El jardín de los senderos (progresistas) que se bifurcan

Los excelentes posts de mis colegas y amigos Hal y Escriba apuntan, creo, a una pregunta básica, estructural, ¿qué debe hacer el progresismo argentino con la actual experiencia kirchnerista? Por favor, no nos engañemos: es ésta la cuestión más urgente que el progresismo argentino tiene frente a sí en estos momentos.

Empecemos, como es lo correcto, por el principio. Cuando digo «progresista» me refiero a ese campo difuso pero extendido de gente que coincide en ciertos objetivos básicos. Los principales entre ellos son:

– Defensa irrestricta de la agenda de derechos humanos, que incluye, pero no se limita, a la consigna de juicio y castigo a los responsables de los crímenes de la última dictadura.
– Sostenimiento de un estado de derecho.
– Apoyo de la intervención del estado en la economía, no sólo como regulador «de base» sino como actor central en la distribución de recursos e ingreso, con vistas a estabilizar y contener las tendencias destructivas de la economía capitalista.
– Avance hacia una mayor equidad económica y social, articulada primariamente alrededor de un sistema tributario más progresivo.
– Puesta en funcionamiento de mecanismos amplios y efectivos de ciudadanía social, incluyendo, entre otros, políticas universales (es decir, políticas financiadas por rentas generales y accesibles a todos los ciudadanos) de salud, educación y ayuda social.
– Avance en la democratización de los medios de toma de decisión política.

Podemos decir que una cantidad importante de gente comparte y está de acuerdo con que estos objetivos constituyen los fines de una política progresista. El problema es que, como en el misterioso jardín, los senderos se bifurcan cuando se discuten cuáles son los medios necesarios para llegar a ellos.

Los senderos se bifurcan como se bifurca un arroyito si encuentra una piedra. En este caso, la piedra es el kirchnerismo. (En realidad, como relata Carlos Altamirano, nuestro arroyito progresista lleva sesenta años dividiéndose en la misma piedra, que es el peronismo. Pero eso sería material para otro post, o más bien sesenta.)

En la circunstancia actual, el campo progresista se bifurca de la siguiente manera (y recordemos siempre que estamos hablando de personas que comparten objetivos políticos, sensibilidades culturales y, en muchos casos, inclusive espacios presentes o pasados de militancia):

Una parte del progresismo, creo, entiende que el actual régimen kircherista, sin ser perfecto ni muchísimo menos, ha planteado algunas aperturas en la dirección deseada y por lo tanto puede operar como un primer paso o primer avance tentativo hacia una dirección «verdaderamente» progresista. Esa parte entiende, entonces, que la experiencia kirchnerista debe ser sostenida en este momento. A largo plazo, obviamente, los esfuerzos se deben poner en superar y dejar atrás la experiencia kircherista, pero el kirchnerismo se entiende como un «estadio posible» en el avance hacia el progresismo.

En este campo están, entre otros, gente como Martín Sabbatella, algunos socialistas, Hugo Yasky y parte de la CTA; la idea básica, como planteó un amigo, furibundo crítico del kirchnerismo que sin embargo está hoy sólidamente plantado en este campo: «hoy tenemos que bancar porque si se llevan puesto al gobierno nos llevan puestos a todos nosotros. El fin del kirchnerismo hoy implicaría la liquidación de la posibilidad del progresismo en Argentina, por lo menos por varias décadas.»

La otra mitad del progresismo, por su parte, entiende que el kirchnerismo tapona la posibilidad de una consolidación progresista en el país. Es decir, que el kirchnerismo, por la manera en que manipula consignas progresistas para su propia conveniencia opera en contra del avance del campo progresista, ya que coopta y manipula a las bases populares y confunde y diluye a las organizaciones progresistas. Este campo, entonces, entiende, no sólo que debe evitarse cualquier negociación, sino que, en último término, la caída de la experiencia kirchnerista es un paso necesario y positivo para la consolidación de una alternativa progresista. Este campo supone también que una eventual victoria puntual de una alternativa de derecha en este momento sería en verdad una apertura estratégica para el progresismo, al dejar en blanco sobre negro las alternativas de una «verdadera» derecha y una «verdadera» centroizquierda.

En este lado del campo progresista están entre otros Pino Solanas, Claudio Lozano, Victor De Gennaro, otra parte del socialismo y la mayoría de los partidos de izquierda.

¿Qué resultará de esta bifurcación de los senderos? ¿Cuál es la vía adecuada? El debate queda abierto.

Acerca de Maria

Politóloga. Me interesa la teoría de la democracia y el estudio del populismo.

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73 comentarios en «El jardín de los senderos (progresistas) que se bifurcan»

  1. Que manera más elegante de decir «o estás con nosotros, o estás con Macri».

    Un poco más seriamente, creo que hay otra opción: la de los que creemos que el kirchnerismo debe permanecer en el poder pero no porque nos guste, sino:
    a) porque fue elegido por el pueblo
    b) porque la destrucción violenta del kirchnerismo sería un retroceso terrible para todos, y no sólo para el campo progresista.

    Fuera de eso, nada. Laburar para sacar a los Kirchner del poder en 2009 y 2011, sí, pero no buscar su aniquilación presente.

  2. MEC, quizás no sean mitades sino tercios, en ese caso faltaría el de quienes creemos que el kirchnerismo efectivamente tapona pero también que «una victoria puntual de derecha en este momento» no depara nada bueno. Supongo que Alejandro Z. va en esa dirección. La vida puede ser menos binaria de lo que algunos escribas afirman.

    Gabus

  3. El kirchnerismo hoy es un indudable paso hacia adelante. Y según mi óptica un gran paso hacia adelante. Lo que propone la «otra mitad de progreismo» es solo la eterna promesa de que siempre habrá algo mejor, aunqué no tengan la más puta idea de como lograrlo.

  4. MEC, muy interesante. Tengo algunos desacuerdos con el análisis (basados sobre todo en la centralidad del kirchnerismo como punto del quiebre) que desarrollaré en otro momento. Igual tiro un avance: no es el kirchnerismo, no es el peronismo, sino lisa y llanamente el poder (que encarnan ambos conceptos) lo que divide a los muchachos. Ni Pino, ni Víctor, ni Claudio quieren gobernar…

    Pero en lo que me parece que estás definitivamente equivocada es en agregar a los «partidos de izquierda» a un progresismo con el que sólo comparten su aversión a la gestión. Los partidos de izquierda o actúan objetivamente como partidos de derecha o son un espacio de encuentro estético como el de los pibes que se juntan en los shoppings para cambiar cartas de Magic. Digo, una remera roja gastada en la que se adivina la pasada presencia de la cara del Che, un bolsito recuerdo de un viaje al norte, un par de lecturas superficiales del 18 Brumario no te hacen ni siquiera progresista. Mucho menos si viajás a Rosario a escucharlo a Miguens.

    Salvo por el laburo de base del PO (en los barrios con el Polo y en el subte, etc) el resto de los llamados «partidos de izquierda» podrían cerrar sin provocar cambios en la vida de nadie más que sus afiliados.

  5. Me gusto mucho la nota y la verdad es que creo que puede estar en la sociedad la bifurcación a seguir y lo digo no desde el voto, sino desde la politización, y creo que al menos desde 1983 esta sociedad no estaba tan movilizada y politizada.
    Lo digo tomando como base que estamos en el camino correcto, pero falta, como ya lo sostuve en el post de Escriba, al decir «Comparto lo que decís respecto de cuan a la izquierda esta el gobierno, pero me parece que donde estamos lamentablemente es todo a la izquierda que las corporaciones, al menos por el momento lo van a dejar estar.
    Lo que quiero decir es que estamos en una tenue social democracia y aún así la derecha o los consevardores o estos neo individualistas que rigen la opinión del medio pelo argentino, tildan al gobierno socavadamente de izquierdistas, de chavistas, de setentistas y montoneros, y con ello dan a entender que el gobierno esta en la raya del arco ideológico que pueden llegar tolerar, y eso es justamente es lo mas terrible, por que el arco ideológico que estiman posible estas corporaciones esta reducido, por no decir mutilado, por el lado izquierdo, pero por el contrario por el lado derecho llega hasta al extremo del Proceso y el Menemato, a los que esas mismas corporaciones abrazaron, abrigaron y defendieron.
    Los hechos de estos últimos cien días por último han demostrado hasta donde pueden llegar esas corporaciones cuando se empieza a cruzar lentamente la raya del arco politico que tenían delimitado con su discurso. Por eso creo que defender a este gobierno no es solo defender al gobierno que mas viablemente piso la raya desde el 55, sino defender asimismo la posibilidad de trasponerla mas, cuanto el tiempo dirá.»
    El tema a dilucidar es si van a intentar trasponer la raya y cuanto los van a dejar.
    El otro día Alberto Fernández dijo que estaba en estudio gravar la renta financiera con el impuesto a la ganancia, y al día siguiente los titulares decían «Que estaba en estudio gravar el ahorro de la clase media» empezó el apriete y por ahora fue solo una tirada al ruedo.
    Vos crees que en este pais se podría por ejemeplo dictar una ley que autortice el aborto?, yo creo que no, por ahora nos tenemos que conformar con la pildora del día después.
    Por eso creo que el lugar para salir a dar la lucha es llevar lo que esta sucediendo a la politización, popularizar las desiciones.
    Yo no se, si en el conflicto con el campo, se asumió previamente el costo politico que implicó, pero creo que si esto se bifurca hacia el lado que queremos, el costo va a dar sus réditos y después será cuestión de ir modificando de a poco los escenarios.
    y sino va a pasar lo que dice tu amigo.
    Y esto solo se puede dar desde el Peronismo, no hay ninguna otra estructura política que pueda dar el cambio, como era la única estructura politica que podía efectuar el desguace del estado del menemato.

  6. que haya izquierda y derecha del otro lado, no quisiera caer en el facilismo pero… no será q la polaridad izquierda-derecha, por lo menos en este pais, no tiene mucho sentido?

    tema viejo, pero q parece q siempre vuelve.

  7. Me parece que hay más problemas y más graves que la división frente al gobierno K.

    Diría que esos problemas son dos:

    1. El politicismo (no confundir con primacía de la política). La creencia en que de esa agenda que nombrás, la sola vigencia del Estado de Derecho hará florecer todos los demás puntos. Este «republicanismo», con buenas intenciones, lleva al desastre: la derecha te pasa por arriba en la lucha por el poder, y aun cuando puedas sostener el E de Derecho, eso no te lleva a la «agenda social». Fue el error de la Alianza (modelo, sin corrupción) y, en menor medida por el contexto histórico, el de RA.

    2. El corporativismo (no confundir con arbitraje estatal). Se presenta como centralidad del Estado, pero en verdad es un modo de hacer del Estado el vocero de las corporaciones. Redunda en incapacidad para disciplinar el mercado y permitir una relativa autonomía de la sociedad civil. El resultado principal es evitar el conflicto interno con «burguesías nacionales» y similares. El es límite histórico, creo, del peronismo.

    Por eso, la agenda que nombrás es coherente lógica, pero no políticamente en Argentina, teniendo en cuenta las tradiciones existentes. Asumirla toda, que en definitiva es lo más parecido a transformarse en una fuerza socialdemócrata, no es tan sencillo.

  8. Lo que es a mi, la bifurcación no me parece novedosa. Creo que pasa bastante seguido frente a cualquier proyecto nacional y popular.

    En el 55’ apoyaron al golpe el socialismo, los radicales progresistas y parte de la izquierda. En la vereda de enfrente estaban desde la gente de FORJA o Cooke a los socialistas y comunistas que se habían incorporado al peronismo.

    Contra Chavez, están desde la socialdemocracia hasta la ultra izquierda de Bandera Roja.

    Vuelve a plantearse entonces la pertinencia de pensar la política argentina (y la de otros países de la región) entre izquierda y derecha o progresismo y conservadurismo.

    En algunos casos creo que en estas vertientes opuestas a los procesos de cambio real efectivamente hay algo de estético. Siempre es más lindo defender la pureza de una Revolución imaginada, platónica, que la realidad de un gobierno necesariamente contradictorio. En otros casos, habría que preguntarse sobre la pertinencia de llamar izquierda o progresismo a expresiones recalcitrantemente liberales.

    Respecto al comentario de Alejandro, pondría, además del PO, al PCR que ha dado buenos dirigentes populares, como el Perro Santillán o Salamanca, y que han hecho buen trabajo de base en otros sectores, más allá de esta locura de creer que lo de hoy es una suerte de rebelión campesina y popular.

    Muy bueno el blog de MEC. Ahora al enumerar los progres que entienden “que el actual régimen kircherista, sin ser perfecto ni muchísimo menos, ha planteado algunas aperturas en la dirección deseada” me parece que te salteaste a lo batallones más destacados y que permiten comparar cualitativamente estas dos mitades del progresismo existente. Digo Madres de Plaza de Mayo, Abuelas, gran parte de los movimientos sociales y territoriales producto de la experiencia piquetera, etc….

  9. Yo creo esto:
    De Gennaro, Pino, Lozano… ¿cuántos votos…? A ver… uno, dos, mi amigo tal, un amigo de un amigo de tal… sí. Tres diputados. Bien podemos seguir haciendo purismo en columnas del diario de Lanata con ese sector hasta el 2038.
    El otro sector no la tiene fácil, pero puede sumar más.
    Saludos

  10. Escriba, contando votos lo tenemos a Macri y lo tuvimos a Menem. La democracia es mucho más que los votos. Por ejemplo, democracia es no vivir en emergencia económica permanente, enviar los proyectos al parlamento, en su tiempo, como es debido, no meter proyectos como el del tren bala en momentos que la discusión esta en otro lado.

    Al gobierno le faltan metas alcanzables, metas que den curso a políticas concretas. Es increible que lleve solo algunos meses en el poder y haya llevado la discusión del campo al punto que la ha llevado. Perdio la calle con la Sociedad Rural, eso es inentendible. No entiendo como la SRA aparece como progresista. Evidentemente no es solo por un discurso confrontacionista del Poder Ejecutivo. Creo que más tiene que ver con cierto inmovilismo político y económico. Afrontar una democratización seria y profunda requiere mucho más que un discurso solido y apasionado, requiere implicar actores desplazados, poderosos y débiles, consensuar, consolidar y otorgar real poder a las instituciones, y un largo etcetera que ya todos conocemos.

    Creo que De Gennaro y Lozano han aportado desde sus lugares al debate democrático e institucional en Argentina, aunque sus aportes no puedan contabilizarse en votos. No es para todos el periplo eleccionario.

    No creo que el peronismo sea la piedra que tapone. En realidad el peronismo es un dinamizador, de las «buenas» y «malas» costumbres argentinas. Tampoco creo que el kirchnerismo sea un estadío previo a un «verdadero» progresismo, tal vez porque ese progresismo ni siquiera exista. De estadíos previos se llenó de pobres el camino al socialismo. El kirchnerismo es este lugar político que toca defender contra otros proyectos de país más excluyentes y noventistas, con las contradicciones propias de cualquier proyecto que ha emergido luego de una profunda crísis de socialización. Creo que otras figuras dentro del peronismo no hubieran seguido un camino muy distinto. De hecho, las políticas marco se abrieron con Dhualde más que con Kirchner.

    En definitiva a lo que voy es que el gobierno no vive con ese taponamiento, el gobierno es parte del movimiento zigzaeante de la sociedad toda, que hoy discute redistribución y mañana quiere viajar a miami. Quién busca a quién, el salvador al pueblo, oel pueblo al salvador?

    saludos

  11. Marìa: El otro dìa cuando volvìa de la Plaza veìa las columnas de los movimientos sociales, veìa esas madres con sus bebès en brazos y pensaba «si esto se cae, que va a ser de ellos». Tambièn a los compañeros de los gremios, en especial las pequeñas columnas como una seccional de mercantiles de Lomas por ejemplo y pensaba lo mismo «si esto se cae, te vienen con el argumento de la tremenda crisis heredada y adiòs paritarias».

    Esta gente no tiene el problema acerca de decidir apoyar al gobierno o no. Putean como cualquiera ante la suba de precios o se angustian con el conflicto agrario pero quien se anima a decirles que: «una eventual victoria puntual de una alternativa de derecha en este momento sería en verdad una apertura estratégica para el progresismo»

    Me indigno cuando lo leo a Lozano, cuando lo veo a De Gennaro sonriente al lado de Buzzi mientras el tipo nos manda a cagar de hambre y militar objetivamente en contra de la vida de hoy de quienes menciono màs arriba en funciòn de un eventual futuro progresista mejor que este presente con todo lo feo (y digo feo porque para muchos la cuestiòn es casi estètica) que es.

    Y si, el kirchnerismo puede ser ingrato. Y la gobernabilidad puede exigir retroceder en algunas cuestiones y por supuesto uno no quiere ser parte de eso pero es la embarrada que uno se pega cuando adhiere a algùn referente que discute el poder.

    Si el planteo es «superar a la experiencia kirchnerista» no se va a lograr comenzando del quinto subsuelo ante la vuelta al poder de la derecha.

    Tal vez una opciòn vàlida puede ser la de los compañeros de Carta Abierta que por ahora no deja de ser testimonial, aunque apoya al gobierno en estas circunstancias.

    Tal vez la opciòn es la que dice Alejandro: ser testimonial o disputar el poder con todo lo que ello implica.

    Saludos

  12. A mí la segunda vertiente, la «más purista», no me termina de decir quién es la alternativa progresista. Y me parece una carencia clave. No creo que toda solución llegue por el mero contraste con la «verdadera derecha». Me hace mucho ruido la idea de «cuanto peor, mejor», de esperar una alternativa de la derecha, casi esa alegría de los Montoneros cuando cayó Isabel y asumió la dictadura, porque así el pueblo se sumaría a sus filas (y dije casi, no dije lo mismo). Creo que la alternativa se construye ahora sobre la base de lo que hay, y lo que hay es esto y el intento debe ser por marcar una agenda que profundice los cambios hacia el sendero que creemos que debe transitar. Y eso es lo que fuimos, muchos, a buscar a la Plaza.

    (Además del choripán, los 50 mangos y la bandera de Artepolítica)

  13. Si leés que esto es un intento de decir «esto o Macri», podrías leer de nuevo, porque no es para nada así.
    Ale, No es el peronismo, sino el poder: interesante ángulo.
    Otro, no es el peronismo, sino la pureza moral.
    Néstor: yo miraba a las mamás con los nenes y pensaba en lo que decía un sociólogo que escuché una vez «en Argentina no hay la criminalidad de Río o San Paulo porque en Argentina los pobres hacen política.»
    Che, ¿y Hal?

  14. Maria muy claro la verdad
    yo creo que coincido con el segundo grupo

    el problema al igual que en los 90 es que tras banderas, en esos tiempos liberales y hoy en dia progresistas si queres
    se oculta la misma cleptocracia demagojica y populista del peronismo que no es ni liberal ni progresista es personalista y no le gusta hacer demasiado por nadie que no sea el partido
    ojo con el readicalismo pasa muy similar pero en menor medida y con menor verticalidad
    ta vez el problema seamos todos los argentinos

    lo unico que estoy seguro de todas las discuciones que se viene dando aca es que almenos en el area economica el preograma de kirchner no tiene nada de progresista

  15. MEC: Resumo tu post en dos frases:

    * Hay un progresismo que somos nosotros y bancamos al kirchnerismo como alternativa de mínima
    * Hay otro progresismo que no somos nosotros y quieren que gane Macri para poder correrlo por izquierda.

    No digo que haya sido tu intención, pero mi lectura es esa. Y repito: ni una cosa ni la otra, no porque me caiga poco simpático el kirchnerismo voy a pedir la cabeza de Cristina.

  16. María Esperanza: Esas dos posturas frente al kirchnerismo se confunden en un siglo de discusiones dentro del campo popular y lo que dice Altamirano es así.
    Creo que por lo tanto, a veces esa discusión se torna medio aburrida porque la verdadera discusión hoy es la que hay que dar contra los grupos multimediáticos y contra las diversas expresiones de la derecha que están avalando el poder de veto de la patronal agropecuaria.
    La discusión con Lozano y cía es, desde este punto de vista, secundaria.
    Acá hay que dar la pelea contra la CARBAP, eso es lo troncal. Ya habrá tiempo para discutir con la oposición por izquierda.
    Ahora, lo grave es que si este gobierno pierde poder, lo que viene atrás es más una derecha temible, encaramada en una franja de sectores medios que da cada vez más miedo.
    Finalmente: El kirchnerismo es una etapa, una fase. Lo importante es cómo utilizamos este interregno los sectores comprometidos con la profundización de un proyecto Nacional y popular.

  17. MEC:
    Si tanto te gustan los discursos «progresistas», y podes votar en el 2009 al «otro» progresismo que vos misma nombras, Lozano, Pino Solanas, etc…

  18. Proyecto

    Ahora que se levantó el paro del campo, parece un buen momento para pensar seriamente en el diseño de políticas adecuadas para evitar la repetición de este tipo de enfrentamientos estériles que tanto daño le hacen al país.

    Lo que sigue no constituye un plan completo, pero puede considerarse como una base de discusión que propongo para formular ese plan.

    1. Eliminar completamente las retenciones a la exportación de productos agropecuarios.

    2. Para evitar la sobrerrentabilidad generada se continuará con la política de venta de reservas de divisas hasta lograr la paridad del peso con el dólar (1$ = 1u$s).

    3. Para combatir los aumentos inflacionarios de los precios internos se eliminarán totalmente los aranceles de importación a los productos chinos y de cualquier otro orígen.

    4. Para pacificar a la clase media y contribuir a la baja de precios se otorgarán créditos blandos para hacer turismo en el exterior y comprar productos baratos, reeditando el “déme dos”.

    5. Asimismo, y por única vez, se entregará sin cargo a cada familia de clase media, una cacerola y una sartén de teflón contra entrega de una unidad abollada.

    6. Para paliar el esfuerzo financiero que representarán los puntos anteriores se privatizarán el Banco de la Nación y Aysa.

    7. Estas señales positivas reestablecerán la confianza del FMI y otros organismos internacionales, permitiéndonos obtener nuevos créditos y refinanciar nuestra deuda externa.

    8. Para bajar el gasto público se darán de baja a todos los funcionarios y miembros del gobierno de apellido Fernández.

  19. ¿Y los que veníamos bancando la gestión kirchnerista porque establecía claras diferencias con lo que sería el macrismo eficientista pro-mercado y por otro lado con una afiliación a un populismo paternalista que sintetice lo peor del peronismo con las experiencias caribeñas de Fidel Castro y de Hugo Chávez, qué somos?

  20. Que quiso decir Binner cuando dijo ayer poner el interes de la totalidad sobre el interes de las mayorias? El socialismo podra tener una plataforma claramente progresista, y mucho mas claro que el kirchnerismo, pero si para llevar a cabo los cambios apelan al consenso, vamos muertos, no cambia nada. La semana pasada en Rosario se iba a aprobar (Consejo Deliberante) un proyecto para que la ciudad promueva a nivel legislativo nacional la despenalizacion del aborto. La consejal socialista termino retirando el proyecto hasta lograr mayor consenso, y preocupada por la gente que se acerco a manifestarle su oposicion. Un proyecto bastante inocuo, simbolico y a medias en pleno conflicto rural, en una ciudad que ganan desde hace 10 años y tienen comoda mayoria. Entonces? Vamos a consensuar el proyecto con el Opus Dei?
    El kirchnerismo quizas no sea progresista por sus proposiciones. El modelo de industrializacion con inclusion y matriz productiva diferenciada, es bastante insulso y fofo como para ser considerado progresista per se (aunque viniendo de los 90 es discutible). Pero el kirchnerismo es progresista en potencia, en tanto despierta viscerales reacciones de determinados sectores de la sociedad. CFK no tenia en mente demasiado con el cambio de alicuotas de las retenciones (era solo un tramite administrativo) pero termina despertando un debate social acerca de la distribucion del ingreso.

  21. Es complicado lo que planteas julio, porque sin consenso yo solo conozco a los grupos iluminados o a los grupos poderosos. El consenso es la base de cualquier gobierno de hoy en día que busque avanzar y no quedarse en el inmovilismo o en posiciones sectarias.

    Pero una cosa es el consenso y otra muy diferente la paralización ante la imposibilidad dialógica (en terminos de Habermas).No creo que para nadie, hoy en día, consensuar sea paralizar todo hasta que estemos todos de acuerdo.

    La democracia se basa en consensos amplios, y yo no conozco un sistema mejor que este.

    hector

  22. Yo dejo mi idea desde afuera, porque no soy progresista.

    Si la opcion que van a tomar es apoyar al kirchnerismo como alternativa de minima, tienen que hacer lo imposible por infiltrarse en sectores de toma de decisión e imponer una agenda progresista de verdad ahora, no a futuro. Una agenda que convierta pobres en clase media. La unica forma de capturar el capital politico del peronismo desde un espacio que lo supere es capturando a las bases con medidas que excedan la estructura.

    Es lo que mencionaba en otro post, el amor que genera la clase obrera por Peron excede al PJ y su sistema de punteros. Piensen que Peron dio dignidad a la clase obrera. Cual será el legado del kirchnerismo el día que ya no este en el poder? (Además del juicio y castigo al proceso)

  23. Político aficionado: estoy de acuerdo con tu plan, menos en el punto 5. Ya que con la puesta en marcha de tu plan los sectores del barrio norte, seguro, pero seguro, que no salen más a cacerolear.

  24. Interesante lo que plantean Julio y hector casa. La relación entre consenso y democracia es todo un problema. Estoy más cerca de Julio. Porque si democracia va a ser que la mayoría tenga que acordar con la minoría (cuando no, que ésta lo visite en su casa para «acordar»…), el resultado final es que hay menos democracia. Entiendo la sensibilidad con los derechos de la minoría, pero a veces nos hace olvidar el derecho de la mayoría y el sentido del voto.

    Si la mayoría lleva adelante sus proyectos, no hay imposición, a menos que viole los derechos de la minoría. Pero entre éstos no se encuentra el poder de veto de los proyectos mayoritarios. No puede ser que el fantasma del totalitarismo acabe proscribiendo los derechos… de la mayoría. Y todavía más complicado es cuando «la minoría» son grupos corporativos o de intereses, «señores a los que nadie votó».

  25. Tengo que coincidir a cal y a canto con Adrián. No sé que esta dejando el Kirchnerismo cuando se vaya: Porque tarde o temprano se tiene que ir, y ALGO más, un paso siguiente, tiene que llegar. No es cuestión de mantener eternamente al matrimonio K hasta que se ponga ideológicamente rancio y sus tácticas comunicacionales empiecen a ser contraproducentes, si es que eso no está pasando ya.

  26. El kirchnerismo, en tanto proyecto político, está en crisis. Y esto no sucede por el paro del campo (dos errores en tres palabras, el récord es de la católica «salva tu alma», con tres). Esto viene de lejos, pero la decisión de Kirchner de limitar la construcción del andamiaje político que sustente al gobierno a la arqueológica tarea de reconstruir el PJ como partido sindical – comunal condiciona no sólo las posibilidaddes de todo el arco progresista en el corto plazo, no sólo la propia posibilidad de consolidar políticamente lo ganado en estos años frente al todavía hegemónico pensamiento neoliberal, sino incluso la propia estabilidad institucional, como vimos recientemente. Y no hablo de golpistas, sino de definiciones respecto de las legítimas atribuciones del Esatdo, en un contexto de degradación institucional y crisis de representación.
    Yo pensé algo de esto, y creo que la única salida, en lo inmediato, es consolidar alternativas progresistas independientes en condiciones de brindar apoyos críticos que srvan cuando se juzgue oportuno. Y de criticar el resto del tiempo, pero dando la batalla cultural, la batalla de las ideas, la batalla intelectual que María nos propone, desde una arena política. La Carta (1,2,3) es un primer paso: necesitamos un espacio para encuadrar (ya sé que suena feo, ando corto de sinónimos ¿será el desabastecimiento?) al arco progresista no peronista, pero tampoco anti. SI es un ejemplo. El CTA es otro. Necesitamos más, y mejor. Con llegada territorial, mediática, etc.
    Lo pensé en
    http://www.rebelion.org/noticia.php?id=65777
    http://www.rebelion.org/noticia.php?id=66528
    http://www.rebelion.org/noticia.php?id=69033

    E incluso en 2005, pero eso ya lo dejo.
    Perdón si este mensaje se leyó ya, pero se me borró todo por un tema eléctrico cuando lo mandaba. Y por supuesto, perdí el hilo de Ariadna…

  27. Solo pueden ver un sistema dual. No les dá. Sólo tienen guita y utilizan la violencia. Son como una dictadura de izquierda ( ? ).

    Qué susto tuvieron!!

  28. MEC, sus palabras son lo que hubiera querido responder a Hal ayer, aunque él deje claro que tiene otra lectura (lo de que Buzzi corre por izquierda a los K suena por lo menos llamativo: en algun momento pudo tener un posición más progresista y habrá pedido la reforma agraria, pero en sus declaraciones públicas claramente se para a la derecha con sus compañeritos de gremio).
    Acuerdo con Contador Geiger, me parece muy pertinente los dos señalamientos que hizo y creo que además la posibilidad de crecimiento del progresismo se vincula directamente a la capacidad de incorporación de la clase media, que últimamente ha girado hacia la derecha. Si los «progresistas de guante blanco» ven que hay posibilidades de capturar la clase media, aparecerán más dispuestos a aportar, sino el lugar de la crítica siempre es más cómodo.
    Saludos!

  29. Consensuar es negociar como se ponen en práctica
    los proyectos de la mayoría gobernante, lo contrario,
    la imposición de criterios por parte de la minoría
    es subversión. Es lo que esta haciendo “el campo”.
    Saludos

  30. tute cabrero:
    precisamente por eso el punto 5 dice «por única vez», es para compensarlos por el uso que le han dado en estos últimos 100 dias.

    Hablando en serio, me parece que el actual es el momento de cerrar filas ante el avance de la derecha y no el de buscarle el pelo al huevo.

  31. Hay mayorias y mayorias.
    Cristina Kirchner gano las elecciones, fue la que mas votos tuvo. Pero de ahi a decir que el proyecto de Kirchner es mayoria hay mucha diferencia. Cristina no es la mitad + 1 del pais.
    En votos reales sobre el total del padron, Cristina saco aprox un 35% de votos. Es verdad que fue un porcentaje muy superior a las otras opciones, pero dista mucho de ser «mayoritario».
    Hoy en dia, hay muy poca participacion politica y muy poco espacio politico para ese 65% restante, que por ser apoliticos, por ser opositores al gobierno o por ser opositores a todo el espectro politico, no votaron a Cristina.
    A partir de esta situacion, gobernar sin conceso, es realmente antidemocratico.

  32. Político Aficionado: hay un problema con el punto 8: «se darán de baja a todos los funcionarios y miembros del gobierno de apellido Fernández.» ¿Y Roque? ¿No vamos a poder sumarlo a esta nueva y gloriosa etapa en que el país avizora su retorno a a aquellos luminosos días de grandeza y deme dos?

  33. Antidemocratico es desconocer las reglas del juego despues del acto eleccionario, no hubo ningun proyecto politico que obtubiera el 65% de los vostos, todos los otros proyectos, distintos del de Cristina, estubieron muy por debajo del ganador.
    El problema no es que no votaron a Cristina, el problema esta
    en que la democracia exige tambien una forma determinada para ser opositor, las demas opciones que se presentaron no fueron acompañadas por la mayoria, por eso perdieron y esa situacion no se subsana sumando a los perdedores. Hay que esperar a la proxima consulta, proponer lo que se quiere hacer y lo mas importante, ganar. Si no ganan, tienen que volver a esperar otra eleccion.
    Hay mucha gente que no la voto a Cristina, pero ni por las tapas esta de acuerdo con ustedes.Saludos

  34. En mi opinión, el progresismo perdió su oportunidad aquí.

    En vez de generar una opción política viable, creando – o cooptando – un espacio entre los dos extremos que estamos manejando ahora – campo y gobierno – entró en la pugna, tratando de ganar los votos que hoy no tienen apoyando al campo.

    En vez de manifestar su oposición al gobierno, siendo razonables, y manteniendose en el medio, quizá buscando soluciones a esta falta de diálogo, fueron al acto de rosario.

    Se está perdiendo la posibilidad de empezar un camino hacia la redistribución de la riqueza, deuda pendiente en la argentina, y la posibilidad de un cambio político.

    Estamos al horno!

  35. Esteban: a mi no me parece válido discutir cantidad de votos. Las elecciones son la formación de una mayoría que a veces es más artificial que otras, pero en definitiva siempre lo es. La idea es que nadie coartó la posibilidad de postularse a nadie, o sea que éste es el proyecto que se eligió. Yo no voté este proyecto, hoy lo haría, pero no por eso me parece que se puede desmerecer la obtención de una mayoría. Sino modifiquemos el sistema electoral y votemos hasta que alguien saque el 51 por ciento (no sé, con ballotage obligatorio para los dos primeros puestos). Y, si lo pensás, te vas a dar cuenta que todos los sistemas electorales son una forma de construir una mayoría que, en términos de realidad, son artificiales.

    Saludos

  36. Maria no entiendo lo de regimen kitchnerista, existe el kitchnerismo? cual es su cuerpo doctrinario?, en donde abrevan sus «ideas»?, cual es su linea historica? que proyecto de pais a explicitado? alguien lo explico? es material de estudio en algun ambito academico? circula un folleto, libro volante ?

  37. Por razones de distancia y cuestiones de trabajo no pude asistir al acto de Plaza de Mayo.
    Muchos amigos míos fueron sueltos y en su mayoría pertenecen a la clase media profesional. Fueron unidos solamente por la vieja y conocida frase «no nos une al amor sino el espanto».
    Creo que hemos perdido otra batalla como consecuencia de una medida tomada sin meditar y lamentablemente el gobierno esta siendo devorado por los monstruos que tal vez no creó, pero que sí alimentó y engordó.

  38. Yo no cuestione las reglas de juego aca.
    Lo que cuestione es llamar a una mayoria, cuando en realidad no es.
    Porque hablar de mayoria, da a entender que la mitad + 1 de la poblacion Argentina apoya y voto la gestion de Cristina, lo que es falso.
    Entonces por mas que las reglas del juego indiquen que gana y gobierna el que saca mas votos, que es la base de cualquier sistema electoral presidencialista, eso no quita, que haya que olvidarse del resto, en que muchas situaciones, como en la actual, representa a mas de la mitad del pais.
    Que no hayan podido organizarse, que no tenga un discurso unico, o que no hayan ganado las elecciones, no es motivo para ignorarlas.
    Creo que una forma de gobierno que funciona bajo la tesis de que el que gana se lleva todo y el que pierde se jode, no conduce a nada. O peor, conduce a crisis de legimitidad y conceso.
    Porque ahora ustedes hablan de que gano la «mayoria» y hay que respetarlas, simplemente porque simpatizan en mayor o menor medida con el que gobierna.
    Pero si Menem estuviera ahora en el poder, con su «neoliberalismo», estoy seguro de que el discurso aca sobre representatividad, seria muy distinto…

  39. El tema es que acá «las minorías» que se están debatiendo sí son respetadas: cinco puntos más de retenciones no son una violación a los derechos de las minorías sino la implementación de una política pública. Y para implementar una política pública, te tiene que elegir la mayoría (repito: una mayoría construida artificialmente). Lo que pueden hacer las minorías es participar en su diseño: pero la forma no es amenazando a nadie ni cortando nada, sino planteando los reclamos del caso.

  40. A ver Esteban, cómo es tu lógica? Lo que no se logró afirmativamente en el voto, hay que darlo por hecho por la negativa, o sea, todo lo que no fue voto K, es ahora la mayoría que debe gobernar?
    Porque si no traducimos en términos prácticos lo que planteás qué sería, ¿un ejercicio matemático?
    La clave es «que no tenga un discurso único». Obvio, por eso no son lo mismo. Además, no se qué querés decir con la referencia a Menem, si lo que pasó ahí fue justamente lo contrario de lo que pasa ahora con los K: un tipo que asume y hace exactamente al revés de lo que había propuesto en su plataforma. Y aclaro lo de los K porque en el caso de la Carrió hace igual que Menem, ahora quiere derogar las retenciones móviles contrariando su propia plataforma. Los camperos deberían presionar a aquellos legisladores de partidos (porque no son legisladores por lista unipersonal sino como parte de una propuesta política) o alianzas que prometieron políticas acordes con sus reclamos (y que son los que se supone que han votado) para que hagan aquello que se comprometieron a hacer, y no presionar a aquellos que en cumplimiento de su plataforma, propuestas o compromisos políticos con el electorado, hoy apoyan las RM en función de un programa de redistribución de la riqueza (aún incipiente, es claro).
    Las mayorías virtuales, sólo existentes en términos de «los que no son x» son una excusa para lograr lo que no se logra por el voto.

  41. Concuerdo con la descripción del segundo grupo.Pero en general desconfío del progresismo argentino,ilustrado,muchas veces colonial y casi siempre claudicante.
    Agrego que respecto delsegundo grupo, tengo gran inquietud por un rumor que oí: De Gennaro, Lozano,Pino, Susanaviau,Martín Caparrós, Reynaldo Sietecase, Pérez Esquivel y otros le estarían preparando un acto de desagravio y homenaje a Martínez de Hoz, que nunca fue un oligarca sino miembro de una burguesía internacional financiera media. Parece que Buzzi seopone por que no quiere quedar mañcon la gente.Macri, Carrió y Pérez acordarían

  42. Quien resiste un archivo? Ni Carrio pero tampoco Kitchner, hay videos por todos lados en donde aparece oponiendose a cualquier retencion en favor del estado nacional.
    Lo de Menem es un capitulo aparte , adivinen quien dijo que era el mehjor presidente, adivinen quien fue el miembro informante en la privatizacion de YPF, adivien quien se beneficio con la venta de YPF, el kitchnerismo no nacio de un repollo

  43. Cómo anda, MEC? Me buscaba?
    Mire, la hago corta porque mis preocupaciones, en estos momentos, pasan exclusivamente por el partido que mañana jugamos con Colón y todo lo demás resulta anecdótico.
    A ver, diría que, salvo algunas expresiones de la izquierda maximalista, el progresismo no sólo no aboga por la caída del kirchnerismo sino que está bien dispuesto a negociar. Por eso no hubo reparos para acompañar las decisiones más interesantes del Gobierno.
    Claro que una cosa es negociar y otra es arrojarse a los brazos de Néstor y Cristina. Sencillamente, no me gusta el itinerario de esta gente, ni de dónde viene ni adónde pretenden llevarnos. No veo potencialidad en el proceso que ellos lideran y entiendo que, así como ya dieron lo mejor que tenían para dar, ahora estamos orillando sus límites.
    Nada de lo dicho implica que uno bregue por una rápida salida si ésta se presenta por (más) derecha. Aunque, de a ratos, parecería que los jefes del dispositivo K estuvieran haciendo todo lo posible para que así sea.
    Saludos.

  44. ¿Y no será más bien que el kirchnerismo está obligado a adoptar posturas y medidas progresistas porque lo fuerzan? ¿Quién? La oposición de derecha. Cristina, se anunciaba, iba a poner en marcha una etapa más «moderada» y «conciliadora» que la de Kirchner, incluso en la relación con USA, pero de entrada empezaron a apretarla tanto que para defenderse apuntó para el otro lado. Si el gorilaje fuera más tolerante con los K, si los mimara un poco, es probable que arreglen bastante fácil, pero son tan brutalmente antiperonistas, tan fascinados con su odio a todo lo que sea o parezca popular, tan orgullosos, tan mezquinos, que empujan al gobierno a posiciones un poco más a la izquierda de la que querría. Ojo: esto no pretende ser más que una hipótesis. La sensación que tengo es que el gobierno está obligado a correrse cada vez más a posiciones progresistas porque la derecha opositora está decidida a no aceptarle nada. Quiere tirarlo: no digirieron ni van a digerir la furia por haber bajado el retrato de Videla, por atacar a La Nación, por abrazarse con Bonafini, por llamar «amigo» a Chávez, por no aceptar los consejos que La Nación le dio a NK antes de asumir, por despotricar contra el FMI y los centros del poder económico internacional. Les tocaron las fibras más sensibles (les metieron el dedo en el culo más allá de lo tolerable, para decirlo en criollo), quieren venganza y no van a renunciar a ella. En fin, lo tiro nada más que como idea.

  45. Yo voy por que los K sean una plataforma básica para crecer, con medidas que impacten directamente en mejorar la vida de los que tienen menos y son muchos más.
    Un piso para construir un gobierno mas justo.
    El tema es que ellos acepten ese rol…

  46. Balvanera, si lo que planteás fuera cierto, nos encontraríamos ante una fenomenal paradoja: para empujar al kirchnerismo hacia la izquierda, en lugar de enrolarnos en las filas K, lo indicado sería fortalecer a la oposición de derecha.

  47. Balvanera, no exagere, que no «les metieron el dedo» apenas si les acariciaron el «botaguiso» (decia mi abuela para no decir culo) y se manejaron este leve despelotito.
    Cuando pintaban «viva el cáncer», eran sinceros; tan sinceros que ahora lo llevan puesto al cáncer del antiperonismo mas brutal; claro que tanto odio no es por «lo malo» del peronismo sino por haber sido el ultimo proyecto de país autónomo que intento darse la Argentina. Eso precisamente es lo que les es insoportable.
    Lo de los Kirchner es un muy tímido intento de un peronismo light o una centro derecha racional (o no tan salvaje), que termina siendo la única «izquierda» hoy posible. Gato por liebre, sí, pero mejor que volver a conformarnos con ratas.
    Como decía Piero: «las cosas se cuentan solas, solo hay que saber mirar» – no se si conviene intelectualizar demasiado el lugar donde se para uno; estos días en que para unos cuantos fue de no usar el auto porque no conseguía nafta pero que para otros fue de no comer, por no conseguir la comida o el dinero para bancar los «nuevos» precios. «Bifurcaciones» simples y precisas pero poco tenidas en cuenta fuera del abstracto.
    Los libros, los esquemas redonditos y los bellos propósitos son buenas coartadas para justificar el compromiso escaso e indiferente ante las realidades «reales» de tantos – ahí en el «donde me paro» creo que estan las verdaderas bifurcaciones; no hay «progresismo» de manual ni lineal ni, menos, químicamente puro.
    Vienen por los K ahora y sabemos el libreto que sigue después, no es buen momento para discutir la cabellera del huevo.
    Saludos

  48. kirchnerismo, menemismo y proyecto dominante

    Considero que es interesante el planteo inicial sobre las vertientes del progresismo, pero no coincido con el contenido.

    En primer lugar, decir que en la Argentina el problema principal que caracteriza (y explica) el fenomenal retroceso económico, social, cultural, etc, es el proyecto impulsado por los sectores dominantes (el poder económico más concentrado en alianza con los grandes capitales extranjeros), proyecto que denomino ‘de concentración, saqueo y genocidio social’. Un proyecto que vienen impulsando desde mediados de los años ’70.

    Más allá de los diferentes regímenes políticos (dictadura y democracia), partidos políticos (UCR y PJ -este último con mucho más tiempo en el gobierno-), funcionarios, medidas económicas, ha habido una continuidad (excepto el breve lapso de 1984) en los beneficiados y perjudicados de siempre. Y la constante sólo ha significado más concentración (de la economía, de la riqueza y de los ingresos), más saqueo (de nuestros recursos y del fruto del trabajo de los argentinos), y más genocidio (muertes evitables, marginalidad y exclusión de por vida de amplios sectores de la población, etc).

    Para impulsar ese proyecto, en cada momento histórico el poder utilizó a diferentes sectores, que eran necesarios en esas particulares coyunturas, para que gestionen sus intereses. Pero cuando esos sectores cumplían sus funciones y dejaban de ser útiles, por la propia dinámica politica y social que generaban, les bajaban el pulgar. Saltaba un fusible y se ponía uno nuevo.

    Hubo gobiernos que impulsaron con más énfasis (y mucho menos escrúpulo) el proyecto, y duraron mientras hacían bien los deberes (dictadura, menemismo): gestionar los intereses del poder concentrado y mantener la credibilidad del pueblo en esas políticas. Pero fue tal la entrega, el saqueo y la concentración en la Argentina de los ’90, que la marginalidad y el genocidio social (con 100 argentinos que morían por día por causas evitables generadas por la política neoliberal), que el estallido arrasó no sólo con los políticos y gobernantes de entonces, sino con la gobernabilidad y la credibilidad de todos los partidos de gobierno.

    Recuperar la gobernabilidad y mantener la esencia de los negocios no era tarea fácil, porque en el 2002 no se creía en nadie, y no había político que pudiera asomar su rostro a la calle sin ser repudiado. Para el proyecto dominante era esencial un gobierno que respondiera a sus intereses pero que recuperara la legitimidad y el apoyo popular. ¿Quién cumplió de manera impecable esa función? No es necesario ser muy lúcido.

    Se profundizó el modelo neocolonial de monoproducción sojera y concentración de los agronegocios, se expandió el proceso de megaemprendimientos del saqueo minero (ambos procesos se vieron impulsados fuertemente desde el 2003), continuó y se amplió el saqueo de nuestros recursos hidrocarburíferos, se completó la depredación pesquera, se avanzó en el control del comercio exterior de granos por cinco pulpos transnacionales (y uno nacional de propiedad de un senador K), se ampliaron los pooles de siembra (de la mano del exitoso empresario Grobocopatel, mostrado como ejemplo por los K), y en estos últimos tiempos se profundizó el proceso de privatización de las retenciones agropecuarias, con una legislación y una implementación de las mismas que permite que los exportadores retengan un valor a los productores y rindan al Estado sólo una parte del mismo.

    Hoy la Argentina sigue siendo saqueada, con una concentración del ingreso y la riqueza mucho mayor que en el 2001, y con una marginalidad social elevadísima que no puede ocultarse ni siquiera con cinco años de bonanza excepcional que se recibe del exterior, por los elevados precios de las materias primas que exportamos (situación inédita favorable que no tiene precedentes en nuestra historia). K y Kr lo hicieron, acompañados de todos los que colaboraron con el menemismo y el cavallismo en la década infame de los ’90 (Alberto Fernández, Aníbal Fernandez, Capitanich, Parrilli, Picheto, los Gioja, Schiaretti, Busti, Scioli, y muchos reciclados más en esta era del realismo político y de la cooptación de cuanto personaje de ‘izquierda’ y de ‘derecha’ ande suelto y en busca del conchavo oficialista).

    En síntesis, el problema de la sociedad argentina pasa por desenmascarar a los dueños del circo, a los verdaderos impulsores del proyecto concentrador, saqueador y genocida, y cortar este ciclo horroroso de cambios periódicos de careta para mantener la esencia del modelo. Ni K es la solución, ni la derecha más salvaje (que todavía no tiene consenso social) es la alternativa. La construcción de una sociedad diferente requiere un cambio de prácticas, de conductas y de formas de acumulación política que se basen en el protagonismo y la más amplia participación de la sociedad (todo lo contrario de lo que vienen impulsando los últimos gobiernos ‘democráticos’).

  49. No se bien si puse mi comentario en el lugar adecuado. Por las dudas lo repito.
    En general quise decir que, antes de discutir en que medida este gobierno es o no progresista, hay que deliberar un poco que se entiende por progresismo (casi seguro que tenemos diferencias).
    .
    Con todo respeto y frente a una palabra que merece una definición, quiero saber, mi querida María Esperanza, si entendemos lo mismo por progresismo. Desearía, si no es mucho pedir, discutirlo. Ser progresista es:
    1-Propiciar el desarrollo intelectual y económico de todos los ciudadanos que colaboren para ello.
    2-Hacerlo sin humillar ni agredir a nadie.
    3-Propiciar y lograr la buena alimentación y educación de todos los niños.
    4-Propiciar una paternidad (muy) responsable.
    5-Luchar por la racionalidad y contra el fanatismo y la violencia.
    6-Dar mucha importancia al desarrollo social de la educación de todo tipo.
    7-Tratar que todos puedan encontrar un trabajo adecuado a su forma de ser.
    8-Luchar contra la vagancia, indolencia y delincuencia.
    9-Permitir y vigilar las normas de la buena competencia productiva.
    10-Regular a las empresas para que no puedan abusar de su poder.
    11-Regulas los partidos políticos para que no puedan abusar de su poder.
    12-Desarrollar la conciencia política de los ciudadanos.
    13-Crear los mecanismos para aprovechar las ideas de TODOS ciudadanos.
    14-Dar igualdad de oportunidades a TODOS para el desarrollo de sus capacidades.
    15-Permitir la libre creatividad de todos, para la ciencia, la tecnología, la buena administración y la expresión de las ideas.
    16-Luchar contra todo lo que degrada al ser humano, física, síquica y moralmente.
    17-Atacar las causas de tales degradaciones, de la delincuencia, la violencia, la intolerancia.
    18-Estado neutro, pero tolerancia para todas las ideologías y religiones.
    Mucho más se podría decir, pero me gustaría que otros tachen o agreguen. Horacio.

  50. Sé que lo que voy a decir es un tanto Godwinesco pero eso de «poner blanco sobre negro las alternativas de una “verdadera” derecha y una “verdadera” centroizquierda.» me recuerda un poco a eso de que había que forzar las contradicciones para que el pueblo viera desnudos a los verdaderos actores de izquierda y de derecha y se plegara a la lucha popular, 32 años atras.

    ¿Hal, es de racing? Ud y Mendieta no pegan una, entre lo que es fútbol y política (¿hay otra cosa?) se viven llevando amarguras. En un comment de su post anterior dije lo mismo que ud: ¿Habrá que meterse a (correr el gobierno por) la derecha para que siga haciendo lo que planteó en estos tres meses?

    Me parece que la propuesta «por el costado» del Escriba es lo más sensato. Sería bueno que el Gobierno abriera el juego y no se cierre cada vez más en el PJ y en la mesa chica. Porque si eso no ocurre, y sigue así, «meterse» en el Gobierno no es inviable, sino suicida. Mirenlo a Bielsa, o a Ginés, dónde están ahora…

  51. Ram: cuando dije que les metieron el dedo quise en verdad decir que ellos sienten que les metieron el dedo mucho más allá de lo que pueden soportar. Es lo que esos sectores de la derecha sienten y que los mueve a actuar, más que lo que realmente ocurrió. En cuanto a que no es buen momento para discutir la cabellera del huevo, no sé a qué viene. ¿Me dice que estoy intelectualizando demasiado para justificar las pocas ganas de comprometerme ante lo que llama las realidades “reales”? Mire, yo creo que es al contrario. Igual que usted, pienso que “vienen por los K ahora y sabemos el libreto que sigue después”, lo vengo diciendo de distintos modos desde hace rato y tratando de ver qué hacer a partir de ese supuesto, no en contra de él. Y para eso me parece bueno tratar de tener lo más claro posible el cuadro real de situación. Dentro de esa tentativa, me pareció (sólo me pareció) ver un dato interesante: cierta imposibilidad del gobierno de correrse más a la derecha -que a su vez lo lleva a adoptar algunas posiciones en sentido contrario- porque la oposición de derecha no le deja. Trato de describir lo más objetivamente posible una conducta: no sé si no es ilusión mía, pero si no lo fuera habría que tener muy en cuenta el dato. Y el dato sería que, aunque quisiera (no voy a entrar en la cuestión acerca de si quiere o no quiere), al gobierno no le quedan posibilidades de moverse más a la derecha y, mal que mal, tantea para el otro lado (paréntesis: siempre quedan posibilidades de correrse a la derecha, obviamente, digo que es lo que parece estar ocurriendo). Si asi fuera, quedan abiertas posibilidades y, como Libertario, pienso que “hay que aprovechar y empujar al gobierno más hacia la izquierda”. ¿Es posible? Si no intentamos no vamos a saberlo. No me parece, por lo tanto, Hal, que de lo que digo haya que extraer la conclusión de que lo más indicado sería fortalecer a la oposición de derecha para que el gobierno siga diferenciándose. Eso la oposición de derecha lo hace sola, no necesita ayuda (aunque de hecho la tiene, pensemos en Buzzi). Me da más bien la impresión de que usted lo dice como chiste o chicana (parezco el Chespirito con tanta “ch”).

  52. dice María Esperanza que progresismo es:
    a- Defensa irrestricta de la agenda de derechos humanos, que incluye, pero no se limita, a la consigna de juicio y castigo a los responsables de los crímenes de la última dictadura.
    b- Sostenimiento de un estado de derecho.
    c- Apoyo de la intervención del estado en la economía, no sólo como regulador “de base” sino como actor central en la distribución de recursos e ingreso, con vistas a estabilizar y contener las tendencias destructivas de la economía capitalista.
    d- Avance hacia una mayor equidad económica y social, articulada primariamente alrededor de un sistema tributario más progresivo.
    e- Puesta en funcionamiento de mecanismos amplios y efectivos de ciudadanía social, incluyendo, entre otros, políticas universales (es decir, políticas financiadas por rentas generales y accesibles a todos los ciudadanos) de salud, educación y ayuda social.
    f- Avance en la democratización de los medios de toma de decisión política.
    .
    Más bien cambiaría algo la redacción, otro poco los conceptos y agregaría nuevas cosas. Pero nadie se animará a discutir.
    -Dejar para los civiles y la Justicia todo lo relativo a los crímenes de la última dictadura militar. (Si el gobierno sigue metiéndose mucho en ese tema debilita gobernar para el futuro)
    -Restableciendo el estado de derecho, en primer lugar, de las Instituciones Republicanas (la independencia de poderes y la representación, uniendo a los representantes con sus representados).
    -Mucho cuidado en la intervención del Estado en la economía. El control de precios por ejemplo no funciona. El Estado debe ser eficiente y simplificar. Sacar tramitería inútil y desprenderse de los ñoquis.
    -La distribución del ingreso es un objetivo a buscar: 1)mediante el desarrollo general del país, y 2)en el buen uso de los recursos del estado: Salud, educación, deportes, obras básicas. Se debe evitar el uso de recurso con fines electorales. Sacar a sectores dando a otros sectores a larga empeora la distribución (puedo explicar porque).
    -El avance hacia una mayor equidad económica es muy deseable y se logra con medidas como el fomento del trabajo, la armonía de los sectores, la eliminación de los privilegiados por las leyes, la lucha contra los sectores que viven del trabajo ajeno, y otras. No se logra con impuestos dentro del sistema de libre empresa o capitalismo.
    -puntos e y f, de acuerdo.

  53. María Esperanza: Diferiero en dos puntos de tu lista. 1) Mi progresismo se ha ido separando de los progresismos de otra gente, porque con el tiempo creo más en le EQUIDAD que en la IGUALIZACION. Me parece que buena parte del progresismo argentino (de diferentes orígenes y vertientes), cree más en lo segundo. Es decir, no en nivelar el terreno, para que cada uno desarrolle mejor sus capacidades, sino ser iguales gradualmente en todo… Este igualitarismo extremo que frecuentemente escucho y leo expresado me parece al menos hipócrita, viniendo de personas que valoran muchisimo el merito individual. 2) Tampoco–y esto tambien es un producto de una larga experiencia–me gusta el estado interventor, o el estado grande y poderoso. Y es que no creo que el capitalismo corporativo (con tendencia a la concentracion y al oligopolio) tenga que ser enfrentado por un estado igualmente gigrante. En base a la experiencia historica argentina, creo que es mejor para los ciudadanos enfrentar un estado no tan grande, no tan ambicioso, no tan rentista, no tan todo-poderoso. Hay que establecer algun equilibrio entre la necesaria regulación de la economía y las tendencias al absolutismo burocrático o politico que generan los estados demasiado interventores. En lo demás, creo que puede haber coincidencias.

  54. María Esperanza:

    Primero que nada

    Empezás con: «¿qué debe hacer el progresismo argentino con la actual experiencia kirchnerista?»

    ¿Cómo? ¿Todavía existe el progresismo Esperanza? Que distrído ando, durante estos 100 días no lo ví por ninguna parte. Tan despistado esta pobre. :P

    Vos decís: «no nos engañemos: es ésta la cuestión más urgente que el progresismo argentino tiene frente a sí en estos momentos»

    Respondo: Decís una gran verdad pero a mi entender lo más urgente que debe hacer el «progresismo» argentino es definirse. ¿Qué es? ¿Cuál es su programa político-ideológico? ¿Qué tradiciones del pensamiento y la acción política desea articular? ¿Cómo concibe a la sociedad, a la economía, a la cultura? y largos etcéteras.

    No puede ser que uno pueda ser progre y apoye tanto a Néstor, como a Carrió, al PS, al SI, al PC y cooperativismo, a la CTA, a la FAA bloquea rutas, al BAFICI, a Luis Juez y hasta al mismísimo Macri.

    Falta definición más allá de lo estético, en suma, sabemos que a todos nos gustan palabras como «democratización de la cultura», «intervención del Estado, «Distribución de la riqueza», «democracia sindical», «Socialdemocracia», «Justicia social», » «Derechos Humanos». Entonces definamos que nos separa. Creemos polémica, hasta ahora yo he visto que dentro del ámbito «progre» cada uno expone sus ideas y las comunica a sus seguidores sin discutir ni confrontar con las de otros sectores. Por eso le decía a Hal que a veces el progresismo me parece una actitude estética o un determinado patrón de gustos culturales antes que unas creencias políticas determinadas.

    Vos defínís a una postura progresista por estos rasgos:
    «- Defensa irrestricta de la agenda de derechos humanos, que incluye, pero no se limita, a la consigna de juicio y castigo a los responsables de los crímenes de la última dictadura.
    – Sostenimiento de un estado de derecho.
    – Apoyo de la intervención del estado en la economía, no sólo como regulador “de base” sino como actor central en la distribución de recursos e ingreso, con vistas a estabilizar y contener las tendencias destructivas de la economía capitalista.
    – Avance hacia una mayor equidad económica y social, articulada primariamente alrededor de un sistema tributario más progresivo.
    – Puesta en funcionamiento de mecanismos amplios y efectivos de ciudadanía social, incluyendo, entre otros, políticas universales (es decir, políticas financiadas por rentas generales y accesibles a todos los ciudadanos) de salud, educación y ayuda social.
    – Avance en la democratización de los medios de toma de decisión política.»

    Coincido en líneas generales con esas ideas. Les agregar
    ia otras, pero podemos decir que «de base» son ideas que están en las posturas «progres». Yo agregaría también que se podría objetar que el respeto por las instituciones es, o debería ser, un piso de convivencia democrática y no un signo de diferenciación de una corriente política. Habría que reconocer la cuestión institucional como un centro de disputa política: así, habrá quien privilegie ciertos aspectos de la institucionalidad, como la estabilidad jurídica para los inversores de capital o los grandes propietarios, y otros quienes otorguen prioridad a otras aristas, como la capacidad de proteger la competencia y evitar monopolios y oligopolios, de controlar el cumplimiento de las normas laborales o de asegurar el cobro de impuestos en una estructura tributaria más justa.

    Es cierto también que los senderos se bifurcaron (y se bifurcan) frente al peronismo, sin embargo no coincido en que la actual división se de entre peronismo y antiperonismo. Mucho progresismo no kirchnerista no está ubicado necesariamente en el campo antiperonista, simplemente somos no peronistas no gorilas. ¿Tan difícil es entender eso? En mí vas a encontrar a un encarnizado luchador contra el gorilismo porque lo considero en gran parte cuna de sentimientos reaccionarios y antìpopulares que, lamentablemente, son mayoritarios en el sector no peronista «gorila».

    Vos decís: «Una parte del progresismo, creo, entiende que el actual régimen kircherista, sin ser perfecto ni muchísimo menos, ha planteado algunas aperturas en la dirección deseada y por lo tanto puede operar como un primer paso o primer avance tentativo hacia una dirección “verdaderamente” progresista. Esa parte entiende, entonces, que la experiencia kirchnerista debe ser sostenida en este momento. A largo plazo, obviamente, los esfuerzos se deben poner en superar y dejar atrás la experiencia kircherista, pero el kirchnerismo se entiende como un “estadio posible” en el avance hacia el progresismo»

    ¿Qué es el avance hacia el «progresismo? Me parece desafortunada esa palabra ahí, no sé, podríamos haber usado un poco de poesía y decir «hacia mayores horizontes de justicia social», «hacia un estado de bienestar». Yo preferiría un «socialismo democrático» pero bueno… todo no se puede

    Luego planteás esta otra postura:

    «La otra mitad del progresismo, por su parte, entiende que el kirchnerismo tapona la posibilidad de una consolidación progresista en el país. Es decir, que el kirchnerismo, por la manera en que manipula consignas progresistas para su propia conveniencia opera en contra del avance del campo progresista, ya que coopta y manipula a las bases populares y confunde y diluye a las organizaciones progresistas. Este campo, entonces, entiende, no sólo que debe evitarse cualquier negociación, sino que, en último término, la caída de la experiencia kirchnerista es un paso necesario y positivo para la consolidación de una alternativa progresista. Este campo supone también que una eventual victoria puntual de una alternativa de derecha en este momento sería en verdad una apertura estratégica para el progresismo, al dejar en blanco sobre negro las alternativas de una “verdadera” derecha y una “verdadera” centroizquierda»

    Algunas aclaraciones y un intento de respuesta:

    Pino Solanas y la gente de SI no están del todo en ese campo, sino hubieran ido al acto de Rosario y no lo hicieron. Me parece que sos bastante injusta al incluir a dichos referentes en ese segundo término, ya que ellos se proponen como alternativa superadora del kirchnerismo, no como destructiva. Como dijo Alejandro Z, «no se trata de destruir al kirchnerismo».

    Por mi parte, por momentos le tengo desconfianza al kirchnerismo y por otros hasta casi que me da esperanzas. Hay una cosa que no puedo evitar, y es que Néstor Kirchner me caiga bien, es una dimesión frívola de la política lo sé, pero no puedo evitarlo. Sin embargo, las cosas no son tan binarias como vos proponés, se puede no ser kirchnerista y no abogar porque el movimiento campestre ahogue al Gobierno o porque la alternativa sea por derecha.

    Por otra parte, me parece que si sectores del progresismo van a actuar decididamente en el Gobierno deben decir como hace Adrián: «Si la opcion que van a tomar es apoyar al kirchnerismo como alternativa de minima, tienen que hacer lo imposible por infiltrarse en sectores de toma de decisión e imponer una agenda progresista de verdad ahora, no a futuro. Una agenda que convierta pobres en clase media. La unica forma de capturar el capital politico del peronismo desde un espacio que lo supere es capturando a las bases con medidas que excedan la estructura»

    Para apoyar necesitamos que se cumplan muchas demandas que desde 2005 por lo menos se han cerrado(con excepción de la excelente medida de la vuelta a Reparto). Ahí agregaría que se de presupuesto a la Universidad, esa es la mejor forma de comprar al «fubismo», ya lo probó sobremanera el alfonsinismo, dales guita que te bancan.

    Ante esta coyuntura te hago partícipe de mis postura: Contra el lock out campestre, ni con el Gobierno ni contra él, sin apostar a que se debilite y termine cediendo (tibias) capacidades estatales al «mercado», ya que eso implicaría que el kirchnerismo se quede sólo recostado en el pejotismo aguantando la parada cuatro años más hasta ser derrotado por un Macri-Scioli o una nueva Alianza. Inteligentemente vos planteás «decime a quién voto». Es una buena arma política y demostrás que hoy a la izquierda de Kirchner, la pared, lo que no implica que sea de izquierda, sino que el arco político argento está demasiado corrido a la derecha. Que haya una alternativa sólida al Gobierno en 2009 dependerá del «progresismo» y demostrará si es maduro o si sólo quiere ser una fuerza testimonial. Ojalá el kirchnerismo funcionara como el viejo PCI, es decir, como la izquierda existente pero con un amplio movimiento que lo corría por izquierda sin por eso debilitarlo fente a la derecha. El kirchnerismo no funciona así, te come, te fagocita y te quiere emter en la división izquierda vs derecha, sin que eso parezca posile totalmente en la Argentina.

    Para finalizar, tomo tu bonito nombre para hacer una crítica general al tono del texto. Sos una hábil polemista y lo demostrás acabadamente, no obstante, no acabo de entender el carácter de adversarios que nos das a los que no fuimos a la Plaza el miércoles pasado, tratándose de discusiones dentro del campo progresista/de izquierda/nacional popular cuando la hora nos exige más que nunca la creación de consensos y de núcleos duros básicos que hagan que la alternativa al kirchnerismo no sea Macri sino que nuestra Esperanza sea que el kirchnerismo es un piso, una estación de partida para arribar a una terminal que debe situarse a su izquierda.

    Saludos

    Julián

    PD: insisto con que definamos bien «progresismo» porque no quiero terminar así:

    http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-102849-2008-04-22.html

  55. ¿Existe en serio alguien que crea que «el fin del kirchnerismo hoy implicaría la liquidación de la posibilidad del progresismo en Argentina, por lo menos por varias décadas»? Ma parece por lo menos un poco exagerado, además de contrafactual. Igualmente bien por abrir el debate. Saludos

  56. Será exagerado pero por ahí va la cosa. En el sentido en que usa «progresismo» María Esperanza, por supuesto. No si cuando decimos «progresismo» pensamos en Giustiniani (al que le cabe mejor la palabra, en realidad) o en la linda gente progre, ni en la autoizquierda, que, al contrario, se va a sentir feliz por la falta de competencia.

  57. Yo lo vote al Pino, queria votar a Walsh pero no habia boletas.
    Era buena la plataforma de pino, lastima q no podia ganar…
    aguante el tren para todos y la ciencia nacional…

    al que no le guste es un teologo y un ortiba

  58. Julián, Void, BALVANERA y muchos otros: ¿TENEMOS LAS DEFINICIONES?
    No se muy bien como se manejan en este foro. traté de definir al progresismo en dos posts anteriores y ninguno me negó nada. En ese caso ¿esas definiciones deben considerarse correctas? Creo que si, caso contrario habría oposición. Horacio

  59. Me parece que una definición es necesaria pero no suficiente: quiero decir que podemos hacer una definición con la que acordemos, incluso después de muchos debates, pero la dimensión práctica (en el sentido aristotélico) de la política hace que la auténtica definición de progresismo o centroizquierda o de igualitarismo se vea a la hora de la toma de decisiones, en los contextos concretos, es decir: en el precio que se paga por realizar el valor buscado (igualdad). Porque, en definitiva, en política uno se define más por lo que está dispuesto a perder que aquello que quiere alcanzar. Esa pérdida aclara más que cualquier ganancia.

  60. Horacio,
    Se ve que no me leiste. Ninguna mirada que piense a la economía como derrame es progresista, se «disfraza de» pero los supuestos que subyacen son liberales.
    Saludos

  61. El progresismo argentino. Quiero ampliar y en parte corregir mi comentario anterior del 21/6, en el que lanzaba la chanza del homenaje a Mz. de Hoz por parte de Pino, De Gennaro,Lozano. Es que estaba -estoy- muy enojado con esas personas que, para mí, eran referentes y a las que ahora veo negar su trayectoria.
    Pero me interesa más discutir la cuestión misma del progresismo.
    ¿Es la vertiente más adecuada para encauzar el presente argentino y proyectar su futuro?
    a)No podemos hablar de progresismo sin someterlo a la prueba de la historia (cosa que recuerdo especialmente a mi amigo Ezequiel Meler).Alberdi y Sarmiento eran progresistas, lo que quería decir: asimilar la Argentina a las naciones más avanzadas y remover los «obstáculos» que lo impiden, tales como costumbres, mundos simbólicos, categorías de personas. Quería decir gobierno de la clase culta, como exclamaba Sarmiento en la misma carta en la que recomendaba no ahorrar sangre de gauchos.Gente civilizada, que venera Europa, EUA e incluso Australia,que fuera después modelo para Jaun B. Justo. El Dr. Justo y el positivismo también fueron progresistas. El fundador del partido socialista acuñó la expresión «política criolla», referida a la oligarquí pero luego aplicada al yrigoyenismo.¿Hay que seguir?. El 55, el 56. Más tarde la democracia: el alfonsinismo, la Alianza.
    b)Cualquier repaso histórico nos mostrará que el progresismo es claudicante, siempre dispuesto a volver respetable el gorilismo o, al menos, algunos de sus gestos y actitudes;a veces resbala hacia el desdén por el pueblo concreto, tolera mal la voluntad popular y tiende a venerar los criterios y valores «universales» europeos, respecto de los cuales resultamos inferiores.Los dos males que lo tientan son el gorilismo y la mentalidad colonial.
    c)¿Quién sería progresista hoy?. A ver, Sebreli, Santiago Kovadloff, Marcos Aguinis, Tomás Abraham, García Hamilton,Diana Maffia y muchos más.
    ¿Y entre los políticos?. Hasta ahora Pino nunca lo había sido ni tampoco De Gennaro. Lozano tal vez sí porque concede más importancia a sus argumentos técnico-económicos que a la dimensión política, de la que parece distraerse. El conflicto planteado por el campo es un conflicto de poder, es político no técnico. Tiene que ver con la legitimidad que da o no el voto popular y no con las equivocaciones que el gobierno comete. Ahora,si alguien pretende voltear o debilitar al gobierno y barajar de nuevo con el ascenso de la derecha ¿se ha preguntado si esa es la aspiración de la gente?¿ O más bien se trata de la particular aspiración de esos dirigentes a conservar un lugar en el universo político, lugar del que temen ser desplazados por el kirchnerismo?

  62. María Esperanza, muy bueno tu comentario.
    De todos modos, me hacen ruido algunas cosas.
    1) Si conseguimos el 44%, como CFK, de los objetivos que planteas, especialmente reforma tributaria progresiva a la renta, políticas universales de inclusión social (que, como Marshall, denominás correctamente «ciudadanía social»), democratización de los mecanismos de decisión política… paren las rotativas, porque nace un nuevo movimiento nacional y popular, bisagra en la historia nacional y latinoamericana. En medio del imperio continuo del capitalismo salvaje, recupero de la noción de progresismo no sólo la idea de avance, o progreso, sino también la idea de gradualidad. Supongo que algunas cosas costarían más que otras, y a la vista de la imbricación entre determinados consensos sobre la vigencia de los derechos humanos y el malhumor correlativo a los grupos más concentrados que avalaron y se enriquecieron con los programas del Consenso de Washington, sospecho que esa lucha requiere una construcción de gran solidez, que en el mediano plazo deberá integrar a buena parte del peronismo rescatable. Lo que trato de decir es que no es un programa de coyuntura, ni mucho menos: eso es un proyecto de país, con la matriz económica que lo permita. El problema, como supongo que acordarás, son las relaciones de poder. Y ese problema requiere romper la exclusión popular, no alcanza con una política de cuadros para sostener semejante programa frente a los embates del capital monopolista. Necesitamos movilizar y articular a los sectores populares solamente para debatirlo, cosa que hoy no parece simple.
    2)Es cierto que parte del progresismo se esmera en el viejo eslógan «a mejor, peor», pero son: a) los inexistentes de siempre, como la izquierda tradicional, o bien b) los que no tienen gestión. Y eso no es poco. Nadie que tenga gestión hoy puede desear alegremente que se hunda el barco del proyecto político abierto en 2003 (salvo Carrió, pero bueno… materia de otro post), sin tener en cuenta las consecuencias que para dicha agenda tendría el fracaso eventual del los Kirchner. Entonces, parte del dilema es como un autodefinido. Ineluctablemente, la única apuesta existencial que uno puede hacer es sostener este proyecto mientras pensamos cómo hacemos para superarlo, sacarle el jugo mientras dure, y ser concientes, y generar conciencia, acerca de los peligros que implica su caída (en eso están unos 750 intelectuales, la UBA, etc.)
    3) La bifurcación de los senderos dará frutos según el porvenir del kirchnerismo. En lo personal, me parece importante remarcar que, si bien dije que en esta coyuntura hay que apoyarlo, mencioné el término «apuesta», con absoluta convicción de que jugarse a apoyarlo para verlo caer, o para que otro capitalice su caída, es retroceder veinte años. O sea, es apostar, y que la ruleta de la política no nos sea anversa.
    4) Y en eso, me permito prescindir de algunas de tus preguntas finales, toda vez que suponen, ora una capacidad predictiva y analítica que difícilmente exprese otra cosa que un deseo racionalmente sustentado, ora una lectura ligeramente teleológica.
    5)En suma, si estas son las opciones, la salida es evidente: apoyar a los que apoyan, jugarse por la continuidad del proyecto, erigirse en un espacio con capacidad de crítica positiva. Y poner todas las fichas a ganador, sin medias tintas.
    Un abrazo,
    EM

  63. Exelente este post. Yo creo en la «experiencia kirchnerista» , creo q hay trabajar para consolidarla y seguir avanzando, organizarse por abajo hacia arriba, consolidando la experiencia ganada en el 2001.
    Creo tambien q hay que criticarla, y esa posibilidad es propia de los matices del Gobierno Kirchner, el mas democratico de la historia argentina.
    Los puntos programaticos del Campo «progresista» son basicamente las del programa democratico.
    No veo a los K como un escollo, sino mas bien como una especie de parada previa q genero la revolucion del 2001, antes de seguir profundizando los cambios.
    Muy bueno el post, excelente !!!

  64. MEC:
    La verdad que esa idea de gente como De Gennaro o Lozano de que «un proyecto progresista» estaría en mejores condiciones objetivas de surgir frente a un enemigo claramente de derecha es demasiado trostko para mi gusto. El «cuanto peor, mejor» no existe en la Argentina. Acá cuanto peor, peor. Me quedo con la opción de trabajar sobre este espacio que, creo, sí, abre el kirchnerismo. Sin sumarse acríticamente, pero tampoco sin hablar desde un progresismo abstracto a la Chacho o Ibarra, como la que le oí varias veces a tipos como los mencionados al inicio de este comment.

    Saludos

  65. queridos progresistas. comparto lo que dicen muchos de ustedes. como a todos ustedes me gustaria vivir en una sociedad mas justa, mas libre, mas democratica. Vote a Cristina por lo que hizo Nestor, y defiendo a este gobierno a pesar de que hay cosas que las hace francamente mal. Pero no se pueden negar algunos avances.¿alguien se acuerda quienes eran hace algunos años nuestros politicos?¿nuestros funcionarios?¿la dirigencia en general?. Hagan un poco de memoria. Es cierto que no se fueron todos, pero se renovó bastante, y de los peores se fueron unos cuantos. Por cierto todas las cosas pueden ser criticadas, todo lo que se hizo se podria haber hecho mejor. Ahora bien, quien tiene el progresistometro?¿a partir de cuando una medida seria progresistamente aceptable?,creo que si este gobierno en vez de hacer lo que hizo hubiera hecho otra cosa se lo habria criticado igual, por derecha y por Lozano y compañia, que mas que politicos parecen lo evangelistas esos que nos vienen a romper las pelotas el domingo a la mañana. Si la sociedad argentina fuera mayoritariamente progresista, seria mucho mas facil para cualquier gobierno ser progresista. El problema para un gobierno que quiera ser aunque tibiamente progresista en Argentina es que la realidad existe, hay actores, sectores, practicas, mentalidades,ambiciones,deseos. En laboratorio es mas facil.

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