El progresismo blanco no sirve para un carajo

Republico la carta de D’Elía que está circulando desde hace un par de días, a propósito de la entrada de apoyo de Balvanera ayer en la comunidad.

¿Progresismo blanco o nacionalismo popular?

Estamos en el hall del Palacio San Martín, preludiando la llegada de los presidentes de Argentina y Brasil, y entre canapés y alguna copa de Felipe Ruttini, me encuentro con Martín Sabatella, cara a cara, y me descerraja una primera frase que me golpea y me llama a la reflexión: «Mirá, negro, yo creo que el progresismo blanco, permitido por el sistema, no sirve para un carajo…».

Me enrosco para adentro, transformándome en una especie de kung-fu de la política, y repitiéndome y repitiendo la frase, que todavía me retumbaba en los oídos, me digo a mí mismo… «pensar que fue el Frepaso y con posterioridad la Alianza la máxima expresión de ese progresismo permitido por el sistema».

Recuerdo que, en general, esos tipos eran honestos, sin grandes convicciones, la mayoría de ellos con educación universitaria.

Su estética, un tanto «escuálida», en general son flacos, blancos, siempre de corbata, y de fuerte pertenencia cultural de corte pequeñoburguesa.

Modestos administradores, enemigos de cualquier uso semántico que altere la sacrosanta moderación, muy lejos de los pobres, con buenos vínculos con los organismos de Derechos Humanos, lectores del Gabo, absolutamente eclécticos en economía.

Más que propensos a «flotar» en política, lo que constituye en realidad su verdadera actitud de fondo, frente a la extendida derrota cultural de las capas medias.

Repiten hasta el cansancio que no hay que asustar ni confrontar la derrota citada «en autos», equilibristas expertos, se presentan siempre como alternativistas de centro-izquierda en fastuosas «ligas de caretones», propensas siempre a los cierres por «arriba», lo que explicita un fenomenal desprecio por la participación organizada de la comunidad.

Se niegan permanentemente a representar lo sectorial porque ellos, desde su lógica mediática*, pretenden abarcar amplios universos a representar. Empezaron luchando contra las privatizaciones de los noventa y se fueron pidiendo el regreso de Cavallo.

Yo, que empecé los piquetes urbanos siendo concejal de esas fuerzas, con toda autoridad digo que la sociedad debe defenderse de igual modo de progresistas y de neoliberales.

Siendo un pibe, que recién asomaba las narices en política, cierto día en Laferrére tuve la osadía de preguntarle a un viejo caudillo peronista ya fallecido, don Federico Pedro Russo, ¿qué es la renovación peronista? Y este viejo vizcacha, que pasó de ser el cafetero del municipio a ser electo dos veces intendente, me miró a los ojos, se sirvió medio vaso de vino, lo levantó y me dijo «vea, pibe, esto es peronismo». Acercó el vaso a un chorro de soda, lo levantó, lo puso ante mis ojos y me dijo, «vea, pibe, esto es la renovación peronista».

Me llenó de orgullo y esperanza escuchar a Cristina denunciar con mucha sencillez a aquellos que quieren un gobierno light, o sea un gobierno que no haga ruido, que baje su agenda transformadora, y que debilitado, quede a expensas de los poderosos.

Necesitamos recrear un nacionalismo popular y transformador (si digo «revolucionario» se van a asustar las clases medias), basado en la memoria, la verdad y la justicia, en la defensa irrestricta de los soberanos intereses nacionales, en la integración latinoamericana que nos lleve a tener Parlamento, fuerzas armadas, moneda, banco y ductos únicos, como soñaron los padres fundadores. Necesitamos proteger nuestros recursos energéticos y naturales, ponerle fin a la extranjerización y concentración de nuestros trescientos millones de hectáreas.

Debemos desmonopolizar y democratizar nuestros medios de información.

Es menester romper con la autonomía de nuestros bancos centrales como una imposición inaceptable de los organismos financieros internacionales.

Debemos incluir en los beneficios de la nacionalidad a millones de hermanos que todavía claman en la indigencia y en la pobreza.

Estos programas que construyen la felicidad de nuestro pueblo y en los que ya mucho ha rodado nuestro gobierno nacional, hoy están llenos de acechanzas y peligros.

Nuestra suerte política no puede quedar en manos de consultores de comunicación o de progresistas que creen que la política solo es una rémora estética.

Necesitamos hombres y mujeres llenos de convicción, de amor a la patria, y de una férrea voluntad revolucionaria, que estén alejados de cualquier cálculo especulativo, tanto en lo personal como en lo comunitario, que estén dispuestos a darlo todo a cambio de patria. Por eso la disyuntiva de hierro que hoy nos convoca es progresismo blanco permitido por el sistema o nacionalismo popular revolucionario, aggiornado en los tiempos, pero nutrido de la visión política y la perspectiva de Irigoyen, de Perón, de Eva Perón, de Scalabrini Ortiz, de Jauretche, de Juan José Hernández Arregui, de John William Cooke, y tantos otros. También tenemos nuestra estética, que va desde la hermosa pendeja militante de la universidad hasta las gordas de nuestros comedores comunitarios, desde los jóvenes de la Cámpora hasta la murga «Los soñadores del Tambo». Todos, absolutamente alejados de la estética «escuálida» y de los estúpidos yuppies de la city.

En la década de los noventa, los traidores nos tildaban de nostálgicos, hoy intelectuales como Beatriz Sarlo, nos dicen que es un error convocar a Jauretche para intentar leer los tiempos que corren. Nos plantean sociedades descerebradas, sin pasado, sin historia, sin memoria, sin conciencia nacional.

Hablando de traidores (y ojo que me refiero al corredor de fórmula uno), en el día de ayer me tocó vivir una paradoja fenomenal: mientras Néstor Kirchner recibía a Reuteman en Olivos, para recomponer la relación, yo visitaba el Palacio de los Tribunales convocado a una indagatoria judicial, a explicar los resabios de nuestra defensa irrestricta del gobierno de Cristina Fernández.

Según muchos progresistas, los movimientos sociales les afeamos sus listas.

¡Qué va ‘chaché!

Luis D’Elía
Presidente de la FTV

PD: *Como el encuentro televisivo entre Ibarra y la «Ritó».

155 comentarios en «El progresismo blanco no sirve para un carajo»

  1. + 1

    Si la carta fuera de un lector de La Nación estaría en mayusculas y mencionaria al tren bala, al INDEC (pero con K) y alguna otra pelotudez.

    «En la década de los noventa, los traidores nos tildaban de nostálgicos, hoy intelectuales como Beatriz Sarlo, nos dicen que es un error convocar a Jauretche para intentar leer los tiempos que corren. Nos plantean sociedades descerebradas, sin pasado, sin historia, sin memoria, sin conciencia nacional.»

    Ahi tené’

  2. Hasta ahora no he visto ninguna experiencia en ninguna sociedad, donde el «Nacionalismo Popular» haya servido para algo a largo plazo, ni haya creado sociedades mas justas, mas alla de la tipica prebenda estatal.
    Por eso, prefiero a los progresistas escualidos, flacos, blancos, siempre de corbata y universitarios con sus citas de Weber antes que a los populares negros gordos con sus citas de Jauretche…
    De hecho, en mi opinion, el «Nacionalismo popular», es el que no sirve para un carajo…

  3. ¿A quién se refiere D’Elia en esa carta? ¿Quiénes son los progresistas blancos? ¿Por qué al final le pega un palo a Kirchner?

    Igual, analizando el texto de D’Elia, observo una enorme incongruencia entre los fines y los medios. La sociedad más justa que dice querer D’Elia no se consigue de la forma que él propugna.

    Por otra parte, hay algo que me llama mucho la atención desde que ví el video con la entrevista que le hicieron ustedes. ¿Por qué esa insistencia, hasta de él mismo, en que D’Elia es «negro» o «grasa»? Físicamente no tiene ningún rasgo indígena, sino que es un tano cualquiera, como De Angeli pero morocho, e intelectualmente, su forma de expresarse, tanto la oral como la escrita, y esta carta es un ejemplo de ello, tampoco lo categoriza como «un grasa» o «un negro bruto».

    Cambiando de tema completamene, hoy estuve mirando las estadísticas de Finanzas Publicas y me dí cuenta que hacía mucho que no nos llegan visitas ni desde Artepolíca ni desde La Barbarie. Viendo la lista de los blogs que tienen linkeados acá arriba y al costadito de La Barbarie, descubrí que ya no aparecemos más. Triste me puse.

  4. Ana, quizás se deba a que usted vive lejos y es por ello que le llama la atención que el gordo se refiera a si mismo como negro. Caso contrario, podría escuchar referencias a el de terceros como «negro barato», «negro cabeza», o «negro de mierda» diariamente. Incluso de «negro ignorante» que, como usted nota, es fácilmente refutable.

    Es una lástima que FP ya no aparezca en blogroll, igual los seguimos leyendo muchos, aunque sea un blog de progres liberales medio pelo desde que no está Mus.:P

  5. Ana C.:

    Creo que es fácil de entender el palo final a Kichner. Al piqueterismo trucho el Néstor los dejó arafue, así como a usted la han dejado acá.

    Es cierto, hace semanas que no veo links a su blog. Suele ocurrir. Esto se ha transformado en la base de la blogesfera K, quizás siempre fue el propósito. De un estilo como el de Indymedia pero progresista y mejor cuidado… a la causa K.

  6. Pablo, gracias por darnos la posiblidad de argumentar sobre lo que viene desarrollano proncipalmente Lucas Carrasco, Balvanera y varios otros en Artepolítica.
    No me preocupo por el modelo popular, creo que en eso coincidimos, me preocupa la insistencia del modelo Nacional. De qué populismo hablan Ud. cuando se refieren a lo popular, lo salteño, lo cordobés, lo metropolitano, lo bonaerense, lo entrerriano???.
    Creo que son demasiadas, muy variadas e identidades muy distintas, que definitivamente No se pueden englobar en una única identidad nacional, menos nosotros con el fuerte aporte inmigratorio.
    Cualquier intento de hacerlo, y es lo que Delia hace, es fachista, segregacionista, es hacer la cabeza a la medida del sombrero.
    Dichas identidades locales NO son concurrentes, pretender hacerlas desde dentro de una de esas minorías es cometer el mismo error queha cometido el progresismo blanco históricamente. No hay peor tirano que un esclavo con látigo.
    Tenemos que ser muy cuidadosos cuando pedimos un cambio de modelo, si queremos cambiar el modelo. No basta con un cambio de signo.
    El ejemplo nacional y popular es la China. Una generación de hijos únicos, una formación marciál, la desconstrucción de las identidades culturales con la reforma cultural de Mao.
    Me preocupa el discurso nacionalista que lo único que se diferancia del nacional socialismo es que no es individualista. De nada me sirve esconder al tirano si para eso nos tenemos que convertir en tiranos cada uno.
    Para cambiar el modelo lo que hay que hacer es distribuir el poder y no centralizarlo en otro polo.
    Delia pierde autoridad cuando deja de ser interfase entre el sector que él representa y el poder central. Pierde autoridad cuando pretende abolir el peronismo tradicional queriendo reemplazar a los sindicatos. Delia perdió autoridad cuando alcanzó en erigirse en poderoso sentado arriba me millones de pesos y de planes trabajar. Cualquier loquito que haga eso, lo que pretende es sustituir a un poder central, y no cambiar el modelo.
    La semana pasada llegabamos tarde a la fiesta de la Hija del Alcalde, justamente lo que nos gustan de esas fiestas es que son populares y no que venga el alcalde y empiece a decretazo limpio. Con los decretos siempre alguien queda ajuera.
    Ana C. creo que la gente de Finanzas Públicas, tendría que participar mas desde Artepolítica, postee Ud. y aguantese las puteadas, de eso se trata la participación, peor sería que los que no tenemos la línea mayoritaria de Artepolítica nos refugiásemos en nuestros respectivos blogs.

  7. La incapacidad para metaforizar es típica de dos clases de gente. O no da el cerebro para una operación tan compleja o uno voluntariamente decide entender las cosas literalmente, no como metáfora, porque le conviene: que alguien se diga «negro» no quiere decir que sea negro literalmente, sino que asume la condición social de «negro». Lo mismo con «blanco», etcétera. D’Elía sí sabe metaforizar. Y está metaforizando cuando dice que odia a los blancos, él, que es blanco, de estirpe italiana. Acá si vivís en un barrio pobre del conurbano sos negro aunque tengas ojos celestes, ¿estamos?

  8. Tenía para citar el mejor ejemplo posible de esa metaforización, que está en la carta misma, y me olvidé. El que le dice a D’Elía «mirá negro, el progresismo blanco, permitido por el sistema, no sirve para un carajo» es Sabatella, intendente de Morón, blanquito, de anteojos, gordito, progresista y ex cuadro del Frepaso, el Frente Grande o algún otro de esos pulcros frentes. Sabatella elige para un lado, el Fernández de Ibarra elige para otro y se queda con Macri.

  9. Digo yo, siendo la carta tan simple, clara y directa; ¿no se cansa alguna gente de rizar el rizo?
    Sigo creyendo que las palabras de D´Elía más que opacadas por algunas cuestiones de las que ya se encargaron otros comentaristas, están respaldadas por su trabajo social y popular en Laferrere por ejemplo. Pero para eso hay que saber un poco más sobre él que lo que muestra TN.
    Saludos gente!

  10. Me llama la atención que algún comentarista del post se pregunte quienes son los progresistas blancos a los que se refiere D´Elia. La carta describe muy bien cuales son sus caracteristicas, su gestualidad politica, su doble rasero entre discurso (donde se sienten cómodos) y acción politica ( donde no se sienten). Sólo por quién no ha pasado por la experiencia de trabajar junto y por los sectores populares (en la cancha embarrada donde sucumben los «papers»pontificadores)puede ser expresada la ininteligibilidad respecto de lo que es el progresismo blanco( la adjetivación cromatica es sólo una simbolización socio-historico-cultural; no confundir con remanido «racismo»)

    saludos
    LUCIANO

  11. Charlie Boyle: Me parece que Délia deja muy claro que es para él el nacionalismo popular. No creo que se refiera a un caracter «puro» de ciudadano nacional, con determinadas caracteristicas tipificadas y a quién no corresponda la segmentaciónperseguirlo y exterminarlo.
    El Nacionalismo popular de Délia está en clave económica-soberana: «Necesitamos recrear un nacionalismo popular y transformador (…), basado en la memoria, la verdad y la justicia, en la defensa irrestricta de los soberanos intereses nacionales, en la integración latinoamericana que nos lleve a tener Parlamento, fuerzas armadas, moneda, banco y ductos únicos, como soñaron los padres fundadores. Necesitamos proteger nuestros recursos energéticos y naturales, ponerle fin a la extranjerización y concentración de nuestros trescientos millones de hectáreas.
    Debemos desmonopolizar y democratizar nuestros medios de información.»
    El Nacionalismo de Délia es una nacionalismo internacionalista, a la cubana, más en sintonía con el antiimperialismo que con la busqueda de la raza pura.
    Por lo menos eso es lo que yo leo, o quiero leer.
    Saludos!

  12. Supongo que D´elia no quiso expresar el debate en términos “negro, blancos”, sino en estilos de generar políticas. D´elia al comienzo de la carta dice: “ esos tipos eran honestos, sin grandes convicciones, la mayoría de ellos con educación universitaria.” Y después agrega: “muy lejos de los pobres”. El “Progresismo blanco” es un tipo honesto, que flota de partido en partido, de banca en banca sin cambiar demasiado. Esto tiene destinatarios claros hoy, ¿cuántos diputados progresistas estuvieron en la Alianza apoyando a de la Rua, y hoy –no solo votaron en contra de la 125- sino también tildan al gobierno de Cristina, de Menemista.

    El progresismo blanco se diferencia del tipo que milita en agrupaciones sociales, comedores, o gremios de base. –Claro, algún antiporonista va citar a los punteros y su clientelismo político, pero eso es parte de este juego llamado democracia. Claro, D´elia es un tipo polémico, siempre trata de generar polémica. El podría a ver titulado “Progresismo Cándido vs nacionalismo popular”. No sólo se sumaba una cita ilustrada (yo escuche a D´elia citar un par de veces a Voltaire,-por eso lo digo), sino que además no hubiese generado un debate “racial” o “étnico”. Pero D´elia sabe lo que hace, y desde principio del conflicto, él puso este tema en debate nacional. El vice de la rural se autodenomino “piquetero blanco”.

    Si D´elia no hubiese usado ese discurso, nosotros lectores de Artepolítica, no hubiésemos leído este comentario:

    “¿Por qué esa insistencia, hasta de él mismo, en que D’Elia es “negro” o “grasa”? Físicamente no tiene ningún rasgo indígena, sino que es un tano cualquiera.”

    Para la comentarista “Ana C”, la “negritud” y “grasitud” se expresa en los caracteres de la cultura “indígena”, o “neocabecismo negril”. D´elia no es un “negro bruto” (en todo caso, es un “negro inteligente”), por eso escribió una carta en prosa que roza en lo estético con la sublimidad Kantiana.

    Creo que la definición de “progresismo blanco” cabe para aquellos progresistas que viven en el olimpo o reino de los fines, que actúan como fiscales de la moral, la pureza y candidez ideológica, y que deambulan de banca en banca, con universales partidos políticos, pero con pocos votos.

    Me acuerdo de Zamora que votó en contra de la anulación de la ley obediencia de vida y punto final. Nunca entendí los argumentos, tampoco entiendo algunos argumentos de algunos diputados representantes del “progresismo blanco”.

  13. Si D´Elía pensó en un programa nacional y popular con Néstor Kirchner conocidos sus antecedentes como gobernador de Santa Cruz y como profesional liberal durante la dictadura, entonces como político y como dirigente social deja bastante que desear.

    Supongo que sabía que esto iba a terminar así, en el interín cumplió el papel de squadristi del régimen con sus declaraciones en contra de organizaciones piqueteras, patoteadas para ganar la calle del peor modo, gestos grandilocuentes. Triste papel y previsible final.

  14. Goliardo, con esa estructura que usted defiende de punteros y que la asimila a la democracia, Carlos Menem pudo ejecutar su neoliberalismo salvaje de tinte peronista con relativa paz social. Todo un logro peronista (huy, que gorila que esta mina).

  15. No, no estamos nada, Balvanera. No alcanza con vivir en un barrio pobre del conurbano para ser «negro» o «grasa». La definición de negro, en su forma peyorativa, implica cumplir con por lo menos tres o cuatro de todas estas características: ser pobre, vivir en un barrio pobre, no tener más que educación secundaria o menos, ser grosero, violento o agresivo, no tener empatía con los derechos de los otros, no saber expresarse ni en forma oral ni en forma escrita, tener gustos culturales populares como la cumbia, la ranchera o cosas así, ser vago, borracho o drogadicto, no tener interés por educarse, tener ascendencia indígena.

    (A propósito, su «¿estamos?» estuvo un tanto pedante ¿estamos?)

    Y entonces ¿cuál es el interés que tiene D’Elia en «metaforizarse» como «negro» cuando obviamente no lo es? ¿Qué necesidad tiene de exacerbar o inventar luchas de clases inexistentes cuando ya hay más que suficiente con las que existen? ¿Qué necesidad de demonizar a la clase media, de contraponer los intereses de la clase media contra los de la clase baja cuando es más que obvio que hay más intereses comunes que opuestos y sería mucho más constructivo resaltarlo, sin contar con que la frontera entre una y otra es muy difusa?

    Lo felicito a D’Elia si es cierto que hace tanto y tan destacable trabajo social. Pero me parece perverso instaurar más antinomias de las que ya hay en Argentina justo en un momento en que parecía que iba a haber ganas de hacer algo para conseguir juntos un futuro mejor.

    Defina «progres liberales medio pelo», Chubutense :-P
    (Yo soy la que más lo extraña a Musgrave, junto con Lindahl).

    No me animo, Charlie Boyle. Nunca me sentí muy bienvenida y después de semejante deslinkeada, menos.

    O una que vive lejos desde hace mucho, Luciano, una que no tenía ni la más pálida idea de quién era D’Elia y toda esa historia del progresismo blanco hasta que se lo presentaron en Artepolítica.

    En todo caso el progresismo blanco, como lo define D’Elia, no es progresismo, porque para serlo hay que estar bien convencido.

    Pero la presidenta que no paga impuestos y se llena la boca de palabras lindas tampoco lo es, para que sepáis. Y sus ministros que se llenan los bolsillos, tampoco. Y un señor que fomenta la división y los enconos, como D’Elia, menos.

    La gente no le exige a Cristina un gobierno light, le exige que empiece a gobernar en serio y dejarse de retórica, caramba, que de charlatanes está lleno el mundo. Mírennos a nosotros.

    D’Elia no es ni negro ni bruto, Goliardo, se hace. Y si se hace es por algo. Vaya a saber lo que es.

  16. “ser pobre, vivir en un barrio pobre, no tener más que educación secundaria o menos, ser grosero, violento o agresivo, no tener empatía con los derechos de los otros, no saber expresarse ni en forma oral ni en forma escrita, tener gustos culturales populares como la cumbia, la ranchera o cosas así, ser vago, borracho o drogadicto, no tener interés por educarse, tener ascendencia indígena.”

    Ana c, podrías explayarte un poco mas sobre la definición de “negro”. Yo cumplo varias de esas características; “grosero”, “ascendencia indígena”, “gustos culturales populares como la cumbia”, y además me gusta Vicente Fernández, el gran cantante de rancheras mexicanas.

  17. Adicto como nadie al excitante deporte de embarrar la cancha, introducir confusión y llevar el debate hacia otro lugar donde ya no se está hablando de lo que se hablaba sino de la obsesión a la que él tiene atada su vida, Diego (el que, mientras se autoconvence de dudar de todo, hace todo lo contrario), escribe «¿cuánto falta para que a esta lista de próceres entre Manuel Quindimil?» Burdo el recurso, tramposo, deshonesto, sucio, indigno de alguien que se supone que ejerce el oficio de pensar. Vos sabés, Diego, o al menos, entre un partido y otro de Las Leonas podrías haberte enterado, que no tiene nada pero nada que ver. Y deberías saber, si antes de hablar te ocuparas de saber de qué estás hablando, que entre los enemigos de Quindimil, uno de los que está en primer lugar, y desde hace mucho, es Luis D’Elía, bastante más que muchos progresistas.
    La misma sucia operación de Pepe: «nacionalismo popular era Hitler». Con una frase barata e impactante busca cerrar todo. ¿Y si a lo mejor las cosas se pudieran ver de otro modo? Pero tal vez la cabeza no le dé para eso, o no le interese.
    Ana C: retiro el «¿estamos?». Estuvo mal de mi parte. Mis disculpas. Respecto de la muy inteligente primera oración de su último comentario: voy a tratar (no sé si podré) de explicar cuál es la operación que hace D’Elía con la palabra «negro». El maestro Leónidas Lamborghini lo llama «asimilar la distorsión y devolverla multiplicada»: te atacan con algo, como un insulto, como un agravio, como una descalificación infamante, y te hacés cargo de ella orgullosamente para contraatacar y desnudar el lugar del atacante. Es como cuando Perlongher decía «no soy gay, soy puto». Cuando se habla de un «progresismo blanco» se recurre intencionadamente a un efecto retórico: se hiperbliza la condición de «blanco» (se obliga a poner la atención en ella) para marcar el contraste. Y hacer ver el lugar relativamente cómodo o seguro desde el cual se ejerce ese progresismo. Una cosa es poner en juego ideas, lo que no tiene nada de malo (todo lo contrario) y otra, muy distinta, sentir que lo que está en juego, en todo momento y por cualquier cosa, es el cuerpo, la propia supervivencia. No creo haberlo explicado bien, pero por ahí va la cosa.

  18. Ana: Según la definición de «negro» que propusiste, D’Elia entraría, ya que cumple con por lo menos 3 de los requisitos: 1)Vive en un barrio pobre 2)A veces es grosero («odio a la puta oligarquía») 3)A veces es violento o agresivo (la piña a Gahan). Podría haber alguna más, no se qué música le gusta. El tema clave es por qué quiere ponerse en ese lugar, ya que evidentemente podría decidir no ser ni grosero ni violento y también podría mudarse. Es cierto como decís que es ridículo contraponer los intereses económicos de la clase baja con los de la clase media. El tema es que además de los conflictos económicos, existen los conflictos culturales. En muchos casos la antinomia peronismo-antiperonismo ha reflejado eso. De allí la metáfora del vino con soda que cuenta D’Elia sobre el peronismo renovador (que justamente quiso acercarse a la clase media). Al ser conflictos culturales, se encuentran mucho más cercanos al plano metafórico que los tangibles conflictos económicos. Es cierto que dividir a la clase media y la clase baja es malo, ya que está claro que en el terreno económico la lucha de clases se debe dar con estos actores unidos frente a la clase dominante. El problema es que yo no creo que sea D’Elia quién divide, si no quién nos muestra en forma clara esa división. Hay un sinnúmero de ocasiones en las que esta contradicción es expresada desde los valores clasemedieros. Muchas de las acusaciones de clientelismo, por ejemplo, es absolutamente natural que sean vividas desde la clase baja como simples agresiones, y si se supone que no deberían sentirse agredidos, porque a quién se ataca no es a ellos si no al «gobierno corrupto», entonces también la clase media podría pasar de los comentarios de D’Elia considerando que ellos no son sus destinatarios.

  19. El subcomandante Marcos, que siempre dice «nosotros, los indios», es blanco y tiene título universitario, pero no está equivocado ni miente cuando dice «nosotros, los indios». En la situación en que lo dice, lo es.
    Darío Santillán era blanco, pero para los que lo mataron, durante el gobierno de «El Negro Duhalde», era negro.

  20. Me parece que tengo que ajustar un poco la definición :-P

    Hay que reconocer que una parte de la clase media es bastante tilinga e insolidaria. Las reacciones de los lectores de los diarios con la historia de la perra y la nena embarazada son un ejemplo, todas esas reacciones de alguna gente cuando se habla de los planes Jefes y Jefas o de los planes de asistencia social en general como planes para vagos, otro.

    Personalmente, a mí siempre me volvió loca esa costumbre de una parte de la clase media de hacerse la cheta, con dichos y costumbres, esa costumbre de aparentar todo el tiempo que sos lo que no sos. ¡La impostación de la voz! Es un alivio no tener que vivirlo a diario, la verdad.

    Pero supongo que son todos síntomas de una sociedad siempre en crisis que no consigue integrarse y para la que hasta ahora no ha habido un proyecto integrador fuerte.

    Por otra parte, también hay que reconocer que para la clase media que paga impuestos y que encima paga extra por todo lo que se supone que se financia con los impuestos (la escuela de los hijos, la salud, etc), debe ser bastante irritante percibir que en el camino hacia los pobres se desvían recursos hacia otro lado que no corresponde y, al asociar esa desviación de recursos con el peronismo, reaccionan como antiperonistas.

    El día que los peronistas manejen la cosa pública con un poco más de pulcritud y transparencia, quizás desaparezca el antiperonismo, la Argentina se convierta en una sociedad más justa y a lo mejor D’Elia deja de hacerse el «negro».

    ¡Pero eso era lo que quería hacer el peronismo renovador! ¿O no?

  21. Para mi Cristina habla simplemente muy bien, su capacidad en ese terreno me parece indiscutible, me pareció graciosa la contraposición del discurso inaugural de Macri (no estoy seguro si en el de asunción o inaugurando las legislativas), que habló 10 minutos, leyendo y hubo que interrumpirlo porque estaba repitiendo 2 veces el mismo párrafo, con Cristina hablando al día siguiente 45 minutos sin leer y sin errores. El problema es su ropa. Y no lo digo en joda. Si yo creo en las representaciones culturales cuando hablo de D’Elia, no me puedo hacer el boludo cuando llegamos a Cristina y decir «la ropa no tiene nada que ver con la política». Lo que ella quiere representar (para mi sinceramente) no encaja con carteras y zapatos tan caros (yo no tengo idea, pero mi mujer que es tan cristinista como yo me dice que los precios de lo que usa y la cantidad de cambios de vestuario son realmente excesivos). Está claro que nadie es perfecto, pero creo que una de las razones que provocó rechazos en ella, que eran menores en Nestor, tuvo que ver con esa contradicción entre forma y fondo. Para este tema, un artículo de Ostiguy, 3 días después de las elecciones, es muy interesante. http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/93812-29768-2007-10-31.html

  22. Hay algo que no entendí. ¿Los pobres no pagan impuestos? ¿El IVA no es un impuesto? El antiperonismo de muchos clasemedieros no puede ser justificado sobre la idea de que es una reacción al supuesto mal uso que se hace de sus aportes al Estado. El antiperonismo no es la disidencia con un conjunto de ideas políticas, es una expresión visceral que tiene raíces culturales. Se puede ser crítico del peronismo, identificarse con otras ideas y prácticas, sin ser antiperonista. El Antiperonista se define por el odio, por la creencia de que el peronismo es algo que hay que eliminar de la faz de la tierra. Si no no es antiperonista. La idea del negro como bárbaro no nace con el peronismo, puede rastrearse en Sarmiento y es reformulada por la oligarquía argentina cuando empiezan a venir los inmigrantes pobres. Ramos Mejía va a referirse a ellos peyorativamente (no se les entiende cuando hablan, afirma). Lo que hace el peronismo es darles un lugar en la escena política que antes no tenían. Esa mezcla de indio e inmigrante ocupa el espacio público, pone un presidente, y eso es intolerable para la oligarquía. Por qué las clases medias en América Latina tienen esa inclinación por aliarse con los que la van a usar para mantener el statu quo es otro tema: le dieron la espalda a Tupac Katari cuando trató de incluirlos en su movimiento rebelde y hoy en Bolivia se paran del lado de la elite oriental. Para los que puedan ver «Bolivia para todos», el documental de Cartoy Díaz que está pasando cada tanto canal 7, sugiero reparar en los rasgos de los que agreden a los partidarios de Evo al grito de «Coya de mierda»: ellos también tienen sangre india. Lo racial marca, pero no define. Evita era blanca, pero para los gorilas era negra.

  23. No conozco la historia de esa pelea de la que me hablás y de la que, porque sos vos el que la trae a colación, no dudo de su existencia. Lo que quería en éste caso era dejar flotando esa pregunta que, ahora con ese dato que vos aportás, se resignifica de modo más contundente aun. El afuera y el adentro del discurso peronista. Odiar a viva voz a Beatriz Sarlo y a Chacho Álvarez, pero con Quindimil y con Duhalde, para citar dos, el tonito es otro, el trato es otro, las formas son otras… Si D’Elía va a salir a hablar sobre lo que éste país o incluso toda Latinoamérica debe ser, que no lo haga con panfletos dicotómicos que embarran la cancha mucho más que un comment mío en un blog. Eso solamente, que no nos trate como boludos.

  24. No me gusta la dicotomía que plantea D´elia. No me preocupa el ataque al progresismo blanco, me parece que no aporta nada nuevo sobre la superficialidad y gorilismo que éste puede tener.
    Me preocupa más como define al nacionalismo popular, y no porque sea un peligro nazi o algo así. Creo que la clave la aportó Sergio cuando habló de «conflictos culturales». Tengo la impresión que el argumento de D´elia se agota en un problema cultural y estético, y eso, justamente, tiende a vaciar de contenido al nacionalismo popular.
    Si el peronismo y la defensa de los negros se trata de construir una melange entre la piba de la universidad con la gorda del comedor, los pibes de la Cámpora, algunos intendentes bonaerenses y D´elía… y si esa identidad está marcada por una estética de la incorrección… me parece que estamos al horno. La cumbia es más divertida que Silvio Rodriguez y las morochas suelen ser muy lindas, pero si esos son los argumentos contra el liberalismo… no sé, me parece que se termina vaciando de contenido la idea de un proyecto popular y redistributivo.
    Creo más importante discutir cual sería la sustancialidad de ese proyecto popular que definirlo por contraposición al «progresismo blanco». Parecería que a D´elia le preocupan los Sabbatella o la repatición del FREPASO. Pero porque son blancos y usan traje, ¿qué importancia tiene eso?
    Los progresistas blancos no son un peligro, la cuestión es afirmar un proyecto popular en algo más que en una liturgia peronista sin el fifty-fifty
    Felíz domingo para todos!

  25. Cristina habla muy bien por dos cosas: una, tiene una voz fantástica. Debe ser una de las raras mujeres argentinas que consiguió dejar de tener una voz de nena. Dos, maneja muy bien los tiempos y la articulación del discurso.

    Pero, en cuanto a la forma, imposta mucho la voz y habla como una cincuentona cheta que fue a la UCA o a la UB, no como una pendeja universitaria militante, a no ser que sea militante de la UCeDe y fume mucho.

    En cuanto al contenido, dice mucha pavada toda junta y bastante incoherente, sobre todo en política económica y social, y esos discursos haciendo énfasis en la enumeración de cifras triviales y que encima no se las cree nadie, son demasiado superficiales.

    Lo de la ropa a mí me tiene bastante intrigada. Por un lado está todo eso de vestirse como una actriz y no como una presidente. De sacudir el pelo a lo Susana Giménez todo el tiempo. Pero eso a lo mejor la hace más atractiva para las clases populares. Por otro lado, lo que cuesta. No es para nada coherente con un discurso de justicia social gastarse tanta plata en ropa, o en accesorios. Eso lo puede hacer Carla Bruni, que gana su propia plata y vive en Francia, un país rico y sin tantas diferencias sociales. Pero en Argentina a mí me parece inmoral ser tan ostentosa cuando sos una presidente peronista, la presidente de los pobres, y no la mujer de Macri. Si le sobra la plata que se la done a un hospital, o algo, o que pague más impuestos.

    Es un poco raro leer el artículo de Ostiguy después de todo el lío de los últimos meses. Es como que entre esa tensión entre el peronismo clásico y el socialismo a la francesa se perdió el rumbo. Yo siempre me pregunté qué hacía la Ségolène esa noche ahí metida. A lo mejor el pobre Kirchner se tragó el análisis ostiguyano así como venía y terminó metiendo la pata.

    :-) :-) :-) ¡Qué bien lo del link! :-) :-) :-)

  26. Ana C. Vos decís:

    «No, no estamos nada, Balvanera. No alcanza con vivir en un barrio pobre del conurbano para ser “negro” o “grasa”. La definición de negro, en su forma peyorativa, implica cumplir con por lo menos tres o cuatro de todas estas características: ser pobre, vivir en un barrio pobre, no tener más que educación secundaria o menos, ser grosero, violento o agresivo, no tener empatía con los derechos de los otros, no saber expresarse ni en forma oral ni en forma escrita, tener gustos culturales populares como la cumbia, la ranchera o cosas así, ser vago, borracho o drogadicto, no tener interés por educarse, tener ascendencia indígena.»

    A mi no se me puede acusar de ser fana de D´Elía, al que detesto bastante, lo que no me convierte en un progre «blanco». Pero la definición que vos manejás de «negro» atrasa 20 años, ¿Todavía no te cruzaste con nadie que te diga la diferencia entre «negros de piel»(sic) y «negros de alma»?

    Ah, otra cosa, para mí el «progresismo» es todo berreta, tanto el «blanco» como el «negro». El progresismo es el hijo bobo del alfonsinismo y la Alianza, como esos tipos que se dicen socialistas y al mismo tiempo mandan tropas a Irak y son capaces de aplaudir los bombardeos yanquis en el planeta. EL progresismo tuvo su auge y su gloria durante el Frepaso y su inevitable final durante el Gobierno de la Alianza. Todo el progresismo está mal y no hay diferencias entre «blanco» y «negro».

    D´Elía, que chanta che, yo no voy a desmerecer el laburo que hace, pero convengamos que si el «nacionalismo popular» (¿Cuál? ¿El de Levingston?) fuera tan «popular», las columnas de D´Elía podrían repetir un 31 de agosto del `55 y no son capaces de llenar media plaza de Mayo.

  27. «Lo de la ropa a mí me tiene bastante intrigada. Por un lado está todo eso de vestirse como una actriz y no como una presidente. De sacudir el pelo a lo Susana Giménez todo el tiempo. Pero eso a lo mejor la hace más atractiva para las clases populares. Por otro lado, lo que cuesta. No es para nada coherente con un discurso de justicia social gastarse tanta plata en ropa, o en accesorios. Eso lo puede hacer Carla Bruni, que gana su propia plata y vive en Francia, un país rico y sin tantas diferencias sociales. Pero en Argentina a mí me parece inmoral ser tan ostentosa cuando sos una presidente peronista, la presidente de los pobres, y no la mujer de Macri. Si le sobra la plata que se la done a un hospital, o algo, o que pague más impuestos.»

    Bueno, y yo me vengo a enterar que esto es un blog de ropa ahora…..

    QUe al pedo discutir sobre eso, por favor, si se vistiera con traje sastre le dirían demagoga y si se viste como la mina forrada en guita que es es una concheta insalvable.

    Sinceramente, nada más pedorro que discutir de ropa ¿A quién carajo le importa?

    Bue, o será que mi cerebro de tipo no entiende nada, un reaccionario, bah.

    Igual si yo fuera político me vestiría como Lugo, con lo feo que es usar corbata………..

  28. Diego: una prueba más de que hablás de lo que no sabés y de que no sos capaz de anotar una palabra sin dejarte dominar por tus prejuicios: lo que D’Elía dijo de Sarlo es blandísimo, suavecito, comparado con lo que cientos de veces e insistentemente viene diciendo de Duhalde, cada vez que puede y con una furia mucho mayor que la que le dedicó a Chacho y más aun que la ocasional mención que hizo de la columnista dominical de Viva. Claro que, para vos, a esa gente, de tu palo, ni siquiera se la puede mirar de reojo: ¡¡cuidado, vienen los populistas!!! ¡¡¡a refugiarse en la embajada, mamá!!!
    Respecto del discurso de Cristina, y recordando sus intervenciones como senadora: creo que, si pudiera, elegiría un estilo Evita, pero más culto, de modo que sepan que acá hay una mujer capaz de competir tanto en la parada como en el aspecto intelectual. Pero se modera: se dio cuenta, o alguien le dijo, que el estilo confrontativo le juega en contra. Y lo que le sale es un mixto, que no está del todo mal pero no convence del todo. Le sale un tono de maestrita, a veces, que cae muy mal. El discurso de maestrita cae mal siempre, y es una lástima porque la mina da para mucho más.

  29. Julián, a mí me parece que todas esas características que enumeré incluyen la negrura de piel y la de alma, pero a lo mejor se me escapó alguna.

    Definí progresismo, entonces porque me perdí. Y la alternativa que preferís.

    No recuerdo gobiernos socialistas que hayan mandado tropas a Irak, ya que estamos, nombrame uno o dos.

  30. No estoy de acuerdo con DElía. Negros vs. poderosos y hagamos la revolución.Qué quiere? De verdad quiere una revolución? Y si es así? que está esperando? Digo, para agarrrar el fusil.Porque las revoluciones no se hacen escribiendo cartas.
    Y además, Néstor se reúne con Reutemann, y lo acusa de traidor. No se da cuenta de que no lo quiere ni Cristina ya. Porque yo no sé si Cristina y Nestor en algún momento quisieron la revolución, pero ahora que son gobierno no les queda otra que tratar hasta con los sectores que más aborrecen en su interior, porque la política es eso. Y para gobernar necesitan consenso.
    Si la quiere apoyar a CFK, como dice, que cambie el estilo, porque así no la ayuda ni un poco.

  31. Ana, con toda la vehemencia que se puede tener ante usted, ¿Podemos dejar de usar la categoría «negro» para habalr de al realidad?

    Ya bastante con la pendejada racista que se viene como apra que entre nos andemos hablando así. Sólo faltan los nuevos apelativos, «blackies», «cabezas», etc.

    Lo peor es que en la izquierda se han inventado todos esos calificativos, bah la izquierda de (Norte)Américo Ghioldi, pero izquierda al fin.

    Me parece que D´Elía se refiere al «blanco» como aquello impoluto ue no se quiere manchar, no a su condición de «negro». Por ota parte, para el racista argento(gorila o peruca, o ambos) le aseguro qeu Luis D´Elía reúne todos los rquisitos para ser calificado con esa palabra que muestra el odio ancestral, la famosa «negro de mierda».

    PD: ¿Tony Blair no es laborista? Está en la IS y es bien rojo, rojito el muchacho. ¿Y Yugoslavia?¿Irak del `91? Estos chichis tiene que leer a Kautsky o a Jaurés.

    La definición de progresismo no tiene sentido decirla, es una palabra talismán que significa mucho y nada. Como peronismo.

    La historia del progresismo la podemos ver en dos libritos básicos, «La Alianza» de Godio, y «los caminos de la centroizquierda» de Novaro y Palermo, en ellos se apela a la irreversibilidad de las «reformas de mercado» (sic) y la aceptación del «progresismo» en un lugar subordinado en el bipartidismo superestructural de las cúpulas radiperonistas.

    Sicneramente, prefiero que se diga izquierda progresista, democrática, marxista, lo que sea. Progresismo es vacuo y berreta.

  32. Daniel, Evita «más culta» no es Evita. Evita es la voz del pueblo, una Evita «culta» es la anti-Evita y sólo transmite una esencia cajetilla. Lo que le falta a Cristina Fernández es despegarse de la oratoria legislativa. Néstor Kirchner con su estilo tosco y hosco es un buen ejemplo. Hay que hacer entender las cosas sin tantos rodeos. Estás en una tribuna, no en Senadores.

  33. Si de verdad quiere la revolución que está esperando? porque que yo sepa las revoluciones no se hacen escribiendo cartas. Y además, a quién se la quieren hacer? Si el gobierno que tenemos es el que él mismo dice apoyar.Yo creo que si le quiere hacer un favor a CFk, se tiene que mandar guardar.
    Y otra cosa: Si Néstor se reúne con Reutemann pasa a ser un progresista blanco? O será que para gobernar necesitan recuperar consenso? Bueno, creo que quedó claro que a DElía no me lo banco.

  34. Chubutense, toda la razón, pero te olvidás de un dato. Las clases obreras y populares también han sido impregnadas por esas mismas lacras. El neoliberalismo, la pérdida de lazos en la sociedad civil y la claudicación histórica del peronismo menemista han llevado la filosofía del «sálvese quien pueda» a las mismas clases populares. Yo vivo en el Conurbano y me asombra escuchar cosas como «está mal que se divida la sociedad», «hay que tratar bien a los ricos así invierten» de boca de gente que es mucho más medio pelo que yo.

    La lacra del racismo está sobre todo en los pibes igual. Aunque reconozcamos que los sectores populares tejen lazos de solidaridad precarios en torno a identidades compartidas como ser la cumbia que invierten o reivindican el orden racista. Pero falta una cosa ahí, falta un peronismo que convoque y que invierta simbólicamente los lugares comunes del pensamiento único como lo fue el primer peronismo en su herejñia de psiar el centro. Con Kirchner no parece ser este el camino. Si todavía siguen pensando (como Riky López M) que la asignación universal «desincentiva la cutlura del trabajo».

  35. Bombita,
    Buenísimo esto último que escribiste sobre la dicotomía en D’Elía.

    Al llamado «progresismo blanco» (definición que uso en este caso porque esa carta de D’Elía fue la que nos convocó) no odia a «los negros». Es más, me da la sensación que a ese extracto social D’Elía los está usando en éste caso para ganar alguna disputa político-ideológica que incluso puede llegar a tener alguna connotación académica. Es como si entendiera que para ganar las discusiones se hace imprescindible conquistar primero el contexto. Algo así como si Espínola se esforzara más por dominar el viento que a la vela de su barquito. De ahí que lo veamos actuar un discurso que hasta para él es insuficiente pero que sabe que de a poquito y no tan despacio va cimentando conceptos, gestualidades, modos… La mala leche viene de simular plantear una discusión cuando en realidad lo que se está haciendo es manipulear el contexto, de modo tal que los textos de los otros sean justamente textos otros, de alguna manera, ilegibles en y por el contexto dado. Y todo esto simulando pasión en lo que se dice y confianza razonada en la argumentación que se esgrime, porque todavía el diálogo debe ser de frente, la gramática es así; la operación requiere de anestesia.
    Así es como Luisito nos trata de boludos a nosotros y de negros a los que dice defender. Ojo, que en todo caso él es un emergente y el hecho de que haya salido a defender a viva voz una estética en un texto confrontativo de actualidad política de alguna manera y mirado con optimismo, es un aporte, es Madonna Quiroz en la quinta de San Vicente.

  36. A ver, tengo algunas ideas sueltas.

    En primer lugar, a la carta la veo muy parecida a los afiches del PO o del PTS. Está bien redactada y talv ez diga muchas verdades pero está escrita en un lenguaje absolutamente incomprensible para los sectores sociales a los que dice representar. Y esto se da básicamente por la fuerte despolitización de la sociedad argentina, muchísimas personas podrían leer esta carta (supongamos que desde cero, sin saber quien la escribió) y no terminarían de entender muy bien que es el progresismo blanco y que hace. La veo más bien dirigida a la militancia universitaria peronista y en ese sentido creo que D´ELía es inteligente, se tiene que dar cuenta que su posibilidad de sumar algo y ganar poder en el núcleo K es mediante una alianza MM.SS + Juventud Peronista. Claro que está debería unificarse o al menos formar un frente común. EN este sentido la carta está plagada de lugares comunes que un joven peruca de esquerra comprende cabalmente e interpreta aún mejor.

    Ahora, el pueblo, si estos son los dirigentes de los MM.SS va a seguir con el pejtoismo o aún peor, va a seguir mirándola de afuera con la ñata contra el vidrio.

    Y a largo plazo eso es jodido.

    PD: Un dilema ¿Página se va a animar a publciar la carta o va a mantener la compostura?

  37. Ana C, yo entro a su blog desde La Barbarie. En Artepolítica no sé si alguna vez ha estado, por lo general aquí hay (lamentablemente) muchos menos blogs que enlazan.

  38. Estaba pensando, además, que este debe ser el único foro donde en los comentaristas, Delía gana por goleada.

    Algo debe tener que, por un lado, no se permitan comentarios anónimos, porque sino arrasarían los insultos racistas y el debate con Ana C no tendría mayor sentido. Y lo otro es que, y en esta Charlie perdoname, los muchachos del Sí que votan NO y el bloque plural de 1 diputado reelecto que viene a representar (me?) a la CTA, perdieron el debate intelectual y, acordándose de Zamora votando contra las leyes de punto final y obediencia debida, ahora votaron con el gobierno, aunque tampoco había consenso, tampoco se votaba a libro cerrado y así. La única diferencia es que no se tocaba la renta extraordinaria de la clase social decisiva en la historia nacional. La clase social que teme mucho más a una conjunción de identidades regionales, sociales, estéticas, políticas, culturales, económicas detrás de ideas constanmente reelaboradas como noción inestable de Nación.

  39. Uy, me había olvidado de Blair. Me quedé pensando en España y DK que justo tenían gobiernos de derecha y donde mandar tropas no fue nada popular. Igual los ingleses tienen una relación especial con los yanquis y no pueden obviarla así como así.

    Bueno, a lo mejor es que yo soy medio simplista y asocio progresismo a políticas de izquierda democráticas.

    A Cristina me la perdí como senadora. Dicen que era muy buena. El problema con esos discursos de «maestrita» es que les falta contenido para ser intelectuales pero están dichos como si lo fueran. Para eso, hacé un discurso ideológico y pasional y dejate de joder. Pero que no se te note que mentís.

    Y vamos a ver. Hace un par de meses en Argentina había una campaña en la radio para recaudar plata de donaciones privadas para financiar la vacunación universal infantil. ¡La vacunación universal infantil!

    ¡La vacunación universal infantil es el primer o segundo deber de un sistema de salud pública! Si tu sistema de salud pública no sabe financiar la vacunación universal infantil, cerrá y andate a dormir.

    Y mientras tanto, la presidenta se gasta 30 lucas en euros en una cartera como las que usan en Sex and the City y elude pagar los impuestos que le corresponden. Me parece relevante, pese a todo. No es el estilo que usa, es la plata que se gasta.

    Chubutense, eso ya lo discutimos alguna vez. Me cuesta creer que toda la clase media sea racista. Pero, bueno, definamos clase media.

    Bah, no. El problema es otro en realidad. El problema es que son pobres. En Argentina hay un montón de gente normal, que no es ni negra, ni blanca, ni colorada, pero que es pobre o que porque la sociedad es pobre no tuvo acceso a cierto tipo de bienes que en otros países son derechos. Esa gente queda marginada socialmente y la verdad es que es un desperdicio. En las calles de Buenos Aires hay nenes re-despiertos, vivarachos, unos morochitos preciosos, pidiendo plata en lugar de ir a la escuela.

  40. Y una cosa más: (que hay tantas para discutir) ¿Hernandez Arregui? Nuuu, escóndanlo a ése que nos van a acusar, y con algo de verdad, de totalitaristas del ser nacional.Así que, sale HA y entra Arturo Jauretche a pasar la pelota en el mediocampo.

    P/D: aunque no estaba tan masificado el uso -de este tipo por lo menos- de internet, durante la convertibilidad, cuando todos estábamos contra Menem y, ejem, luego contra la Alianza, Indimedia jugaba un papel que hoy no juega. Ahí se cuela la comparación con Artepolítica hoy.
    Una idea, Pablo, y los demás: ¿porqué un día no suben un post para debatir el rumbo de esta página, hacer un balance y medir, porque seguramente la dimensión es mayor a la esperada, el alcance?

  41. Otra vez ¿Qué importa la cartera?

    La mina es millonaria, es obvio que tendrá esa cartera. Subamos el nivel hablemos de otras cosas que una cartera que no sé ni que marca es ni me interesa. Que obsesión las namis con la ropa y la cartera y el «tono».

    Le tiro un par más explícitas Ana. Maltratar a la base social del Gobierno con pésimos tranposrtes suburbanos y no poder garantizar la circulación de monedas.

    Ahora, usted (tal vez por la distancia) parece no saber que lo que está de oposición (salvo Lozano y el SI, tal vez algunas franjas de la CC; como Diana Maffia) se interesa aún menos que los K por todo lo que usted nombra. Eso es lo patético de este momento argento, uno critica y critica y busca qeu este Gobierno tenga más correspondencia entre discurso y hechos, pero a la hora de los bifes, siempre lo que está enfrente es peor. Y eso es lo patético de este momento, es que te dan a elegir entre que el cartonero «trabaje» con su carrito y viva a la vera del Roca(los K) o que al cartonero lo acguen a palos y lo echen de la «París de Sudamérica».

  42. Que pavada discutir el precio de una cartera, ya decía José Pablo Feinmann:

    “Si Evita hubiese sido una señora de la oligarquía, ninguno de estos machistas, de estos tipos llenos de odio por los que llegan desde abajo, por los que ocupan los lugares que no deben, le habían dicho nada. Lo mismo con Cristina Fernández y sus carteras o sus relojes. ¿Alguien imagina posible que se le cuestionara a Victoria Ocampo tener una casona tan opulenta en las Barrancas de San Isidro? ¿Alguien le dijo algo a Marcelo T. de Alvear por las joyas de su suntuosa mujer, Regina Pacini? Lo que subyace es lo siguiente: la oligarquía tiene lo que tiene porque tiene “derecho” a tenerlo.

    Hay un odio de clase en este país. Hay un siempre renovado cholulismo por la “gente bien”, por la aristocracia, por los dueños de la tierra o por las señoras de clase. Y, si acaso, eso ha disminuido (se me dirá que la oligarquía no esta en su apogeo, y es cierto), lo que no disminuyó, es el resentimiento contra el que vino de abajo, con el que usa lo que “por naturaleza” no le pertenece. Si alguien quiere criticar a Cristina Fernández, que critique su política, pero que no utilice para hacerlo, la cartera o los zapatos que usa. Lo hicieron con los vestidos de Dior de Evita aunque, se sabe, después los cambió por el traje sastre y el rodete de la militante. Pero, ¿por qué no los ofende la riqueza de los herederos? Al cabo, los que llegaron a lo alto algún esfuerzo tuvieron que hacer. Tuvieron que ganárselo. Por eso se les dice ambiciosos, trepadores.”

    “Niñas rebeldes y putas azarosas» por José Pablo Feinmann

  43. Bueno, che, las namis somos la mitad de la población del mundo y le prestamos atención a esos detalles porque estamos genéticamente condicionadas para hacerlo. Y más una como yo, que hace de la austeridad una virtud.

    Si sos millonaria, presidente y peronista, sé austera, caramba, que mientras vos vivís una vida de lujo hay un enorme porcentaje de la población sin cubrir sus necesidades básicas.

  44. Coincido con el pensamiento de Ana respecto a D’Elía.
    Ser negro es pensar como él, se deduce de sus palabras. No importa el color de la epidermis, tampoco los millones que algunos de su palo embolsan todos los meses. Importa que los otros, los de la vereda de enfrente, no se atrevan a tener ideas diferentes. Esos siempre serán los blancos, caceroleros, de derecha, gorilas, aburridos, imperialisatas y todos los adjetivos que suelen usar.

    También es asombroso que haya gente que diga que la presidenta «habla bien». Si leemos una sola de las desgrabaciones de sus múltiples discursos veremos la falta de recursos linguísticos, la obviedad de su pensamiento, el puntero de maestra ciruela y el desconocimiento que en múltiples mensajes le han hecho cometer mas de un error (¿tendrá asesores?). Defender su discurso es desmerecerla. ¿Se puede comparar con los discursos de Perón o Evita?

  45. El caso es que uno no espera que un oligarca se ocupe de los pobres, de una presidente peronista, sí.

    Y Victoria Ocampo y Regina Paccini a esta altura de la historia son irrelevantes. Ese Feinmann es un justificador de lo injustificable. Chupamedias.

  46. Cristina habla bien. A mí no me gusta, pero habría que ver como hablan los demás cuadros políticos argentinos. Dentro de esa mediocridad general es una de las mejores.

    Ah, D ´ELía será todo lo malo, feo y sucio que quieras Caroll pero yo escucho a demasiada gente día a día hablarme mal de algo que ellos denominan «la negrada» y de personas que tiene actitudes «de negros cabeza».

    Falta que digan loas al Führer como algún indigerible líder político cabezón y ya estamos todos….

  47. «»»»»»»»las namis somos la mitad de la población del mundo y le prestamos atención a esos detalles porque estamos genéticamente condicionadas para hacerlo»»»»»»»»

    ¿¿¿¿qué es eso????

  48. Ana: Yo pienso como usted. Más aún cuando Fernández no se puede parangonar a Evita y su inversión simbólica porque como ella bien lo ha remarcado, no se va a «disfrazar de lo que no es», es decir, de pobre.

    Algo que siempre me ha gustado mucho de Néstor Kirchner es su absoluto desacato por la huevada del protocolo, luego de una década de Gobierno ramplones y exhibicionistas necesitamos más auteridad o al menos más recato. Ahora, relacionar eso con la ropa es una zoncera. No puede ser que hay un 40% de asalariados en grone y nuestra crítica sea a una cartera que vaya a saber uno que marca es y donde se al comrpó. Maldito sea Perfil y más maldito el gorod Lanata con esa farandulización tonta de la política. No creo que fuera su caso Ana, pero estoy eguro que el medio pelo vernáculo criticaria aún más a Cristina Fernández si se vistiera con simple camisa y pantaloncito de vestir. Le dirían demagoga, se la firmo.

    Ah, las namis no son la miti del globo, como la participación del salario en el Producto cuando el General que combatía al Das Kapital, las namis son más de la mitad. Y encima usted es mina, bostera y liberal!!! Que trío demoníaco che! Seguro que hasta pronuncia bien el franchute y ya estamos todos…..

    PD: Feinmann escribió eso en los años `90. Nada que ver con este contexto y habla de las imberbes críticas de la oligarquía a la ropa de Evita. Algo de eso hay en la crítica local a la ropa de CFK, esa sensación de «esta peruca de mierda usa la misma ropa que yo^¿Con qué derecho?». Pero luego uno mira más a fondo la realidad y se da cuenta que este gobierno no se ha preocupadod e hacer mucho por los descamisados. No deje de leer a J.P Feinmann por que sea un simpatizante K, es une xcelente novelista y obras suyas como «Filosofía y Nación» y «La sangre derramada» son de un gran nivel de reflexión.

    Un artículo de Jitrik el otro día en Página. Interesante hilo argumental: http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-109495-2008-08-12.html

  49. Goliardo: Lei y escuché esos comentarios de Feinmann (es uno de mis escritores preferidos)y tengo una diferencia con ellos. En el caso de Evita, ella era de origen humilde y además hija bastarda. Su llegada al poder e incluso sus lujos, representaban para los pobres una reivindicación, uno de ellos había podido lograrlo. Cristina pertenece a la clase media universataria como vos decías, ella no tuvo carencias que remediar, y si bien es cierto que la crítica generalizada se debe a que muchos creen que «la oligarquía tiene lo que tiene porque tiene “derecho” a tenerlo», también es cierta la falta de coincidencia entre forma y fondo. Las críticas a Nestor por su desaliño, eran absurdas y para muchos era incluso mejor que no tomara en cuenta esas cosas. Pero en Cristina hay algo que no encaja en ese punto y que por supuesto perciben más las mujeres, pero para mi tiene algo de validez. ¿D’Elia nos parecería igual si vistiera siempre de traje y viviera en Puerto Madero? ¿Podría tener el mismo discurso?¿No tienen alguna importancia esos detalles? Ahora, (y se que me voy a ganar varios enojos con lo que sigue)desconocer la inteligencia que trasmite Cristina en cada uno de sus discursos, eso sí que para mi es propio de minas envidiosas.

  50. Julian: Escuché en un programa de cine que tiene Feinmann adaptar sus comentarios sobre Evita también a Cristina. Para mi los casos son diferentes.

  51. Julián, no entendiste, a mi me encanta D’Elía, el problema de pieles, de separaciones y divisiones los tiene él mismo. Quiere construir odios y se vuelve patético. Nadie lo ha discriminado nunca. Pero victimizarse parece que reditúa.

  52. Envidiar a Cristina por la calidad de sus mensajes, es algo que no encaja en este sitio. Lean las transcripciones y luego me cuentan. Una cosa es ver el espectáculo y otra es luego releer y pensar en lo que ha dicho. Evita, que era una mujer con una educación elemental tenía un pensamiento de una creatividad y un discurso elaborado y emocional que marcó una época. Cristina no era nadie hasta que se acercó al poder de la Rosada. No nos engañemos por favor.

  53. Goliardo, a lo mejor sos muy chico y todavía no te enteraste, pero los hombres y las mujeres tenemos diferentes comportamientos cerebrales, aunque vos no lo creas. Por ejemplo, las mujeres vemos los colores de forma mucho más intensa que los hombres.

    Che, Julián, yo no soy liberal, soy socialdemócrata :-) Y estoy lo más a la izquierda que puede estar un economista con conocimientos básicos y medianamente responsable. No creo que las mujeres seamos la mitad del mundo. En la China y en la India faltan muchas.

    Lo que yo le envidio a Cristina es la voz, no la inteligencia que transmite en su discurso, que de eso ya tengo bastante.

  54. Esta todo bien con D’elia, pero eso de tirarse contra los que mal o bien tiene una vision ideologica mas parecida a la de uno que a la de Macri, me parece que es caer en la forma de construccion politica que siempre ha propuesto la izquierda: la nada. No creo que valga de algo desvalorizar la experiencia del Frepaso. Estamos criticando posiciones de antes con miradas de ahora. Y asi cualquiera. El problema de Frepaso es el gran problema de nuestro pais y de todos los peronistas con vocacion de alianza: eligieron al radicalismo. Era lo que habia, claro… pero echenle una mirada historica a las alianas que se hacen con los radicales y veran el camino ideologico q

  55. alguien me explica que les atrae del nacionalismo? cuales seran las primeras medidas? prohibimos la musica del imperio? es nacionalismo occidental y catolico? hace falta patriotismo en el pais?

    por favor!

  56. Esta todo bien con D’elia, pero eso de tirarse contra los que mal o bien tienen una vision ideologica mas parecida a la de uno que a la de Macri, me parece que es caer en la forma de construccion politica que siempre ha propuesto la izquierda: la nada. Me duele criticar a Luis, pero prueben cambiar lo «nacional y popular» por los clasicos versos de la iquierda sabia. Hay muchas similitudes. No creo que sirva de algo desvalorizar la experiencia del Frepaso. Estamos criticando posiciones de antes con miradas de ahora. Y asi cualquiera. El problema de Frepaso es tal vez el gran problema de nuestro pais y de todos los peronistas con vocacion de alianza: eligieron al radicalismo. Era lo que habia, claro… pero echenle una mirada historica a las alianas que se hacen con los radicales y veran el camino ideologico que terminan si o si tomando y al cual quedas pegado como mariposa en un radiador. Es decir… no jodamos a los pibes que, desde una situacion mejor que un piquetero o un albañil, llega a lo popular leyendo al Gabo. No jodamos, esos pibes son nuestros. Con sus mañas y sus boludeces.

  57. No creo que mucha gente se sienta atraído por el nacionalismo luego de la última dictadura militar. Si creo que hay gente, que ahce un gran esfuerzo por lograr un «nacionalismo sano» alejado de sus viejos tics.

    Yo no me prendo en esa, pero me parece una buena tarea.

    Creo que el nacionalismo atrae algo por la absoluta incapacidad de 25 años de democracia para mejorar algo significativo en la Argentina. De ahí que la salida nacionalista sea un buen atajo.

    Digan lo que digan la Alianza fue la peor expresión de la despolitización y de la claudicación ante lo establecido. La Alianza de «ccentroizquierda» terminó tranzando con la UCR, arrepintiéndose de haber votado en contra de la convertibilidad, resignándose a ser un administrador del «modelo», agachándose ante el Fondo, reduciendo salarios y jubilaciones y ¡sobornando senadores! luego de habalr tanto de la corrupción menemista. Y el soborno era para desregular (aún más) el mercadod e trabajo. Y finalemnte la última parodia aliancista fue llamar a Cavallo!, el símbolo máximo de la tomaudra de pelos de la Argentina «primermundista» de los `90. Sinceramente, una defensa de la Alianza y el «progresismo» noventista es de terror. Hasta el menemismo fue más hábil y tuvo más rosca y habilidad que el patético gobierno de De la Ruina. Hasta Menem fue menos chupamedias con el Fondo qeu la lacra radical-frepasista de la Alianza!!!

    Por suerte, los «progres» ya no son lo que eran en los Noventa…

  58. Hace un rato, haciendo zapping, la ví, la lilita sullos en persona diciéndole a majul esta frase maravillosa: «Dios no habla como un sodero».
    Para colmo, ni la voz la salva porque no suena a locutora de FM y respecto a la «inteligencia» que expresa cada vez que abre la boca, estamos fritos.
    Uno que se imagina a Dios como un viejo barbudo aburriéndose a lo bestia en una nube, gracias a esta buena señora nos enteramos que no habla como sodero – obviamente, ella sabe porque es a ella a quien Dios le habla.
    Y nadie la contradice, le repregunta o se le ríe en la cara – No, la dejan hablar como si hablara en serio. Pero con D’elía no.
    El tipo es el cuco, el monstruo de Frankenstein y el general SA Rohmm, todo junto y en el mismo paquete; al que más temprano que tarde se va a descalificar en cada cosa que diga – sin siquiera demostrar que lo que dice o escribe es una pavada.
    Y el debate discurre entre carteras, negros que no son negros, negros de mierda que son llamados así de onda nomás, nacionalismo popular que quiere decir hitler o algún otro que dice que ser cordobés o riojano, inhabilita la idea de sentirnos Nación, todos provincianos juntados con moco tras una selección de fútbol. No tenemo identidá, no tenemo!
    ¿No es mucho?
    A uno puede no gustarle el personaje pero, lo que plantea no es una pavada ni se lo contó un sodero/Dios, además que describe exactamente a unos cuantos.
    No sé, estoy seguro que D’elía no le gusta a longobardi, ¿qué tal si le preguntamos a este «periodista blanquito» sobre las 30 lucas mensuales de AA? – Digo, para variar un poco y aclarar otras negritudes.
    Saludos.

  59. ¿Qué tal si le preguntamos a Longo por las Tres A de paso?

    Que gente como él, Morales «Lulú» Solá, Van der Kooy y demases sean considerados periodistas «serios, democráticos e independientes» habla bastante de una sociedad que se dedica a deabtir sobre el color de piel de un dirigente político y no sobre sus palabras.

  60. «hoy intelectuales como Beatriz Sarlo, nos dicen que es un error convocar a Jauretche para intentar leer los tiempos que corren.»

    Me pregunto dónde está en esa frase el supuesto «odio» de D’elía hacia Sarlo que ve DiegoDudoDeTodoLoQueNoCoincidaConMiFormaDeVerLasCosas.

    ¿Qué clase de «odio» transmite esa oración? ¿acaso no está citando lo que dijo Sarlo en la ñ de Clarín en el reportaje a dúo que le hicieron a ella junto a Horacio Gonzalez? ¿acaso no fue exactamente eso lo que dijo Sarlo?
    Ese sábado leí la nota de la «ñ» y pensé lo mismo, Sarlo ahora deslegitima la cita de un muerto como si los de su lado opositor no hicieran citas de muertos aún más viejos todos el tiempo. Menos mal que en esa nota al menos Sarlo al final se definía con todas las letras como «opositora» , no había racionalidad ni objetividad en todos sus dichos, era mero discurso opositor ¿marcar eso es «odiar»?

    Ahora resulta que cuestionar lo dicho por otro, incluso en términos «moderados de progre blanco» o sólo citarlos es «odiar».

    A algunos les falta la materia Latín y se reciben de Marianitou Grondouna con eso de ver «odio» en todos los que no piensan como ellos. Ah!, pero el odio al negro cabeita peronista no existe, es todo invento de D’elía, lo que existe es el odio a Sarlo, etc…. Porque no se dejan de joder.

  61. Pepe: el nacionalismo grave, es decir, el xenófobo, es el que reivindican personas como Biondini. Que, dicho sea de paso, charló con De Angeli y ambos concordaron que «hace falta más nacionalismo».

  62. solo 2 cosas cortas

    1 cristina con su discurso de corrido es ridiculo tildarla de intelectual. es una esther goris el contenido. aca se demuestra totalmente que el medio es le mensaje. no importa lo que dice sino que lo dice lindo

    2 delia fue instigador de los saqueos en la epoca de alfonsin y un ocupa de terrenos privados. aparte se dice fuera del gobienro mientras tiene toda una estructura que se beneficia del estado y el nepotismo de familiares con cargos publicos.

  63. Che, Fede, ¿Me hablás de D´ELía o me hablás de Benito Roggio con ese punto 2?

    Sobre el punto 1, ¿No escuchás a tus camaradas ideológicos decirle «puta guerrillera que se hace la intelectual» a Fernández? ¿Nunca escuchaste un «habla en difícil para confundirnos»?

    ¿Cómo habla DUhalde, cómo habla el pelele de Cobos? ¿Desde Alfonsín? ¿Hay algún líder político que sepa decir más de tres palabras en público?

    ¿Tiene sentido hablar de la forma de habalr de la presidenta, de sus ropas, su cara y sus carteras?

    ¿Por qué será que- aunque bastante errado- el nacionalismo de los jóvenes K es más sano que el nazionalismo de la derecha radio10dependendiente argentina? ¿Por qué hay gente que sigue diciendo que «la conquista del desierto» (sic) fue una «patriada»?

    Esta es al sociedad politizada que imaginaba D´Elía, fijate que politizados estamos que hablamos de carteras, botox, propiedades, color de piel y predicciones apocalípticas.

  64. Sin ánimo de defender a Luis D´Elía, quien me cae bastante mal, y sabiendo que esto es una falacia lógica, me gustaría escuchar las misma críticas que se le hacen a él pero dirigidas también contra De Ángeli.

    Sino entramos en la lógica perversa argenta, conmigo o sinmigo, si criticás a D´ELía absoltuamente respaldás al «campo» y hablás con un odio de clase ancestral y si lo respaldás a D´Elía, empezás con que el que te está con vos es un puto oligarca, gorila, golpista, narco y vaya a saberse cuántas palabras feitas más.

    Pero la hipocresía absoluta de quiénes se quejan -con razón- de la ñapi de D´Elía- un provocador- al asambleísta Grahan-otro provocador- y alaban a «Alfredo» no tiene cara. Un tipo que sitió ciudades y desabasteció al pueblo es alabado y «querido» por la «gente» mientras que D´ELía es la suma de todos los males….

    Esto no se arregla más viejo…

  65. Hablando de D´Elía va a estar en Tres Poderes a las 23. Así que D´Elía fanas ya tienen onde ver a un «representante del pueblo» que los haga sentirse nacionales y populares como en el `73. Enemigos de D´Elía ya pueden verlo y pensar si el susodicho es «un negro de piel» o un «negro de alma» entre otras discusiones capitales de la Argentina contempóraneo junto con temáticas como «¿Cuánto valen las carteras de Cristina» exposición preparada por «Pancho» Dotto y Roberto Giordano y ¿La cara de Cristina es de botox o es real? y «¿Por qué se pedían a gritos palos para los piqueteros que cortaban el microcentro y se soporta y apoya el paro de los piqueteros que cortan las rutas nacionales?» con la excepcional respuesta del comentarista Guzma´n en el blog de Tavos y cía:

    «hay una gran diferencia: los piqueteros rurales producen y exportan, los ‘d’elia’ son unos choborra de merda que les pagan por lo que hacen. creo entonces que economicamente la diferencia es clara. yo tambien pediria palos para los d’elia y defiendo a los productores.»

    http://homo-economicus.blogspot.com/2008/06/sobre-la-locura-y-lo-ridculo.html

    Ah, también va a estar Mariotto charlando sobre el COmfer, ese si lo recomiendo.

  66. A ver, donde dice «blanco», lean «el Frente Grande, el Frepaso, la Alianza». Especialmente, esta última, con su Menem blanco que no robaba y era medalla de oro de la Universidad de Cordoba. Eso piensa Luis: es un zapatazo a Chacho Álvarez, Aníbal Ibarra, José Octavio Bordón, AKA «candidato virgen», y a los pactos de poder de los noventa que impedían cuestionar el modelo siquiera de palabra.
    1) «Me arrepiento de no haber votado la Ley de Convertibilidad», Chacho, enero de 1995.
    2) «Menem fue el último presidente plebeyo» Graciela Fernández Meijide, diciembre de 1997.
    3) «Para mi, diez minutos de television valen cien militantes», Chacho, julio de 1995.
    4) «De la crisis no se sale con medidas progresistas», Chacho, tapa de Pagina 12, enero de 2001.

  67. Acuerdo con mucho de lo que dice D’Elía. El no divide a la sociedad con lo que dice, la socidad, de hecho, está dividida por ese clivaje racista.

    ¿Alguien le gusta Boris Vian? ¿Alguien leyó «Escupiré sobre vuestras tumbas»? D’Elía lo dijo casi tan bien como el amigo Boris, creo.

  68. Balvanera, a juzgar por una constante en sus post, veo que somos muchos los «que no llegamos a comprender las metáforas, que entendemos de retórica -incluso me lo imagino gesticulando el ¿estamos?»… que no nos llega el agua al tanque.
    Una lástima, si hasta yo estoy leyendo artepolitica. Que bajo cayeron, ¿no?.
    Volviendo al tema, creo que la máxima Mequiavélica se presenta hoy como siempre en el discurso oficialista: divide y reinaras.
    Desde las cloacas antikirchneristas de Córdoba, Julián.

    P.D: Mi primer post en un foro de política, me siento importante.

  69. Lamento no haber seguido el debate. Solo unos bocados:

    1)Alguien dijo que D´elía nunca fue discriminado ¿Llamar por teléfono a tu casa, desde un programa de radio que escuchan millones de personas, y decirle a TU HIJO de 20 años (que no tiene ninguna militancia política) que es un negro de mierda y un incapaz, no es una forma de discriminación? Y si después mandás a la mierda al nazi que hizo que hizo eso y solo te atacan a vos(por «intolerante»), y el nazi se convierte en una especie de mártir de la libertad de expresión ¿No tenés derecho a sentirte discriminado? ¿Entonces que carajo es la discrimanación y que mierda es el racismo?

    Con el mismo argumento de que hay «negros» a los que tratan bien podemos decir que en Argentina no existe el antisemitismo, si total hay rusos que son muy populares y las gente los quiere (Ginzburg, ponele). Naaa, ¿antisemitismo en la Argentina? todas mentiras, lo dicen para crear el texto del contexto de la pindonga y que se yo que más…

    2)El nacionalismo. Hobsbawn distingue dos formas básicas en que hitóricamente se dieron los movimientos nacionalistas en la historia.

    Una forma, la clásica de tipo liberal, o socialista o de liberación nacional sería aquella que implica el proyecto de constituir una comunidad política. Supone la existencia de individuos más o menos libres y autónomos dispuestos a construir un proyecto político común expresado en un estado. Si son negros , verdes o rojos se igual. Lo que unifica a todos esos tipos y tipas diferentes es que viven en el mismo territorio y están más o menos dispuestos a organizarse en torno a las mismas instituciones. Es el nacionalismo de Alberdi, de San Martín, yo diría que el de Perón, pero también el Robespierre, de Madison, de Lumumba, de Fanon, de Ho Chi Min, de Chavez, de Villa, etc. La nación, aquí, no preexiste al estado, es su resultado.

    La segunda forma presupone la preexistencia de una unidad cultural, en base a los diacríticos que pinten (religión, lengua, hábitos compartidos, color de la piel, etc.uno o varios de todos esos). Un aspecto básico es que, por lo general, suelen tener algún mito sobre un supuesto origen común. La «nación», así entendida, es algo así como una familia muy extendida, con antepasados reales o imaginarios en común. Estos nacionalistas suelen creer, además, en la preexistencia de «la nación» con respecto al estado. La definición de «nación» para ellos se acerca a la de «grupo étnico», «raza», «pueblo», etc. Ejemplos de esto son el nacionalismo vasco, el sionismo, el ERI, los aymaras de Felipe Quispe, etc.

    Otro autor (Fishman) llama a la primera forma «nacionismo» (movimiento político que busca constituir una unidad política) y a la seguna «nacionalimo» (movimiento que busca que una unidad cultural homogenea coincida en sus límites con un estado).

    En el discurso normal, a los dos se los llama nacionalismo. Por supuesto las distinciones de H&F (o Gellner, entre otros) son ideo-típicas y a veces la cosa se embarulla en la práctica. Pero me parecen bastante válidas. El que lee el nacionalismo de un D´elía en los términos del segundo tipo («nacionalismo de F.) para mi que no entiende una goma. El peronismo nunca fue así. La lengua materna de mi mujer es un dialecto de origen germano-hebreo de Polonia y, ni a mi, ni a ella, ni a ningún peronista que conozca se le ocurriría que nuestra idea de nación no la incluye.

    saludos

  70. Alguien mencionó saquemos a Hernández Arregui y démosle la pelota a Jauretche para la maneje por el centro. Oportuna mención, la diferencia a favor del segundo es abismal.

    Estoy podrido de escuchar que en los años setenta se produjo una gran confusión, de la que muchos fueron víctimas y a la vez victimarios. Hay que recordar que las vacas sagradas de la confusión se llaman Hernández Arregui y J.W.Cooke. Fueron ellos quienes alentaron, fomentaron y divulgaron, la radicalización de las masas juveniles bajo la advocación del peronismo. Sería bueno leer de sus defensores alguna crítica al respecto.

    Y no se olviden de que Hernández Arregui no veía con malos ojos a los nazis, que detestaba a la inmigración, que cultivaba una admiración fanática por las masas del Interior (como si no hubiera en ellas elementos retardatarios).

    Es notable, -me apoyo en un aporte de julián- como D´Elía usa a dos vacas sagradas desafortunadas para convocar a la juventud universitaria peronista. El dogor conoce bien el paño.

  71. Chubutense,
    Me parece que D`Elía se refiere a un proyecto de nacionalismo económico. Es gracioso que él haya imaginado a ese proyecto en este gobierno, por el que sacó la caripela a lo bestia más de una vez.

  72. Balvanera,

    El hecho de que D’Elía critique a Duhalde en otros tiempos y lugares pero no en esa carta en la cual su discurso marca una línea divisoria basada en la lógica política amigo – enemigo donde la novedad sería que el “progresismo blanco” es puesto del lado de los enemigos junto al neoliberalismo. Del peronismo al que pertenecen Duhalde y Quindimil la carta no dice nada. O sea, cierra una universalidad excluyendo a esos factores que me parece que son importantes. Tener un discurso con pretensiones de seriedad analítica que muda de objeto y de sentido en cada contexto, es complicado. Esto es lo que jode de D’Elía, no que “sea negro” como a él le gustaría que “el progresismo blanco” lo objetase. Esa dicotomía la aprendió en cierta escuela, pero no es eso exactamente lo que hoy está en la calle. Por eso su discurso apela a mitos para convocar; mezcla con ligereza la memoria de los sueños San Martín con ductos de gas únicos para todo el continente pasando por los derechos humanos armando un combo de modo intransigente, y siempre teniendo al enemigo lejos y cerca de la vez: Lejos en la distancia que los separa de ellos por el efecto retórico del endurecimiento del capricho (es difícil acordar con algo que abarca todos los temas de la modernidad de un modo tan definido, simplificado y deficiente); cerca, en que la disidencia con cualquiera de las particularidades que conforman esa universalidad acerca de lo que muestra como su deseo político puede colocar a cualquiera de aquel lado.
    Y acá aprovecho para contestarte, DagNasty. A Sarlo no se la critica solamente en esa oración en la que vos citás. Hay un sector que le viene haciendo la guerra de guerrillas desde hace un tiempo dentro del campo cultural. Eso, el contexto general. Yendo al texto de D’Elía, circunscribir el ataque a la oración en la que su nombre es mencionado, me parece un poco corto. Arriba y debajo de la palabra “Sarlo” (que supongo que para el autor del texto es un símbolo del “progresismo blanco”) brota odio salpicado con ese tono que a D’Elía lo hizo famoso.

  73. DISCULPEN LA DUPLICIDAD, SE ME HABÍA CHISPOTEADO EL CIERRE DE UNA FRASE

    Balvanera,

    El hecho de que D’Elía critique a Duhalde en otros tiempos y lugares pero no en esa carta en la cual su discurso marca una línea divisoria basada en la lógica política amigo – enemigo donde la novedad sería que el “progresismo blanco” es puesto del lado de los enemigos junto al neoliberalismo, habla de lo que yo venía diciendo acerca de su forma de actuar. Del peronismo al que pertenecen Duhalde y Quindimil la carta no dice nada. O sea, cierra una universalidad excluyendo a esos factores que me parece que son importantes. Tener un discurso con pretensiones de seriedad analítica que muda de objeto y de sentido en cada contexto, es complicado. Esto es lo que jode de D’Elía, no que “sea negro” como a él le gustaría que “el progresismo blanco” lo objetase. Esa dicotomía la aprendió en cierta escuela, pero no es eso exactamente lo que hoy está en la calle. Por eso su discurso apela a mitos para convocar; mezcla con ligereza la memoria de los sueños San Martín con ductos de gas únicos para todo el continente pasando por los derechos humanos armando un combo de modo intransigente, y siempre teniendo al enemigo lejos y cerca de la vez: Lejos en la distancia que los separa de ellos por el efecto retórico del endurecimiento del capricho (es difícil acordar con algo que abarca todos los temas de la modernidad de un modo tan definido, simplificado y deficiente); cerca, en que la disidencia con cualquiera de las particularidades que conforman esa universalidad acerca de lo que muestra como su deseo político puede colocar a cualquiera de aquel lado.
    Y acá aprovecho para contestarte, DagNasty. A Sarlo no se la critica solamente en esa oración en la que vos citás. Hay un sector que le viene haciendo la guerra de guerrillas desde hace un tiempo dentro del campo cultural. Eso, el contexto general. Yendo al texto de D’Elía, circunscribir el ataque a la oración en la que su nombre es mencionado, me parece un poco corto. Arriba y debajo de la palabra “Sarlo” (que supongo que para el autor del texto es un símbolo del “progresismo blanco”) brota odio salpicado con ese tono que a D’Elía lo hizo famoso.

  74. ¿Y el odio de Sarlo se te escapa? Qué poca agudeza que tenés. ¿O no lo ves por los mismos motivos por los que uno no se da cuenta de que la mierda de uno huele tan insoportablemente a mierda como la de los demás?

  75. A raíz del conocido episodio del copamiento de D’Elía a la comisaria, Sarlo salió en varios medios criticando la «justicia de tercer mundo» o algo por el estilo que, según Sarlo, daba lugar el hecho. SObre los sucesos que lo habían causado -absolutamente más graves que la consecuencia, dado que había un asesinato en juego- no dijo nada. Como si no existiera. Si eso no es «progresismo blanco»: observar las formas para escamotear el contenido, sigamos hablando de las carteras y del buen decir. También podríamos hacer un «test de discriminación»: ¿cuántas veces debe decirse a una persona «negro»,»mercenario», «vago», «piquetero no gente» para considerar que, efectivamente, estamos ante un fenómeno de discriminación? ¿Es que nadie sale a la calle, en estos días?

  76. Me olvidé de algo: estoy «genéticamente condicionada» a la baja tolerancia a la tilinguería. Usar un espacio para criticar boludeces como carteras o zapatos es de una tilinguería feroz, frente a la cual no hay marcas ni modas lo suficientemente tilingas que le hagan sombra.

  77. Muy interesante toda eso de los dos tipos de nacionalismo, Chubutense. Un negro bárbaro usted, también :-)

    Graciela, igual te tolerás a vos misma, porque no hay nada más tilingo que no darse cuenta que lo que se critica no es la cartera. Lo que se critica es la inmoralidad y la incoherencia, la doble moral, el doble discurso de gastarse el equivalente a medio departamento de tres ambientes en Buenos Aires o a un auto caro en una sola cartera, en una cartera francesa, en el símbolo máximo de la ostentación femenina superficial y egoísta, mientras el sistema de salud no puede financiar la vacunación universal infantil y debe depender de la caridad privada.

    Las carteras de Cristina son lo mismo que las Ferraris de Menem.

    Me parece divertido que todos hayan reaccionado con lo de la cartera pero nadie dice nada cuando digo que además no paga los impuestos. Que tiene organizado su sistema contable para aprovechar los agujeros tributarios que permiten eludir pagar impuestos. Y que no hace nada de nada para cerrar los agujeros que existen en la legislación impositiva, dejando que los ricos sigan aprovechando sus exenciones a los impuestos a las ganancias, igual que ella y su marido, mientras presenta el tema de las retenciones como si fuera la gran lucha por la distribución del ingreso.

    A propósito, basta una sola vez decir «negro» o «vago» con desprecio por los pobres para que se trate de un fenómeno discriminador.

  78. A mi no me meta en el rincón de los que ven sin mirar Ana C. Yo entendí perfectamente lo que usted decía con la crítica a la cartera. Solamente le dí a entender que en mic erebro de reaccionario no entra una discusión por algo tan ubicado en la superestructura de la superestructura como una cartera.

    Por otra parte, también pongo un poco las cosas en perspectiva y entiendo que la cartera Vuton, Vuiton, Botón, como carajo se llame, no es el símil de la Ferrari de C. S Menem. La idea de Mene = Kirchner o Kirchner= menemismo con DD.HH es una simplificación brutal. A lo que su crítica aputna, y creo que allí reside su más valioso aporte, es a criticar toda una forma de concebir el poder y la representación del mismo que se ahce la sociedad. Hay un 30% de pobreza, yo tendría el pudor que tienen Lula o Lugo a la hora de vestirse, más allá de cuánto allá de construcción de personaje en eso.

    Pero también entiendo que en la Argentina del pos-neoliberalismo y de la debacle del «acuerdo» bipartidista peronista-radical, absolutamente vaciado de un mínimo contenido social que legitime la dominación y el control social, es inútil tratar de enfrentar denodadamente a un Gobierno que podría ser definido de conservador con discurso progresista o progresista al fin y al cabo, porque la vaca sagrada del progresismo terminó justificando cosas que van mucho más allá de las propiedades de los K, de las andanzas de Rudy Ulloa y Ricky Jaime y las patoteadas de Moreno. Decía, es inútil no poner en perspectiva que las opciones políticas de la Argentina acotada seguirán igual de conservadoras-y ¿por qué no hablar cómo habla el sentir de la calle? Igual de hiajs de puta que siempre- si a la crítica a todo un estilo de conducción del proceso económico-social se la circunscribe a un determinado Gobierno o actor político identificable. Si Menem tenía Ferrari es porque alguien se lo permitía, no porque fuera malo, feo y sucio. Problematicemos a la forma de concebir el poder político circunstancial en la Argentina, problematicemos a la sociedad, a los benditos mass-media. En fin, no hagamos una operación de borramiento por la cual las tropelías de los K, parecen ser lavadas por la redención opositora, que vendrá a sacarnos de este «calvario».

    Esto nos involucra a todos y no se resuelve dentro de la lógica de oficialismo y oposición.

  79. ¿Medio dpto en Capital?¿50.000 Us$?¿No será mucho?

    ¿Y tiene pruebas de la evasión fiscal o es algo que dice porque hablar es gratis?

    Ah, la vacunación universal está grantizada, avergüe bien, no crea tooooodo lo que dicen las ONG dedicadas al lavado de cara de los empresarios (entre otros lavados).

    PD: Yo también me quejo de que no me contesten ¿No tiene nada que decir con respecto a la agresión racista a un hijo de D´elia en un medio masivo y que no fue cuestionada por ningún liberal bienpensante?

  80. «Guerra de guerrillas contra Sarlo»

    Gosh!, las palabras han perdido el rumbo, o lo perdieron quienes las usan ¿entonces cómo llamás a los cortes de ruta sistemáticos durante 4 meses? ¿guerra gaucha se queda corto si lo que hay contra Sarlo por discutirle sus escritos es una «guerra de guerrillas» según vos???????????.
    El odio es siempre de los que no piensan como vos, Sarlo es pura bondad, Quintín también, vos no odiás a nadie, etc., etc. en fin.

    Para Emilio, muy equivocado. El primero en envalentonar a los jóvenes setentistas fue el mismísimo Perón, vaya estudie y lea las cartas que compartió desde su exilio con la juventud maravillosa a la que felicitaba y no cabía en sí de la emoción por el compromiso de los muchachos. No reprobó el asesinato de Aramburu para nada en su momento. Es muy interesante lo que en aquel momento le sugirió a Perón el que había sido padre confesor de Eva con respecto a influír de esa manera en esa generación, suena premonitorio al leerlo hoy. Si querés conocer la historia completa vas a tener que recurrir a los archivos peronistas cosas que dudo hayas leído, pero si querés una versión corta podés leer el libro de Roberto Perdía que da un perfecto contexto de cómo se formó y cómo pensaba esa generación, libro que no creo que te animes a leer.

  81. Otra cosa, las críticas a la Ferrari de Menem siempre me parecieron tremendamente pavotas. O cuando se lo cuestionaba por ser (supuestamente) fiestero y Don Juan. Todo eso era asunto suyo. Sobre esas críticas clasemedieras se montó el éxito de la Alianza. Que llegó al poder y no modificó ni un poquitito el rumbo económico y políticosocial del menemismo. Y era esto último, justamente, lo que merecía crítica. Después, si el tipo tenía 40 ferraris, se encamaba con Xuxa o hacía lo que se le cante…hasta que no se le pruebe delito me ne frega con fritas.

  82. Y no chubutense. Usted sabe muy bien que para los liberales argentinos y las doñas Rosas rige el doblepensar.

    Como el inefable comentarista Guzmán decía en Homoeconomicus. El dotor Grondona les ha enseñado a pesnar ¿Qué espera usted de ello?

    Una duda ¿Quién le preguntó eso al hijo de D´Elía?

  83. Estimados todos,

    La «guerra de guerrillas» (que por supuesto es una figura para tratar de atrapar eso que los que más o menos caminamos por Puan durante los 90’s y los 00’s sabemos cómo huele) contra Sarlo es algo muy anterior a que D’Elía tuviese entrada a la Casa Rosada. En una parte cuantitativamente importante del campo cultural porteño cae muy mal lo que Sarlo viene publicando en las últimas décadas, y le tiran con todo. Pero la vieja cada vez está más lúcida y cada vez tiene más audiencia.

    P.D.: No fue casualidad que D’Elía la eligiese a ella como blanco como estereotipo de los «progresistas blancos» en esa carta que envió a los medios. Sabía que iba a prender en cierta gente.

  84. Ana C. te equivocás. El único requisito para ser un negro cabeza es ser peronista. Yo tuve que aguantarme, siendo universitaria de nivel de maestría, investigadora, docente universitaria, blanca, con apellido tano, gritos de progres blancos que me dijeran que era una ignorante cabeza por ser peronista y decir que apoyaba a muerte este gobierno. O comentarios tales como «estos negros se piensan que la carne es envolverla con papel film dentro de una bandeja.» Tan difícil resulta de entender el discurso de D’Elia cuando se refiere a ser negro y odiar a los blancos?

  85. Citar una recentísima declaración de Sarlo no significa otra cosa que marcar los ataques de un campo intelectual representado por Sarlo que supo subirse al caballo por izquierda y bajarse por derecha, no significa que iba a prender nada.

    Las exageraciones, parece, sólo se le permiten a la neoderecha «lúcida», en esa neoderecha para los que nos quedamos de este lado, varios, entre ellos Sarlo, han perdido la lucidez y se han enfrascado en un ataque continuo donde las palabras que ellos usan están bien y las que usa el oficialismo están mal.

    Un maniqueismo horrible, enorme, exagerado, hartante, cansador. Cortenlá.

    Y poner a Puán de ejemplo, jua! esos niños con prejuicios estéticos contra los psicobloches de pasillo de facultad… con razón, Diego, ahora me queda claro de donde viene tu desprecio (o tal vez deba llamarlo «odio»).

  86. Que cosa espantosa cuando en vez de aclarar se oscurece diciendo «el ambiente de Puán», «el bar Sócrates».

    El amigo Meler los invita a un paseo guiado por Filo a ver si nos sacamos esos prejuicios de literatos frustrados…

  87. Sarlo se toma el trabajo de argumentar. Yo trato de hacer lo mismo citando los textos que critico.
    Traten de estar a la altura sino no pueden hablar de prejuicios sino de juicios con causa, y entonces a mí me deja de interesar discutir porque no me aporta nada.
    Y sí, Dag, los alumnos de las facultades de humanidades, a los que están en las mesas de los pasillos, les tienen miedo, no porque piensen que les van a pegar o algo así sino por cierto control del discurso marcado en la prepotencia de los panfletos pegados por todos lados, por ejemplo. Bella representación.
    Una cosita más, lo que significa citar una declaración de algo no lo vas a definir vos que no fuiste ni siquiera el que realizó dicha operación discursiva y ni siquiera te esforzás en argumentar para reforzar tu posición.
    Me aburrí. Están muy encaprichados.

  88. El problema con Sarlo es que pasó de llamar a tomar las armas para lanzarse a la la larga marcha a discutir si existe el proletariado como sujeto revolucionario o son todos mitos de la modernidad y que se yo. Es una oportunista, nada más.

    Bah, eso sería lo de menos, abandonar el maoísmo fanático puede ser algo bueno, en realidad es algo peor: Buena parte de su producción de las últimas décadas se dedica «deconstruir» los «mitos setentistas» sobre «el pueblo», etc. De lo único que no habla es del sujeto (el pueblo, el proletariado, los pobres, los condenados de la tierra, los olvidados o le que mas les guste) que eran el objeto de la práctica política de esa generación (incluyendo a BS). Toda perspectiva de luchar por aquellos por los que se luchaba está completamente ausente en su discurso. Entonces ¿A quien corno le importan las representaciones y que se yo que más sino se trata de que la gente viva menos peor? Que se vaya al diablo con sus giladas posmo. Si no se habla de los pobres que no se venga a disfrazar de progresista. Su democracia gris se para sobre millones de vidas más tirando a castaño oscuro.

  89. Diego, yo no te respondo porque creo que hablar de Sarlo no suma ni resta nada. De la misma manera que no suma ni resta nada hablar de Horacio González, además de que su prosa es insoportablemente rebuscada y vueltera.

    Me parece un ejercicio intelectualoide que no aporta agua al molino. Ya la critiqué en otro post y sinceramente no veo las razones para volver a habalr de ella. Que D´ELía la nombre es sólo sintomático de que su carta no está dirigida al «pueblo» sino a la juventud peronista de izquierda y sus clisés ideológico-simbólicos. Ante ese bagaje, una mina como Sarlo, que dice haberse arrepentido de todo lo hecho antes de 1983, es un símbolo myu fuerte. Además, Sarlo es una mina grande, inteligente, sabe donde está bailando, no necesita defensores.

    Pero no se haga el nabo, ustedes, los antikirhneristas, hacen lo mismo cada vez que dan a entender que Kirchner es Menem. Cuestión de desde donde se mira ¿vió?

    Por otra paret, eso de las facultades de Humanidades. ¿En qué fundamento empírico está sustentado? ¿Dónde está el trabajo de campo que demuestra que los pibes le tiene «miedo» a los panfletos?

    Yo soy de Puan y nunca he tenido miedo de nada, sinceramente lo suyo es de terro. Pensar que hubo dictadura y desapariciones y ahora hablamos de miedo a afiches que son más risibles que otra cosa. Ya que está de paso, le recomiendo uno del PCR-La Corriente que está justo enfrente del aula 148, abajo del mostrador de Fuba.

    Buenas noches, buena suerte

  90. Bueno, yo también soy de Puán, también desde hace más de diez años, y aunque no se me había ocurrido hacer visitas guiadas (bien ahí Julián), pocas veces vi, antes de leer a Diego, tanto resentimiento y prejuicio de clase antipolítico de un tipo que algo tiene que haber leído. Eso habla de la escasa relación entre formación académica y formación intelectual, que no es lo mismo, propia de la Universidad hoy. Por la primera, aprendés la jerga del paper que te va a dar acceso, no a los pasillos, sino a las jornadas, a las cátedras, al CONICET (UBACyT mediante). Por la segunda, aprendés a darle algún uso a lo que sabés en el resto de tu existencia. Refugiate en tu torre, Diego: no es de marfil de todos modos.
    Por cierto, Puán no es parámetro. La NASA, que tanto quiere saber de la vida de los marcianos, sólo requeriría bajar una sonda y contaría decenas en esos «pasillos».
    Julián: ¿será posible que en este post estemos totalmente de acuerdo y en el de al lado totalmente en desacuerdo?
    Chubutense: genial lo suyo. Si hace falta agrego, por ahora viene muy bien solo.

  91. Chubutense: Lamentable lo de Peña con el hijo de D´ELía. Un programa absolutamente espantoso.

    Ezequiel: Puede ser posible, pero yo no diría que estamos totalmente en desacuerdo che. Hay diferencias circunstanciales pero en el fondo coincidimos en gran parte creo.

    Encima los «pasillos» de Filo son enormes, ni siquiera dan el «psyche du rol» de pasillos de «universitarios subversivos» como si lo dan los de Sociales.

  92. Me extraña Diego, que reclames «altura» en los argumentos cuando a una cita de alguien que te cae bien hecha por alguien que te cae mal lo llamás «odio».

    Luego denominás «guerra de guerrillas» a todo disenso con lo escrito por Sarlo a partir de su giro ideológico.

    Se argumenta cuando del otro lado no va caer en saco roto, por eso primero hay que explicarte que estás exagerando en tus adjetivaciones para recién empezar a discutir sobre lo que sea.

  93. Dag Nasty,
    Rematás desde tu pedestal con la admonición: «libro que no creo que te animes a leer». Te iba a contestar sobre que leí, además de lo que sé y no por libros, pero tu tono de canchero que está de vuelta me sacó las ganas. Responsabilizar a Perón (una obviedad) no le quita lo suyo a H.A. y a J.W.C. como teóricos de la radicalización.

  94. Leyendo la evolucion de los postings, pareceria que el problema es que hay gente que lo llama a D’Elia negro de mierda, lo que es lamentable. Pero D’Elia los llama a ellos oligarcas hijos de puta a los que va a matar, que tambien es lamentable. Entonces el tema es quien insulto primero, y vamos a llegar al aluvion zoologico de Sammartino y a la oligarquia traidora y vendepatria de Evita. Y si se leen algunos de los postings en respuesta a otros, todo entre gente que piensa mas o menos parecido en lo esencial (no creo que sean postings de amigos de Luciano Miguens) entonces pareceria que el odio, el insulto y el desprecio innecesarios hacia quienes no piensan EXACTAMENTE como uno es mal de muchos. Lo que no es consuelo.

  95. Guillermo Lagos: ¿Cuando dijo D’Elia que va a matar a alguien? Porque muchos de los que hablan de tolerancia por un lado y critican los enfrentamientos, después echan más leña al fuego mintiendo o distorsionando lo que dicen otros. D’Elia puede insultar a los oligarcas o a quienes para él lo son, pero no amenazó con matar a nadie.

  96. «Oligarca hijo de puta» es una categoría política, que hace referencia a un grupo de poder, responsable de muchas de las peores cosas que pasaron en este país. «Negro de mierda» es un insulto racista, que hace referencia a un conjunto de personas muy amplio, de variables identidades políticas y sociales. No son equivalentes. Tampoco es cierto que D´elia haya hablado de matar a nadie. Eso fue un suelto de La Nación levantado de D&N del cual este diario se retractó (después de que la agencia se resaltara).

  97. Es lindo ésto de colgarse de los dichos de D’elía para justificar lo que no quiere admitir.
    ¿Se acuerdan de Perón? eso del : «cinco por uno, no va a quedar ninguno» – Al final, al que rajaron fue a él y el «tanteador» de muertos quedó como 500 a 0 – bombardeos a plaza de mayo, fusilamientos y caricias similares.
    Pero, la «culpa» fué del que dijo aquello del principio.
    Con D’elía es lo mismo – matan a alguien (hasta ahora, impunemente o casi) y lo grave es la «toma de la comisaría» (en la práctica, un ejercicio de prudencia o eso terminaba en una tragedia mucho peor)
    Un nabo lo putea, lo reputea, lo recontra putea y termina comiéndose la merecida piña. Resultado: el nabo es la pobre «víctima» del «camisa parda K».
    No le simpatiza la Sarlo y, ay!, …sí, hay que matarlo.
    Y así hasta el infinito, el marianito g. llama «puta» a una periodista, lo putean y pasa a ser «agredido» el pobrecito…
    Un señor ruralista, piquetero blanco, mete a medio país en el zoológico y está perfecto; y ahora según los curas, parece que son éstos los «pobres agredidos». No hay derecho.
    Eso sí, son toda gente fina y educada; el problema es que como el personal doméstico (tipo onganía o videla) está escaseando, tienen que salir a poner ellos mismos en vereda a tanto díscolo negro de mierda, comunista apátrida, ateo, etc., etc.
    Hay que tenerles paciencia…
    Saludos.

  98. «Lo único que me mueve es el odio contra la puta oligarquía», explicó y, enseguida, remató: «No tengo problemas en matarlos a todos».

    Sergio, ésto lo dijo D’Elía ante las cámaras. Para defender a este individuo hay que hacerlo reconociendo sus dichos.

    Ram: ¿por dónde pasa lo tuyo? ¿hay que dejar que te insulten o te escrachen porque estás condenado a vivir de uno de los lados?
    ¿qué solución proponés para este asunto? ¿profundizar el estilo?

  99. Caroll: Lo del odio a la puta oligarquía sí, lo otro es falso, lo que él dijo fue, hablando de los oligarcas «no tendrían problemas en matarnos a todos» y apareció en varios lugares como «no tendría problemas en matarLos a todos». Le cambiaron una letra y pasó a ser una amenaza. La rectificación salió incluso en La Nación, diario insospechable de ser pro-D’Elia.

  100. Sergio, o sea que el ‘odio a la puta oligarquia’ es terminologia aceptable para una figura publica que participa del poder, pero ser llamado ‘negro de mierda’ por la gente odiada y calificada de puta oligarquia, no. Por lo tanto D’Elia se puede comportar como un negro de mierda, pero los ‘oligarcas’ tendrian que comportarse como si fueran suizos.
    Esto parece religion mas que politica, con un lado que son santos que purifican sus actos al cometerlos, sean cual sean, y los otros demonios a quemar en el infierno. El problema es que se tienen que turnar en el poder si va a haber democracia en serio. Seria preferible que dejaran de putearse. Hace mas facil el dialogo.

  101. Guillermo Lagos: El comentario de chubutense de las 10.50 responde bastante al tuyo. De todas maneras quise poner el acento en que, si los que predican la tolerancia como vos, comienzan por exagerar las cosas, diciendo que D’Elia amenaza con matar, me parece que borran con el codo lo que escriben con la mano.

  102. «Teóricos de la radicalización»

    En fin. Parece que algunos si hubieran vivido en esos tiempos seguro hubieran estado pidiendo ‘consenso» mientras teníamos un golpe de Estado seguido de otro.

    Emilio repetís el argumento falso de la página de los ultracatólicos nacionalistas ladécadadel70: para ellos este país era un dechado de armonía, paz y justicia, pero vinieron los peronistas a «radicalizar», a «dividir», a iniciar la «violencia, blablablabla. Si querés ver la histora de ese modo, allá vos.

  103. ¿Por dónde pasa lo mío, caroll? Elemental, le diría el Sherlock.
    Pasa por la distancia que hay entre los dichos y los hechos.
    Cuando en el 55, Perón dijera algo así como: «por cada uno de los nuestros van a caer cinco de ellos» – quedó así, lo dijo y nada más; los hechos posteriores, usurpación de un gobierno legítimo y crímenes asociados fue obra de los «libertadores.
    Con D’elía pasa algo parecido, DICE algo y brotan como hongos los indignados republicanos, ofendidísimos, pero a la hora de los bifes se hacen los distraídos con cuanto atropello, tropelìa, discriminación y racismo cometen esos «piqueteros blancos» (pobrecitos oligarcas, diría tal vez el buenazo de casaretto).
    Si habla D’elía, arde Troya pero si doña catástrofe inminente carrió hace sus vaticinios, ni se le ríen y hasta ponen cara de tomarla en serio.
    Ni hablar de apuñalados truchos, marianitos g «agredidos» y la sarta de embustes que se propalan a diario y a los gritos.
    D’elía no mató a nadie – la cuenta de la derecha ya lleva miles de muertos, además de haber hecho moco al país en cuanto aspecto a uno se le ocurra mirar.
    Por ahí pasa lo mío, en el asco a esa mirada hipócrita y estúpida a fuerza de prejuicios, que condena a un tipo por sus dichos y a la vez miran para otro lado, cuando los monstruos verdaderos y los oportunistas de ocasión sacan a pasear sus manías antipopulares y por lo general, impunes.

  104. «Por lo tanto D’Elia se puede comportar como un negro de mierda, pero los ‘oligarcas’ tendrian que comportarse como si fueran suizos.»

    Sería bueno que Guillermo nos ilustre: ¿Cómo se comporta un «negro de mierda» (sin comillas en el original)?

    ¿Y qué es, en concreto, un «negro de mierda»?

    Y después dicen que no hay racismo, que nazi del orto…

  105. Sergio, el comentario de ‘Chubutense’ es el ejemplo perfecto de lo que yo considero el problema. ‘Oligarca hijo de puta’ no puede ser una categoria politica. 1) porque ‘oligarca en el sentido en que entró al vocabulario peronista ha dejado de existir. Hay ‘oligarcas’ bajo Kirchner, como los Eskenazi, porque combinan gran riqueza con influencia politica, que es la definicion de oligarca, y lo que pasaba en el pais antes de la aparicion de Perón. Hoy hay otros que tienen el mismo o mas poder economico que los amigos de Kirchner, pero relativamente poca influencia politica. La ‘oligarquia’ rural no tenía influencia politica, sino la resolucion 125 no hubiera surgido en esa forma. Sospecho que cuando D’Elia habla de la puta oligarquia se refiere a Biolcati mas que a Ulloa, aunque Ulloa es posiblemente mas rico que Biolcati, y ciertamente tiene mucho mas acceso al poder politico.
    2) Si la definicion de ‘oligarca’ hoy no es tan facil (en la jerga de D’Elia incluye a mucha gente que no es ni se considera oligarquia, sino clase media con distintos grados de prosperidad, cuyo único poder politico es el voto), tampoco tengo muy clara que agrega el calificativo ‘hijo de puta’ explicitado, mas allá del placer de decirlo a quienes lo creen. Como este blog se llama Artepolitica, me imagino que la politica interesa, y la regla práctica numero uno de la politica democrática es no hacer enemigos a no ser que sea inevitable.. En ese sentido Menem (cuyo gobierno hizo todos los desastres que sabemos, que se rodeo de gente en muchos casos despreciable, etc, etc) fue mucho mejor politico que Kirchner, que ha reintroducido el odio social como técnica política. De 1983 hasta 2003 el odio de clase y el uso del insulto como vocabulario politico amenguó mucho, hasta que los Kircher lo instauraron nuevamente. Cuando Hebe Bonafini, invitada a la primera línea de los palcos oficiales, dice ‘Al enemigo ni agua’, y nadie la corrige, el gobierno argentino justifica Guantánamo. Yo espero que los responsables por crímenes durante la dictadura sean juzgados y condenados, pero si necesitan tomar agua o ir al baño eso no tiene nada que ver con la justicia sino con la dignidad humana. La de ellos y la mía. Y si no respeto la de ellos la mía no es nada, porque entonces soy igual a ellos.

    Con respecto al ultimo comentario de Chubutense, no puse comillas porque pense que eran evidentes, pero por lo visto hay gente que necesita que le aclaren todo. Y en cuanto a tu comentario sobre ‘Nazi’, como toda la familia de mi mujer en la generación anterior ( salvo sus padres, obviamente) murieron en Auschwitz, te agradeceria que, usando el vocabulario nacional y popular de los “negros de mierda” (apreciá las comillas), te lo metas en el culo. Y espero que este pequeño episodio te ayude a entender que insultar gratuitamente no sirve para nada.

  106. Guillermo Lagos: Hay por lo menos dos cosas inconsistentes en tu análisis, primero, decir algo no es lo mismo que hacerlo: «Cuando Hebe Bonafini, invitada a la primera línea de los palcos oficiales, dice ‘Al enemigo ni agua’, y nadie la corrige, el gobierno argentino justifica Guantánamo», ver comentario de ram de las 3.00 pm. Segundo, todo movimiento tiene alas más extremas que otras. El gobierno argentino no puede hacerse responsable de TODO lo que digan Hebe y D’Elia. Si cosas como estas las dijera Cristina, yo también estaría en contra, ella no puede hacer eso como Presidenta. Pero es incomparable decirlo con subir al palco a quién lo dice. Así como en los puestos de mayor responsabilidad hay que ser muy cuidadoso, también me parece bueno que los más zarpados abran el camino de discuciones que no están saldadas ni mucho menos. Seguís sin contestar mi objeción principal a tu comentario, acusaste en falso a D’Elia de querer «matar» y con esto tus ideas tolerantes quedan desdibujadas porque al final echás más leña al fuego. Planteo una hipótesis: Es probable que te hayas equivocado por las declaraciones que citó Caroll y que fueron desmentidas luego. ¿Es así? ¿Vas a decirme algo al respecto?

  107. 1)En caso de que tuvieras razón en lo otro, y D´elia se refiriera más a Biolcatti que a Ulloa, igual se trataría de una categoría política, no de una categoría «racial». Ulloa y Biolcatti no tienen diferencias «raciales» (o mejor dicho no son distinguibles al interior de las clasificaciones de sentido común sobre «raza» que, por supuesto, carecen de fundamento biológico). Como vos señalás, tampoco parece tener demasiadas diferencias de clase. Entonces ¿Por qué los distingue el discurso de D´elia? Porque de la forma que el utiliza la expresión «oligarca» (que es la misma en la que la utilizamos todos), ésta hace referencia a una categoría política.

    2)Hay otra regla básica de la política democrática: La aceptación de los resultados adversos en las urnas. La fractura a la que hacés referencia empezó, para mi, en el momento en que el FPV arrasó en las elecciones de Octubre y se empezó a hablar de «legitimidad segmentada», de «voto esclavo» y otras estupideces por el estilo. El comentario sobre Bonafini parece un poco fuera de lugar teniendo en cuenta la actividad que su organización a desarrollado para reclamar mejores condiciones en las cárceles, lo que también beneficia a los represores, entre otros delincuentes con condena. Es de hecho, notable, que jamás Hebe ni ninguna otra madre que yo conozca haya pedido, ni sugerido la pena de muerte. Lo que establece un contraste notable con otras víctimas del terrorismo a lo largo del mundo. Creo que entendiste su frase de forma demasiado literal, o descontextuada.

    3)¿Y quien te dijo a vos que la expresión «metétela en el culo» solo la usan los «negros de mierda» (aprecio las comillas)? Hasta donde yo se la utiliza todo el mundo, gente más bien con fenotipo blancón incluída.

    4)Yo tengo una abuela que caminó desde Varsovia hasta Asia Central para palear nieve durante toda la guerra para rajar de los nazis que mataron al resto de su familia, así que no me vengas a sacudir esa apelación a la autoridad que es improcedente. Se perfectamente lo que significa «nazi» y me parece absolutamente legítimo extenderlo a otras ideologías racistas que, además, implican y han implicado sufrimientos tremendos para millones de personas. Si no se aplica a vos alcanzaba con aclararlo y en ese caso pido disculpas.

  108. Si lo que queres es que te diga que me equivoque con respecto a esa declaracion especifica, no tengo problema en hacerlo. Porque no hace ninguna diferencia en cuanto al personaje, o al tono del gobierno que le da proyeccion nacional. El comentario de D’Elia con respecto a ‘No tendrian problemas en matarnos a todos’ respecto a quienes el califica de oligarcas es tan desaforado como el que le atribui tal vez erroneamente, y me disculpo. Sin ir mas lejos, la mujer del hermano de Luciano Miguens fue una de las primeras desaparecidas despues del golpe militar, en Agosto del 76. Me imagino que la repercusion en la familia fue equivalente a la de cualquier familia que perdio a la madre de hijos muy chicos. No creo que el Presidente de la Sociedad Rural tenga mucho interes en matar a nadie.

    Mi comentario es fundamentalmente con respecto a la terrible tendencia de polarizar y satanizar que infecta a la politica argentina ahora. Eso es real. Si me equivoque con el comentario especifico de D’Elia lo siento, pero no cambia el hecho fundamental.

  109. Quiero aclarar que de ninguna manera mi insistencia es una chicana barata (de acuerdo, simplemente te equivocaste) sino porque es para mi un ejemplo del doble discurso del que estamos hablando varios. Si D’Elia tuviera enfrente a las carmelitas descalzas, por más equivocadas que estuvieran en sus posiciones políticas, yo sería el primero en decir: No, no, así no. Pero del otro lado pueden cortar 300 rutas al mismo tiempo y solo se escuchan tímidos: “no es el método ideal de protesta”. Repito que casi todo está resumido en el comentario de ram de las 3.00

  110. Sergio, no creo que valga la pena seguir esto. Todos hemos pasado por lo que le paso al pais, y sacamos las conclusiones que creemos necesarias para que no pase de nuevo. Creo que debe ser el unico punto de vista que compartimos. Buena suerte.

  111. Pucha que se hizo largo esto… Sobre el comentario de Chubutense sobre Hobsbawm, Fishman y los dos tipos de nacionalismo, eso está perfectamente resumido en una carta que Jauretche le envió en el ’43 al ideólogo ultraderechista Jordán Bruno Genta: «Para ustedes la Patria se terminó en Caseros, para nosotros todavía está por hacerse».

    Saludos.

  112. Jauretche esto, Jauretche lo otro…parece que fuera el pensador mas groso de la historia, ya apesta esta moda
    ah si, es «nacional» y no foraneo y toda esa gilada

  113. lo que pasa Void es que aca los pibes aman la patria, son nacionalistas, si pibes jovenes que son nacionalistas….pero ojo es nacionalismo «popular»

  114. DagNasty,
    Fantástica tu chicana sobre que repito el argumento de los ultranacionalistas católicos. Sos un genio para el debate…

    Lo siguiente no va el genio,
    Lo que me causa gracia de los admiradores de las vacas sagradas, es que omiten al que se comprometió de verdad, a Rodolfo Puiggrós. Se ve que el ánimo les llega hasta Arregui y Cooke, el primero no se quiso subir y el otro se murió a tiempo.

  115. Por otra parte Dagnasty, insistís con tu estilo canchero sobre que viví o no viví. Antes desde tu pedestal te arrogabas la potestad de decirme que me iba a caer mal leer.

    ¿Sabés qué?, vos sos un pedante que se la cree, un pelele que la va de comprometido. Y no tengos problemas para decírtelo en la cara, chiquilín de bachín.

  116. Void: lamento que para vos apeste la «moda» de Jauretche, pasa que es lo mejorcito que tenemos, viste? Igual si hace falta podemos traer alguien de afuera, tipo Bourdieu, por ejemplo.

    Pepe: y sí, aquí revindicamos el nacionalismo popular, a mí la pureza de sangre no me da para el otro.

    Saludos.

  117. Emilio, la verdad lo que no tiene es remedio. Si tu discurso está alineado con los que dicen que «los ideólogos de la radicalización» estuvieron de un lado cuando la radicalización fue fruto de la persecución del otro lado que nunca mencionás ,y bueno, como dice Luis «¡Qué va ‘chaché!»

    Fijate que por mi parte no entro en tu bolsa de gatos de generalizaciones, Al no ser peronista mi «vaca sagrada» es un Agustín Tosco, ponele, y ni pelele ni pedante sólo que no como ninguna cuando leo pavadas,

  118. che Rafa y cual es la diferencia entre los dos nacionalismos? uno no se banca a los bolivianos y el otro a los anglosajones?

  119. Rafa:

    No te equivoqués con tu crítica a Void. El tipo tiene razón

    Últimamente se están usando citas de Jauretche para acompañar cualquier chantada. Yo creo que sus dichos se aplican muy bien a la oposición política actual, en particular la CC.

    Ahora, la manada de citadores de Jauretche evitan decir que muchas otras se aplican al progresismo de este gobierno. Porque no hay nada más progresista blanco que este gobierno «nacional y popular». Si mal no recuerdo Jauretche le dedicaba bastantes páginas a explicar la fascinación por las teorías y las palabras antes que la realidad. Esas sentencias se ajustan perfectamente a más de un militante kirchnerista que cree que Kirchner es Perón y Cristina es Cámpora.

    Ah, y lo de Bourdieu y «de afuera» es medio de mal gusto. Supongo que podríamos seguir leyendo a Abelardo Ramos o a H. Arregui porque son «nacionales» ¿no?

  120. Emilio:

    Si el nacionalismo vuelve a esperanzar y alguien puede creer sinceramente que «el peronismo vuelve a enamorar» no es culpa de ellos.

    Hay una enorme defección del pensamiento crítico que ha posibilitado eso.

    Ahora, que se vea al kirchnerismo como un Gobierno nacionalista es poco menos que una joda. Excepto por todo el ruido zonzo que hace cada Abril por Malvinas, este Gobierno no es ni nacionalista económico, ni populista fiscal, ni ciudadanizador de clases populares, ni nacionalizador de clases medias, ni apela a un sindicalismo de Estado y menso que menos a un «nacionalismo popular», lo que supondría una revolución cultural de una magnitud que los ideólogos del kirchnerismo ni se animan a imaginar.

    Construyan casas, caminos, reconstruyan la Flota Mercante, las industrias del Interior y después discutimos eso del «nacionalismo».

    Hasta entonces es sólo una alternativa retórica seudo radicalizada al progresismo republicano, pero que se dedica a correr por derecha a toda alternativa transformadora.

  121. Pepe, con respecto al nacionalismo había escrito algo el 25 de agosto 9:29 pm. Como categoría es bastante polisémica y me parece que le estás echando el chorro.

    Con Jauretche todo bien pero con H. Arregui… que me perdonen los compañeros pero ese menjunje de Herder con Marx es una ensalada de sulce de leche con chorizo colorado.

  122. Julián: creo que me conocés bastante, no notaste la ironía? Por supuesto que Void tiene razón en que lo están usando a Don Arturo para cualquier cosa, hasta Buzzi lo cita… ahora, no por eso uno va a dejar de nombrarlo cuando cuadre, como me pareció a mí en este caso.

    Lo de la ironía corre también para lo de Bourdieu, un tipo con un pensamiento valiosísimo para nosotros los nac&pop. Creo que con vos comentamos hace un tiempo en mi blog un artículo de Bourdieu y Wacqant sobre los «progres» que trabajan para el neoliberalismo, donde le daban con un caño a Tony Blair y a Giddens, por ejemplo.

    Un abrazo.

    PD: Pepe, me olvidaba. No se trata de no bancarse a unos o a otros sino (como decía AJ) de mirar los problemas argentinos (y latinoamericanos, ya que estamos en épocas de integración) con ojos argentinos. Aclaro que yo no me defino como «nacionalista» como tampoco lo hacía el Viejo, es un término que confunde más de lo que aclara, como lo demuestran tus comentarios.

  123. Rafa:

    Debo admitir que estoy medio quedado ultimamente. Hay demasiado marasmo intelectual en este país. No es que uno pretenda ser demasiado original ni acertado, ni siquiera le llego a los talones a chubutense o a reverso, dicho sea de paso. Pero si algo he leído del gran tramposo nacional que fue Don Arturo es aquella parte en la que se dirigía al medio pelo de la cual provenimos tanto vos como yo, y nos decía que debíamos aprender a pensar por nosotros mismos.

    Creo que no le gustaría a Jauretche que se usen sus frases y chicanas como máximas de partido leninista, es eso.

    No es el caso de la frase que cita usted. Pero ¿no vendría bien una campaña con la onda Coalición Cívica que rece «Dejemos en paz a Don Arturo»?

    Un Abrazo

    PD: Más que nacionalismo Rafa, que está tan contaminado por las dos últimas dictaduras y por la Iglesia, tal vez sea mejor hablar de hermandad latinoamericana. Yo lo conozco a usted y creo intuir la relación que tiene con el pasado nacional, después de todo, como le dije hace un tiempo, usted es uno de los pocos nacional-populares tranquis que quedaron después del conflicto con el «campo».

  124. Julián: tal cual, eso es lo más perdurable del legado de Jauretche y lo que tenemos que recuperar: aprender a pensar por nosotros mismos. Y estoy de acuerdo con «dejar en paz a Don Arturo», a condición de estrujarnos las neuronas para renovar nuestras ideas.

    Ya lo di a entender, a mí la palabra nacionalismo no me gusta. Pero cuando resurge como en este caso uno tiene que salir a aclarar los tantos.

    Otro abrazo.

    PD: ¿yo tranqui? van a decir que tengo sangre de horchata y no es el caso. Pasa que no me gusta echar leña al fuego.

  125. No digo que Jauretche apesta, porque no lei ningun libro de el asi que no puedo asegurarlo, digo que lo citan mucho, a eso me referia con moda, me hace un poco de ruido eso, capaz es tan groso como dicen, pero yo desconfio.

    Es una impresion que me da nada mas, capaz me leo un libro del tipo y me pongo jaurechiano yo tambien que se yo.

    Saludos!

  126. No estoy de acuerdo en nada con «dejar en paz» a alguien que supo diagnosticar algunos problemas atemporales, que trascienden las épocas casi sin cambios y que sobreviven aunque los fukuyamas de turno digan que la Historia terminó. En nada estoy de acuerdo. Las fuentes de las que se bebe no tienen relevos sino que son capas, unas sobre otras. A lo que se pensaba ayer se le suma la experiencia de hoy, más en cuestiones políticas. No se puede escindir el discurrir histórico de su trama anclada en el pasado y cómo el presente ya le da forma al futuro.
    Ese discurso de enterrar las ideas q sólo porque el que los hizo vivió en otro momento, en política no sirve.

  127. errata: Ese discurso de enterrar las ideas «que alguien plasmó en un contexto histórico» sólo porque el que los hizo vivió en otro momento, en política no sirve.

  128. Una particularidad esencial del racismo es que no es reconocido por quienes lo practican, es un error asociar el racismo con señores de capuchas blancas que queman cruces o mas candidamente aun pensar que el racismo solo es una cuestion de colores de piel…

    El racismo se da con las relaciones sociales de dominaciòn, está presente en toda relación en la que se cosifique al otro. Cuando el otro no es una persona. Cuando el otro no es un igual. La negación y/o cosificación del otro que implica explotación, discriminación o compulsión. Todo en nombre de cuestiones biológicas, sociales o culturales : «Negros de mierda», «los que cobran planes», «villeros», «negros de alma», «piquetero», etc,etc…

    Parecen ser universales la «aparente incapacidad de constituirse uno mismo sin excluir al otro y la aparente incapacidad de excluir al otro, sin desvalorizarlo y, finalmente, sin odiarlo» (Castoriadis)

    El «otro» es inferior, porque si «ellos» fueron iguales a «nosotros» entonces no habria razon para que tuvieramos costumbres diferentes :

    «La in diferenciación es vivida como la pérdida de la propia identidad, y esto lleva a que se pierda la razón de las propias costumbres. La consecuencia de no aceptar esto se reduce a no querer ver a los otros como eso, como simplemente otros, no poder dejar de compararlos, no poder simplemente aceptarlos. »

    La sociedad Argentina es profundamente racista…

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