Un país sin elites

Quizás la mayor amargura de los sectores que se ubican a la derecha del Gobierno nacional, cumplido el Bicentenario de la Revolución de Mayo, sea no contar con una elite política confiable, previsible, mansa, segura. La Argentina es en este aspecto un país inusual. Por estos días la política reina y nadie puede afirmar de antemano qué harán los dirigentes políticos frente a los poderes fácticos, sobre todo al poder que dan el dinero o el estatus social.

Por ejemplo, el grupo de medios de comunicación que se enfrenta a la gestión de Cristina Kirchner supo ser desde la recuperación democrática el termómetro cultural de “la gente” –amplios sectores medios urbanos y sus adyacencias–. De igual modo, se erigió como enorme influencia sobre las acciones de “los políticos”. Ahora se ve sorprendido por la conducta popular durante los festejos en todo el país para conmemorar el Bicentenario. E incluso destaca como “inusual” –al borde de lo inesperado– la decisión de todos los bloques de la Cámara de Diputados de dejar de lado disputas y homenajear en conjunto a Mariano Moreno.

Desde los medios que tratan de marcar cuál debe ser la estrategia de la oposición se escribe que lo que está ocurriendo no debía suceder. La posibilidad con la que cuentan el kirchnerismo y sus aliados de montarse sobre la actual recuperación económica para acceder a un nuevo mandato de gobierno es un escenario que ya debía haber sido clausurado.

En tanto, las habituales críticas del diario La Nación a Mauricio Macri parecen reflejar el hecho de que está en duda la eficacia que pueda tener el empresario en su proyecto de gobernar los destinos del país. El líder de PRO no convence a su propio público. Basta comparar los movimientos, el léxico, el discurso del jefe de Gobierno porteño con el despliegue que muestra del otro lado de la cordillera la derecha chilena comandada por Sebastián Piñera, un egresado de Harvard que no dudó en postular un impuesto a los ricos para financiar la reconstrucción del vecino país.

Y así se mueven los sectores privilegiados en la Argentina. Concurren a negociaciones o buscan imponer condiciones ante una dirigencia política que en su enorme mayoría no ha estudiado en los mismos colegios que ellos ni se ha formado en los mismos eventos sociales. Puede admitirse que en no pocas provincias las elites están bien delimitadas y que conjugan a políticos y empresarios. Pero cuando se llega al terreno nacional ocurre que, por ejemplo, los políticos de turno saben poco y nada de los “mercados matrimoniales” en los que la elite económica busca promover a sus hijos.

Los empresarios despliegan todo el poder de fuego que pueden, pero a la hora de la verdad deben subir hasta algún piso elevado del Ministerio de Trabajo para encarar una negociación salarial con dirigentes sindicales no siempre dispuestos a quedar mal ante sus afiliados. Y ante funcionarios con apellidos para ellos desconocidos.


Ni siquiera los dirigentes deportivos garantizan lealtad eterna a los contratos. Así, el opaco Julio Grondona sintió que era momento de cambiar de vientos y se abrazó al Gobierno nacional para delinear el “fútbol para todos”, en lugar de continuar con los empresarios de medios que, según su evaluación, ahora lo destrataban. Prima la conveniencia, pero no hay caminos trazados de antemano “desde arriba”. Son sólo negocios. No es personal.

Puede resultar ingrata para quien tiene la vida asegurada la dinámica de un país donde la mayoría de los dirigentes políticos salen de universidades públicas. La educación superior surge de cátedras de casi todo pelaje, donde proliferan y se disputan ideas nuevas, viejas, de casi todo color. Al mismo tiempo, llama la atención la imagen que irradia ahora la poderosa Asociación Empresaria Argentina (AEA) que se desgaja, pierde miembros a partir de las presiones que ejerce el sistema político, cuando algunos años atrás, los movimientos de acción y reacción se registraban en sentido contrario.

Y si se mira algo más allá, ahí está Francisco de Narváez, un hombre de muchísimo dinero que sí ha frecuentado los mismos espacios que la elite empresaria, sus fiestas, sus lugares de veraneo, pero a quien una mucho más plebeya Corte Suprema puede retacearle el acceso a una candidatura a presidente, en virtud de nuestra pedestre Constitución.

No todo puede pagarse en esta Argentina del Bicentenario. No hay resultados fáciles, dados, para el empresario que quiera colocar su esfuerzo o el de sus empleados en imponer tal o cual manejo de la cosa pública. Claro que no es un país con una dirigencia política revolucionaria, ni socialista y que dista de ser siempre rebelde con los poderosos. A la vez, los protagonistas de la cosa pública no cuentan siempre con una formación y un conocimiento acabados del mundo en el que se mueven. Pero si hay algo que puede decirse de esta primera década del siglo XXI es que las estrategias de la Argentina y los resultados ante cada coyuntura no vienen diagramados en ningún libro surgido de alguna usina del poder económico.

Habrá quien se desanime ante esta falta de “meritocracia”, de esta inexistencia de un camino prefijado por las elites. De cualquier modo, estos años han significado más crecimiento económico y una mejora de los índices sociales. Los desafíos que enfrenta nuestro país distan de haber sido superados, aunque la respuesta que aguardan podría esta vez provenir de la política –del oficialismo o de la oposición que tenga la voluntad de asimilar estas novedades– y de la decisión popular, más que de pequeños y poderosos sectores.

(Publicado en Buenos Aires Económico).

Autor de la foto.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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62 comentarios en «Un país sin elites»

  1. Creo que la diferencia en argentina no reside en la falta de mezcla entre la clase politica y la empresaria. Tengo la impresion que se da en muchos otros lugares. En argentina la disociacion es fruto de la falta de un acuerdo sustentable por parte de la clase empresaria. Han tomado el poder en innumerables oportunidades, con una clase politica ansiosa por llevar a la practica sus carpetas y manuales. Lo que rompio el pacto no fue no haber asistido a la misma escuela, sino que el manual de practicas llevo a sus representados a una situacion insostenible. Ademas de los conflictos entre sectores del mismo grupo del poder (En «I como Icaro» se ve bien el efecto que tiene sobre el cooptado, una diferencia entre quienes tienen la carga de la autoridad).

    Si el empresariado hubiese impuesto concesiones menos leoninas a la ciudadania, la sola aparicion del credito y de cierta previsibilidad le habria dado la sustentabilidad minima para que una clase politica conservadora sostuviese una situacion de privilegio tolerable hacia sus sectores de poder. Como el poder economico no es una clase o no actua acordadamente (para bien y para mal del resto) cada actor con poder reclamaba para si lo que pudiese en el momento, sin sentido de sustentabilidad.

    Nestor Kirchner es resultado de esa traicion. La traicion de la clase acomodada hacia quienes implementaron sus politicas. Los chicos bien que entregaron durante decadas ideas y carpetas a los politicos, no solo resultaron unos insolventes intelectuales que empujaron a los politicos al hit parade del grupo mas odiado por sus conciudadanos, fueron ademas incapaces de resolverles la crisis infinita en la que los instalaron, sino que ademas gritaron como damnificados en la crisis del 2002 y terminaron criticando como incompetentes a quienes habian sido su mano de obra no asalariada.

    Esa falta de acuerdo sustentable de dominio genero las crisis que genero, pero tambien la oportunidad que gozamos hoy. Que la politica se sustente un poco mas enProxy-Connection: keep-alive
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    0el apoyo popular de sus representados y algo menos en el apoyo

  2. Esa falta de acuerdo sustentable de dominio genero las crisis que genero, pero tambien la oportunidad que gozamos hoy. Que la politica se sustente un poco mas en el apoyo popular de sus representados y algo menos en el apoyo de sus podrosos, como vos mencionas en el post. %Pr

  3. Acuerdo con elbosnio que la falta de sustentabilidad en los programas que la clase empresaria logró llevar a la práctica (históricamente a través de golpes de estado y en las últimas décadas cooptando gobiernos elegidos democráticamente) es la razón fundamental de que hoy esa clase no cuente en política con una una élite-reflejo, mansa y confiable.

    La sustentabilidad es la que ha permito el «milagro chileno». Es decir que la clase empresarial chilena haya logrado cristalisar un sistema inequitativo que la beneficia, sin sufrir cambios significativos pese a las alternancias políticas y sobre todo sin padecer los riesgos que las espectativas no cumplidas hacen padecer a sus colegas argentinos. En Chile, a diferencia de la Argentina, quienes nada tienen, nada esperan.

    La sustentabilidad permite la supervivencia de un sistema y sus beneficiarios, y evita las catástrofes recurrentes que en Argentina liquidan a los que menos tienen pero también empobrecen a quienes se sintieron poderosos.

  4. Escriba,

    A veces me molesta tu ingenuidad. Y lo digo con todo respeto.
    En tu visión de la política argentina están Uds. que se ubican al lado del pueblo y el resto, los privilegiados.
    Esto simplemente no es así. Cambian los apellidos pero los beneficiarios de la patria contratista siguen siendo los mismos. Cierto, hay eternos sobrevivientes como Grondona, que no dudan en acostarse con los K como antes se acostaron con Videla. Pero los López, los Eskenazy y los grandes beneficiarios de subsidios reemplazan a Fortabat, a Bulgheroni y a Perez Companc: Son la nueva elite, los nuevos privilegiados.
    Mencionas a la AEA – que hasta hace unos días yo no sabía que existía – pero la UIA siempre jugó a favor del gobierno de turno ¿A quién le dieron el negocio de los decodificadores para los beneficiarios de planes sociales?
    Y mira que hasta tengo la delicadeza de no mencionar que la mujer de De Narvaez seguramente compra sus carteras en el mismo negocio que Cristina (si, ya se, lo mencioné).

    1. No sería bueno también mencionar a las corporaciones multinacionales? Y aquellos sectores de países centrales que compiten con un eventual fuerte empresariado nacional (si el Estado + Política pueden potenciar la industrialización del país, tendriamos más empresas como ARCOR o Aceitera General Deheza), que son empresariado pero es totalmente distinto en términos cualitativos y en el impacto en el efecto multiplicador de la economía, que lo que son multinacionales como las automotrices (al menos agregan valor) y ni hablar de las petroleras o mineras.

      La principal batalla del conjunto Estado + Política es contra la desagregación de valor. Es contra «Mercado» encarnado en empresas multinacionales y stablishment local.

  5. Francisco: No entiendo de dónde sacás lo de «ustedes y el resto» de este texto.
    Por ahí vos no, pero toda la dirigencia política y económica sabe que existe AEA. Pérez Companc vendió, Fortabat vendió, varios se van de AEA. Aumenta la extranjerización. ¿Esos otros que mencionás reemplazan al resto? No sabemos aún. ¿Hay una elite a la que todo le sale como quiere? ¿Los presidentes se forman todos en el mismo colegio, como en Francia? ¿Las familias que gobiernan son las mismas, como en Chile? ¿Empresarios com Macri o De Narváez serían políticos si tuvieran gente confiable que lo hiciera por ellos?
    Saludos

    1. «Por estos días la política reina y nadie puede afirmar de antemano qué harán los dirigentes políticos frente a los poderes fácticos, sobre todo al poder que dan el dinero o el estatus social.»

      Va a ser lo que siempre hace. Cerrar con un grupo o grupos y gobernar para ellos.

      1. La nota no dice que eso no pueda ocurrir, de hecho dice que los dirigentes no son ni revolucionarios ni nada.
        Dependerá de qué hagamos nosotros, Francisco. Ahora, no hay un camino prefijado de cómo va a ser la cosa, ni de qué grupos son intocables.
        Saludos

      2. La alternativa a «cerrar con un grupo», ¿cuál es?

        Digo, sin distorsionar la discusión, y por poner un ejemplo que espero no sirva para «limpiar» y decir que somos todos buenos, pero en DDHH se «cerró con un grupo», que era las Madres y Abuelas. Me parece que jugar con los actores que están es un mérito o defecto del kirchnerismo según el caso, no en tanto el «cierre» es malo porque sí.

      3. Estimado, si no sabía que existía la AEA, ni quien estaba en ella, ni quien (y por qué) se fue, me parece que faltan como un par de datos fuertes para entrar a polemizar.

  6. habria que repasar el concepto de elite.Y me viene a la conciencia la existencia de la elite ruralista,que ya se manifesto en su momento y afila sus uñas permanentemente.Creo que hay una elite politica y tambien otras empresaria y sindical.Por suerte estan todas teniendo una debilidad que permite el avance de las mayorias que quieren participat en el poder y en la toma de recursos.

  7. Estamos transcurriendo la década de mayor concentración del poder desde 1983, y preguntemos a Magnetto como se siente la diferencia, de estar afuera ó adentro del círculo.
    Y habrá muchos conflictos porque la cola para ingresar es muy larga, además la resistencia de los que están no tendrá límites ni códigos.
    Sabemos que los privilegios hay que arrebatarlos. También sabemos que es posible la unión por encima de las diferencias.

      1. Andrés, si hacemos círculos concéntricos, al promediar el conflicto con el campo, Magnetto salió del círculo central, siguiendo la ola popular (es la tradición de Clarín), pero se llevó una sorpresa, Kirchner no es De la Rúa que lo soplabas y se caía, incluso tiene más poder que Menem cuando amenazaba con la re-re.

  8. Don Escriba, muy buena la entrada. La verdad que coincido con la apreciación, la «elite» (que fea palabra) económica de este país dejó de gobernar cuando dejó de poder hacer fraude. Con transformaciones internas lo volvió a hacer cada vez que hubo un golpe de estado, pero nunca más por elecciones.

    Desde la pelea «libre o laica» cada vez más volcó a colegios y universidades diferentes de aquellos que forman al grueso de la clase política y no hay una familiaridad que, quizás, podíamos encontrar en el tan de moda centenario.

    Hay contactos, hay un libro de pases (Macri, De Narváez), pero sería más fluído ser parte de lo mismo ¿no?.

    Ahora, un triunfo de estas «elites» está en que la pequeña y mediana (¿medianita?) burguesía (o empresariado, que es menos marxista). Este empresariado es capaz de apoyar a muerte modelos económicos que los liquidan y enfrentar a muerte a modelos económicos que los benefician. No es que sean tontos, pero como dice mi viejo, «se los come la ideología». No pueden. Y esos sí, cuando les da el piné, van los colegios y universidades de los otros. Tirás la frase clave «fuera del mundo» en un editorial de un medios nacional y ya se ponen locos y les agarra el patatús como si exportasen granos en vez de fabricar clips.

    En fin, resumiendo, me gustó el post y coincido.

    1. Anibal: las «elites» económicas después del 76 y en democracia se pudo observan desde el 83, salvando quizas el año 84, condicionaron la agenda económica y a partir del 90 directamente impusieron su plan de gobierno, quizas luego de la debacle de principios de siglo, la politica haya recobrado algunos resortes de «poder» pero todavía hoy falta muchisimo camino por andar.
      Los sectores mipymes no es que se «los come la ideología» no tienen conciencia de clase como la mayoría de la «clase media» de ahí que razonan como si fueran parte de la «élite» a la que creen o pretenden pertenecer, le ponen el cuerpo en la ruta como paso con el conflicto del «campo», actuando como mano de obra boba y son la variable de cuanto «modelo» que no contemple como central el mercado interno. Así vamos…

      Saludos Cordiales.

      1. Creo que me expresé mal, porque sí, creo que las «elites» tuvieron el peso que vos indicás en la agenda, lo que quise decir es que no ganaron elecciones presentándose como tales (PAN por ejemplo). Con Menem ganaron, pero la iban de peronistas, la UCeDe (quién realmente gobernó durante el gobierno de Menem) no ganaba las elecciones de forma autónoma.

        Disiento con eso de la ausencia de conciencia de clase. Me parece un concepto un poco esquivo, porque decimos que una clase tiene conciencia de clase cuando lo que hace y piensa como clase coincide con lo que analíticamente le decimos que tiene que hace y pensar, y si no, está equivocada, no tiene conciencia, falsa conciencia, etc.

        Me parece más amable pensar que lo que no tiene es la misma idea que yo sobre sus propios intereses y que eso se debe a una diferencia ideológica. Como los sectores mipymes siempre le pusieron la ficha a la represión de los trabajadores, (consiguientemente) destrucción del mercado interno, apertura del mercado al exterior y, en general, al modelo agroexportador liberal pedorro que tanto usamos por acá, es que prefiero esta idea de que se los come la ideología.

        No pueden con su derechismo liberal economómico. Es más, te diría que traccionados por su simpatía por las implicancias hacia lo estatal y social de esas posturas, pero creo que les estoy pegando de más.

        Igual, que quede claro, creo que en lo importante coincidimos y mucho.

        Saludos!

      2. Lo de falta de «conciencia de clase» me parece es consecuencia de la «desideologizacion» que sufrimos como sociedad producto de la ideología neoliberal que pretende hacernos creer que los individuos o los actores sociales no tenemos intereses socioeconomicos comunes o encontrados según las interrelaciones o lugares que ocupamos dentro del sistema de producción, y esto esta mas allá de lo que pensemos o digamos que tendrían que hacer como clase, sector o actor social, me parece que son cuestiones objetivas de comportamiento.
        Precisamente el problema no es una cuestión de ser amables o no, es una cuestión ideológica como bien decís.
        Para los nazis era políticamente correcto mandar a incinerar a los judíos, era una cuestión ideológica, seguramente los judíos o los gitanos no lo consideraban como muy amables esas ideas.
        Volviendo al comportamiento que tenemos en el sistema, considero que si vivimos en una «jungla» y nosotros somos herbívoros pero nos consideramos por falta de «conciencia» que somos carnívoros, lo mas problable que nos suceda es que ante la presencia de los depredadores terminemos devorados.

        Saludos Cordiales.

  9. Yo entiendo lo que estamos viendo enmarcado en el conflicto mayor (en todo el mundo): Estado vs. Mercado. Sugiero replantear el problema en estos términos, y sus actores, el poder real (AEA, UIA, De Narváez, Macri, Magnetto, Longobardi, Grondona, es decir, el Mercado) vs. el poder transitorio de los políticos pro-Estado (K, Sabatella, Heller y pocos más)

    1. Eduardo: dándole otra vuelta de tuerca a lo que Ud. dice, como hacen las mayorías para que sus representantes, los políticos, transitoriamente en el Estado fijen una agenda económica que no favorezca a las «élites» y como hacer para que esas mayorías no sigan considerando al mito del Mercado como una «entidad» mas respetable que el Estado democrático.

      Saludos Cordiales.

      1. Qué pregunta, Florencio… Una parte de la población (que ignoro si será mayoría o minoría) creo que no hace este enmarcamiento, y, o bien lo encuadra de otro modo, o le resultan hechos y personajes carentes de conexión interna y no establecen una relación entre los mismos y su día a día.

        Por decir algo, qué relación guarda Mirta Legrand con mi jubilación? Bueno, podría ser Mirta -> Derecha -> Mercado -> Ajuste. Y sin embargo, hay pila de jubilados que le van a pedir autógrafos, siendo que si ganaran los del palo de ella, lo primero que harían es bajar o congelar jubilaciones.

        Con «el campo» pasó lo mismo: tacheros o kioskeros que les puede encantar comer milanesas, y cuya única relación con la soja es la que hay en una botella de Ades, peleando para que haya más soja y por ende menos vacas.

        En estas condiciones es muy difícil que las mayorías voten proyectos que la favorezcan. El «picadito fino» de los medios hace que todo sea un gran enchastre de estímulos y percepciones inconexas, con los resultados que están a la vista. De ningún modo relacionan que personalmente les vaya mejor o peor con políticas y políticos concretos ANTES de votar. Después, sí. Caso Menem. Pero ya es tarde.

      2. Eduardo, lamento decirte que sobre ti pueden llover calamidades inimaginables…ya que no te diste cuenta…y escribiste…¡Menem! Encima detrás una frase que no sé qué puede estar presagiando, pusiste «Pero ya es tarde». :)

  10. María,

    El problema de escribir una hipérbole. Si se que es la AEA. Referirse a ella y no a la UIA es, por lo menos, otra ingenuidad. Años a esta parte la UIA ha representado a los empresarios más poderosos del país frente a la sociedad y frente al gobierno. Basta ver que pasó con el negocio de los codificadores para saber que el «váyase a vivir a Cuba» es puramente, como dicen los franceses, pour la galerie.

    1. No siempre han sido los empresarios más poderosos los que están en la UIA. En los 90 la UIA fue bastante marginal. Lo grueso estaba en las privatizadas, los bancos y algunos grupos económicos.
      Saludos

  11. Escriba
    Es una historia tan vieja como el Mundo; Toynbee, el Historiador del Imperio y las Civilizaciones, que fue rescatado en la última década por Huntington, decía lo siguiente.

    “Las Minorías Dominantes son aquellas que, perdida su creatividad, controlan la sociedad no por la fascinación del poder creador sino por medios estrictamente militares y policiales; sus productos típicos son los Estados Universales (Imperios Militaristas) y las Filosofías (Hegemonía).
    El Proletariado Interno es la masa de esclavos, y desarraigados, que no pueden sacudirse la Minoría Dominante de encima; en el camino inventan las Religiones Superiores (Contracultura y Contra-Estado).
    ……..
    Primero la Minoría Dominante intenta mantener por la fuerza -en contra de cualquier derecho y razonamiento- una posición de privilegio heredado que ha dejado de merecer; y entonces el Proletariado corresponde a la injusticia con resentimiento, al miedo con odio, y a la violencia con violencia cuando ejecuta sus actos de secesión”.

    La “desesperación” que se nota en los Editoriales y Columnas de La Nación, que es la materia gris del Duopolio, de las ultimas semanas; es que saben que aunque logren ganar en el 2011, no tienen como “conducir” el Proceso.
    No solo perdieron el control de las “palancas” de facto, sino que, están en bancarrota ideológica.
    Un abrazo

  12. Escriba muy buen post, lo primero que rescato personalmente del kirchnerismo es lo que ested dice claramente, por primera vez en mucho tiempo, es la politica la comienza a manejar los hilos cada vez con mas independencia, puede que a muchos no les guste el rumbo actual, pero como sociedad deberiamos festejar el hecho de que el camino lo eligen quienes nosotros elegimos y no los del poder ilegitimo.
    Lo unico en que no coincido es que la corte suprema sea «mucho mas plebeya» que De Narvaez.

  13. Política vs. Corporaciones, en palabras del diputado Rossi.

    Las Corporaciones tuvieron, a mi modesto entender, dos problemas principales: una, nunca pudieron articular una propuesta política. Solamente llegaron al Poder Institucional de la mano de Menem primero (si decía lo que iba a hacer no me votaba nadie) y De la Rúa después (el verdadero menemismo blanco).

    El otro problema es que les encanta generar crisis porque son oportunidades espléndidas para transferir recursos hacia sus arcas. Y eso también clausura sus posibilidades políticas.

    Saludos.

    1. Ricardo: Coincido. Política vs. Corporaciones es, a grandes rasgos, el planteo que hacía más arriba de Estado vs. Mercado.

      La única diferencia es que en este último caso, los términos son mutuamente excluyentes, no se pisan entre sí. M*n*m fue Política «+» Corporaciones, no «vs.»

      1. Las antinomias son malas para el estomago.
        Ni van a desaparecer las corporaciones ni el mercado dejará de existir.
        Mucho mejor intentar regularlos que creer que el reino de Dios está en este valle de lagrimas.

      2. Eduardo: el tema es que el Estado no vuelva a ser rehén del Mercado, ¿no?

        Francisco: ¿Y quién dice que deben desaparecer? (?)

        Lo que se plantea, creo, es que es la Política, como articuladora del Estado con lo Social y no las Corporaciones, que dirigen el Estado sólo en beneficio del Mercado (total, para alivianar la conciencia, ahí tienen la Teoría del Derrame; esperen a que salpiquen un par de gotas) la que debe resolver.

      3. Francisco: Ricardo lo dice mejor. No se trata de que uno de los dos desaparezca (aunque M*n*em casi lo consigue), sino que cada cual ocupe su lugar: El Mercado haciendo lo que CONVIENE, y el Estado haciendo lo que SE DEBE, convenga o no.

        Naturalmente, si el Estado tiene que hacer lo necesario, aún cuando no resulte rentable, debe proveerse de fondos de aquellos que SÍ lucran con su actividad.

        Pero nunca más el Estado Ausente de los 90.

  14. Escriba, me gustó. Pero me quedo con el hecho de que (en términos generales) los poderes fácticos en la Argentina siempre tuvieron un enorme desprecio por la formación de cuadros intelectuales que diseñaran escenarios políticos. Nunca necesitaron proponer nada: si no podían subordinar la política a sus intereses los golpes de estado estaban al alcance de la mano, pero para llevar a cabo proyectos económicos más o menos puntuales. Paradójicamente, el que mejor performance mostró en la implementación de los proyectos de la derecha fue Menem, de la mano de otro egresado de Harvard. Desde el 2001 me parece que no consiguen construir ninguna alternativa y como decís, tomaron el laburo en sus manos, pero no saben hacerlo, no teinen formación y en general son el elefante en el bazar. Saludos.

  15. Estimado Escriba,
    Me parece que lo que Ud. escribe debe circunscribirse. Por un lado el empresariado se limitó a «colonizar» algunos partidos políticos, sin poner el cuerpo, ya que se preservaba para otros momentos culminantes que eran los golpes. En realidad, pareciera haber sido más lógico esperar en el banco de suplentes; después de todo, actuaban la administración del estado por cuenta de los militares.
    Por otro lado, no pude extenderse a todo el país. En algunas provincias la derecha política supo armar élites muy preparadas. Todavía me viene a la memoria un tal Cavallo, que era un producto de exportación que la Fundación Mediterranea le supo vender a De la Sota, y luego a todos (incluído De la Rua). En otras provincias como Mendoza el armado supo mantener brillantes productos, como fueron Balter o Gutierrez.
    Me gustaría conocer con más detalle algunos otros ejemplos, como Neuquén, donde no podemos conocer el armado empresario, ya que lo que resalta es la dependencia petrolera, que no tiene ningún interés en mostrar su propia cara.
    Creo que el Gran Buenos Aires no es una muestra irrecusable.
    Saludos

  16. ¿ Existe o no una continuidad entre los grupos económicos beneficiados por la dictadura y la élite actual? A nivel de los terratenientes sin duda , baste ver a Biolcati vivando a Martinez de Hoz. Pero…en todos los otros sectores ? ¿ Cuando asumió Nestor no dijo que el primer paso era la reconstrucción de la burgesía nacional?

  17. Ariel, me parece que sí, que «desde el 2001 me parece que no consiguen construir ninguna alternativa» consistente.
    Carlos: Ahí en el texto dejo un matiz sobre elites provinciales, que me parece que están todavía más cerraditas. Pero sí, tenés razón.
    Guillermo: Yo creo que sí hay continuidad, por supuesto, que no están rotas ni mucho menos todas las lógicas que inauguró la dictadura. Habrá que seguir trabajando.
    Saludos

    1. En la obra clásica de Pierre Ostiguy «Los capitanes de la industria. Grandes empresarios, política y economía en la Argentina de los años 80». (Legasa. Bs.As. 1990)hay una lista de esas grandes empresas: Acindar, Astra, Bagley, Bagó, BGH, Astarsa, Bridas, Bunge y Born, Castellone, SAAB Scania, Ledesma, Loma negra, Grupo Macri, Grupo Madanes, Massuh, Perez Companc, IMPSA/Pescarmona, Alpargatas, Techint, Arcor, Mastelloni.- En general esos grupos económicos subsisten y no han sido mayormente afectados por políticas estatales desde 1983 y hasta la fecha.- Debemos sí incorporar a esa lista los nuevos favoristos del Estado, López, Baéz y demás.-
      ¿Hay voluntad de cambio?. Se preguntará Néstor el próximo año: ¿No pude, no supe, no quise?.
      La expresión «capitanes de la industria» es creación de Marcelo Bonelli.-
      Saludos.-

      1. Hay bastantes cambios en esa nómina, si te fijás. Muchos vendieron y se dedicaron a los campos o a sentarse sobre la guita.
        ¿Y cómo es el funcionamiento político de todo eso ahora?
        Saludos

      2. El año que viene la excusa será: «Quise, me creí que sabia y no pude.» Lo que vale es la intención?

    2. Escriba: El comportamiento político de los llamados «capitanes de la industria» que compraron campo y plantaron soja esta claro que se llama mesaenlasismo autentico.

      1. Las elites empresariales siempre compraron campos en nuestro país, aún antes de que apareciera el «yuyito», Fortabat, Pérez Companc, Pescarmona, Bunge y Born, et. La ideología a veces obstruye el análisis.

      2. Daio: de hecho el comienzo del proceso de acumulación de las élites argentinas esta en la posesión de tierras a destajo gracias a la conquista del desierto en el siglo XIX.
        Estaba, en el comentario anterior,intentando suponer en que andaban políticamente hoy, como preguntaba mas arriba el Escriba.

        Saludos Cordiales.

  18. Como lo mío no son las ciencias sociales, no tengo más remedio que remitirme a cómo me va y qué es lo que veo en la feria cotidiana.
    Me cuesta mucho asociar la idea de «elite» a una clase dominante que es, básicamente, burra y vaga.
    Una de las ventajas comparativas de Argentina, que suele mencionarse muy poco, es su escasez poblacional – un país extenso y con perspectivas de ser económicamente rico o muy rico, dados su variedad de recursos, con proporcionalmente muy pocos habitantes. No costaría mucho ser una factoría próspera y con amplios márgenes de autonomía (no hay dependencias estratégicas importantes – las hay mentales en esas elites de 2da. selección)
    Por estos días, hablan de «desborde salarial» y paralelamente desarrollan un proceso inflacionario remarcando precios a lo pavote y sin casi ningún justificativo de costos. Puede pensarse, con razón, que son movimientos anti-gobierno (gobierno que, vaya casualidad, dice trabajar para que ganen más y les cumple, ganan más); pero además de esa cuestión con el gobierno está la tradicional visión anti-obrera, anti-sindicato y también anti-mercado interno.
    No sé qué les enseñan en esos colegios «de elite», tal vez las ventajas de la buena vida, la comodidad y la insoportabilidad del morocho – lo cierto es que no les sirve de mucho, ya que suelen ser insignificantes a la hora de competir con empresarios de otros países y más temprano que tarde venden para retirarse «a descansar» – debiera ser humillante (hasta para el pensamiento de derecha) el que, salvo ARCOR, no haya más grandes empresas que desde lo nacional pasaran a multinacional.
    Ahora que está de moda la nostalgia del centenario de 1910, no les vendría mal mirarse en el espejo coreano (del sur) y en la clase de economía que construyeron los asiáticos, tanto o más oligarquicos que nuestros perfumados ruralistas y con un territorio y recursos naturales ínfimos, si los comparamos con Argentina. ¿En cuánto? en 20, 30 años – mientras acá llevan 200 anhelando ser colonia y que les traigan los manuales en inglés.

  19. Existe hoy la posibilidad de escribir un libro como «Revolución y Guerra. Formación de una elite dirigente en la argentina criolla» de Tulio Halperin Donghi?
    El ciclo 1974/2008 y su modo de «entender el mundo» está más vigente que nunca o estos dos últimos años han comenzado a perfilar la posibilidad de un agotamiento? Si es así, ¿qué saldrá de todo eso?
    Creo que hay una época que está convaleciente y otra que es incipiente. La actualidad de ese duelo-parto es la de mayor tensión, al menos en los últimos 35 años. Quizá de esta tensión no salga un nuevo orden, quizá sí. Quizá las elite, aunque no cambien de rostro, quizá sí tengan que actualizarse según el mandato de una comunidad que se pretende emencipada y hace valer sus prerrogativas.
    Escriba, muy bueno el post porque plantea, con su temática y sus propias palabras, un problema crucial de nuestro presente: la posibilidad real de pensar qué y cómo queremos que sea nuestro porvenir.
    La pregunta sigue siendo: ¿qué, de aquello que heredamos del pasado, retiene todavía los poderes que antaño poseía? (J. Crowley, «Amor y sueño»). La respuesta que le demos a esta pregunta nos muestra ya un camino de lucha (para los que crean que vale la pena, obviamente).

    1. No lo escribió Halperín Donghi, pero sí los coordinó Alfredo Pucciarelli. Dos libros que deben leerse uno a continuación del otro, y que prueban lo poco que han variado las elites económicas desde el proceso hasta ahora y como la política sigue funcionando «como una extensa red de complicidades corporativas intra y paraestatales destinadas a legitimar, conservar y amplificar las estructuras de poder».
      «Empresarios, tecnócratas y militares.La trama corporativa de la última dictadura» (siglo XXI.2004). «Los años de Alfonsín. ¿El poder de la democracia o la democracia del poder». (Siglo XXI. 2006).-
      Saludos.-

      1. Gracias Daio por el dato. Los voy a buscar.
        Hago una pregunta: por los títulos me pareció que la última presidencia que toca es la de Alfonsín. Si es así, aclaro que mi pregunta estaba más relacionada al período 2001/2010. Aunque me interesa también esa etapa que pueden tratar los libros coordinados por Pucciarelli.
        Saludos

      2. Mingus:
        Sí, el último libro llega hasta el final del gobierno de Alfonsín, sin perjuicio de que yo me refería a ciertas continuidades que entiendo se mantienen aún hoy, para complemento y también más cercanas, las obras de Novaro/Palermo: La dictadura militar. 1976/1983 y Novaro: Argentina en el fin del siglo 1981/2001, son imprescindibles.-
        Saludos.-

  20. Anibal,creo que te preocupa la elite como oligarquia y que señalas al fraude como herramienta de control politico,pero me parece que que no ha sido el unico:Uds.mismos reconocen como recurso a los»golpes de Estado».Ram:los miembros de nuestras elites no son burros,aunque si vagos en el sentido de que se rigen por la ley del menor esfuerzo,que les permie tener mayor ganancia sin inversion o con expatriacion de recursos.Comparto la idea expresada de que el unico modo de mantener»a raya»al mercado es la intervencion estatal,y me permito repetir que la mayor habilidad del peronismo.imcluido los K.radica en permitriles ganar sin debilitar el consumo interno.Basta con tener en cuenta el disurso de ayer de Cris.ante los empresarios metalurgicos.

  21. Escriba, aqui hay un trabajo de Lester Thurow sobre las diferencias entre tener un establishment o una oligarquia. No tiene que ver con el fino del post, pero si con el tema. Lo escribe desde un perfil de conducta hacia los impuestos.

  22. recupero alguna ideas escritas por Zaiat en Pagina hace algun tiempo,basandose en A.Ferrer,Notcheff y Castellani,anotando que nuestras elites»TIENEN UNA PREDILECCION POR LA FUGA DE CAPITALES»y que siempre han aprovechado cualquier herramienta de enriquecimiento y a la vez las ventajas que pudiera presentar el ntorno exterior,nunca comprometiendose con el desarrollo nacional(como ocirre en otros paises),rehuyendo la reinversion por ser factor de riesgo,lo que explica la debilidad de nuestra economia.

  23. Partir de la antinomia Estado-Mercado es explicar la falta de una clase dirigente. Es justamente el equilibrio de poderes entre el estado y el mercado (y no la eliminación de uno sobre otro) lo que fomenta la aparición en ambos sectores de verdaderos líderes. Creo que los sistemas políticos y económicos europeos en general demuestran esta tesis, junto con, obviamente, 200 años de progreso cultural y estabilidad institucional; aún a pesar de dos guerras mundiales y otras calamidades, las instituciones se fortalecieron.

  24. es que entiendo por elites grupos que aparecen cerrados defendiendo sus intereses y sus privilegios.Como entes sociales se mantienen en el tiempo mientras existan esos intereses aunque sus integrantes cambien y desaparezcan.Funcionan com grupos de presion en la dinamica del poder social,y eso es lo que interesa.El fenomenos del liderazgo pasa por otro plano y se da en grupos pequeños y grandes,aun masivos ,y su funcion es el conducir al grupo.Aca lo fundamental es la personalidad del lider,siendo dificil de reemplazar.¿de acuerdo?

  25. Creo qye si bien hay un grupo de empresarios (los llamados peyorativamente empresarios K) que se estan beneficiando del «modelo» lo cual no ma parece como para rasgarse las vestiduras pues como todos sabemos no es una gobierno que la vaya de anticapitalista, la cuestion central me parece que es que el Staff gobernante ha logrado una cierta autonomia con respecto a los llamado poderes «facticos» y eso es lo que enerva a muchos. Ademas es muy notorio que estos «poderes» no logran generarse una alternativa capz de barrer al gobierno como ya lo hicieron anteriormente.
    Por otra parte esta bueno lo que señala alguien mas arriba sobre que las elites no pudierno dalr al pais un proyecto sosyuentable donde ejercieran el claro dominio (tal el caso de Chuile), mas que clases dirigentes tnemos clases dominantes y, por ahi, cada vez menos.

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