La nueva potencia

Desde China, sí, desde China les escribo. No estoy en Beijing, ni en Shangai, sino en Fuzhou, ciudad capital de Fujian. Bien al sudeste, en frente de Taiwan. Todavía mucho no recorrí, pero van unas consideraciones iniciales.

Fuzhou es una ciudad costera. La mitad por lo menos está en construcción. Grandes edificios. No torres, sino edificios, que vienen de a cinco. Estilo monoblock, pero con un poco más de estética. No es una ciudad rica, pero tampoco rural. Es increíble ver una ciudad construyéndose, ser preparada para absorber millones de chinos que dejarán el campo para meterse allí. Por la calle no te das cuenta tan fácilmente, pero está perfectamente planificada. En el mapa se nota, está la zona residencial, la comercial, la industrial. Nada de una fábrica en el medio de la Capital Federal. Ehh, de la zona residencial quise decir. Igual dicen que la construcción es privada. Aunque para que les quede así, serán capitales privados, pero no parece ser demasiada la libertad para decidir donde ni que construir.

Los chinos me caen bien. Son simpáticos. No se les entiende nada, pero igual te sonríen. Te toma 15 minutos pedir un café. No es joda la barrera idiomática, no se la puede subestimar. Pocos hablan inglés, aunque los jóvenes cada vez más. Hasta ahora aprendí a saludar nomás, “ni hao”. Al gracias, “xien xien”, lo tengo que practicar, no me lo entienden. Imposible pasar desapercibido acá. Esto no es América, no es Europa. En Asia nadie con la apariencia de un argentino camina por la calle sin que unas cincuenta personas se den cuenta de que hay alguien extraño en su cuadra. Entrás a un negocio y las chinas se reúnen, se hablan y se ríen. No sobran occidentales en Fuzhou. Más fiesta igual le arman a un nigeriano, en el supermercado lo rodearon veinte personas y lo empezaron a saludar. También él es un personaje, un gordo negro de dos metros con una cara de buen tipo impresionante, yo también lo saludaría si me lo cruzo.

De noche en la plaza bailan. Todos los días se reúnen a bailar. Impresiona la coordinación. Con los otros nos preguntamos cuál será el que lleva la batuta, si hay algún profesor. Parecen ser distintos grupos. A la mañana siguiente preguntamos: nadie manda, aprenden unos de otros.

A medida que se desarrolla, Fuzhou se vuelve cada vez más una ciudad occidental. Le sacás las letras raras y podría ser una ciudad latinoamericana. Ahh, sí, los ojos de la gente deberían ser un poco más redondos. Claro que hay Mac Donald, y cualquier otra gran multi que se les ocurra. Negocios de General Electric, de quien venía leyendo en la Fortune que ahora está luchando contra quebrar. Sí, la que fundó Thomas Edison. Sí, esa que todo el mundo conoce por sus productos industriales pero que consigue el 90% de sus ganancias con la timba financiera. Igual no te comas el cuento: los chinos a la inversión extranjera la usan para su propio desarrollo. Los sectores estratégicos de la economía son estatales y la mayor parte del resto está manejado por joint ventures entre nacionales y multis. No se trata de atraer inversiones y listo. Se trata de usarla, de hacerla derramar, de forzar la transferencia tecnológica. Nada nuevo, ya lo hizo así todo el Sudeste Asiático. Allá ni rastros, creemos que las adquisiciones sirven de algo. Ni greenfields, m&a, a veces nuestro país es triste. Comparar a Argentina con Asia es comprender la diferencia entre usar la inversión extranjera o que la inversión extranjera te use a vos.

Volvamos al punto: el desarrollo capitalista en oriente incluye la absorción de la cultura anglosajona. Toman coca y pepsi, comen KFC. En las tiendas de ropa, las fotos son de modelos europeas. Rubias, flacas, de cara occidental. Tienen una imagen que jamás podría ser la de una china. Si en Argentina más de una se escandalizará con que siempre pongan a Araceli González, como si una mina normal y sin operaciones no pudiera usar ropa interior, no me imagino lo que será para las chinas. De última, en Argentina hay más de una flaca hermosa dando vueltas. En China no hay ni una sola persona perdida entre esos 1.300 millones de habitantes que se vea como la del cartel. Pero igual ésa es la foto, así pretenden que se vean las chinas hoy en día, hacia allí van.

Retrocedo y me pregunto: ¿puede un país que es incapaz de imponer su cultura en el resto del mundo ser la potencia hegemónica? China no puede convertir a su idioma en el del mundo. Ni siquiera lograron imponer uno uniforme en China aún. Tampoco me imagino a los franceses comiendo arroz con pescado frito con los palitos. Aunque supongo nadie los imaginaba en Mac Donalds hace unas cuantas décadas. ¿Les pasará como a los japoneses, que tuvieron un meteórico ascenso pero nunca lograron destronar a los Estados Unidos? China igual tiene otras condiciones. No juega a segundo. Va por todo. Y se nota.

Nota mental china: El índice big mac no sirve. Fui, aunque no para comer, todavía estoy aguantando el pescado frito. Entré, miré, el combo está a la mitad. Todo eso después de recorrer tiendas y quedar sorprendido de encontrar que todo está a igual precio o más caro que en Argentina. Sí, en China. No se, no soy yo, está así. Quizás es esta ciudad, a la que no le avisaron que China debería ser barato. Pensé que era esa tienda. Fui a la calle principal. Lo mismo. No compré nada. Cargar 20 mil kilómetros un jean por un 20% de descuento no garpa. Pero bueno, eso, el big mac no sirve. Cambiamelo. Los diferenciales de precio son brutalmente distintos según el rubro. El big mac no es representativo.

Me dicen que llegué unos años tarde. Los precios cambiaron. Un pibe me cuenta que antes compraba su vianda a dos yuanes [un peso argentino], ahora a nueve o diez. La inflación no es un invento argentino. Me pregunto mientras cuenta si sus índices no estarán dibujados. No me extrañaría. Los dibujan en Estados Unidos, por qué no acá también. Andá a decirle al Partido que no te gusta la metodología que está usando.

Acerca de Tavos

Estuve cerca de comunicación, ciencias políticas y sociología, pero terminé en economía. Cuando el país explotaba quería ser periodista, pero pensaba que había que tener algo interesante para decir, había que formarse. Así que estudié economía y ahora estoy en investigación, aunque por suerte no tan alejado de la gestión. Y también terminé acá, sin buscarlo, haciendo esto. El problema es que, siendo economista, hay que hablar de cosas como la acumulación, la consistencia macro, los precios relativos y algunas otras cosas extrañas. Pero bueno, alguien tiene que hacerlo, no?

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23 comentarios en «La nueva potencia»

  1. Excelente post. Impresionante lo que contás sobre las fotos de las modelos. Da para pensar hasta qué punto el rubro sexo/fetiche es una de las partes más exitosas de la estrategia con que se vende el capitalismo.
    También interesante tu pregunta «¿puede un país que es incapaz de imponer su cultura en el resto del mundo ser la potencia hegemónica?». Para responderla habría que comenzar con definir bien qué es ser la potencia hegemónica. A su vez pregunto, ¿podría un país ser líder económico y militar, y a la vez estar siendo colonizado (por lo menos en buena medida) en lo cultural? Si la respuesta fuera sí, habría que replantear un poco ciertos modelos lineales en los que la economía es el condicionante y todo lo demás se le subordina. Tal vez verlo como una relación más dialéctica en la que unas cosas van condicionando otras y viceversa.

  2. Coincido: ¡Falta Moleno pa` la inflación!

    Maria América González…cinco posts de comunidad antes de las 9 de la mañana…una crónica desde China… ¡la puta que vale la pena Artepolitica!

  3. Bueno, respecto de la aculturación y demás yerbas, puedo contarles que desde hace años vengo estudiando estos aspectos, pero del Asia Central (los ‘stan’).

    Una de las cosas que más me llamó la atención fue la penetración y raigambre que obtuvo el rap en los países de la ex-urss. Lo han domesticado y aclimatado al asia central, pero ya forma parte de su cultura, desplazando al makham de sus abuelos.

    Y un amigo de Samarcanda (Uzbékistan, al norte de Afghanistan), hoy trasplantado a Tashkent, me mandó una foto suya… parado al lado de un arbolito de navidad! Aunque, éso sí, cada 21 de marzo siguen festejando el Navruz, el año nuevo persa.

  4. Brillante lo de la orientaciòn de las inversiones extranjeras.

    Los liberales nos han acostumbrado a una falacia consistente en que si atraemos inversiones somos una monada y si las condicionamos o las alejamos somos un desastre.

    Una de las claves del crecimiento chino y que bien distingue tu post es que en las industrias de base y las que inciden decisivamente en la formaciòn de precios, el ESTADO no larga la manija y si consigue inversiones extranjeras, les impone reglas.

  5. Sobre la falta de confiabilidad de las estadísticas en China, esto es algo que muchos analistas y economistas vienen adviertiendo desde hace tiempo.

    Respecto de las posibilidades de China de imponer su cultura, hay que tener en cuenta que las dificultades que marca Tavos, pueden ser cuestión de tiempo.

    En el caso del ascenso de USA, el proceso de cambio de mando fue muy suave y veloz, por el hecho de que compartía idioma y mucho de la cultura de la potencia hegémonica anterior — Gran Bretaña. En el caso de China, esto indicaría que el proceso podría ser mucho más lento y sinuoso, pero no creo que sea un obstáculo insuperable. Es cuestión de tiempo.

    Saludos

  6. Tavos: excelente crónica (y análisis, añado).
    En julio de este año, al calor de la guerra desatada por las patronales agrarias contra el pueblo argentino, escribí algo así:
    «Pero el capitalismo no se detiene, mis estimados, y el vertiginoso crecimiento de las fuerzas productivas en China conspira contra las condiciones que posibilitaron su propia existencia. Años de acumulación y diversificación han llevado a la emergencia de una burguesía – sí que férreamente regulada por el PC chino – que de exportar juguetitos ha comenzado a fabricar máquinas herramienta, por ejemplo, para lo cual ha debido desarrollar y capacitar un proletariado cualitativamente distinto al que arma calculadoras atado a la pata de la mesa y comiendo un plato de arroz.
    Este proletariado, insidioso germen dentro del organismo burgués, impulsa una demanda interna que comienza – ¡Ay, amigos , lo que puede el egoísmo ! – por aquellos productos que posibilitan la recuperación de las energías utilizadas en la generación de plusvalor, conocidos genéricamente por el nombre de alimentos.»
    Quizás concuerde con tu referencia a la escalada en el precio de los alimentos…
    Tchin Bal hija ! (Bendición china para el viajero)

  7. -Lo que rescato para nuestro aprendizaje es que los chinos saben negociar con las empresas occidentales, para que ambas partes ganen sin entregar nada del poder político.
    -Lo otro parecería que está implícito es el reconocimiento de que el capital privado produce con más eficiencia que la producción socialista. Chinos egresados de universidades occidentales hay a montones.
    -Otra que no se nota aquí es cuanto desarrollo están teniendo las PyMES chinas, privadas o no de los propios chinos?

  8. Yo no he viajado mucho. Pero en un avión hablé una vez con un brasileño que no paraba de comer chocolate y me contó que laburaba para IVECO. Que venía de recorrer medio mundo visitando las fábricas de la empresa, entre ellas las que tenían en China. «Tudo e jointi venture», me aclara. Es decir, vos ponés una parte y te asociás con ellos. Y se quejaba de la comunicación con ellos que es muy complicada. Es decir. Vos vas allá, tratás de hablarles, bajarles línea. Pero ellos hacen lo que se les canta. Hacía diez años que estaban con la fábrica allá y todavía no lograban hacer exactamente lo que querían los brasileños. Me da la impresión de que los chinos hacían exactamente lo que querían desde el minuto uno.
    Saludos !!
    Por más crónicas !!

  9. Un ex-jefe que participó de muchas negociaciones con los chinos me contaba que cuando iban nuestros negociadores (2 o 3) con 30-40 puntos a tratar, los chinos ponían a 30-40 chinos del otro lado del mostrador, cada uno especialista en su métier. Había un chino para discutir los tornillos de 3/4 de pulgada rosca izquierda, otro para las arandelas de chapa acanaladas y así.

    Cuando finalmente lograba arribar a un acuerdo ventajoso para nosotros con alguno de los tantos chinos, el jefe de la delegación china… le cambiaba el chino. Y había que empezar todo desde cero con el nuevo chino.

    Paciencia china, ahora sé de dónde viene esta frase!

  10. Un cliente compró unas piezas en China, le vinieron con 6 mm de diferencia en el mecanizado, pero como la diferencia de costo era de $ 30.-, y el retrabajo le costaba $ 14.-, sigue siendo competitivo. Naturalmente que no podés contar con un proveedor asi porque te para una linea de montaje. Ahora, si querés el producto en tiempo y forma….ya no es tan barato. Milagros no hace nadie, ni los chinos.

  11. Excelente post. Decía Sergio:
    «¿podría un país ser líder económico y militar, y a la vez estar siendo colonizado (por lo menos en buena medida) en lo cultural?»
    Se me ocurrió recordar el imperio Romano, que dominó sin duda Grecia pero absorbió su cultura. Nada es imposible. Aunque no estoy seguro de que China no pueda imponer su cultura, o cuando menos pueda vulgarizar grandes rasgos culturales en el resto del mundo, tal vez ya lo está haciendo.

  12. Mencanto la cronica.
    tal vez en 50 anhos haya fotos de chinas y chinos en la publicidades (en china).
    En algunos colegios privados de Estados Unidos (y de Argentina) ya les ensenhan mandarin a los nenes.

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