores pueden unificarse mientras nos mantenemos en terreno descriptivo. Al entrar en lo valorativo comienzan las diferencias que marcás. Por lo mismo que decías, Vattimo no usaría seguramente la palabra «insoportable» para hablar de la levedad, que en el caso de Kundera define su valoración ya desde la frase citada (además del tono literario que lo diferencia de los otros, siendo un novelista). En cuanto a Lipovetzky lo tengo entre los que prefieren describir más que valorar, pero mi conocimiento de sus textos es bastante precario, así que bien puedo estar equivocado.
Kundera una irónicamente la palabra «insoportable»: él está a favor de la levedad (o lo estaba cuando escribió la novela). Lo que dice es que esa levedad es insoportable para otros, por ejemplo para quienes piensan (pensamos) en el compromiso. Tiene que ver con lo de Vattimo en un punto, pero Vattimo lo lleva a un lugar muy distinto. El, me parece, consigue articular mejor que muchos otros las enseñanzas de la situación «post» con las herencias de los tiempos del «compromiso» que no queremos abandonar. Yo tampoco leí bien a Lipovetsky, pero, por lo poco que leí, tengo entendido que a él la era del vacío le parece maravillosa, y le parecen maravillosos el consumo y el individualismo. Los considera la liberación definitiva. Si así fuera, Puaj!!!
Claro que vale la pena! La competencia mejora la calidad.
Muy bueno el artículo, bien estructurado y muy bien escrito.
«Pero vale canción buena tormenta, y la compañía vale soledad. Siempre vale la agonía de la prisa aunque se llene de sillas la verdad» decia otro grande por ahi.
Me gustó mucho la bajada desde la alta teoría al lenguaje simple, Sergio, muy bueno. Así y todo reinvindico la sospecha, no como crítica vacía que «mira desde afuera» sino como mecanismo para corregir el rumbo y repensar nuestro propio lugar para hacer política.
Saludos!
Balvanera: No es sencillo discutir sobre las opiniones de un novelista, ya que muchas de las opiniones que expresan lo hacen a través de sus personajes y no necesariamente reflejan lo que piensa su autor. De todas maneras es cierto que Tomás, el personaje central de la novela está más preocupado por escapar del peso que de la levedad. Pero a mi no me parece irónico el uso de la expresión, en ciertas situaciones y personas, él comprende perfectamente ese carácter de «insoportable». En una novela posterior (justamente vos hacés esa salvedad en tu comentario) La Inmortalidad, los personajes se encuentran bastante asfixiados por la levedad, en un momento, Kundera que es personaje de su propia novela dice: la novela que escribo ahora es la que debería llamarse «la insoportable levedad del ser». Tengo una teoría muy al voleo al respecto de Kundera: en los años que vivió en Checoslovaquia, sufrió cierta opresión del régimen comunista, que cuando el pueblo checo quizo transformar en el «socialismo con rostro humano», se topo con la invasión rusa del 68. Eso marca novelas como La Broma, de ese período. Luego se mudó a Francia y al principio, más o menos la época de «La insportable…» se inclinó con gusto por la levedad. Sin embargo en novelas posteriores como La Inmortalidad o La lentitud, la levedad de Paris en la modernidad, empezó a parecerle insoportable realmente. En La Lentitud tiene una teoría muy interesante; aquello que pasa más rápido, como en los tiempos modernos, también se olvida más rápido, no deja huella. En estos últimos años critica en forma bastante ácida el capitalismo. Si solo tomáramos en cuenta sus primeros libros podríamos pensar que estamos con un anticomunista procapitalista y no es así, aunque su recelo frente al comunismo no le permite ver vias de salida y cae en una especie de nihilismo. Cuando habla por el mismo, defiende su compromiso con la novela (compromiso literario y no político, pero compromiso al fin)como el leimotiv de su vida: «solo me siento atado a la desprestigiada herencia de Cervantes».
Si hubiese que poner una frase en la intro de Artepolítica, pondría:
«Las dificultades fueron, son y serán muchas. El compromiso político es difícil en medio de la sospecha. El compromiso político parece no tener sentido si creemos que todos los espacios existentes son similares. El compromiso político no parece divertido.»
Excelente post.
Salir del nihilismo es una tarea muy pesada. La creencia en algo ofrece flancos para el ataque que, en los términos light contemporáneos, se convierte en burla. No es elegante, por cierto, ni divertido. De hecho, arruinamos todas las fiestas. Agradezco la reflexión.
El otro día me entero que un pibe fue herido por “un sable sin remache”, y encima no le pagaron “el lomo a 3.000 mangos”. Aquel payador tanto admirabas llamado “gaucho talas” que recitó todo el “Martin Fierro en 5 CDs, terminó cantando décimas en la Rural por “el Mate y la Galleta”. También un “maestro de la sospecha” me dijo; “la araña que salvaste te pico”, votó “no positivo”, ¿qué vas hacer”. Buzzi le reclamó a De Angelis por su reunión con Macri, y a la vez reiteró la moralidad de Miguens. Zloto y TNembaun abrieron un blog para bloquear comentarios, y para no contestar los pocos que pasan el filtro. Otra: aquel que tanto admirabas, ahora va a mostrar el culo en el Maipú, junto con “la negra Capristo”.Clarín tituló “La 125 ha muerto”, y para no caer en nihilismo, voy a la mí cuarto a buscar lo que decía “el sospechador”:
“¿Dónde está Dios?- Os lo voy a decir. Le hemos muerto; vosotros y yo, todos nosotros somos sus asesinos. Pero ¿cómo hemos podido hacerlo?¿cómo hemos podido vaciar el mar? ¿Quién nos dio la esponja para borrar el horizonte?” Nietzsche, La gaya, 2, CXXV.
Ahí va una rima que me enseñó Belén:
“De Nietzsche a Sartre
Hay un gran enchastre…”
Tiene razón el amigo Sergio, el compromiso político es muy difícil dentro de ese enchastre llamado sospecha, a veces quiero pensar como “caldera”, pero termino pensando como el culo.
Yo sueño que estoy aquí
Destas prisiones cargado
Y soñé que en otro estado
Más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
Una sombra, una ficción,
Que toda la vida es sueño
Y los sueños, sueños son.
Ana, Primo Louis, Tomás: Gracias.
Graciela: Es verdad, el otro día discutía con un conocido de política, nada muy complicado, campo v.s gobierno, llegó un tercero y nos dijo: ¡Lo único que faltaba! ¿Están discutiendo de política? lo dijo como si estuviéramos hablando de la vida en Plutón.
Goliardo: Me gusta tu estilo poético. ¿Te bloquean las poesías T y Z? Yo dejé de leer el blog. Te cuento una sobre «Dios ha muerto» que me pareció muy buena, tal vez la conozcas porque Feinmann la cita seguido y se que lo lees; es un grafiti que decía: «Dios ha muerto, firmado: Niesztche» y abajo «Niesztche ha muerto, firmado: Dios»
Si, la comentó en su programo «Filosofia hoy y ahora». El titulo de Feinnman deberia ser «Filosofia-ahi», pero sonaba muy Heideggeriana para un sartreano de pura cepa…
Si me bloquearon los maulas.
Muy buen post.
Ahora bien, quería señalar una cuestión que quizás sea fruto de una mala interpretación.
Entre los varios puntos que se tocan, parece haber una suerte de contraposición entre lo que esquematizando muchísimo podemos llamar “crisis de sentido” (levedad del ser, etc.) por un lado y “compromiso político” por el otro.
Tal contraposición no me parece productiva. Es decir, es justamente la ausencia de sentidos últimos y determinados los que abren el campo para el ejercicio de la política. Esto lo trata un autor muy amigo de este blog. Si hay una tesis que el amigo Laclau intenta demostrar es que esa ausencia de sentidos, esa falta de ligaduras últimas y determinadas, abren la posibilidad a la práctica política. (Por ejemplo, la “clase social” no está garantizada por una posición en una estructura económica sino es el resultado de una articulación (práctica) política histórica. Así que… ¡A articular que chocan los planetas!)
El amigo Castoriadis diría, si algo está determinado (si el sentido está ya cerrado, clausurado), lo está de una vez y para siempre. Si así fuese, ¿para qué hacer política?
Claro que esa ausencia de sentidos no es la misma que celebran otros autores posmodernos, y esto es quizás lo que (me) confunda.
Bueno, intenté ser lo más claro que pude
Saludos y sinceras felicitaciones por el post.
Ventarrón: Muy buen punto. Es un tema muy complejo, va mi opinión, ojalá se sumen otras. El ascenso del posmodernismo en el sentido de fin de las ideologías, pensamiento débil o como bien lo llamás vos, crisis de sentido, es para mi producto del derrumbe de la teleología marxista. Es decir, no tanto del derrumbe del marxismo como posibilidad, sino de lo que equivocadamente defendieron muchos marxistas durante años, la INEVITABILIDAD de la llegada del socialismo a todo el planeta. Esta creencia, expuesta casi en términos de destino, precisamente le cerraba el camino a la política por lo que vos decís, si los fines ya están determinados no hay búsqueda, en todo caso solo quedaba saber cuando se podría ejecutar lo único que había por ejecutar. Nos acercábamos casi a un determinismo que corría a la ética de su lugar, ya que la ética para existir necesita del libre albedrío entendido como indeterminación de la acción. Ahora, la respuesta contraria, es decir, no hay fines últimos, por lo tanto (exagerando) no importa nada, lleva luego de la caída del muro, a una mezcla curiosa de nihilismo con utilitarismo. Dado que todo se relativiza, lo esencial pasa a ser el bienestar personal, pero curiosamente este no se relativiza (si todo es lo mismo, pasarla bien o mal, también tendría que ser lo mismo). Los hedonismos a ultranza habían estado asociados a movimientos transformadores o revolucionarios y quedaron entre los derrotados. Por lo tanto emerge un utilitarismo light, pasémosla lo mejor que podamos, siempre que no nos estemos zarpando demasiado en perjudicar a otros hagamos nuestro beneficio personal, el resto no importa porque ya “se probó” que la igualdad no funciona, etc. Para mi son extremos (no políticos sino filosóficos), que vacían de sentido la acción. O todo llegará a un final inevitable (determinismo marxista) o nada importa (nihilismo, crisis de sentido). El marxismo, por ejemplo, a mi me parece un intento perfectamente válido si le quitamos ese carácter de inevitabilidad. Pero entonces significaría la aplicación de algunos postulados centrales a cada realidad concreta, lo que le daría una impronta particular en cada lugar que fuera aplicado. Yo creo que no hay sentidos últimos inevitables, pero creo que es necesario pensar sentidos posibles que nos guíen, con la metáfora de Galeano: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”.
Fabulosa la temática y desarrollo del blog, lo visitaré asiduamente, un abrazo. Juan Pablo Peralta
http://www.portaldelperiodista.blogspot.com
Estas líneas me parecen muy buenas
«…A la mayoría de nosotros, aunque no creamos que todo es pagado, nos lleva a poner los hechos y las personas entre paréntesis, dudamos un poco de ellas, les quitamos densidad, comenzamos a verlas a través de una bruma que las hace menos reales»
Ahora bien, esa actitud crítica, de duda, o de vigilancia no parece que se vea aplicada en tu análisis a lo que son los discursos y a algunos «hechos». De alguna manera, en tu análisis -y en muchos otros de este blog- se tiende a considerar que estos son transparentes, valen por sí mismos y que, justamente, no son suceptibles de duda, crítica o más bien análisis.
Lo que he notado, por ejemplo, es que no se hace un análisis crítico de los discursos. El gobierno tiene un discurso progresista y vos lo tomás sin más. No se toma el discurso como una práctica inmersa en otras. Y no se intenta contrastar el discurso con medidas concretas. No existe una preocupación, una duda, un incomodidad en tu análisis del tipo: «¿En qué grado este es un gobierno progresista? ¿Qué medidas lo hacen progresista? ¿Cómo se condice lo que hace con lo que se dice? ¿Qué es ser progresista?»
La 125 también fue analizada en sí misma, aislada, recortada de un contexto.
Esto independientemente de las decisiones políticas de uno: Un análisis del tipo que propongo puede ser planteado desde diferentes veredas políticas, pero, sin duda, evitaría una cosa: aceptar, en la jerga antropológica, el discurso de los nativos. El resultado final es que uno puede correrse de los «bandos» constituidos, porque se da cuenta que ellos mismos, y el propio enfrentamiento, es una construcción y un resultado de prácticas.
No me parece que se pueda fundamentar un análisis en base a falacias de apelación a la autoridad. Me parece que Lipovetsky, Kundera, Bauman, Vattino, Goethe y Freud pueden ser mejor usados.
Saludos
Bruno: no me parece que el artículo incurra en falacia de autoridad. En todo caso, no estarás de acuerdo en la interpretación presentada de estos autores, pero eso no hace que sea una falacia de autoridad. Y, me parece, hace bastante que la antropología dejó de decir cosas como «el discurso de los nativos.»
Bruno: Entiendo que cuando hablás de una defensa del gobierno no te referís a este artículo sino a otras opiniones mías. ¿En que parte apelo a la autoridad de Kundera o Freud para defender a Cristina? Si tus motivos de duda son otras opiniones fuera de las de este post(de pasada en tu comentario aparece la 125 por ejemplo), plantealos concretamente y te fundamento mis motivos. Por otra parte mi post no elogia demasiado la «actitud crítica, de duda, o de vigilancia», en todo caso la considero inevitable en cierta medida.
Muy buen post Sergio, inspirador, hace pensar. Lo que no entiendo es como hay gente (Bruno, digamos)que logra leer en tu nota cosas que no están en la nota.
Buenas,
Me permito hacer unos comentarios críticos a tu artículo:
a) Sobre la sospecha
Siempre consideré que la incredulidad extrema es el disfraz perfecto de todo lo contrario, de la credulidad más boba e ingenua. Usando tus propios ejemplos (que no son para nada descabellados, sino que son del tipo de lo que se escucha por ahí), se deja de creer en, por ejemplo, Tenembaum (lo cual es perfectamente posible), para creer a pies juntillas de lo que dicen que dijo la vecina de un amigo de su cuñada. Situaciones de este tipo se dan todo el tiempo, como cuando lo de Yabrán (es un ejemplo), que no murió, sino que está tomando sol en una isla del Caribe o del Tigre, da lo mismo. No se cree la versión oficial de su muerte, pero a cambio se acepta esta otra, y previamente, aquella que lo pintaba como el hombre más temible y poderoso del país. Ya lo dijo el viejo Chesterton, «Cuando se deja de creer en Dios enseguida se cree en cualquier cosa».
También, la sospecha sobre todos y todo, no es un síntoma muy saludable que digamos. Hoy, que estoy refranero, digo: «El ladrón cree que todos son de su condición». La postura de descalificación permanente no habla demasiado bien de quien la practica, y a menudo hay una finalidad de autojustificación, como quien dice «todos somos corruptos», «¿quien no pagó una coima alguna vez?» y cosas por el estilo. No digo no asumir las responsabilidades colectivas, que las hay y muchas, sino en repartir culpas sin establecer grados de responsabilidad.
2)Sobre el sinsentido
Comparto tus buenas intenciones, pero no estoy de acuerdo. No me gusta hablar de nihilismo, porque siempre considero que hay cosas en las que creer, pero no necesariamente tiene que ser la religión o un sucedáneo (ese «cualquier cosa» de Chesterton). Sobre la perniciosidad de la religión, hay muestras diarias y una larga historia, y sobre los «objetivos políticos trascendentales», esos que escapan a la vista de los simples mortales y solo los conocen algunos iluminados, no se si hay mucho más para agregar ¿hay alguna duda acerca de los estragos perpetrados por los pensamientos y regímenes totalitarios del siglo XX? llamémosle comunismo, fascismo, nazismo o como queramos.
No es una mala noticia del todo la muerte de Dios, pero siempre que no sea reemplazado por cualquier cosa, porque cuando empieza a tallar lo invisible, estamos en problemas.
c) Sobre la diversión
Bueno, más allá de lo que uno pueda reflexionar a modo personal, esto debería quedar absolutamente al margen de toda visión política. Cada uno es libre de divertirse como mejor le venga, en la medida que no perjudique a terceros, libertad, que le dicen.
Coincido con vos en que la diversión (enlatada, agregaría), es deprimente, pero bueno, es algo de cada uno. Lo siniestro, horripilante, es la manipulación política de la diversión (no se, me acuerdo de Videla y Massera durante el Mundial 78).
d) Sobre el compromiso político.
En estos tiempos se habló bastante de la épica, y la épica me hace acordar bastante a la religión (y sus sucedáneos). Puede estar bien por un rato, pero en exceso envenena. «Dios», «La Patria» o «El Socialismo», son objetivos enormes, inalcanzables, y que normalmente dejan su tendal de víctimas. Eso si, todo en nombre de una felicidad futura.
Me quedo con conceptos más chiquitos como «respeto», «tolerancia», «dignidad», «justicia» o «libertad», que no dejan demasiado lugar a dudas, y pueden ser compartidos y aceptados por más personas que esos otros enunciados grandilocuentes que cada vez los cree menos gente.
Saludos
Carpe Diem: Gracias, me alegro que te haya gustado.
Cholo: Salvo en d) creo que estamos bastante de acuerdo, veamos:
a)Casi no veo las diferencias con lo que yo digo, en todo caso le agregás la finalidad de la autojustificación que me parece un buen aporte.
b)Es probable que en mi crítica general a lo que llamo «adelgazamiento de sentido» pueda parecer que defiendo algún tipo de absoluto en el que habría que creer. Mi respuesta a Ventarrón (ayer 6.58 pm)creo que vale para lo que pienso sobre este punto.
c)Está muy claro que en cuanto a diversión cada uno hace lo que quiere. Mis comentarios apuntan a bajadas de línea que se hacen desde los medios. Como ejemplo tomo una propaganda que exalta determinados valores, es curioso que casi todo lo que hace que sea «bueno vivir como esta gente», tenga que ver con actitudes superficiales. Todos actuamos superficialmente en muchos momentos de la vida, pero eso no es lo mismo que exaltar esos valores como si fueran los mejores.
d)Aquí hay más diferencias. Para mi CUALQUIER CONCEPTO, enorme o chiquito, puede servir para justificar cualquier cosa. Decís que algunos conceptos no dejan lugar a dudas y mencionás «libertad». ¿Cuántos crímenes justificó y justifica EEUU en nombre de la libertad? Muy a menudo los defensores de la «tolerancia» son los que más violencia ejercen en nombre de combatir la intolerancia. Así como no hay garantías de llevar adelante ningún «gran proyecto» (otra vez ver mi respuesta a Ventarrón), tampoco hay garantías de hacer las cosas bien defendiendo valores chiquitos. Simplemente no hay garantías. Me parece válido defender valores grandes como modo de tener un horizonte y avanzar, y me parece válido defender valores chiquitos siempre que en cada circunstancia analizemos las cosas con objetividad. Proponerlos a los valores «chiquitos» como verdades me parece tan peligroso como hacerlo con los valores «grandes».
“El que es bueno sin malicia está próximo a ser un “gil””
En esta cita, Scalabrini Ortiz no sólo está diciendo que Kant es un “gil” –en clave de hombre de Corrientes y esmeralda del año 30-, sino también, que se puede creer en la bonhomía, en “las buenas intenciones” sin recurrir a postulados tipo; “Dios”, “inmortalidad del alma”, “mundo”. Seguramente ser “bueno sin malicia” implique el compromiso político que suscribe Sergio, es la voluntad política con “sospecha”. Con buenas intenciones no alcanza, al festejo de la buena noticia (o no mala según, corresponda) de la muerte de Dios, le sigue la incertidumbre, el escepticismo moral. Esto sucede siempre cuando caen estructuras políticas, metafísicas o “paradigmas” como dice “el Kunh”. A la crisis de la polis griega, la respuesta estoica y epicúrea. A la crisis feudal la reforma y la modernidad. Camus habla de rebelión metafísica a aquel “movimiento por el cual el hombre se alza contra su situación y la creación entera”. El artículo de Sergio va en esa dirección –según interpreto.
El cholo habla de “incredulidad extrema” y lo asimila a la “credulidad boba”, y tiene razón, pero yo no leo en el articulo ninguna mención a una especie de “compromiso político nihilista”, sino todo lo contrario. Camus hablando del “hombre rebelde” decía:
“la rebelión más elemental expresa paradójicamente, la aspiración a un orden.”
Aplaudo la sospecha de Cholo sobre el refrán “El ladrón cree que todos son de su condición”, esta frase muy común, esconde la autojustificación práctica y el total aseo de los miembros superiores. En este “compromiso político con sospecha”, no se puede dejar de sospechar de conceptos chiquitos como “respeto”, “tolerancia”, “dignidad”, “justicia” o “libertad”, o si no podemos en caer en lo que dice Scalabrini, “ser bueno sin malicia”.
A ver, no es que «libertad» me parezca un concepto chiquito. Lo puse de esa manera en contraposición con los grandes enunciados.
Lo de EEUU, bueno, a esta altura del partido es un argumento un cacho remanido y muy discutible. Se supone que estamos hablando de valores políticos a defender y no de excusas de otros.
Así como el gobierno de EEUU avanza sobre la libertad de otros, tiene problemas en hacerlo sobre la de sus propios ciudadanos, incluso este que termina, que es probablemente el más liberticida de la historia (o de los últimos tiempos al menos).
Así y todo, las propias contradicciones de su sistema, son las que permiten que los casos de violaciones a los derechos humanos, por ejemplo (me refiero a Guantánamo o Abu Ghraib), hayan sido conocidos. Y fueron conocidos, estos, y otros casos en la historia, a través de la actividad periodística de medios estadounidenses. Y hay condenados, y hay sentencias judiciales (en EEUU) en contra de los abusos. Uno podrá pensar lo que quiera de EEUU, pero no solo es un país en el que hay un alto grado de libertad sino que, en virtud de esta libertad, es posible cuestionar los abusos de sus propios gobernantes.
Que haya liberticidas en EEUU no es novedad, pero aún así hay una diferencia con los estados totalitarios, en que los abusos solo pueden ser denunciados por disidentes, exiliados, etc.
Que se manipule el concepto de libertad no significa que, al menos en occidente, no exista un criterio bastante difundido de lo que es: pensar y hacer lo que a uno le de la gana en la medida que no joda a otro. Y en eso pueden perfectamente coincidir un ciudadano de EEUU con uno de Brasil o Argentina, España o Suecia. De Rusia o Cuba también, pero ahí lo tienen más difícil.
Saludos
Cholo: Es que el tema de la manipulación de conceptos es el que propusiste vos. El «socialismo», no tiene por qué dejar ninguna victima, ahora si Stalin va a transformarlo hasta volverlo criminal, el problema es ese uso, no el concepto «socialismo». Si te gustan los conceptos expuestos de otra manera, bueno, entonces a mi me gusta mucho el de «igualdad», que vos no nombraste. A principio de este año en EEUU, cuna de la libertad, Bush vetó una ley que venía del congreso prohibiendo la tortura. ¿Es remanido hablar de eso?¿O discutible?
Bueno, «igualdad» o «solidadridad» son ideas que defiendo aunque no haya nombrado.
En la medida que decís «A principio de este año en EEUU, cuna de la libertad, Bush vetó una ley que venía del congreso prohibiendo la tortura.» estás admitiendo que en EEUU están las dos cosas, quienes son los criminales de siempre (Bush & cia) y quienes luchan contra eso y defienden la libertad y los derechos humanos. Y lo pueden hacer libremente.
Coincido con vos en que el socialismo en si no es una idea mala (yo inclusive diría que es una bella idea), pero tenemos tan mala suerte que en los países en los que se instauraron regímenes socialistas se desembocó en lo mismo: estado centralizado, dirigentes que se perpetúan en el poder, corrupción generalizada, violencia contra los opositores, ausencia de libertades públicas, etc, etc. Algo malo debe pasar para que siempre se termine en lo mismo ¿no?
Saludos
Dale Cholo, no asociemos socialismo a estanilismo.
Leamos el libro de Gargarella y cia «razones para el socialismo» y paz y amor camaradas, que el género humano es la internacional
Cholo: Decir «todos los paises» me parece un poco exagerado, por ejemplo, Cuba no me parece un ejemplo de fracaso del socialismo, por lo menos comparado con un país equivalente, creo que Cuba gracias al socialismo es un país mejor (en la muy relativa medida en que sea posible valorar estas cosas) que el promedio de los paises centroamericanos, por compararlo con paises cercanos. No conozco lo suficiente pero la evolución China no veo porque habría sido mejor sin la experiencia socialista (recordá que yo no defiendo al socialismo como la única verdad, solo digo que muchos de sus valores pueden hacer mejor una sociedad y que todo depende del contexto y la forma en que sea aplicado, así como de cuál es el punto de partida). Rusia también es un ejemplo complejo, pasó del zarismo al marxismo y tampoco me parece fácil evaluar como hubiera sido la evolución rusa sin él. El verdadero problema ocurrió en Europa Oriental, allí en la mayoría de los paises hubo algo así como un socialismo impuesto y comandado desde el imperialismo soviético. De ningún modo estaría a favor de eso, el socialismo si llega a un país tiene que llegar por la evolución propia de ese lugar. Personalmente creo que los tiempos históricos son muy largos y las evoluciones lentas, un siglo no es mucho para evaluar estas cosas (Heidegger decía: «los tiempos humanos son menesterosos»), sobre todo si no se plantean como verdades absolutas sino como experiencias de las que aprender y que se pueden mejorar. Para mi el mayor fracaso de las experiencias socialistas es la falta de democracia. Yo creo que las ideas socialistas tienen que competir en democracia, que un partido se eternice en el poder no me gusta, facilita muchos de los desvios que mencionaste. En suma, los socialismos «reales» tuvieron cosas cuestionables, sin duda, pero yo no creo que merezcan el destierro de sus ideas para nada.
«Creíamos que algo era bueno, tratamos de lograrlo y produjimos un desastre. ¿Deberíamos concluir, por ello, que lo que creíamos que era bueno, la igualdad y la comunidad, en realidad, no era bueno? Tal conclusión, aunque es una a la cual se llega frecuentemente, es una locura. (…) ¿Deberíamos concluir, en cambio, que cualquier intento de producir este bien particular debe fracasar? Sólo si pensamos sabemos que ésta era la única forma de hacerlo posible, o que lo que hizo fracasar este intento hará fracasar cualquier otro, o que, por alguna(s) otra(s) razón(es), cualquier intento fracasará. Creo, en cambio, que no sabemos ninguna de estas cosas.»
Gerald Cohen
Enhorabuena Sergio! un peruca que no es antiizquierdista!
Julian: Muy buena tu cita, gracias, refleja exactamente lo que quería decir. De verdad creo que somos muchos los peronistas que estamos lejos de ser antiizquierdistas.
Hola,
Jamás equipararía socialismo con stalinismo, porque uno es una idea de sociedad y lo otro es una línea política de acción para, supuestamente, ponerlo en práctica. Bien, el stalinismo y sus derivados han sido uno de los capítulos más nefastos de la historia del siglo XX, y los partidos comunistas y afines (exceptuando los partidos socialdemócratas o los eurocomunistas como el PC italiano, que ya eran independiente de Moscú) han quedado pegados a esa historia y no se han sabido diferenciar, porque no saben, no pueden, no quieren, o no creen que haga falta.
En todos esos casos ha habido dictaduras. Dictaduras tanto o más duras que las que hubo en Argentina. E hicieron lo mismo que hacen todas las dictaduras: coparon el poder, secuestraron, torturaron, mataron, establecieron formidables redes de corrupción, cercenaron las libertades políticas, crearon élites de mandamases, grupos de tareas ¿quieren que siga?
El «socialismo real» fue con toda seguridad la más grande estafa política ya no del siglo pasado sino probablemente de la historia. La Rusia stalinista fue una maquinaria tenebrosa a la que sin duda le debemos el haber vencido al nazismo, pero claro, a costa de esclavizar a su propio pueblo y al de los «pueblos aliados». Efectivamente, el de la posguerra fue un «socialismo» impuesto, y ni bien hubo atisbos de independencia o liberalización, la represión fue feroz, como en los casos de Hungría o Checoslovaquia. On en la ultrastalinista Alemania Oriental, con su vergonzoso muro y su STASI de nazis reciclados. La propia ex-URSS es un desastre, copada por mafias provenientes de las entrañas del régimen, con tipos como Putin, ex líder de la KGB. En rusia actual ha reaparecido el más feroz nacionalismo e corte zarista (que nunca se fue y que fue el núcleo afectivo del imperialismo soviético), hay una violencia galopante, y si bien hay libertades formales, son frecuentes las persecuciones y asesinatos a opositores, como en los viejos tiempos. ¿Alguien me puede decir qué tiene esto que ver con ser de izquierda o con el bello ideal socialista?
El caso de Cuba es patético. Una revolución saludada y querida por casi todo el mundo, no tardó en convertirse en más de aquello. Todos conocemos los enormes avances en alfabetización, educación en general y salud pública de la revolución, OK, pero ¿y? ¿y el resto? ¿hay libertad de opinión en Cuba? ¿o cualquiera que no se apega a los dictados del poder central es marginado y empieza a pasarla mal?
Hace poco, cuando Raúl Castro (curioso caso de socialismo encarado como negocio familiar) se hizo cargo del gobierno de la isla, lanzó una serie de medidas «liberalizadoras», como por ejemplo el derecho a alojarse en hoteles cubanos, o a comprar teléfonos celulares u hornos a microondas.
¡Que bárbaro! ¿se supone que hay que salir a sacar la cara por esto?
¿Ser de izquierda me obliga, de alguna manera, a convalidar estas barbaridades? en todo caso les tiro la pelota y me digan si honestamente creen en la existencia de «dictaduras benévolas». Yo no. Quiero socialismo pero con libertad, de otra manera déjenme como estoy.
Saludos
Julian,
Es buena la cita de Cohen que mencionás. Efectivamente, muchas personas de buena voluntad apoyaron al PC. Paul Eluard cantó loas a Stalin y muchos republicanos españoles le confiaron a sus hijos en su huida del fascismo.
Pero la verdad de la milanesa es que Stalin fue uno de los peores criminales de la historia, y toda esta buena gente se equivocó, con la mejor voluntad pero se equivocó.
De modo que, como suele esperarse de la buena gente, quienes apoyaron el sovietismo, e indirecta e involuntariamente los crímenes cometidos por este, deberían hacerse cargo de esto de manera explícita, no para escarnio sino para dar garantías al mundo de que ellos estarán ahí para impedir que vuelva a ocurrir.
Saludos
Cholo: No creo que esta charla de para mucho más. En algunas cosas estamos de acuerdo y en las otras, no vamos a ponernos de acuerdo. Para tomar Cuba como ejemplo de experiencia socialista que estoy dispuesto a defender hasta cierto punto, ambos le reconocemos ventajas y desventajas, solo que para vos las desventajas la invalidan y para mi no, por lo menos si la comparo con paises de similar historia, potencial económico, etc.
Yo sí creo que da para más, y para mucho más, pero el post es tuyo y sos quien tiene derecho a decir cuando se termina.
Tampoco es cuestión de ponerse de acuerdo si uno no lo está, sino de exponer argumentos.
Defiendo muchas cosas de Cuba: la revolución, la educación, la salud. Ataco otras: la perpetuación en el poder, la persecución a la oposición, el estado policial.
Y tenés razón, para mi gusto (y para el de miles de cubanos que en cuanto pueden se van de ahí) las dictaduras invalidan todo lo otro y en ningún caso son necesarias. El mundo está lleno de ejemplos de países que tienen libre acceso a la salud y a la educación y cuyos ciudadanos no son vigilados por la policía política. Ah, y además no se mueren de hambre. ¿Te parece poco?
Si para vos el estado dictatorial no es algo que importe mucho, quedate tranquilo que en eso jamás nos vamos a poner de acuerdo. Cada uno a lo suyo. Yo, por mi parte, ya viví una dictadura en carne propia y no se la deseo a nadie.
Saludos
Ok, Cholo, si querés seguirla, la sigo, solo quería evitar discusiones estériles. Si la falta de algunas libertades públicas en Cuba, INALIDA TODO LO OTRO, yo puedo decirte que un país en el que la tortura es legal, que invade y bombardea otros paises, y en el cual la salud es privada, al punto de dejar completamente desprotegidos a quienes no pueden pagarla, también queda COMPLETAMENTE INVALIDADO. Entonces Cuba no sirve, EEUU no sirve, paises en donde mueren niños desnutridos obviamente también están invalidados. ¿Qué hacemos?¿Solo se puede vivir en 15 o 20 paises del mundo? Una de las cosas que repito constantemente es poner en contexto. ¿Cuáles son según vos los paises similares a Cuba que tienen situaciones mucho mejores que Cuba haciendo un «promedio» de virtudes y defectos? En lo posible de centroamérica, si querés de latinoamérica. Si me vas a decir Francia, bueno, creo que su historia y potencial económico, no son comparables, las diferencias no empezaron en el 59, no son culpa de la revolución cubana. Tratemos de comparar contextos similares.
No tengo tiempo ahora. Á la noche la sigo, sólo queria decirles a ambos que la sigan que son tipos que saben escuchar. Hágame caso Sergio, El Cholo es un tipo con el que se puede discutir porque es un tipo de buena voluntad. Lo mismo para usted Cholo.
Saludos
Gracias por el cumplido, Julián.
A ver, respecto de Cuba, siento cariño por su gente y valoro su revolución, y me parece indudable que en los últimos cincuenta años se produjeron enormes avances en medicina y en educación en general. Eso no lo discuto y ya lo dije antes.
Lo que a esta altura me parece inadmisible es la persistencia de un sistema de partido único, de dinastías familiares perpetuadas en el poder, de silenciamiento y persecución de la oposición, de farsas electorales, de pena de muerte. No me parece poco.
Y sí, invalida lo que puede ser mi simpatía por este momento de «La Revolución», que ya ha dejado de serlo. El argumento de que Cuba está mejor que Honduras o Guatemala y por eso hay que bancarse a la dictadura es en el mejor de los casos un anacronismo. Podría haber sido válido en tiempos de la Guerra Fría pero ya no.
La caída de los totalitarismos stalinistas dejó en muchos casos al descubierto una serie de conflictos espantosos que no habían sido resueltos sino tapados. Lo de Yugoslavia (un genocidio espeluznante) es lo más conocido pero no lo único. Los países que salieron mejor parados de todo eso fueron los que tenían mayor desarrollo humano en términos de educación (Polonia, Hungría, Checoslovaquia, los países bálticos). Otros están ahí haciendo lo mejor que pueden, y en buena parte de la ex URSS dominan las mafias. En muchos casos (salvo los primeros y Alemania Oriental, absorbida por la Occidental), se heredó un fenomenal aparato de corrupción y violencia paraestatal (¿te suena lo de «mano de obra desocupada?»).
En síntesis, las dictaduras son perversas en esencia y lo que dejan es horrible. Me parece ocioso tener que decir esto en un país como Argentina que padeció una de las más corruptas y sanguinarias de los últimos tiempos.
Lo de Cuba me parece inexplicable, precisamente porque tiene un pueblo extraordinario, tanto que no se merece la falta de libertad
Saludos
PD: si querés de EEUU hablamos en otro momento, pero por el momento te digo que en la mayor parte de la historia su política exterior me ha parecido aberrante
Cholo: Mis salvedades y comparaciones apuntan a que creo que después de la caída del muro todo lo ocurrido en los paises socialistas parece más grave que lo que ocurre en los paises capitalistas. No se trata de justificar a unos con los errores de los otros, sino a no aceptar que haya que desterrar una idea por esos errores, es como si yo te dijera «ves que estamos de acuerdo en que EEUU ha hecho cosas terribles, hay que desterrar el capitalismo». En Europa la victoria comparativa (a mi me parece importante comparar, porque no creo que hablemos de cosas absolutamente malas ni buenas, son relativas, mejores o peores que las otras)del capitalismo es inobjetable, pero como te decía la otra vez, el socialismo de Europa Oriental me pareció una mala experiencia, fue un error muy grave tratar de imponer el sistema por la fuerza en paises que no lo generaron ellos mismos. En cuanto a la Cuba actual, voy a tratar de resumir mi posición: no justifico que una familia se haya apropiado del poder y lo mantenga 50 años, quiero que Cuba se convierta en una democracia, pero dentro de esa democracia ojalá gane el socialismo. Y agrego, cuando Cuba se convierta en una democracia, estos 50 años estarán lejos de haber sido «perdidos», ya que no creo que una evolución por otro camino hubiera sido mejor, sus logros fueron muy grandes. Esta es una diferencia importante para mi entre Cuba y Europa Oriental, si aquí comparo a Cuba con Honduras o Guatemala, como vos decís, sale ganando Cuba. La comparación entre paises similares es fundamental, porque precisamente allí nacen los reproches al socialismo (con razón), en la comparación que se produce en Europa. En este sentido te cuento una anécdota a tu favor, pero que señala la importancia de las comparaciones: estando en España, en 1988, hablaba con un alemán occidental, yo defendía los paises comunistas y él me dijo «con solo caminar un rato por cada una de las Alemanias y mirar alrededor, se va a dar cuenta que está equivocado». Comparto muchas de tus ideas, solo quiero evitar ser demasiado estricto con los errores del socialismo y permisivo con los del capitalismo. Para mi es importante determinar qué cosas salieron mal y cuáles bien, dentro de cada una de las experiencias, para no invalidar la idea de socialismo.
Cholo/Sergio:
Me guta el intercambio que ha surgido entre ustedes, básicamente porque es algo que no sucedía en la Guerra Fría. Es un deber de todo aquel que sustente posturas de izqierda el revisar el pasado y volver una y otra vez sobre el para que no se repita. Cholo usted se olvidó de nombrar a lo que fue más horrible. Porque uno puede entender que se justifique a una dictadura porque la idea de democracia no era muy fuerte o porque era sustentada por los ideólogos del capitalismo salvaje, pero uno nunca va a poder entender porque personas lúcidas y de buen corazón justificaron el Gulag, o la Revolución Cultura, o al Jemer Rojo. Eso está más allá de todo rasgo de humanidad, eso va mucho más allá del género humano, eso no es socialismo, es simple reflejo de un instinto asesino.
Cuando se habla de comparar a Cuba con los demás países de Centroamérica no se trata de justificar al castrismo, se trata de realizar un ejercicio comparativo. Yo no sé si en Cuba hay libertad como te la venden, si es verdad que hay elecciones libres y si en Granmna puede publicar cualquiera, no sé, no lo creo. Igual poenele que sí, y igual me pegaría un tiro en el pie antes que ir a vivir a Cuba, pero me pegaría un tiro en la nuca si me tocara el tipo de capitalismo que les tocó a Honduras o Guatemala.
Garretón decía este verano lo siguiente:
«(…) intentemos volver a mirar en perspectiva lo que fue la revolución cubana. Porque deberá ser en torno a sus principios básicos originales y a sus intentos de construir un mundo alternativo al capitalismo —y no en torno a lo que reclaman sus enemigos, pero tampoco en torno a sus propias distorsiones y perversiones a lo largo de estos cincuenta años—, que el pueblo cubano deberá definir libre y democráticamente este futuro.
(…)
Poco a poco, el modelo cubano dejó de ser el referente de la acción colectiva y de las esperanzas de un mundo mejor para América latina. Y ello no por los esfuerzos desesperados de la política norteamericana por aislar a Cuba, en otra expresión de sus innumerables guerras sucias en este y otros continentes a lo largo de los dos últimos siglos. Tampoco por los fracasos económicos que la isla hubiera podido sufrir. Sino por una nueva conciencia que emergió en la región como aprendizaje de derrotas y fracasos y que se expresó en una valoración, como principios irrenunciables, de la democracia política y, más ampliamente, de los derechos humanos.
En estas materias, la democracia como régimen político y sistema de gobierno y convivencia y los derechos humanos en el ámbito de las libertades, porque en el campo de las igualdades y los derechos sociales nadie niega sus enormes avances, la situación cubana presenta grandes déficit que no son transables por los avances mencionados y que nadie puede justificar. Y si la crítica a esta situación no se hizo radical por parte del mundo progresista democrático, ello se debió, en un primer momento, a la falta de la valoración de estos dos principios por parte del campo intelectual y político latinoamericano y, más adelante, a la ausencia de un modelo económico-social alternativo al capitalismo en lo que Cuba parecía ser casi el único ejemplo.»
Con respecto a Cuba recomiendo ampliamente el último número de Nueva Sociedad: http://www.nuso.org/revista.php?n=216
Mi posición al respecto es como las de ustedes. Sin embargo no quisiera creer que el camino a la democracia en Cuba será fácil, creo que pierda o gane el PCC en las elecciones, hay cosas que no se negocian, la educación, la salud, el régimen jubilatorio y la no alineación.
Lo último que deseo agregar es que la crítica a las posiciones sostenidas en el pasado y a las barbaridades que se han cometido en el nombre del proletariado no debe invalidar por eso el sentido originario de la ieología socialista. La crítica al pasado no debe ir acompañado por la moderación intelectual y el cierre de perspectivas de estudio. Algo similar ocurrió en la Argentina de los `90, finalizamos los ochenta con Aricó y Portantiero hablando del «socialismo en el sistema» y concluimos en la Alianza y en al subordinación de la centroizquierda a un proyecto político conservador, con el peronismo desmembrado y alvearizado, con la izquier fragmentada y sectaria y con una sociedad civil profundamente desigual y dividida.
Sergio, con todo respeto, ¿sabés cuál es el problema epistemológico, para ponerle un nombre que nos ubique más o menos? Que el socialismo real se cayó. Y que el capitalismo no sólo sigue sino que nos contiene en su interior. O sea, a uno lo pensamos desde una exterioridad total, principalmente desde la teoría y un poco también por los discursos políticos que ahora no tanto pero sí durante el siglo XX poblaron la realidad. El otro somos nosotros. Algún día alguien podrá escribir: «Bajo el sistema capitalista se discutían estas cosas… » y ahí linkeará éste blog.
Además, ¿qué necesidad tenemos de «hacernos hinchas» de gobiernos bajo los que ni siquiera vivimos como es el caso de del Cuba? Reconozcamos esos avances en este diálogo han sido marcados pero pidamos juicio y castigo para los Castro. ¿Por qué no? Me parece horrible, peligrosísima, la idea de que tal vez sea bueno vivir un tiempo bajo feroces dictaduras en pos de un futuro mejor. El marxismo, el de Marx, el que era hegeliano y por ende teleológico, dio soporte a esa paciencia que hoy me parece totalmente inaceptable. Futuros mejores, además, ¿dónde terminará Rusia? ¿Dónde terminará China?
Alguien aquí arriba decía que EEUU quedaba inhabilitado en tanto país porque bombardeaba otras naciones, pero Fidel salió con su equipo de gimnasia Adidas salió a bancar el desastre ruso en Georgia de hace unas semanas. Una Rusia que no es ni socialista ni en el nombre ya. EEUU comete esos crímenes, pero porque es tensionado (les tiraron unas torres abajo, les falta petróleo, etc., son la vanguardia del mundo), el socialismo real es cínico y mala leche, usa los derechos humanos y por eso, entiendo yo, el diferente estatus que cada uno de esos sistemas político-económicos tienen hoy en día, uno es una idea, y el otro nos contiene.
Diego: Pero yo no estoy haciendo una defensa a ultranza de Cuba ni mucho menos. Simplemente comparo diferentes situaciones y trato de medirlas con la misma vara. ¿Juicio y castigo a los Castro? Entonces supongo que también: Juicio y castigo a Bush. Si no entendí mal considerás que los crímenes norteamericanos tienen alguna justificación porque les falta petroleo o son la vanguardia del mundo, ¿esto es en serio?
Cuba es tan parte de la realidad como el resto del mundo, no es una idea. Los socialismos de Europa Oriental fueron reales y creo haberlos criticado ampliamente en mis comentarios anteriores. Preguntás ¿dónde terminará Rusia o China? Pero pongamos todo en contexto, ¿dónde estaban Rusia o China cuando les llegó el comunismo? además tus preguntas bien las podemos ampliar a ¿Dónde terminará el planeta? Por otra parte, ¿cuáles son tus parámetros? Si considerás a EEUU vanguardia del mundo por su poderío, entonces te puedo decir que es muy probable que pronto pierda ese lugar a manos de China. Y si no es por una cuestión de poder, no veo que EEUU sea un ejemplo en sentido ético. Si Fidel defendió a Rusia en su invasión a Georgia, me parece muy mal . Una vez más: no digo que Cuba es maravilloso, ni soy hincha de Fidel Castro. No me adjudiquen esto. Solo digo que si la falta de ciertas libertades es «intolerable», entonces los analfabetos, los desnutridos, etc tienen que serlo con más razón. Invadir y bombardear paises tiene que serlo con más razón. Yo vivo en un país capitalista, estoy charlando en un blog dentro de un sistema capitalista, es más, defiendo un gobierno capitalista (no supondrán que cuando hablo bien de Cristina la creo comunista), para mi las cosas están en relación a otras, tanto en la historia como en el presente. Tanto aquí, como en el mundo. No defiendo ideas fijas o inmutables. El concepto socialismo me sigue pareciendo atractivo, pero es probable que dentro de 500 años sea retrógrado. O no, tal vez explota todo y dentro de 500 años no hay nada. Los valores son relativos, el futuro es impredecible, nos apoyamos en ideas y cuando tratamos de aplicarlas defendemos ciertos proyectos. Cada proyecto es mejor o peor que otros proyectos. Nada es bueno o malo de por sí.
Gracias por tus aclaraciones, Sergio. Bush es una vergüenza, y lo notamos, porque lo hace desde el gobierno de EEUU, lugar desde donde no es posible legitimar la acción presente en post de un lejano futuro mejor. De ahí que tras su gobierno es muy probable y muy deseable que gane alguien como Obama. En ese sentido es la vanguardia del mundo, no por tener los fierros. Stalin llegó a tener muy buenos fierros en su momento, pero nadie diría que esos planes quinquenales eran vanguardia de algo más que del control social y del terror.
Con el concepto de socialismo tengo el problema de que al volverse real sólo ha registrado represión y absolutismo, más allá de estos avances que antes lugares del capitalismo los conoció sin esos controles sociales. Además, no seamos ingenuos, ¿cómo va a quedar la sociedad cubana después de los Castro, en un futuro en el que pueda haber elecciones libres? ¿No va a afectar en nada ese machacar homogéneo con los héroes de la Revolución generación tras generación? ¿Cuánto va a costar que el pueblo de Cuba se saque esos Ídolos de encima? La educación, que está muy bien, recordemos que también vino con ese adoctrinamiento. Miremos Rusia, hoy se pueden presentar todos los partidos a elecciones, pero el pueblo vota a déspotas y a mafiosos. Son cuestiones muy complejas. De ahí que yo crea que los avances y los retrocesos no sean lineales. Los rusos seguramente manejarán muy bien las matemáticas pero el carácter autoritario no se lo han quitado nunca, a pesar de haber pasado los 70 años de la URSS por encima.
Volviendo al comienzo, está claro que lo de Bush en materia de política internacional fueron crímenes, pero me parece que no es exactamente lo mismo que una dictadura de un país bananero que dure 50 años. Bush es torpe. Manejó mal la cuestión árabe y llegó a la guerra de peor forma posible, incluso para los EEUU. Por otro lado, si cualquier país protege a aquellos que bombardean (o derriban aviones) sobre el tuyo, lo vas a invadir. Otro tema son los blancos civiles y el aprovechar eso como excusa para el petróleo. Pero son situaciones más complejas, no caprichos. A eso me refiero. Por eso lo de vanguardia y por eso lo que nos contiene. Nos contiene pero no nos hace aliados de su parte más reaccionaria, nos contiene porque nos preocupa la situación, a esta la asumimos como un problema real que «nos pasa», que pasa.
No nombré los genocidios stalinistas ni polpotianos porque no pensé que vinieran al caso.
Quiero señalar algo: recién se pudo conocer en más detalle la magnitud de los estragos perpetrados por el «socialismo real» (gracias Diego por la palabra «real», porque no quería que yo atacaba a la idea de socialismo) después de su desmantelamiento. Porque uno podía tener cierta información de Checoslovaquia o Hungría, pero ¿quien podía conocer los detalles de lo que pasaba en Bielorrusia o la mera existencia de Chechenia, por ejemplo?
Y la verdad es que en 70 años hay ciertos lugares que quedaron como estaban o en muchos casos peor, porque no se resolvieron conflictos, se taparon. Y cuando llegó el turno reapareció el nacionalismo más primitivo, la violencia más brutal ¿cuales fueron los logros del socialismo? ¿cuales que no fueran alcanzables por vía pacífica?
Desde ya que el socialismo como corriente histórica aportó una nueva serie de valores y de derechos. Si hablamos del libre derecho a la salud o educación, eso ya forma parte de los programas socialdemócratas desde siempre, y con mayor o menor éxito, los llevaron adelante sin necesidad de dictaduras.
Que la socialdemocracia es criticable, por supuesto, como todo, pero almenos se puede criticar sin que te agarren de la solapa y te manden al calabozo.
Saludos