El nuevo PJ y los límites del proyecto K

«Derrotamos a los sindicatos. Les quitamos el partido»
José Luis Manzano, citado por Steven Levitsky: La transformación del justicialismo. Del partido sindical al partido clientelista, Buenos Aires, Siglo XXI, 2005, p. 147.

El legado más duradero de la llamada «renovación peronista», allá por los ochenta, que decantaría luego en el liderazgo de Menem, fue, como señala Manzano, la exclusión de los sindicatos y la CGT, su desaparición como actores dentro del espacio político del peronismo. Este proceso encerraba complejas implicancias: si el peronismo, que durante treinta años había basado su presencia en la sociedad en su anclaje sindical, dejaba de lado a la CGT, ¿cuáles serían sus bases?

Manzano y Menem aportaron una respuesta clara: ya desde mediados de los ochenta puede verse cómo los dirigentes sindicales son gradualmente desplazados de los puestos más importantes en el PJ, reemplazados por intendentes y gobernadores que, gracias a su manejo discrecional de los fondos públicos, han edificado densas clientelas que los vuelven autónomos de las bases obreras del movimiento. Este proceso, desde luego, es inseparable de la ruina de la producción nacional, posibilitada por el avance neoliberal producido por la última dictadura, que mermó marcadamente la presencia social y la cultura obrera en el país.

Ahora bien, acerquemos la lupa al tiempo presente. ¿Cuál ha sido el eje, la novedad, si la hay, de la reconstrucción del PJ por parte de Néstor Kirchner? Pues, precisamente, se trata de devolverle a los sindicatos, no la abrumadora preeminencia del pasado, pero sí una presencia institucional, que obliga a todos los actores del renacido justicialismo -intendentes, gobernadores, y los propios dirigentes gremiales- a un delicado equilibrio de posiciones, disciplina y alianzas que, en última instancia, favorece y legitima un liderazgo vertical. Claro, la clase obrera argentina no es lo que era, y en esa medida la operación no supone entregar el control del aparato a sus viejos dueños, sino apenas unificar éste reforzando su crítico desgaste con la presencia de la CGT.

Hay, en esta lista, un convidado de piedra: las nuevas organizaciones sociales. Inexistentes en el partido sindical clásico, deben su existencia a la continua aplicación de políticas neoliberales desde el Estado durante los últimos treinta años. Son, podríamos decir, a la vez el fruto y la respuesta social a las políticas implementadas por los grandes grupos financieros.

En todo caso, los movimientos sociales, nacidos al calor de la resistencia al neoliberalismo menemista de los años noventa, y caracterizados en su momento, por algún trasnochado, como la vanguardia transformadora y revolucionaria de la sociedad argentina, se han consolidado como un actor más, que no releva, sino que complementa al sindicalismo tradicional, con el que ha rivalizado varias veces en los últimos años por el control de las «bases».

En el diseño del kirchnerismo, los movimientos sociales -representados por D´Elía, Pérsico, Tumini y otros- no han recibido un espacio partidario e institucional propio. No debería sorprender: está claro que, a los ojos de Kirchner, la apuesta a futuro reside en la consolidación de la clase obrera y la continua erosión, por consiguiente, del peso social de estos actores. Sin embargo, es evidente asimismo que, aún aceptando como válida esa apuesta, existe un hiato temporal -el tiempo presente- en el cual dichos movimientos representan una proporción nada despreciable de los apoyos populares del kirchnerismo. En efecto, se trata de los únicos interlocutores territoriales de los sectores más pobres e indigentes de la sociedad. Sectores que, si nos atenemos a los resultados de octubre, han sido el apoyo más sólido y duradero de Kirchner en su aventura electoral.

Y aquí, es evidente, el kirchnerismo ha mostrado otra de sus debilidades (que son varias). Si bien ha impulsado con fuerza la recuperación del empleo -precario, es cierto-, del salario -erosionado por la inflación-, y de los derechos laborales, es evidente que dicho impulso, basado en el crecimiento económico posterior a la devaluación, no ha modificado, en lo sustancial, la matriz desigual de la sociedad. En efecto, la asimetría entre los más ricos y los más pobres, pese a lo dicho, se ha acentuado. Por ende, es claro que la pobreza y la indigencia, lejos de ser fenómenos transitorios, como pudo imaginar el oficialismo ante las descomunales cifras de crecimiento, son componentes perdurables de la actual estructura social. La exclusión, que le dicen.

Si esto es así, el kirchnerismo está cometiendo un error. Por convocatoria, construcción y liderazgo social, las organziaciones como FTV y Libres del Sur se han ganado largamente, a nuestro entender, un lugar dentro del dispositivo justicialista. Por ello, no sorprende que, luego del fracaso de la 125, hayan sido sus referentes los primeros en señalarle al gobierno que el estilo de acumulación política preexistente -aquello que, en otro trabajo, llamé «un duhaldismo a medida»– si bien permitió apropiarse del partido y vencer, consecutivamente, en dos elecciones nacionales, está hoy completa y absolutamente agotado. Lejos de interpretar los votos «no positivos» del bloque oficialista ambas Cámaras como una traición, creo que se trata del lógico proceso de defección por parte de quienes, en definitiva, se subieron al proyecto cuando las cosas iban bien, por oportunismo y circusntancias, respondiendo a una coyuntura concreta, y no como parte de un nuevo proyecto nacional.

Desde esta modesta tribuna, sostenemos que el «nuevo PJ» es una respuesta necesaria, como piso, para la edificación de un nuevo movimiento, capaz de sustentar políticamente las trasnformaciones que la Nación necesita. Necesaria, pero, al menos en su estructura actual, insuficiente. Peor aún, inconsistente, si no con la historia del peronismo -que interpreta relativamente bien- al menos con su presente. La fragmentación estructural de la sociedad exige otro tipo de estructura, capaz de integrar a quienes, antes que nadie y sin cálculo ni especulación, han saludado el nuevo rumbo del país. Organizaciones sociales, pero también jóvenes e intelectuales, reclaman hoy un ajuste del diseño institucional partidario a las realidades disímiles de una sociedad menos homogénea que en el pasado.

44 comentarios en «El nuevo PJ y los límites del proyecto K»

  1. cierto: las organizaciones sociales demostraron ser «más leales».
    ahora ¿la pata sindical fue menos leal?
    El problema de las organizaciones sociales es que compiten territorialmente con los intendentes del Gran BsAs. Nadie los quiere, todos los necesitan.

  2. En el territorio, compiten con los intendentes, pero en el armado del PJ, y especialmente en las listas para el año que viene, la crítica es al ala política. Fijate, creo que en el blog lo puse a Tumini, condenando la reunión con Reutemann, porque, argumenta, la 125 demuestra dónde van a estar en las paradas bravas.
    Vos sabés que en eso no acuerdo con Tumini, pero me parece que el armado político tiene que reconocer a los nuevos actores.
    En cuanto a la relación con la CGT, un rasgo esencial de la Argentina es la perduración de culturas clasistas, que reflejan el resabio de una estructura económica y social históricamente distinta, con un peso muy importante de los sindicatos. Bueno, parte de las bases sindicales quedó en el camino durante la reconversión iniciada en 1976 y reafirmada desde 1989. Muchos de esos viejos obreros, junto a otros no tan viejos, hoy están en las organizaciones de desocupados. En ese sentido. hay una rivalidad respecto de qué agenda social tendrá el gobierno: una agenda para los trabajadores, como hasta ahora, o una agenda para todos, incluyendo a los desocupados que cobran planes sociales.

  3. Muy bueno Ezequiel. Durante el conflicto los movimientos sociales fueron claros protagonistas en la defensa del proyecto, es evidente que merecen un lugar destacado. En cuanto a cuál sería ese lugar tengo una duda, cuando decís: «FTV y Libres del Sur se han ganado largamente, a nuestro entender, un lugar dentro del dispositivo justicialista» ¿Ellos quieren ser parte del justicialismo? ¿O la idea sería algún armado por afuera? Y otra, para mi que lo veo por tv, a los nombres que diste les agrego a Ceballos y Depetri, ¿están más o menos en la misma situación, o son casos distintos?

  4. No quiero pecar de egocéntrico, pero hace unos meses decía lo que está abajo y no creo que merezca ser variado en demasía:

    «Desde nuestra óptica no somos tan optimistas ni estamos seguros sobre la conveniencia de la organización territorial sobre la sindical. Es evidente que los piqueteros representan a gran parte de los sectores populares. De hecho muchos de sus componentes han cambiado las modalidades de protesta y ahora se dedican a construir casas, autogestionar fábricas abandonadas por sus dueños, tejer alianzas con sectores políticos y hasta desempeñar cargos en el gobierno nacional o provincial contribuyendo a la institucionalización de sus dirigencias.

    No obstante, es pecar de ingenuos el creer que los sectores populares se hayan movilizados. La desmovilización es casi total y casi nadie se ha movido para defender a este Gobierno. El activismo se encuentra en franca baja y la crisis de representación de las clases populares no se ha subsanado. Por otra parte, habría que detenerse a analizar hasta que punto los movimientos sociales (convención que utilizaremos a falta de otra más convicente) poseen poder de presión sobre el oficialismo o que nivel de incidencia tienen en lo político-partidario y en lo referido a la toma de decisiones gubernamentales.

    Hasta ahora, en mi opinión, no difieren en demasía del viejo “aparato”. Si dejaran atrás su alto nivel de atomización y tejieran alianzas firmes con los sectores juveniles y de centroizquierda que apoyan al Gobierno seguramente su peso crecería. De lo contrario, no habrán ni retrocedido ni avanzado.

    Hay una sentencia que dice que en un país con las tradiciones políticas y sociales como el nuestro difícilmente pueda considerarse consolidado un régimen democrático sin un considerable grado de inclusión de los sectores populares. También es obvio que no hay democracia consolidada mientras se sostenga en un solo garante, sea éste personal (Kirchner) o colectivo (El “kirchnerismo”). La inclusión más completa de lo popular hace posible que un factor de recurrente generación de situaciones de inestabilidad en nuestro país, esto es, la generalización de contestaciones populares extrainstitucionales, sea, en principio, menos probable (en la medida, claro, que la inclusión se traduzca en cierta eficacia de respuestas a las demandas populares). Lo cierto es que hasta ahora esta administración ha creado empleo (sin entrar a discutir su calidad) y ha anunciado verbalmente el “inicio de la redistribución”. Así que en este ámbito, si bien aclaramos ,como es obvio, que los sectores populares se encuentran en mejores condiciones que hace unos pocos años, no han sido interpelados masivamente ni han alcanzado grados de movilización y adhesión sustancialmente distintos a los existentes al comienzo de la presidencia Kirchner.»

    Aclaro que cuando escribo «casi nadie» me refiero precisamente, a esa gran masa de argentinos no encuadrada en política, la «gente» le dirían ahora que ha mostrado una enorme capacidad de movilización en Semana Santa, en 2001 y, mal que nos pese, en el acto garca-campestre de Palermo.

    También me refiero a los sectores de la incipiente clase media baja que en general han votado a Fernández o a Lavagna y que pertenecen a la tradición cultural peronista y no se han movilizado en demasía.

  5. Sergio, muy bueno y agudo el comentario. Es cierto, no está claro todavía cómo se genera el armado. Lo que es explícito de parte de las organizaciones sociales es que quieren mayor representación en las listas (Donda entró como la diputada número dieciocho: un tema de ubicaciones, no?), más bancas y el reaseguro de que podrán participar de los procesos de toma de decisión. Cómo se articula, bueno, parece que ese es el problema.
    Los intendentes y la CGT no quieren saber nada, pero a la vez la propia CGT está meditando tener -o, en su caso, recuperar- una «bancada sindical».

  6. Por otra parte, Ezequiel, considero muy lúcido tu artículo. Creo que al kirchnerismo le falta más viveza y muñeca, algo así como esa frase «todo a su justo tiempo y armoniosamente» que decía el General.

    Claramente el Gobierno no debe cerrar puertas. Si bien no comparto tu interpretación del kirchnerismo como el inicio de un nuevo rumbo en el país, tampoco me animaría a etiquetarlo como más de lo mismo. Es cierto que este es un proceso complejo, harto contradictorio y bastante arduo. No obstante, tal cual estamos hoy, estamos en la misma vereda, pero yo prefiero dejarte toamr el colectivo y saludarte desde la calle. Es esencial que se lea más atentamente la parte final de tu texto, no sólo porque de esa manera se conseguiría abrir el espacio kirchnerista, hacia voces críticas y hacia voces conservadoras, ¿por qué no? después de todo lo que falta es abrir la bendita «mesa chica». Eso nos permitiría arribar a consensos más amlios y romper la falsa polarización del momento con temas de fondo. Para ponerte un ejemplo reciente está el caso Aerolíneas, eso debe sentar jurisprudencia.

    Meler, sin ser peronista, prometo gritar de corazón el día que se institucionalice la 4ta rama. Está muy verde. De mi parte espero mucho de eso, creo ques ería una excelente oportunidad de meter militancia a la juventud. El peronismo es un elemento convocante. Además sería la oportunidad de demostrar que, luego de en que quedo la Coordinadora y el fracaso del MOJUPO, las juventudes políticas pueden aspirar a algo más que un Coti-Manzanismo o a un radicalismo duhaldista.

    Con respecto a los movimientos sociales, yo creo que para los Kirchner ellos no son una apuesta estratégica y tengo mis dudas con respecto al papel que jugarán en el futuro armado político-electoral del kirchnerismo. No te olvides que hay elecciones en 2009 y en ese contexto conviene no irritar mucho a los intendentes con colectoras. En todo caso, yo creo que la mejor opción para los MM.SS es establecer una alianza con el espacio progresista y la juventud peruca. Reunir suficiente poder o capacidad de movilización para ser un actor interesante en la cúpula partidaria.

    Pero también habría que retroceder hasta el instante en que Kirchner decide reorganizar al justicialismo partidario bajo su tutela. Esa movida defensiva del Gobierno, destinada a blindarse ante eventuales sacudidas políticas acaparando el control del PJ han hecho que Kirchner concentre todos sus esfuerzos en ganar efectivo control de los actores políticos peronistas y haya relegado a las ideas de la transversalidad centroizquierdista o movimientista.

    Al mismo tiempo, es obvio que los movimientos sociales, pese a su dispersión y atomización, poseen un lugar importante en la estructura política de este Gobierno. No obstante, ese lugar dista de ser central y en modo alguno ha desplazado al PJ o a la CGT. Bastaría comparar la importancia que poseen personajes como Hugo Moyano, Julio Pereyra o Hugo Curto en la actual administración con la que ejercen D´Elía o Humberto Tumini.

    Estoy con poca producción mental, me autocito de nuevo (después de todo Feinmann lo hace siempre)

    «(..)creemos que para que se produzca un crecimiento efectivo de los movimientos sociales en el seno de la corriente peronista denominada como “kirchnerista” es menester que el movimiento piquetero oficialista vertebre una nueva relación con el partido Peronista y con la centroizquierda, bien distinta al “movimientismo” que sólo se invoca para justificar un mayor pedido de cargos en las boletas electorales. Esto es: ha de ganarse la confianza del PJ y a la vez ha de dar pruebas de su fidelidad al Gobierno y exigir por la misma mayores retribuciones que las hasta ahora obtenidas, pero sin que esto implique una pérdida demasiado evidente para el justicialismo partidario»

    Un Abrazo

  7. Eze Meler:

    La última. Me parece que al kirchnerismo le falta más capacidad de convocar simbólicamente, no en el sentido de la épica que suena a peronismo revolucionario. Me refiero a la «curda inolvidable», a la tan mentada alegría peronista, al kirchnerismo le falta una interpelación efectiva a los sectores que componen su base electoral, les falta volver a «enamorarlos» con un peronismo que los convenza más por mérito propio que por sumatoria de gorilas o impresentables en la otra vereda.

    Que alguien le alcance un Daniel James a Cristina…..

    Mucha suerte

  8. Sí, ellos te podrían decir también, como te dicen «bue, imaginate si no estuviéramos nosotros sentados arriba de todo en el PJ lo que sería». Claro que ese PJ no nos resuelve nada, pero no hay una estructura alternativa en la que puedas sustentarte porque Libres del Sur & co. son muy lindos pero no mueven el amperímetro real de la cosa. Por ahora.
    Saludos

  9. En otro trabajo, hice una distinción que me parece útil recuperar. Si el armado del PJ versión enero – febrero fue -y el conflicto con las corporaciones de la burguesía agraria lo deja claro- un piso mínimo de institucionalidad, necesario para apoyar al gobierno y para evitar la captura del aparato por los sectores disidentes del duhaldismo, este piso no puede convertirse, en el horizonte de la necesidad cada vez más acuciante de fortalecer el proyecto, en un «techo». Necesitamos, lo han dicho la mayoría de los actores, una nueva construcción política, que integre el viejo dispositivo de gobernabilidad -sindicatos, intendentes, gobernadores- a las necesidades de una sociedad heterogénea, fragmentada y plural.
    Por eso, por ejemplo, se ha avanzado en la institucionalización de un secretariado de Juventud.
    Pero la JP es sólo uno de los frentes
    ¿Y la Universidad?
    ¿Y los intelectuales?
    ¿Y los sectores del progresismo no peronista, pero tampoco «anti»?
    Ahora bien, aparte de todo ello, me parece, todavía hay otro problema: el trabajo teritorial. Los partidos tradicionales siempre tuvieron diversos frentes: juventud, universidad, territorio. El territorio respondía a la necesidad de un contacto cotidiano con el ciudadano. Hoy, en el oficialismo, ese trabajo lo cubren, más o menos, los intendentes del conurbano y las organizaciones sociales, mientras que el sindicato trata de posicionarse de nuevo como interlocutor de los sectores empleados registrados.
    Este tema del contacto cotidiano, de la construcción horizontal, del trabajo barrial, me parece clave en el escenario actual.
    Quiero aclarar también que cuando me refiero al dispositivo justicialista, no pretendo que entre todo en el PJ. Pero sí creo necesario que se articule una organización capaz de integrar estas dimensiones.
    Se me podrá objetar que los partidos son instancias perimidas, que la crisis de representación post 2001 los ha vaciado. Bueno, la crisis reciente me parece un ejemplo interesante: el gobierno, nos dicen todos los encuestadores, bajó en el amperímetro unos veinte puntos. Pero ningún entramado opositor, ni tampoco el conjunto de la oposición, creció en la misma medida. Esto se debe, sin dudas, a la debilidad de los partidos y al avance corporativo. Pero no se debe menos al hecho incontestable (bueno, eso creo yo…) de que no aparecen novedades orgánicas fuera de la experiencia de los partidos realmente existentes.
    Insisto en algo: yo no sé cómo es. Sé que quiero presencia territorial. Y el local tradicional, incluso el controlado por los intendentes, hoy no puede penetrar en todas partes, como en otras épocas la Unidad Básica y el Comité.

  10. Ezequiel: cómo va?
    Me parece que hay tres, y no dos, actores, en relación al grado de compromiso que han mostrado con el proyecto K.
    El primero son los Reutemann, entre quienes podemos mencionar a una serie de oportunistas con pensamiento liberal, a quienes lo único que los unió al kirchnerismo desde 2003 fueron las encuestas y las listas electorales. Dejo afuera de esto a Solá, si bien últimamente ha «militado» en este grupo.
    Después están los PJ (sindicalistas e intendentes) que mostraron lealtad al proyecto. En el conurbano, los intendentes más «impresentables» fueron, en algunos casos, garantía de que no se desbordara la cuestión social en el momento más complicado del desabastecimiento campestre, conteniendo a las bases, y rechazando, incluso, ofertas políticas y pecuniarias.
    El tercer grupo, sería el de los movimientos sociales (y todo el filo K extra PJ, digamos).

    A estos últimos dos no los separa un grado de lealtad respecto de los Kirchner (que sería superfluo) sino lo ideológico: tienen distintas ideas de país, y operan para llevar al gobierno para el lado más afín.
    Pero me parece justo separar al «pejotismo liberal», que va de Reutemann a Romero y De la Sota, del «pejotismo populista», que va de Ishii a Moyano.

    Como siempre, muy buen post.
    Saludos

  11. Pero acá hay un error de fondo que comete el kirchnerismo. Digo esto justo cuando está Robert Castel en Argentina, que es quien lo dijo primero, y mejor: la salarizació no podrá ser ya más, nunca más, el eje estructurador de las relaciones sociales. Mirá lo que te digo: ni aún con pleno empleo tendremos ya una sociedad plenamente salarizada, ni aquí ni en ningún lugar del mundo. Esto es un fenómeno global y tiene que ver con los cambios del trabajo y las nuevas formas de vulnerabilidad y exclusión.
    Entonces, los sindicatos existen y son necesarios, pero ya no podrán ser la «columna vertebral», o no la única.
    Acá hay que ponerse creativos, reconociendo que, de hecho, no estamos en 1945.

  12. Totalmente de acuerdo, María. Justamente por eso, me parece que los movimientos de desocupados tienen que tener un lugar. No son la «nueva columna vertebral», pero son parte del esqueleto social.

  13. Por ahora, rápido, una pregunta nada más: ¿por qué darle tanta centralidad al PJ, cosa que Perón jamás hizo?. Cuando los sindicatos tenían peso decisivo era dentro del Movimiento. Yo creo que un armado que agrupe a todos -sindicatos, mov. sociales, jóvenes,etc- debe recujperar alguna forma de movimientismo, cosa, a la vez, dificilísima. Hasta luego

  14. Entre paréntesis, si los amigos quieren, yo también tengo una pregunta (¿o pensaban que como autor presumía de tener todas las respuestas?)
    ¿Qué experiencias conocemos, que sean actuales y medianamente relevantes, para pensar este proceso?
    Recuerden que yo soy – seré- profe de historia, ergo, mi campo teórico y mi mapa comparativo es un tanto limitado una vez que cruzamos las fronteras nacionales.
    ¿Cómo organizar un movimiento plural hoy?

  15. La verdad es que yo lo desconozco, por eso pregunto. ¿Cuál es el rol real que juegan hoy las juventudes dentro de la construcción del kirchnerismo?

    Muy buen post.

  16. En realidad, cuando Tomás dice «las juventudes», ahí hay un tema que puede verse, ora como virtud, ora como algo a superar.
    El mandato claro es que se produzca una «reducción a la unidad», con Juan Cabandié ocupando el secretariado, que tiene su lugar dentro de la estructura del PJ. Ello abre un proceso interesante, porque hasta ahora la propuesta parece ser la unificación política, pero cada uno en su frente de trabajo. Entonces, los compañeros del MTD, por ejemplo, militan a la vez como JP y como parte del armado territorial. Y así sucesivamente. Es decir, en el espacio de juventud podría darse una fusión de diversas experiencias militantes. De todos modos, es un proceso en ciernes: recién ahora está carreteando.

    ¿Por qué darle centralidad al PJ, cuando nunca la tuvo, me pregunta Juan?
    Es cierto, desde el 55 los sindicatos fueron la columna vertebral y se encargaron del «doble juego» (representación gremial corporativa y representación política del peronismo). En los noventa, como marqué arriba, la CGT pasó a segundo plano: desapareció la bancada sindical, y apareció en toda su centralidad el aparato de los intendentes. Este proceso, que arranca en los ochenta, es el que narra Levitski.
    ¿Y hoy?
    El primer problema, el más obvio, es que no hay un liderazgo indiscutible. No hay un Perón a mano, para decirlo de modo tonto. Entonces, alguna estructura vertical, que evoque en todo caso el armado político del primer peronismo (de lejos, porque no es factible ni deseable otra cosa que una evocación), requiere de una herramienta disciplinaria. Mi propuesta es entender la reorganización del PJ, como se dio hasta ahora, como un modo de generar una suerte de «neo bonapartismo»: con los diferentes sectores compitiendo entre sí por un lugar en la gestión y en las listas, aparece un margen para el liderazgo vertical de K. El que saca los pies del plato…

  17. Ezequiel
    En la carta abierta de D´Elia recordaba a Federico Russo, que era el hombre de Herminio en La Matanza.
    Un territorio donde se mezclaban, y se siguen mezclando, desde el CdO a la CCC.
    Federico hizo dos aportes claves a principios de los 80.
    La primera es conocida como Doctrina Russo, “Yo lo banco a Herminio, hasta soy capaz de acompañarlo hasta la puerta del Cementerio; pero si se quiere meter en la fosa, eso ya es cosa de él”.
    La segunda esta relacionada con la resistencia de entrar en la fosa, y tiene que ver con la Responsabilidad Política ante las Bases.
    “El Barrio esta Primero”, se decía en esa época.
    Traducido, los conflictos de superestructura e ideológicos no se bajaban al territorio.
    Las “piñas y los tiros” arrancaban del Consejo Deliberante para arriba, hacia abajo solo existía la negociación, las “chicanas” estaban permitidas siempre y cuando no provocaran violencia.
    Por eso, un “Zurdo” como Luís era recibido por el Intendente “Facho” Federico; como Delegado de los Asentamientos su ideología era secundaria.
    Los trabajos de Dennis Merklen, especialmente “Pobres Ciudadanos”, muestra la dinámica de ese principio.
    “El peronismo tiene un capital simbólico, el de haber representado como nadie a la clases populares.
    Y también ha sido el que mejor se adaptó a las nuevas situaciones, aun cuando contribuyó a destruir el mundo del trabajo.
    Está mucho más atado con la realidad.
    Hubo un momento clave, en el año ’87.
    El alfonsinismo, que disputaba las clases populares con la renovación peronista, se encontraba con los ocupantes de tierras y se preguntaba cómo hacer para respetar la institucionalidad (violada por las intrusiones) y para no reprimir.
    (El luego presidente Eduardo) Duhalde, en la Municipalidad de Lomas, dice “no me importa que las ocupaciones sean ilegales, eso es un hecho.
    Yo hago mi política social a partir de ese hecho”.
    El peronismo resolvió esa ambivalencia, sin muchos pruritos legales, pero…”
    http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-62019-2006-01-23.html
    En el programa de Sietecase, Rosin y Montenegro; D´Elia hablaba de la “Ley Pierri”, ¿hace falta recordar quien es Pierri?
    La “critica” de los Territoriales a los MMSS no peronistas esta relacionada con el “infantilismo” ante las “soluciones”, más que al crecimiento de sus estructuras.
    Rechazar la Ley Pierri, porque no llena las expectativas ideológicas y además es un conocido duhalmenemista, que solo intenta frenar la dinámica revolucionaria.
    Repiten los mismos argumentos del 49, sobre la Ley de voto femenino.
    Como la impulsa un fascista, es contrarrevolucionaria en si misma.
    Nadie, en el Peronismo Ortodoxo, les niega el derecho a capitalizar políticamente su trabajo social; porque es lo que hace nuestra gente.
    Lo que es inaceptable es trasladar el “Cuanto peor mejor”, en cualquiera de sus variables al flagelado Barrio.
    No solo le da “argumentos” a los Defensores de la Represión, sino que destruye solidaridades sociales que llevo mucho tiempo construir.
    Esa destrucción es la que genera el repudio a los Saqueos, a pesar de lo que digan los Bienpensantes de Izquierda y Derecha.
    Un abrazo y disculpas por lo extenso.

  18. Para impulsar la militancia territorial hay que impulsar la personería de la CTA.

    El sindicalismo tiene futuro en un armado regional y si bien es obvio que esto no es 1945, el retorno de elementos extra-mercado que permitan conformar una incipiente sociedad del trabajo en la Argentina del posneoliberalismo no es una utopía.

    Me gustaría ver un armado similar al de Lula en el kirchnerismo

  19. Al contrario, Manolo, gracias. Lo que sí, D´Elía durante su gestión no propuso eliminar la ley Pierri, sino ampliar su universo de beneficiarios. Es una pena que no se haya avanzado en ese sentido, porque instalaba una posibilidad más amplia de acceso a la vivienda.

  20. Ezequiel
    Perdón si no fui claro, no digo que D`Elia critique la Ley, ya que el mismo fue un impulsor y defensor de su aplicación.
    Me estoy refiriendo a los MMSS de origen marxista, en primer lugar, donde se los criticaba por su “esencia” contrarrevolucionaria.
    Y en segundo lugar a los Progresistas Mediáticos, que afirmaban que su intención manifiesta era consolidar el clientelismo; terminar de sujetar al “sujeto sujetado” con la “adscripción a la tierra” como los siervos de gleba. ;-P
    Si resolvía o no una “urgencia” popular es lo de menos, la teoría siempre debe estar sobre la praxis. ;-(
    Sobre el Lugar de los Sindicatos, Desocupados, etc.; merece ser discutido más ampliamente.
    Tengo algunas diferencias con lo plantado, solo voy a señalar la principal.
    Los Sindicatos y las Organizaciones Sociales son esencialmente DEFENSIVAS.
    Se crean para Defender intereses particulares, como Trabajador, Padre Familia, o de un Alumno.
    Sindicato, Club de Barrio, Sociedad de Fomento, o Cooperadora Escolar.
    Es el Estado el que debe Arbitrar y Resolver, como responsable del Interés General.
    Las Organizaciones Libres del Pueblo, SON supletorias, remplazan en casos de emergencia al Poder Publico.
    La Crisis del 2001 es el mejor ejemplo.
    Ahora, la solución de fondo es responsabilidad del Estado, porque en muchos de los temas es necesario utilizar la Fuerza Publica.
    El ejemplo de los talleres clandestinos de confección, si el Ministerio de Trabajo y la Justicia Laboral se hacen los burros, ¿Qué puede hacer un Sindicato?
    Si los piquetea o los amenaza, es el matonismo de la Burocracia.
    La falta de Gas en las escuelas de la CABA, ¿Cómo lo resuelve una Cooperadora de Soldati?
    Si cortan la calle los acusan de hacer política contra Macri.
    Como transformar lo que es fundamentalmente Defensivo en Ofensivo, ya cae dentro del Ámbito de lo Político y la Organización Popular.
    El problema para los no peronistas, esta en evitar ser “Sectario y Excluyente”, es la “Unidad de Acción” la que modela la “Unidad de Concepción”.
    A pesar que la teoría indica lo contrario. ;-P
    Se imaginan en el Soviet de Petrogrado a los Bolcheviques repudiando a Trotsky por su pasado Menchevique. ;-P
    No hablemos de su propuesta de incorporar a los generales zaristas al Ejercito Rojo, indudablemente una desviación de Derecha que oculta una Traición al Proletariado en Beneficio de la Burguesía.
    Los “Facilitadores” terminan ganando siempre, porque resuelven lo “concreto”, lo que no puede esperar al Día que Triunfe la Gloriosa Revolución Proletaria.
    O que los Burgueses Republicanos, esclarecidos y honorables, eliminen la Corrupción que aqueja a la Republica.
    Si no se resuelve lo Urgente, lo Importante no tiene sentido.
    Un abrazo

  21. Es interesante constatar lo siguiente:
    – Todos los actores, analistas y referentes de los sectores más diversos (Lozano, Tumini, Carta Abierta) coinciden en la necesidad de «una nueva construcción política».
    – Pero a la hora de definir su forma, su aspecto, sus ejes, terminamos en la invocación a la creatividad. Me incluyo, ojo!!
    – Finalmente, ¿no asistiremos al retorno de los partidos tradicionales, aggiornados en todo caso, como parece marcar el rumbo el PJ?

  22. En todo caso, se genera un dilema, porque si el Estado es incapaz de estructurar desde arriba, o bien no encuentra el modo y la voluntad de hacerlo, y las organizaciones de orden defensivo no se muestran, como no fueron hasta ahora, capaces de trascender dicha esfera, estamos en problemas.

  23. coincido con escriba, los MM.SS. no mueven nada, yo estuve en la PLaza y la tropa de Delia no eran mas de 200 tipos, en total no eramos mas de 500, si estas son las bases a las que debería apostar Nestor estamos hasta las manos. Haciendo números Cavallieri representa a 1.600.000 empleados, tienen concejales e intendentes por todo el país, digo, sin animo de ofender a nadie ¿a quien representan Delia, Tumini y Cia.? si cuando se presentan para algun cargo sacan menos votos que los planes que manejan, que alguien me lo explique por favor… afuera dejo cualquier consideracion sobre la hororabilidad de los nombrados, si en 10 años no pudieron trascender del conurbano y las grandes ciudades, si en 10 años los solo pudieron colar algun diputado por ahi y gracias al dedo de Nestor y a que Luis Juez se bajó de las nacionales 2007, mal que les pese el PJ es la unica opcion posible con todo adentro, sino tendriamos que «volver al futuro» y en 2005 nestor tendrai que tomar otro rumbo despues de derrotar a Duhalde en la provincia… como se dice generalmente en estos casos, es lo que hay.

  24. Ezequiel
    Una de las criticas mas fuertes del Peronismo no K, en estos últimos años, fue a la “falta de voluntad” en aplicar la Justicia Social.
    Con el argumento de no “asustar al burgués”, la necesidad de “enamorar” a los Sectores Medios, se desperonizo la Administración.
    El vaso de vino con mucha soda, que recordaba D¨Elia.
    Volver a los 70 mediante un FREPASO 3.0, o una Alianza Recargada.
    Toda la campaña del 07 se baso en la “Calidad Institucional”, y recién en segundo lugar en la Acumulación para la Inclusión.
    Cuando los anti K refutan los argumentos utilizados en el conflicto por la 125, en lo retórico tienen razón, parecía que el Candidato era De la Rua o Fernández Meijide.
    ¿Se acuerdan de la bronca en el Acto de Cierre, donde la Militancia Rentada aka Funcionarios, cantaron de prepo la Marcha?
    La crítica de Boron sintoniza con los no K, para ser un Gobierno Reformista el ejemplo es el 45/55, en lugar de la Concertación Chilena o Tabare.
    Ellos solo son Administradores del Modelo Neoliberal.
    ¿Nos olvidamos de las alabanzas de la SRA a Pepe Mújica?
    Que Acumula esperando Incluir cuando se llegue a niveles aceptables para el Mercado.
    Los Chilenos llevan esperando 20 años, y parece que los Sindicatos Uruguayos no tienen tanta paciencia.
    La Carta del Pelado Tumini esta llena de mala leche, además de ser “sectaria y excluyente”.
    Néstor gano en el 2003 gracias al esfuerzo del PJBA, los MMSS lo consideraban el Chirolita de Duhalde, ¿hay que recurrir al archivo?
    Si hablamos de “cobrar” políticamente, en los últimos 5 años los no peronistas se cansaron de cobrar, a los peronchos nos mandaban a la cola de las cachetadas.
    ¿Recordemos lo que le sucedió a la Cooperativa Santafesina, donde se derogo la ley de Lemas, o el quilombo de las Listas Espejo y las Colectoras en la PBA?
    Hacerle el Aguante a Cristina no da rédito político, y hasta ahora no se ve que de rédito económico.
    La Administración Central se hace la boluda con la huelga de Docentes en la PBA.
    ¿Qué esperamos, que Scioli macartee a los maestros para salvarse “políticamente” por Derecha?
    Porque si lo hace al día siguiente vuelve a ser la Gran esperanza blanca de La Nación.
    Si encima los caga a palos, Cobos desaparece, y el establishment cuelga el cartel Daniel Conducción.
    No lo convirtamos en otro Cleto, recuerden el Principio de Desconfianza del Compañero.
    La Conducción NUNCA debe poner al Conducido en una situación que ya se sabe que no va a poder resistir.
    En el Sindicalismo hay un principio muy claro, los problemas de Plata solo se arreglan con Plata.
    Los sueldos de los estatales solo se arreglan con plata girada por la Nación, mientras se rediseña la Coparticipación en el Congreso.
    Si no se hace, por miedo a perder el control, no hay Balestrini que te salve.
    Un abrazo

  25. Está claro que el gobierno esperaba una primavera larga. Incluso, pueden verse gestos de distensión, allá por finales de 2007, en el pase a retiro de Ginés y la invitación cursada a Bergoglio, el 16 de diciembre, para que visitara a CFK en la Rosada, donde se le garantizó que no habría ley de abortos en este mandato.
    La idea, efectivamente, era un Frepaso reloaded, en consonancia con el hecho de que los peores vencimientos de la deuda vienen desde ahora hasta 2012. Pero el conflicto agrario, en parte tal vez por eso, los agarró mal parados. El diagnóstico fue espantoso, etc. Todo eso lo vimos como mil veces en diferentes posts, y creo que estamos todos de acuerdo en que el mínimo giro dado fue sobre la marcha y sin tener claro para qué lado.
    En todo caso, lo del PJ fue providencial, pero me sigue pareciendo insuficiente.
    Yo también estuve en las diversas movilizaciones, en todas, y no me pareció despreciable el poder de convocatoria de FTV, no al menos en comparación. En cualquier caso, la calle figura entre las cosas que perdimos, de modo que nadie puede enorgullecerse de lo que mueve el peronismo, sea en su pata sindical, comunal o a través de los movimientos sociales. Por eso insisto en el tema de la labor territorial.

  26. Manolo: en la campaña, el peronismo no K trató de mostrarse como el garante de la economía. La crítica principal de Rodríguez Saá fue el INDEC («el gobierno miente»), no la anticipación de una nueva era de justicia social. Incluso hubo varias amonestaciones por el uso de los mecanismos del Estado en la «distorsión» de los precios, lo que alejaba las «inversiones» -externas, se entiende-, quitaba «previsibilidad», etc.
    No nos olvidemos que esta sociedad, en 2003, votó 25% a Menem, 21% a López Murphi. Las relaciones de fuerza, tal cual se vieron en el conflicto con las patronales agropecuarias, dan un equilibrio precario cuyo saldo no me parece tan favorable al «salto al vacío» de una transformación real y sustantiva de la política tributaria y de ingresos.
    ¿Cuál es la agenda? ¿El hambre, la indigencia, la pobreza? ¿O la inflación, la inseguridad, el peligro de default, el riesgo país, la cotización del dólar, etc.?

  27. sabían que desde el primer trimestre del 2007 el indec no publica datos sobre distribución del ingreso? Que el 30% mas rico en mayo de 2003 se quedaba con el 64,9 del total y en primer trimestre de 2007 (repito, ultimo registro) con el 63,5%. Y que el 30% mas pobre en Mayo de 2003 se quedaba con un magro 7,9% y en 2007 con un gran 6,7%. En el modelo de Duhalde los pobres tenian mas participación en la distribución de la torta que en el mejor momento del de Nestor!!!! El modelo del trabajo como salida ya no alcanza… En lo discursivo se esta demasiado lejos de lo real y estoy seguro que si los índices distributivos fuesen otros Delia llevaba mas de 200 ñatos a la plaza, si es que hacia falta llegar a ese extremo.
    Lo poer de todo, es que se chocó la única gran oportunidad de distribuir la renta en serio en el pesimamente presentado, manejado y finiquitado conflicto con «el campo». Ahora todos son fuegos de artificios. Ahora el gobierno es un gobierno de transición y no de transformación.

    saludos

    luis

  28. Interesante el blog, Martín. Bueno, vamos cerrando. Gracias por sus participaciones, y quedan pendientes las cuestiones, que a lo mejor resuelve el devenir. Gracias a la comunidad de Arte Política por permitirme debatir ideas en este clima afable al que me voy acostumbrando.

  29. Manolo, acá todos acordamos con que es necesario acabar con el modelito demoliberal de administración de lo existente y es calro que las bases peronistas desean justicia social ya. EL tema es que, como bien remarca Ezequiel, el peronismo no kirchnerista rama impresentables siempre añoró el menemismo y corrió al Gobierno por derecha presentándose precisamente como un menemismo recargado con aplicación de políticas sumamente conservadoras y contención de las bases mediante políticas de acción social focalizadas. El que se diferenciaba de eso era Duhalde, que trataba de emular un discurso similar al de un Lula pero ya sabemos que, apurado por las circunstancias, ha virado a la derecha.

  30. A ese bonapartismo le tenés que agregegar macartismo real, no macartismo dialéctico, macartismo puro y duro:

    «LOS TRABAJADORES DEL SUBTE RECLAMAMOS DEMOCRACIA SINDICAL y FIN A LAS PERSECUSIONES
    Los trabajadores del subte nos encontramos frente a una situación de extrema gravedad: la Comisión de Ética Gremial de la Unión Tranviaria Automotor(UTA) ha decidido revocar el mandato de nuestros delegados y expulsarlos de la organización gremial. Para ello ha organizado un Congreso Extraordinario el próximo martes 2 de septiembre. Esta resolución que se propone tomar nuestra organización sindical vulnera el derecho democrático más elemental en cuanto a la convivencia de diferentes formas de pensar. La dirección del sindicato nos acusa de no cumplir sus órdenes. La razón que esgrimen pone en evidencia que se trata finalmente de un claro caso de discriminación ideológica. Al mismo tiempo se ha violado el derecho a la defensa ya que no hemos podido intervenir en el juicio que ha armado la dirección del sindicato contra nosotros. Como trabajadores y delegados hemos luchado siempre en la reivindicación de nuestros derechos.

    Es así que: Desde hace más de 10 años no hay despidos en el subte. Recuperamos la jornada de trabajo de 6 horas por realizar un trabajo insalubre, con lo que se logró crear 1200 puestos de trabajo.
    Logramos la incorporación a Metrovías de más de 800 trabajadores que pertenecían a empresas tercerizadas.
    Denunciamos el mal estado de los trenes y la inseguridad en la que viajan los pasajeros. Éstas son nuestras faltas, por eso nos quieren echar. Todo esto lo hemos logrado nosotros junto con los delegados que hemos elegido. Una vez más reclamamos que podamos trabajar tranquilos y que no se persiga a nuestros delegados. Nos proponemos poder ejercer nuestros legítimos derechos laborales y sindicales. Reclamamos un sindicalismo democrático y sin persecuciones!!!
    Por todo ello les pedimos a los trabajadores, a las organizaciones sociales, sindicales y políticas que nos envíen su apoyo y solidaridad.

    Trabajadores y Cuerpo de Delegados del Subte.»

  31. Ezequiel: existe el macartismo dialéctico, por ej. a mí me acusan de tener ojos celestes (:P) Pero tenés razón, comparado con el que está ocurriendo en todo el gremialismo nacional, ése es insignificante. Esto que cito tiene mucho que ver con lo que posteaste, está totalmente relacionado. No se trata de un hecho ahislado, me consta que el gremialismo combativo está siendo borrado desde arriba, otro ejemplo es SUTEBA. Kirchner y Moyano quieren un sindicalismo obsecuente y claudicante, no es una denuncia vana. Ustedes, en un ataque de macartismo dialéctico me dirán: «pero el pueblo cobrizo no quiere a estos troscos infiltrados en el sindicalismo». Yo digo que sí, que sus logros son objetivos, son trabajadores con conciencia política y gremial y son el pueblo y los que no los quieren son la burocracia gremial y política: el oficialismo del bicentenario y la CGT. Y el pecado que cometieron estos delegados es: no ser peronistas y ser molestos para la patronal y para la burocracia, entre otras cosas. Son los Agustín Tosco de ahora y son un impedimento para el gremialismo que ustedes apoyan. Mientras ustedes escriben, el gobierno actúa en este sentido, pero uestedes se comen el discurso, y no prestan atención a los hechos. No es una teoría conspirativa, tengo más datos, que si los organizo los puedo postear.

  32. «Ustedes», «ustedes», «ustedes»…¿ustedes, quiénes? ¡Ojalá le ganen el sindicato a SUTEBA!, ojalá pierda Barrionuevo, ya que estamos… ¿o vos pensás que cambiaría la ecuación de poder? ¿O acaso creés que a mi me agrada políticamente cierta dirigencia sindical? ¡Ni a palos!
    El problema, y yo no había hablado de teorías de la conspiración, aunque sí dejé entrever irrelevancia en el post inicial, y te lo señalé teniendo la decencia de mantenerlo y sumarme al repudio, repudio necesario de actividades insostenibles e injustificables, es que no les ganan. Nadie les gana, ni «nosotros», ni «ustedes». Y habría que pensar por qué será.

    Más arriba, Julián, que seguramente comparte nuestra cítica, lo cita a Daniel James. Bueno, él ofrece una respuesta.

    El otro problema es esa frase tuya que me provoca repudio:

    «Ustedes, en un ataque de macartismo dialéctico me dirán: pero el pueblo cobrizo no quiere a estos troscos infiltrados en el sindicalismo. Yo digo que sí, que sus logros son objetivos, son trabajadores con conciencia política y gremial y son el pueblo y los que no los quieren son la burocracia gremial y política: el oficialismo del bicentenario y la CGT».

    Paremos la mano, ¿la única forma de conciencia gremial y política es la de quienes piensan como vos? ¿Sólo ellos son el pueblo, la vanguardia iluminada salida de los libelos de 1902? ¿Los demás, qué tienen, «ideología en tanto que falsa conciencia», como se describe en La ideología alemana?
    Eso es completamente elitista, y no se compadece con la historia del sindicalismo en el siglo XX, ni tampoco con el más mínimo e ínfimo nivel de reflexión sobre el mismo (Thompson, Hobsbawm, por citar a alguien que trabajó tradeunionismo, etc.).
    Paremos con formas de pensar que nos llevan a la incomprensión de los fenónemos y procesos históricos, y al aislamiento respecto de los sectores social y políticamente dominados.

  33. Sobre la CTA, ya que estamos, parece obvio el razonamiento de un gobierno peronista. Menos obvio, sin embargo, es que tampoco el gobierno de la Alianza, que tuvo grandes dolores de cabeza con la CGT, «decretara» u «otorgara» la personería jurídica para la CTA.
    Tal vez, me parece, falta un poco de historia en ese sentido.
    Desde los años cuarenta, pasando por los cincuenta, el sistema sindical argentino reconoce una sola central sindical como posibilidad, y un solo gremio por sector.
    Ejemplo: no puede haber dos ATE, dos UOM, dos Camioneros
    Hubo dos CGT en el pasado, cierto, pero solamente una tenía la chapa (en los años de Menem, la de Daer).
    Para los incrédulos, dejo el link a la ley 23.551 de Asociaciones Sindicales, en cuyo título VIII queda expreso lo dicho: el único caso en el que se puede otorgar la personería a una asociación gremial “competidora” de una ya existente es si la nueva asociación supera en afiliados a la asociación más vieja.
    http://www.portaldeabogados.com.ar/codigos/23551.htm

    Esto fue comentado aquí mismo, por otro usuario, que tuvo a bien informarse, y justo dio conmigo.
    http://artepolitica.com/la-persona-juridica-para-la-cta/

  34. La pregunta sería cual es la razón por la cual estos agrupamientos gremiales no peronistas no pueden hegemonizar sus respectivos sindicatos. Los gremios de izquierda siempre atribuyen su fracaso a las «malas artes» del peronismo: se trata de una queja historica que evitaría reflexionar acerca de las propias defecciones y errores de ejecución politica y del modo de relacionamiento con los trabajadores. Además, a la hora de la negociación les falta muñeca para saber hasta donde hay que tensar la cuerda, y como terminan por obtener menos de lo que pretenden ( o nada)fuerzan planes de lucha que desgastan a los trabajadores. Al trabajador lo que le interesa es obtener beneficios concretos que mejoren su calidad de vida, no hacer la revolución proletaria ( al menos por ahora y por mucho tiempo). La comparación con Agustín Tosco de los actuales delegados me parece una desmesura. Tosco era un cuadro politico de fuste que tuvo la lucidez de reconocer la marca historica del peronismo como conciencia politica del bloque historico-popular en la Argentina, y además asumía la conducción sindical a la par de otros sindicatos que sí eran peronistas, demostrando sus dotes operativas.

    Luciano

  35. Me parece un buen análisis el propuesto, a mi entender, antes de pensar un nuevo PJ hay que puntualizar el legado del organo político del movimiento a la sociedad, desde su creación a la fecha.

  36. El justicialismo es una nueva filosofia de vida, simple, práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente humanista. 14º verdades peronist
    En el año 1974 con motivo del suicidio de Salvador Allende, Perón comentó textualmente: «…nosotros somos decididamente antimarxistas». Conclusión el justicialismo está condensado en las VEINTE VERDADES PERONISTAS. Lo demás es todo mentira, a veces de paracaidistas de la politica, pero nada tiene que ver con el legado perdurable del peronismo.

  37. Aquí debemos hacer la siguiente observación: Menem, Kichner, ambos con un pasado montonero innegable. Conclusión: no entienden que es el peronismo. El mismísimo, Juan Domingo Perón, refiriéndose a los montoneros y a la infiltración de la izquierda en el movimiento justicialista dijo: «tengo todo los documentos a la vista (se refería presuntamente a las exigencias del grupo montonero)… Bueno, estos son cualquier cosa menos justicialista.» Es por eso que el peronismo está sufriendo una crisis de identidad. El día que sean alejados estos montoneros del movimiento justicialista, el peronismo volverá a retomar la verdaderas banderas. Pero la culpa es de las bases que permiten que se eleven esta clase de dirigentes, que son cualquier cosa, menos justicialistas.

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